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Devoción
San Luis María Grignion de
Montfort
Las grandezas de María
Pobreza y humillación
Obra maestra del Altísimo. Él se la
reservó para Sí.
Es el descanso de la Trinidad
El mundo es incapaz de conocerla
“Todavía no ha sido María bastante
alabada, ensalzada, honrada, amada y
servida. Todavía merece más
alabanzas, más respeto, más amor y
más obsequios.”
Capítulo I
Necesidad de la
devoción a la
Santísima Virgen
Principios
Recordar siempre: María comparada con la infinita Majestad es menos
que un átomo, o más bien, es nada.
Verdades
fundamentales sobre
la devoción a la
Santísima Virgen
Jesucristo, último fin de la
devoción a la Santísima
Madre
Si establecemos la sólida devoción a
la Santísima Virgen es sólo para
establecer más perfectamente la de
Jesucristo, y para ofrecer un medio
fácil y seguro de hallarse.
“Vos, Señor, estáis siempre con
María, y María está con Vos y no
puede estar sin vos”.
Pertenecemos a Jesús y a
María en calidad de
esclavos
No somos nuestros dueños, Cristo nos compró
con su sangre.
Tres clases de esclavitudes:
– Natural: las criaturas
– Forzada: demonios y condenados
– Voluntaria: justos y santos
El esclavo lo da todo y no pide nada
Nada hay que haga pertenecer más a otros que
la esclavitud.
El bautismo nos hizo esclavos de Cristo.
Es necesario vaciarnos de lo
malo que hay en nosotros
“Es, por tanto, de gran importancia para alcanzar
la perfección, vaciarnos de lo malo que hay en
nosotros. De otra suerte, nuestro Señor, que es
infinitamente puro y detesta infinitamente la
menor mancha en el alma, nos rechazará de su
presencia y no se unirá a nosotros.”
Para vaciarnos de los malo:
– conocer nuestras debilidades;
– morir cada día a nosotros mismos; y,
– entre todas las devociones debemos escoger la que más
lleve a esta muerte.
Necesitamos un mediador
para con el Mediador
“Es más perfecto, porque es más humilde, no
acercarnos a Dios por nosotros mismos, sin
tomar un mediador.”
María es la más capaz de desempeñar este
oficio por caridad, por Ella vino Cristo a
nosotros, por Ella debemos nosotros ir a Él.
“Su Hijo siempre está vencido por los pechos,
por las entrañas y por los ruegos de su
queridísima Madre.”
Muy difícil nos es conservar
la gracia y los tesoros de
Dios
Lo tenemos en vasos de barros (2Co 4:7)
Los demonios nos quieren sorprender, robar
y despojarnos. Acechan día y noche.
Confiar el tesoro a la Virgen poderosa y fiel
y Ella se lo guardará como su propio tesoro.
Es difícil perseverar en la gracia a causa de
la corrupción de mundo.
Capítulo III
Elección de la
verdadera devoción a
Nuestra Señora
Caracteres de la falsa y
verdadera devoción
FALSOS DEVOTOS VERDADEROS DEVOTOS
Devotos escrupulosos
Devotos críticos Devoción interior
Devotos exteriores Devoción tierna
Devotos presuntuosos Devoción santa
Devotos inconstantes Devoción constante
Devoción desinteresada
Devotos hipócritas
Devotos interesados.
Prácticas de la
verdadera devoción
Prácticas interiores
1- Honrarla con culto de hiperdulía
2- Meditar sus virtudes, privilegios y acciones
3- Contemplar sus grandezas
4- Rendirle actos de amor, de alabanza y de acción
de gracias
5- Invocarla de corazón
6- Ofrecerse y unirse a Ella
7- Hacer todas las acciones con intención de
agradarla
8- Comenzar, continuar y concluir todas sus obras
por Ella, en Ella y con Ella
Prácticas exteriores
1- Alistarse en sus cofradías y entrar en sus
congregaciones
2- Entrar en alguna orden religiosa instituida en su honor
3- Publicar sus alabanzas
4- Hacer obsequios, limosnas, ayunos y mortificaciones
5- Llevar consigo sus insignias: rosario, escapulario o
cadenillas
6- Rezar atenta, devota y modestamente el santo
Rosario. O la Coronilla (3 Pater y 12 Ave)...
Prácticas exteriores
7- Cantar y hacer cantar en su honor cánticos
espirituales
8- Hacerles cierto número de genuflexiones o
reverencias
9- Interesarse por sus cofradías, adornar sus
altares, coronar y embellecer sus imágenes
10- Llevar y hacer llevar sus imágenes
11- Hacer imágenes o grabar su nombre
12- Consagrarse a Ella de una manera
especial y solemne.
