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EL SHOCK DEL
FUTURO
ALVIN TOFFLER

Alumna: Polo Monteza Meliza Yuliana


Este libro trata de lo que le pasa a la gente que se
siente abrumada por el cambio. Trata del modo en
que nos adaptamos —o dejamos de adaptarnos—
al futuro.

El libro sostiene, que, a menos que el hombre aprenda


rápidamente a dominar el ritmo del cambio en sus asuntos
personales, y también en la sociedad en general, nos veremos
condenados a un fracaso masivo de adaptación

Hoy día, todo el mundo es un suceso de rabiosa actualidad. Por


consiguiente, es inevitable que, en un libro escrito en varios años,
algunos hechos hayan quedado anticuados entre el momento de
estudiarlos y escribirlos y el de su publicación.
Primera parte:

Muerte de la
permanencia
El “shock cultural” es el experimentado por el visitante no preparado al
verse inmerso en una cultura extraña. Es lo que ocurre cuando los
conocidos procedimientos psicológicos que ayudan al individuo a
comportarse en sociedad son retirados de pronto y sustituidos por otros
nuevos, extraños e incomprensibles.

El “shock del futuro” es la desorientación producida por la llegada


prematura del futuro. Es un fenómeno de tiempo, un producto del
ritmo enormemente acelerado del cambio en la sociedad. Nace de la
superposición de una nueva cultura sobre la cultura antigua. Es un
“shock cultural” dentro de uno mismo

Capítulo I
Capítulo II

Las sociedades de alta tecnología experimentan el cambio con


una velocidad mucho mayor que la normal.

La tecnología es una de las fuerzas más importantes que


promueven el impulso acelerador. Las nuevas ideas se ponen en
práctica mucho mas rápido que en tiempos pasados. El lapso
entre la concepción original y su empleo práctico, se ha reducido
de un modo radical. También se requiere menos tiempo para
difundirla en la sociedad.
Capítulo III


Los hombres no sólo se dividen por raza, religión etc., también lo hacen por su posición
en el tiempo. Así, algunos siguen viviendo como miles de años atrás; son gente del
pasado (tal vez un 70% de los seres humanos actuales)

Algunos se adaptan y otros rechazan el cambio. Esto es más notorio en personas


mayores, quienes rechazan la acumulación de más situaciones generadoras de
experiencias.

La vida de las personas puede calificarse en términos de velocidad


Segunda parte:

Transitoriedad
Las cosas son altamente significativas no sólo por su utilidad funcional, sino
por su impacto psicológico. Nosotros establecemos relaciones con las cosas.

En el pasado la permanencia era lo ideal; el hombre construía cosas para


que durasen. Las sociedades eran casi inmutables, y cada objeto tenía una
función definida.

Cuanto más rápidamente cambia una sociedad, más temporales son las
necesidades. La continua oscilación, influida pero no controlada independientemente
por la publicidad, introduce a corto plazo en la vida del individuo un vertiginoso
dinamismo.
El ciclo de vida del producto también se ve alterado. Al acelerarse el ritmo
del cambio, las empresas suelen crear nuevos productos, a sabiendas de
que sólo permanecerán unas pocas semanas en el mercado.

Capitulo IV
Las distancias geográficas tienen cada vez menos importancia.
En todas las sociedades avanzadas, y en particular la “gente
del futuro”, los traslados, los viajes y cambio de domicilio han
llegado a ser cosa natural.

Para la “gente del futuro”, el hogar está donde cada cual lo


encuentra.

El hombre en movimiento tiene poco tiempo para echar


raíces en alguna parte.

Así como las cosas y los lugares pasan a ritmo creciente por nuestras vidas, lo
mismo pasa con las personas.

Contraemos relaciones de interés limitado con la mayoría de las personas que nos
rodean. Consciente o inconscientemente, definimos en términos funcionales nuestras
relaciones con la mayoría de la gente.

