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¿QUE ES LA MASONERÍA?

DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA "ORDEN INTERNACIONAL MIXTA


LE DROIT HUMAIN (EL DERECHO HUMANO)

¿QUE ES LA MASONERÍA?

El afán de espiritualidad, entendido de formas muy diferentes, es una de las


características de nuestro tiempo. Es frecuente el redescubrimiento o resurgimiento de
antiguas escuelas de pensamiento, junto a la búsqueda de nuevas formas de entender
y aplicar los ideales. Los problemas que se le plantean a la Humanidad tienden a ser
semejantes en su raíz, aunque cambian las condiciones y los aspectos inmediatos.
Todo ello debe tenerse presente para abordar la cuestión de qué es la Masonería.

1.- HISTORIA DE LA MASONERÍA

Vamos a extendernos en el aspecto histórico de la Masonería, pues al hacerlo se


abordan muchas cuestiones que aclaran principios confusos, malentendidos y
calumnias, cuya clarificación es necesaria a fin de entender qué somos y qué
pretendemos.

La cuestión del origen de la Masonería es algo compleja, pudiendo incluir varias


contestaciones. Se dan unos orígenes míticos o simbólicos tanto en la organización de
los Iniciados Egipcios, de los constructores del Templo de Salomón en Jerusalén, de
los Misterios de Eleusis, etc... De esta manera, la enseñanza de las sociedades
iniciáticas de la Antigüedad preparó, configuró y transmitió en gran medida el ideal, el
simbolismo y la forma de trabajar de la Masonería.

Históricamente, las asociaciones de francmasones (obreros libres de la construcción)


aparecen en las obras de las catedrales y monasterios medievales. El simbolismo del
obrero libre en un mundo dominado por el criterio feudal del vasallaje era algo más que
el material, simbolizaba el compromiso que cada participe de la obra aceptaba
mediante la reflexión personal. De esta manera, mientras los Iniciados eran
conscientes del significado profundo de palabras y símbolos, el mundo en el que se
movían solía quedarse sólo con el aspecto externo de la cuestión. Para mejor explicar
esta diferencia nos sirve el ejemplo de los alquimistas: éstos afirmaban poder convertir
el plomo en oro mediante una maravillosa piedra que decían poseer, la piedra filosofal.
Mientras que la sociedad solía entender esta piedra como algo real y mágico, los
Iniciados simbolizaban con ella la Sabiduría, capaz de transformar la energía humana
básica en fuerza constructiva, tanto en lo espiritual como en lo material.

Los francmasones, convencidos de que la obra material de la Catedral y la espiritual


del perfeccionamiento humano sólo era realizable mediante individuos libres honrados
y responsables, transmitían en sus reuniones "iniciáticas" conocimientos científicos y
filosóficos, como se realizó en las sociedades iniciáticas de la Antigüedad. Se partía de
la concepción de que el Universo se rige por leyes armónicas y complementarias, leyes
que poco a poco pueden irse conociendo, y que este conocimiento filosófico y material
puede aplicarse al ser humano, parte fundamental del Universo, a fin de armonizarlo y
perfeccionarlo. Junto a ello se daba la transmisión gradual del conocimiento (los
diferentes grados masónicos), y el aspecto de solidaridad o ayuda mutua entre todos
ellos.

Con frecuencia se acusa a las corporaciones de francmasones medievales de haber


sido meras instituciones gremiales de monopolio local del conocimiento. Aunque no
dudamos de que ello fuera así en muchos casos, toda vez que cualquier obra humana
está sujeta a fallos y a utilizaciones indebidas, la norma general no era ésa. Cuando un
francmasón alcanzaba el grado de Maestro, es decir, capaz de crear por sí mismo,
circulaba libremente por todas las logias, instruyendo a los aprendices y creando
escuela. Por ello, los conocimientos arquitectónicos y simbólicos eran rápidamente
extendidos -para los baremos de la época- por toda Europa. Eso sí, el conocimiento era
transmitido solo a los iniciados, partiendo de la idea ya mencionada: para realizar la
obra no era suficiente la simple habilidad artística o "científica", sino que a ello debía
unirse el conocimiento filosófico y el desarrollo espiritual. No bastaba con ser un buen
cantero o vidriero, sino que además se exigía ser libre, honrado y responsable.

El arte de construir grandes obras con sentido filosófico inició un decaimiento


progresivo, y en el siglo XVIII permanece apenas un sentido de labor filosófica y de
ayuda mutua entre los francmasones.

El 24 de junio de 1717 se reúnen los masones de Londres para celebrar el Solsticio de


Verano, y constituyen la primera Gran Logia. Se trata del hito que marca la aparición de
la Masonería Especulativa, cuya obra de construcción es simbólica, filosófica y social, a
diferencia de la Masonería Operativa, cuya construcción era material. La
transformación no fue repentina, sino gradual, y en ella sobreviven rituales, símbolos y
tradiciones de muy antiguo origen. La Masonería moderna entiende que el ser humano
y la Humanidad ideales deben ser construidos, piedra a piedra, con la misma libertad y
honradez, con el mismo amor y respeto, con los que se construía una catedral.

La Gran Logia de Londres se convirtió en foco creador de innumerables logias en todo


el mundo, que progresivamente fueron creando sus propias organizaciones nacionales
(Grandes Logias o Grandes Orientes en cada país), vinculadas todas ellas por
fraternales lazos de solidaridad y reconocimiento mutuos. La mayor diferencia entre
Obediencias (Organizaciones) se produce en la segunda mitad del siglo pasado, al
decidir el Gran Oriente de Francia y, progresivamente, otras Obediencias Masónicas, la
aceptación de agnósticos o ateos entere sus miembros, en contra del sistema
anglosajón, que acepta todas las creencias pero no la ausencia de ellas. La razón de
esta diferencia es de origen histórico y social. Mientras que en Gran Bretaña la Iglesia
anglicana favoreció y promovió la Masonería, y la evolución política fue gradual, en
otros países de Europa se produjo una pugna entre la Iglesia oficial y la realidad social,
y una evolución política con frecuencia traumática.

De esta diferencia de criterios surgió una Masonería de sistema anglosajón, que se


llama a sí misma regular y difícilmente reconoce a las otras, y una Masonería liberal.
Pese a todo, los masones trabajamos en nombre de la Masonería universal, nos
esforzamos en no plantear enfrentamientos, y nuestras relaciones son, en la mayor
parte de los casos, fraternales y de reconocimiento mutuo. La Masonería no está
dividida: es como un árbol con muchas ramas, pero el tronco es el mismo y desde años
se persigue el acrecentamiento del común espíritu masónico. A nuestro juicio, tan
perjudicial sería un enfrentamiento interno como un monolitismo ajeno a las ideas y
prácticas masónicas.

2.- LA MUJER EN LA MASONERÍA. LA ORDEN MASÓNICA MIXTA


INTERNACIONAL "EL DERECHO HUMANO".

Las normas masónicas tradicionales no permitían el acceso de la mujer a la Masonería,


dentro del concepto de su época de contemplar a aquella como un ser sin plena
libertad ni capacidad. Este es un ejemplo de cómo la Masonería se mueve con la
Historia, como no podía ser menos, y de cómo sus ideales encuentran nuevos
desarrollos al paso de los tiempos. En efecto, poco a poco se va creando la llamada
"Masonería Femenina de Adopción", en la cual la mujer es aceptada bajo una especie
de tutela de los hombres y con separación en las reuniones.

Por eso resulta tan importante y, para su época, progresista, que en 1892 la hermana
Marie Deraismes, iniciada en una logia liberal de Paris, y el senador Georges Martin,
creen la Obediencia "Le Droit Humain" con dos planteamientos que siguen siendo
fundamentales hoy en día: su carácter mixto, es decir, con plena igualdad y fusión de
hombres y mujeres; y el de internacional, es decir, que con una estructura de
federaciones nacionales autónomas, todas ellas se integran en una común
Organización Mundial, actualmente presente en más de cincuenta países de los cinco
continentes. El "Derecho Humano" se integra en la Masonería Liberal, mantiene
relaciones de reconocimiento con numerosas Obediencias masónicas de diversos
países y varias de sus federaciones pertenecen a la Organización masónica
"CLIPSAS". El reconocimiento mutuo significa que un masón del Derecho Humano
tiene libre acceso, en calidad de visitante, a las reuniones de otras Obediencias,
tratándose como a un hermano más.

Actualmente existen Obediencias Liberales que integran a la mujer por separado


(logias masculinas y femeninas), y algunas Obediencias de carácter nacional con
sistema mixto.

No deseamos negar la validez de nuestros hermanos masones de otras Obediencias.


Por eso, nos limitamos a exponer las características básicas de nuestra Orden, y a
recordar que la Masonería es un Gran Árbol de tronco único y múltiples ramas, de
raíces profundamente antiguas. Por eso, soporta los vendavales que afectan a una
rama determinada, o la siempre posible desviación o descomposición de una de ellas
(caso Propaganda Dos).

3.- LOS PRINCIPIOS DE LA MASONERÍA.

La Masonería no es una religión, ni una secta, pues no tiene dogmas, carece de cuerpo
doctrinal al cual se llegue a través de la fe. La Masonería respeta todas las creencias,
y, en caso de la Liberal, la ausencia de esas creencias, siempre que el masón acepte el
compromiso de conocerse a sí mismo, desarrollar sus posibilidades en todos los
sentidos y en la forma que desee, y volcar ese conocimiento y esa mejora en beneficio
del Universo, del cual la Humanidad es parte sustancial.

La Masonería tiene tres únicos principios: Libertad, Igualdad y Fraternidad. La forma


concreta de entender y aplicar esos principios no está marcada, y cada masón debe
buscarla y realizarla personalmente. Esta exigencia no es puesta en practica mediante
un examen o confesión de un masón a otros, sino que se lleva adelante en la
conciencia de cada uno.

Al profano se le exige, para entrar en la Masonería ser "libre y de buenas costumbres".


Esta vieja fórmula debe ser entendida como derecho y deber al desarrollar las propias
condiciones e ideas -sea cuales sean- y ser coherente con uno mismo desarrollando
esas condiciones e ideas de forma tal que mejoren aquella parte del Universo que le
rodea, empezando por él mismo. No se trata de guardar una moral determinada, sino
de cada uno. El masón puede, por supuesto, aceptar unos principios morales
establecidos, pero como ser libre, honrado y responsable, debe tener fundamentados
en su conciencia dichos principios, y nunca aceptarlos por rutina o por presión social.

