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Efectivamente, al tenor del numeral 4º del artículo 37B del estatuto penal adjetivo,
que desarrolla normativamente esa comprensión de tales institutos, la legitimidad
para apelar la sentencia anticipada, tratándose del sindicado o su defensor, se
circunscribe a los tópicos establecidos en dicho precepto, esto es, a la dosificación de
la pena, al subrogado de la condena de ejecución condicional y a la extinción del
dominio sobre bienes, dentro de los cuales cabe predicar también la temática de la
condena al pago de perjuicios con ocasión de la declaratoria de inexequibilidad del
numeral 5º ibídem, subrogado por el artículo 12 de la Ley 365 de 1997, que sustraía
la definición de la responsabilidad civil en los fallos de carácter anticipado (sentencia
C - 277 de junio 3 de 1998, M.P. Dr. Vladimiro Naranjo Mesa).
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elevado; adversamente, conforme al reiterado y pacífico criterio de la Corporación, se
torna necesario verificar si el planteamiento del reproche de nulidad simple y
llanamente propende por la inaceptable retractación del cargo libremente aceptado
por el sindicado o acordado de su parte con la Fiscalía, según el caso (casaciones del
11 de agosto de 1999, M.P. Dr. Carlos Augusto Gálvez Argote, 26 de octubre de 1999,
M.P., Dr. Carlos Eduardo Mejía Escobar, junio 6 de 2000, M.P., Dr. Alvaro Orlando Pérez
Pinzón, entre otras), que es precisamente la situación que fluye aquí ostensible al
examinar en detalle la formulación y sustentación del reproche consignado en la
demanda, así como los argumentos a través de los cuales el actor fundamentó la
procedencia de la censura desde la óptica del requisito de procedibilidad en comento.
3. Con tal planteamiento que nada tiene que ver con el respeto de las garantías
fundamentales el actor perdió de vista, además, que las formas de terminación
anticipada del proceso, como fórmulas del llamado derecho penal premial, no
dependen de lo demostrado o controvertido en la actuación sino de la intención del
sindicado de contribuir a la eficacia y celeridad de la administración de justicia a
través de la aceptación incondicional de su responsabilidad penal ante el aliciente de
los beneficios en punto de la pena.
4. Este debate en torno a los manidos documentos y que concluyó con la tajante
afirmación de la Corte de estar incorporados en el plenario, conviene advertir, se
produjo con precedencia a la ejecutoria del cierre de la investigación, por lo tanto, si
en gracia de discusión se admitiera que por cualquier causa el procesado y sus
representantes judiciales no habían tenido acceso con antelación a tales elementos
de juicio, no puede negarse que a partir de entonces quedaron alertados de su
existencia, que pudieron y debieron imponerse de su contenido, en fin, que con
ocasión de tal proveído, por lo menos, les fue permitido si era el caso y como se
afirma hipotéticamente, replantear la estrategia defensiva para solicitar otras pruebas
o decidir sobre la conveniencia de optar por la terminación anticipada del proceso en
la fase del sumario.
Más aún, con idéntica orientación argumentativa señálase que la discusión sobre el
aporte de los extractos y consignaciones de marras quedó zanjada antes de la
ejecutoria del cierre de la investigación, pues en el auto que resolvió el recurso
impetrado contra tal decisión la Sala insistió una vez más en que los documentos
echados de menos obraban incorporados en el plenario, del que igualmente fueron
impuestos en forma personal el sindicado y el defensor suplente (fls. 64 a 68, 69, 72
cdno. 6); y así las cosas, desde ninguna óptica les quedó cercenada al sindicado y a
sus apoderados la oportunidad de conocerla, controvertirla o debatirla, así como de
orientar sus pretensiones hacia nuevos rumbos con cimiento en ella, incluso, de
solicitar el proferimiento del fallo anticipado pues como tiene discernido la Corte el
hito para dicho efecto en la fase del sumario se extiende hasta la firmeza de la
providencia que pone fin al ciclo instructivo.
5. Por otra parte, despejando cualquier inquietud que aun pudiera subsistir sobre la
permanencia del anexo número 21 en tales dependencias, no en el Despacho del
entonces Magistrado Sustanciador como se insinúa mediante la alegada enmienda
que presenta el libro que registra el tránsito de los expedientes entre las distintas
oficinas de la Corte, de mero control y despojado de idoneidad probatoria para los
fines indicados, pues conforme a la usanza judicial está caracterizado por la
informalidad en sus anotaciones, se tiene la constancia de la Secretaría de la Sala,
que constituye ésta sí documento público revestido de presunción de autenticidad y
veracidad, emitida con fecha mayo 9 de 1996...
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al plenario que le son adversos; impugnando las decisiones en las que se les concede
un mérito probatorio del cual se discrepa; o bien demostrando la ilegalidad del medio
o de la forma como fue obtenido para excluirlo del análisis del juzgador.
De ahí que en el caso de autos así se admita que por causas ajenas a la voluntad de
la defensa el representante judicial del doctor (...) no pudo intervenir en la recepción
de la referida prueba de cargo, abiertas quedaban las posibilidades de orientar la
controversia de ese medio de persuasión por cualquiera otro de los mecanismos
aludidos, quedando salvaguardado con suficiencia el ejercicio concreto del derecho
de defensa respecto de dicha prueba.
Así las cosas, la actitud sumisa e incondicional del procesado que abre compuerta a la
emisión anticipada del fallo se extiende a esos dos ámbitos de la acusación, es decir,
a las imputaciones fáctica y jurídica, como también, obviamente, a la responsabilidad
penal, y como esa actitud de colaboración con la eficacia de la administración de
justicia, que contribuye al menor desgaste de la misma, está retribuida con un
benévolo tratamiento punitivo, al sindicado y a su defensor les está vedado impugnar
el fallo en esos aspectos que integran la conformidad de aquél con el cargo o los
cargos, pues en caso adverso, se abriría una indebida compuerta a la retractación de
lo aceptado con desmedro de la seguridad jurídica y del principio de preclusión de los
actos procesales.
3
adoptada en esa providencia fue de exequibilidad de las normas acusadas, es decir
del delito de enriquecimiento ilícito tal como estaba concebido en ellas y, por otra
parte, el articulo 48 de la Ley 270 de 1996, Estatutaria de la Administración de
Justicia, que fue declarado exequible por esta Corte establece, respecto de las
sentencias de la Corte proferidas en cumplimiento del control constitucional "que sólo
serán de obligatorio cumplimiento y con efecto erga omnes en su parte resolutiva", y
que "la parte motiva constituirá criterio auxiliar para la actividad judicial y para la
aplicación de las normas de derecho en general".
Este criterio fue reiterado después en la sentencia de unificación SU-047 de 1999, M.P.
Drs Carlos Gaviria Díaz y Alejandro Martínez Caballero, oportunidad en la que al
respecto indicó:
"En segundo término, en varios casos, esta Corte ha aplicado las anteriores
distinciones, con el fin de mostrar que una aparente variación de una doctrina
constitucional sentada en una decisión anterior, en realidad no tenía tal carácter, sino
que constituía la mera corrección de una opinión incidental de la parte motiva. Así, al
reexaminar el alcance del delito de enriquecimiento ilícito en la sentencia C-310 de
1996, esta corporación explícitamente se apartó de los criterios que había adelantado
sobre ese delito en una decisión anterior (sent. C-127/93), en donde había sostenido
que para que una persona pudiera ser condenada por ese hecho punible, las
actividades delictivas de donde derivaba el incremento patrimonial debían estar
judicialmente declaradas. Sin embargo, la Corte invocó las anteriores decisiones y
concluyó que no había cambio de jurisprudencia, por cuanto esas consideraciones no
eran vinculantes, al no estar indisolublemente ligadas a la decisión de
exequibilidad…" (negrillas fuera de texto).
