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La Política en la Nueva Nación

Integró: Humberto Domínguez Chávez


UNAM CCH Azcapotzalco, diciembre 2002

La independencia de México se logró a partir


de dos movimientos importantes: el
insurgente dirigido por una clase media
intelectual, que se inició como un motín
popular en 1810 y tuvo sus mejores logros
entre 1813 y 1814 con Morelos, para
fragmentarse a partir de 1815 en guerrillas;
otro movimiento apareció en 1821, dirigido
por los grupos que controlaban la economía
novohispana, un sector del ejército y el
clero, que se manifestó en el Plan de Iguala y
las Tres Garantías (religión, independencia y
unión). Ambos movimientos unieron fuerzas y
consumaron la independencia en septiembre
de 1821. Durante su primer medio siglo de
vida, se buscaría para la nación una forma de
gobierno, a partir del imperio de Iturbide y
de una república que se expresó
sucesivamente en alternativas centralistas,
para consolidarse como federalista
Política en la nueva nación: 2
Las Posibles Formas de Gobierno
Al independizarse nuestro país se ofrecían dos opciones como sistema
político: la moderna monarquía constitucional europea, y la república
federal que experimentaban los Estados Unidos de Norteamérica; sin que
dejaran de existir, en el contexto internacional, las anacrónicas
monarquías absolutistas y las repúblicas centralistas o moderadas. Para los
impulsores de la monarquía el problema era la falta de un príncipe; para los
partidarios de la república el problema era mayor, pues el sistema de
gobierno del pueblo no podía funcionar donde la inmensa mayoría carecía
de la mínima formación ciudadana; por lo que el proyecto republicano
dependía de la educación del pueblo

La primera experiencia republicana en el país tuvo como antecedentes el


Congreso de Chilpancingo y la Constitución de Apatzingan, convocadas
por Morelos y López Rayón; la propuesta integraba el camino directo
para que las clases medias ascendieran al poder político y, dueñas de él,
transformaran las estructuras socioeconómicas de la nación. Al
desintegrarse la Junta de Zitácuaro y el Congreso, sus defensores
fueron caudillos letrados y militares como Fray Servando Teresa de
Mier, Carlos María de Bustamante, Guadalupe Victoria y Vicente
Guerrero. Por otra parte, el Plan de Iguala sirvió para unir los intereses
más contradictorios del clero, ejército, comerciantes y terratenientes,
que expresaban su propósito de integrar una monarquía, de preferencia
criolla, para mantener los intereses de los grupos privilegiados, y
significaba la supervivencia de las estructuras coloniales
Política en la nueva nación: 3
La Educación Pilar de la Democracia
En términos generales y con pocas excepciones la educación estaba en
manos del clero, con lo que la lucha entre el Estado republicano y la iglesia
por el predominio de la educación era inevitable. Bajo la república federal la
tarea educativa se dejó en manos de los estados, pues el gobierno federal
sólo tenía jurisdicción en el Distrito Federal y los territorios. En 1822 fue
fundada la Compañía Lancasteriana, como una asociación cultural sin
distinción de partidos políticos: un preceptor tenía bajo su tutela directa a
diez alumnos, los que a su vez, asesorados y vigilados por su profesor,
transmitían lo aprendido a otro grupo de sus compañeros; de esta manera
con un solo maestro se lograba beneficiar hasta a 300 alumnos

El sistema educativo, de origen inglés, estaba inspirado en la producción


industrial masiva. En la educación superior no se realizaron innovaciones tan
radicales; el clero controlaba la enseñanza en las universidades, colegios y
seminarios y a sus instalaciones acudían los hijos de familias acomodadas. El
gobierno liberal de 1833 clausuró la universidad por considerarla perniciosa,
inútil e irreformable. Se le sustituyó por siete establecimientos educativos
de inspiración napoleónica, que en provincia se denominaron institutos de
ciencias. A partir de este momento, la educación elemental y superior
estuvieron estrechamente vinculadas a la vida política