En Masonería no deben juzgarse las opiniones, que son libres, sino las actitudes: éstas
deben ser abiertas, carentes -en lo posible- de prejuicios, fruto de una reflexión y una
intuición propias. Debe abordarse la vida buscando lo que une antes de lo que separa,
y saber manifestar las diferencias con sinceridad para con uno mismo y con respecto a
los demás. Esto no significa que el masón no defiende sus ideas y creencias, ya que en
ese caso no sería coherente consigo mismo, sino que esa defensa debe ser realizada
de forma abierta, tolerante y fraternal, huyendo de la concepción de ser el único
portador de la Verdad Absoluta.

Buscamos el progreso del Universo y el progreso de la Humanidad inserta en él, y


llamamos a ese progreso Luz, entendiéndolo no solo en el sentido material -importante
y presente en nuestras preocupaciones- sino también en el sentido espiritual, moral o
filosófico.

En Masonería no se le rinde culto a un Dios ni, mucho menos, al diablo, tal como se
acusó en numerosas ocasiones. Un masón puede, de acuerdo con sus ideas, rendir
culto a los principios religiosos en los que crea, o declararse agnóstico o no creyente.
En ese sentido, la antigua formula masónica de "Gran Arquitecto del Universo" no debe
ser entendido necesariamente como un Dios personalizado -aunque cada uno está
legitimado a pensarlo así en su conciencia-, sino que simboliza la Energía, Armonía,
Fuerza de la Vida u Origen del Universo que se desee.
4.- LA MASONERÍA Y LAS IDEOLOGÍAS.

Como vemos, en Masonería no caben dogmas, estando abierta a todas las actitudes
respetuosas con las formas de pensar ajenas.

En Masonería existe una vieja fórmula que propugna no tratar de política o religión,
salvo para esclarecer a los demás. Esto significa que la Masonería es apartidista y que
en ella no se pueden dar "consignas", no se puede tratar de "imponer" ideas, sino
"exponer" las mismas. Sería un error considerar que la Masonería es una organización
en la que unas conclusiones mayoritarias obligan a actuar social y políticamente a
todos, y mucho menos, en la directriz de una autoridad imponga un camino a seguir.
Esta forma de actuar sería antimasónica.

Sin embargo, nuestra historia y nuestro mundo están impregnados de realizaciones de


inspiración masónica. De ahí deducen los críticos de nuestra organización su peso
político y su papel como fuente de directrices concretas. Lo que ha ocurrido, lo que
ocurre, es que los hombres y mujeres que trabajan con los ideales de Libertad,
Igualdad y Fraternidad, llevan, cada uno de una forma libre e individual, esas actitudes
y principios a su mundo familiar, social, político, laboral, etcétera. Lo hacen en la forma
en que voluntariamente deseen, y con los aspectos concretos que en conciencia
decidan. Si, por ejemplo, la fraternidad universal es un principio masónico, no será
extraño que la mayoría de los masones se hayan encontrado en primera fila de la
constitución de organismos internacionales, de la unidad europea, etcétera. El masón
es un ser humano comprometido, las más de las veces, en un proyecto político, social,
intelectual, filosófico, etcétera, porque debe ser un ser consciente y responsable al que
no le dejan indiferente los demás.

La Masonería no es anticristiana, pues muchas Iglesias de esa religión la apoyan y


promueven, perteneciendo sus obispos y pastores a ella, de forma abierta. Tampoco
cabe decir que la Masonería sea anticatólica, toda vez que en su seno se respetan
todas las creencias. lo que sí ha ocurrido históricamente es el enfrentamiento de la
Iglesia Católica con la Masonería. La mayor virulencia se da en el siglo XIX, cuando los
diferentes estados italianos se unifican en uno, u el Papa ve amenazada su posición
como Rey de Roma; en ese momento la Santa Sede reacciona con dureza frente a
todas las corrientes que, directa o indirectamente, propugnen los ideales bajo los que
se unifica Italia: Estado Liberal, sociedades patrióticas -carbonari, anilleros...-,
librepensamiento, etcétera. Una de las condenas más duras contra la Masonería la
acusa de pretender la separación de la Iglesia y el Estado -que defenderá el Concilio
Vaticano II en el siglo XX-. Las calumnias a la Masonería fueron conscientemente
alimentadas con las obras del estafador Leo Taxil (que terminó reconociendo
públicamente su impostura), en las que se hablan desde apariciones demoníacas hasta
banquetes en los que se devoran niños.

Cualquier católico puede, desde el punto de vista de la Masonería, ingresar en ella. Se


le exige lo mismo que a las personas de otras creencias o ideologías: tolerancia,
fraternidad y desarrollo continuo de si mismo en beneficio de los demás.

De lo dicho hasta ahora no cabe deducir que la Masonería pretenda una vuelta atrás, a
doctrinas elaboradas en el siglo XVIII. El gran valor de la Masonería radica en que cada
masón, cada generación de masones, reelabora la continua y progresiva aplicación de
los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que no significan lo mismo en el siglo
XVIII que en el XX. Nada de cuanto es humano nos es ajeno, nada de cuanto es
Universo nos es ajeno, por estar el hombre inmerso en ese Universo como parte
consciente y valiosísima del mismo, capaz de comprender y ayudar a mantener la
armonía del conjunto.

No somos retrógrados cuando tratamos de mantener y estudiar las raíces de nuestra


tradición, pues no se puede pretender entender el presente ni construir el futuro
ignorando los orígenes.
En resumen, el Templo que pretendemos construir está siempre inacabado, y cada
generación de masones aporta una piedra más a la obra común, adecuada a su época
y su marco geográfico.

5.- LA MASONERÍA NO ES UN GRUPO DE PRESIÓN.

Hemos visto ya que en la Masonería no se dan consignas políticas ni ideológicas, sino


que cada cual expone su reflexión ante un problema, sin haber una postura obligatoria
para todos.

La Masonería no pretende sustituir a otros grupos (partidos políticos, sindicatos,


asociaciones de todo tipo), que cumplen su misión y entendemos necesarias para la
vida colectiva. En ningún caso se produce una antítesis, siendo plenamente
complementarias unas con otras. Si acaso, suele ser bastante enriquecedor para el
masón el poder aportar visiones más globales, o aspectos distintos en una cuestión, al
llevar adelante su papel en partidos, sindicatos o asociaciones.

Otro punto que debe aclararse es la cuestión vertida sobre nosotros de ostentar un
poder secreto mediante la mutua ayuda entre masones. En primer lugar, conviene
señalar que el deber de todo masón a prestar ayuda y solidaridad a todos los demás, y
no solo a los demás masones. Si con éstos le une un especial vínculo de fraternidad,
que da al trabajar en el mismo sentido y con los mismos objetivos, ese vínculo debe
tener un limite en el sentido de justicia y equidad. Ningún masón está obligado a
prestar una ayuda que, en su conciencia, suponga una injusticia o un favoritismo. Por lo
tanto, dependerá de su sentido de justicia, y éste debe ser muy alto en alguien que se
dice francmasón.

Otra cuestión que debe ser aclarada es que nadie está obligado, en Masonería, a dar
ayuda si con ello se priva de lo que es necesario para si y su familia. Recordamos que
nadie puede dar si previamente no tiene, tanto en el sentido espiritual como en el
material.
La Masonería no es elitista. Entre nosotros se cuentan personas de diferentes
procedencias, niveles, formación y profesión. Partimos de la base de la radical igualdad
de todos los seres humanos, de su múltiple variedad que nos enriquece y equilibra. El
elitismo social está proscrito en Masonería, y ello se muestra incluso a nivel simbólico
en determinadas ceremonias, recordando la igualdad de todos los francmasones, aún
ostentando diferentes grados.

6.- LOS INSTRUMENTOS DE LA MASONERÍA.

La Masonería es una sociedad iniciática en la que se encuentran las diferentes


escuelas de pensamiento y concepciones de la vida. En primer lugar, el carácter
iniciático significa que el ingreso en Masonería, el paso a los diferentes grados y el
trabajo masónico en general, obedece a unos rituales o ceremonias precisas que
tienen un significado simbólico. El efecto, la vivencia de cada masón, será diferente
ante la misma ceremonia, y eso es precisamente lo que se pretende: que cada cual
reflexione y estudie según su estilo, aportando su versión para el conocimiento de los
demás. El carácter iniciático de las enseñanzas es tan antiguo como la Humanidad y la
Masonería mantiene esas viejas tradiciones.

En los rituales masónicos no hay nada de magia o de irracionalidad, tienen un


significado básico que se explica a los Iniciados, y a partir de esa base cada uno
enriquece o desarrolla las diferentes aplicaciones que desee. El trabajo masónico
intenta provocar en sus participantes una toma de conciencia de los problemas y
cuestiones que se plantean, en todos los órdenes del mundo. A continuación les pide
honda reflexión acerca de lo que cada uno entiende como soluciones o conclusiones,
tratando de verlas desde diferentes concepciones o puntos de vista. Se trata de
fomentar el libre análisis y el desarrollo de la propia conciencia.

La Masonería no pasa a una acción inmediata -salvo cuando se trata de una ayuda o
acto de fraternidad concreto-, sino que cada masón, como ha quedado dicho, aporta su
progresivo enriquecimiento al medio en el que ser desenvuelve. Por eso, el ritmo de
trabajo masónico tiene unas pautas de reflexión y lentitud que facilitan el análisis y
buscan causas profundas.

El trabajo masónico tiene dos vertientes, una filosófico-simbólica y otra social, ambas
necesarias. Puede ser que un masón concreto prefiera inclinarse más por un aspecto
que por otro, pero cada cual es libre de aportar los trabajos que prefiera.

