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Generalmente se usan filtros que tienen unos poros de 0.2 micras de diámetros.

Los poros de este tamaño retienen las


bacterias, pero no los virus.
Factores químicos para el control de microorganismos
Dentro de los compuestos químicos podemos encontrar agentes esterilizantes, desinfectantes y antisépticos.
La efectividad de estos agentes depende de las condiciones bajo las que actúan.
Concentración: varía con el tipo de agente y de microorganismo, pues una misma concentración del agente puede
producir un efecto diferente en distintos microorganismos.
Tiempo: los microorganismos no son susceptibles a un agente en la misma forma, por lo que no todos los
microorganismos mueren al mismo tiempo.
pH: afecta tanto a los microorganismos como a los agentes químicos. El aumento de pH por encima de 7 incrementa la
carga negativa de los microorganismos afectando la concentración del agente sobre la célula. El pH determina el grado de
disociación y la efectividad del agente químico, pues a menor disociación mayor permeabilidad y mayor efectividad.
Antisépticos
Alcoholes
Lesionan la membrana celular de los microorganismos y desnaturalizan proteínas celulares.
Desorganizan la estructura fosfolipídica (disuelven lípidos y deshidratan la célula).
No destruyen esporas y tienen una acción germicida lenta. Los alcoholes de cadena corta
tienen un efecto nocivo mayor que los de cadena larga.
Se utilizan en concentraciones del 50 al 70%. Los más utilizados son el etanol e isopropílico.
Halógenos
Los halógenos actúan sobre los microorganismos oxidando las proteínass y enzimas
esenciales. No matan las esporas. Los halógenos más comunmente usados son el cloro y el
iodo.
Iodo
Es un agente oxidante que modifica grupos funcionales de proteínas y ácidos nucleicos.
Inactiva proteínas y enzimas por oxidación de los grupos -SH, pudiendo atacar también
grupos amino, indoles, etc. Se utiliza comúnmente como un antiséptico y es uno de los
mejores que hay para la piel. Se aplica principalmente como tintura de iodo. Es microbicida
para la mayoría de los organismos.
Cloro
El cloro, los hipocloritos y las cloraminas son desinfectantes que actúan sobre proteínas y
ácidos nucleicos de los microorganismos. Oxidan grupos -SH, y atacan grupos aminos,
indoles y al hidroxifenol de la tirosina.
El producto clorado más utilizado en desinfección es el hipoclorito de sodio (agua
lavandina), que es activo sobre todas las bacterias, incluyendo esporas, y además es efectivo
en un amplio rango de temperaturas.
La actividad bactericida del hipoclorito de sodio se debe al ácido hipocloroso (HClO) y al
Cl2 que se forman cuando el hipoclorito es diluido en agua. La actividad germicida del ion
hipocloroso es muy reducida debido a que por su carga no puede penetrar fácilmente en la
célula a través de la membrana citoplamática. En cambio, el ácido hipocloroso es neutro y
penetra fácilmente en la célula, mientras que el Cl2 ingresa como gas.
Órgano Mercuriales
Estos tipos de compuestos se combinan con los grupos -SH de las proteínas, inactivando
enzimas. Ejemplo el mertiolate.
Metales pesados y sus compuestos
La acción antimicrobial de los metales pesados y sus compuestos se debe a la combinación
del ión metálico con proteínas y las enzimas del microorganismo, dañando así el sistema.
1. Compuestos de mercurio Los más importantes de este grupo son los orgánicos como:
mercurocromo, metiolato y metafen. Todos estos se usan como antisépticos y son
