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CARACTERÍSTICAS DE LA

COMUNIDAD RELIGIOSA
La comunidad
religiosa vive las obras
de la misericordia
Visitar a los enfermos:
 ¿te has preocupado de los enfermos de tu comunidad?
 ¿sabes quién está enfermo o enferma en tu comunidad?
 Visitas liberadoras, transformadoras.
 Visitas oportunas para narrar historias amplias, historias
integradoras e implicadoras.
Dar de comer al hambriento. Dar de beber al sediento: otras sedes,
• Entre ellas: ser escuchados, como: de justicia, de paz, de perdón, de
apreciados, respetados, misericordia. ¿has sido instrumento de

valorados en sus trabajos, en paz, de justicia en tu comunidad?

sus quehaceres cotidianos y Dar posada al peregrino: ¿has hecho

profesionales sentir en casa a tus hermanas, hermanos

• ¿has cumplido con ello? o has cooperado para que ellos entren y
salgan de la casa como en un hotel?
• ¿conoces a tus hermanos y
hermanas de comunidad?
Vestir al desnudo:
 Estar desnudo es estar desprotegido, sin amparo,
calumniado:
 ¿has vestido o has cooperado a desnudar a tus
hermanos y hermanas?
 No olvides al Evangelio que suene a nuestros
oídos: “estuve desnudo y nos me has vestido”…
 “lo que dejaste de hacer con esos pequeños,
conmigo lo has hecho” (Mt 25, 35. 40).
Visitar a los presos:
 No solo los que están en las cárceles físicas de nuestros pueblos, sino a
aquellos hermanos, hermanas que aun teniendo la libertad viven
encarcelados:
 Presos de venganza, de odio, de violencia, de fobias.
 ¿los has visitado para que salgan de aquella prisión y barrotes
deshumanizadores?
 ¿has sido capaz de escuchar sus gritos, de ver su dolor, de conocer quién los
hace sufrir; te has puesto en su lugar y por lo tanto, has fomentado la
liberación? (Ex 3, 7 – 10 – versos Sal 115, 4 – 8).
Enterrar los difuntos:
 Cuantos signo de muerte conviven con nosotros en la vida de la
comunidad: violencia, mal trato físico, psicológico, sufrimientos,
rencores, chisme, calumnia.
 ¿Has enterrado todo lo dicho o aún los mantienes presentes?
 Les recomiendo meditar a través de la lectio divina el texto
evangélico que habla del “hijo de la viuda de Naím” (Lc 7, 11 – 17).
Obras de misericordia espirituales:
1) Enseñar al que no sabe:
2) Dar buen consejo al que lo necesita:
3) Corregir al que se equivoca:
4) Perdonar al que nos ofende:
5) Consolar al triste:
6) Sufrir con paciencia los defectos del prójimo:
7) Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos:
La comunidad religiosa es acogedora  Significa que los que integran una comunidad religiosa son personas
adultas, capaces de aceptarse, de acogerse y de respetarse
mutuamente / Tienen opción por Dios, por un carisma.
 Así como yo, el otro, la otra también desea lo mismo, porque
también al igual que yo es otro ser humano de deseos, necesitado
de reconocimientos y con muchas hambres.
 Así como nosotros, los otros miembros tienen en si muchos
talentos y dones y limitaciones humanas.
 Cada uno es diferente de los otros y de las otras.
ANTIPATÍAS
Dos grandes  El problema se origina cuando comenzamos a
peligros en la confrontarnos con lo diferente que existe en el
comunidad, dos otro, en la otra.

posibilidades que  La reacción humana ante esas diferencias del otro

destruyen la vida o de la otra, es asustadora.

comunitaria:  El otro de repente se torna en una amenaza para

1) las “antipatías” nosotros (enemigo, enemiga), esa persona


diferente nos cuestiona, quedamos inseguros con
2) las “simpatías”.
su manera diferente de ser, de actuar y de pensar.
 Ese otro/ otra sentimos que no nos entiende, que nos bloquea, que ahoga
nuestro impulso de vida y de libertad.
 Emerge el odio, el rechazo (ojalá no existiera).
 Sería otro sin su presencia, quizá más creativo, más creativa, sería más
feliz e incluso más misionero, más misionera.
 Si tenemos la paciencia de contemplar lo diferente en el otro, veremos
que no solo nos amenaza, también nos enriquece y complementa
nuestras propias limitaciones.
 A veces para eliminar el don, el talento, lo diferente en el otro, apelamos
a alternativas no evangélicas:
 Chisme, rivalidad, juzgar, humillarlo, hacerlo sentir menos ante la
comunidad, en el fondo envidiando lo diferente que existe en el otro y
que gustaríamos de tener.
 Leer (Ga. 5, 13 – 26).
El camino de la liberación es:
 En primer lugar, admitir que nos sentimos
amenazados por lo diferente que existe en el otro en
la otra.
 El segundo paso es, en un espíritu de oración, buscar
confrontarnos, o enfrentarnos con las situaciones de
sentirnos amenazados, para descubrir que eso no
tiene ningún fundamento.
LAS SIMPATÍAS
 Es el momento positivo y gratificante de la presencia de otro, de la otra y
de Otro (Dios).
 Es una presencia que da seguridad y que sintoniza con el propio yo y con
los propios proyectos y deseos.
 La presencia de un “tú” llena la vida, es una presencia amiga, que
responde a una cierta necesidad de afecto, hace ver lo bonito que es
compartir la misma vida y vivirla en comunión, en la que uno es
reconocido y acogido.
 El religioso, la religiosa que quiere vivir su bautismo con radicalidad,
tiene el compromiso de discernir sus amistades dentro de la misma
comunidad.
 Las falsas amistades se alagan así mismos, se presentan como los únicos
que pueden cambiar la comunidad.
 En una comunidad religiosa no deben haber solo amigos, amigas, caso
contrario estamos creando un club.
 Una CR no es comunidad hasta que la mayoría de sus miembros hayan
decidido no quedarse en la sola amistad y abrirse a lo diferente.
 El mensaje de Jesús es claro: “en cambio a ustedes que me escuchan les digo:
amen a vuestros enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los
que les maldicen, recen por los que los injurian. Al que te pega en una mejía
preséntale la otra…” (Lc. 6, 27. 32).
 Los que critican a los otros y a la comunidad y buscan la comunidad ideal,
corren el peligro de huir del reconocimiento de sus propios defectos y
debilidades.
 En una comunidad no se persigue el tener gente perfecta, sino que esté
formada por personas unidas unas a otras, cada una compuesta de una
mezcla de bien y mal, de tiniebla y luz, de pecado y virtud.
LA COMUNIDAD RELIGIOSA ES UNA COMUNIDAD QUE PERDONA.