La Masonería ha sido criticada por su secreto. En realidad, la Masonería no es una


sociedad secreta -el hecho de que estés leyendo estas líneas así lo prueba-, y pese a
la prohibición que la Constitución española hace de las sociedades secretas, las
diferentes Obediencias masónicas de nuestro país se hallan legalizadas. Esto es así
porque son conocidos nuestro principio, estatutos y objetivos. En lo que si se mantiene
el secreto es en los rituales y formas de trabajar. El significado de este secreto, que por
otra parte se encuentra publicado en numerosos libros de acceso a cualquiera, es el
símbolo de que la obra de transformación y perfeccionamiento humano debe ser
llevado a cabo en el interior, en la reflexión y conciencia. Por otra parte también son
"secretas" las reuniones de Consejos de Administración de empresas, de órganos de
dirección de partidos políticos, etcétera. Que después de sus reuniones estas
entidades celebren ruedas de prensa no significa que se cuente efectivamente todo lo
ocurrido y planeado.

Ningún masón está obligado a guardar secreto de su pertenencia a la Masonería, pero


tampoco está obligado a reconocerlo si es interpelado, pudiendo negarlo si así lo
estima conveniente o lo prefiere. Lo que no debe hacer ningún masón es contestar a
decir si otra persona lo es, por respeto a la libre decisión de cada uno a afirmarlo o
desmentirlo.

El sistema de diferentes grados dentro de la Masonería, que llegan al 33º en el Rito


Escocés Antiguo y Aceptado, también utilizado por "El Derecho Humano" no desmiente
la igualdad de los masones. En el sentido iniciático ya descrito, se considera que el
acceso a nuevas capacidades de reflexión y actitud masónica debe ser marcado por el
paso a un nuevo grado, marcado por un ritual especifico. El Grado Superior tiene
nuevos derechos, pero también y sobre todo nuevos deberes, dentro del trabajo
masónico. De esta forma, se avanza gradualmente en el conocimiento simbólico y
filosófico. Pero no hay que olvidar que la Iniciación es obra de la vida entera, y que todo
francmasón continua siendo, simbólicamente, un Aprendiz, abierto a todo y a todos.

El funcionamiento interno de la Masonería es democrático, como lo fue durante siglos,


aún antes de que la democracia llegara a la vida política. El sufragio libre y secreto se
aplica en las elecciones anuales para todos los cargos, en la admisión de nuevos
masones, en los Congresos generales de cada Obediencia, en la toma de decisión
sobre cuestiones administrativas, etcétera. Cada masón conoce sus derechos y
deberes por la Constitución, estatutos y reglamentos de su Obediencia, Federación o
Jurisdicción, o Logia.

7.- CONCLUSIÓN.

Confiamos haber aclarado dudas, confusiones o puntos oscuros. No pretendemos con


ello otra cosa que ser más conocidos en nuestros objetivos y formas de trabajar. Para
terminar, te recordamos algo que con frecuencia se dice en Masonería: hay muchos
masones sin mandil; es decir, personas que nunca van a ingresar en una logia, pero
cuyos principios y actuaciones extienden día a día ese mundo más fraternal, más justo,
más tolerante y más libre que también nosotros perseguimos.
¿QUÉ ES LA FRANCMASONERÍA?

SEGÚN EL GR∴ OR∴ LATINOAMERICANO (GOLA)

1
INTRODUCCIÓN
Ofrecer información objetiva sobre la Francmasonería, el Gran Oriente de Francia y el
Gran Oriente Latinoamericano y brindar a la curiosidad de aquellos que se interrogan
sobre sus actividades los elementos de una reflexión fecunda y esclarecedora, no
aparece a primera vista como una tarea sencilla. Siempre la presentación ante la
opinión pública de las actividades, de los ideales y de las instituciones en las cuales se
reagrupan hombres y mujeres que comparten un cierto número de elementos comunes,
tiene sus dificultades. Mucho más cuando estamos hablando de una Institución que,
antes que nada, une a hombres y mujeres en torno a una serie de prácticas y
fundamentos, que forman usos y costumbres conformando una verdadera tradición; la
cual además, se remonta a cientos de años, por lo menos.
Comprender lo que es la Francmasonería y el Gran Oriente Latinoamericano solicita
del lector un gran esfuerzo, pues la objetividad de su lectura seguramente puede estar
influenciada por aquellas imágenes inconscientes y casi míticas que los prejuicios
sociales y los medios de comunicación amarillistas o sensacionalistas han impreso
sobre la Francmasonería y los francmasones.
Mucho se ha escrito sobre esta Institución. Hoy es posible encontrar en las librerías
gran cantidad de obras periodísticas de carácter “ocultista”, apologéticas o francamente
hostiles. Hay de todo, como en botica, y para todos los gustos. Pero, estas obras, aún
las no hostiles, o incluso aquellas que puedan ser incluso apologéticas, reflejan
principalmente los puntos de vista de sus autores. Al leerlas, ofrecen tantas facetas de
la Institución, tantos puntos de vista (las más de las veces contradictorios) que, impiden
al observador externo comprender realmente lo que la Francmasonería h sido y es, lo
que postula y lo que persigue.
Estas páginas constituyen un modesto intento de presentar la Orden Masónica y el
Gran Oriente Latinoamericano a lectores que buscan conocer y comprender lo que es
nuestra Institución. Por ello, esperamos de ellos una actitud mental abierta, capaz de
asimilar esta información, que evita pasar por el tamiz de lo dicho y repetido durante
decenios, muchas veces, opiniones interesadas, cuando no agresivas y hostiles que
conducen las más de las veces a una visión falsa de la misma; y es en ese estado de
espíritu, abierto y comprensivo, que solicitamos que sea leído.

1
A partir del Texto “¿Qué es la Francmasonería?”, 3ª Edición: abril de 1996, Editado por la R.·. L.·.
LIBREPENSADORES, Canelones - República Oriental del Uruguay
LECCIONES DEL PASADO
La larga historia de la Institución Masónica, y su profundo arraigo en el mundo
contemporáneo, mosaico multicolor de hombres y mujeres de diversas razas, lenguas,
tradiciones; creencias políticas y religiosas, ha aportado a la Francmasonería una
preciosa experiencia. Una de las virtudes que ha caracterizado a la francmasonería, la
organización iniciática más importante de occidente, es tal vez su perpetua superación,
la adaptación permanente de sus métodos a las realidades y a las esperanzas de las
sociedades humanas en continuo cambio, no obstante sus principios y fines
inmutables.
La Unión, la Solidaridad y la Colaboración de la masonería y sus miembros a lo largo
del devenir histórico constituyen en verdad una fuente de enriquecimiento y el espíritu
que la anima a nivel individual e institucional. Por una parte, la liga con el pensar, sentir
y actuar de sus antecesores para aplicar y mantener sus ejemplos, logros y resultados
positivos en la actualidad; por otra, el compromiso con las generaciones presentes y
futuras en la construcción de un mejor proyecto humano en todas las escalas y en
todos los ámbitos.
Los ancestros de los Francmasones
Los Masones (del inglés mason: albañil), constructores de catedrales e inmuebles
públicos y privados desde tiempos muy remotos, conformaron muy rápidamente un
oficio guardián del arte de construir. Las Obras en construcción eran enormes
empresas para la época (y aun hoy: imaginemos construir hoy día una Pirámide de
Keops, una Notre Dame de París o una catedral de Colonia!!).
La protección de la Iglesia católica, los señores feudales y gobernantes que
comandaban las construcciones, así como la necesidad de los constructores para
desplazarse de un lugar a otro, muchas veces a muy grandes distancias, fueron
permitiendo a los Masones (Arquitectos, Maestros de Obras, Oficiales, Aprendices)
escapar a la servidumbre señorial. Desde el siglo XII al menos, constituyeron un franc-
metier (oficio libre): eran franc-maçons en francés o free-masons en inglés, es decir,
franc o free significando libre y titular de un estatuto personal y profesional
independiente de las jurisdicciones señoriales y feudales.
La Edad Media conoció múltiples asociaciones de oficios, herederos, tal vez, de los
Collegia Romana, donde el saber profesional se trasmitía por cooptación e iniciación en
las artes del oficio. No existen en realidad pruebas materiales de la filiación de estas
confraternidades o de esos gremios con las sociedades iniciáticas del tipo que
explicáramos más arriba; ni, como lo han afirmado ciertos autores, con la Orden de los
Templarios. Aunque tampoco se puede negar rotundamente que hayan podido haber
contactos, en una Edad Media donde el ambiente era propicio - particularmente en
torno a las grandes construcciones de castillos e iglesias - a los encuentros para los
intercambios de conocimientos profesionales. Los Templarios, por ejemplo, fueron
constructores de catedrales, y por esta vía fue tal vez posible intercambios de tipo
intelectual y/o religioso.
La Francmasonería bajo su forma actual, nació en el siglo XVIII en Gran Bretaña. Pero
sus orígenes son muy antiguos y múltiples. Simbólicamente, la masonería remonta su
origen hasta la construcción del Templo de Jerusalén por parte del rey Salomón.
Numerosas teorías, muchas veces fantasiosas, quieren encontrarle a la Institución, una
filiación directa con numerosas sociedades iniciáticas de la Antigüedad y de la Edad
Media, sociedades en las cuales, a través de la reflexión interior, la observación
metódica o la ascesis mística, muchos espíritus evolucionados buscaban, a través del
lenguaje simbólico, las formas de comprensión del mundo en el cual vivían, y
explicarse el lugar del hombre en el universo.
Estas asociaciones de Francmasones, muy vitales todavía en el siglo XV, entraron
luego en decadencia. Las causas generales de ese declive son múltiples: abandono de
la arquitectura "gótica" por la del Renacimiento, desarrollo de la enseñanza escrita del
arte de la construcción, trastornos políticos que llevaron a poner fin a las grandes obras
de construcción, desarrollo de los poderes centrales, que impusieron nuevas
reglamentaciones a las corporaciones, restringiendo su independencia, etc.
Los orígenes en Inglaterra
Tempranamente, la organización de los Free-masons se transforma profundamente en
Gran Bretaña. En sus Logias (reuniones) se reencontraban cada vez más numerosos,
los Masons "aceptados", nobles, eclesiásticos o burgueses, que no tenían ninguna
atadura con la profesión de constructores. De esta manera, la Masonería "operativa" se
fue transformando en Masonería "especulativa" o filosófica; así, no se busca en esos
Talleres donde se reúnen los albañiles y arquitectos constructores, los mejores
procedimientos para la construcción, o como elaborar mejor la argamasa con la que
ensamblar las piedras del edificio, sino que ahora se conversa y se busca cada vez
más, cuáles son las vías a transitar para que los hombres puedan armoniosamente
juntarse a los efectos de construir una humanidad mejor y más esclarecida. Esta
"nueva" Masonería toma de la "antigua" un gran número de sus símbolos, sus reglas
de disciplina, de comportamiento y sobre todo el noble ideal de perfeccionamiento del
Ser Humano: es necesario construir este Ser de la misma manera como los antiguos
construían las catedrales.
El 24 de junio del 1717, cuatro de estas Logias de Londres se reunieron para festejar el
Solsticio de verano nórdico, y se constituyeron en Gran Logia, atribuyéndose el poder
de regir los otros talleres. Esta Gran Logia estableció en 1723 las Constituciones
llamadas de Anderson, por el apellido del Pastor protestante que las redactó, las cuales
codificando los antiguos deberes masónicos, fueron y son todavía la carta reconocida
de la Francmasonería Universal.
Era también la época donde se desarrollaba lo que se llamaría luego la Filosofía de las
Luces o Iluminismo, y todos aquellos que participaban, a cualquier título, de esta gran
corriente de ideas innovadoras que pregonaban la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad
para todos los humanos, no podían no adherir a la Francmasonería, que hacía de esa
divisa su propio fundamento.
Muy rápidamente, la Masonería se extiende por el Viejo Continente y también en las
Américas. No por conocida, no deja de ser casi imperioso señalar una vez más el rol
que jugó la Masonería en las luchas patrióticas: una buena parte de nuestros
Libertadores, eran miembros de la Institución.
¿Será entonces - luego de lo que venimos de ver - que la Francmasonería es sólo una
supervivencia de viejas ideologías hoy superadas?
Pero, también podemos preguntarnos, ¿están superadas las nociones de Libertad,
Igualdad y Fraternidad, las solas banderas que la Francmasonería haya siempre
enarbolado? Cierto es que muchas otras doctrinas han sido elaboradas desde el siglo
XVIII a esta parte, lo que pueden hacernos pensar que aquellas divisas masónicas
datan de hace ya mucho tiempo, que se han vuelto viejas. Mas, esto sería cierto si ese
ideal masónico hubiere sido ya alcanzado. Sin embargo, no parece éste ser el caso....
Tanto si miramos alrededor nuestro, como si echamos una mirada planetaria, seguimos
viendo la vigencia de las luchas contra la opresión, constatamos lo poco pacífico que
es nuestro mundo y como se desarrolla la violencia en nuestras sociedades, o como
todavía se sigue considerando a los humanos diferentes de acuerdo a su sexo, raza y
color, creencias o medios materiales que posea. Entonces, la Francmasonería continúa
a referirse al tríptico de Libertad, Igualdad y Fraternidad como un ideal permanente, y
busca reagrupar a los hombres y mujeres que sinceramente crean que es posible
avanzar en ese sentido.
La Francmasonería busca hacer avanzar la Humanidad hacia el Progreso, que ella
llama La Luz. Pero este objetivo no tiene mucho que ver con el progreso técnico o
material - como comúnmente se confunde - incluso si esto, por supuesto, no está
ausente de sus preocupaciones, en la medida en que pueda liberar al Hombre (cuando
muchas veces en realidad lo que hace es aprisionarlo o someterlo).
La Francmasonería es como un árbol: para desarrollar sus ramas cada vez más altas y
más lejos, tiene necesidad de desarrollar al tiempo poderosas y profundas raíces. Sus
ramas serán tanto más vigorosas que sus raíces serán profundas. Así también puede
resistir a las tempestades: puede ser que se vea a algunas de sus ramas rotas, pero
siempre puede brotar de nuevo. La Francmasonería ha sufrido ataques y
persecuciones. Pero siempre ha resurgido.
La Francmasonería entonces, está hecha de permanencias: su ideal continúa siendo el
de los masones operativos del medioevo y el de los masones especulativos del
Iluminismo; es humanista, ante todo, y progresista. Cree en el Hombre y en su
perfectibilidad. Es la razón por la cual intenta ser innovadora, intenta ubicarse en su
tiempo y su fidelidad a un ideal tan viejo, no le impide, en nombre de ese mismo ideal,
interesarse y contribuir a preparar el porvenir.

