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La palabra hebrea para primicias significa “una promesa

por venir” y comparte la misma raíz, bekhor, como la


palabra que significa “primogénito”.

Yom HaBikkurim, la fiesta judía que celebra la Fiesta de


las Primicias, es una de las fiestas más mencionadas en la
Biblia, en segundo lugar después de la Pascua.

En los tiempos antiguos, el proceso de juntar las primicias


de los granos involucraba esmerados preparativos.
Las primicias fue la primera relación que tuvo el hombre
con Dios, luego de recibir lo que la tierra le daba,
reconocía la soberanía de Dios trayéndole lo primero y lo
mejor de ella.

Se demostraba así la fe en la sobreabundante provisión de


Dios, era símbolo de dependencia. “Lo que tú me diste es
la que hoy te traigo”

Era símbolo de que nada es nuestro y todo pertenece al


Señor.
Cada familia entre los israelitas tenía que estar atenta a
los primeros brotes o granos.

Una vez que los encontraban, los designaban como


primeros atándoles un pedazo de hilo rojo alrededor de la
rama, vástago o vid.
Cuando los granos maduraban y eran cosechados, esas
primicias eran llevadas al Templo y presentadas al sumo
sacerdote de acuerdo con el modelo de Dios.

El sacerdote aceptaba la ofrenda de cada hogar,


presentándola al Dios de Israel en acción de gracias y
reconocimiento de Su continua provisión y bendición.

Una vez que la ofrenda de las primicias había sido hecha,


la gente era libre para disfrutar el resto de la cosecha,
debido a que lo primero había santificado el resto.
Dios reclama el derecho a todo lo primero lo primero de
los granos, de todo primogénito masculino de ganado
lanar y vacuno, todo primogénito macho.

Todo lo primero tiene que ser dedicado a Dios por medio


de Su pacto. Cada vez que algo es llamado primero, un
primer fruto, una cosa dedicada, le pertenece a Dios.

Caín y Abel fueron los personajes que se tienen como


referentes al dar la primera ofrenda a Dios, Caín trajo
una ofrenda del fruto de la tierra que no agradó a Dios,
mientras Abel trajo de los primogénitos de su ganado
con su grasa, la cual miró Dios con agrado.
“Cuando Jehová te haya metido en la tierra del cananeo,
como te ha jurado a ti y a tus padres, y cuando te la
hubiere dado, dedicarás a Jehová todo aquel que abriere
matriz, y asimismo todo primer nacido de tus animales;
los machos serán de Jehová.
Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero;
y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También
redimirás al primogénito de tus hijos”

(Éxodo 13:13-14)
Consagrar los primeros frutos y lo mejor de mis
cosechas era demostrar que en mi corazón estaba
primero Dios. Ese corazón agradaba a Dios y eso lo
bendecía.

En los albores de la humanidad, no existía aún la Ley ni


el sacerdocio, pero los hombres se acercaban a Dios con
sus ofrendas.

Abel lo hizo con sus primicias. Trajo de los primogénitos


de su ganado lo más gordo de ellos para Dios. O sea,
trajo lo mejor. Caín al parecer hizo sólo ofrenda, sin el
cuidado de traer los primores de su cosecha.
3 Y aconteció andando el tiempo,
que Caín trajo del fruto de la
tierra una ofrenda a Jehová.

4 Y Abel trajo también de los


primogénitos de sus ovejas, de lo
más gordo de ellas. Y miró Jehová
con agrado a Abel y a su ofrenda;

5 pero no miró con agrado a Caín


y a la ofrenda suya. Y se ensañó
Caín en gran manera, y decayó su
. semblante.

(Génesis 4: 3-4)
De igual manera cuando
Josué toma la ciudad de
Jericó, Dios pidió el
“Anatema” para Él.

La cual consistía en todo


el oro, la plata, los
utensilios de bronce y de
hierro.
(Josué 6:24).
“No demorarás la primicia de tu cosecha ni de tu lagar.
Me darás el primogénito de tus hijos”
(Éxodo 22:29)

El anterior texto muestra con claridad que Dios pedía


como primicias para Él, todo varón primogénito que
abriera matriz.

Estos tenían ciertos privilegios como por ejemplo:


El nombre, la herencia, la responsabilidad de sus
hermanos y familia y algo muy especial la bendición de
su padre que conocemos como primogenitura, la cual no
valoró Esaú constituyéndose en profano.
DAR LAS PRIMICIAS ES UN ACTO SUBLIME DE REGOCIJO
DAR LAS PRIMICIAS ES UN ACTO SUBLIME DE GRATITUD
Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un
Sirio á punto de perecer fue mi padre, el cual descendió
á Egipto y peregrinó allá con pocos hombres, y allí creció
en gente grande, fuerte y numerosa: Y los Egipcios nos
maltrataron, y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros
dura servidumbre.

Y clamamos á Jehová Dios de nuestros padres; y oyó


Jehová nuestra voz, y vio nuestra aflicción, y nuestro
trabajo, y nuestra opresión: grande espanto, y con
señales y con milagros.
y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo
extendido, con grande espanto, y con señales y con
milagros; y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra,
tierra que fluye leche y miel.
Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la
tierra que me diste, oh Jehová.
Y lo dejarás delante de Jehová tu Dios, y adorarás
delante de Jehová tu Dios.
Y te alegrarás en todo el bien que Jehová tu Dios te haya
dado a ti y a tu casa, así tú como el levita y el extranjero
que está en medio de ti.