Las relaciones, entonces, se pueden clasificar según la duración


esperada
Relaciones de larga duración
Relaciones de duración media
Relaciones de corta duración
▹ El cambio también afecta a las organizaciones. El sistema burocrático
está siendo reemplazado por la organización del futuro, lo que Toffler
llama la “ad-hocracia”.
▹ Características de las “ad - hocracias”:
• transitoriedad
• gran movilidad entre organizaciones
• continuas reorganizaciones en su interior
• constante generación y extinción de grupos de trabajo temporales
▹ El hombre dejará de estar encerrado en un casillero del organigrama de
la organización vertical, para cambiar constantemente de posición, con
mayor libertad. Su relación dejará de estar basada en la permanencia
para dar paso al cambio
Las imágenes también se han vuelto cada vez más temporales.

Este proceso se desarrolla cada vez más rápido, gracias a la mayor velocidad con que
los mensajes llenos de imágenes llegan a nuestros sentidos. Esos mensajes pueden ser
o no cifrados (elaborados), y a su vez, ser o no ricos en información.

La aceleración de todo el proceso se debe a los medios de


comunicación.

La adaptación del modelo mental a los vertiginosos cambios de la realidad,


requieren la aceleración de la actividad mental, la que a su vez, tiene límites. Es una
nueva exigencia al sistema nervioso.
Tercera parte:

Novedad
La revolución implica novedad. El futuro se desplegará como una infinita sucesión de
incidentes extraños, de descubrimientos sensacionales, de conflictos y dilemas
completamente nuevos. Esto significa que muchos miembros de la sociedad
superindustrial no se sentirán en ella como “en casa”.

El problema no estriba en si el hombre podrá sobrevivir a la reglamentación y a la


standarización, sino a la libertad.

Al dar rienda suelta a la novedad, lanzamos al hombre contra la no rutina, contra


lo imprevisto. Con esto se elevan los problemas de adaptación

Toffler señala una serie de ejemplos que van desde la clonación


hasta los ciborgs (humanoides).
Los artículos se encaminan cada vez más a brindar “extras”
psicológicos al consumidor. El fabricante añade un peso
psíquico a su producto básico, y el consumidor paga un buen
precio por ello

Lo que importa es el servicio, la utilidad que se le brinda al


consumidor.

La familia siempre sirvió de soporte y refugio, situación que se
verá alterada con la aceleración del cambio.

Históricamente, se ha pasado de familias numerosas a núcleos cada vez más


reducidos, gracias, en parte, a una mayor necesidad de movilidad. La sociedad
superindustrial, requiere de una movilidad cada vez mayor.

Toffler habla de biopadres, familias comunitarias, matrimonios temporales,


etc., como distintas y posibles consecuencias de esa mayor movilidad
Cuarta parte:

Diversidad
La gente del futuro no padecerá de falta de opciones, sino una superabundancia de las mismas,
es decir, un exceso de opciones

La superindustrialización brindará una mayor variedad de artículos desestandarizados. Dos factores


fomentan esta tendencia:
•los consumidores tienen más dinero para gastar en lo que quieren, y las compañías buscan satisfacer
sus deseos;
•al refinarse la tecnología, disminuye el costo de las variaciones.

El problema es cuando la opción se transforma en un exceso de


opción, llevando a la libertad a transformarse en falta de libertad.
Las mismas fuerzas que provocan la desestandarización de los
productos y de la educación, incrementando el espectro de opciones del
individuo, están desunificando las estructuras sociales. Asistimos a una
“explosión de subcultos”.

Cada subculto tiene su lenguaje, códigos, etc.

Los subcultos se multiplican con rapidez, y mueren para dar


paso a otros más nuevos y numerosos. Es un proceso que se
acelera al mismo ritmo que otros aspectos de la interacción
social.

La fragmentación de las sociedades acarrea la diversificación de valores

El problema consistirá en la elección del estilo de vida, ya que presupone imponer un orden,
una serie de principios o criterios en las opciones de la vida cotidiana.

Los peligros que genera ese sentido de pertenencia, implican el relegar el criterio propio
para adaptarnos a las normas del grupo; el pertenecer se paga de esa manera. La
consecuencia es la presión del grupo sobre la persona.

