corrección morfológica) El género gramatical • Los sustantivos presentan como uno de sus rasgos característicos el género gramatical. • Los acabados en –o suelen pertenecer al género masculino. Excepciones: la mano, la seo, la nao, etc. • Los acabados en –a suelen pertenecer al género femenino. Excepciones: el día, el diploma, el problema, etc. • Generalmente la oposición se establece entre la desinencia –a para el femenino y –o, -e o ausencia de marca para el masculino (muchacho/muchacha, nene/nena, señor/señora). Sustantivos ambiguos • Son sustantivos que designan objetos o entidades no sexuados que contienen los dos géneros sin que designen a dos realidades diferentes. Ejs.: el/la mar, el/la armazón, el/la dracma, el/la maratón. • En el singular de arte, lo normal es el masculino: el arte abstracto, el séptimo arte. En plural, el femenino: las bellas artes, las artes marciales. Sustantivos ambiguos • El sustantivo canal es ambiguo en varias de sus acepciones: el/la canal de una teja, del puerto, de los pechos. Pero es solo masculino en el canal de la Mancha, un nuevo canal de televisión. • El sustantivo terminal es ambiguo en los/las terminales nerviosos/-as. Sin embargo, es solo masculino en su uso específico en electrónica (el terminal de un conductor) y con más frecuencia femenino cuando designa “lugar de salida o llegada de una línea de transporte público” (los viajeros salen por la terminal 2). Sustantivos comunes • Son sustantivos que, designando a seres sexuados, contienen los dos géneros, pero la elección de uno u otro supone diferencia de sexo. • Así, una palabra como cónyuge es masculina y femenina al mismo tiempo. Decimos el cónyuge para referirnos a un hombre y la cónyuge para una mujer. • Los sustantivos comunes no marcan diferencias de sexo con desinencias, sino con los determinantes y los adjetivos. Sustantivos comunes • Otros ejs.: el/la consorte, el/la testigo, el/la modelo, el/la guardaespaldas, el/la pianista, el/la policía, el/la cineasta, el/la psiquiatra… • Una variedad son aquellos sustantivos comunes en cuanto al género que diferencian el sexo a través de metonimias y metáforas. • Así, en el mundo musical se habla de el/la trompeta (al lado de el/la trompetista), el/la violín (al lado de el/la violinista). Sustantivos comunes • Fuera del mundo musical tenemos el/la cámara, en la jerga taurina el/la espada (por el matador/la matadora), y en el fútbol se habla de el/la meta (por el/la guardameta). • También son usos metonímicos: un/una manitas, un/una manazas, un/una bocaza(s), un/una caradura… • La metáfora se aplica a casos como un/una fiera, un/una bestia, un/una figura… Sustantivos epicenos • Pertenecen al género masculino o femenino, pero ello no refleja diferencia de sexo. • Muchos nombres de animales son epicenos: hormiga, culebra, serpiente, mosca, buitre, jirafa, lince… • También hay sustantivos epicenos que designan personas: víctima, ídolo, persona, personaje, vejestorio… Otras diferencias de género • Otros sustantivos presentan la oposición de género –o/-a pero no para diferenciar el sexo, sino otros aspectos nocionales como el tamaño (menor/mayor), la forma, la diferencia árbol/fruto, etc. Ejs.: cesto/cesta, bolso/bolsa, manzano/manzana, huerto/huerta, cubo/cuba, saco/saca, cerezo/cereza, leño/leña… • Estos sustantivos no deben confundirse con otros acabados en –o o en –a, pero que no establecen oposición alguna en la gramática, como caso y casa, puerto y puerta, coso y cosa, libro y libra, etc. Otras diferencias de género • Por otra parte, hay sustantivos que según se combinen con el determinante masculino o el femenino designan realidades distintas. Estos nombres no deben confundirse con los sustantivos ambiguos en cuanto al género (véanse diapositivas 3-4). • Algunos ejemplos: el cólera/la cólera, el frente/la frente, el corte/la corte, el parte/la parte, el cometa/la cometa, el editorial/la editorial, el coma/la coma, el pendiente/la pendiente… Sustantivos compuestos • Los sustantivos compuestos formados por verbo+sustantivo son normalmente masculinos cuando no designan personas, aunque el sustantivo aislado sea femenino. • Ejs.: el cortaúñas, el abrelatas, el sacapuntas, el tragaluz, el montacargas, el rompeolas, el lavavajillas, etc. • Se exceptúan la tragaperras y la quitanieves porque se sobreentiende la palabra máquina. Sustantivos compuestos • Ahora bien, si este tipo de sustantivos compuestos sirve para designar personas, se comportan como comunes en cuanto al género, salvo que se apliquen solo a uno de los dos sexos. • Ejs.: un/una cazatalentos, el/la portavoz, el/la guardagujas, un/una aguafiestas… • Sin embargo, debemos decir la trotaconventos. Sustantivos de profesiones • La realidad social actual por la que la mujer tiene acceso a cargos, títulos o profesiones que antes eran exclusivos del hombre ha contribuido a cambios en la morfología del género gramatical referentes a diferencias de sexo. • En cargos o profesiones no cualificados que desempeñaban y desempeñan tanto hombres como mujeres, siempre