principalmente microbiostáticos.
2. Compuestos de plata El más que se usa es el nitrato de plata en solución al 1% y se usa
en los ojos de los recién nacidos.
3. Compuestos de cobre El sulfato de cobre se usa para controlar el crecimiento de algas en
las piscinas.
Peróxido de Hidrógeno
Es un antiséptico débil, con capacidad oxidante y formadora de radicales libres.
Actualmente, el peróxido de hidrógeno gaseoso se está utilizando como desinfectante de
superficies o descontaminante de gabinetes biológicos debido a que no posee las
propiedades tóxicas y cancerigenas del óxido de etileno y formaldehído.
Compuestos Fenólicos
Son desinfectantes que provocan lesiones en la membrana citoplasmática porque
desordenan la disposición de las proteínas y fosfolípidos. Esto causa filtración de
compuestos celulares, inactivación de enzimas y lisis.
El fenol no es usado a menudo como desinfectante por su olor desagradable, por ser muy
irritante y por el residuo que queda luego de tratar las superficies.
Los derivados del fenol más utilizados son el hexaclorofenol y los cresoles. Estos son muy
efectivos a bajas concentraciones contra formas vegetativas de bacterias. No son efectivos
contra esporas.
Jabones y detergentes
Un jabón es una sal de sodio o de potasio de un ácido graso. Los agentes que reducen la
tensión superficial del agua (surfactantes) y que se emplean principalmente para la limpieza
de superficies se llaman detergentes (el jabón es un ejemplo de un detergente). Los
detergentes se clasifican en catiónicos, aniónicos y no-iónicos. Los detergentes catiónicos
son mejores desinfectantes que los demás. Otro nombre con que se conocen a los
detergentes catiónicos son cuaternarios de amonio. Estos son bacteriostáticos a bajas
concentraciones y bactericidas a concentraciones mayores. Ejemplos de estos compuestos
son el Zephiran y el Roccal, que se usan como antisépticos para la piel, además de usarse
para el saneamiento de lecherías y plantas elaboradoras de alimentos. Estos compuestos no
matan esporas.
Ácidos
Hay una serie de ácidos orgánicos que se usan como conservantes en muchos alimentos
como el ácido acético, ácido benzoico, ácido láctico, ácido propiónico y ácido sórbico. El
ácido baja el pH y esto desnaturaliza las proteínas. No matan las esporas.
Colorantes
Algunos tintes se usan como agentes selectivos en medios de cultivos por su efecto
bacteriostático. Interfieren en la síntesis de ácidos nucleicos y proteínas o interfieren en la
síntesis de la pared celular. Esto provoca errores en la duplicación del DNA. Ejemplos de
estos tintes son el cristal violeta (violeta geneciana), azul de metileno, eosina, “carbol
fucsina”, verde brillante.
DEFINICIONES IMPORTANTES
- Esterilización: Proveniente del latín sterilis “incapaz de reproducirse”. Proceso por el cual
las células vivas, esporas viables, virus y viroides son destruidos o eliminados de un objeto o
hábitat.
- Desinfección: Destrucción, eliminación o inhibición de los microorganismos que pueden
producir enfermedad de una superficie u objeto. Se mantienen viables las esporas.
-Germicida: Terminación _cida del latín que significa “destruir”. Es un agente que puede
destruir microorganismos patógenos y muchos no patógenos pero no necesariamente
esporas. (Bactericida, fungicida, viricida).
-Antiséptico: agente que controla y reduce la presencia de microorganismos potencialmente
patógenos sobre piel y/o mucosas (sólo pueden aplicarse externamente sobre seres vivos).
Antibióticos: Clasificación. Mecanismos de
acción.