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Sentencia Casación
FECHA : 02/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal
CIUDAD : Nacional
PROCESADO : GARAVITO HERNANDEZ, RODRIGO
DELITOS : Falsedad en documento privado, Enriquecimiento
ilícito
de particular
PROCESO : 14536
PUBLICADA : Si
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Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co
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En el caso sub judice, el resultado típico solo vino a concretarse con la obtención de la
sentencia de declaración de pertenencia debidamente ejecutoriada, en cuanto fue a
través de dicho acto que el sujeto agente logró, con perjuicio ajeno, el acrecimiento
patrimonial, al ser declarado propietario del bien constitutivo del provecho. Los actos
precedentes de presentación y radicación de la demanda respectiva en el Juzgado
Civil del Circuito (reparto) de Santa Fe de Bogotá, y de adelantamiento del proceso
mismo, solo pueden ser entendidos como desarrollo de la actividad defraudatoria
orientada hacia la obtención del resultado típico; y, el subsiguiente de inscripción de
la sentencia en el registro de instrumentos públicos, como su agotamiento.
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de sustento al fallo. Y, la jurídica, con la correspondencia entre la calificación,
entendiendo por tal el juicio que de los hechos se hace frente a su regulación jurídica,
que contiene la acusación, y la que preside la sentencia.
Las dos primeras (congruencia personal y fáctica), son absolutas. Es decir que los
sujetos y los supuestos fácticos de la sentencia deben ser necesariamente los mismos
de la acusación. La jurídica, en cambio, es relativa, pues nuestra legislación permite al
Juez condenar por una especie delictiva distinta de la imputada en el pliego de
cargos, siempre y cuando pertenezca al mismo género, y la situación del procesado
no resulte afectada con una sanción mayor. Si estas condiciones no se cumplen,
habrá lugar, en principio, a solicitar la enmienda del fallo, para ajustarlo al objeto
definido en la acusación.
Inicialmente fue del criterio que solo las específicas debían hacer parte del contenido
de la imputación fáctica, y que su no comprensión en la acusación enervaba cualquier
posibilidad de deducirla en la sentencia, cuando representaba un mayor compromiso
penal para el procesado. Correlativamente se dijo que las genéricas podían, en
cambio, ser imputadas directamente por el Juez en el fallo, sin incurrir en vicio de
incongruencia, por tratarse de circunstancias que no modificaban los límites
punitivos establecidos en los tipos penales, sino de incidencia solo en la dosificación
que el Juez hacía de la pena dentro de los mínimos y máximos legalmente previstos,
con arreglo a lo dispuesto en el artículo 61 del Código Penal (Cfr. Casaciones de 30 de
noviembre de 1994, Magistrado Ponente Dr. Juan Manuel Torres Fresneda; y, 17 de
mayo de 1995, Magistrado Ponente doctor Nilson Pinilla Pinilla, entre otras).
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En síntesis, se tiene que la Corte, en la actualidad, es del criterio que todas las
circunstancias que impliquen incremento punitivo, específicas o genéricas, valorativas
o no valorativas, en cualquiera de sus modalidades, deben hacer parte de la
imputación fáctica de la acusación para que puedan ser deducidas en la sentencia,
siendo suficiente para que esta exigencia se cumpla que el supuesto de hecho que las
estructura aparezca claramente definido en ella, de suerte que su imputación surja
inequívoca de su contenido.
Esta especial particularidad en una tal clase de agravantes hace que al ser
determinado en la resolución acusatoria el supuesto fáctico básico del hecho típico, lo
sea también, en virtud de la relación de identidad que los vincula, el supuesto
estructurante de la circunstancia, y por tanto, que la consideración de esta última en
la sentencia no constituya un vicio de congruencia por disconformidad fáctica con la
acusación, por fundamentarse, naturalísticamente, en el mismo hecho (Cfr. Casación
de 30 de noviembre de 1999, ya citada).
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Esto no implica que el juzgador haya terminado desbordando el marco fáctico de la
acusación, y cumpliendo, de este modo, una función que no le corresponde, al
deducir en la sentencia una circunstancia no concretada en ella. El Juez, al dosificar la
pena, no puede renunciar al deber legal de analizar los hechos definidos en la
resolución de acusación, como lo sugiere la Delegada, en orden a fijar su alcance o
sentido, puesto que ello implicaría limitar la función que le es consustancial, de
aplicar el derecho a los hechos que fueron imputados en aquélla, y declarados
probados en el fallo.
Sentencia Casación
FECHA : 04/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : SOCHA BARBOSA, MARIO
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 10868
PUBLICADA : Si
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Los delitos que dieron origen a esta acción penal fueron perpetrados el 12 de octubre
de 1994 y ciertamente la resolución de acusación aparece con fecha 9 de febrero de
"1994" (f. 242 cd. 1), pero es palmar que tal inconsistencia se debió a un simple desliz
de escritura y que en verdad la fecha del enjuiciamiento proferido en primera
instancia corresponde a ese día, pero de 1995, como claramente se infiere de los
actos procesales anteriores y posteriores.
En efecto, las fechas que aparecen en los folios que directamente anteceden en el
expediente a la providencia en cuestión, muestran que transcurría el mes de febrero
de 1995, precisamente el día 9 en la constancia secretarial inmediatamente anterior
(f. 241 ib.); y las notificaciones a las procesadas y al representante del Ministerio
Público fueron efectuadas personalmente el 10 y el 14 de febrero de 1995,
respectivamente (f. 252 v. ib.). El expediente brinda los medios que permiten
establecer la fecha exacta del proveído, parcialmente errada en su tenor literal, al
cual no es inexorable atenerse y en este caso es fácilmente superable la
equivocación.
El lapsus cálami para nada afecta los requisitos sustanciales instituidos en el artículo
441 del estatuto procesal penal, ni compromete la validez de la decisión proferida.
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El impugnante transcribe antigua providencia de esta Corte, datada el 2 de marzo de
1973, la cual obedeció a tiempos y concepciones distintas, bajo otra normatividad,
que no guarda armonía con lo dispuesto por la Constitución Política, artículo 228,
sobre la prelación del derecho sustancial, ni con lo señalado en los artículos 9° y 219
del Código de Procedimiento Penal acerca de la finalidad del procedimiento y de la
casación, determinantes de la proscripción del formalismo a ultranza, que el defensor
pretende revivir.
Sentencia Casación
FECHA : 04/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : MALDONADO AYALA, ESQUIA BEATRIZ
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio agravado
PROCESO : 12016
PUBLICADA : Si
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Es así como sin indicar la prueba o pruebas sobre las que se materializó el aludido
error de hecho, ni concretar las consideraciones que de ellas hizo el juzgador, con lo
cual no podría culminar el proceso demostrativo del yerro ni la trascendencia de éste,
al referir que los juzgadores confirieron a la prueba una valoración equivocada y
distinta de la que tiene de acuerdo con los principios que rigen la sana crítica,
constituye ataque que debió formular como error de hecho por violación a las reglas
que gobiernan la persuasión racional en la apreciación probatoria y no por falso juicio
de identidad como es propuesto. Sin embargo, aún de suponerse que éste es el norte
que se persigue dar a la censura, tampoco bajo un tal supuesto se establece cuál fue
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la ley de la ciencia, el postulado de la lógica o la regla de la experiencia que resultó
conculcado, ni sobre cuál prueba o pruebas tuvo configuración, con lo cual también
por dicho aspecto el cargo se mantiene en su solo enunciado.
Auto Casación
FECHA : 04/04/2001
DECISION : Rechaza la demanda y declara desierto el recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : BAÑOS CALA, CLAUDIA STHELLA
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad en
documento
privado
PROCESO : 16942
PUBLICADA : Si
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1. Cuando la sentencia se acusa con base en la causal primera, cuerpo primero, del
artículo 220 del C.P.P., se aceptan los hechos y las pruebas tal como fueron apreciados
por el juzgador. No se cuestionan los elementos de convicción. El desacierto es de
selección, por falta de aplicación o por aplicación indebida de la norma sustancial; o
de interpretación, cuando se acierta en el precepto que debe regular el caso y se
aplica, pero se le da un sentido o alcance que no tiene.
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imponía no solamente formularlos de manera separada, sino en forma subsidiaria, ya
que es imposible su prosperidad coetánea.