" En este mundo no hay más Ley duradera que la Ley del Amor.
No es tan sólo el amor que se manifiesta en bondad e infinita belleza
y en intensa compasión por todos los seres humanos,
sino también aquel amor que en breves palabras
se puede llamar el Amor al Universo;
aquel anhelo ardiente de vivir para el prójimo.
Es el amor a los humildes, los menesterosos, los oprimidos en este mundo.
Este amor une, ilumina y solidariza.
Este es el amor del Masón."

Dr. Sebastián Magalhaes-Lima


(ex-ministro de Instrucción Pública
y hombre eminente de Portugal).

UNA SOCIEDAD MISTERIOSA


Una cierta imaginería presenta a la Francmasonería como una sociedad secreta, a la
vez poderosa y pasada de moda, cuyas ceremonias extrañas se desarrollan en
escenarios de comedia siguiendo un ritual anacrónico. Se considera al Francmasón
como una especie de místico anticlerical, cazador de curas, intrigante y arribista, atado
a ideas políticas y filosóficas de otra época. Esas imágenes estereotipadas deben lo
esencial de ellas a la larga lista de calumnias repetidas insistentemente por los
enemigos de nuestra Orden, y esto ya desde el siglo XVIII. Pero también se explican
por la discreción que envuelven a las actividades masónicas.
Las reflexiones que siguen no intentan ser ni una apología ni una refutación, sino una
tentativa de explicación y de información.
La Francmasonería - y por consecuencia el Gran Oriente Latinoamericano - no es una
sociedad secreta. Una prueba de ello es la copiosa literatura que existe sobre la
Francmasonería, sobre su historia y sus actividades. Muchas de estas actividades
tienen incluso reflejos en la prensa oral, escrita o televisiva. Generalmente, las
Obediencias masónicas tienen sus locales públicos, sus bibliotecas y gozan de
personería jurídica. Es mucho más fácil a un curioso informarse sobre la
Francmasonería, que sobre muchos agrupamientos políticos, religiosos o económicos,
cuyas actividades son mucho más confidenciales, sin que se los considere "sociedades
secretas".
Los Francmasones, no obstante, se abstienen de todo proselitismo. Sabe que la
naturaleza de su misión no necesita ni del ruido ni de la publicidad. Es más: la eficacia
de su acción, en una buena medida depende de esa discreción en la cual trabajan, que
evita las polémicas públicas estériles que atentan contra sus objetivos.
Iniciación y simbolismo
Los Francmasones saben también que la regla del silencio sobre sus trabajos en Logia
y sobre la vida interna de sus Obediencias, garantiza en sus Talleres la absoluta
libertad de expresión y asegura a la Orden una mayor cohesión.
La discreción entre los Masones se explica también por las lecciones de la historia.
Esta enseña que todo régimen político arbitrario - siempre a temer - no falta jamás a la
cita de alguna campaña antimasónica, cuando no, muchas veces, a la pérdida de
libertad de Francmasones conocidos. ¿Quién no ha sentido hablar de las
"conspiraciones judeo-liberales-masónicas", pregonadas por tantos autoritarios de los
más diversos orígenes ideológicos?.
La búsqueda de la Verdad a través de las vías iniciáticas y el lenguaje de los símbolos
es la esencia misma de la Francmasonería.
Los Francmasones no son místicos persiguiendo algún Absoluto esotérico ni fieles
iluminados de una religión ocultista. La Iniciación, sin embargo es mucho más que una
simple ceremonia de recepción; es simbólicamente una muerte y una resurrección.
Compromete al nuevo iniciado a ser franco consigo mismo, con sus imperfecciones, a
desearse más puro, a despojarse de sus pasiones materiales y de sus prejuicios, a
conocer y desplegar las fuerzas espirituales que se encuentran en él, gracias a las
cuales puede progresar hacia el Conocimiento.
El lenguaje simbólico mal comprendido, para el profano, no es más que un conjunto
abigarrado de signos y analogías confusas; pero, si para el Francmasón esos símbolos
no tienen valores mágicos, sin embargo están cargados de significados y de valores;
son un medio práctico de aprehender las ideas, y lejos de imponer un límite al
desarrollo del pensamiento, ayudan a través de la libre interpretación, a mejor penetrar
en la realidad del mundo en que vivimos.
El simbolismo masónico es un lenguaje comparable al simbolismo matemático;
conviene a todos los espíritus, incluso los más racionales. Lejos de estar superado,
encuentra una justificación nueva en los progresos de la psicología y de la sociología
modernas que muestran cuanta necesidad tiene, el espíritu humano, de los símbolos
para comprender las realidades de la vida.
Tolerancia y humanismo
La enseñanza masónica no es una metafísica. La Iniciación no es una Revelación
definitiva de una Verdad única. La vía iniciática brinda al individuo los instrumentos
simbólicos indispensables a su perfeccionamiento; no es un dogma sino un método.
El Gran Oriente Latinoamericano no es una Iglesia, sino una sociedad de hombres y de
mujeres libres; no impone a sus miembros ninguna creencia metafísica. Se esfuerza
por desarrollar en ellos un espíritu crítico, espíritu de libre examen. Los Francmasones
son, ante todo, libre-pensadores. Estiman que no se trata ni de llegar a la Verdad
Absoluta, definición válida para todos los tiempos, ni de sustraerse al juicio de la razón.
Las reglas de disciplina interior y de discreción con respecto al mundo profano no
limitan la libertad del Francmasón. Entrando en el Gran Oriente Latinoamericano, el
profano no renuncia a ninguno de sus derechos, a ninguna de sus convicciones; él se
impone como primer deber el respeto de las opiniones de sus Hermanos y se asegura
la posibilidad de expresar libremente las suyas. La tolerancia mutua, que es la regla de
trabajo masónica, permite todas las confrontaciones de ideas.
Apegados, desde su mismo origen, al respeto del pensamiento, entonces, al respeto
del Hombre, los Francmasones no han aceptado nunca ningún menoscabo, cualquiera
sea su carácter, al espíritu de libre crítica y de libre examen. Siempre han denunciado
toda fuerza limitante, condicionadora o violadora de las conciencias.
La confianza en el Hombre que proponen los Francmasones los lleva a creer en su
perfectibilidad y en la de las sociedades: su filosofía es resueltamente optimista. Y a
pesar de los momentos obscuros por los que de tanto en tanto pasan los países o la
Humanidad, los Francmasones siempre accionan y piensan en que esos períodos son
pasajeros y que el Hombre y las sociedades humanas encontrarán los caminos de su
libertad.
En nuestro mundo, las preocupaciones materiales banales privan muchas veces al
individuo de sus propias posibilidades de profunda reflexión en si mismo. Lo mismo
sucede cuando el hombre no obtiene ni lo mínimo indispensable para él y los suyos
sumidos en la pobreza absoluta. Ambas facetas son percepciones de un mismo
fenómeno que justifica las injusticias.
El conformismo de la civilización de masas tiende a reducir el lugar de los valores
morales y espirituales indispensables al equilibrio de las conciencias. Las Logias
masónicas defienden el humanismo y buscan los medios de definir las nuevas formas
que debe tomar en el mundo actual.
En un mundo y una sociedad donde los valores materiales sirven casi siempre de único
criterio de discernimiento, el Francmasón intenta por la vía del ejemplo de sus
Hermanos y Hermanas, y por las enseñanzas de la Orden, ser un hombre justo o una
mujer justa y obedecer a las obligaciones morales del honor y de la probidad. La
Francmasonería, además de una escuela del pensamiento, es ante todo una escuela
de dignidad humana.
Solidaridad y fraternidad
"Centro de Unión", la Francmasonería Universal tiene por misión reagrupar las buenas
voluntades dispersas por el universo. Los Francmasones del Gran Oriente
Latinoamericano dan, a la fraternidad que los une a todos los otros Masones del
mundo, un sentido muy profundo de respeto, de estima y de afecto, más allá de
divergencias de opinión - natural entre hombres y mujeres libres - de condición social,
de nacionalidad, raza o sexo, en la igualdad más completa del derecho de cada uno. El
Gran Oriente Latinoamericano recibe en los Logias a todos los Francmasones,
independientemente de la Obediencia en la que fueron iniciados, llevando esta
consideración a su máxima apertura, dado su carácter de Obediencia internacional.
Muchas veces se ha caricaturizado esta solidaridad entre los Francmasones. Se ha
visto a la Francmasonería como una sociedad de servicios mutuos, cuando no una
misteriosa "mafia" que asegura el éxito social de sus miembros. Es una opinión - tal vez
interesada - que olvida que las preocupaciones de la Francmasonería son
esencialmente filosóficas y cívicas y que su filantropía se ejerce mucho más sobre el
plano moral que sobre el plano material. La Orden Masónica no está al servicio de sus
miembros, sino al servicio de su ideal. De acuerdo a este criterio, rechaza de su seno -
con la misma severidad - tanto a quienes traicionan conscientemente sus principios; a
quienes tienen una vida profana no digna de un hombre o de una mujer de honor; como
a aquéllos o a aquéllas que han venido a la Institución por cálculo inferior o por
ambición mundana.
Pero, es evidente, por otra parte, que el Francmasón es vecino, en su Logia, de
hombres o mujeres muchas veces eminentes y representativo de todos los medios
económicos, sociales y culturales, por lo que se enriquece intelectualmente, articula
ideas, informaciones, se perfecciona en el arte de la expresión y de la escucha; del
intercambio de opiniones. El, o ella, adquiere de esta manera, insensiblemente,
progresivamente, calidades que el mundo profano consagra y promociona, lo que
muchas veces, hace del Francmasón un hombre o una mujer apto para recibir la
confianza de puestos que requieren y exigen, de él o ella, competencia y seriedad en
sus tareas.