Antimicrobiano
“Sustancia capaz de actuar sobre los microorganismos, inhibiendo su
crecimiento o destruyéndolos”

Antibiótico
“Sustancia producida por el
metabolismo de organismos vivos,
principalmente hongos microscópicos
y bacterias, que posee la propiedad de
inhibir el crecimiento o destruir
microorganismos”.
Penicilina
-Agente bactericida: es aquél capaz de
matar a las bacterias.
-Agente bacteriostático: no llega a matarlas
pero si les impide reproducirse frenando
rápidamente el crecimiento de sus poblaciones.
Los agentes antimicrobianos pueden interferir en una o mas de las diferentes funciones
celulares que lleva a cabo la bacteria, tales como la síntesis de sus ácidos nucleicos, de
proteínas, o para el procesamiento de aminoácidos o azúcares del medio, necesarios para la
biosíntesis de sus paredes o membranas celulares. Pueden producir dos principales efectos:
-La muerte de la bacteria, designándose entonces como agentes bactericidas o sólo inhibir
el desarrollo y reproducción del germen, llamándose entonces agentes bacteriostáticos.
Clasificación de los antibióticos y mecanismo de acción.
De acuerdo al mecanismo de acción que presentan los antibióticos, se clasifican en los
siguientes grupos:
Otra clasificación muy utilizada agrupa a los antibióticos sobre la base de su estructura
química y los denomina como familias o clases de antibióticos:

a) Aminoglucósidos
b) Cefalosporinas
c) Cloranfenicol
d) Macrólidos y lincomicinas
e) Quinolonas y fluoroquinolonas
f) Penicilinas o betalactámicos
g) Sulfonamidas
h) Tetraciclinas

