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nacional de innovación
Carlos Abeledo
Introducción1
En la presente ponencia, definimos “Innovación” como la introducción en un mercado
(económico o social) de productos, procesos o servicios nuevos o mejorados. Esta
definición destaca la importancia de los mercados y es la base para comprender que, para
que los programas de investigación o de desarrollo tecnológico destinados a promover la
innovación den buenos resultados, deben tomar en cuenta en forma cabal las limitaciones
impuestas por los mercados en que ha de introducirse la innovación.
1
El texto de esta introducción es una adaptación del marco conceptual utilizado en varios análisis
de sistemas nacionales de innovación realizados por Mullin Consulting Ltd, en algunos de los
cuales ha participado el autor de esta ponencia. Para una descripción de la metodología de análisis,
ver: Mullin, J., Adam, R., Halliwell, J., y Milligan, L., 2000; Science, Technology and Innovation
in Chile, (IDRC, Ottawa). http://www.idrc.ca/books/focus/911
En estos países, hubo muchos intentos de presentar una definición concisa de un "sistema
nacional de innovación". Una definición, proporcionada por la OCDE (Organización para
la Cooperación y Desarrollo Económico), denomina tal sistema como "una red de
instituciones del sector público y privado, cuyas actividades y acciones inician, importan,
modifican y difunden nuevas tecnologías". Una definición alternativa y algo más
completa es "un sistema de interacción de empresas (pequeñas o grandes) del sector
público y privado, de universidades y organismos estatales orientado a la producción de
ciencia y tecnología dentro de fronteras nacionales. La interacción entre estas unidades
puede ser técnica, comercial, jurídica, social o financiera siempre y cuando el objetivo
de la interacción sea el desarrollo, la protección, el financiamiento o la reglamentación
de ciencia y tecnología nuevas".
La frase ‘sistema de innovación’ tal como se utiliza en este trabajo es una metáfora – una
poderosa metáfora para describir las muchas interacciones entre varias instituciones,
organizaciones y empresas participantes, que en su mayoría funcionan
independientemente unas de otras. Por lo tanto, el sistema abarca unas interacciones que
cooperan y otras que compiten. En esta utilización del término ‘sistema de innovación’
no existe una entidad única con el poder de controlar el funcionamiento del sistema, pero
hay muchas que tienen una influencia importante.
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Un Sistema Nacional de Innovación exitoso necesita no sólo investigadores con
formación de posgrado, sino también personal calificado de distintos niveles incluyendo
obreros calificados, técnicos y profesionales que participan en las distintas etapas de los
procesos de innovación.
Hecha esta salvedad, señalamos que en el presente trabajo limitaremos nuestro análisis de
los recursos humanos en el sistema nacional de innovación de Argentina al análisis de la
formación de científicos e ingenieros – a nivel de grado y posgrado – y a un análisis
general del actual plantel de investigadores y sus perspectivas de desarrollo en el corto y
mediano plazo. Un análisis más completo debería incluir todos los niveles y categorías
de los recursos humanos necesarios para el desempeño satisfactorio del sistema nacional
de innovación.
El análisis de las disciplinas, muestra que sólo el 2% del total de los egresados cursaron
carreras de ciencias básicas y un 5% carreras de ingeniería. Debe destacarse, sin
embargo, que la durante los últimos años ha aumentado la preferencia por las carreras
vinculadas a las tecnología de la información (computación, ingeniería de sistemas e
informática) de las que actualmente egresan aproximadamente un 5% del total de los
graduados universitarios.
La formación de investigadores
En Argentina, la promoción de la formación sistemática de investigadores se inicia con
los programas de becas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
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(CONICET), fundado en 1958. Las primeras acciones de CONICET, que originalmente
fue concebido como un organismo de promoción de la investigación científica y
tecnológica, incluyeron un programa de becas de formación de investigadores en el país y
en el extranjero, y un programa de subsidios para proyectos de investigación.
2
Ver Conferencia de clausura de la Segunda Reunión Conjunta de Comisiones Regionales del
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Buenos Aires, 4 de abril de 1960.
Citado por A. Barrios Medina y Alejandro Paladíni (compiladores) Escritos y discursos del Dr.
Bernardo Houssay, EUDEBA, Buenos Aires, 1989.