 Si los religiosos somos un grupo de personas imperfetas que


quieren ser perfectos.
 Si son un grupo de seres humanos normales que se saben
limitados, pero que han comenzado un proceso de ser perfectos
como el Padre (Mt 5, 48).
 Y siendo imperfectos, queriendo o no queriendo, consciente o
inconscientemente, vamos a ofendernos unos a los otros.
 A pesar de la confianza: hay siempre palabras que hieren, actitudes que
ponen en evidencia, situaciones donde se estrellan susceptibilidades.
 Ni Jesús escapó a esa realidad (comunidad Apostólica).
 En la C A peleaban entre sí, había competición, había infidelidad, uno
negó a Cristo por tres veces y sin embargo Jesús no le echa en cara su
traición, más al contrario le pregunta por tres veces ¿me amas?
 Otro lo traicionó, olvidó pronto el frescor del agua que le caía por los
pies.
 Había problemas espirituales y humanos entre ellos.
• ANTE ESTA REALIDAD HUMANA Y ESPIRITUAL HAY DOS CAMINOS A
ESCOGER.
• Uno es el encerramiento ante mi hermano flaco, frágil, quizá enfermo o
enferma (ver desde lo subjetivo).
• No querer ver desde la objetividad, sino desde los prejuicios, desde la
condenación hasta acabarlo, hasta poner fin su evolución.
• Otro camino, es la opción por el perdón, solo un perdón auténtico y cristiano
puede liberarnos de nuestros resentimientos y de nuestro pasado.
• Solo el deseo de querer perdonar puede liberar a aquel que nos ofendió.
• Debe haber un momento fuerte para aceptar nuestra realidad
humana, que nadie es capaz de mudar de un día para el otro.
• Celebraciones que nos permitan descubrir, que el Padre envió a su
Hijo único, no para juzgar, ni para condenar, sino para sanarnos,
salvarnos y guiarnos por los caminos del amor.
• Que descubramos que ha venido a perdonarnos y solo porque nos
ama.
• Hay esperanzas, hay posibilidad de amar y de perdonar al otro.
LA COMUNIDAD RELIGIOSA ES UNA COMUNIDAD DE CONVERSIÓN

 “Conversión para la misión”.


 Se trata no solo de cambiar estructuras físicas, sino el cambio del corazón,
metanoia de cada uno y de la comunidad.
 Muchos estamos más que convencidos que los que deben de cambiar son
los otros, pero, el cambio es de uno mismo.
 Cuando te vean cambiar, entonces los demás dirán: ¡por qué cambió!
 Ya que somos por naturaleza imperfectos, la comunidad religiosa debe
evangélicamente asumir una vida constante de conversión.
 En todos nosotros hay una parte que ya está iluminada, convertida.
 Hay también otra, aún en tinieblas.
 En la comunidad existimos personas psicológicamente muy heridas, que
arrastramos verdaderas represiones y nerviosismos profundos, complejos.
 Muchos estamos llamados a vivir con esas represiones y barreras.
 Dios también puede actuar por nosotros los más frágiles.
 Muchos tenemos que cargar con nuestro mal, pero debemos ser conscientes
y decir con Pablo, “cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Cor 12, 9 – 10).
 La comunidad adulta en la fe debe acogernos con paz.
 La comunidad necesita de medios para poder honestamente vivir
esa conversión.
 Medios como la vida de oración, momentos fuertes de silencio en la
comunidad, momentos de revisión de vida.
 Esa conversión incluye todo un proceso de eliminar las resistencias
para vivir más proféticamente el primado del absoluto y dejar todos
nuestros falsos dioses .
LA COMUNIDAD VIVE LA GRATUIDAD DEL AMOR DE DIOS

• La comunidad religiosa tiene por finalidad ofrecer medios para que sus miembros
puedan experimentar el amor de Dios en sus vidas y medios para responder a ese
amor.
• Esa comunidad necesita ofrecer momentos de encuentro comunitario con Dios.
• La liturgia para celebrar ese amor en el proceso de salvación en el cual y por
medio del cual Dios actúa en la comunidad.
• Es una comunidad que vive en su propia piel la misericordia y providencia
• una comunidad que vive la gratitud de una manera profética y litúrgica.

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