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La desaparición de José Carlos Trujillo Oroza:
Recuerdos de la impunidad
No es una historia que parece cuento, es la realidad que duele, la escribo para conmover a los
autores de la detención y posterior desaparición de mi hijo (…) Esta vez tengo la esperanza de
que surja un humano arrepentimiento, y pueda tener una pista, un dato, una ligera esperanza
para encontrar sus restos. Sólo pretendo saber qué fue de él y darle cristiana sepultura;
resignación, tranquilidad y paz a mi espíritu de madre (…)
Escrito de Gladys Oroza de Solón Romero – Madre de José Carlos
2
Para este fin, estructuraré el trabajo iniciando con un breve relato de los
hechos del caso, contextualizándolos en el periodo, para luego relatar el
procedimiento que se siguió dentro del Sistema Interamericano de protección
de Derechos Humanos. Proseguiré haciendo algunas consideraciones acerca
de lo que se recuerda después de la sentencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos y quienes lo recuerdan, para finalizar tratando de vincular
el nexo existente entre el derecho a la verdad y la memoria, y cómo a partir de
ésta relación las expectativas en torno a la desaparición y los crímenes de lesa
humanidad varían.
Basaré mi análisis específicamente en las sentencias de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, relativas al análisis de fondo y las
reparaciones del caso y trataré de verificar los efectos de ambas en la
construcción de memorias a través del Boletín “TUNUPA” Nº 18 de la fundación
Solón, titulado “En busca de justicia”, de febrero de 2004, elaborado por los
familiares de la víctima, además de a través de la reseña de algunos diarios
bolivianos.
3
movimiento obrero, las alianzas con el movimiento campesino y la represión
inmediata a cualquier forma de movilización popular (el año 1971 fusiló a varios
estudiantes en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno1 y el año 1974
se produjo la denominada “masacre de Tolata”2), fueron indispensables para
obtener el control de cualquier tipo de movimiento opositor, además, a partir de
1973, el Gobierno se vio reforzado gracias al golpe de Estado en Chile.3
En la víspera de la Noche Buena del año 1971, José Carlos Trujillo
Oroza, un estudiante de Filosofía de la cerrada Universidad Mayor de San
Andrés en La Paz, fue arrestado en la ciudad de Santa Cruz acusado de
pertenecer al Ejército de Liberación Nacional. José Carlos fue conducido al
recinto carcelario de “El Pari”, donde fue torturado con otras personas debido a
los vínculos que las autoridades aducían, tenía con el grupo subversivo.
El 15 de enero de 1972, su madre, Gladis Oroza de Solón, después de
viajar a Santa Cruz, logró ver a su hijo por primera vez desde la detención. La
Sra. Oroza pudo observar, pese a que las visitas eran supervisadas por
agentes de la Dirección de Orden Político y no podían durar mas de cinco
minutos, cómo José Carlos había sido torturado. La frecuencia de estas visitas
se prolongó hasta la mañana del día 2 de febrero, fecha en la que la Sra.
Oroza vio a través de la puerta de la celda, por última vez a José Carlos. En la
tarde de ese día cuando volvió al Pari para verlo, se le informó que se lo habían
llevado para interrogarlo en la Policía, junto con el resto de los detenidos. Al día
siguiente, entre versiones contradictorias de las autoridades, se informó a la
señora que José Carlos había sido puesto en libertad4. Nunca más se supo
nada de él.
1
De Mesa José, Gisbert Teresa y Mesa Gisbert Carlos D., Historia de Bolivia, Gisbert y Cia., La Paz,
1999, p. 661.
2
De Mesa José…., p. 664.
3
Bethell Leslie ed., Historia de América Latina: 16. Los países andinos desde 1930, Crítica, Barcelona
2002, p. 155.
4
Para profundizar mas los detalles de los últimos días en que se vio vivo a José Carlos, Corte IDH, Caso
Trujillo Oroza Vs. Bolivia, Sentencia del 26 de enero de 2000 (fondo), numeral. 2.
O http://www.funsolon.org/jc_testimonio.htm
4
Los años que prosiguieron a la desaparición de José Carlos, se
caracterizaron por estar envueltos en el velo de la impunidad y el silencio.
Cuando el año 1980, el diputado Marcelo Quiroga Santa Cruz intento iniciar un
proceso de responsabilidades a Bánzer, se dio el golpe de Estado de Luís
García Mesa, y el diputado fue desaparecido. El estado de las cosas no
permitía que ninguna investigación avance, y así pasaron 20 años en los que la
familia de José Carlos trató de encontrarlo, pero cualquier procedimiento
tendiente a ese fin fue obstaculizado y detenido por el Estado.