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Complementariamente, en la década de los 60, el Instituto Nacional de Investigaciones
Agropecuarias (INTA) administró varios programas de formación de investigadores que
financiaron estudios de posgrado en el extranjero en varias disciplinas de las ciencias
agrarias.
A partir de los años 60, a medida que se consolidaban sus grupos de investigación, las
universidades crearon programas de posgrado que abrieron la posibilidad de poder
desarrollar en el país las primeras etapas de formación de investigadores. A medida que
se consolidaron estos programas de posgrado, CONICET restringió sus becas externas a
la formación post doctoral, mientras su programa de becas internas resultó el principal
instrumento de apoyo para los estudiantes que cursan doctorados en el país.
De acuerdo con sus objetivos fundacionales, durante sus primeros quince años, el
CONICET cumplió una misión de organismo de promoción de las actividades científicas,
mediante el financiamiento de proyectos, los programas de becas y la Carrera de
Investigador como estimulo para investigadores que se desempeñaban en diversas
instituciones de investigación científica y tecnológica.
A partir de la década del 70, CONICET comenzó una transformación de sus misiones
institucionales. En 1973 el estatuto de la Carrera de Investigador fue modificado, y los
investigadores pasaron a tener una relación de dependencia con CONICET. Además, la
creación demás de cien institutos propios de investigación convirtieron este organismo en
una institución de ejecución de actividades de investigación, modificando sus objetivos
fundacionales. Las crisis recurrentes de la relación entre el Estado y las universidades
nacionales que se sucedieron desde 1966 hasta 1983 también influyeron en esta
transformación del CONICET.
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marco de una programación estratégica para priorizar el desarrollo de áreas específicas.
El programa de becas es hoy el principal instrumento de promoción científica de
CONICET, pero sus objetivos están parcialmente alterados en la medida que la
aspiración de la mayoría de los becarios es poder incorporarse a la Carrera de
Investigador.
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Plantel de investigadores: análisis de la situación actual
Los relevamientos periódicos que realiza la Secretaría de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva (SECYT) permiten estimar el número de personas que se dedican
a actividades de investigación y desarrollo (I+D) y su distribución por disciplinas y por
tipo de institución de trabajo.3 Según estos datos, en 2003 había en Argentina 43.609
personas dedicadas a I+D. Sin embargo, no todas estas personas lo hacen con una
dedicación de tiempo completo. La corrección según tiempo de dedicación arroja 28.514
equivalentes a jornada completa (EJC). De éstos, 21.743 son investigadores formados y
6.771 son becarios de distintas instituciones.4
A partir de estos datos se puede estimar que la relación entre personal de I+D y la
población económicamente activa (PEA) del país es de 1,6 personal I+D EJC por cada
mil personas integrantes de la PEA. Esta relación es apreciablemente menor que la
calculada para los países de mayor desarrollo, por ejemplo el indicador es 5,09 para
España, Canadá 6,41 y EE.UU. 8,77.
3
Los datos correspondientes a 2003 están compilados en las Bases para un Plan Estratégico de
Mediano Plazo en Ciencia, Tecnología e Innovación (2005-2015) publicado en 2005.
http://www.secyt.gov.ar/bases_plan_estrategico_05_15/intro_bases_plan_estrategico.htm
4
Las estadísticas de la SECYT están basadas en encuestas a instituciones públicas y privadas. Los
datos sobre el personal de investigación muy probablemente representan una sobreestimación del
número real de investigadores activos.
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Respecto de la distribución según disciplinas, el 31.3% corresponde a ciencias exactas y
naturales, 20.9 % a ingeniería y tecnología, 13.4% a ciencias biomédicas, 12.3% a
ciencias agrarias, 14.2% a ciencias sociales y 7.9% a humanidades.
La comparación de los datos estadísticos con los de países de mayor desarrollo muestra,
además de las diferencias cuantitativas de la cantidad de investigadores en relación con la
PEA, una distribución con una muy baja proporción de investigadores en empresas. En
los sistemas de innovación de mejor desempeño, la proporción de investigadores en
empresas es comparable a la que se desempeña en universidades y en institutos públicos.
Un aumento en las tasas de formación de nuevos investigadores debería estar
acompañado por un aumento en la apertura de nuevas plazas, especialmente en las
empresas privadas.