LA FRANCMASONERIA EN EL PENSAMIENTO
DE ALGUNOS MASONES CELEBRES

" La Masonería hará progresar a la Humanidad. La aplicación constante de sus


sagrados principios conducirá a todas las naciones a una unión fraternal. "
José Garibaldi

" El respeto al derecho ajeno es la paz"


Benito Juárez

EL TRABAJO MASONICO
La Francmasonería, potencia simbólica independiente de los partidos y de los poderes
políticos, ha sufrido muchas ataques; su ideal democrático le ha valido - actualmente
también - de ser perseguida por los regímenes políticos totalitarios; por el liberalismo
de sus concepciones filosóficas ha sido condenada por la Iglesia Católica, Apostólica y
Romana. Sin embargo, la Francmasonería ignora estas reacciones hostiles y continúa
su trabajo.
Cada Francmasón "desbasta su piedra bruta": se enriquece moralmente del trabajo
cumplido por él mismo y sus Hermanos. Su lento progreso individual es el objetivo
esencial de la Masonería. Las "piedras pulidas" sirven para construir el Templo,
construcción incansablemente proseguida desde hace siglos. El Templo está destinado
a todos los Hombres y sus constructores no desean reservarlo para su uso exclusivo.
La decoración de los Templos y el Ritual de las Tenidas (reuniones) masónicas muchas
veces sorprenden a quién solo ve decorado y ceremonial. El Francmasón los acepta
sin complejos, dado que él conoce el valor simbólico y sabe lo útiles que son en sus
trabajos, creando la atmósfera tan particular de un Taller masónico, asegurando de esta
manera la buena marcha de los trabajos.
Por pintoresca o pasadas de moda que puedan parecer estas ceremonias a los ojos de
los profanos, ellas son para los Francmasones tanto más emocionantes en la medida
que ellas representan la marca más auténtica de la originalidad y de la universalidad de
la Orden. Efectivamente, más allá del lugar geográfico, de las opiniones sustentadas,
de la lengua en que se comuniquen y de la originalidad de los Talleres, el elemento
común a todos los Francmasones del universo es su metodología simbólica de trabajo
representada por el Ritual y la decoración de sus Logias.
En Logia
"Un Francmasón libre en una Logia libre", es uno de los principios más caros de la
Francmasonería. Del Francmasón y de su libertad ya hemos hablado. En cuanto a la
Logia, es la célula de base de la Orden. Célula autónoma, la Logia agrupa a un cierto
número de Hermanos y Hermanas y la diversidad de sus orígenes de hecho la hacen
una especie de sociedad a escala reducida. Bajo la presidencia de su Venerable,
asistido de sus Oficiantes, y según un ritual a la vez preciso y liberal, el Taller estudia
las cuestiones puestas en su orden del día: problemas filosóficos, morales, sociales o
históricos que se ha convenido abordar. Las discusiones son corteses y amigables, y
cada uno es libre de expresar y defender sus puntos de vista. Las Logias se comunican
entre ellas a través de circulares, organizando Tenidas (es decir, reuniones) colectivas,
o a través de las visitas que miembros o dignatarios de las mismas se realizan. De
hecho, hay una intensa vida masónica, y los intercambios son fecundos, en riqueza y
diversidad.
Este método de trabajo en común, permite a hombres y mujeres de ideales filosóficos o
políticos diferentes, pero todos "libres y leales", determinar soluciones reconocidas
válidas por todos, a los diversos problemas expuestos. Este método es muy eficaz, y la
propia "longevidad" de la Francmasonería, y su reconocida eficacia, podría ser una
prueba de ello. Por eso no hay que asombrarse de ver hoy día esta metodología, usada
por numerosos "grupos de estudio" y "seminarios", los cuales debido a las dificultades
de gestión de las empresas o a la complejidad de los problemas sociales, económicos
o políticos, multiplican su presencia en nuestra sociedad moderna.
Ese pequeño grupo de hombres y de mujeres libres, de profesiones y de culturas
diferentes, fraternalmente unidos por sus ideales comunes y por el hábito de reuniones
periódicas, no tiene equivalente en el mundo profano.
La Obediencia
Democráticamente elegido por la Gran Asamblea (poder legislativo conformado por
delegados de los Logias), el Consejo de la Orden (poder ejecutivo) tiene por funciones
de administrar y de representar al Gran Oriente Latinoamericano. El designa su
presidente que lleva el título de Gran Maestro.
Cada dos años, la Gran Asamblea somete a estudio de las Logias temas de interés
general que son objeto de estudio, de trabajos críticos, de conferencias y discusiones.
Cada Logia establece un informe sobre esas cuestiones y luego el conjunto de esos
informes es objeto de un informe de síntesis votado por los delegados de las Logias a
la Gran Asamblea siguiente. Si cada tema de estudio lleva su tiempo, es un ejemplo
completo de reflexión colectiva, que sería bueno ser imitado en el mundo profano para
resolver tantos temas societales sujetos a controversias. Esos estudios, luego de haber
llevado a multitud de Hermanos y Hermanas a reflexionar sobre ellos, desemboca en
conclusiones que prefiguran muchas veces las soluciones adoptadas por el cuerpo
social.

Mi larga vida empleé


en leer sin guía y sin tino
¿Qué me dio al fin del camino?
El saber que no sé nada.

Y de decepciones lleno,
al terminar mi carrera,
busqué la Luz Verdadera,
¡Oh, Hermanos!, en vuestro seno."

