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“Formando lideres

OBJETIVOS
:
•Analizar la obra redentora de Cristo como
fuen-te de, salvación, liberación y sanidad
física y es-piritual.

•Analizar las consecuencias de la falta de


per-dón y la necesidad de la sanidad
interior.
•Perdonar y ser liberado de resentimientos
y car-gas de opresión provocadas por
heridas emocio-nales.
Génesis 3:15. Y pondré
enemistad entre ti y la mu-
jer, y entre tu simiente y la
simiente suya; ésta te heri-
rá en la cabeza, y tú le he-
rirás en el calcañar.

El deseo del enemigo es he-


rir a las personas de todas
las formas y en todas las
etapas de su vida. El lo in-
tentó con el Señor Jesucris-
to y lo intenta con cada uno
de nosotros día tras día, sin
descansar.
Lucas 4:18. El
Espí-ritu del Señor
está sobre mí, Por
cuan-to me ha
ungido pa-ra dar
buenas nue-vas a
los pobres; Me ha
enviado a sanar a
los quebrantados
de corazón; A
pregonar libertad
a los cauti-vos, Y
vista a los cie-gos;
A poner en li-
bertad a los
Isaías 53:4. Ciertamente
llevó él nuestras
enfermeda-des, y sufrió
nuestros dolo-res; y
nosotros le tuvimos por
azotado, por herido de
Dios y abatido. Mas él
herido fue por nuestras
rebeliones, mo-lido por
nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz
fue sobre él, y por su
llaga fui-mos nosotros
curados. To-dos nosotros
nos descarria-mos como
ovejas, cada cual se
JESÚS PAGÓ
POR COMPLETO.

La obra
redentora de
Cristo incluye:
salvación,
liberación,
sanidad interior
y sanidad física.
La obra de Jesús en la cruz del Calvario
ofrece mucho más que el perdón de
pecados; también ofrece el pago por
completo del ser integral: es-píritu, alma y
cuerpo.
2 Corintios 5:17. De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasa-ron; he aquí todas son hechas
nuevas.
Colosenses 2:6. Por tanto, de la manera
que ha-béis recibido al Señor Jesucristo,
andad en él; a-rraigados y sobreedificados
en él, y confirmados en la fe, así como
habéis sido enseñados, abun-dando en
acciones de gracias.
¿En qué parte de su ser total fue hecho
nuevo?
Fue en el espíritu; el alma y el cuerpo siguen
siendo los mismos.

Después que recibió a Jesús, ¿Ha tenido los


mismos malos pensamientos que antes? ¿Se
ha airado? ¿Ha pecado contra Dios?. Claro que
sí. Pero El Espíritu Santo comienza a sanarle. El
tiempo no borra las he-ridas, las heridas no se
sanan por sí solas, hay que pasar por el
proceso de sanidad interior, la Palabra de Dios
y la unción del Espíritu Santo nos hace libres.
Cada área a liberar va a requerir enfrentar o
ver una verdad, la cual siempre trae dolor,
¿Qué es sanidad
interior?
Es el proceso mediante el cual una persona
es liberada y sanada de heridas y de
traumas del pasado producidas por otras
personas o hechos.

Es confesar y ser sanado de heridas


Esto implica una transformación y una renovación de
nuestra alma, voluntad, emociones y mente por medio
de la Palabra de Dios y del Espíritu Santo.
¿Porqué los creyentes necesitan
sanidad interior?

Hay muchos creyentes que han nacido de


nuevo, iran al cielo, son hijos de Dios y el
Espíritu Santo vive en ellos. Sin embargo,
siguen atados al pa-sado y a las heridas
recibidas; continúan atados a vicios y son
víctimas de la depresión, dejándose
dominar por sentimientos de rechazo,
complejos de inferioridad, ataduras
sexuales, temores, inse-guridades, y
además arrastran maldiciones gene-
racionales; por esa razón necesitan recibir
¿Qué es perdonar?

Es liberar o dejar ir a una persona que nos ha


ofendido. Es soltar a la persona que nos causó
daño, es cancelar una deuda pendiente que
alguien tiene con uno; es to-mar la decisión de
perdonar como un acto de voluntad y no basado
El perdón
no es una
alternativ
a, sino un
mandato
del
Señor.