Estas prácticas deben
hacerse:
Con buena y recta intención de agradar sólo a
Dios.
Con atención, sin distracciones voluntarias.
Con devoción, sin precipitación ni negligencia.
Con modestia y compostura corporal,
respetuosa y edificante.
Naturaleza de la
perfecta devoción a la
Santísima Virgen,
perfecta consagración
a Jesucristo
“Toda nuestra perfección
consiste en estar conformes,
unidos y consagrados a
Jesucristo, la más perfecta
de todas las devociones es la
que más conforma, une y
consagra a Jesús. Y ésta es la
de su Madre. Cuanto más se
consagra un alma a María,
más se unirá con Cristo.”
Perfecta y entera consagración
de sí mismo a la Santísima
Virgen
Entregarse enteramente a María para
ser todo de Cristo por medio de Ella.
En la práctica debemos entregarle:
– nuestro cuerpo entero
– nuestra alma entera
– nuestros bienes exteriores
– nuestros bienes interiores y espirituales
• todo esto sin ninguna reserva
Perfecta renovación de las
promesas del Bautismo
El voto del Bautismo es el principal e
indispensable. Hay que renovarlo
Dificultades a resolver
Parece que nos hace incapaces de
socorrer a los nuestros, ya que Le
entregamos todo.
Si Le doy todo el valor de mis
acciones, ¿con qué méritos me
quedo para salvarme?
Capítulo V
E s u n c a m in o
F Á C I L C O R TP O E R F E S C E T GO U R
Esta devoción da gran
libertad interior
Cristo quita del alma todo escrúpulo
y todo tenor servil.
Ensancha el corazón.
Inspira un amor tierno y filial.
Esta devoción reporta
grandes bienes al prójimo
Todo se le ofrece a la Virgen para
que Ella disponga lo que mejor le
parece.
“Nuestras buenas obras, al pasar por
las manos de María, reciben un
aumento de pureza, de mérito y de
valor.”
Esta devoción es un
medio admirable de
perseverancia
“Por favor, recibid, os ruego, en depósito todo cuanto
“Por favor, recibid, os ruego, en depósito todo cuanto
poseo y conservádmelo con vuestra fidelidad y vuestro
poder. Si Vos me guardáis, nada perderé; si Vos me
sostenéis, no caeré; si Vos me protegéis, estaré
cubierto de mis enemigos.”
“...siendo la divina María la más noble y la más
generosa de todas la puras criaturas, jamás se deja
vencer en amor y liberalidad... Y por poco que se le de,
da Ella en retorno mucho... Y por consiguiente, si un
alma se da a Ella sin reserva, Ella se da a esta alma
sin reserva...”
Capítulo VI
Efectos maravillosos
que esta devoción
produce en el alma
que es fiel a ella
E F E C T O S
C o n
o c i m i e n t o Py a r t i c i p a c i ó n G e nr a c i a d e l p u r o G a r ma n o r c o n f i a n
d e s p r e c i o d e l a f e d e M a r í aE s c r i b a a q u í e l c Da ri og so y M a r í a
s í m i s m o
C o m u n i c a c i ó nT r d a es l n af ol mr m a a c i ó n d L e a l a m s a a y l om r a g s l o r i a
y d e l e s p í r i t u e d n e MM a a r r í ía a a i m a g e n d d e e CC r r i i s s t t o o
Capítulo VIII
Prácticas particulares
de esta devoción
Prácticas exteriores
1) Consagración después de los
ejercicios preparatorios: vaciarse del
espíritu del mundo y en 3 semanas
llenarse de Cristo por medio de María
Prácticas exteriores
1) Consagración después de los
ejercicios preparatorios:
– Primer semana: conocimiento de uno
mismo y contrición por los pecados.
Rezar las letanías del Espíritu Santo, el
Ave María Stella pidiéndole esta gracia.
También rezar las letanías a la
Santísima Virgen.
Prácticas exteriores
1) Consagración después de los
ejercicios preparatorios:
– Segunda semana: dedicar todas las
oraciones y obras del día a conocer a la
Santísima Virgen. Se le pedirá al Espíritu
Santo. Se rezará el Ave Maris Stella, las
letanías al Espíritu y el Rosario con esta
intención.