Sentencia Casación
FECHA : 04/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
NO RECURRENTE : ACERO CABALLERO, JOSE DEL CARMEN
NO RECURRENTE : ACERO NIÑO, YASMIN
PROCURADOR EN LO JUDICIAL : PROCURADOR 54
DELITOS : Falsedad en documento privado, Tentativa de
hurto
PROCESO : 14589
PUBLICADA : Si
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Así las cosas, forzoso es concluir que si bien la afirmación o negación de la aludida
circunstancia de agravación tiene incidencia sobre la pena, en el fondo, el
planteamiento del censor apunta a que se llegue a esa consecuencia, pero solo una
vez se discierna el problema jurídico que propone en cuanto a la adecuación típica de
la conducta de estafa, pues no puede desconocerse que, como lo tiene dicho la
jurisprudencia de esta Sala, circunstancias agravantes de esta naturaleza integran el
tipo penal. No se trata pues, de un error en el proceso de graduación de la pena, sino
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de uno que trasciende el objeto y fines de la aceptación de los cargos, como que
compromete la esencia de los mismos al punto de que pone en tela de juicio la
imputación como tal respecto del delito contra el patrimonio económico, y en esa
medida, carece de interés para acudir a la casación por cuanto desborda las expresas
limitaciones que la propia ley le ha impuesto al defensor y al procesado para atacar
los fallos anticipados.
Sentencia Casación
FECHA : 04/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : COLLAZOS MORENO, ALVARO
PROCESADO : CONDE GORDILLO, PABLO ARTURO
DELITOS : Falsedad en documento privado, Estafa agravada
PROCESO : 12669
PUBLICADA : Si
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Al censor le bastó afirmar que con la resolución de acusación de primera instancia por
el injusto de homicidio culposo "se aseguraron los intereses económicos de la parte
civil", por lo que considera que la única explicación para el recurso de alzada es "la
inconfesable intención de conseguir para el procesado un delito más grave y una más
severa punibilidad".
No explica el censor por qué con la variación de la forma de culpabilidad, además del
inevitable efecto de un eventual incremento de la punibilidad en la conducta típica
imputada a su patrocinado que ciertamente debe ser indiferente para la parte civil, no
se mejoraba la pretensión resarcitoria de los perjudicados con el delito, en la medida
en que, de hallarse culpable el acusado por homicidio doloso en vez de la modalidad
más benévola de culposo, serían más gravosos el grado de su responsabilidad y las
consecuencias todas de la conducta típica, incluida la indemnización por perjuicios,
resultado éste que en orden a ser procurado legitima el interés para recurrir de la
parte civil, como reiteradamente lo ha reconocido la jurisprudencia de la Corte*.
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ocupa del delito de homicidio doloso por el que se condenó a su representado, toda
vez que si el demandante consideraba que a partir de las pruebas en que se edificó el
fallo de segunda instancia y del mérito persuasivo que a las mismas le otorgó el ad
quem lo que quedaba en evidencia era que su patrocinado debía responder por un
delito de homicidio culposo y no doloso como en definitiva se concluyó, la situación
quedaba reducida a un error de subsunción, esto es a la violación directa de la ley
sustancial por no adecuarse los hechos demostrados al precepto legal tenido en
cuenta por el sentenciador.
Y cuando se trata de error de hecho por falso juicio de existencia por preterición como
aquí acontece, es del exclusivo resorte del demandante precisar claramente el medio
o los medios de convicción que legalmente incorporados en el proceso fueron
ignorados en el fallo, indicando con los mismos atributos qué se acredita con ellos y
cómo de haber sido apreciados conforme a las reglas de la sana crítica y de manera
conjunta con los demás cuyo mérito no se cuestiona, hubieran propiciado una diversa
declaración de justicia.
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* 25 de febrero de 1993. Rdo.7342 M.P. Guillermo Duque Ruiz; 20 de noviembre de
1997. Rdo.10354. M:P. Jorge Córdoba Poveda; 18 de febrero de 2000. Rdo.10.466. M.P.
Fernando Arboleda Ripoll; 25 de mayo de 2000. Rdo.13.290 M.P. Mario Mantilla
Nougués
Sentencia Casación
FECHA : 04/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cartagena
PROCESADO : PUELLO POLO, JEFERSON
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 10894
PUBLICADA : Si
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asigna a los elementos de juicio, sólo limitada por los principios de la lógica, las leyes
de la ciencia o las reglas de la experiencia, cuya vulneración debe demostrarse por la
vía del error de hecho por falso raciocinio.
El libelista, bajo la falsa creencia que en Colombia opera la tarifa legal, método en el
que el legislador prefija el valor de las pruebas, niega la credibilidad otorgada al
testigo único y reclama por haberse conferido al citado declarante "mérito superior al
que le señala el legislador", desconociendo que en el método de la sana crítica tiene
capacidad para llevar la certeza al juzgador, desde luego que purgado de vicios.
Ahora bien, si el casacionista pretendió orientar la censura por la senda del error de
juicio por falso raciocinio, no le bastaba con afirmar que el testigo no merecía
credibilidad, o que incurrió en algunas contradicciones y hacer amplias
especulaciones al respecto, sino que ha debido indicar cuáles fueron los postulados
de la sana crítica quebrantados por el sentenciador al estimar su mérito, de qué
manera lo fueron y cuál su incidencia en la parte dispositiva del fallo.
2. Debe señalarse que la Corte, de siempre, ha repudiado la nulidad del proceso como
efecto de la captura ilegal, por cuanto el sumario y la causa pueden adelantarse
válidamente con o sin captura, y con o sin detenido. Resulta inoficioso luego de
superadas las instancias que la Sala se ocupe en determinar si realmente la retención
de TORRES VELANDIA fue irregular y arbitraria, pues ello es una circunstancia de la
actuación que no afecta su objeto y estructura básica, y de ahí que la propia ley ha
establecido mecanismos adecuados de protección del derecho a la libertad, diversos
a la nulidad, como por ejemplo, el habeas corpus.
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MAGISTRADO PONENTE: DR. MAURO SOLARTE PORTILLA
Sentencia Casación
FECHA : 04/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cúcuta
PROCESADO : CARRILLO, JOSE LEONARDO
RECURRENTE : CARRILLO, MARCO AURELIO
NO RECURRENTE : CORDOBA CARRILLO, GUILLERMO
PROCEADO : TORRES VELANDIA, JORGE ARMANDO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10417
PUBLICADA : Si
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A pesar de ello, como la realidad y la naturaleza de las cosas demuestra que suelen
ocurrir verdaderos conflictos o choques de criterio entre funcionarios diversos a
quienes se envía la sentencia para su ejecución, por inexistencia real o aparente del
Juez de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, tales discrepancias deben ser
definidas por una tercera autoridad judicial, ante la renuencia de los enfrentados.
2. El artículo 500 del Código de Procedimiento Penal, dispone que una vez en firme la
sentencia condenatoria, su ejecución corresponde al Juez de Ejecución de Penas.
De ahí que, siempre que exista un juez de ejecución de penas con jurisdicción en el
lugar donde deba ejecutarse el fallo, éste funcionario debe adelantar las gestiones
inherentes a su cargo, sin que pueda rehusarse válidamente, so pretexto de no existir
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persona privada de la libertad, puesto que de hacerlo estaría introduciendo una
escisión a la normatividad que la ley no contempla.
En este orden de ideas, no resultan ajustadas a derecho las conclusiones a las que
arriba el señor Juez Cuarto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Bogotá,
cuando pretende que la competencia del juez ejecutor termina una vez que el
condenado por los antiguos jueces regionales recupera su libertad.
Esa afirmación genérica comporta el desconocimiento del artículo 500 del Código de
Procedimiento Penal; no consulta el espíritu del legislador, ni obedece a las
regulaciones implementadas por el Consejo Superior de la Judicatura. Por el contrario,
se percibe como el resultado de una confusa mezcla de conceptos jurídicos desde sus
expectativas individuales.
El Acuerdo No. 54 del 24 de mayo de 1994 "por el cual se fijan los criterios para el
funcionamiento de los Juzgados de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad",
expedido por la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura establece:
"En los sitios donde no exista aún, Juez de Ejecución de Penas y Medidas de
Seguridad, continuará dándose cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 15
transitorio del Código de Procedimiento Pena* ."
3. El artículo primero del Acuerdo No. 567 de 1999, (agosto 20), del Consejo Superior
de la Judicatura expresa:
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En tal sentido se pronunció la Sala de Casación Penal al resolver otro asunto de la
misma índole:
"En el presente caso, si bien el sentenciado estuvo recluido durante los últimos años
en la cárcel de Duitama (Boyacá), municipio en el que aun no existe juez de ejecución
de penas y medidas de seguridad y cuya falta dio lugar precisamente a que se
planteara esta discusión, lo cierto es que para el momento en que ha de definirse la
competencia ya se encuentra gozando de libertad de manera definitiva, de suerte que
no será el sitio de reclusión sino el de expedición de la sentencia condenatoria el
factor que permitirá deducir quién es el juez que continuará vigilando su ejecución."
