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CAPITULO VI
PROVIDENCIAS JUDICIALES
Art. 88.- Clases de providencias. Las o los juzgadores se pronuncian y deciden a través
de sentencias y autos.
La sentencia es la decisión de la o del juzgador acerca del asunto o asuntos sustanciales del
proceso.
1. Cuidar que se respeten los derechos y garantías de las partes procesales en los juicios;
2. Velar por una eficiente aplicación de los principios procesales;
3. Propender a la unificación del criterio judicial sobre un mismo punto de derecho;
4. Motivar debidamente sus resoluciones. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las
normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los
antecedentes de hecho. Las resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados
serán nulos;
5.Velar por el pronto despacho de las causas de acuerdo con la ley;
6.Vigilar que las servidoras y los servidores judiciales y las partes litigantes que intervienen en los procesos a su
conocimiento, cumplan fielmente las funciones a su cargo y los deberes impuestos por la Constitución y la ley;
7. Disponer la comparecencia de las partes procesales, testigos y peritos, cuya presencia sea
necesaria para el desarrollo del juicio, por medio de la Policía Nacional. Esta medida no podrá tener
una duración superior a veinticuatro horas, pero podrá reiterarse cuantas veces sea necesario hasta
que se dé cumplimiento a la orden de comparecencia, sin perjuicio de que la jueza o el juez imponga
la multa de dos salarios básicos unificados del trabajador en general, salvo caso fortuito o fuerza
mayor.
8. Convalidar de oficio o a petición de parte los actos procesales verificados con inobservancia de
formalidades no esenciales, si no han viciado al proceso de nulidad insanable ni han provocado
indefensión;
9. Procurar la celeridad procesal, sancionando las maniobras dilatorias en que incurran las partes
procesales o sus abogadas y abogados;
10. Ordenar de oficio, con las salvedades señaladas en la ley, la práctica de las pruebas que juzguen
necesarias para el esclarecimiento de la verdad;
11. Salvo los casos en que la ley expresamente disponga lo contrario, procurar la conciliación de las partes,
en cualquier estado del proceso; al efecto, pueden de oficio convocarlas a audiencia, a las que deberán
concurrir las partes personalmente o por medio de procuradora o procurador judicial dotado de poder
suficiente para transigir. De considerarlo conveniente los tribunales o juezas y jueces podrán disponer de
oficio que pasen los procesos a una oficina judicial de mediación intraprocesal con la misma finalidad. Se
exceptúan los casos en que se halla prohibida la transacción, y si ésta requiere de requisitos especiales
previos necesariamente se los cumplirán, antes de que el tribunal, jueza o juez de la causa homologue el
acuerdo transaccional;
12. Rechazar liminarmente el pedido que reitere otro propuesto por cualquier litigante y por la misma razón,
o cuando a pesar de fundarse en razón distinta, ésta pudo ser alegada al promoverse el petitorio anterior;
13. Rechazar oportuna y fundamentadamente las peticiones, pretensiones, excepciones, reconvenciones,
incidentes de cualquier clase, que se formulen dentro del juicio que conocen, con manifiesto abuso del
derecho o evidente fraude a la ley, o con notorio propósito de retardar la resolución o su ejecución.
Igualmente tienen el deber de rechazar de plano los escritos y exposiciones injuriosos, ofensivos o
provocativos, sin perjuicio de la respectiva sanción;
14. Ordenar, si lo estima procedente, a pedido de parte y a costa del vencido, la publicación de
la parte resolutiva de la decisión final en un medio de comunicación designado por el tribunal o
jueza o juez, si con ello se puede contribuir a reparar el agravio derivado de la publicidad que
se le hubiere dado al proceso; y,
15. Ejercer las demás atribuciones establecidas por la Constitución, los instrumentos
internacionales de derechos humanos, las leyes y los reglamentos.
El incumplimiento del término para dictar sentencia será sancionado conforme con lo
dispuesto por la ley.
Art. 95.- Contenido de la sentencia escrita. La sentencia escrita contendrá:
Sin embargo, lo resuelto por auto interlocutorio firme que no sea de aquellos que ponen fin al
proceso, podrá ser modificado al dictarse sentencia, siempre que no implique retrotraer el
proceso.
Art. 100.- Inmutabilidad de la sentencia. Pronunciada y notificada la sentencia, cesará
la competencia de la o del juzgador respecto a la cuestión decidida y no la podrá
modificar en parte alguna, aunque se presenten nuevas pruebas. Podrá, sin embargo,
aclararla o ampliarla a petición de parte, dentro del término concedido para el efecto.
