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MEDICINA LEGAL

TRAUMATOLOGICA
•LESION

•DAÑO

•TRAUMA
Para tipificar el acto humano
antijurídico se habla de lesión,
y
Para imponer al responsable la
obligación de reparar se habla
de daño.
LESIONES
Desde el punto de vista jurídico, es
toda alteración anatómica o
funcional que una persona cause
a otra, sin ánimo de matarla,
mediante el empleo de una
fuerza exterior.
TÍTULO VIGÉSIMO: DELITOS CONTRA LA VIDA E
INTEGRIDAD CORPO
CAPÍTULO II
Lesiones
Artículo 357.- Para los efectos de este Código, bajo
el nombre de lesión se comprenden, no
solamente las heridas, excoriaciones,
contusiones, fracturas, dislocaciones y
quemaduras, sino toda alteración en la salud y
cualquier otro daño que deje huella material en
el cuerpo humano, si estos efectos son
producidos por
una causa externa.
Daño
Es "el detrimento o menoscabo
que por acción de otro se
recibe en la persona o en los
bienes" (Cabanellas).
TRAUMA
• Desde el punto de vista médico, definimos
como trauma a la violencia exterior, y como
traumatismo al daño resultante en el
organismo.
• El estudio de los aspectos medicolegales de
los traumatismos en el ser humano constituye
la traumatología forense, también conocida
como lesionología.
CLASIFICACION
ANATOMICO: Es decir, de acuerdo
a su ubicación en los diferentes
segmentos del cuerpo, (cabeza,
cara, cuello, brazo, antebrazo,
mano, tórax, abdomen, pelvis,
miembros inferiores).
AGENTES QUE LAS PRODUCEN, como
agentes físicos, (mecánicos, térmicos,
eléctricos), agentes químicos y biológicos).

POR LAS CONSECUENCIAS. Puede ser


cantidad y calidad del daño. Con respecto a la
cantidad del daño, códigos como el mexicano
distinguen entre lesiones que no ponen en
peligro la vida y lesiones que ponen en peligro
la vida.
Artículo 358.- A quien infiera una
lesión que no ponga en peligro la
vida del ofendido y tarde en sanar
hasta quince días, se le impondrá de
ocho días a seis meses de prisión y
de diez a cincuenta días-multa. Si
tardare en sanar más de quince días
se le impondrá de seis meses a dos
años de prisión y hasta sesenta días-
multa.
En relación con la calidad del daño, se
pueden distinguir lesiones que lacran
(dejan defecto, señal o cicatriz), lesiones
que mutilan (amputan o separan alguna
parte del organismo), lesiones que
invalidan (causan un debilitamiento
funcional o una disfunción) y lesiones
que provocan aborto o aceleración del
parto.
En cuanto las "lesiones que ponen en peligro la
vida", incluidas en legislaciones como la
mexicana, el maestro Iturbide Alvírez
destacaba que es indispensable:

• que se haya corrido el peligro y

• que este peligro, desde el punto de vista


médico, haya sido real o indiscutible y que
tuviera manifestaciones objetivas.
"Debe resultar de un diagnóstico del
perito médico, y no de un mero
pronóstico, basado en suposiciones o
sospechas. Debe estarse a lo que se
ha producido, y no a lo que pueda
producirse; el peligro no debe ser
potencial o temido, sino real o
corrido" (Terán Lomas).
Como normas orientadoras para el pronóstico
medicolegal de lesión que pone peligro la vida, se
pueden citar las siguientes:

Lesiones de órganos vitales. Se refieren al


compromiso directo del órgano o indirecto al
dificultar su funcionamiento.

Lesiones penetrantes en cavidades orgánicas.


También se deben incluir aquellas lesiones
cerradas que para su tratamiento obligan a la
apertura quirúrgica de la cavidad. Ejemplos de
esta última situación son la toracotomía y la
laparotomía por traumatismo cerrado en cavidad
torácica y cavidad abdominal, respectivamente.
Hemorragias cuantiosas. Se refiere esta
condición tanto a las hemorragias externas
como a las internas.
En un individuo de 70 kilogramos, la pérdida
rápida y abrupta de dos a tres litros de sangre
puede causar la muerte en minutos;
constituye la llamada “exanguination”
(Stalker).
En ella, la anemia de los tejidos es llamativa, y el
ventrículo izquierdo del corazón puede
mostrar áreas veteadas de hemorragia
subendocárdicas, que se denominan lesiones
de choque.
MEDIDAS DE GRAVEDAD
Conviene ampliar algunos conceptos
acerca de las consecuencias de las
lesiones.
Uno de ellos concierne a las medidas
de gravedad, que son de orden
rigurosamente médico y
absolutamente objetivo (Nerio
Rojas).
El concepto se vincula con la gravedad
medicolegal que "responde a un
doble criterio jurídico y medicolegal,
los cuales deben armonizar de tal
manera que su estrecha relación
haga posible la administración de
justicia penal" (Pérez Manzaneda).
El criterio medicolegal se fundamenta en la
interpretación y el razonamiento de los
elementos circunstanciales:
a) Enfermedad mental o corporal cierta o
probablemente incurable.
b) Pérdida de algún sentido, mano, pie,
capacidad de engendrar.
c) Peligro para la vida.
d) Herida que desfigure.
Esta expresión de los hechos que
hace el perito debe ser objetiva.
El criterio jurídico, por su parte,
permite al juez calificar el delito. Esta
apreciación se adecúa a un complejo
de circunstancias y elementos
subjetivos propios de cada caso que
le permite al juez, con base en la
doctrina y jurisprudencia respectivas,
ubicar el hecho en estudio dentro de
la expresión taxativa del código.
Al perito médico le corresponde
determinar la medida de gravedad y
al juez, calificar el delito.