(Radicación No. 17.367. Auto del 5 de diciembre de 2000. M.P. Dr. ÁLVARO ORLANDO
PÉREZ PINZÓN)
.....
En el presente caso la sentencia fue proferida por un Juez Regional de Bogotá. Ello
implica que el cumplimiento de la pena, en cuanto a la interdicción de derechos y
funciones públicas, debe vigilarse en esta misma Ciudad. Como en la Capital de la
República tienen asiento varios jueces de ejecución de penas, es a uno de ellos a
quien corresponde dicha labor, y no al Juez Especializado del Circuito.
....
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Así, como lo ha dicho la Sala , se trata de un error de mérito o in iudicando que, como
tal, debe aducirse por la causal primera y corregirse dictando fallo de sustitución. Pero
puede acontecer, como aquí se acusa, que el vicio trascienda a la validez de la
actuación, en forma tal que si se enmendara con fundamento en la causal primera se
generaría un nuevo dislate, al no quedar la sentencia en consonancia con la
resolución de acusación, lo que ocurre cuando el delito que erróneamente se imputa
en el pliego de cargos y el que se ha debido imputar corresponden a distinto capítulo,
esto es, son de distinto género. Pero como el desatino sigue siendo de juicio, aunque
debe denunciarse y remediarse con fundamento en la causal tercera, es preciso
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desarrollarlo conforme a la técnica que gobierna la primera debiéndose, por ende,
señalar la forma de quebrantamiento de la ley sustancial, si directa o indirecta y, en la
última hipótesis, la naturaleza del yerro cometido, si de hecho o de derecho, y el falso
juicio que lo determinó, o si consistió en un falso raciocinio por desconocimiento de
los postulados de la sana crítica, con indicación de las pruebas comprometidas y la
trascendencia del desacierto en la parte conclusiva del fallo.
Sentencia Casación
FECHA : 04/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ARAGON CORDOBA, EUSEBIO ALIAS TURBO
PROCESADO : CORRALES PANESSO, CARLOS MARIO
PROCESADO : VALLE, EDISON
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio agravado, Tentativa de
homicidio
agravado
PROCESO : 13318
PUBLICADA : Si
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"El que de manera directa o por interpuesta persona obtenga para sí o para otro
incremento patrimonial no justificado, derivado, en una u otra forma, de actividades
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delictivas, incurrirá, por ese solo hecho, en prisión de cinco (5) a diez (10) años y
multa equivalente al valor del incremento ilícito logrado".
De acuerdo con el pensamiento del actor, dicho incremento patrimonial se logró con
el depósito de los cheques recibidos en la cuenta corriente N° 00700027517-5 de la
Caja Agraria, de la cual era titular el procesado en la ciudad de Bogotá, salvo uno que
fue consignado en la ciudad de Bucaramanga y otro que se cobró en la ciudad de Cali.
Sin embargo, nadie discute que los títulos valores fueron recibidos por el señor (...) en
la ciudad de Cali, personalmente o por interpuesta persona. Ocurre entonces que el
incremento patrimonial se logra con la sola recepción de los cheques, como pasa a
demostrarse.
Por otra parte, sin la consideración de una asignación especial, el artículo 80 del
Código de Procedimiento Penal tampoco puede entenderse aisladamente del artículo
13 del Código Penal, de tal manera que así sean distintos los funcionarios judiciales
del lugar donde primero se formuló la denuncia, o se abrió la instrucción o donde
haya sido capturado el imputado, todos finalmente serían territorialmente
competentes si, en sus respectivas jurisdicciones, se realizó parcialmente la acción,
pues la primera norma a la postre consagra un reparto del trabajo y no estrictamente
de la competencia. De modo que si irregularmente se quebrantara el orden y la
prelación previstos en la disposición, no habría lugar a nulidad alguna porque, al fin y
al cabo, todos son competentes por haberse realizado parcialmente la acción en sus
territorios.
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Las pruebas de investigación previa, practicadas de manera limitada y circunscritas al
objeto previsto en el artículo 319 del Código de Procedimiento Penal, solamente
sirvieron para abrir instrucción y recibir indagatoria al imputado.
5. Con todo, como quiera que la adjetivación hecha en la sentencia C-127 de 1993, en
el sentido de que era preciso contar con sentencia condenatoria ejecutoriada sobre la
actividad delictiva matriz para poder condenar subsecuentemente por el delito de
enriquecimiento ilícito de particulares, ella no obedeció a una razón fundamental para
sostener la exequibilidad del precepto (ratio decidendi), sino a argumentaciones
circunstanciales que para nada condicionaron la constitucionalidad del mismo (obiter
dicta). Ya la Corte había analizado y rechazado una propuesta similar a la de hoy en
el auto del 12 de junio de 1996, respondida en los siguientes términos: ....
Aunque se respeta la hipótesis interpretativa que propone el actor, la otra que asumió
el fallador y que ha sido prohijada por esta Corporación y la Corte Constitucional, es la
que razonablemente se ha impuesto aún antes de la sentencia C-319 de 1996. Una
interpretación más favorable, se preferiría cuando definitivamente el texto legal
tolere, en igualdad de condiciones, dos o más interpretaciones razonables, pero, en
este caso, no pueden equipararse valorativamente las premisas teóricas de las
sentencias C-127 de 1993 y C-319 de 1996 (porque no son equiparables en cuanto
criterios de interpretación), con el fin de señalar un tránsito entre las mismas como si
se tratara de una sucesión de leyes.
Sentencia Casación
FECHA : 04/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MESTRE SARMIENTO, JOSE EDUARDO
DELITOS : Enriquecimiento ilícito de particular
20
PROCESO : 16356
PUBLICADA : Si
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1. Los desaciertos en que incurre el libelista al formular los cargos son evidentes,
siendo comunes a los reproches presentados, el desconocimiento a los principios de
autonomía, subsidiariedad, claridad, precisión y trascendencia.
Sentencia Casación
FECHA : 14/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal
CIUDAD : Nacional
PROCESADO : OVALLOS RODRIGUEZ, GUSTAVO
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio, Utilización ilegal de
uniformes de
uso priv.
PROCESO : 14010
PUBLICADA : Si
21
Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co
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Los tres reproches se basan en la falta de firma de una de las partes contratantes,
pero escalonadamente el demandante le otorga efectos diferentes sobre la tipicidad o
la antijuridicidad. De tal manera, la respuesta a dicho aspecto se extiende
necesariamente a los tres cargos.
"Como invoca un falso juicio de legalidad, significa que una o varias de las pruebas
sobre las que se fundamentó la responsabilidad del inculpado, no reunían los
requisitos legales para su aducción, caso en el cual no tenía por qué considerarlas el
fallador, o no fueron tenidas en cuenta pese a que sí los poseían a plenitud, debiendo
confrontar tal situación con el sustento fáctico en que la sentencia apoyó la condena.
22
El impugnante acudió al artículo 266 del Código de Procedimiento Civil, para concluir
que la falta de firma de quien sería el contratista, en la orden de compra 081 de 1995,
adolecía de un vicio de forma y, por tanto, no era documento ni podía ser tenido como
instrumento público, cuando dicho precepto no degrada el documento público a
privado, sino que lo tiene como tal en cuanto a la fuerza obligatoria y vinculante,
entre las partes, los causahabientes o sucesores, que será igual a la asignada a los
documentos privados. Se trata de aspectos distintos, que tuvo en cuenta el Tribunal
para que no se confundiera la calidad del instrumento con lo que denominó su
"capacidad probatoria".
En el caso concreto, la orden de compra 081 de 1995 fue expedida por el director del
FIS, servidor público en ejercicio de sus funciones, que como máximo directivo le
correspondía implementar todo aquello que permitiera al Fondo cumplir las
actividades para la cual fue creado y allí se hizo figurar que ello pretendía satisfacerse
con el objeto de la orden.
23
3. Debe recordarse que la falsedad documental no es un delito de daño, sino de
peligro, donde no es necesario que se haya causado un deterioro efectivo al bien
jurídico, pues basta la creación de la amenaza directa en su contra.