En los últimos dos años, CONICET aumentó la oferta de nuevas becas para la formación
de investigadores. Es de esperar que, como consecuencia de la mayor oferta de becas, en
los próximos años también aumentará la tasa de graduación de egresados en carreras de
grado de ciencias e ingeniería de manera que una proporción adecuada de estos egresados
–con buenas calificaciones y la adecuada vocación – pueda emprender una carrera
científica provechosa. Además, sería necesaria una tarea de promoción hacia disciplinas
relevantes que actualmente tienen poco desarrollo. Una mejor interacción entre los
programas de posgrado y la realidad del mundo productivo podría estimular tendencias
que compensen la baja proporción de investigadores que se desempeñan en empresas;
asimismo esta interacción podría servir para despertar iniciativas emprendedoras entre los
investigadores en formación que podrían conducir a la creación de empresas de base
tecnológica.
Debe tenerse en cuenta, además, que una estrategia para aumentar la formación de
científicos y tecnólogos no puede focalizarse exclusivamente en la última etapa de
formación. Un programa de largo plazo debe incluir todas las etapas formativas,
incluyendo el mejoramiento de la enseñanza de las ciencias en las escuelas, el estímulo
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de vocaciones para emprender carreras de ciencias, ingeniería e informática, el
fortalecimiento de la calidad de la enseñanza universitaria y el apoyo a los posgrados.
Estas metas para un Plan Estratégico plantean issues de política que se deberían encarar
con profundidad: i) ¿cómo lograr un aumento significativo en la tasas de formación de
nuevos investigadores?, ii) ¿cómo lograr una orientación de los recursos humanos
formados en temas relevantes para un patrón productivo intensivo en conocimiento, iii)
¿cómo lograr una mayor incorporación de jóvenes investigadores en el sector
empresarial?
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fortalecimiento de los cursos de posgrado, creación de cursos de posgrado en
orientaciones y disciplinas identificadas como “áreas de vacancia”, creación de las plazas
necesarias para la incorporación de los nuevos investigadores matrícula, incentivos para
la incorporación de investigadores en las empresas privadas.
Un plan estratégico para la formación de recursos humanos que sirva para apuntalar el
desempeño del sistema nacional de innovación debería incluir, asimismo, acciones en
todos los niveles del sistema educativo, incluyendo un programa de mejoras de la
enseñanza de las ciencias y los conceptos de la tecnología en los niveles básicos
(primario y secundario), fortalecimiento de los sistemas de formación de técnicos
secundarios y post-secundarios, estímulos para aumentar la matrícula en las careras de
ciencias e ingenierías, fortalecimiento de la calidad de los programas de grado de las
carreras de ciencias e ingeniería y estímulos para elevar las tasas de graduación.
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Resumen de Conclusiones y propuestas:
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TABLA I : Egresados de carreras de grado, según ramas y disciplinas
Año 2003
Universidades Universidades
Rama Disciplina Totales
estatales privadas
Universidades Universidades
Área Total
Públicas Privadas
Administración- Dirección 8 8
Agrimensura 26 9 35
Bioingeniería 62 1 63
Ecología y Ciencias del Ambiente 1 59 60
Informática 1010 372 1382
Ingeniería Aeronaútica 58 3 61
Ingeniería Civil 415 33 448
Ingeniería de Materiales 17 17
Ingeniería Eléctrica 195 28 223
Ingeniería Electromecánica 109 12 121
Ingeniería Electrónica 681 36 717
Ingeniería en Construcciones 162 162
Ingeniería en Telecomunicaciones 4 38 42
Ingeniería en Vías de Comunicació 34 34
Ingeniería Gerencial 1 14 15
Ingeniería Hidráulica 17 17
Ingeniería Industrial 581 299 880
Ingeniería Laboral 80 80
Ingeniería Mecánica 424 27 451
Ingeniería Metalúrgica 13 13
Ingeniería Minera 3 3
Ingeniería Naval 6 6
Ingeniería Nuclear 4 4
Ingeniería Petrolera 18 4 22
Ingeniería Química 358 13 371
Ingeniería Sanitaria 5 5
Ingeniería Textil 3 3
Tecnología de Alimentos 56 30 86