El 28 de septiembre de 1992, los familiares y algunas organizaciones
defensoras de Derechos Humanos presentaron una denuncia ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos5 (en adelante la Comisión); casi cinco
meses después, la Comisión inició la tramitación del caso y solicitó información
relacionada con los hechos a Bolivia. Sorpresivamente, el 14 de junio de 1994,
Bolivia reconoció su responsabilidad por los hechos denunciados6.
Pese al reconocimiento de responsabilidad, el Estado boliviano trató de
escapar y dilatar el proceso en base a tentativas de llegar a aun acuerdo
amistoso con los familiares de José Carlos Trujillo, interponer acciones por las
que se frene el proceso por no encontrarse agotados todos los recursos
internos o iniciar investigaciones infructuosas: y así no realizó ninguna acción
real para encontrar a José Carlos, ni para reparar el daño que le causo a la
familia.
Tras una serie de actuaciones que no tuvieron respuesta real del Estado
boliviano, la Comisión, el 9 de marzo de 1999 aprobó su informe 26/99,
mediante el cual recomendó a Bolivia:
(…)1. Llevar a cabo una investigación completa, imparcial y efectiva a fin de
identificar, procesar y sancionar penalmente a los agentes del Estado
responsables de la detención y posterior desaparición forzada de José Carlos
Trujillo Oroza,(…) 2. Realizar una investigación exhaustiva a fin de ubicar,
identificar y entregar los restos de José Carlos Trujillo Oroza a sus familiares. (…)
3. Adoptar medidas urgentes a fin de elaborar un proyecto de ley que tipifique
como delito la desaparición forzada de personas y su incorporación al Código
Penal de Bolivia.(…) 6. Adoptar las medidas necesarias para que los familiares de
la víctima reciban una adecuada y oportuna reparación que comprometa una plena
satisfacción por las violaciones de los derechos humanos aquí establecidas, así
como el pago de una justa indemnización compensatoria por los daños (…)
incluyendo el daño moral.(...)7
5
Rol de la Comisión.
6
Corte IDH, Caso Trujillo Oroza…., numerales 3,4 y 5.
7
Corte IDH, Caso Trujillo Oroza…., numeral. 14
5
Pese al plazo de dos meses que la Comisión concedió al Estado, Bolivia
no cumplió con las recomendaciones de este órgano, por lo que la Comisión
demandó a Bolivia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el 9 de
mayo de 19998.
El 9 de junio la Corte inició la tramitación del proceso que se extendió
hasta el 25 de enero de 2000, fecha en la que el Estado reconoció ante la
Corte en una audiencia pública, los hechos demandados por la Comisión y
admitió su responsabilidad internacional por los mismos. En base a esta
resolución, la Corte, el 27 de febrero del año 2002, tras llevar a cabo el
procedimiento para la calificación de las reparaciones, determinó:
1. Que el Estado debe emplear todos los medios necesarios para localizar los
restos mortales de la víctima y entregarlos a sus familiares, con el fin de que éstos
puedan darle una adecuada sepultura (…) 3. Que el Estado debe investigar,
identificar y sancionar a los responsables de los hechos lesivos de que trata el
presente caso (…) 4. Que el Estado debe publicar en el Diario Oficial la sentencia
sobre el fondo dictada el 26 de enero de 2000.(…)6. Que el Estado debe dar
oficialmente el nombre de José Carlos Trujillo Oroza a un centro educativo de la
ciudad de Santa Cruz (…)9
8
Ibidem, numeral 19.
9
Corte IDH, Caso Trujillo Oroza Vs. Bolivia, Sentencia del 27 de febrero de 2002 (reparaciones), puntos
resolutivos 1-6.
6
se ha vuelto interminable por la negativa de los jueces y vocales a hacerse cargo
de la causa. Uno tras otro, 23 jueces y 9 vocales se han excusado de participar en
el juicio, alegando amistad o enemistad con alguna de las partes, o haber emitido
alguna opinión en público (…)”10
10
El Deber, Caso Trujillo: Uno de los acusados pidió la libertad, Santa Cruz de la Sierra, domingo 24,
abril de 2005. http://www.eldeber.com.bo/anteriores/20050424/santacruz_18.html
11
González Eduardo, La globalización del derecho a la verdad en, Beyland Raynald et. Al. Ed.,
Memorias en conflicto: Aspectos de la violencia política contemporánea, Lima, Embajada de Francia en
Perú, 2004.