Sentencia Casación
FECHA : 17/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : DE LA HOZ VIÑAS, EDUARDO
PROCESADO : ROCA SARMIENTO, WILSON ANTONIO
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad en
documento
público, Tentativa de peculado por apropiación
PROCESO : 14798
PUBLICADA : Si
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24
Cada uno de estos aspectos debe plantearse separadamente debido a que su
desarrollo implica sustentación específica, como lo ha sostenido la Sala en diversos
pronunciamientos:
"Ahora bien, en lo que dice relación con la trascendencia del vicio denunciado, ésta
no deriva de la prueba en sí misma considerada, sino de la confrontación lógica de las
que sí fueron tenidas en cuenta por el sentenciador como soporte del fallo, para a
partir de su contraste evidenciar que las extrañadas, de haberse practicado,
derrumbarían la decisión, erigiéndose entonces como único remedio procesal la
invalidación de la actuación censurada a fin de que esos elementos que se echan de
menos puedan ser tenidos en cuenta en el proceso." (Auto del 12 de marzo de 2001,
radicación 16.463, M.P. Dr. Jorge Aníbal Gómez Gallego).
Ha reiterado esta Sala de la Corte que no toda omisión de formalidades dentro del
proceso ni todo descuido de la defensa en él están llamados a generar la invalidación
de lo actuado, de allí en adelante, si en el primer caso no se trata de una irregularidad
sustancial, valga decir, de aquellas que afectan la estructura misma de la instrucción
o del juzgamiento, y en el segundo de una verdadera inasistencia o desamparo que
ponga en riesgo o lesione el derecho del procesado a ser debidamente asistido dentro
de la actuación.
...
Y en lo que toca con la actividad que los profesionales encargados de la asistencia del
acusado pudieron haber llevado a cabo, es pertinente anotar, como de modo repetido
lo ha puesto de presente esta Sala, que no es suficiente con afirmar que el abogado
no asistió a la prueba, no recurrió, o no hizo formulación de alegatos, para que ello
solo abra el camino a la invalidación del trámite, sino que es preciso indicar cuáles
fueron los actos que en concreto debió ejecutar el defensor y no lo hizo, y que
pudieron haber exonerado la responsabilidad del acusado, o cuando menos
morigerando su situación frente a la pena.
25
pues los recursos tienen que obedecer a una razón de inconformidad seria y valedera
y no al ejercicio mecánico, abstracto u obligado de una prerrogativa, cuyo empleo sin
argumentos basados en la propia evidencia ninguna utilidad práctica reportarían en
pro del implicado, y acaso devendrían en mecanismos dilatorios.
No se olvide que la actuación del abogado se halla reglada por la ley, y que el artículo
1o. del Decreto 196 de 1971 le impone a la abogacía una función ético-social de
colaboración con las autoridades en la conservación y perfeccionamiento del orden
jurídico del país y "en la realización de una recta y cumplida administración de
justicia" lo que contrasta con el abuso del derecho, que bien por el contrario se
sanciona como sucede cuando se proponen incidentes, se interponen recursos o
excepciones manifiestamente encaminadas a entorpecer o demorar el desarrollo
normal de los procesos.
Sentencia Casación
FECHA : 17/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : VERGARA DIAZ, JOSE WEIMAR
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 11793
PUBLICADA : Si
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1. Ante todo, debe indicarse que el delito de porte ilegal de arma de fuego de defensa
personal, prescribió debido al tiempo transcurrido hasta el momento, contado desde
la fecha del acta de aceptación de cargos.
"La acción penal prescribirá en un tiempo igual al máximo de la pena fijada en la ley
si fuere privativa de la libertad pero, en ningún caso, será inferior a cinco años ni
excederá de veinte. Para ese efecto se tendrán en cuenta las circunstancias de
atenuación y agravación concurrentes".
26
dispuesto por el ordinal segundo del artículo 37 B ibídem, interrumpiéndose la
prescripción de la acción penal, circunstancia que lleva a que corra de nuevo por un
término igual a la mitad del lapso señalado.
3. Los elementos de juicio de los cuales partió el fallador no fueron atacados por la
demandante, quien pretendió que se tuviera en cuenta que su representado
posiblemente estaba embriagado cuando cometió el ilícito, pero omitió demostrar la
presencia de yerros en la intelección realizada por la judicatura al inferir, de la
personalidad demostrada por la forma como se comportó al preparar, ejecutar y
consumar el ataque a bienes jurídicos dignos de tutela, que su asistido requería
tratamiento penitenciario.
Sentencia Casación
FECHA : 17/04/2001
DECISION : Declara prescripción, ordena cesación de
procedimiento,
reajusta pena, no casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : CRIOLLO BONILLA, ADOLFO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal
PROCESO : 11149
PUBLICADA : Si
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27
genérica y ambigua, que sustenten que no encuentra "garantías mínimas a efecto de
corresponder con criterios jurídicos alejados de toda afectación que por relación de
amistad y colegaje, generen la parcialidad en la decisión", simplemente por ser la
víctima de uno de los tipos penales materia de acusación un Fiscal Delegado ante el
Tribunal Superior de Pasto.
2. Si uno de los Magistrados de la Sala Penal del Tribunal intercambió conceptos sobre
la conducta punible y le une amistad íntima con la víctima, la prevención lo
compromete únicamente a él y no a la generalidad de los servidores del Distrito
Judicial de Pasto, así ellos, como refiere el solicitante, mantengan con el Fiscal obvia
"relación", que no tiene por qué comprometer su independencia. Además, para
sanear el riesgo personal de parcialización a favor de una causa, lo procedente no es
el cambio de radicación, pues para tal efecto se hayan instituidas las causales de
impedimento y recusación, a dos de las cuales acudió precisamente el Magistrado, en
prenda de ecuanimidad y corrección.
Cambio de Radicación
FECHA : 17/04/2001
DECISION : No accede al cambio solicitado
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pasto
PROCESADO : AGUDELO OCAMPO, FABIAN ANDRES
DELITOS : Porte de armas de uso privativo de las F.M.,
Secuestro
extorsivo, Utilización ilegal de uniformes de uso
priv.
PROCESO : 18129
PUBLICADA : Si
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Pues bien, en claro acto de suplantación, como lo dijera la Sala en auto del 7 de
diciembre de 1999 al resolver un caso similar, Rdo. 16.616, M. P., Dr. Jorge E. Córdoba
Poveda, pretende el Juez 5º Penal del Circuito de Bogotá a través de la colisión de
competencia propuesta, sustituir a los sujetos procesales con tal de desconocer la
determinación que sobre la acumulación de procesos a la que se contrae estas
diligencias, ya adoptó el Juez 7º Penal del Circuito Especializado de esta localidad.
Sobre su legalidad, sólo puede pronunciarse el superior funcional del juez que profirió
el auto censurado, común, en este caso, para ambos funcionarios trabados en el
supuesto conflicto -el Tribunal Superior de Bogotá-, pues así lo dispone
28
perentoriamente el precepto normativo que viene de reseñarse, al facultar al sujeto
procesal inconforme para que impugne el proveído de marras.
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Planteadas así las cosas, se advierte que el solicitante denuncia una serie de
circunstancias generales en torno a la situación de orden público que padece la
Provincia de García Rovira, sin que evidencie si esa alteración afecta de modo
ostensible la ciudad sede del despacho judicial y, además, si puede poner en peligro
la integridad de quienes intervienen en el proceso penal, la imparcialidad o
independencia de la administración o las garantías procesales.
"Para una interpretación razonable de los motivos de orden público a los que se
refiere el artículo 83 del Código de Procedimiento Penal, la Corte entiende que ha de
establecerse una razón vinculante entre el proceso que ahora se adelanta en
Florencia y algunas manifestaciones específicamente de perturbación, zozobra e
inseguridad producidas por los hechos a los cuáles se concreta aquél. Si las
dificultades de la actividad judicial se vinculan genéricamente con el deteriorado
orden público reinante en la región, bastaría determinar que el departamento del
Caquetá fue declarado zona especial de orden público, y de una vez se paralizaría la
administración de justicia en dicha entidad territorial, porque todos los procesos
tendrían que cambiar de radicación por el generalizado entorpecimiento de la
convivencia en paz, absurdo tan intolerante como saber que, si bien la justicia no es
la responsable del manejo del orden público, su ausencia, y ahora su huida,
inocultablemente contribuyen a acentuar el deterioro de las condiciones necesarias
para el ejercicio de los derechos y libertad públicas.
