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Tucumán
Salta del
Tucumán
Santiago del
Estero
Jujuy
San Juan
Cuyo
San Luis
(1816)
Córdoba del
Tucumán
La Rioja
Mendoza
(1820)
La CIUDAD es el centro polarizador
Fue el sostén
Da el nombre a la provincia
de la
Define la jurisdicción
campaña
provincial
Un panorama fracturado
Hay que redefinir la mirada sobre
la historia y el rol del caudillo en
ella.
Recorren las interpretaciones sobre el fenómeno
Caudillo. Algunas de ellas son:
“Caudillismo clásico” que lo asocia a la
RURALIZACIÓN del PODER, la VIOLENCIA como
medio de competencia política y al mito del VACÍO
INSTITUCIONAL.
Alberdi identifica caudillos con BARBARIE
Mitre les concede sentimientos DEMOCRÁTICOS e
IGUALITARIOS; pero al igual que Vicente Fidel López,
los asocia a la ANARQUÍA y a las montoneras.
Sarmiento los identifica con una forma DESPÓTICA de
gobierno, una PATOLOGÍA posrrevolucionaria y la
GEOGRAFÍA americana.
Ingenieros los asocia al RÉGIMEN FEUDAL.
El revisionismo histórico desplaza el problema del caudillos hacia
el imperialismo y la dominación oligárquica (¿?), en intenta
REVALORIZAR al caudillo.
Los historiadores “del Norte” (norteamericanos) analizan al
caudillismo como una forma de CLIENTELISMO POLÍTICO, y lo
asocian al latifundismo y a un sistema coercitivo que es funcional a
la concentración de la tierra.
Plantean la necesidad de revisar esas interpretaciones:
Todas las miradas sobre el CAUDILLISMO están atravesadas por
POSTURAS IDEOLÓGICAS.
No se sostiene lo de la relación clientelar ni tampoco lo de la
barbarie como fenómenos asociados al caudillo.
Hay LEGALIDAD en el mundo RURAL de la primera mitad del
siglo XIX.
No hubo vacío institucional, sino un complejo entramado de
relaciones e instituciones.
El caudillo se asocia a la CIUDAD-PROVINCIA.
Plantean la naturaleza AMBIGUA y CONFLICTIVA del
FEDERALISMO
Queda abierta la cuestión de cuáles fueron las bases sociales del
Caudillismo
“La milicia ha hecho de su jefe – el caudillo – el eje
del municipio, ahora provincia. REPRESENTA al
PUEBLO que interpreta y conduce.
Toma el nombre de gobernador, como los antiguos
funcionarios españoles pero es esencialmente el
JEFE MILITAR, capitán general de la provincia”.
Se trata de una descripción, no una
conceptualización.
Es la única aproximación a la comprensión del
fenómeno caudillista de mediados de siglo XX a la
fecha.
“Sombra terrible de Facundo…”
Rosas producto de la República Argentina.
Quiroga, expresión por excelencia de la
nacionalidad y de la geografía.
Importancia y transcendencia del caudillo.
Quiroga y Rosas.
Algunas cuestiones para pensar en torno a la dificultad
de la historiografía contemporánea para analizar el
CAUDILLISMO:
Los autores del siglo XIX se aproximan en muchos
casos a elementos que constituyen una mirada real
sobre la problemática: protagonismo de la escena
política, sentimientos democráticos e igualitarios.
La asociación con ideas como la de caos, vacío
institucional, violencia, anarquía, despotismo; se
explican desde la matriz de pensamiento con que se
mira el fenómeno
Concepción democrática liberal, que entroniza la LEY
escrita positiva y las INSTITUCIONES formales de la
REPÚBLICA. (Hay legalidad a pesar de todo, dirán
Goldman y Salvatore)
Las interpretaciones del siglo XX están
atravesadas por el PERONISMO, y las posiciones
políticas de los historiadores: todos antiperonistas
salvo los revisionistas populares.
Esta es una clave de análisis que no debe
minimizarse y no puede obviarse.
Hay en los historiadores académicos una
tendencia a ocultar el componente ideológico y
político de sus análisis, que se presentan como
“objetivos”, y en cambio descalifican al
revisionismo porque lo asocian al peronismo…
Rosa acentúa en su descripción dos elementos
importantes: la filiación del caudillismo en la
tradición HISPANO-COLONIAL, y el carácter
REPRESENTATIVO del caudillo. A diferencia de
Halperín habla de PUEBLO y no de masa.
Los historiadores contemporáneos, revisan las
antiguas miradas, pero no pueden proponer
ninguna alternativa