Esta composición ecléctica comprende


y configura el concepto de gravedad
medicolegal (Pérez Manzaneda).

CLASIFICACIÓN
DE TRAUMATISMOS
Desde el punto de vista
medicolegal, los traumatismos se
clasifican de acuerdo con la
"fuerza exterior" o energía que
los produce (trauma) del modo
siguiente:
Por trauma mecánico:
Subcutáneo.- Contusiones y asfixias
mecánicas.
• Mixto.- Explosiones.
• Percutáneo.- Por arma blanca y por arma
de fuego.
Por trauma térmico:
Por calor.- quemaduras y muerte por
calor
Por frio.- Heladuras y muerte por frio.
Por trauma eléctrico:
Por electricidad industrial ( electrocución).-
Por electricidad atmosférica (fulguración)
Por trauma químico:
Efecto local: (causticidad)
Efecto sistémico.- (intoxicación)
Mecanismo de trauma
Con excepción de los traumatismos
por desaceleración, en todos los
casos de trauma mecánico el
traumatismo es causado por la
transferencia de energía de un
objeto externo en movimiento
hacia los tejidos.
El cuerpo absorbe
usualmente esta energía,
ya sea por la elasticidad de
sus tejidos blandos, ya sea
por la rigidez de su
estructura ósea.
Cuando la intensidad de la
fuerza aplicada excede la
capacidad de los tejidos de
adaptarse o de resistir, se
produce un traumatismo.
La intensidad de la energía aplicada sigue la ley
física de la energía cinética, según la cual la
energía es directamente proporcional a la
masa del agente o arma, y directamente
proporcional al cuadrado de la velocidad del
impacto, e inversamente proporcional a la
aceleración de la gravedad. Esto se expresa
en la siguiente ecuación:

2
Ec= m x v
2g
El ejemplo más sencillo es el de un
proyectil de arma de fuego.
Lanzado con la mano contra la cabeza
de otra persona, solamente causará
una contusión simple,
Pero disparado con un arma puede ocasionar la
muerte.

El único cambio ha sido la velocidad mayor que


le imprime el arma.
Otro factor importante en la
producción de traumatismos
es el área sobre la cual se
descargue la energía.
El daño será mayor en la
medida que el área sea más
pequeña.
Un ejemplo de este principio es el caso del arma
punzocortante (un puñal), en la cual la energía
se concentra en la punta de la hoja.
La energía mecánica excesiva puede causar en el
cuerpo humano compresión, tracción, torsión
y tensiones tangenciales y de palanca.

El daño resultante depende, por una parte, del


tipo de trauma mecánico y, por otra, del tipo o
la naturaleza del tejido que constituya el
blanco.

Así, en una compresión el músculo puede sufrir


poco daño, mientras el pulmón o el intestino
pueden lacerarse.
Conforme la transferencia de
energía sea retardada o
distribuida sobre un área más
grande, menor será la intensidad
de la fuerza aplicada a los tejidos
en la unidad de tiempo.
El resultado es similar si el cuerpo se deslaza en
la dirección del agente traumatizante. Es lo
que hace un boxeador, que ante un puñetazo
de su rival echa la cabeza hacia atrás; de este
modo, prolonga el tiempo en que se produce
la transferencia de energía o deceleración.
La energía térmica en sus efectos generales
daña centros vitales del sistema nervioso
central, y en sus efectos locales lesiona
tegumentos y vasos sanguíneos.
La energía eléctrica tiene como factor
determinante de su acción nociva a la
intensidad.
Ésta, a su vez, depende en relación directa de la
fuerza electromotriz (voltaje) y en relación
inversa de la resistencia.
Así, el aumento del voltaje o la disminución de
la resistencia que opone el organismo humano
facilita el efecto de la electricidad. La muerte
puede producirse por la fibrilación ventricular,
tetanización de músculos respiratorios o paro
del centro de la respiración.
La energía química actúa localmente en la fase
de absorción en los tóxicos cáusticos, y una
vez que se ha difundido por la circulación, en
el caso de los tóxicos sistémicos.
Traumatismo ante mortem
Hay criterios que permiten establecer que un
traumatismo fue producido cuando la víctima
estaba viva:

• macroscópico,
• histológico
• e histoquímico.
Criterio macroscópico
Comprende:
la hemorragia,

la coagulación de la sangre y

la retracción de los tejidos.


