CRISIS DEL SIGLO XVII EN EUROPA

INTRODUCCIÓN
Si piensan algunos que la crisis del siglo XIV estuvo centrada en la peste
negra, en la del siglo XVII la llegada del metal precioso americano a
Europa, que causó la inflación de precios y una crisis general en los
contextos económicos, se debe considerar que esta llegada del metal
precioso fue uno de los tantos elementos que convergieron para
producir tal crisis.

ASPECTOS GENERALES:
Se inicia en las últimas décadas del siglo XVI, y 1660 es la etapa aguda.
Hay que considerar que implica también factores positivos: se
consolidan Inglaterra y Holanda y se hunde España.
Es una crisis de antiguo tipo, general, cíclica, global y de crecimiento.
CUADRO GENERAL
Se manifiesta con la llamada revolución de los precios, que había
precedido a los más grandes volúmenes del metal precioso de
América.
Concluyó con las expresiones dramáticas de las agitaciones políticas
entre 1640 y 1650, siendo el 1648 el de impacto más negativo.
El Mediterráneo perdió su primacía económica y es reemplazado por el
Mar del Norte como escenario de grandes transacciones, producción y
acumulación de capital.
Se va a consolidar orgánica y definitivamente las estructuras
capitalistas que sentarán las bases de un capitalismo industrial y se da
codiciones para sustentar un Estado aristocrático y absolutista, que
llevará al estallido de las revoluciones burguesas en pos del poder
político. Aquí las bases de los procesos de la Revolución Industrial y la
Revolución Francesa.
ANTECEDENTES

Vinculados a aspectos económicos, son perturbadores y

desencadenantes:

El sistema monetario y su evolución desde mediados del XVI, con

tres tipos de monedas en circulación simultánea, que exige control
y estabilización, y un régimen de equivalencias para la masa
monetaria circulante y al rol del Estado en la acuñación y
circulación. Monedas de oro, de plata y de baja ley que hacía que
había que definir las proporciones en las aleaciones.

Los indicadores demográficos: Manifiestan una situación de

estabilización y decrecimiento por la peste frecuente, la guerra y el
hambre, que azotaban todas las regiones y, además, otros factores
como los climáticos, políticos y comunicaciones. La esperanza de
vida de los varones era 30 años promedio.
La producción agrícola: Estancamiento en la expansión
agrícola evidente en las áreas mediterráneas e imperceptible
en Inglaterra y los Países Bajos.
Abandono de tierras y conversión en pastizales.
Cambio de la producción de alimentos a una producción de
plantas “industriales”. Esto fuerza a un alza de precios de los
productos agrícolas y no agrícolas.

La situación climática: “pequeña edad del hielo”.

Un nuevo proceso de enfriamiento hace que en todo el
mundo los hielos avancen bajo la forma de glaciares en las
montañas e icebergs en las zonas de navegación más
septentrionales.
La deuda pública: los Estados modernos están endeudados con la
banca genovesa y portuguesa, debido a la creciente burocracia y a los
gastos militares ya sea para defender sus territorios o por proyectos de
expansión en sus periferias.
Las costosas guerras de religión.
España enfrentada a Inglaterra y a Francia, a piratas y turcos en el
mediterráneo, a protestantes en Alemania y los Países Bajos y a
peligros en sus colonias.
La guerra era una empresa muy cara y los rendimientos bajos de la
tributación pusieron a los Estados en situación crítica.

Competencia entre mercados: fenómeno que compromete a España,

producto de un crecimiento desarticulado e irregular.
Incapacidad del aparato productivo no agrícola de satisfacer al
mercado metropolitano y a sus colonias, que tenían mayor poder
adquisitivo, lo que impulsaba el alza de precios en España, cuando las
condiciones de transporte de mercaderías era favorable.
PRINCIPALES MANIFESTACIONES

Depresión comercial: debido a la depresión de las rutas, de la

plata que comunicaba Perú y México con España y la de las
especias (Insulindia) con los principales puertos europeos.
Caída de la producción de las minas en el primer caso y en el
segundo exceso de stocks. Estas rutas afectaron también a las
regionales.
Mientras Holanda e Inglaterra con nuevas técnicas
comerciales, con estructuras sociales nuevas, reducción de
costos, embarcaciones adecuadas, manejo de empresas
pequeñas y efectivas, invirtieron la tendencia.
Depresión agrícola: Europa sigue siendo rural, por lo cual el estado
de la economía del campo sigue siendo fundamental para la marcha
del proceso económico. Esta producción abastecía a la ciudad y al
campo. El rendimiento de los campos era limitado, quedando al
agricultor solo la posibilidad de sobrevivir. Y se requería gran
inversión. Pero la producción para exportación de granos del Báltico
siguió creciendo y transportándose al Mar del Norte.
Depresión o estancamiento de los precios: Caída de los precios de
los productos agrícolas que influye en el sector no agrícola.
Tendencia a la caída de los precios de los productos manufacturados.
Rigidez en los salarios.
Los precios de los productos caen debido a que los productores y
mercaderes no contaron con soporte financiero.
Disminución de los depósitos en los bancos no permitió refinanciar
pagos a un sector industrial necesitado de nuevos capitales.
La pérdidad del poder adquisitivo de la población hizo que priorizara
sus compras en el sector rural frente a la producción manufacturera.
Definición de políticas económicas: Los individuos como los estados
toman conciencia de la crisis.
Las monarquías definen políticas económicas para frenar la crisis.
Emerge el mercantilismo con tres acciones fundamentales:

a) Dar unidad económica al país porque subsistían exceso de

aduanas internas y tributos locales.
b) Consolidar la presencia del Estado en la actividad comercial e
industrial, monopolizando el comercio de la sal, las armas, etc.
c) Propiciar medidas proteccionistas para impedir la salida de
riquezas del país, que aplicado de modo inflexible causó
problemas. Aquellos Estados que la aplicaron de manera flexible
alcanzaron el éxito.
CONSECUENCIAS
Cambio definitivo del centro económico de Europa: se desplaza del
Mediterráneo al Mar del Norte y beneficia a Holanda y a Inglaterra
con sus econmías dinámicas y sus estructuras sociales y políticas
permeables a los cambios.
En Inglaterra y Holanda la agricultura siguió siendo punto
importante de atención e inversión, base para desarrollo en la
industria y las finanzas.
Creciente poder del Estado: interviene en los procesos económicos
y se va definiendo un Estado en vías de ser absoluto, acentuándose
el poder del rey, conductor de la monarquía.
Creciente inversión en la tierra, contexto menos inestable en época
de crisis.
La posesión de tierras significó nuevamente oder e influencia, con
lo que los mayores propietarios de tierras, los aristócratas,
volvieron a tener una imagen modélica en la sociedad, desplazando
a la alta burguesía afectada por la crisis.
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