(Deuteronomio 26:8-11)
DAR LAS PRIMICIAS ES UN ACTO SUBLIME DE ADORACIÓN
“Y sucederá que cuando entres en la tierra que el SEÑOR
tu Dios te da por herencia, tomes posesión de ella y
habites en ella, tomarás las primicias de todos los frutos
del suelo que recojas de la tierra que el SEÑOR tu Dios te
da, y las pondrás en una canasta e irás al lugar que el
SEÑOR tu Dios escoja para establecer su nombre”

(Deuteronomio 26:1-4)
LAS PRIMICIAS EN LA ERA
NEO-TESTAMENTARIA
En el Nuevo Testamento hay referencias
sobre las primicias, pero solo como figuras en
el proceso de la salvación y la resurrección
del Señor.

“Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que


tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también
gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la
adopción, la redención de nuestro cuerpo.
(Romanos 8:23)
“El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de
verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”
(Santiago 1:18)

Después del proceso de la redención, venimos a ser por


su obra primicias por medio de la Palabra de verdad.

“Más ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias


de los que durmieron es hecho”
(1.Corintios 15:20)

En este pasaje el apóstol Pablo hablando del orden de la


resurrección, declara que Cristo es el primero que se
levantó de entre los muertos.
En la Palabra de Dios se nos dice que honremos a Dios
con nuestros bienes. Lo hacemos cuando diezmamos y
ofrendamos, o cuando hacemos voto o pacto especial
con Dios.

Las Primicias en el Nuevo testamento forman parte de


algunas conductas o forma de vida, y de decisiones
personales del verdadero cristiano para dar gracias a
Dios por todo lo que hemos recibido de su mano, el
alimento, el techo, el abrigo, la salud y aún nuestra
familia.
 Cuándo un cristiano fiel le
promete a Dios las
primicias, las lleva a la
Iglesia, se siente tranquilo,
contento, seguro, con una
mente y consciencia alegre
y tranquila de haber
cumplido a su Dios y a su
Palabra como fueron
instruidos por sus padres
desde tiempos pasados.
Se debe ser muy claro, que no deben ser impuestas a los
hermanos como una obligación, es un acto voluntario y
soberano.

Las primicias se deben ofrecer para honrar y agradecer a


Dios y aunque benefician al pastor, estas deben
también debe ser compartidas con los demás levitas, con
los hermanos que padecen necesidad y escases, ya que
la bendición de la primicia, debe involucrar a toda la
Iglesia, tal como lo era en el antiguo pacto.

“Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros,


pero a mí no siempre me tendréis”

(Mateo 26:11)
En la Iglesia a lo largo de estos 80 años, hay algunas
regiones de Colombia donde se ha practicado este acto
voluntario y generoso de ofrecer a Dios los primeros
frutos de la cosecha, el ganado vacuno, porcino, y
animales domésticos etc.

Quienes la han practicado, lo han hecho creyendo que el


Señor los bendice y se ha constituido en un acto de fe que
Dios ha respaldado, y de ello hay muchos testimonios
entre los hermanos.
RECOMENDACIONES y DECISIÓN
1. Las primicias son un acto voluntario y no se debe
obligar a los hermanos a hacerlo, o impedir que o
hagan cuando voluntariamente lo desean..

2. Es importante que en las enseñanzas sobre este tema


tengamos claro que no es una doctrina que tenga que
ver o afecte la salvación.

3. De igual manera a fin de que los hermanos no


confundan los Diezmos que si los reclama el Señor
como de su propiedad, NO SE DEBE TENER DOS
ALFOLÍES EN LA IGLESIA, ya que esto no se ha
acostumbrado, ni está reglamentado en la Iglesia.
4. El pastor o la congregación Local no deberá hacer culto
especial para colectar primicias, Denarios, Dracmas,
etc. Sino que después de dar una buena enseñanza, el
creyente muy voluntariamente y con alegría y
agradecido con el Señor por sus muchas bendiciones
aporta sus Primicias, los Traerá al Alfolí de la
Congregación y los depositará allí.

“En aquel día fueron puestos hombres sobre los depósitos


De los tesoros, de las ofrendas, de las primicias, y de los
diezmos, para almacenar en ellos las porciones que la ley
otorga a SACERDOTES Y LEVITAS, las cuales llegaban de las
ciudades, porque era grande el gozo de Judá respecto de
sacerdotes y levitas que les servían” Nehemías 12:44
5. Nótese que se registraban los Diezmos, las primicias y
las ofrendas, y se daba la porción a los Levitas y
Sacerdotes, NO LES TOCABA TODO.

6. No podemos impedir que los hermanos que quieran


ofrecer a Dios los primeros frutos de su cosecha o de su
trabajo, lo hagan libremente.

7. Las primicias que sean traidas en dinero deberán ir al


Alfolí, y las que sean traídas en especie, semovientes,
etc, se debe compartir con Obra Social de ayuda a los
más necesitados (Local, Distrital, Nacional).
CONSISTORIO DE ANCIANOS 2016-2108.

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