Professional Documents
Culture Documents
Presiden el pensamiento en todas sus formas: elocuencia, persuasin, sabidura, Historia, Msica
Ellas son las que acompaan a los reyes y les dictan palabras convincentes.
Conceden la inspiracin potica que se considera como una especie de locura sagrada. Dice Hesodo que basta con que un servidor de las Musas celebre las proezas de los hombres para que aquel que tenga preocupaciones y pesares los olvide al momento.
Clo Gloriosa
Musa de la Historia
Euterpe Deliciosa
Musa de la Msica
Se la representa tocando la flauta.
Tala Floreciente
Musa de la Comedia
Se la representa como una joven risuea coronada de hiedra, con la mscara cmica y un cayado de pastor en las manos.
rato Adorable
Urania Celeste
Musa de la Astronoma
Suele aparecer con un globo y un comps.
Musa de la Danza
Musa de la Tragedia
Musa de la Pantomima
Las Musas solan ser invocadas al principio de un poema pico o de un texto literario. Servan de ayuda a un autor, o como autntico orador del que el autor no era ms que la voz. Originalmente la invocacin a las Musas era una indicacin de que el orador se mova en la tradicin potica, de acuerdo a las frmulas establecidas. En las diapositivas siguientes puedes leer algunos ejemplos.
Cuntame, Musa, la historia del hombre de muchos senderos, que, despus de destruir la sacra ciudad de Troya, anduvo peregrinando largusimo tiempo. Homero, Odisea, I Canta, oh diosa, la clera del Plida Aquiles. Homero, Ilada, I,1.
Cuntame, Musa, las causas; ofendido qu numen o dolida por qu la reina de los dioses a sufrir tantas penas empuj a un hombre de insigne piedad, a hacer frente a tanta fatiga. Tan grande es la ira del corazn de los dioses?
Virgilio, Eneida, I
Oh Musas, oh altos genios, ayudadme! Oh memoria que apunta lo que vi, ahora se ver tu autntica nobleza! Dante, Divina Comedia, Infierno.
Canta celeste Musa la primera desobediencia del hombre. Y el fruto de aquel rbol prohibido cuyo funesto manjar trajo la muerte al mundo y todos nuestros males con la prdida del Edn, hasta que un Hombre, ms grande, reconquist para nosotros la mansin bienaventurada. John Milton, El paraso perdido
Quin me diera una musa de fuego que os transporte al cielo ms brillante de la imaginacin; prncipes por actores, un reino por teatro, y reyes que contemplen esta escena pomposa. William Shakespeare, Enrique V.
Estas, que me dict, rimas sonoras, culta s, aunque buclica Tala. Luis de Gngora, Fbula de Polifemo y Galatea.