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1. EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO
Hoy existe
La opresión demoniaca, que no es más que la presión que ejerce del diablo
y sus ángeles sobre nosotros los cristianos. Recuerde que “no tenemos
lucha contra carne ni sangre sino contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”
(Ef.6:12).
La obsesión demoniaca, que es lo que las personas en el mundo practican
cuando muestren un interés en las cosas ocultas como: la brujería, astrología,
espiritismo, el tarot, la adivinación, médiums, películas y libros de terror etc. O
personas que creen en ese tipo de cosas. Recuerde que la mente del hombre es
muy sugestiva.
Pero ya no existe
La posesión de demonios. De manera que hoy el hombre no puede tener
excusa a no obedecer el evangelio de Dios. Hoy nadie puede echar la culpa
a los demonios de llevar una vida pecaminosa, si nos domina Satanás o los
demonios, es porque de manera deliberada nos dejamos controlar por ellos
al vivir de una manera desagradable a Dios.
Ya no deje que eso pase, recuerde que los poseídos no tenían elección,
pero usted y yo sí. Le animo a que venga a Cristo “arrepentíos y bautícese
cada uno de vosotros para el perdón de sus pecados y recibiréis el don del
Espíritu Santo” (Hechos 2:38).