You are on page 1of 2

Control de lectura 1 - La historia de las cosas y la historia del agua embotellada

Ante los hechos que nos presentan los videos (La historia de las cosas y la historia
del agua embotellada), me atrevo a establecer mi punto de vista dentro de un
enfoque más sistemático pues es ahí donde nosotros como humanidad
contribuimos a diario sin siquiera tener en cuenta que somos parte de él, explico
este pensamiento con un ejemplo más coloquial, vivimos dentro del sistema
porque somos parte de ese sistema y esté se sustenta de nuestra elección de
seguir con nuestras costumbres diarias sin darnos cuenta de todo lo que nos
afecta. Aunque parezca muy trillado, el cambio para cualquier situación que nos
afecte está dentro de nosotros mismos y en la colectividad de un pensamiento que
genere beneficios para esa misma colectividad y no solo para unos cuantos. Es
decir cada vez que consumimos algún producto estamos contribuyendo a que el
proceso económico y sus fases se activen o continúen mediante la explotación de
los factores productivos (tierra, trabajo, capital) originando riqueza para los dueños
de las empresas, que hoy son los que dictan las reglas en nuestro mundo y
acaban con los recursos de nuestra tierra y si a eso le añadimos nuestra decisión
de seguir consumiendo lo que ellos producen, lo que tenemos es un perfecto
circulo vicioso o dicho de una manera más adecuada un sistema corrompido y
contaminante que nos está dañando. Afortunada o desafortunadamente ningún
sistema es infinito pues siempre hay cambios que afectan de forma relevante el
resultado, lo crítico es que los afectados seremos nosotros pues estamos en
medio de una decisión que nos puede llevar a dejarnos sin alimentos por nuestro
consumismo excesivo, en el menor de los males. Un ejemplo muy claro y que
todos oímos sobre él de manera constante y casi a diario es el agotamiento de los
recursos naturales por nuestra forma de vida, pareciera ser que existe bastante
espacio para todos en este planeta y que nunca se terminaran los recursos, sin
embargo, esto no es verdad y pienso que aún estamos a tiempo de hacer algo
mediante nuestras acciones beneficiosas, ejemplificando con nuestro actuar desde
nuestras casas.

Página 1 de 2
Por otro lado también me atrevo a cuestionar al principal sistema que es el que
nos tiene esclavizados y nos obliga a hacer las cosas más impensables de las que
es capaz una persona, tal vez no nos demos cuenta pero este sistema es el
dinero, pues esté es capaz de hacernos pensar mal de los demás y nos obliga a
actuar en contra de nuestros valores y principios ya que hasta nos hace
levantarnos temprano todos los días para ir por él, ¿qué sucedería si en nuestra
realidad no ocupáramos el dinero?, ¿recuerdas alguna ocasión en que hayas
hecho un trueque?, la verdad no es tan descabellada la idea pues observo que
recursos para coexistir en nuestro mundo existen, obviamente sin lujos ni excesos;
sin embargo es este sistema capitalista consumista el que nos tiene presos de
nuestras propias decisiones que a mi parecer no son de vida, si no egocéntricas
pues como lo muestra el video de la historia del agua embotellada, tomar agua de
esta forma era una actitud elitista y despilfarradora y hoy en día se sigue viendo
mal pero lo seguimos haciendo y seguimos contribuyendo a la flecha del consumo,
ya sea por estatus, por vanidad, por ego o simplemente para animarnos y no
observamos lo realmente importante que es el no contribuir a un ciclo vicioso o
sistema vicioso de consumismo que solo está acabando con nosotros mismos.

Al final sigo pensando que el ser humano es un animal de costumbres, ahora bien
no utilizamos nuestro instinto de supervivencia como lo tienen los demás
animales, pues ni siquiera ellos con tantas costumbres y rituales que estilan
tienen una tan adictiva y peligrosa relación con el planeta como la tenemos
nosotros y es la de seguir consumiendo para seguir sintiéndonos mejor con
nosotros mismos ante los ojos de los demás o simplemente la de ganar más
dinero para poder realizar todo aquello con lo que soñamos, cuando lo que en
verdad debiéramos anhelar es un bienestar común mediante una simbiosis
colectiva y positiva con el planeta, pues no somos dueños de él.

Página 2 de 2
RAFAEL NARANJO ROSALES

You might also like