La literatura puede reproducir o modificar la realidad
estereotipada a través de recursos que singularicen al personaje o presenten visiones nuevas de él. ¿QUÉ SON LOS ESTEREOTIPOS?
Los estereotipos son personajes que
corresponden a retratos prefijados y reiterativos en sus conductas, producto de la tradición literaria determinada por el contexto socio-histórico-cultural. RAE: imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable. ¿QUÉ CARACTERÍSTICAS PRESENTAN HABITUALMENTE LOS SIGUIENTES PERSONAJES? ¿QUÉ CARACTERÍSTICAS PRESENTAN HABITUALMENTE LOS SIGUIENTES PERSONAJES? ¿QUÉ CARACTERÍSTICAS PRESENTAN HABITUALMENTE LOS SIGUIENTES PERSONAJES? ¿QUÉ CARACTERÍSTICAS PRESENTAN HABITUALMENTE LOS SIGUIENTES PERSONAJES? Según la tradición el rol femenino se asocia a: La sensibilidad La emoción El recato El pudor La reproducción Lo privado La sumisión La sombra. En contraposición a la imagen del hombre, aparece la imagen dual de la mujer. Mujer buena abnegada que protege a los hombres. Mujer mala, la que se atreve a desafiar lo establecido y que vive su vida en forma independiente de la voluntad masculina. LA MUJER ANGELICAL
Mujer que representa el
bien, la sabiduría, la verdad y la luz. Se la retrata con belleza y se tienden a usar colores claros. En algunas ocasiones aparece con rasgos de ingenuidad. De ésta surgen las hadas, princesas de cuentos de hadas, doncellas, etc. LA MUJER ANGELICAL
Doña Inés, mujer
pura que salva al libertino, solo en virtud de su amor verdadero y redentor. MUJER DIABÓLICA
Este tipo de mujer surge en la
Edad Media en contraposición a la mujer angelical e ideal. Representa la perdición, la maldad, la oscuridad, el pecado y la mentira. En la antigüedad se relacionaba con lo malo con la fealdad, ya que así se podía atemorizar o alejar de aquello que podía ser peligroso. Son de este tipo los siguientes personajes: brujas, diablesas, alcahuetas, arpías, etc. MUJER DIABÓLICA
La Celestina, muestra a una vieja alcahueta, que lleva y trae mensajes de amor y que mediante artimañas y hechizos logra enlazar a los jóvenes Calisto y Melibea. LA MUJER IDEAL
Es una mujer hermosa,
virtuosa, talentosa, sabia, de noble cuna. Representa el bien, la virtud, la sabiduría y la justicia. Los personajes de este estereotipo son: sacerdotisas, damas, esposas abnegadas, las madres, etc. LA MUJER IDEAL
Este estereotipo aparece
levemente durante la Edad Media, pero se estabiliza y extiende durante el Renacimiento con dos figuras en específico: Beatrice, la amada de Dante y Dulcinea la mujer de los desvelos de Don Quijote. LA MUJER CABALLERO Es una mujer decidida que rompe con las reglas y las normas y cumple nuevos roles: suele trabajar, sabe utilizar armas, desarrolla la ciencia, es independiente, es culta y astuta. Se la llama caballero porque en las primeras comedias usaba pantalones y llevaba espada. Este rol femenino se acerca mucho más a la visión actual que tenemos de la mujer. LA MUJER CABALLERO
Este ideal femenino
aparece levemente en algunas obras de Shakespeare y en el teatro español del Barroco, pero obtiene fuerza a partir del Romanticismo. FEMME FATALE
La mujer fatal, aparece con
fuerza en el Romanticismo. Este personaje femenino es muy sensual atractiva y bella. Sabe esto de sí misma y es muy inteligente y astuta, además de ambiciosa. Va a utilizar todas sus armas y estrategias para conseguir sus objetivos sin que le importe nada ni nadie más. FEMME FATALE
Las mujeres fatales más
famosas nacen del cine y novela negra estadounidense con sus boas de plumas y piel y nieblas o sombras a su alrededor al entrar a la oficina del detective. Suelen presentarse como vampiresas, mujeres con poder económico y político y belleza, espías, o las famosas chicas Bond. EL SIGLO DE ORO
Período entre el Renacimiento y el Barroco
Siglos XVI y XVII Etapa más fecunda y gloriosa de las artes y letras españolas . El comienzo de la decadencia del Imperio. Gran interés en la cultura y la belleza. LA NOVELA PICARESCA
El cambio de mentalidad operado por la corriente