Inhibidores de los ácidos nucléicos o de su metabolismo intermediario


Inhibidores de la síntesis protéica

Mecanismos de Acción
Antibióticos que inhiben la síntesis de la pared celular(penicilinas):
Actúan a distintos niveles de la biosíntesis del peptidoglucano, capa esencial para la
supervivencia de las bacterias, y el daño se produce por la pérdida de la rigidez de la célula
bacteriana que puede causarle la muerte; por lo tanto son considerados como agentes
bactericidas. La síntesis del peptidoglucano se lleva a cabo en tres etapas y los distintos
antimicrobianos pueden afectar cada una de ellas. Los representantes de este grupo son las
penicilinas y cefalosporinas.
Ejem: algunos antibióticos contienen D-aminoácidos similares a los usados en la síntesis de peptidoglucano, y
"engañan" a las enzimas que construyen la pared celular (pero sin afectar a las células humanas que no tienen
una pared celular ni utilizan D-aminoácidos para producir polipéptidos
Antibióticos que dañan la membrana citoplásmica:
Numerosos agentes catiónicos y aniónicos pueden causar la desorganización de la membrana
ocasionando la salida de cationes de la célula bacteriana.. Ejem: la polimixina B y la colistina
(polimixina E), inhibidores de bacterias gram negativas que tienen lípidos de carga negativa
en su superficie.
Las polimixinas no son de uso sistémico, pues pueden unirse a varios ligandos de células del
tejido corporal y son tóxicas para aparato renal y sistema nervioso. Otro antibiótico que actúa
en la membrana es la gramicidina, la cual produce desacoplamiento de la fosforilación
oxidativa y la formación de poros por donde puede haber pérdida del contenido
citoplasmático de la bacteria.
Antibióticos que inhiben la síntesis de ácidos nucleicos:
Muchos agentes antimicrobianos pueden interferir a diferentes niveles en la síntesis de los
ácidos nucleicos. Pueden inhibir la síntesis de nucleótidos interfiriendo con la síntesis de
purinas y pirimidinas, causando la interconversión de nucleótidos, o actuando como
análogos de nucleótidos e incorporarse a la cadena de polinucleótidos. pueden interferir
con polimerasas involucradas en la replicación y transcripción del ADN
Ejemplo: La rifampicina; esta se une a subunidades de la RNA polimerasa e interfiere
específicamente con la iniciación del proceso pero no tiene efecto después de que la
polimerización se ha iniciado.
El ácido nalidíxico, es una quinolona que inhibe la replicación del DNA. La girasa está
constituida por dos componentes, A y B. El ácido nalidíxico, una quinolona, se une al
componente A de la DNA girasa e inhibe su acción. El ácido nalidíxico tiene acción
antimicrobiana sólo contra especies gramnegativas, aunque recientemente se ha sintetizado
un derivado carboxil fluorinado que inhibe bacterias grampositivas. La subunidad B de la
DNA girasa puede ser inhibida por la novobiocina, antibiótico de uso restringido debido a su
toxicidad.
Antibióticos que inhiben la función ribosomal o síntesis de proteínas:
Los ribosomas 70S bacterianos están constituidos por dos subunidades
designadas como subunidad 30S y subunidad 50S. Estas subunidades constituyen
el sitio de acción de agentes antimicrobianos, localizándose en ellas proteínas
específicas a las cuales se unen las drogas. Los aminoglucósidos (estreptomicina,
neomicina, kanamicina, amikacina, tobramicina, gentamicina, espectinomicina,
paromomicina), son azúcares complejos obtenidos de varias especies de
Streptomyces e interfieren con la función ribosomal bacteriana, específicamente
con la subunidad 30S. La espectinomicina se une a proteínas diferentes del
ribosoma, no es bactericida y se usa ampliamente en el tratamiento de la