Art. 107.- Solemnidades sustanciales. Son solemnidades sustanciales comunes a todos los
procesos:
1. Jurisdicción.
2. Competencia de la o del juzgador en el proceso que se ventila.
3. Legitimidad de personería.
4. Citación con la demanda a la o el demandado o a quien legalmente lo represente.
5. Notificación a las partes con la convocatoria a las audiencias.
6. Notificación a las partes con la sentencia.
7. Conformación del tribunal con el número de juzgadores que la ley prescribe.
Solamente se podrá declarar la nulidad de un acto procesal en los casos en los que la ley
señale expresamente tal efecto.
En concordancia con el Art. 9, 10,11,53,65,66,101 del COGEP
CAPITULO IX
NULIDAD DE SENTENCIA
Art. 112.- Nulidad de sentencia. La sentencia ejecutoriada que pone fin al proceso es nula en los siguientes casos:
1. Por falta de jurisdicción o competencia de la o del juzgador que la dictó, salvo que estas se hayan planteado y
resuelto como excepciones previas.
2. Por ilegitimidad de personería de cualquiera de las partes, salvo que esta se haya planteado y resuelto como
excepción previa.
3. Por no haberse citado con la demanda a la o el demandado si este no compareció al proceso.
4. Por no haberse notificado a las partes la convocatoria a las audiencias o la sentencia, siempre y cuando la parte
no haya comparecido a la respectiva audiencia o no se haya interpuesto recurso alguno a la sentencia.
Las nulidades comprendidas en este artículo podrán demandarse ante la o el juzgador de primera instancia de la
misma materia de aquel que dictó sentencia, mientras esta no haya sido ejecutada. No podrán ser conocidas por
la o el juzgador que las dictó. La presentación de la demanda de nulidad no impide que se continúe con la
ejecución.
La nulidad de la sentencia no podrá demandarse cuando haya sido expedida por las salas de la Corte Nacional de
Justicia y se dejará a salvo las acciones que franquee la Constitución de la República.
En concordancia con los artículos 9,10,11,153 del COGEP
CAPITULO III
RECURSO DE APELACION
Art. 256.- Procedencia. El recurso de apelación procede contra las sentencias y los autos
interlocutorios dictados dentro de primera instancia así como contra las providencias con respecto
a las cuales la ley conceda expresamente este recurso. Se interpondrá de manera oral en la
respectiva audiencia…
Art. 257.- Fundamentación. Se fundamentará por escrito dentro del término de diez días de
notificado. Exceptúase el recurso de apelación con efecto diferido, que se fundamentará junto con
la apelación sobre lo principal o cuando se conteste a la apelación.
Por regla general, la apelación se concederá con efecto suspensivo. El efecto diferido se concederá en
los casos en que la ley así lo disponga.
Art. 263.- Adhesión al recurso de apelación. Si una de las partes apela, la otra podrá adherirse a la
apelación en forma motivada y si aquella desiste del recurso, el proceso continuará para la parte que
se adhirió. La falta de adhesión al recurso no impide la intervención y la sustanciación de la instancia.
Art. 264.- Apelación parcial. La parte legitimada para presentar el recurso podrá apelar
parcialmente la resolución, en cuyo caso se ejecutará la parte no impugnada.
La motivación es un derecho y una garantía Constitucional, al tenor del artículo 76 numeral 7, letra l, en
el que podríamos encontrar un concepto, así:
Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la
resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la
pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos, resoluciones
o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos.
Nuestro Máximo Órgano de Justicia Constitucional, en la sentencia No. 127-12-SEP-CC, del caso No.
1212-11-EP, respecto de la motivación, dice:
Para que determinada resolución se halle correctamente motivada es necesario que la autoridad
que tome la decisión exponga las razones que el Derecho le ofrece para adoptarla. Dicha
exposición debe hacérsela de manera razonable, lógica y comprensible, así como mostrar cómo
los enunciados normativos se adecúan a los deseos de solucionar los conflictos presentados. Una
decisión razonable es aquella fundada en los principios constitucionales. La decisión lógica, por su
lado, implica coherencia entre las premisas y la conclusión, así como entre esta y la decisión. Una
decisión comprensible, por último, debe gozar de claridad en el lenguaje, con miras a su
fiscalización por parte del gran auditorio social, más allá de las partes en
conflicto.
La Corte Constitucional clarificó como se debe entender la motivación y como una resolución debe ser
motivada; es decir, la motivación en una sentencia, resolución judicial o administrativa, no es solamente
la enunciación de las normas o principios jurídicos o la explicación de la pertinencia de su aplicación a
los antecedentes de hecho, sino que la decisión tiene que ser, razonable, lógica y comprensible.
La motivación cabe en las sentencias y resoluciones judiciales, como manda la Constitución y como ha
pronunciado la Corte Constitucional; mientras que fundamentar, es dar razones que justifiquen un curso
de acción; quizá esa la diferencia que se puede obtener de este análisis.
Por consiguiente, tanto el escrito de apelación como el escrito en el que la otra parte procesal se adhiere
a la apelación, deberían ser fundamentadas