Palacio de Minería
Política en la nueva nación: 4
La Junta Provisional Gubernativa del Imperio Mexicano y el Congreso
Nuestro país nació a la vida independiente bajo el sistema político de monarquía
constitucional, con el nombre de Imperio Mexicano, al consumarse la
independencia. El primer gobierno recayó en una Junta Provisional Gubernativa del
Imperio integrada por 38 notables entre dignatarios eclesiásticos, jefes
administrativos coloniales, miembros de la aristocracia novohispana, destacados
empresarios y representantes del ejército; ningún insurgente fue incluido, habían
sido seleccionados por Iturbide y el último jefe político colonial Juan O’Donoju, de
acuerdo a los Tratados de Córdoba. Su tarea consistía en nombrar una regencia
como poder ejecutivo provisional, convocar y realizar elecciones de diputados para
integrar las Cortes o el Congreso del Imperio. Este proceso de organización
política duró del 28 de septiembre de 1821 al 19 de mayo de 1822

Agustín de Iturbide 1783-1824


Museo Nacional de Historia

En diciembre de 1821 se inició el proceso electoral para establecer el


poder legislativo del imperio, y el 24 de febrero de 1822 el Congreso
inició sus sesiones. Al mismo tiempo el desconcierto político crecía por
la falta de experiencia de los diputados, la muerte de O’Donoju, la
creciente belicosidad de las fuerzas expedicionarias españolas en
Veracruz, y la huida de numerosos peninsulares acaudalados; todo ello
hacía crecer la duda de que el Imperio Mexicano contara con un príncipe
borbón. España confirmó las sospechas al rechazar los Tratados de
Córdoba y un motín de la soldadesca, apoyados en un sargento,
impusieron como emperador a Agustín de Iturbide el 21 de mayo de
1822. El Congreso avaló el golpe de estado militar y los antiguos
borbonistas y los insurgentes se aliaron para derrocar a Iturbide: unos
para buscar la reconquista y los otros para establecer la república Coronación de Agustín de Iturbide
Imperio de Iturbide Política en la nueva nación: 5

En el Congreso se inició la oposición al imperio e Iturbide denunció una conspiración


y procedió a aprender el 26 de agosto a los diputados Mier, José Joaquín de
Herrera, Francisco Sánchez de Tagle, Pablo Anaya, Francisco Fagoaga, Carlos
María de Bustamante y otros más; el 31 de octubre se consumaba el golpe militar
con la disolución del Congreso, y el flamante emperador criollo formaba una Junta
Nacional Instituyente, iniciando los gobiernos despóticos y autoritarios en el país.
El descontento creció al comprobarse que todo el proceso iniciado desde La
Profesa por Iturbide y el clero, conducía al establecimiento de una dictadura
criolla. Un joven brigadier Antonio López de Santa Anna inició la rebelión contra el
imperio desde Veracruz, a la que se unieron de inmediato los antiguos insurgentes.
Antonio López de Santa Anna

El 1 de febrero de 1823 se reorientó la insurrección con el Plan de Casa Mata,


iniciándose lo que sería común en este período, las alianzas coyunturales. El general
Echávarri enviado por el emperador para combatir a los sublevados se pasó a la
insurrección, estableciendo un pacto con Santa Anna y Guadalupe Victoria, y para el
11 de mayo Iturbide abdicaba y abandonaba el país, dando término a un imperio
efímero de menos de un año de duración. El 31 de mayo se declararon inexistentes
el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba, y en respuesta al Plan de Casa Mata se
llamó nuevamente a elecciones nombrándose un ejecutivo provisional tripartito con:
Pedro Celestino Negrete, un español incorporado al ejército trigarante del Plan de
Iguala e integrante de la logia escocesa; Nicolás Bravo antiguo insurgente y
también masón escocés y Guadalupe Victoria insurgente y masón yorkino de
orientación republicana. El gobierno estuvo en manos del Ministro de Relaciones
Lucas Alamán; hasta 1853 el ejecutivo se integraría con cuatro ministerios: el de
relaciones, el de hacienda, el de justicia y negocios eclesiásticos y el de guerra Guadalupe Victoria
La Primera República Federal Política en la nueva nación: 6