Mateo 6:14. Porque si perdonáis a los hombres sus


ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Pa-
dre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus
ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras
ofensas.
¿Por qué? Porque cuando no
perdonamos a otros estamos negando
lo que tenemos en común como
pecadores necesitados del per-dón de
Dios. El perdón de Dios no es el re-
sultado directo de nuestro acto
perdonador hacia notros, sino que está
basado en nues-tro entendimiento del
significado del perdón. Es fácil pedir a
Dios su perdón, pero es difícil darlo a
otros. Cuando pidamos a Dios que nos
perdone, debemos preguntarnos: «¿He
perdonado a las personas que me han
heri-do o agraviado?»
Efesios 4:32. Antes sed benignos unos con
otros, misericordiosos, perdonándoos unos a
otros, co-mo Dios también os perdonó a
vosotros en Cris-to.

Presupone tres cosas: (1) que el hombre


ha peca-do; es decir, ha infringido la Ley
divina; (2) que ha reconocido su falta y está
arrepentido (3) que Dios, en su amor y en su
gracia, ha remitido la culpa y ha puesto el
medio para que el hombre reciba el per-dón.
El perdón viene a ser, entonces, la fuerza po-
derosa que remueve el obstáculo espiritual y
hace posible que la criatura humana se
reconcilie y res-tablezca su amistad con Dios.
La falta de per-
dón es una
puer-ta abierta
al ene-migo
para des-truir
nuestra vida
espiritual,
emo-cional y
física.

Los creyentes
heridos, a su
vez, hieren a
otros.
Cada vez que alguien le
ofen-de o le hiere, le está
tendien-do una trampa o
una carnada del enemigo
para que se a-margue y
pierda su bendi-ción.
Debemos aprender a
cubrir las ofensas, y esto
se logra, por medio del
amor. El amor cubre
multitud de peca-dos.
Cuando se siente ofendido, no necesariamente el
pro-blema es la otra persona, sino usted mismo.
¿Cuál es la raíz de la ofensa?... La inseguridad y
la inmadurez. Es-to hace que los individuos se
ofendan fácilmente y todo lo tomen de forma
¿Qué no es perdonar?

•Esforzarse por olvidar.


•Negar la ofensa recibida.
•Pretender que el tiempo
borre lo ocurrido.
•Pretender ignorar lo que
pasó.
•Disculpar al ofensor.
•Decir te perdono, pero sin
hacerlo de todo corazón.
CONSECUENCIAS DE NO PERDONAR.
•Es desobediencia a Dios. (Col. 2:13-14)
•El enemigo toma ventaja en nuestra vida.
(1Cor.2:11)
•Nuestras oraciones son estorbadas. (Mat.11:25)
•Dios no recibe nuestras ofrendas. (Mat.5:23) Por
ende esto se torna en oposición a nuestra
prosperidad.
•Dios nos entregará a los verdugos (demonios).
(Mat:18:35)
•La fe, la esperanza y el amor son anulada.
•Dios no nos perdona. (Mat.11:25)
Niveles de consecuencias si no
perdonamos.

La falta de perdón nos lleva al resentimiento.


Éste, a su vez, nos lleva a las raíces de amargura
y al odio, produ-ciendo una cauterización de la
Dios perdona y olvida. Pero nosotros los humanos
no tenemos esa capacidad; por esa razón Dios
tiene que lidiar con nuestro corazón. Si podemos
recordar con paz, significa que ya hemos
perdonado.
Salmo 103:3-5. El es
quien perdona todas
tus iniquidades, El que
sana todas tus
dolencias; El que
rescata del hoyo tu
vida, El que te corona
de favores y
misericordias; El que
sacia de bien tu boca
PASOS PARA PERDONAR.

1.Tome una decisión de perdonar con


todo su corazón.
2.Haga una lista de personas y cosas
que lo han herido durante toda su
vida.
3.Arrepiéntase por guardar esta falta de
perdón en su corazón y por el pecado
de juicio.
4.Exprese su perdón en forma verbal.
5.Renuncie a todo espíritu de
Confiese su perdón a cada una de las
personas, especificando las razones por las
cuales tiene que perdonarlos.
Usted puede y debe perdonar. Hágalo
repitiendo en voz alta y con todo su
corazón:
Señor: Yo perdono a )nombre de la
persona). Le perdono por: (nombre todas
las heridas y el dolor que le causaron y
cómo le hicieron sentirse).
Después de haber perdonado a cada
persona, por cada recuerdo doloroso, por
cada herida recibida entonces termine con
ORACIÓN

Señor: yo te entrego a todas estas personas y mi dere-


cho a buscar venganza contra ellos. Opto por no afe-
rrarme a mi amargura ni a mi enojo. Te pido, Espíritu
Santo, que sanes mis emociones dañadas. Te lo pido
en el nombre de Jesús. ¡Amén!
Muchas
Gracias
Por Su

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