Hemorragia. Es un signo vital confiable
cuando se trata de un derrame superficial que
infiltra la malla tisular (equimosis y
hematoma). Su valor es mayor si, además, la
sangre está coagulada y el derrame se halla
lejos de zonas de livideces e hipostasia.

En las hemorragias internas, su validez depende


del volumen; cuando es pequeño, puede
corresponder a lesión post mortem.
• Coagulación de la sangre. Puede
mantenerse hasta seis horas después
de la muerte, sin embargo, la
coagulación ante mortem es mas
completa y se caracteriza por una
mayor adhesividad a los tejidos
donde tiene lugar.
• Retracción de los tejidos. Es una
condición que se observa
especialmente en los tejidos
conjuntivo y muscular. Desaparece
gradualmente después de la muerte.
Puede depender del instrumento
empleado, de la localización y
dirección de la herida.
Criterio histológico
Tiene como signo más confiable la
infiltración de leucocitos
polimorfonucleares. Requiere un
intervalo de sobrevida mínimo de
cuatro horas después de causado el
traumatismo.
Criterio histoquímico
Se ha utilizado especialmente la
determinación de histamina y
serotonina. Estas aminas vasoactivas
aparecen en concentración máxima
alrededor de 10 minutos después de
producida la herida, (serotonina) y entre
20 y 30 minutos para la histamina.
La histamina es una molécula biológica
categorizada químicamente como una amina,
involucrada en reacciones inmunes locales.
La histamina cumple con una función de
inmunidad en el cuerpo, desarrolla una
cascada de cinasas -complemento- para que
así al momento de una infección pueda haber
una respuesta positiva. Esto se ve reflejado
por ejemplo cuando te pica un insecto y se
hace una roncha -esto son las células que
combaten contra los agentes que entraron al
organismo-.
La serotonina es un transmisor del
sistema nervioso, es decir, una
sustancia química con la cual se
comunican las neuronas, por lo que
recibe el nombre de
neurotransmisor.
Para establecer que la herida fue ante
mortem, la concentración de histamina
en una herida debe estar por encima de
50 % de la muestra control, y para la
serotonina al menos el doble de la
concentración en la piel control.
Reparación de las heridas
Las heridas pueden repararse por alguna de las
maneras siguientes:
Por primera intención. Es la reparación
que se produce en las heridas de bordes
regulares, en las que no hay infección; así, el
coágulo de sangre sella el defecto. En las
heridas quirúrgicas, este proceso de
reparación se lleva a cabo entre 14 y 15 días.
Por segunda intención. Es la manera de
reparación que tiene lugar en heridas con
gran pérdida de tejido o en aquéllas
complicadas por infección.
Requiere este proceso la formación de
abundante tejido de granulación que se
constituye a partir del fondo y los bordes
de la herida, y sobre el cual se formará el
nuevo epitelio.
Por su parte, la cicatrización patológica
puede originar cicatrices queloides y cicatrices
hipertróficas.
Las cicatrices queloides son brillantes,
redondas, pruriginosas y exceden el área
lesionada. Se observan en personas con
predisposición constitucional, especialmente
después de quemaduras. Son comunes en la
raza negra.
Las cicatrices hipertróficas son de
superficie irregular, no pruriginosas y
limitadas al área lesionada.
Contienen anexos cutáneos y colágena
poco densa.
Se deben a un proceso tormentoso de
cicatrización.
PERICIA EN DAÑO CORPORAL
La victima de lesiones tiene derecho a ser
indemnizada (Simonin), de manera que
el daño es el factor constitutivo y
determinante del deber jurídico de
reparación (Fisher Hans).
El daño es definido por algunos autores
como "toda suerte de mal material o
moral".
Hay tres clases de daños: daño material, daño
corporal y daño moral.
Cuando repercute sobre las cosas se le
llama daño material;
Si es sobre la integridad física, constituye
daño corporal, y
Cuando afecta el ámbito moral de la
persona y en consecuencia presupone
"sufrimiento" (Antolisei), se le llama
daño moral.
La reparación del daño material se
hará mediante una indemnización
pecuniaria que se fija por medio de
un perito que evalúa todos los daños
patrimoniales padecidos y, de ser
imposible, al prudente arbitrio del
juez.
El daño corporal afecta el patrimonio
porque el damnificado debe hacer
gastos para su curación (Abdelnour-
Granados).