Francisco Acuña de Figueroa


(autor del Himno Nacional uruguayo)

EL GRAN ORIENTE LATINOAMERICANO


Ya hemos dicho que la Orden masónica es universal. La analogía con el árbol de fuerte
tronco y profundas raíces, que genera frondosas ramas es la que más conviene para
comparar a la Francmasonería: las ramas del árbol son las Obediencias masónicas.
El Gran Oriente Latinoamericano es una de las Obediencias masónicas. Como tal, es
respetuosa de los Principios Generales, de los usos y costumbres de la Masonería
Universal. Pero, como otras Obediencias, ella tiene sus propias especificidades.
Las mismas tienen como marco los principios del Gran Oriente Latinoamericano fijados
por su Constitución, así como los principios adoptados por CLIPSAS (Centre de Liaison
et Information des Puissances Signataires de l'Accord de Strabourg), "Centro de Enlace
e Información de las Potencias Firmantes del Acuerdo de Estrasburgo", entidad que
agrupa a potencias simbólicas masónicas de todo el mundo.
El Gran Oriente Latinoamericano es una Obediencia masónica formada por Logias
libres, formada por Francmasones libres, sin distinción de sexo, razas o creencias.
El Gran Oriente Latinoamericano hace primar el Principio de una Francmasonería
Universal, al reconocimiento de fronteras nacionales o continentales, en la definición
del "territorio" cubierto por una potencia masónica. Por ello, sus Logias se encuentran
allí donde un grupo de Francmasones estén dispuestos a trabajar respetando su
Constitución y Reglamento General.
La Constitución del Gran Oriente Latinoamericano especifica que es una Obediencia
"progresiva y progresista". La primera expresión recordando la formación iniciática de
sus miembros; y la segunda, invitando a sus miembros a que en la búsqueda de la
verdad tomen una posición política favorable a los cambios, que se estima deben ser
permanentes.
El Gran Oriente Latinoamericano promueve la defensa de los Derechos Humanos y
exige de sus miembros una práctica de permanente respeto de los mismos,
desconociendo la calidad de Francmasón a quienes hayan actuado en contra de ellos.
El Gran Oriente Latinoamericano defiende la absoluta libertad de conciencia, lucha
contra el dogmatismo en todas sus formas y propugna el laicismo, sin que esto último
signifique oposición a las concepciones religiosas de sus miembros o de la colectividad.
El Gran Oriente Latinoamericano respeta y promueve el fortalecimiento de las culturas
autóctonas.
Considera que el perfeccionamiento individual no puede lograrse sino dentro de un
contexto social. Los Francmasones deben perfeccionarse en sociedad y en relación
armónica con la naturaleza, lo cual implica la defensa del medio ambiente y del
equilibrio biológico.
Piensa que la búsqueda del perfeccionamiento social implica la construcción de un
nuevo modelo de sociedad en América Latina y una de las tareas es la de estudiar sus
bases.
El Gran Oriente Latinoamericano considera que se debe buscar la integración
latinoamericana, no a partir de las superestructuras, sino a partir de la base: su gente y
su cultura, buscando la salvaguardia del capital humano y natural.
El Gran Oriente Latinoamericano permite la práctica de los diferentes ritos y reconoce a
todo Francmasón, cualquiera sea su sexo, que haya sino iniciado por una Logia Justa y
Perfecta.

"El trabajo es el aire y el sol de la libertad.


Sin libertad todo bienestar es pobreza, ignominia.
Cuanto no sea compatible con la libertad humana,
caerá; pero hay que acelerar esa caída..."

José Martí
(de un discurso masónico).
PEQUEÑO LEXICO MASONICO

Abreviaciones masónicas: La inicial mayúscula de una palabra, seguida de tres


puntos en forma de triángulo. Por ejemplo, G∴ O∴ L∴ A∴ = Gran Oriente Latino-
Americano.
Grados: Etapas de la educación masónica. Se accede por una iniciación. Los tres
grados de base son los de Aprendiz, Compañero y Maestro.
Iniciación: Ceremonia en el curso de la cual son revelados los símbolos masónicos
correspondiente a cada grado.
Logia: Sinónimo de Taller. Cada Logia tiene un nombre distintivo. Por ejemplo, la Logia
"Librepensadores".
Obediencia: Federación de Logias aceptando una misma autoridad.
Oficiales: Francmasones Maestros, elegidos anualmente, ejerciendo funciones en el
seno de un Taller. Dependiendo de los Ritos, pueden llegar a ser diez u once.
Orden: Conjunto de la Francmasonería Universal.
Oriente: La sede masónica de una zona dada. Por ejemplo, la Logia
"Librepensadores", al Oriente de Canelones.
Plancha: Carta o cualquier tipo de documento escrito de carácter masónico.
Profano: Persona no iniciada. Adjetivo que se aplica a todo lo que es exterior a la
Francmasonería. Por ejemplo, "mundo profano".
Rito: Conjunto de reglas que fijan el desarrollo y las formas de trabajo en la Logia.
Existen muchos Ritos en la Francmasonería; y algunos de ellos pueden ser practicado
en el seno del Gran Oriente Latinoamericano.
Símbolos: Imágenes sensibles que traducen ideas. El más conocido de los símbolos
masónicos es el triángulo.
Tenida: Reunión de trabajo de un Taller.
Taller: Grupo de Francmasones trabajando en comunidad; célula de base de la
Francmasonería. Sinónimo de Logia.
Utiles masónicos: Instrumentos simbólicos de trabajo masónico. Los más conocidos
son la escuadra y el compás.
Venerable: Presidente de un Taller
LA FRANCMASONERÍA EN EL PENSAMIENTO
DE ALGUNOS MASONES CÉLEBRES

"Combatir es trabajo también.


Combatir por el derecho, por la Libertad, por la Justicia,
en nombre de los eternos principios que forman la conciencia humana,
es trabajar en el sentido de la Civilización y del Progreso.

Se combate para derribar los obstáculos que se oponen a la marcha del bien
y para edificar sobre las ruinas del mal el monumento de las grandes verdades,
que se amasa con la sangre de los mártires y el sudor de los jornaleros. "

Bartolomé Mitre
(de un discurso masónico,
al dejar la Presidencia, en 1888)

¿QUIENES FUERON FRANCMASONES?


La Obra Masónica es colectiva y anónima. Sería vano querer medir o resumir su acción
a través del mayor o menor éxito de algunos de sus integrantes. Ofreciendo a sus
miembros los medios y la oportunidad de enriquecer sus vidas personales y de hacerse
útiles a la comunidad universal de los Humanos, la Francmasonería no busca ni para
ella ni para sus integrantes ningún tipo de celebridad.
Puede, eso sí, sentirse orgullosa de la diversidad de talentos con los cuales contó y
cuenta aun y del servicio que algunos de sus Hermanos más ilustres han rendido a la
sociedad. Puede también decir, justamente, que el trabajo masónico ha ayudado a
esos hombres y mujeres a desarrollar sus personalidades y a realizar sus obras.
La siguiente lista, obviamente, es muy sumaria. Sólo intenta mostrar el carácter
universal de la Francmasonería, en el seno de la cual todas las buenas voluntades
pueden encontrar su lugar. Por razones de discreción, sólo se han retenido nombres de
Hermanos que han pasado al Oriente Eterno, es decir, que han desaparecidos; o de
pública notoriedad. Siendo, por otro lado, el desarrollo de la masonería femenina
relativamente débil hasta hace pocos decenios, no se han incluido demasiados
nombres de personajes femeninos.
En el mundo:
Voltaire; Rousseau; Montesquieu; Helvetius, cuya obra "Del Espíritu", fue quemada por
el verdugo en la plaza pública; Diderot, el creador de la "Enciclopedia"; Eugène Pottier,
poeta universalmente conocido por ser el creador de "La Internacional", que han
cantado durante decenios los trabajadores de todo el mundo; Robespierre. El célebre
filósofo holandés Spinoza. El explorador de la Antártida, Sir Robert Falcon Scott. El
más grande de los poetas rusos Alexandre Pushkin. El conocido Mark Twain, autor de
"Las Aventuras de Tom Sawyer".
Pierre Joseph Proudhon, el célebre pensador libertario; Montgolfier, el creador de los
globos aerostáticos que llevan hasta hoy su nombre; Nicolás Carnot, el padre de la
termodinámica; Jean Antoine Condorcet; Dantón; Antoine Claude Lumière, químico y
fotógrafo; La Fayette, el célebre general que lucha al costado de Washington por la
independencia de los Estados Unidos; Bartholdi, el creador de la famosa " Estatua de la
Libertad" en la bahía de Nueva York; León Bourgeois, el célebre pensador creador del
"solidarismo", que tanta influencia tuviera en el Uruguay a principios de este siglo.
Claude Rouget de Lisle, el autor de "La Marsellesa"; Wofgang Mozart, François-Joseph
Haydn y Franz Liszt, los famosos compositores; Rudyard Kipling, Johann Goethe,
Enrique Heine , Stendhal, Alexandre Puschkin, Vicente Blasco Ibañez, Sir Walter Scott
(el autor de "Ivanoé") todos escritores; Fichté, el filósofo; Schiller, el conocido
dramaturgo; Paul Harris, fundador de los Rotary Clubs; Melvin Jones, fundador de los
Clubs de Leones; Jean Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja; Robert Baden-Powell,
fundador de los Boy Scouts; Benjamín Franklin, el sabio, inventor, diplomático y político
norteamericano. Pierre-Simon Laplace, quién realizó importantes descubrimientos
sobre la gravitación universal y sobre el sistema planetario. Robert Burns, el poeta
nacional de Escocia.
Algunos Presidentes de los Estados Unidos: George Washington, James Madison,
Andrew Jackson, Theodore Roosevelt, Franklin Roosevelt, Harry Truman, Lyndon
Johnson, entre otros.
Los ministros de la República Española Diego Martínez Barrios, Marcelino Domingo,
Fernando de los Ríos; Ramón Franco, el célebre aviador español del "Plus Ultra". Otros
españoles célebres: José Echegaray, Tomás Bretón, Isaac Peral, Francesc Maciá,
Santiago Ramón y Cajal, Joaquín Sorolla. Los dos últimos jefes de estado de la
República Española, Manuel Azaña y Lluis Companys.
Los astronautas norteamericanos Gordon Cooper, quién llevó con él al espacio en la
capsula "Mercury" una bandera masónica; y Edwin Aldrin, quién luego de su alunizaje,
envió una carta de saludo a la Logia de Saint-Die (en Francia), en cuyo seno se redactó
la Constitución de los Estados Unidos de América.
En América Latina:
Miranda, Bolivar, Sucre, Rocafuerte, Alfaro, Nariño, O'Higgins, San Martín, Belgrano,
Moreno, etc.
Rivadavia, Sarmiento, Mitre, Urquiza. José Martí, Benito Juarez; Francisco Bilbao, que
tanto influenciara a la juventud uruguaya del Club Racionalista y del Ateneo. Andrés
Bello; Francisco Solano López; José María Torres Caicedo, el creador de la Unión
Latinoamericana; Manuel Ugarte, José Ingenieros; Víctor Raúl Haya de la Torre,
Augusto César Sandino.
Los presidentes chilenos Pedro Aguirre Cerda, José Antonio Ríos y Salvador Allende.
En el Uruguay:
Hay que señalar algunos antecedentes importantes. A finales del siglo XVIII se
encontraban algunos Francmasones en el Río de la Plata. Un destacado masón fue
Don José Joaquín de Viana. El capitán de infantería Francisco Ortega y Monroy,
Francmasón español, a su muerte deja una importante biblioteca liberal (obras de
Rousseau, Montesquieu, Thomas Paine, tomos de la Enciclopedia francesa, etc.) al
padre de nuestro Prócer, José Artigas, siendo probablemente una de las fuente
inspiradora de su pensamiento político, de acuerdo a muchos investigadores.
El primer uruguayo Francmasón fue Don Miguel Furriol, iniciado durante la ocupación
inglesa de Montevideo.
Fueron Francmasones en nuestro país: Dámaso Antonio Larrañaga, Francisco
Magariños, José Brito del Pino, Joaquín de la Sagra y Périz, José de Béjar, Gabriel
Pérez, Dr. Julián Alvarez, Francisco Joaquín Muñoz, Juan Francisco Giró, Santiago
Vazquez, Gral. Enrique Martinez, Dr. Andrés Lamas, Gabriel Antonio Pereira, León
Ellauri, Dr. Carlos de Castro, Manuel Oribe, Francisco Acuña de Figueroa, Leandro
Gomez, Eduardo Acevedo, Juan Manuel Blanes, José Garibaldi, Florencio Sánchez,
José Ellauri, Pedro Figari, Elías Regules, Atanasio Aguirre, Carlos Anaya, Eugenio
Garzón, Fermín Ferreira, Feliciano Viera, Duvimioso Terra, Julio María Sosa, Manuel
Herrera y Obes, Pedro Visca, Juan Paullier.
Masonería en femenino
Si bien la mujer siempre ocupó un lugar importante en la masonería, principalmente a
través de las Logias de Adopción, en lo esencial permaneció como una institución
esencialmente masculina. Esta situación comenzó a cambiar, cuando el 4 de enero de
1882, la Logia "Les Libres Penseurs" de la localidad de Pecq, Francia, inició a la
escritora y conferenciante Marie Deraismes, conocida militante a favor de los derechos
de la mujer de la época. A partir de esa fecha, se fueron desarrollando, principalmente
luego del primer conflicto europeo, pero sobretodo a partir de 1950, Obediencias
exclusivamente femeninas y otras mixtas. Algunas personalidades célebres fueron
Marie Martin, continuadora de la obra de Deraismes; Francesca Arundale; Helena
Blavatsky y Annie Besant (principales animadoras de la Sociedad Teosófica); Louise
Michel, la célebre feminista y combatiente durante la Comuna de París. Joséphine
Baker, la célebre artista del music-hall y del cine.