gonorrea.
Las tetraciclinas actúan a nivel de la subunidad ribosomal 30S inhibiendo la unión
del aminoacil RNAt al ribosoma, esta unión no es definitiva sino temporal, por lo
cual ejerce sólo un efecto bacteriostático. Las tetraciclinas se utilizan en
infecciones causadas por bacterias del los géneros Chlamydia y Mycoplasma.
La paromomicina se une también a la subunidad ribosomal 30S y causa bloqueo
del RNAt con la consecuente liberación de cadenas incompletas.
Tres clases importantes de drogas actúan en la subunidad ribosomal 50S:
cloranfenicol, macrólidos y lincinoides (lincomicina, clindamicina).
El cloranfenicol es un agente bacteriostático que actúa contra organismos
grampositivos y gramnegativos inhibiendo la formación de uniones peptídicas al
bloquear la enzima peptidil transferasa.
Los macrólidos (eritromicina, oleandomicina), al unirse a la subunidad 50S
interfieren con la actividad de la peptidil transferasa, con la translocación o con
ambas funciones. El más importante es la eritromicina que actúa sobre bacterias
grampositivas y algunas gramnegativas como Haemophilus, Chlamydia y
Legionella, inhibe la formación de cadenas nuevas del péptido y es
bacteriostático.
Antibióticos inhibidores de betalactamasas:
Las betalactamasas son enzimas producidas por algunas especies bacterianas y
son las responsables de la resistencia que presentan dichas bacterias hacia
antibióticos que en su estructura química presentan el anillo betalactámico (como
penicilinas y cefalosporinas), ya que las betalactamasas rompen ese anillo con lo
cual bloquean la actividad antimicrobiana de las esos compuestos. Los
antibióticos inhibidores de las betalactamasas son el ácido clavulánico,
tazobactam y sulbactam.
Sulfonamidas y Trimetoprim: interfieren con el metabolismo del ácido fólico, que
es un precursor de la síntesis de purinas, pirimidinas y aminoácidos. Se bloquea la
síntesis de ácidos nucleicos y pared celular.
Se usan generalmente combinados, ya que producen un efecto sinérgico, en
infecciones respiratorias, urinarias y gastroenteritis por Shigella y Salmonella.
Mecanismos de resistencia a los antibióticos:
Los sistemas de resistencia se basan en evitar que el antibiótico acceda a su punto
de ensamble y lo dañe, y en la evolución han aparecido diversos mecanismos para
que eso ocurra:
1. Pérdida de porinas
Las porinas son proteínas localizadas en la membrana de la bacteria encargadas
de transportar sustancias al interior de la célula.
Una forma de resistencia a antibióticos de amplio espectro, consiste en la pérdida
por parte de la célula de la porina que permitía su entrada.
2. Beta-lactamasas
Las beta-lactamasas son proteínas con actividad enzimáticas capaces de romper
enlaces químicos de compuestos beta-lactámicos, entre los que se incluyen
antibióticos similares a la penicilina o la ampicilinas. Las bacterias que poseen
estas enzimas son resistentes a este tipo de antibióticos de uso corriente en
farmacia.
3. Bombas de extrusión de antibióticos
Algunas bacterias obtienen la resistencias a antibióticos tales como las quinolonas
o el cloranfenicol produciendo elevados niveles de bombas de extrusión, que son
proteínas transmembranosas que permiten la exportación del antibiótico fuera de
la célula con gasto energético.
4. Enzimas que modifican químicamente la enzima y lo inactivan
Algunas enzimas consiguen entrar en la célula, sin embargo algunas cepas son
capaces de producir determinadas enzimas que los modifican químicamente
evitando que éstos reconozcan su punto de ensamble.
Es el caso del ciprofloxacino, un antibiótico muy empleado en las infecciones de
las vías urinarias.