La controversia entre una república federal o central la resolvió el Congreso, el 8 de


noviembre de 1823 comenzaron las labores legislativas y se designó a una comisión para
elaborar el Plan de Constitución Política de la Nación Mexicana; el 31 de enero de 1824
se aprobó el Acta Constitutiva de la Federación y para el 4 de octubre se efectuaba el
juramento de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos. El éxito inicial
del federalismo se explica por la extensión del territorio y los problemas de
comunicación que limitaban la eficacia del gobierno central; los intereses locales
producto de las estructuras socioeconómicas regionales, expresadas en el caciquismo;
el temor a un poder despótico central; la natural inclinación al autogobierno y el éxito
de la república norteamericana, que era una estructura ideal para varios diputados. La
Constitución de 1824 estableció tres poderes: un ejecutivo en manos de un presidente
y vicepresidente, que gobernaría por cuatro años; un legislativo bicameral con
diputados y senadores, con amplias facultades de decisión que limitaban el poder del
ejecutivo y un poder judicial que descansaba en una Suprema Corte de Justicia, con un
complejo sistema de tribunales con la vigencia de fueros y privilegios

Se estableció la libertad de imprenta y se mantuvo la intolerancia


religiosa con exclusividad católica; el territorio se dividió en 19 estados:
Chiapas, Chihuahua, Coahuila y Texas, Durango, Guanajuato, Jalisco,
México, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis
Potosí, Sonora y Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y
Zacatecas; en octubre de 1830 se separó Sinaloa de Sonora y en mayo
de 1835 se creó Aguascalientes fraccionando Zacatecas; además se
integraron cuatro territorios: Alta y Baja California, Colima y Santa Fe
de Nuevo México; en noviembre de 1824 se creó el territorio de
Tlaxcala; por último, en noviembre de 1824 se creó el Distrito Federal
Recinto legislativo en Palacio Nacional
Las Logias Masónicas y las Intromisiones Extranjeras Política en la nueva nación: 7

La primera república federal se mantuvo vigente de octubre de


1824 a octubre de 1835. De las tres administraciones que
correspondían, sólo llegó a su término constitucional la primera con
Guadalupe Victoria de presidente; inició su mandato el 10 de
octubre de 1824 y su gobierno se vio afectado por la presencia
imperialista de Inglaterra y los EUA a través de las logias
masónicas escocesa y yorkina; los primeros influenciados por Henry
G. Ward embajador de Gran Bretaña, y los segundos por Joel R.
Poinsett, embajador de los EUA; quienes apoyaban las propuestas
centralistas y federalistas, respectivamente, para la administración
del país. Estas pugnas dieron lugar a una lucha de partidos en las
elecciones para integrar el Congreso y las legislaturas estatales

El conflicto creció hasta llegar a la rebelión armada impulsada por la


logia escocesa, con el levantamiento de una fracción del ejército, que
pedía la destitución de los ministros yorkinos del gabinete y la expulsión
de Poinsett; la revuelta fracasó e impulsó el poder de los federalistas
antes de realizarse las elecciones presidenciales, al mismo tiempo que se
suscitaba una fracasada expedición de reconquista por parte de España,
que con un reducido número de tropa pretendían recuperar la colonia
novohispana. Como consecuencia se emitieron leyes para expulsar a los
españoles del territorio nacional, que agravarían más la economía con la
fuga de capitales, y preparaban el control comercial de la república por
otros extranjeros, principalmente ingleses y franceses
Los Republicanos Divididos Política en la nueva nación: 8

Para finales de 1827 los yorkinos tenían la preponderancia política, sin embargo se
dividieron: el grupo mayoritario y popular, enemigo radical de los españoles, realizó una
campaña a favor de Guerrero; otro sector dirigido por intelectuales apoyó a Manuel
Gómez Pedraza, quien era más aceptado que el insurgente y logró el apoyo escocés, con
lo que ganó las elecciones. Los partidarios de Guerrero pasaron de los alegatos a la
rebelión armada con el Plan de Perote dirigida desde Veracruz por el eterno cacique
militar Santa Anna, y por Lorenzo de Zavala en México; un nuevo Congreso, instalado el 1
de enero de 1829, justificó su decisión ante la posible traición de algunas legislaturas al
verdadero sentir de sus representados, para nombrar triunfador a Guerrero. El camino
a la presidencia estaría marcado por la insurrección armada; así, otra revuelta obligó al
Congreso a nombrar a Anastasio Bustamante, quien terminaría enfrentando otra
revuelta que dio el triunfo, ahora sí, a Gómez Pedraza, quien ocupó la presidencia por un
trimestre que era lo que faltaba para terminar el cuatrienio
Vicente Guerrero
El gobierno de Guerrero fue de total descrédito ya que la rebelión de
Zavala, en la ciudad de México, se acompañó de un motín y el saqueo del
Mercado del Parián, que se ubicaba en el zócalo, por una turba sin control;
al mismo tiempo que se cometieron asesinatos políticos, situación que sumió
al gobierno del insurgente en una grave crisis política y económica.
Aprovechando la inestabilidad el 24 de julio de 1829 desembarcó cerca de
Tampico, una armada española de 3,000 hombres al mando de Isidro
Barradas con el propósito de recuperar a la Nueva España; Santa Anna se
cubrió de gloria al sorprender a los españoles y lograr su rendición el 10 de
septiembre y, con ello, se cancelaba para siempre la reconquista española;
únicamente quedaba esperar que falleciera Fernando VII, para restablecer
relaciones con España y el Vaticano. Guerrero, en plena desgracia política
al ser destituido, buscó cobijo en la costa del Pacífico en territorios
controlados por Juan Alvarez, mientras que Anastasio Bustamante
Anastasio Bustamante
organizaba su gobierno con integrantes de la clase dominante
El Gobierno de Valentín Gómez Farías Política en la nueva nación: 9

