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ARTÍCULO VI DEL TÍTULO PRELIMINAR DEL

CÓDIGO CIVIL: “EL INTERÉS PARA OBRAR”


El código civil sigue siendo objeto de
polémica, se trata del articulo VI del título
preliminar del código civil de 1984 el cual
es defectuoso, además de imprescindible
en nuestro sistema jurídico, en éste se
habla sobre la naturaleza del legítimo
interés y se refiere a “aquellos intereses
que son jurídicamente exigibles a su
arbitrio por el interesado”.
“El interés jurídico supone la existencia de un derecho dentro de
la esfera jurídica particular de un individuo (derecho subjetivo), es
decir, que se encuentra dentro de su status jurídico; en cambio, el
interés legítimo no supone una afectación directa al status
jurídico, sino una indirecta, en la medida en que la persona sufre
una afectación no en sí misma, sino por encontrarse ubicada en
una especial situación frente al orden jurídico que le permite
accionar para obtener el respeto a su interés jurídica mente
tutelado aunque no goce de un derecho subjetivo reflejo
individual.”
El legítimo interés en el
código civil peruano.

Precisiones respecto del


carácter de abstracción del
derecho de acción.

El legítimo interés de la
jurisprudencia nacional.
LOS OBJETIVOS
I. Rescatar la autonomía conceptual del interés
legítimo
II.Conocer la fuente inspiradora de este artículo
III.Distinguir categorías materiales y categorías
procesales
Marco Teórico
Autorizada doctrina procesal nacional ha llegado a afirmar que el artículo
VI del Título Preliminar del código civil de 1984 es una norma defectuosa y
prescindible en nuestro sistema jurídico. Esta posición se ha basado, en
los siguientes motivos:
• El artículo sexto del título preliminar del código civil de 1984 es el
(intacto) heredero del artículo cuarto del título preliminar del abrogado
del código civil de 1936. Este, a su vez, tomo como fuente inspiradora
(practica textual) al artículo 76 del Código Civil Brasileño de 1916.
• El modelo jurídico importado de Brasil incurre en una confusión de
categorías materiales y procesales. En efecto, se pretende dar la
denominación de legítimo interés a una categoría procesal distinta, la de
interés procesal o interés para obrar, que se define como “el estado de
necesidad de tutela jurídica en el que se encuentra un sujeto de
derechos en un determinado momento”. Esta categoría se caracteriza
por ser insustituible o irremplazable, actual o inminente, egoísta y
abstracto.
Análisis de la Norma

En primer lugar, en la línea de las propuestas descritas al inicio del


presente trabajo, afirmamos que la norma investigada es una norma
procesal.
Por oposición, consideramos que las normas materiales se caracterizan
porque contienen una propuesta de comportamiento social, es decir,
postulan una conducta determinada en el espectro de las relaciones
sociales.
En segundo lugar, afirmamos que su ubicación en el Código Civil es una
excentricidad, a la fecha absolutamente inútil.
Análisis conceptual de la Norma en estudio

Acción
Acción desde la óptica procesal, es
el derecho público, subjetivo,
autónomo y abstracto, por el cual
todo sujeto de derecho se
encuentra apto para solicitar
tutela jurídica al Estado.
Demanda
• Si bien este concepto no aparece citado en la norma en estudio, es
importante por su calidad de nexo entre el concepto acción antes
desarrollado y el concepto pretensión que se explica a continuación. La
demanda es la declaración de voluntad a través de la cual un sujeto de
derechos, en ejercicio de su derecho de acción, plantea dos exigencias a
dos sujetos de derecho distintos.
• La expresión material de estas exigencias, dirigida a un órgano
jurisdiccional específico, constituye la demanda.

La demanda, entonces, es la expresión concreta del derecho de acción, y es


también el instrumento que contiene la pretensión dirigida al emplazado.
Pretensión
 El verbo pretender tiene como sinónimo al verbo reclamar.
• Esta pretensión es material cuando el requerimiento ocurre fuera del
proceso, regularmente antes de su inicio.
• Es pretensión procesal, en cambio, cuando su exigencia se viabiliza a través
del ejercicio del derecho de acción, es decir, cuando está contenida en una
demanda.