Los genes de resistencia usan diversas estrategias para escapar a la acción de los
antibióticos: formación de una “bomba de expulsión” que extrae el antibiótico del
interior de la bacteria (1); síntesis del un enzima de degradación del antibiótico (2);
síntesis de un enzima que transforma o inactiva el antibiótico (3); modificación de
la proteína blanco del antibiótico de manera que el antibiótico no pueda afectarla
(4)..
5. Mutaciones en la diana específica del antibiótico
Los antibióticos actúan ensamblándose a ciertas porciones de la membrana de
forma análoga a como lo hace una llave en una cerradura. Mutaciones en la diana
(cambios en la cerradura) hacen que el antibiótico (en este caso la llave) ya no sea
capaz de reconocerla. Muchas de estas mutaciones implican la inactivación de la
diana lo que hace que la célula no sea viable, sin embargo otras sí que permiten
que la diana del antibiótico funcione y no sea reconocida por el antibiótico. Por
ejemplo la diana de las quinolonas son las enzimas encargadas de mantener el
correcto plegamiento del ADN; la girasa y la topoisomerasa. Mutaciones en esos
enzimas convierte a algunas bacterias en resistentes a las quinolonas.
6. Mutaciones en los ribosomas
Los ribosomas son la maquinaría de síntesis de proteínas. Son estructuras
complejas formadas por ARN y proteínas, y son puntos claves de algunos
antibióticos como por ejemplo la tetraciclina que inhiben su correcto
funcionamiento, y por tanto perturban o paralizan la síntesis proteica necesaria
para la vida de la bacteria. Algunas cepas han desarrollado mutaciones en las
regiones de interacción del antibiótico con el ribosoma, lo que los hace invisibles a
estos compuestos.
7. Mutaciones en la estructura del liposacárido (LPS)
Los lipopolisacárido son un conjunto de polímeros complejos que forma parte de
la membrana externa de las bacterias. Algunos antibióticos, como la polimixina,
son capaces de interaccionar con el LPS desestabilizarlo e impedir su correcta
síntesis. Mutaciones en la estructura del LPS impide la unión de la polimixina
inhibiendo su acción.
8. Desvíos alternativos
Algunos antibióticos son capaces de inhibir específicamente la actividad de
algunos enzimas esenciales para la célula. Por ejemplo la sulfamida inhibe
la dihidropteroato sintasa, un enzima esencial en la síntesis de ácido fólico que las
bacterias necesitan para poderse dividir. Sin embargo algunas enzimas pueden
mutar o bien otras son capaces de ganar la actividad enzimática perdida por la
acción del antibiótico promoviendo un desvío de la ruta que permitir sobrevivir la
célula
FLORA NORMAL
Un cuerpo humano está formado por alrededor de 1014
células, de las que sólo aproximadamente el 10% son humanas, el resto son
microorganismos asociados.
En su gran mayoría estos microorganismos no son patógenos y son conocidos como
“microbiota normal, flora normal o flora nativa” que viven de forma habitual en un
cuerpo sano y que coexisten en forma bastante pacífica, en una relación
equilibrada con su huésped.
Los lugares donde se encuentran pueden ser muy variados y en ellos desarrollan
tareas beneficiosas para el ecosistema general del cuerpo. Estas tareas incluyen la
participación en los procesos de digestión de alimentos
y de síntesis de vitaminas en el intestino, la producción
del pH ácido de la vagina o la protección competitiva
frente a patógenos.
La mayoría son bacteria, y en menor grado virus,
hongos y protozoos encontrados habitualmente en
individuos sanos.
Generalmente esta interacción es beneficiosa; pero en ciertas circunstancias esto
puede cambiar tornándose patógena oportunista; un ejemplo de estas
circunstancias son: estrés, inmunocomprometidos o en recién
nacidos.

