Seguridad necesaria para un adecuado desarrollo emocional.
¿Ha pensado que su
hijo/a no le hace caso en nada? Las normas y Límites Es muy importante considerar que tanto las normas como los límites son una demostración de cariño hacia los niños/as, pues les hace sentir protegidos y cuidados.
Esto es una forma de reconocer sus Derechos,
pues es responsabilidad de los adultos mostrarles las cosas que pueden o no pueden hacer. Poner límites es decirle: “Esto no se puede hacer y esto otro sí”. Los límites se traducen en normas, que establecen un orden para funcionar mejor, regulan la vida cotidiana y evitan conflictos.
Límites: Los límites proporcionan seguridad y
protección al niño/a para enfrentar al mundo. Normas: Es la forma en que se traducen los límites en la práctica. Cada familia establece sus propias normas y así marcan una organización necesaria para la convivencia. Es importante que su hijo/a aprenda a respetar las normas y límites No solo porque las dice un adulto y “debe hacerle caso”, sino por el sentido que éstas tienen para él/ella. Cuando los/as niños/as aprenden a respetar una norma sólo porque lo dice un adulto, es muy esperable que cuando ese adulto no esté a su lado no la respete. Para favorecer el cumplimiento de las NORMAS deben ser: Realistas: Las normas han de ser posibles de cumplir y estar ajustadas a la realidad, la edad, habilidades y grado de maduración de los hijos/as.
Consistentes: La aplicación de las normas debe ser
aproximadamente la misma, independientemente del estado de ánimo, de la presencia de otra persona, de las ocupaciones de ese momento. Para que entienda las normas, deben ser CLARAS Es importante que evite frases como “pórtate bien”, pues es probable que lo que para usted significa portarse bien, para su hijo/a signifique algo distinto.
Además, les permite saber de manera clara
qué esperan los adultos de ellos/as, lo cual favorece el aprendizaje del autocontrol y la convivencia con sus pares. Coherentes: Es importante que los adultos a cargo del cuidado de niño/a, estén de acuerdo respecto a las normas y límites que establecen. Eviten contradecirse delante de ellos/as, pues cuando esto ocurre se sienten confundidos respecto de lo que se espera de ellos. Establezca con anterioridad las consecuencias de no cumplir una norma, pues esto le permite a su hijo/a ir aprendiendo a autorregularse. Estas consecuencias no deben ser comunes. “En ocasiones los adultos imponen consecuencias exageradas para los niños/as (no vas a ver nunca más televisión)”
El problema de no cumplir la norma
es que los niños/as aprenden que da lo mismo como se porten, pues las consecuencias no serán reales Evita emitir juicios “Eres porfiado/a” “Nunca me “Siempre haces caso” te portas mal”
Pues este tipo de frases
hace que su hijo/a se sienta valorado/a más por lo que hace o no hace, y no, por lo que es. Son fundamentales porque… Ayudan a lograr una convivencia más organizada y promueven el sentido del respeto hacia los demás y hacia uno mismo. Otorgan a los hijos sentimientos de seguridad y protección.
Preparan a los niños/as para la vida en una sociedad que
se rige por restricciones y obligaciones, que deberán aprender a cumplir, por el bien de todos.
Ponen restricciones y límites al comportamiento
de los hijos/as y les ayudan a desarrollar, de forma progresiva, la tolerancia a la frustración.