29
colectiva de los encargados de la justicia, de tal manera que resultaría palpable el
perjuicio de todos los funcionarios judiciales de una misma población o región. De ese
modo, el motivo de afectación de imparcialidad o independencia de ciertos
funcionarios judiciales, como causa individualizable y no extendida en el municipio o
zona, no puede ser objeto de discusión para el cambio de radicación, pues se trata
más bien de una razón válida para tratar de purificar el órgano judicial por la vía de
los impedimentos y recusaciones"
Cambio de Radicación
FECHA : 18/04/2001
DECISION : No accede al cambio solicitado
PROCEDENCIA : Juzgado Penal del Circuito
CIUDAD : Málaga - Santander
PROCESADO : ORDUZ ACERO, ELVER CRISTOBAL
DELITOS : Rebelión
PROCESO : 18176
PUBLICADA : Si
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Es decir, no está conforme con la nulidad parcial decretada y busca que sea dejada
sin efecto, con lo cual, en realidad, pretende dirigir la casación contra una decisión
interlocutoria y no contra la sentencia en sí misma.
30
pronunciamiento en torno a los delitos de enriquecimiento ilícito de particular y
falsedad en documento privado.
Auto Casación
FECHA : 18/04/2001
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara desierto
el
recurso
PROCEDENCIA : Tribuna Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : PRADO CUERO, SALOMON
DELITOS : Testaferrato
PROCESO : 16545
PUBLICADA : Si
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31
"Una tal situación, lleva a la Sala a reexaminar el tema, para precisar que no solo en
los casos señalados por la Delegada, sino en todos los eventos en los cuales se
postule la existencia de vicios in procedendo, originados en la fase de la instrucción o
la subsiguiente del juicio, resulta viable recurrir la sentencia de segunda instancia en
sede extraor-dinaria, sin que sea necesario para acceder a ella, que el impugnante
haya apelado el fallo de primer grado. Esto, en la medida que la actuación
irregularmente surtida haya ocasionado un perjuicio real, o represente uno potencial
para el recurrente".
"Lo dicho no significa que quien acude en sede extraordi-naria en procura de obtener
la nulidad, pueda hacerlo sin que hubiese sido agotada la segunda instancia. En el
pro-cedimiento penal no tiene cabida el instituto de la casación per saltum. Por eso,
quien pretenda ejercer este derecho, debe tener en cuenta que para ello debe mediar
fallo de se-gundo grado, y que es su obligación propiciar este pronun-ciamiento
cuando las otras partes no lo hagan, pues si omite hacerlo, no podrá después intentar
el recurso de ca-sación, por no existir sentencia de segunda instancia contra la cual
proponerse".
Sabido es que, de acuerdo con el artículo 385 C. de P.P., "no podrá resolverse situación
jurídica, sin que previamente se haya recibido indagatoria al imputado, o se haya
declarado persona au-sente", oportunidades estas en las que se concreta la
imputación. A partir de ese conocimiento, ha dicho la Sala, "…el sindicado tiene toda
la etapa investigativa para propiciar la producción de la prueba que considere
indispensable como respaldo a sus pretensiones pro-cesales de defensa, o para
ejercer el derecho de contradicción, oponiendo otros medios de convicción a las
pruebas que lo incrimi-nen".**
32
causal de nulidad, lo que bien podría haber aconsejado su elimi-nación del nuevo
estatuto procesal penal, como en efecto ocurrió.
Ha de insistirse, por eso, en que "…lo esencial, para el adecuado ejercicio del derecho
de defensa, y preservación del debido proceso, es que sobre los cargos que le
resulten en el decurso de la investi-gación, se interrogue al procesado puntualmente
para que dé las explicaciones que a bien tenga, cargos sobre los cuales obviamente,
la justicia no puede guardar silencio"******.
"Con medida de aseguramiento o sin ella, una vez definida la situación jurídica la
instrucción del proceso continúa sin que haya ninguna norma que diga que si se
amplía la in-dagatoria es necesario volver a definirla, y realmente una orden en ese
sentido sería absurda desde el punto de vista de la agilidad que debe tener la
actuación sumaria, especialmente si se tiene en cuenta que la etapa de in-vestigación
termina con un nuevo y más riguroso examen de la situación jurídica, en donde no
solamente se evalúan las pruebas recaudadas y se mira lo atinente a la medida de
aseguramiento, sino que si se profiere resolución de acusación se concreta la
denominación jurídica de los he-chos por los cuales debe el imputado responder en
juicio. El sindicado puede solicitar cuantas ampliaciones de inda-gatoria considere
necesarias (art. 361 C. de P. P.), pero ese no es un mecanismo que obligue al
funcionario judicial a proferir sendas definiciones de la situación jurídica".
"En síntesis, lo que se califica a continuación del cierre de la instrucción son los
hechos que fueron objeto de la mis-ma, y sobre los cuales se indagó al sindicado, y
para ha-cerlo el criterio que se hubiere expuesto en la definición de la situación
jurídica no constituye ninguna limitante, todo lo contrario, si en ese pronunciamiento
se hubiere cometido algún error, es la oportunidad para subsanarlo. Dicho de otra
manera, si bien la definición de la situación jurídica es un requisito procesal para
poder cerrar la in-vestigación, su contenido no limita el de la calificación."*******
33
4. Dispone el artículo 333 del Código de Procedimiento Penal que "el funcionario tiene
la obligación de investigar tanto lo favorable como lo desfavorable a los intereses del
sindicado y de las demás par-tes", principio que respecto de aquél se complementa
con el man-dato contenido en el artículo 362 del mismo estatuto en cuanto or-dena
que se verifiquen "las citas y demás diligencias que propu-siere para comprobar sus
aseveraciones".
Ciertamente con los datos que obraban en el expediente era fácil labor, nada
dispendiosa ni que implicara complicadas tareas inves-tigativas, descartar cualquier
posibilidad de error recaudando la mayor información posible sobre el agente (…). Lo
que imploraba el procesado y secundaba su defensa no era la irracional búsqueda de
cualquier otro miembro de la Policía Nacional que con el mismo apellido suyo hubiera
prestado servicios en alguna indeterminada seccional de policía judicial sino, por el
contrario, la simple consta-tación de las características morfológicas de una persona
plena-mente identificada, individualizada, localizable, cuyos datos repo-saban en las
mismas dependencias donde se practicaron inspeccio-nes judiciales y suministraron
fotografías y diversos documentos relacionados con otros agentes.
Que la persona a la que se refirieron (…) y (…) sea en reali-dad (…), no es una
hipótesis descabellada -tanto menos cuanto que la discordancia entre la información
recogida y lo averiguado sobre (…), de un lado, y la correspondencia de muchos de
esos datos con (…), de otro, resulta palpable- y, por lo mismo, no podía descartar-se
en la forma tan descuidada como lo hicieron los fiscales y jueces que intervinieron en
este proceso quienes, aun sin mediar petición de parte, haciendo uso de la potestad
de que gozan para decretar pruebas de oficio, debieron proceder en ese sentido para
cumplir con el mandato de buscar con imparcialidad los medios de convic-ción
necesarios, favorables o no al procesado pero en todo caso conducentes a la
determinación de la verdad real (arts. 249, 333 y 362 C.de.P.P.).
Tan palmaria omisión vulnera sin duda el principio del debido proceso y conduce
ineluctablemente a la declaratoria de nulidad que demanda el casacionista y prohija
el Ministerio Público.
Sentencia Casación
FECHA : 24/04/2001
DECISION : Desestima, casa parcial y oficiosa., casa respecto
a un
procesado, otorga libertad
34
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cúcuta
PROCESADO : CASADIEGO BAUTISTA, HERNANDO
PROCESADO : GUERRERO MENDOZA, MEDARDO
PROCESADO : SALGADO, ALFONSO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio agravado,
Secuestro, Concierto para delinquir
PROCESO : 12424
PUBLICADA : Si
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Debería entrar la Corte a pronunciarse de fondo sobre el asunto planteado, sino fuera
porque encuentra que la ley no asigna a ninguna autoridad la función de dirimir el
conflicto de competencias entre un fiscal, cualquiera sea su grado, y el Tribunal
superior militar, por la sencilla razón de que no puede existir entre ellos una real y
efectiva colisión de competencias, como así lo ha venido sosteniendo de manera
reiterada.