La pretensión no es otra cosa que el acto de exigencia de subordinación de


un interés ajeno al interés propio, para expresarlo en términos apreciados
por Camelutti.
A manera de ejemplo
“Una persona arrienda su casa. El plazo del
contrato ha vencido, sin embargo, el arrendatario
no le devuelve ésta, a pesar de sus constantes
pedidos. Ante la intransigencia advertida, el
propietario de la casa se dirige donde un
abogado. Este le aconseja iniciar un proceso de
desalojo contra el arrendatario incumplido. Para
que tal proceso se concrete, será necesario que el
propietario ejerza su derecho de acción. Para tal
efecto, éste deberá firmar el escrito preparado
por el abogado, el cual contiene la demanda. Esta
tiene dos pretensiones, una pública dirigida al
Estado solicitándole tutela jurídica, y otra privada
dirigida contra el arrendatario para que la
devuelva la posesión de su casa”.
Interés
De manera genérica, interés viene a ser la intencionalidad valorativa que un sujeto
orienta hacia un determinado bien. Cuando esta valoración o estimación subjetiva está
referida al entorno jurídico de un bien, estamos ingresando con dicho concepto al campo
del Derecho.
El distinguido profesor nacional Marcial Rubio en un prolijo estudio sobre el uso del
concepto de interés individualizable -que lo considera distinto al interés público, social y
nacional- en el Código Civil, encontró por lo menos cuatro expresiones distintas de éste:
legítimo interés, interés legítimo y actual, interés e interés propio.
Legítimo Interés
El profesor Rubio considera que el concepto legítimo interés «[ ... ] parece referirse a
aquellos intereses que son jurídicamente exigibles a su arbitrio por el interesado».
Creemos que el interés jurídico toma por lo menos dos formas: el
interés material y el interés Procesal.
 El primero es aquella estimación valorizada a la que nos referimos
antes, consistente en la aprehensión que tiene un sujeto sobre un bien
que considera se encuentra jurídicamente dentro del ámbito de su
titularidad. Así, tengo interés en poseer mi casa porque es mía.
Interés para Obrar
En cambio el interés procesal, llamado comúnmente <interés para
obrar>, es el estado de necesidad de tutela jurídica en el que se
encuentra un sujeto de derechos, en un determinado momento. Este
interés se caracteriza por ser insustituible o irremplazable, actual o
inminente, egoísta y abstracto.
Legitimidad para obrar
• Es básicamente un concepto lógico de relación. Esta consiste en lo
siguiente: cuando se inicia un proceso, lo que el demandante intenta es
establecer una relación con el juez, y sobre todo, con el demandado, esto
es, el sujeto pasivo de su pretensión. Pues bien, dicha relación procesal
debe proponerse correctamente, de lo contrario, nunca se podrá expedir
un pronunciamiento válido sobre el fondo.
• Precisamente para cumplir con establecer correctamente la relación
procesal. Cumplir con hacer participar a los protagonistas de la relación
material en la relación procesal es hacer efectiva la legitimidad para
obrar.
ANALISIS DE LA NORMA DESDE LA OPTICA DE LAS
CATEGORIAS PROCESALES DESCRITAS
• Análisis l
• La norma dice textualmente: «Para iniciar o contestar una acción_». Sin
embargo, en atención a lo antes desarrollado, el derecho de acción no se
inicia, dado que es simplemente el derecho subjetivo que titula al sujeto
jurídico para solicitar al Estado tutela jurisdiccional. Más bien, es el derecho
de acción el que faculta a un sujeto a iniciar un proceso, a través de la
interposición de una demanda. De tal suerte que, en ánimo de perfeccionar la
norma, podría decirse que lo que se inicia o contesta sería la demanda.
Análisis II
La frase «[…] es necesario tener legítimo interés económico o moral», que completa la
estudiada en el párrafo anterior, utiliza el concepto interés de manera totalmente ajena
a la acepción procesal; nos referimos a que lo hace de manera distinta al concepto que
hemos desarrollado de interés procesal. Siendo el artículo investigado, como tantas
veces se ha dicho, una norma procesal, este desencuentro con la acepción indicada
profundiza la divergencia de la norma con su utilidad.
• Si el uso del concepto interés en el artículo no es procesal, entonces, en atención a lo
antes desarrollado, corresponde a su acepción material. Siendo así, tiene que ver con la
estimación que el sujeto tiene respecto de la pretensión discutida en el proceso. Llevado
a ejemplo, es el interés que tiene el demandante de un proceso de desalojo en
recuperar la posesión del predio.
• Ahora bien, la exigencia que ese interés sea legítimo, puede ser entendido de dos
formas. Por un lado, que tenga apoyo o sustento en el ordenamiento jurídico, y por otro,
que tenga fundabilidad, es decir, amparo o razón en el mismo sistema. Adviértase que
estamos optando por entender el concepto legítimo, sea como aquello que es legal, o
como aquello que tiene legitimidad, respectivamente.
• Otra teoría, que parece hacer suya el profesor Rubio es la de considerar que el
legítimo interés del artículo en estudio se refiere a la legitimación para actuar en un
proceso. La llamada legitimidad para obrar es una institución del proceso que junto
con el interés procesal ya descrito, constituyen los requisitos para que el órgano
jurisdiccional pueda expedir un pronunciamiento válido sobre el fondo en un proceso.