Los tratamientos con antibióticos de amplio espectro también causan una


reducción drástica de la flora normal y como consecuencia el huésped puede,
quizás, ser infectado por patógenos nuevos o por crecimiento excesivo de
organismos presentes normalmente en número pequeño. Otro ejemplo la acción
antiséptica de algunos productos de limpieza (como jabones).
•La flora normal se adquiere con rapidez durante y poco después del nacimiento y
cambia de forma continua durante el crecimiento (edad), con el tipo de nutrición y
el medio ambiente del individuo.
Por ejemplo, los lactantes alimentados al pecho tienen estreptococos y lactobacilos
en su tracto gastrointestinal, mientras que los alimentados con biberón muestran
una variedad mucho mayor de organismos.

FUNCIONES DE LA FLORA NORMAL:


• Previene la colonización de otras bacterias potencialmente patógenas: liberan
factores con actividad antibacteriana (bacteriocinas, colicinas), así como
productos de desecho metabólicos que junto con la falta de oxígeno disponible
impiden el establecimiento de otras especies. Por ejemplo, los lactobacilos
mantienen un medio de pH ácido que suprime el crecimiento de otros
organismos (vagina).
• Las bacterias intestinales liberan también ciertos factores que pueden tener
algún valor metabólico para el huésped; además producen vitaminas B y K en
cantidades suficientes para complementar una dieta deficiente. Además se cree
que la estimulación antigénica proporcionada por la flora tiene importancia para
asegurar el desarrollo normal del sistema inmunitario.
PROBLEMAS OCASIONADOS POR LA FLORA NORMAL
Existe un riesgo potencial de diseminación hacia zonas normalmente estériles del
cuerpo, lo cual puede suceder bajo diversas circunstancias, por ejemplo, cuando se
perfora el intestino o se produce una herida cutánea, durante la extracción de un
diente (los Streptococcus viridans pueden entrar al torrente sanguíneo) o cuando
Escherichia coli provenientes de la piel perianal, ascienden por la uretra y causan
infección del tracto urinario.
NOTA: El crecimiento excesivo de la flora normal puede producirse cuando varía la
composición de la misma, varía el medio ambiente o el sistema inmune se hace
ineficaz.
LOCALIZACIÓN DE LA FLORA NORMAL
MICROORGANISMOS NATURALES DE LA PIEL :
Aunque la piel está expuesta al contacto con un gran número de microorganismos,
la mayoría de ellos no puede crecer sobre ella debido a la sequedad y a la baja
actividad de agua (aw) de las secreciones de sudor, ya que ésta se relaciona con las
glándulas sudoriparas; es decir están determinados por el grado de humedad
disponible. A mayor humedad, mayor flora.
Las distintas zonas de la piel soportan floras distintas, son generalmente Gram-
positivos : (Staphylococcus epidermidis (90 % del total de gérmenes aerobios de la
piel). Staphylococcus aureus (presente en cara y manos de “portadores nasales”
de dicho germen.) Propionibacterium en folículos pilosos, glándulas sebáceas y
sudoríparas, Streptococcus, Bacillus que son, además, más resistentes a agentes
antisépticos.
En menor proporción se encuentran Gram-negativos (Pseudomonas) y bacterias
entéricas. También pueden encontrarse algunas levaduras y hongos productores
de tiña.
*Los Staphilococcus y el Propionibacterium producen ácidos grasos que inhiben el
crecimiento de los hongos y otros microorganismos (acné).
ZONAS DE LA PIEL CON MAYOR FLORA:
Cuero cabelludo, cara y oído. Axilas. Regiones urinarias y anal. Plantas y espacios
interdigitales de los pies.
FLORA NORMAL DE LAS MANOS:
Está compuesta por microorganismos transitorios y microorganismos residentes.
Al primer grupo pertenece la mayoría de los microorganismos patógenos. Se trata
de microorganismos que se quedan en nuestra piel
durante poco tiempo y son fácilmente eliminados por
lavado. Llegan a nosotros a través del contacto con material o instrumental
contaminado.
Los microorganismos residentes son habitantes
habituales de la piel y, en general, son de baja virulencia
por lo que no suelen ser peligrosos. Es más difícil
eliminarlos por lavado. Incluyen diferentes tipos de
estafilococos, corinebacterias y coliformes.
En ciertas ocasiones es necesario eliminar ambos tipos de flora normal
(operaciones quirúrgicas, tratamiento de pacientes con inmunodepresiones
severas). Para la limpieza de las manos del personal sanitario es necesario
usar jabones antisépticos y jabones de arrastre
MICROBIOTA DE LA LECHE HUMANA
La leche materna es una fuente importante de bacterias comensales, mutualistas o
probióticas para el intestino infantil. Entre las bacterias predominantes destacan
diversas especies de estafilococos, estreptococos y lactobacilos. El contenido de
microorganismos en la leche materna es muy reducido y eso explica el hecho de
que la microbiota intestinal de los lactantes tiene poca diversidad y que esta
aumente con el inicio del destete