LA FRANCMASONERIA EN EL PENSAMIENTO DE ALGUNOS MASONES


CELEBRES

" La masonería es una playa acogedora!


Dichosos los que la alcanzan!
Felices los que pueden llegar a ella, venciendo las tempestades del pensamiento!.

En la masonería, el hombre aprende a elevarse sobre sus semejantes;


no duda ni un instante en olvidarse de sí mismo, si fuera necesario,
para ofrecer a sus hermanos un poco de dulzura de la existencia!

...Es una Institución sublime!!".

Simón Bolivar

A MODO DE CONCLUSION
La universalidad del ideal masónico, su antigüedad y la solidez de sus estructuras, la fe
en la eficacia de sus principios y de sus métodos, no hacen olvidar al Gran Oriente
Latinoamericano la necesidad de su adaptación progresiva a las rápidas
transformaciones que ocurren en el mundo moderno y en particular en nuestro
continente.
Las necesidades materiales y espirituales de los hombres de este fin de siglo
evolucionan con una rapidez nunca vista. Por propia decisión, le corresponde a la
Francmasonería ayudar a satisfacerlas.
Su rol de sociedad de pensamiento, permanece, en el medio de todos los cambios de
la sociedad profana, tan indispensable a la actual generación como a aquellas que la
han precedido. En un mundo moderno que reduce muchas veces las aspiraciones de
los individuos a la fatalidad o a una suerte de conformismo desvalorizante, que tiende a
ahogar su personalidad, aunque más no sea regodeándose en su egoísmo, la Logia
masónica es un asilo del libre pensamiento y de la reflexión serena.
Frente a la tendencia creciente de la sociedad a especializar las actividades
profesionales, la Logia es uno de los raros lugares donde "hombres y mujeres libres y
de buenas costumbres" pueden continuar a confrontar sus experiencias diversas y
reencontrar las preocupaciones espirituales y morales que la vida profana los lleva a
descuidar.
El Gran Oriente Latinoamericano, en el silencio laborioso de sus talleres, prosigue ese
indispensable esfuerzo de reflexión sobre el hombre y su lugar en la sociedad, sobre
los medios de preservar la dignidad del uno asegurando los progresos armónicos de la
otra; contribuye a este enorme esfuerzo de imaginación que le es solicitado a los
hombres de nuestro tiempo para comprender y dirigir la civilización moderna. Para
cumplir esta tarea, la Francmasonería está sin dudas mejor adaptada que muchos
otros grupos, menos seguros de ellos mismos, menos independientes también.
La obra del Gran Oriente Latinoamericano no está todavía acabada. La construcción
del templo ideal, es decir, una Humanidad pacífica, más justa y más fraterna, y una
sociedad latinoamericana integrada, tomará aun mucho tiempo. Como sus
predecesores, y particularmente nuestros Libertadores, el Francmasón moderno
continuará trabajando a construirla.
LA FRANCMASONERIA EN EL PENSAMIENTO DE ALGUNOS MASONES
CÉLEBRES

" Estoy persuadido que la justa aplicación de los principios en los que se funda la
fraternidad masónica, debe promover las virtudes privadas y la prosperidad pública.

Seré feliz por el avance de los intereses de la sociedad, y de ser considerado por ella
como un digno hermano."

George Washington
Carta a la Logia King David's Nº 1 (22/08/1790)

HIMNO MASONICO
W A. Mozart (1735).

(estrofas)

"Que se estrechen nuestras manos


y que el título de hermano
eternice nuestra unión"

"La verdad es la bandera


con la cual la tierra entera
debe el hombre recorrer"
QUE ES LA MASONERÍA?

Es una asociación voluntaria de hombres, cuyo origen se pierde en la antigüedad, que


actualmente agrupa a más de seis millones de miembros.

Es un sistema de conducta moral donde se aprende a dominar los vicios, las pasiones,
las ambiciones, el odio y los deseos de venganza, que oprimen al hombre.
Es una sociedad fraternal, que admite a todo hombre libre y de buena reputación, sin
distinción de raza, religión ideario político, o posición social, exigiendo únicamente que
posea un espíritu filantrópico y el firme propósito de tratar siempre de ir en busca de la
perfección.

Está basada en la creencia en un Ser Superior, o Dios, al que denominamos Gran


Arquitecto del Universo, como principio y causa de todas las cosas.

Es, (o parece) rígida en sus principios, pero es tolerante con las personas y enseña a
respetar las opiniones de los demás, aunque difieran de las propias, incitando a todos a
la Tolerancia.

Sus miembros aprenden sus preceptos en ceremonias ritualísticas dramatizadas, que


siguen antiguas formas, usos y costumbres de los constructores de catedrales,
utilizando las mismas herramientas como guías alegóricas.

En las Logias se aprende a amar la Patria, someterse a las Leyes, respetar a las
autoridades legalmente constituidas y a considerar el trabajo como un Deber esencial
del ser humano.

Trata de hacer de un hombre bueno, un hombre mejor.

La Masonería ayuda al hombre a reforzar su carácter, mejorar su visión moral y


espiritual, y a ensanchar su horizonte mental.

La Masonería es muchas cosas, pero, por encima de todo, es un estilo de vida.

EVIDENTEMENTE, PARA CONOCERLA HAY QUE VIVIRLA


LO QUE NO ES LA MASONERÍA

• No es una asociación benéfica, aunque considere estas prácticas como un deber.

• No es una religión, ya que no impone a sus miembros una creencia religiosa


determinada, los Masones pueden practicar la religión de su preferencia, con tal que
respeten las opiniones de los demás.

• No es una asociación para obtener beneficios personales, ya que no procura a sus


adheridos ventajas en los negocios o en la política.

• No es un forum para discutir de política, religión o asuntos personales.

• No es una sociedad secreta, ya que no niega su existencia y cuáles son sus


propósitos y finalidades y está inscrita en España en el Registro de Asociaciones,
con los nombre y apellidos de sus dirigentes y la presentación de sus Estatutos.

• No es un círculo de estudios ni una escuela filosófica, ya que el trabajo en Logias es


solamente ritualístico.
LA INICIACIÓN MASÓNICA

Iniciación significa «comienzo», el comienzo de un proceso que se desarrolla


paulatinamente a lo largo de de los años en los grados de Aprendiz, Compañero y
Maestro Masón.

El proceso, solemne, es una experiencia interesante para el candidato. En cada


reunión recibe más instrucciones sobre la ceremonia ritualística en la cual ha
participado. Se le pide, además, memorizar algunas partes esenciales de este ritual.

El ritual Masónico ilustra la importancia de una vida moral recta. Utiliza las
herramientas de los antiguos masones y canteros como símbolos para enseñar estos
ideales.

Un Masón promete construir su vida y su carácter con la misma atención que los
maestros de obra empleaban en la construcción de las grandes catedrales, siglos atrás.

La iniciación es un proceso continuo del hombre sobre sí mismo, hecho posible gracias
al clima de serenidad, a la fraternidad y a la tolerancia de sus compañeros que están
siguiendo, o han seguido, el mismo camino.

APRENDIZAJE MASÓNICO

Los masones aprenden sus preceptos en ceremonias ritualísticas dramatizadas, que


siguen antiguas formas, usos y costumbres de los constructores de catedrales,
utilizando las mismas herramientas que aquellos utilizaban como guías alegóricas.

Entre otras cosas, en las Logias masónicas se aprende a amar a la nación en la que se
vive, a someterse a las Leyes, respetar a las autoridades legalmente constituidas y a
considerar al trabajo como un Deber esencial del ser humano.