humanística hace aparecer un nuevo género de literatura de evasión: la novela picaresca. El hombre se desenvuelve en una realidad, ya no se encuentra enmarcado en un mundo idílico como en las novelas de caballerías, sino en un mundo real, en que se debe subsistir viviendo al margen de la sociedad, prescindiendo de todo lo que suponga norma y obligación. Cuadro muy realista de la vida de la clase baja. Personaje central: pícaro que describe sus experiencias. La vida del lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades (1554). EL PÍCARO El pícaro es el protagonista de novelas autobiográficas en las que aparece como actor y autor que cuenta su vida. Nace en una familia pobre, tiene que vivir unas experiencias duras, casi siempre desafortunadas, hasta llegar a un final abierto que deja al lector con ganas de saber más de sus aventuras. Se burla de oficios, gentes y formas de ser de aquellos tiempos -siglos XVI y XVII-, y en sus sátiras aparecen personajes muy peculiares: ciegos, clérigos, barberos, hidalgos, estudiantes, ladronzuelos, etc. Podemos leer episodios cómicos y divertidos, pero siempre críticos con la sociedad. El pícaro sufre en sus carnes los errores y las miserias de su época. EL AVARO Un avaro es una persona poco dispuesta a gastar dinero, e incluso renuncia a tener comodidades básicas. En la ficción, la avaricia se suele exagerar hasta el punto de que el avaro es un personaje adinerado y codicioso que vive en la miseria con el fin de ahorrar y tener más dinero. El personaje Ebenezer Scrooge de Dickens es un ejemplo evidente. Una obra de Molière titulada El avaro (L'Avare) narra la historia de un viejo avaro, Harpagon, que quiere a su baúl de monedas más que a nada en el mundo, incluida su familia. Ésta, frustrada por su actitud, decide esconder su baúl. Harpagon estaría entonces dispuesto a cualquier cosa para recuperarlo. EL SEDUCTOR Corresponde al personaje conquistador, lujurioso y de enorme éxito en sus conquistas. Don Juan es también el seductor en esencia pura: romántico, canalla, irresistible. Capaz de cualquier locura por conseguir el favor de una mujer, pero una vez la ha conquistado pierde el interés y centra su atención en otra. Carece de cualquier freno o respeto por cualquier norma, legal o ética. El "burlador" de Sevilla es capaz de seducir a una mujer por pura diversión o por una apuesta. Don Juan fue tratado por Tirso de Molina (EL burlador de Sevilla, en el siglo XVII) y por José Zorrilla (Don Juan Tenorio, en el XIX). ANÁLISIS CRÍTICO A LOS CUENTOS TRADICIONALES LOS CUENTOS INFANTILES COMO TRANSMISORES DE MODELOS DE GÉNERO Los cuentos tradicionales a menudo presentan estereotipos con grandes sesgos sexistas, ya que la sociedad y cultura occidental ha sido discriminatoria a lo largo de los siglos. Los cuentos son divertidos y transmiten valores, pero hay que saber reconocer también los prejuicios para poder ser críticos con ellos. En los cuentos aparecen todos los valores, Un libro es un actitudes, jerarquías y creencias transmisor de valores consideradas adecuadas para los niños y éticos y estéticos, no para las niñas. solo de conocimientos, pues nos pone en Los cuentos tradicionales han servido y siguen sirviendo para transmitir y mantener contacto con una los prejuicios sociales, al ser sus forma de mirar la personajes modelos que niños y niñas realidad imitan. ¿Qué sesgos de género encontramos en los cuentos tradicionales?
Mujeres
Son delicadas, dulces, maternales y
bellas. Son limpias y trabajadoras. Se presentan como un modelo de éxito: en la mayoría, además, casarse con un príncipe (u otro noble pudiente cualquiera) A menudo necesitan que los hombres las salven de la muerte, de secuestros, de maleficios, etc. ¿Qué sesgos de género encontramos en los cuentos tradicionales? Los personajes masculinos Son, a menudo, los “salvadores” de los personajes femeninos, los héroes. Valientes, decididos y seguros. Sin embargo, también son dependientes en el ámbito familiar y doméstico: los Reyes viudos acaban casándose con mujeres despiadadas. Cuando son “malos” son despiadados, mucho más que las mujeres (que siempre, a fin y al cabo, tienen un lado maternal que las hace ser más solidaria). Tienen “el poder”: son Reyes, Príncipes, Emperadores.