• Art IV: Principios de Iniciativa de Parte y de Conducta Procesal


El proceso se promueve sólo a iniciativa de parte, la que invocará interés y legitimidad
para obrar. No requieren invocarlos el ministerio Publico…..
• Volviendo a nuestro tema, lo que resulta trascendente para éste es
que se trata de una institución autónoma, absolutamente distinta al
interés procesal o interés para obrar.
• Afirmar que el artículo VI lo que hace es titular a quien puede
actuar en un proceso, implica confundir el interés para obrar con la
legitimidad para obrar. En conclusión, aun admitiendo la hipótesis
absurda de que la norma estudiada diga lo que no dice, lo hace mal.
No entramos en el comentario del segundo párrafo del artículo en
estudio, porque es un complemento que no agrega ni modifica nada
de lo expuesto, a lo más redunda en el uso defectuoso del concepto
acción.
Recapitulando :
Art. VI del Título Preliminar del Código Civil
“Interés para Obrar”:
Para iniciar o contestar una acción es necesario tener legítimo interés
económico o moral. El interés moral autoriza la acción sólo cuando se
refiere directamente al agente o a su familia, salvo disposición
expresa de la ley.
CONCLUSIONES
 El artículo VI del Título Preliminar del Código Civil de 1984 es
una norma de naturaleza procesal.
 A pesar de la afirmación anterior, los conceptos utilizados en la
norma no corresponden a una concepción científica del proceso.
 Para poder plantear una pretensión en el proceso o para poder
oponerse a una pretensión, se hace indispensable tener interés
para obrar, sea esta ordinaria o extraordinaria; aunque no se hace
referencia expresa a esta última. Además, la norma bajo
comentario dispone que el proceso es un instrumento mediante el
cual los justiciables pueden solicitar tutela de intereses
patrimoniales y no patrimoniales.
• Para ejercitar o contestar una acción es necesario tener legítimo interés
económico o moral.
• Para hablar de interés para obrar es necesario primero determinar qué es interés.
Por ejemplo, cuando una persona tiene una necesidad, buscará identificar un
bien a través del cual pueda satisfacer su necesidad, a ello denominamos interés.
En ese sentido, el interés para obrar deberá ser identificado como la necesidad
que tiene un justiciable para acudir al órgano jurisdiccional y materializar su
derecho de acción.
• No obstante, el artículo VI del Título Preliminar del Código Civil nos habla de
legítimo interés y por el debemos entender a aquellos intereses que son
jurídicamente exigibles a su arbitrio por el interesado.
• Finalmente, el artículo VI del Título Preliminar del Código Civil del Perú de 1984
es una norma defectuosa y prescindible en nuestro sistema jurídico.

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