La administración de Bustamante mejoró el estado financiero de la nación, recuperando


el crédito exterior; incluso se incorporó un proyecto para el desarrollo industrial del país.
Uno de sus éxitos consistió en lograr la designación papal de obispos vacantes. Sin
embargo, continuaron las venganzas políticas, que culminarían con el asesinato de Vicente
Guerrero. La oposición demandó, apoyada en el pronunciamiento de varias entidades
federativas, la renuncia del gabinete, sobre todo la de Alamán; todo ello conduciría a un
nuevo cambio de gobierno, encargándose a Manuel Gómez Pedraza que ocupara la
presidencia hasta el término del período; uno de los primeros pasos en su gestión fue la
disolución del Congreso y la convocatoria a nuevas elecciones para la renovación total de
las Cámaras; lo mismo sucedió en las legislaturas locales. Los yorkinos controlaron la
política nacional y en las nuevas elecciones resultaron triunfadores Santa Anna en la
Presidencia y Valentín Gómez Farías como Vicepresidente, quien se encargaría del poder
Lucas Alamán ejecutivo, ya que Santa Anna solicitó una licencia indefinida, al no querer verse
involucrado en las reformas que se preveía se realizarían por los federalistas

Para el 26 de mayo de 1833 se presentó la primera insurrección por el coronel Ignacio


Escalada, la cual fue sofocada debido sobre todo, al prestigio y poder moral del
Vicepresidente; Gómez Farías elaboró una lista de 50 personas no gratas, encabezando la
lista se encontraba Anastasio Bustamante, que deberían ser desterradas; sin que existiera
causa alguna, ni sustento legal, se indicaba que igual suerte se aplicaría a las personas que
estuvieran en el mismo caso; por ello, el rumor popular apodó al deplorable hecho como la ley
del caso. La inestabilidad política era total, no existía continuidad ni respeto a los procesos
constitucionales y únicamente se manifestaba la fuerza militar
Valentín Gómez Farías
Las Primeras Reformas Liberales Política en la nueva nación: 10

Gómez Farías gobernó con un gabinete impuesto por Santa Anna, de los cuales únicamente

Andrés Quintana Roo le daría apoyo. Para llevar a la práctica las reformas que consideraba

necesario el grupo liberal, integró un equipo con José María Luis Mora, Agustín Buenrostro,

Manuel Eduardo de Gorostiza, José Rodríguez Puebla y otros más. La reforma buscaba

afectar a la iglesia, para lo cual Quintana Roo envió una circular a los estados, recomendando

la separación de los negocios eclesiásticos de los del Estado; a esta acción siguieron otras para

prohibir la coacción en el cobro del diezmo y del cumplimiento de los votos religiosos. Sin

embargo, lo que más afectó al catolicismo fue el restablecimiento del Patronato Eclesiástico,

depositándolo en el Congreso; el Ejecutivo tomó control de la educación creando la Dirección

de Instrucción Pública y suprimiendo la Universidad, que fue sustituida por siete