CONCEPTOS DE ALIMENTOS PREBIÓTICOS Y PROBIÓTICOS.


Se denominan probióticos aquellos alimentos que contienen bacterias cuya
presencia en el intestino es beneficiosa porque favorecen la digestión de alimentos
y eliminan competidores. La ingesta de ciertas bacterias como Lactobacillus y
Bifidobacterium tiene efectos particularmente favorables para la salud.
Se denominan alimentos prebióticos aquellos que estimulan el desarrollo de las
poblaciones bacterianas intestinales beneficiosas. Normalmente estos alimentos
contienen azúcares complejos que no son digeridos en la parte superior del
intestino y llegan a la región del colon donde alimentan estos tipos de bacterias.
MICROORGANISMOS DE VIAS RESPIRATORIAS:
Los microorganismos habituales del tracto respiratorio superior son Streptococcus,
Neisseria, Staphylococcus, Haemophilus, Bacteroides y Fusobacterium. En esta
región se encuentran adenovirus y herpesvirus.
El tracto respiratorio inferior (pulmones), por el contrario, no tiene ninguna flora
asociada normal porque los microorganismos que llegan allí son rápidamente
eliminados por los sistemas de fagocitos del huésped.
AREAS GENERALMENTE ESTÉRILES. La laringe, la tráquea, los bronquios, los
bronquíolos, los alvéolos y los senos accesorios de la cara son habitualmente
estériles. La contaminación por algún microorganismo es ocasional, pero los
mecanismos de defensa se encargan de eliminarlos eficientemente.
MICROORGANISMOS DE LA CAVIDAD ORAL
En la boca se desarrollan muchos microorganismos (se llega a niveles de 1010 por
gramo en el sarro).
Hay estreptococos que son parte de la flora habitual tanto de los dientes como de
la saliva, una gran cantidad de bacterias anaerobias estrictas y especies de los
grupos de neiserias, estafilococos e, incluso, Vibrio. También se encuentran
herpesvirus .
En la boca se desarrollan muchos microorganismos (se llega a niveles de 1010
gramo en el sarro). La superficie de los dientes y los surcos gingivales contienen un
gran número de bacterias anaerobias facultativas y estrictas.
Hay Streptococcus del grupo viridans) que es el agente productor de la caries
dental, especies de los grupos de neiserias, estafilococos. También se encuentran
herpesvirus .
La presencia de elevados números de microorganismos anaerobios estrictos se
debe a la alta tasa metabólica que tiene lugar en la boca, lo que genera los
ambientes anaerobios necesarios para estos microorganismos.
El cepillado sólo produce una alteración temporal de las floras habituales de la
boca.
MICROORGANISMOS DEL TRACTO GASTROINTESTINAL
Muchos microorganismos bucales son arrastrados hacia el interior del tracto
gastrointestinal.
El bajo pH del estómago elimina la mayoría de ellos; pero el intestino, con la
temperatura y el aporte de nutrientes constante es una ambiente muy favorable
para el desarrollo de altas poblaciones microbianas: por encima de 109 bacterias
por gramo pertenecientes a más de 500 especies diferentes.
La mayoría de los microorganismos se encuentran en el intestino grueso.
Aproximadamente el 99% de la flora intestinal de un adulto lo forman bacterias
anaerobias estrictas (Bacteroides, Fusobacterium Clostridium) y bacterias lácticas
(Streptococcus, Lactobacillus); las bacterias anaerobias facultativas
(enterobacterias) sólo representan el 1% (Escherichia, Proteus, Klebsiella).
Hay una presencia importante de enterovirus, rotavirus, adenovirus y herpesvirus
localizados en el intestino grueso.
La flora intestinal es esencial para el desarrollo correcto del sistema inmune
intestinal.
AREAS GENERALMENTE ESTÉRILES:
Aunque el estómago y el esófago se contaminan con bacterias cada vez que se
ingiere alimento, la población bacteriana no sobrevive bien en estas dos áreas . De
igual manera, el intestino delgado (excepto el íleon distal),el hígado y la vesícula
están libres de bacterias o sólo las albergan transitoriamente. Lo mismo ocurre con
el peritoneo. La presencia de microorganismos en estos sitios se debe a
enfermedades subyacentes, como carcinoma o bien alcanzan estos sitios después
de una ruptura del intestino grueso.
MICROORGANISMOS DE VIAS GENITOURINARIAS :
La mayor parte del tracto genitourinario (desde los riñones a la vejiga) están libres de microorganismos y no
hay flora normal asociada. Sin embargo, sí hay flora normal asociada en las regiones genitales externas
masculinas y femeninas.
FLORA DE LA VAGINA: Debido a su amplia superficie, a la cantidad de sus secreciones y a su pH ácido, la
vagina es un nicho muy rico en flora normal formada por especies de Streptococcus, Lactobacillus,
Bacteroides y Clostridium. También se encuentran hongos (levaduras) del género Candida e incluso
protozoos del género Trichomonas.
Experimenta cambios en su flora con la edad:
Antes de la pubertad predominan Staphylococcus, Streptococcus, Difteroides y Escherichia coli.
Luego de la pubertad predomina el Lactobacillus aerophillus, y la fermentación del glucógeno por esa
bacteria, es responsable del mantenimiento de una pH ácido, lo que evita el crecimiento excesivo de otros
organismos vaginales.
La población microbiana de la vagina está muy equilibrada de manera que si se producen alteraciones en
ella ciertos microorganismos que la componen (Candida, Trichomonas) pueden comportarse como
patógenos oportunistas y dar lugar a infecciones (vaginitis) o intoxicaciones (choque tóxico por
estafilococos). La población normal vaginal cambia durante el embarazo.

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