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ALCOHOLISMO

EN LA
ADOLESCENCIA
¿Qué es el alcoholismo?
 El alcohol es una droga muy integrada dentro de nuestra
sociedad y vida cotidiana, de forma que consumirla no
produce un rechazo social, siempre y cuando se
consuma dentro de unos límites.
El alcoholismo en la adolescencia supone saltarse esos
límites, comenzar a consumir alcohol en cualquier
momento del día, en grandes cantidades y sin reparar en
las consecuencias negativas.
Nuestro equipo de psicólogos Bilbao cuenta con amplios
conocimientos para aplicar las terapias adecuadas a
cada individuo para combatir la adicción alcoholismo
En el caso de la adolescencia, muchas veces se niega sufrir
alcoholismo puesto que no se bebe entre semana, sin embargo,
sobrepasarse todos los fines de semana y comenzar a depender de
ese hábito conlleva también un tipo de alcoholismo, ya que crea
dependencia y adicción hacia ese tipo de bebida.
Generalmente, las personas que acaban dependiendo, poco a poco empiezan a
beber también entre semana, y sin ningún motivo aparente o buscando los
motivos donde no los hay.

Entre las causas del consumo de alcohol en jóvenes, las más comunes son:
- Para formar parte de un grupo de amigos.
- Para divertirse más y sentirse bien.
- Para olvidar los problemas.
- Por el gusto al sabor.
- Para desinhibirse y "quitarse vergüenzas" que les permita hacer cosas que de
otra manera no harían.

Muchas veces inciden los problemas familiares (malas relaciones dentro de la


familia), sociales (necesidad de pertenecer a un grupo de iguales), escolares
(problemas en la escuela que me llevan a beber para olvidar)... en la existencia del
alcoholismo.
ALGUNOS EFECTOS SON:

- Disminución de los reflejos y alteración de los sentidos.


- Excitación y pérdida de la vergüenza y control.
- Afecta al juicio y coordinación de los movimientos, del habla, etc.
- Afecta a la memoria.
- Excesivo consumo puede conllevar una intoxicación etílica (coma e incluso muerte).
¿EN QUÉ FIJARSE PARA SABER SI UN JOVEN ES ALCOHÓLICO?
- Va borracho a clase, o a realizar sus tareas diarias.
- Cada vez que tiene un problema recurre al alcohol.
- Cada vez necesita beber más para obtener las mismas sensaciones.
- Niega la posibilidad de que tenga un problema.

Ante una situación de alcoholismo, lo más aconsejable es contar con el apoyo de un profesional, puesto que las causas por las que se llega a ser alcohólico son tan variadas y personales, que no existen
recetas compartidas por todos.
Bebedor social
Personas que siempre que se encuentran en una situación social necesitan beber para sentirse mas sueltas y divertidas. Pueden estar sin beber, pero en reuniones sociales no limitan el consumo de alcohol.
Bebedor fuerte
Bebedores que toman mucha cantidad de alcohol, independiente o no de las comidas y casi todos los días de la semana. Para estos, la bebida es una parte importante de su vida y una fuente de placer y diversión. A pesar que durante el día toman
mucho alcohol no han perdido la capacidad de controlar cuanto y hasta cuanto tomar, por lo que rara vez llegan a tener complicaciones sociales, familiares o laborales. El bebedor fuerte suele elegir cuando, donde y con quien beber.
Ebrios ocasionales
Suelen ser grupos de “compañeros” con los que salir a “festejar” y ya antes de comenzar la fiesta tienen intención de emborracharse.
Bebedor alcohólico
La línea que separa a este bebedor de los anteriores “bebedor problema”, es la perdida de control sobre la ingestión de alcohol. No puede elegir el momento ni la cantidad, ni los efectos del alcohol en su organismo. En estos casos, y progresivamente,
aparecen trastornos asociados con el alcoholismo en todas las áreas de su vida
¿ES EL ALCOHOLISMO UNA ENFERMEDAD?
Sí, el alcoholismo es una enfermedad progresiva, crónica y degenerativa; con síntomas que incluyen una fuerte necesidad de tomar a pesar de las consecuencias negativas.
La enfermedad está caracterizada por daños físicos en todos los sistemas del organismo, siendo los más complicados los que se relacionan con el sistema cardiovascular, el sistema nervioso y el hígado.
Cuando el consumo de bebidas alcohólicas es exagerado o recurrente se produce tolerancia. Es decir, el organismo requiere una mayor dosis de alcohol para obtener las mismas sensaciones. Esta situación facilita la adicción, la cual es acompañada de
grandes dificultades por detener el consumo cuando se empieza a beber. Al suspender la utilización de alcohol, se desarrollan síntomas como náuseas, temblores y ansiedad.