José María Luis Mora
establecimientos de estudios superiores

Para salvar de la bancarrota al erario público se comenzaron a subastar las

propiedades del clero y se integró una comisión para estudiar los proyectos del

doctor Mora y de Lorenzo de Zavala, para activar la desamortización de los

bienes en manos muertas. El ejército también vio afectados sus intereses, al

aplicarse medidas encaminadas a terminar con el fuero militar y su fuerza

política, al incrementarse las milicias cívicas en los estados, con lo que se

limitaría su injerencia en la política de la federación


Lorenzo de Zavala 1789-1836
La Constitución Centralista: las Siete Leyes Política en la nueva nación: 11

Ante la reacción opositora, al grito de religión y fueros, a las reformas


liberales llevadas a cabo por el gobierno de Gómez Farías, el presidente
Santa Anna consideró oportuno el momento de intervenir, y aprovechó la
proclamación de un plan contra la reforma efectuado en Cuernavaca
el 24 de abril de 1834, para regresar a México desde su retiro y
hacerse cargo del ejecutivo. Su primera acción fue suspender las
reformas, en espera de que un nuevo congreso lo decidiera; al mismo
tiempo que Gómez Farías y sus colaboradores abandonaban el
gobierno, fortaleciéndose el centralismo y el conservadurismo
Palacio de Minería

El nuevo Congreso, que fue instalado el 4 de enero de 1835, se declaró constituyente en


un golpe de estado parlamentario, sustentado por una mayoría de legisladores
conservadores y federalistas moderados; producto de sus debates surgieron, el 30 de
diciembre de 1835, las Bases y Leyes Constitucionales de la República Mexicana, que
suplieron a la Constitución de 1824. De golpe se cambió la política nacional, en un giro
de 180 grados; las entidades federativas se convertían en departamentos en el más
exagerado centralismo, no visto desde las reformas borbónicas; desaparecían las
legislaturas locales, los gobernadores y las milicias locales y la administración financiera
quedaban sujetos al gobierno central en la ciudad de México. El territorio quedaba
dividido en 24 departamentos, que incluían a las californias en uno solo; Nuevo México,
Texas y Aguascalientes adquirían esta categoría, mientras que Tlaxcala y Colima se
incorporaban, respectivamente, a los departamentos de México y Michoacán; además, el
Soconusco se integró, desde entonces, al departamento de Chiapas
Política en la nueva nación: 12
La República Centralista
La nueva república centralista sería presidida por Anastasio Bustamante, quien tomaría
el gobierno el 19 de abril de 1837 hasta el 6 de octubre de 1841, y conduciría a la
nación al enfrentamiento con los imperios que daría como resultado la pérdida de Texas,
y el amago a la soberanía con el bloqueo de Veracruz por la marina de guerra francesa.
El asalto al poder de los centralistas buscaba revivir la administración colonial en un
México independiente; su mejor expresión fue la instauración de un Supremo Poder
Conservador para dirigir al país, que se conformaba con cinco personas que deberían
tener reconocida experiencia política; lo que significaba que para ser candidato se
requería haber desempeñado los más altos puestos del gobierno: presidente,
vicepresidente, senador, diputado o ministro; al mismo tiempo desaparecía la
vicepresidencia y se incrementaban los períodos de gobierno a seis años. El poder
legislativo seguiría siendo bicameral, se restituía el poder eclesiástico al mantenerse la
intolerancia religiosa y los fueros del clero y el ejército; algo bueno pudo rescatarse, se
incorporaron las garantías individuales al derecho constitucional

Lo más significativo de la administración centralista lo representó una gran actividad


militar, para combatir las continuas insurrecciones federalistas; guerras entre quienes
creían en una patria unificada y, por otro lado, de quienes querían abandonar la república,
como Yucatán en 1839, que indicaban el rechazo al centralismo y su constitución. Esta
administración terminó con una rebelión centralista que exigía una nueva constitución; así,
en agosto de 1841 Mariano Paredes y Arrillaga desde Guadalajara, Santa Anna desde
Veracruz y Gabriel Valencia desde México, llegaron a acuerdos en las Bases de Tacubaya,
que se concretaban en el nombramiento de un presidente provisional, que debería convocar
a un nuevo congreso constituyente, recayendo el nombramiento en Santa Anna Mariano Paredes Arrillaga
Política en la nueva nación: 13
Los Centralistas Divididos
En 1840 el senador José Manuel Gutiérrez de Estrada expresó una tercera opción para
el sistema de organización nacional, a través de un documento público, en la que
planteaba la monarquía como solución al caos nacional. El 1 de enero de 1841 se inauguró
el Tercer Congreso Conservador que no erradicó el centralismo y, en agosto, los
comerciantes molestos por la política hacendaria, se unieron en contra del presidente
Anastasio Bustamante por medio de un plan que involucró a Santa Anna. El movimiento
expresaba que se convocaría a un Congreso Nacional extraordinario elegido bajo la base
más amplia para reformar la Constitución. Se dió paso al nombramiento de una Junta de
Representantes integrada por miembros de los departamentos. La Junta designó como
presidente provisional a Antonio López de Santa Anna. El 10 de abril de 1842 se
efectuaron las elecciones primarias para diputados del nuevo Congreso Constituyente,
que abrió sus sesiones el 10 de junio
Antonio López de Santa Anna