Al daño moral, conviene determinarlo


de acuerdo con los efectos o
consecuencias de la lesión.
AUTOLESIONISMO

El autolesionismo se define
como la acción mediante la
cual una persona se produce
voluntariamente lesiones en
su cuerpo.
De acuerdo con los móviles que impulsan al
individuo a infligirse lesiones, se distinguen
dos tipos de autolesiones:
a) autolesionismo con fines utilitarios, que
corresponde a la simulación, y

b) autolesionismo por trastorno mental,


que corresponde a la conducta
autolesiva.
Simulación
La simulación es un proceso
psíquico caracterizado por la
decisión consciente de reproducir
estados patológicos valiéndose
de la imitación, más o menos
directa, con la intención de
engañar a alguien.
Las características de la simulación
son:
a) Voluntad consciente en el fraude.
b) Imitación de una condición
patológica.
c) Objetivo utilitario, es decir, obtener
un beneficio inmediato para el
simulador.
¿Por qué?
Los motivos han variado con las épocas.
En la actualidad, lo más frecuente es la
simulación de lesiones o enfermedades, para
obtener los beneficios de los sistemas de
seguros por accidente.
En casos de reclusos, se pretende recibir
tratamiento especial y en otros casos se busca
perjudicar a otro.
De los tipos de simuladores, ocasionales y
permanentes, estos últimos exhiben el mayor
porcentaje de trastornos mentales.
Diagnóstico medicolegal
• Tipo de lesión. Se trata de heridas ocasionadas por
arma blanca, quemaduras (térmicas y químicas),
heridas por arma de fuego y contusiones.
• Localización. En regiones accesibles al mismo individuo
(si son bilaterales, predominan en el lado alcanzable
por la mano más hábil).
• Número. Suelen ser múltiples y superficiales si se trata
de heridas incisas (Son producidas por instrumentos de
hoja afilada y cortante, en general la longitud del corte
en la superficie supera a la profundidad de su
penetración). En cambio, son únicas y profundas
cuando se producen por instrumentos
contusocortantes y armas de fuego.
• Trayecto y profundidad. En regiones
curvas se adaptan al contorno y
mantienen una profundidad uniforme.

• Ropas. No hay concordancia topográfica


entre lesiones y daño en las ropas.

• Historia. Hay disparidad entre el relato


de la presunta víctima y las lesiones
comprobadas.
Conducta autolesiva
Aspectos psicopatológicos
Desde el punto de vista
psicopatológico, la conducta
autolesiva tiene diferentes
explicaciones.
Una del las teorías mas importantes al
respecto es la freudiana.
Esta teoría distingue dos instintos básicos en el
ser humano: el instinto de vida (eros) y el
instinto de muerte (thanatos).

Eros impulsa la conservación y la capacidad


creadora, mientras que thanatos constituye el
impulso primario de destrucción.

De la interacción de ambos instintos resultan los


fenómenos psicológicos y biológicos que
caracterizan el comportamiento del individuo.
Formas. Entre las formas más comunes de
autolesionismo se citan:
• las incisiones en los antebrazos,
• autocastración y
• golpes en la cabeza.
Y entre las menos frecuentes y más complejas se
describe:
• el síndrome de Münchausen (Asher, 1951) con
su variedad “by proxy” y
• el síndrome de Lesch-Nyhan
Las incisiones en los antebrazos representan un
fenómeno en aumento que, por lo regular,
está asociado a reacción emocional,
separación y relaciones interpersonales no
resueltas. Se considera que las lesiones se
infligen para aliviar tensión.
La autocastración ha sido, por lo general
psicóticos en pacientes fronterizos. Algunos
consideran la mutilación genital como un
“suicidio parcial” que alivia presión de los
pensamientos suicidas.
Los golpes en la cabeza son comunes en niños
autistas retardados, aunque se han observado
en algunos niños normales.

El síndrome de Münchausen ha sido descrito en


adultos jóvenes, predominantemente
hombres, quienes presentan lesiones
autoinfligidas o alteran documentos médicos
con el fin de lograr hospitalización y
tratamiento médico.
El síndrome de Lesch-Nyhan fue descrito por estos
autores en 1964. Es una afección recesiva ligada
al cromosoma X. Consiste en un trastorno del
metabolismo del ácido nucleico por insuficiencia
de la enzima hipoxantinoguanina
fosforribosilatransferasa. Se caracteriza por
retardo mental, coreoatetosis, espasticidad,
debilidad y automutilación compulsiva que lleva a
lesionarse dedos, labios y otras estructuras de la
boca.
La mayoría de estos pacientes muere en la niñez, y
sólo algunos llegan a la vida adulta joven.

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