Pues bien, una revisión cuidadosa de las disposiciones legales que interesan en esta
materia, permite a esta Sala concluir que en ninguna de ellas se encuentra el soporte
jurídico que pueda facultarla para pronunciarse sobre el particular.
El artículo 234 del nuevo código penal militar (ley 522 de 1999) tampoco resolvió el
problema, ya que nada estableció al respecto.
Y tampoco le fue asignada esa función a otra autoridad, pues si se repasa el numeral
1º del artículo 9º del decreto 2652 de 1999, allí únicamente se faculta a la sala
disciplinaria del Consejo superior de la judicatura para dirimir los conflictos de
competencia que se presenten entre las diversas jurisdicciones.
Si bien las dos autoridades tienen competencia para conocer de la consulta de los
autos de cesación de procedimiento, conforme a lo previsto en los artículos 231, 238-
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3 y 261-2 del código penal militar, es en últimas la naturaleza investigadora,
acusadora o juzgadora de sus funciones, y por supuesto el momento procesal en que
se profiera la decisión, la que habrá de discernir la competencia para conocer de ese
grado jurisdiccional.
Por manera que, al ser perfectamente regladas sus atribuciones en esta materia, no
puede presentarse entre ellas la posibilidad de disputarse o rehusarse a conocer de
un determinado asunto, como así en casos similares lo ha resuelto esta Sala *
****************************
Generalmente bajo este motivo de censura a los fallos de instancia suele presentarse
el evento en que el sentenciador no le otorga ningún valor probatorio a un
determinado medio de prueba, porque en su sentir no comporta esa capacidad o le
atribuye uno diverso al reclamado por el censor.
36
Es lo que ocurre en el asunto en examen. El cotejo grafológico que según el libelista y
el señor Procurador Delegado (quien encontró acertados los fundamentos del libelo)
fue omitido por el Tribunal (folios 364 y 367 del cuaderno original No 1), sí fue tenido
en cuenta por la colegiatura, que antes de hacer pronunciamiento alguno sobre su
contenido y mérito probatorio, advirtió que no entraría a analizar la conducta de la
procesada (...) respecto del traspaso del vehículo Renault 4, pues la propiedad y
posesión del automotor era compartida entre ella y su hermano (...). Igualmente, que
el presunto delito querellable de hurto entre condueños no había sido denunciado por
la persona legitimada, quien a la postre allegó escrito en el que afirmaba haber
firmado el documento de traspaso de ese automotor, entregándoselo para su trámite
al fallecido (...). Y añadió que la preclusión de investigación que respecto de tal
comportamiento hiciera la Fiscalía a favor de (...), tenía el valor de cosa juzgada. (fl 10
C. Tribunal).
Sentencia Casación
FECHA : 25/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : MARTINEZ RODRIGUEZ, SANDRA JANETH
PROCESADO : MENDEZ SANCHEZ, AUGUSTO
PROCESADO : ROJAS GARCIA, EDUARDO
DELITOS : Hurto agravado, Falsedad en documento privado
37
PROCESO : 15363
PUBLICADA : Si
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En efecto, tanto en cuanto tiene que ver con la casación ordinaria como con la
discrecional, la siguiente es la preceptiva que a este aspecto se refiere:
2. Sobre el tema la Sala ha precisado que cuando se trata de fallos que ponen término
a un proceso no se requiere la previa citación a que alude el artículo 190 del estatuto
procesal penal, habida cuenta de que para esta clase de decisiones judiciales la ley
no ha previsto el enteramiento personal como forma prioritaria de notificación.
Así lo precisó, entre otras, en decisión de fecha junio 17 de 1998 proferida dentro del
proceso de radicación No. 14.519 con ponencia del Magistrado JORGE E. CORDOBA
POVEDA que, a su turno, recogió criterio interpretativo expuesto en fallo de tutela del
29 de noviembre de 1994 del cual fue ponente el Magistrado GUILLERMO DUQUE
RUIZ.
"Si se hace un estudio sistemático de todas las normas que regulan las notificaciones
dentro del Código de Procedimiento Penal, teniendo en cuenta, obviamente, las
disposiciones de la ley 81 de 1993 que las modificaron, se llega a la conclusión de
que por parte del Juzgado 49 Penal del Circuito de Santafé de Bogotá no se incurrió en
omisión alguna, ya que la "diligencia de citación mediante telegrama" que ordena el
38
artículo 190 del C. de P.P. (subrogado por el artículo 25 de la ley 81 de 1993), sólo es
exigible cuando se trate de notificaciones que por ley deben hacerse personalmente.
"Partiendo de esta inicial premisa, hay que entender que el artículo 25 de la citada ley
81 se refiere exclusivamente a las providencias que por mandato legal expreso
deben ser notificadas personalmente, y no aquellas otras que por voluntad del
legislador se notifican por estado o por edicto. Así se desprende con claridad de la
primera parte de su texto "cuando no fuere posible la notificación personal..", pues
éste presupone, necesariamente, que la ley ha ordenado que la notificación sea
personal, y que no obstante ello no resulte posible hacer este enteramiento personal.
En estos casos y sólo en ellos, es cuando se impone la obligación de realizar "la
diligencia de citación mediante telegrama dirigido a la dirección que a aparezca
registrada en el expediente".
"La disposición en comento, tiene por finalidad impedir que por la no comparecencia
de un sujeto procesal para que se le notifique personalmente lo que por ley debe
comunicársele así, se paralice la actuación, como sucedía antes de que existieran
estas normas. Ahora basta con que el sujeto procesal sea citado para la notificación
personal y si no comparece, "se hará la notificación por estado que se fijará 3 días
despues" de la diligencia de citación, salvo que se trate de la notificación de la
resolución de acusación que tiene previsto un régimen especial diferente (art. 59 de
la ley 81 de 1993), o de la notificación al sindicado que se encuentre privado de la
libertad o al Ministerio Público, eventos estos últimos expresamente exceptuados por
la norma.
"Mas cuando se trata de proveídos que por ley no es necesario que sean notificados
de manera personal, no existe obligación alguna de hacer previamente la "diligencia
de citación" a que alude el ya citado artículo 25 de la ley 81. En esta hipótesis, la
providencia quedará bien notificada con la sola fijación del estado o del edicto, según
el caso" (Tutela del 29 de noviembre de 1994, M. P. GUILLERMO DUQUE RUIZ).
Auto Casación
FECHA : 25/04/2001
DECISION : No repone auto del 31-01-01 que declaro
extemporáneo
el recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cúcuta
PROCESADO : GUECHA RANGEL, LUIS MARIA
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 17512
PUBLICADA : Si
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39
EXTRADICION POSITIVA-Concepto del Ministerio de Relaciones Exteriores/
EXTRADICION POSITIVA-Estados Unidos: Inexistencia de convenio aplicable/
EXTRADICION POSITIVA-Validez formal de la documentación/ EXTRADICION
POSITIVA-Doble incriminación/ EXTRADICION POSITIVA-Ausencia de
jurisdicción del país requirente/ EXTRADICION POSITIVA-Equivalencia de la
acusación/ EXTRADICION POSITIVA-Prescripción/ EXTRADICION POSITIVA-
Proceso en Colombia/ EXTRADICION POSITIVA-Ejecutivo: Eventualmente
puede subordinar la concesión de ésta
40
Teniendo en cuenta que los anteriores documentos y la solicitud de extradición se
hizo por vía diplomática, y que los trámites, expedición y traducción se ajustan a las
previsiones de ley, la Corte los estimará como formalmente válidos, por cumplir las
exigencias del art. 259 del C.P.C, modificado por el artículo 1º Num. 118 del D.E.
2282/89, disposición aplicable al caso por virtud del principio de integración
normativa previsto por el artículo 21 del C. de P.P., y el inciso último del artículo 551
ejusdem. Tal certeza se obtiene además con base en la certificación expedida por la
Coordinadora del Area de Traducciones del Ministerio de Relaciones Exteriores de
Colombia de fecha 29 de noviembre de 1999, en la que se da cuenta que las
"traducciones informales" son fieles y completas, citando expresamente la nota verbal
1203 (fl. 43 Cap. de Anex.).