Al advertir el gobierno, compuesto por militares, la posibilidad de reinstauración del federalismo,

preparó un golpe en contra de la Asamblea Legislativa con el propósito de desaparecerla. El

pronunciamiento de Huejotzingo desconoció al Congreso y se propuso una junta que debía estar

formada por ochenta personas notables por sus virtudes y patriotismo, para que reformase la

Constitución, gobernando entre tanto el presidente con facultades extraordinarias. La nueva ley

fundamental, las Bases Orgánicas, fueron sancionadas el 12 de junio de 1843; la organización

política de la nación quedaba dividida en departamentos con un gobernador designado por el

presidente, al tiempo que continuaba prescribiendo la supervivencia de fueros y privilegios para la

Iglesia y el ejército, y la intolerancia religiosa.


Política en la nueva nación: 14
Un Estado Centralista Frágil
Se le redujeron facultades al Legislativo en relación con el Poder Ejecutivo; en
cuanto a la conformación de la Cámara de Senadores se tendía a eliminar su
carácter popular, constituyéndose en un coto aristocratizante que estaba
integrado con dos tercios de la cámara electos por las asambleas
departamentales, y sus integrantes deberían ser agricultores, mineros
propietarios o comerciantes y fabricantes, quienes además deberían de poseer
un sueldo o renta mensual; en esa ocasión se les exigió poseer un bien raíz cuyo
valor fuera superior a los 40 mil pesos. El tercio restante sería designado por el
presidente de la República en combinación con la Cámara de Diputados y la
Suprema Corte de Justicia y quedaba reservado para los ciudadanos
distinguidos en las carreras civil, militar o eclesiástica, es decir las cúpulas de
cada una de estas corporaciones.

El 1 de enero de 1844 se inauguraron las sesiones del Legislativo, los primeros


trabajos se encaminaron a la elección presidencial que recayó en Santa Anna, quien
se resistió a perder las amplias prerrogativas que le otorgaban la legislación
centralista y se esforzó en conseguir recursos del erario para emprender la
campaña para evitar la anexión de Texas a los EUA. La animadversión en torno a
Santa Anna se agudizó en el Congreso, mientras que el gobierno consideró
indispensable la disolución de ambas cámaras y solucionar militarmente al conflicto
texano. En diciembre una nueva insurrección llevó al poder al general José Joaquín
de Herrera, con lo cual para 1845 el único gran poder lo constituyó el Legislativo
José Joaquín de Herrara
Guerra con los EUA y la Lucha por el Poder Política en la nueva nación: 15