Por otra parte, el alcohólico pierde el interés por lo que le rodea, lo cual puede ocasionar la pérdida de su empleo y de su familia
¿QUÉ ES EL ABUSO DE ALCOHOL?
El abuso del alcohol se presenta cuando el bebedor llega a sentirse intoxicado y no puede cumplir con sus obligaciones o pone en peligro su vida y la de los demás al manejar, toma riesgos excesivos o presenta conductas violentas bajo los efectos del alcohol.
Si estos episodios en los que se bebe en exceso se repiten con frecuencia, puede desarrollarse dependencia o alcoholismo.

¿PUEDE EL ALCOHOLISMO SER CURADO?


Aun no. El alcoholismo es una enfermedad tratable y la medicación ha llegado a estar disponible para prevenir las recaídas, pero la cura aun no ha sido encontrada. Ello significa que es posible sostener la abstinencia por un periodo largo de tiempo, con lo
cual la salud del alcohólico mejora; sin embargo la recaída es un riesgo permanente.
Tratamiento
El tratamiento primario comienza con el reconocimiento del
alcoholismo como un problema que necesita atención
específica, en vez de considerarlo secundario a otro problema
subyacente como se hacía antaño.
Se están desarrollando rápidamente residencias
especializadas para su tratamiento y unidades específicas en
los hospitales generales y siquiátricos.
A medida que la sociedad toma conciencia de la verdadera
naturaleza del alcoholismo, disminuye su consideración
como estigma social, los enfermos y sus familias lo ocultan
menos y el diagnóstico no se retrasa tanto.
. Los tratamientos más precoces y mejores están
produciendo unas altas y esperanzadoras tasas de
recuperación.
Además de resolver las complicaciones
orgánicas y los cuadros de abstinencia, el
tratamiento pasa por los consejos y entrevistas
individualizados y por las técnicas de terapia de
grupo encaminadas a conseguir una abstinencia
no forzada de alcohol y otras drogas. La
abstinencia es el objetivo deseado.
La adicción a otras drogas, sobre todo
tranquilizantes y sedantes, es muy peligrosa para
los alcohólicos.
El Antabús, fármaco que produce intolerancia grave al
alcohol, se utiliza a veces como adyuvante. Alcohólicos
Anónimos, grupo de apoyo para enfermos sometidos a otros
tratamientos, puede servir a veces para la recuperación sin
necesidad de recurrir al tratamiento siquiátrico formal.
A pesar de los resultados esperanzadores del tratamiento
actual, en Chile el problema se presenta ubicándonos en el
primer lugar del mundo, proporcionalmente, en el número de
pacientes por daño hepático por ingesta de alcohol.
En el resto del mundo el problema no es menor.
Se estima en más de 100.000 el número de
muertos anuales sólo en los Estados Unidos a
causa del alcohol. En México, y según las
últimas encuestas, el porcentaje de hombres
dependientes del alcohol es de 12,5 por ciento,
mientras que el de las mujeres es de 0,6 por
ciento. El grupo de edad que manifestó una
incidencia más alta fue de 18 a 29 años, cifras
que también se dan en Chile.

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