Prácticas exteriores
1) Consagración después de los
ejercicios preparatorios:
– Tercera semana: Conocer a Cristo. Rezar
la oración de San Agustín. Letanías al
Espíritu Santo y al Santo nombre de
Jesús y el Ave Maris Stella.
Oración de San Agustín
Tú eres Cristo, Padre mío santo, Dios
mío piadoso, Rey mío grande, Pastor
mío bueno, Maestro mío único, Ayuda
mía óptima, Amado mío hermosísimo,
Pan mío vivo, Sacerdote mío eterno,
Guía mío para la patria, Luz mía
verdadera, Dulzura mía santa, Camino
mío recto, Sabiduría mía preclara,
Simplicidad mía pura, Concordia mía
pacífica, Guarda mía segura, Heredad
mía rica, Salud mía eterna.
Oración de San Agustín
Cristo Jesús, amable Señor, ¿por qué amé yo,
por qué deseé en toda mi vida algo fuera de
Ti, Jesús, Dios mío? ¿En dónde estaba yo
cuando no pensaba en Ti? Desde este
momento, deseos míos todos, inflamados y
desbordados hacia el Señor Jesús; corred, que
bastante habéis tardado hasta ahora;
apresuraos a llegar a la meta; buscar a quien
buscáis. Jesús, quien no te ame sea anatema;
quien no te ame, el corazón le rebose de
amargura...
Oración de San Agustín
Oh dulce Jesús, que todo buen corazón,
dispuesto a alabarte, te ame, en Ti se
deleite, te admira. Dios de mi corazón y mi
heredad. Cristo Jesús, desfallezca el latir
de mi corazón, y vive Tú en mí;
enciéndase en mi alma la viva llama de tu
amor y crezca hasta ser fuego perfecto,
arda sin cesa en el altar de mi corazón,
hierva en mis entrañas y abrase lo íntimo
de mi alma, para que en el día de mi
consumación comparezca yo consumado
en tu presencia.
Al fin de las 3 semanas:
Confesarse;
Comulgar con la intención de entregarse a
Cristo como esclavos de María. Luego de la
comunión se recitará la fórmula de
consagración. Se firma dicha fórmula en el
altar.
Cada año, al menos una vez, el mismo día se
renovará la consagración. Haciendo las
mismas prácticas de las 3 semanas.
Todos los días se podrá renovar diciendo:
“Totus tuus ego sum et omnia mea tua
sum”.
Prácticas exteriores
1) Consagración después de los ejercicios
preparatorios.
6) Rezar el Magnificat.
Prácticas interiores
Todo se resumen en: “por María, con
María, en María y para María.”
POR María
Para dejarse gobernar por María:
– renunciar a su propio espíritu;
– entregarse al espíritu de María,
abandonarse en Ella.
– Renovar seguido el acto de
ofrecimiento, “...y cuanto uno más lo
haga, más pronto se santificará y más pronto
llegará a la unión con Jesucristo.”
CON María
En cada acción hay que actuar cómo
María actuó o actuaría. Para ello
meditar sobre las virtudes que
resaltaron en su vida:
– Fe viva;
– Humildad profunda; y,
– Pureza divina.
EN María
Esconderse y perderse en el interior
de María. Y esto para que:
– el alma se alimente con la leche de su
gracia y de su misericordia;
– se libre allí de sus perturbaciones,
temores y escrúpulos;
– esté a salvo de todos los enemigos.
PARA María
Y esto porque nos hemos entregado
todo.
No se puede estar ocioso. Hay que
emprender grandes obras, hay que
atraer al mundo a su servicio.
Capítulo IX
Modo de practicar
esta devoción al
comulgar
Antes de la comunión
Humíllate profundamente delante de
Dios
Renueva la consagración
Suplícale a la Virgen que te preste Su
corazón
Dile que todo lo que has hecho, es
poca cosa y que quieres ofrecerle, por
la comunión, el mismo regalo que Ella
hizo: su Hijo.
En la comunión
Dile a Dios Padre: “Domine, non sum
dignus.”
Dile a Dios Hijo: “Señor, no soy
digno”. Pero que te acercas a Él por
los méritos de Su Madre.
Dile a Dios Espíritu Santo: “Señor, no
soy digno”.
Después de la comunión
Recogido, introduce a Cristo en el corazón
de María, entrégaselo a su Madre.
En tu corazón Cristo mira a su Madre
Pide alguna gracias a Jesús en unión con
María.
Cuando más dejes a María obrar, Cristo
será más glorificado. Y esto ocurrirá cuanto
más te humilles
Fin de la presentación
del Tratado de la
Verdadera Devoción