Un nuevo levantamiento armado encabezado por Mariano


Paredes Arrillaga llevó al poder a los centralistas, en apoyo de
las nacientes expectativas monarquistas. El 27 de enero de 1846
se publicó la convocatoria a un nuevo Congreso Extraordinario. El
6 de junio se llevó a cabo la reunión de los representantes y el
presidente interino, quien se pronunció favorablemente con
respecto al sistema republicano, cancelando las expectativas de
los monarquistas y, en agosto, se refrendó el republicanismo al
restablecerse el Acta Constitutiva de la Federación de 1824
Zócalo de la ciudad de México
la Asamblea Legislativa, configurada equilibradamente con diputados del ala
moderada y radical, llevó a cabo la elección de presidente de la República
resultando electo el candidato de los puros: Antonio López de Santa Anna, con
Valentín Gómez Farías para la vicepresidencia. La dolorosa experiencia de la
guerra con los EUA y sus consecuencias con la pérdida de territorio, fortaleció
el incipiente sentimiento de nacionalidad, reconoció las nuevas dimensiones del
país y promovió la unidad nacional. Una vez finalizada la guerra, el Congreso
declaró presidente electo a José Joaquín de Herrera. Su gobierno tuvo que
enfrentar los efectos de la guerra, y tratar de reconstruir la devastada imagen
nacional. Los presidentes, Herrera y su sucesor Mariano Arista, intentaron en
vano conseguir que el congreso les concediera poderes extraordinarios, para
Mariano Arista
enfrentar la difícil crisis por la que pasaba la nación
Política en la nueva nación: 16
La Dictadura de Santa Anna
En abril de 1853 el legislativo designó a Santa Anna presidente de México. En su
gabinete destacó la presencia de Lucas Alamán, y se promulgarían las Bases para la
Administración de la República, que servirían de código legal en tanto se promulgara
una nueva constitución. De hecho, estaban previstas para permitir al Ejecutivo
gobernar sin tener que dar cuentas a nadie, salvo a un Consejo de Gobierno, designado
por él mismo. Se fortaleció el centralismo y se dieron diversas medidas tendientes a
limitar la influencia liberal dentro de la vida nacional: se expulsó del país a hombres
como Mariano Arista y Benito Juárez por considerarlos una amenaza al sistema; se
restringió la libertad de imprenta mediante la llamada Ley Lares; se limitó el libre
tránsito por el territorio mexicano, obligando a nacionales y extranjeros a portar
pasaporte en sus travesías por el país; se restableció la Compañía de Jesús y se
autorizó el funcionamiento de los conventos Su Alteza Serenísima
Antonio López de Santa Anna

Durante el último gobierno santannista se presentó también el conflicto del territorio


en disputa de La Mesilla, el cual fue vendido a los Estados Unidos en 10 millones de
pesos que fueron utilizados en beneficio de Santa Anna y el boato que le rodeaba.
Diversos levantamientos en todo el país se generalizaban en contra de los
conservadores y en defensa de los principios liberales. Fue en esta coyuntura de
excesos y despilfarros que se hizo el pronunciamiento del Plan de Ayutla del 1 de marzo
de 1854 y que fue reformado diez días después en Acapulco. Juan Alvarez e Ignacio
Comonfort quedaron al frente de la revuelta cuyos planteamientos estipulaban el
desconocer a Santa Anna, y elegir un presidente interino que convocara a un Congreso
extraordinario, que tendría como tarea prioritaria constituir a la nación en república
representativa y popular
Política en la nueva nación: 17

Referencias
•Artehistoria,
http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/historia/personajes/6597.htm
•Primeros Gobiernos del México Independiente (1821-1857), Artes e Historia, http://www.arts-
history.mx/primerosgob/
•Efemérides, ILCE, http://www.redesc.ilce.edu.mx/redescolar/efemerides/
•García Díaz Tarcicio, “La Política Interna y Exterior de la Nueva Nación”, en: México y su Historia, T.
6 “1821-1855 El Dilema de la Organización Nacional, México UTHEA, 1984, pp. 793-829
•Luis Mora José María, El Carácter de los Mexicanos, FCE Fondo 2000,
http://lectura.ilce.edu.mx:3000/biblioteca/sites/fondo2000/vol1/caracter/indice.html
•McKeehan Wallace L., “Antonio López de Santa Anna”, en: Sons of Dewitt Colony Texas,
http://www.tamu.edu/ccbn/dewitt/santaanna.htm
•Museo Legislativo Los Sentimientos de la Nación, http://www.cddhcu.gob.mx/museoleg/
•Salvador Padilla Hernández, “El liberalismo mexicano y el pensamiento económico del Dr. José María
Luis Mora”, en: Hemeroteca Virtual ANUIES, http://www.hemerodigital.unam.mx/ANUIES
•San Jacinto Museum, http://www.sanjacinto-museum.org/exhibit/ex32.html
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•Zavala Lorenzo de, en: The Handbook of Texas Online, University of Texas,
http://www.tsha.utexas.edu/handbook/online/articles/view/ZZ/fza5.html
•Zavala Silvio, Apuntes de Historia Nacional, FCE Fondo 2000,
http://lectura.ilce.edu.mx:3000/biblioteca/sites/fondo2000/vol1/breves_apuntes/indice.html

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