La nueva sociedad ofrece pocas raíces en cuanto a relaciones duraderas, pero brinda
más variedad de estilos de vida, más libertad de entrar y salir en todo momento.
Quinta parte:

Los limites de la
adaptabilidad
Hay límites discernibles en los cambios que el organismo humano es capaz de absorver, y si aceleramos
continuamente el cambio sin determinar primero aquellos límites, podemos colocar a masas de personas en
condiciones que no son capaces de tolerar, es decir, en el “shock del futuro”.

Estas reacciones varían de una persona a otra, así como los síntomas.

Todo gran cambio implica una serie de cambios menores.

Es imposible acelerar el ritmo del cambio o elever el grado de novedad en la


sociedad, sin provocar importantes cambios en la química corporal de la
población.

Cuando el hombre se halla en situaciones de novedad, grandes
cambios (es decir, exceso de estímulos), se comporta de modo
irracional, en contra de su propio interés.

El estímulo excesivo puede darse en tres niveles:


•sensorial, que depende de las facultades fisiológicas de la persona.
•cognocitivo, que depende de la capacidad de “pensar”.
•decisorio
Sexta parte:

Estrategias de
supervivencia

El cambio que se está produciendo no es originado por fuerzas extrañas,
sino que son consecuencia del accionar del hombre. Por lo tanto, al menos
en potencia, están sometidas a su control.

A nivel social, sería conveniente la formación de grupos de situación,


constituídos por personas que experimentan transiciones vitales
parecidas.

La unión a estos grupos sería temporal, para ayudar a superar


dificultades transitorias.
Para contribuir a evitar el “shock del futuro”, debemos crear un sistema
de educación superindustrial. Para conseguirlo hay que basarse en
objetivos y métodos orientados al futuro, no al pasado.

Esto implica desde el replanteamiento de los


programas, contenidos, sistemas prácticos de
conocimiento.

Lo vital, es educar para la adaptación al cambio, con


una visión de futuro.

La gran velocidad del cambio se debe a muchos
factores: crecimiento de la población, urbanización,
proporción de traslados de jóvenes y viejos, etc.

Pero dentro del conjunto de causas una de las más


importantes es la tecnología. Por lo tanto, para evitar el
shock masivo, una estrategia importante consistirá en
la regulación consciente del avance tecnológico.
Todo lo dicho hasta ahora requiere de una estrategia, la del
futurismo social.

Lo primero que se necesita hacer es humanizar a los


planificadores. La ampliación del horizonte, del futuro es lo
segundo.

También es necesario el abandono de la postura elitista, es


decir, redefinir los fines sociales.
Fue un escritor y futurista o futurólogo estadounidense, doctorado en Letras, Leyes y
Ciencia, conocido por sus discusiones acerca de la revolución digital, la revolución de las
comunicaciones y la singularidad tecnológica. Sus primeros trabajos están enfocados a la
tecnología y su impacto (a través de efectos como la sobrecarga informativa). Más tarde se
centró en examinar la reacción de la sociedad y los cambios que ésta sufre.

Sus últimos trabajos han abordado el estudio del poder creciente del
armamento militar del siglo XXI, las armas y la proliferación de la tecnología y
el capitalismo

Entre sus publicaciones más famosas destacan:

La revolución de la riqueza, El cambio de poder, El shock del futuro y La tercera ola.


Estaba casado con Heidi Toffler, también escritora y futurista, con quien residió en Bel-
Air, Los Ángeles. La única hija de ambos, Karen Toffler, murió a los 46 años, después
de haber estado padeciendo, durante más de una década, el síndrome de Guillain-
Barré
Ingeniería genética y clonación
Con s us predicciones cent radas en la condición humana más que en
los avances cient íf icos , Tof f ler pronos t icó un f ut uro en el que una
mujer s ería capaz de "comprar un diminut o embrión, llevarlo a s u
médico, t enerlo implant ado en su út ero... y des pués dar a luz como s i
hubiera s ido concebido en su propio cuerpo".

Consumismo
"La gent e del fut uro podría sufrir no por la ausencia de opciones sino
por un paralizant e exceso de ést as. Podrían volverse víct imas de ese
dilema part icular de lo super-indust rial: el exceso de elecciones"

Las profecías cumplidas del futurólogo Alvin


Toffler

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