Sus sistema de formación, que no se basa en ningún tipo de lecciones o cursos sino en
la profundización y el trabajo propio de cada masón sobre la simbología de su grado,
está encaminado a tratar de hacer hombres buenos, hombres mejores.

La Masonería enseña y practica los principios y los ideales de gentileza, honestidad,


decencia, amabilidad, honradez, comprensión y afecto.
Sus miembros defienden la creencia de que los hombres somos todos parte de la
Fraternidad Universal.

Tres Grandes Principios:

Los tres grandes principios sobre los que trabaja el masón en su proceso de
autorealización son:
• El Amor fraternal. Cada Masón verdadero mostrará tolerancia y respeto a las
opiniones de los demás y se portará siempre con comprensión.

• Ayuda y consuelo o caridad. No sólo entre los Masones sino con toda la
comunidad humana.

• Verdad. Para conseguir en su propia vida. Hace falta toda una vida para llegar a ser
un buen Masón.

¿ CÓMO AFILIARSE?

Todo candidato interesado en poder pertenecer a la orden de los Francmasones, ha de


reunir los siguientes tres requisitos:

Los requisitos:

• Ser una persona Libre, puesto que la petición de afiliación a la Masonería ha de


ser consecuencia de la innata libertad individual, lejos de toda presión, influencia o
circunstancia que coarte dicha libertad.

• Ser una persona de Buenas costumbres, es decir, ha de ser una persona digna
de confianza, honrada en su forma de trabajar y de buena reputación.

• Creer en un Principio Superior o Causa Primera de todo lo creado, al que se


denomina comúnmente como Dios, y que los masones, respetando siempre la
libertad del individuo ante cualquier creencia particular, denominan como Gran
Arquitecto del Universo.

El procedimiento:

Una vez cumplimentada la solicitud, la candidatura es avalada por dos masones que
puedan dar razón de las cualidades personales del candidato. La solicitud es leída
durante una Tenida Abierta o reunión de la Logia ante todos los miembros de la misma,
con el fin de que alguno pueda aportar información adicional Posteriormente, será
entrevistado por miembros de la Logia que no mantengan ningún tipo de relación con el
candidato, los cuales emitirán informes por separado. Finalmente, una vez obtenidas
las votaciones favorables, el candidato estará en condiciones de recibir la iniciación.

Los Compromisos:

El candidato se compromete, en caso de ser aceptado, a:

• Ajustar su conducta a los «Antiguos Usos, Deberes y Costumbres» (Fidelidad a los


Principios de la Orden y al Progreso Personal)
• Respetar la Constitución y Reglamentos Generales de la Gran Logia de España.

• Asistir puntualmente a las reuniones a las que sea convocado.

• Pagar los derechos de afiliación y satisfacer las cuotas mensuales.

• No visitar Logias que no estén reconocidas por la Gran Logia de España.

• Confirma su creencia en el Gran Arquitecto del Universo.

• Finalmente, y durante la Ceremonia de Iniciación, el Candidato jura o promete


Lealtad y Fidelidad sabiendo que en dicho juramento no hay nada incompatible con
sus deberes familiares, civiles, morales o religiosos.

MASONES UNIVERSALES

La Orden de los Francmasones es la Organización de Fraternidad más antigua del


mundo y la única de sus características. No siendo una organización político-social, ni
una secta, ni una religión, tiene como única finalidad la construcción de la Fraternidad
Universal por caminos de Tolerancia, Caridad, Libertad y Cultura, cultivándose entre
sus miembros una hermandad que es ejemplo de sus objetivos universales. Objetivos
que, a lo largo de los siglos, han desarrollado los masones para el progreso y el
bienestar de la Humanidad.

De su ideología nacen otros eventos, la Declaración de los Derechos Humanos o la


máxima de Libertad, Igualdad y Fraternidad, siendo impulsora a lo largo de los siglos
de numerosas actuaciones en beneficencia, asistencia y cultura.

Quizás nadie a lo largo de los siglos ha desarrollado tantos esfuerzos para el progreso
del hombre como la masonería, y ello, sin esperar los masones ni compensaciones
materiales, ni premios trascendentales. Las múltiples y variadas actuaciones de los
masones lo han sido siempre a título individual y en sus diversos entornos personales.
El ciudadano que se titula masón, siempre desarrolla un doble trabajo: por una parte
está comprometido en su personal mejora moral e intelectual, y por otra, se obliga a
poner los medios que le sean posibles para que la Fraternidad Universal sea un día
efectiva. Ello imprime un sello especial a su manera de ser y a su comportamiento en la
sociedad.

Los masones existen desde los albores de la edad media como gremios organizados
en los que se cultivaba tanto el secreto profesional, como la elevación moral e
intelectual, junto con la satisfacción de la obra bien hecha. Es en los inicios del siglo
XVIII cuando se convierte en Orden Especulativa, continuista de las Antiguas
Tradiciones y Obligaciones. Tradiciones entre las que se encuentran la de no ejercer el
proselitismo, al tiempo que mantiene una discreción absoluta sobre la identidad de sus
miembros, los cuales se conforman con ejercer sus trabajos en bien de la Humanidad
sin prebendas ni honores por el hecho de ser masones.

La Francmasonería puede enorgullecerse de la cantidad y calidad de sus miembros a


lo largo de todos los tiempos, y si bien en esta década de fin de siglo XX, se estima que
su número es de unos seis millones repartidos por todo el mundo, muchísimos más
millones han pasado por las Logias y otros tantos pasarán en los tiempos venideros.

En una multitud tan grande de hombres comprometidos con un mismo ideal, los hay
necesariamente de todos los niveles sociales e intelectuales, siendo su mérito por
igual, ya que todos juntos forman la Cadena de Fraternidad Universal que sostiene la
Orden y las acciones de sus miembros en el universo.
Por ello, es lícito que la Francmasonería pueda mostrar al mundo como su mejor valer,
el nombre de miembros relevantes de la Orden. Nombres que, siguiendo la tradición,
sólo se citan cuando corresponden a aquellos que han pasado al Oriente Eterno, o que
por diversos motivos, su pertenencia a la masonería es de público conocimiento.

Todos ellos, por sus variados trabajos intelectuales o sociales, son un ejemplo del
amplio espectro que la calidad espiritual de los ideales masónicos y sus quehaceres
confieren al ser humano.

He aquí pues, una breve pero representativa lista, de más de 500 masones de todos
los tiempos que, habiendo descollado por muy diversas actuaciones, forman parte de la
Cadena de Unión de la Francmasonería y a los que los masones de hoy nos seguimos
refiriendo a ellos con la apelación de El Hermano:

La lista de eminentes hombres que han pasado por la Masonería y que han ayudado al
progreso de toda la humanidad es muy larga.

MASONERÍA Y SOCIEDAD

La Masonería exige de sus miembros respeto a las Leyes del país en el que cada
Masón vive y trabaja. Los principios Masónicos no pueden entrar en conflicto con los
deberes que como ciudadanos tienen los Masones, sino más bien tienden a esforzarlos
en el cumplimiento de sus responsabilidades públicas y privadas.

A la inversa de las ideologías que pretenden reformar la sociedad, la Masonería induce


a sus miembros a reformarse a sí mismos, con la esperanza que el progreso individual
contribuirá a la mejora ulterior de la sociedad. Por ello, los verdaderos Masones no
participarán nunca en ninguna conspiración contra el poder legítimamente constituido.

Para un masón sus obligaciones como ciudadano deberán prevalecer sobre cualquier
otra obligación y por tanto no otorgará ninguna protección a quien actúa
deshonestamente o contra la ley.
La Masonería tiene prohibido expresar opinión alguna sobre temas políticos o
teológicos y gracias a ello ha podido superar el constante cambio de doctrinas y
sistemas del mundo.

ORGANIZACIÓN DE LA MASONERÍA

Los masones están agrupados en Logias que se reúnen en general de una hasta
cuatro veces al mes. La verdadera, pura y antigua Masonería cuenta solamente con los
tres grados de Aprendiz, Compañero y Maestro Masón.

En todo territorio, ya sea de ámbito nacional, o estatal, existe una y sólo una Gran
Logia regular, lo que actualmente eleva el total de las mismas a unas 155 en todo el
mundo.

No existe autoridad internacional alguna que pueda dictar normas de obligado


cumplimiento por parte de las Grandes Logias, que gozan de absoluta soberanía e
independencia en el territorio de su jurisdicción. No obstante, se realizan periódicas
reuniones de Grandes Logias, generalmente por zonas geográficas, que estudian
conjuntamente los temas que les son sometidos y llegan a conclusiones recomendando
a todas su aceptación. Estas discuten libremente cada uno de los temas que
generalmente terminan por ser aprobados y aceptados.

Las Grandes Logias, al establecer el mutuo reconocimiento, proceden al intercambio de


Representantes que tienen funciones y categorías similares a los diplomáticos entre
naciones amigas. Cuando dos Grandes Logias han formalizado el mutuo
reconocimiento, los miembros de Logias de sus jurisdicciones, pueden intercambiar
visitas y son siempre fraternalmente acogidos.

Toda Gran Logia está gobernada por un Gran Maestro, elegido por los representantes
de las Logias de la Jurisdicción, reunidas en asamblea; tiene las atribuciones y
limitaciones que establece la Constitución y Reglamentos Generales de la Gran Logia.

Los Masones se reúnen en Logias bajo la dirección de un Venerable Maestro, elegido


por sus miembros.

RESÚMEN HISTÓRICO

Basta con la contemplación de los templos, capillas, iglesias, catedrales, monasterios y


claustros esparcidos sobre todo el suelo de España, para convencerse de que la
masonería operativa o Arte Sagrado, ha tenido en nuestro país un desarrollo
considerable.

En el siglo XVII, la masonería, que era a la vez gremio, sindicato, escuela y cofradía,
estaba a punto de desaparecer con la terminación de las últimas catedrales. Pero, en la
misma época, en Inglaterra, esta institución aceptaba miembros honorarios, cuya
ocupación principal no era la construcción. Los llamaron masones "Aceptados",
hombres interesados por la base moral, el simbolismo, la generosidad y la fraternidad
de la Institución.

La primera Gran Logia se fundó en Londres en el año 1.717, de ella derivaron todas las
otras Grandes Logias que forman la Masonería moderna.

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