12
Corte IDH, Caso Trujillo… (reparaciones) numeral 122.
7
Es indudable que la internacionalización del caso logró, como mínimo,
que la desaparición de José Carlos Trujillo Oroza sea conocida por muchas
más personas de las que hasta antes de la iniciación de la misma lo hacían.
Además el Estado, al ver que el caso había traspasado sus fronteras y había
escapado a su jurisdicción, reconoció su responsabilidad y pidió disculpas a la
familia de José Carlos. El reconocimiento de que durante la dictadura de
Bánzer este tipo de sucesos existieron es un avance sustancial, y la percepción
social, al haberse ampliado el radio de acción del caso, necesariamente avanzó
en asumir que la dictadura y los crímenes de lesa humanidad SI existieron en
Bolivia, así:
¿Cómo enfrentar este pacto del silencio y el olvido? (…) Fortaleciendo el accionar
y la aplicación de convenciones internacionales e instancias como la Corte
Interamericana (…) Pero de todos estos cambios el fundamental es romper
nuestro silencio, el silencio de la sociedad frente a la impunidad, el miedo a
denunciar por las represalias del poder, para abrazar la justicia y la verdad. Sólo la
conciencia colectiva de una sociedad organizada puede vencer los pactos del
silencio (…)13
13
Oroza de Solón Gladys, En busca de justicia en, Boletín TUNUPA Nº 16, 2004.
14
Halbwachs Maurice, Los marcos sociales de la memoria, Barcelona, Anthropos, 2004, p. 319.
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desaparición forzada. De esta forma, existirá una memoria del proceso y una
memoria del hecho. La memoria del hecho se verá modificada por el proceso,
pero la memoria del proceso se dará, tal vez, de manera autónoma, y en ella, sí
influenciaran dimensiones como la del cumplimiento de la sentencia por parte
del Estado.
Más allá de estas consideraciones, se puede concluir que quienes
recuerdan, (la familia, la sociedad o el Estado), darán un significado distinto a
sus recuerdos de y en ambos tiempos, hecho (contexto dictatorial incluido) y
proceso. Puedo especular, en base al escrito de la madre, que la familia vio al
proceso como una etapa mas que dio fuerzas a su aun inconclusa lucha, como
puedo especular que el Estado, al haber reconocido su responsabilidad,
modificó una memoria institucional para legitimar sus actuaciones, cambiar
tiempos de gobierno y modelos de las conciencias ciudadanas o simplemente
trató de mostrar que son distintas las personas que gobiernan el país y que
esos tiempos ya están en el pasado; por último puedo especular que la
sociedad tuvo la sorpresa de ver cómo en una Corte situada en un país tan
lejano e indiferente como Costa Rica, se cuestionaba a un régimen y se hacía
un llamado a sus conciencias y recuerdos, para que estas vean que aún esos
días retumban y tiene efectos y lagrimas encarnados. Tal vez la sociedad fue
llamada a repensar, a través del bautizo de una escuela, sus silencios. Estoy
seguro que algunos sectores de la misma, debieron haberlo hecho.
9
en los llamados principios de Joinet, referidos a la lucha contra la impunidad,
define como derecho a saber, pues:
(…)No se trata solamente del derecho individual que toda víctima, o sus parientes
o amigos, tiene a saber qué pasó en tanto que derecho a la verdad. El derecho de
saber es también un derecho colectivo que tiene su origen en la historia para evitar
que en el futuro las violaciones se reproduzcan. Por contrapartida tiene, a cargo
del Estado, el "deber de la memoria" a fin de prevenir contra las deformaciones de
la historia que tienen por nombre el revisionismo y el negacionismo; en efecto, el
conocimiento, para un pueblo, de la historia de su opresión pertenece a su
patrimonio y como tal debe ser preservado. Tales son las finalidades principales
del derecho de saber en tanto que derecho colectivo.15
15
Joinet Louis, Informe final del relator especial sobre impunidad y conjunto de principios para la
protección y la promoción de los derechos humanos mediante la lucha contra la impunidad, numeral 17.
10
Bibliografía
11
- http://www.eldeber.com.bo/anteriores/20050424/santacruz_18.html
- http://www.cidh.org/annualrep/99span/Admisible/Argentina12.059.htm
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