“Para que exista una verdadera comunidad son necesarias tres condiciones: – La posesión de un ideal común que involucre el alejamiento completo de la división y el egoísmo. – El propósito de una tarea común lo suficiente grande para capturar la imaginación y darle expresión a la lealtad – Y la camaradería, la cualidad de unión, mezcladas en tal forma que puedan encontrarse la alegría y la fuerza de pertenecer a una sociedad orgánica que se compromete en un servicio de tiempo completo. Podemos encontrarla en su mayor amplitud cuando el ideal es alto y valioso, cuando la tarea se extiende y se integra a cada onza de nuestra fortaleza y a cada elemento de nuestro ser, cuando la camaradería es tan solida y profunda que respondemos unos por otros sin esfuerzo consciente, nos damos cuenta de la necesitada inefable y reaccionamos a ella espontanea e inmediatamente” Bernard Smith El egoísmo es un factor determinante en la enfermedad del alcohólico, la raíz de todas nuestras dificultades. ¿Cómo un egoísta puede ser feliz?, por necesidad, ya que no desea experimentar nuevamente la aniquilante soledad, porque al fin del camino el egoísta siempre queda solo y atemorizado. El temor es un mal consejero “El miedo es sin duda un obstáculo por la razón y para el amor y por supuesto invariablemente instiga a la ira, la vanagloria y la agresión”. Cuando el egoísmo y el miedo se unen, la Comunidad se debilita dando paso a la división y como consecuencia a otros esfuerzos, perdida de objetico, deseos personales, desviación de las Tradiciones, grupos con esa escasa membresía, conceptos freudianos sustituyendo a los Doce Pasos. Nuestro único objetivo no es un lujo, es el punto que nos une, el soporte de toda la comunidad. Es la necesidad que nos invita a dejar el egoísmo, para trabajar en el bien común, como razón de nuestra existencia.