era y es posible la forma femenina en –a: panadero/panadera, lechero/lechera, enfermero/enfermera, charcutero/charcutera… Sustantivos de profesiones • La tendencia al desdoblamiento desinencial se acrecentó en el DRAE de 1984 y posteriormente en el de 1992, donde ya aparecen muchos femeninos en –a, como arquitecta, cuando antes solo existía el sustantivo masculino (el arquitecto). • Veamos algunas formas con femenino en –a (y con masculino en –o) que han ido apareciendo en las últimas ediciones del DRAE desde 1970: médica, ingeniera, abogada, ministra, filósofa, notaria, bióloga, geógrafa, matemática, música… Sustantivos de profesiones • Al principio se siguió usando el masculino, también referido a mujeres, por lo que formas como el arquitecto eran epicenas. • Luego se usaron estas palabras como comunes en cuanto al género, de modo que ya era normal decir la arquitecto, etc., hasta que en el DRAE de 1992 se registraba la forma femenina con –a para muchos sustantivos que designan profesiones cualificadas o incluso no cualificadas, pero que habían sido propias de los hombres hasta entonces. Sustantivos de profesiones • Ahora bien, en el DRAE de 2001, para algunas de estas palabras desdobladas en género mediante las desinencias -o/-a se introdujo por primera vez una advertencia morfológica que decía así: “Usada también la forma masculina para designar el femenino”. • Según esto, la RAE legitimaba tanto el femenino en María es médica como el masculino en María es médico. Sustantivos de profesiones • En el DPD se eliminan las formas en –o para el femenino (la médico) y pasan a adoptarse exclusivamente las formas en –a (la médica). Se elimina así la discriminación que antes se producía respecto de las profesiones no cualificadas (la panadera, la lechera, la portera). • Son excepciones a estos desdoblamientos las palabras piloto, copiloto y sobrecargo, que la RAE ha preferido dejar como comunes en cuanto al género (el piloto/la piloto, el copiloto/la copiloto, el sobrecargo/la sobrecargo). Sustantivos de profesiones • También pueden considerarse excepciones las palabras acortadas endocrino y otorrino. • Mientras que como palabras completas desdoblan en –o/-a (endocrinólogo-a, otorrinolaringólogo-a,), quedan como comunes en su uso acortado (un/una endocrino, un/una otorrino, aunque se admita también la forma una endocrina; en el DPD se advierte que “es raro el femenino otorrina, que podría justificarse por analogía con el femenino endocrina”). Sustantivos de profesiones • Existen sustantivos que designan profesiones no cualificadas y que admiten el desdoblamiento –o/-a por primera vez en diferentes ediciones del DRAE a partir de 1970, así como en el DPD: torero/torera, bombero/bombera, árbitro/árbitra, fontanero/fontanera, mecánico/mecánica, etc. • Quedan como comunes en cuanto al género: (el/la) modelo, (el/la) canguro. Otros desdoblamientos en –o/-a • En el DRAE de 2001 se desdoblan las palabras del registro coloquial tipo-a y petardo-a cuando se refieren a personas: Pedro es un tipo simpático/María es una tipa simpática. Ese chico es un petardo/esa chica es una petarda. • Según el DRAE de 2001, existe también la oposición individuo/individua solo cuando tales sustantivos designan coloquialmente a una “persona cuyo nombre o condición se ignora o no se quiere decir”. • Los desdoblamientos de esta diapositiva se mantienen en el DRAE de 2014. Otros desdoblamientos en –o/-a • El DPD crea por primera vez el masculino azafato en relación con el femenino azafata. • Además, el sustantivo modista (común en cuanto al género: el/la modista) ha generado el masculino modisto, morfológicamente anómalo, pero reconocido académicamente. La palabra miembro • En el DRAE de 2014 y en el DPD se considera la palabra miembro como común en cuanto al género siempre que designe persona. Ejs.: Cristina es una miembro más del partido. La nueva miembro del partido se llama Cristina. • Sin embargo, cuando no se quiere especificar el sexo, y aunque la RAE no lo explicite, parece normal tratar esta palabra como epicena. Ej.: El nuevo miembro del partido se llama Pedro/Cristina. La palabra canguro • En el DRAE de 1992 se registra por primera vez la palabra canguro referida a “persona normalmente joven que cuida niños” y se hace considerándola común en cuanto al género. Ejs.: El canguro llegará a las ocho (un hombre). La canguro llegará a las ocho (una mujer). • No se ha producido el desdoblamiento en –o/-a. Es decir, no existe *la cangura como femenino de el canguro. La palabra número • Se usa a veces metonímicamente la palabra número para designar a una persona que figura en una lista con un número determinado. En estos casos, y aunque la RAE no lo recoge, se emplea esta palabra como común en cuanto al género. Ejs.: Juan es el número dos del partido. Ana es la número dos del partido. • De la misma manera, cuando se quiere decir de alguien que es quien más destaca en algo, lo normal es decir Rafael es el número uno tocando el violín si es varón y Adela es la número uno de la clase si es mujer.