5. La Sala ha señalado que la supuesta falta de jurisdicción del país requirente para
juzgar al solicitado, trasciende la tarea que ha de cumplir la Corte en orden a lo
previsto en el artículo 558 del C.P.P., además que un tal proceder desconocería la
soberanía del Estado reclamante y la competencia de las autoridades judiciales.
6. El indictment vigente en la causa 99-6153 CR-RYSKAMP (s) (s) (s) (s) corresponde a
la cuarta acusación sustitutiva del 18 de noviembre de 1999, proferida por la Corte de
los Estados Unidos para el Distrito Sur de la Florida, División de Fort Lauderdale. En
este caso, tal providencia constituye presupuesto necesario para el inicio de la etapa
del juicio, a su pronunciamiento lo precedió el recaudo probatorio mínimo sobre las
conductas ilícitas imputadas y el análisis de aquéllas y de los hechos por parte del
Gran Jurado, en el que además se precisó la adecuación de la conducta realizada con
conocimiento y voluntariedad del acusado, y la normatividad infringida. En tales
condiciones esta decisión desde el punto de vista material es equivalente en su valor
a la resolución de acusación, a que hace referencia el artículo 549-2 del C. de P. P.
Sobre este aspecto la Sala con ponencia del Magistrado NILSON PINILLA PINILLA, dijo:
"La equivalencia de la providencia proferida en el extranjero se verifica con la sola
comparación de su texto con los preceptos de la ley colombiana, en el entendido que
se trata de una equiparación de condiciones y no de identidad de formas,
41
condicionamiento para que se conceda o no la extradición, dado que la función
judicial en estos asuntos es la verificación formal y objetiva de los aspectos
precisados por el artículo 551 del C.P.P.
Concepto Extradición
FECHA : 25/04/2001
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : VILLAFAÑE MARTINEZ, EVER
DELITOS : Violación a la Ley 30/86, Concierto para delinquir
- Ley
30/86, Lavado de activos
PROCESO : 16713
PUBLICADA : Si
****************************
Además, los medios de convicción allegados a este trámite por vía diplomática, son
suficientes para que la Corte, en su debida oportunidad, se pronuncie sobre el tema
que inquieta al memorialista, máxime que en el auto atacado se le relacionaron las
piezas procesales que servirán de fundamento para dilucidar el tema que por ser
42
estrictamente jurídico, es propio de la jurisdicción y de la competencia de la Sala y no
de personas extrañas a ella, por lo que las pruebas pedidas son superfluas e
inconducentes.
De otro lado, itérase, una vez más, que el control que ejerce la Corte en la fase
judicial del trámite de extradición, está centrada en los precisos requisitos que
contempla el artículo 558 del C. de P. Penal, los que serán objeto de análisis y de
estudio al momento de emitir el correspondiente concepto.
Como quiera que los medios de convicción impetrados en los citados capítulos, tienen
como finalidad que el requerido no vaya a ser juzgado en el exterior por hechos
anteriores a la entrada en vigencia del Acto Legislativo N° 1 de 1997, el que autorizó
la extradición de colombianos por nacimiento, ni por hechos diferentes a los que han
motivado el presente diligenciamiento, nuevamente dígase que son aspectos que no
requieren de prueba y que en el evento de que el concepto de la Corte fuere
favorable a la extradición, sólo lo sería para los hechos cometidos a partir de la
vigencia del Acto Legislativo N° 1 de 1997 y que, además, el Gobierno Nacional, le
corresponde exigir al Estado requirente que el solicitado no vaya a ser juzgado por un
43
hecho anterior diverso del que motiva la extradición, según así lo dispone el artículo
550 del C. de P. Penal.
"En estas condiciones, parte el solicitado del equívoco supuesto de que en este
asunto se presenta un problema de favorabilidad entre la Constitución de 1.991 y lo
dispuesto en el artículo 13 del Código Penal en cuanto al principio de territorialidad de
la ley penal, las cuales en modo alguno ofrecen espacio para una discusión de esta
naturaleza, sino que por el contrario, se manifiestan acordes al nuevo ordenamiento
constitucional si se tiene en cuenta, no solo que la disposición de la Carta prevalece
por encima del resto del ordenamiento interno, sino que la misma es posterior al
propio Estatuto Procesal.
"En este sentido, importa, entonces, recordar que ya la Corte Constitucional tuvo
oportunidad de pronunciarse sobre la conformidad existente entre la referida
preceptiva legal con el texto superior, pues:
"La Carta Política, en sus artículos 4 y 95, inciso 2, ordena a quienes se encuentren en
territorio colombiano, sean nacionales o extranjeros, cumplir con las leyes de la
República; es decir, toda persona que se encuentre dentro de los límites territoriales a
los cuales se refiere el artículo 101 superior, está sometida a las normas prescritas por
el legislador nacional. En este sentido, el principio de territorialidad es la regla general
a aplicar. Ahora bien, la misma Carta Política, en su artículo 9, recoge los principios
generales del derecho internacional, entre los cuales se encuentran los que delimitan
el ejercicio de la jurisdicción, arriba enumerados. Por lo mismo, también encuentran
sustento constitucional los principios de extraterritorialidad, siempre y cuando se
apliquen de conformidad con los mandatos de reciprocidad, equidad y respeto por la
soberanía foránea.
"Por su parte, la ley criminal colombiana recoge dichos principios en los artículos 13 y
15 del Código Penal, que deben leerse de manera conjunta por cuanto conforman un
sistema. En efecto, el artículo 13 consagra el principio de territorialidad como norma
general, pero admite, que a la luz de las normas internacionales, existan ciertas
excepciones, en virtud de las cuales se justifica tanto la extensión de la ley
colombiana a actos, situaciones o personas que se encuentran en el extranjero, como
la aplicación de la ley extranjera, en ciertos casos, en el territorio colombiano. En
forma consecuente, el artículo 15 enumera las hipótesis aceptables de
"extraterritorialdad", incluyendo tanto los principios internacionales reseñados, como
algunas ampliaciones domésticas de los mismos: allí se enumeran el principio "real" o
"de protección (numeral 1), las inmunidades diplomáticas y estatales (numeral 2), el
principio de nacionalidad activa (numeral 4) y el de nacionalidad pasiva (numeral 5),
entre otros". (Sentencia C-1189 del 13 de septiembre de 2.000).
44
a la que constitucionalmente le corresponde llevar a cabo la función de investigación
de los delitos" . *
Igualmente advierte que de acuerdo con la declaración que en otro proceso judicial,
adelantado en los Estados Unidos, rindió la señora Theresa Van Vliet, funcionaria que
conoció de la solicitud de extradición de su representado, se infiere que los citados
hechos no sólo tuvieron ocurrencia con anterioridad a la citada reforma
constitucional, sino que también acaecieron en Colombia, circunstancias de las que
tenían conocimiento tanto la Fiscalía General de la Nación como los Ministerios de
Relaciones Exteriores y de Justicia y del Derecho. Por ello, solicita que se establezca si
las citadas autoridades actuaron conforme a los postulados de la Constitución y de la
ley.
En cuanto al primer punto, de manera reiterada la Sala ha sostenido:
"La Sala ha señalado que la supuesta falta de jurisdicción del país requirente para
juzgar al solicitado, trasciende la tarea que ha de cumplir la Corte en orden a lo
previsto en el artículo 558 del C.P.P., además que un tal proceder desconocería la
soberanía del Estado reclamante y la competencia de las autoridades judiciales.
45
todo lo cual indica que no se está en presencia de un acto de juzgamiento, como
quiera que no se ejerce función juirisdicente.
__________________________________
* y ** Extradición No.16724, 2º de febrero de 2001, M.P. Dr. Carlos Augusto Gálvez
Argote
*** Ver entre otras, Extradición 16728, 2º de febrero de 2001, M.P. Dr. Carlos Augusto
Gálvez Argote
Extradición
FECHA : 25/04/2001
DECISION : No repone auto del 01-11-00 sobre pruebas, no
accede a
peticiones del requerido
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : OCHO VASQUEZ, FABIO
PROCESO : 16715
PUBLICADA : Si
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1. Lo primero que debe recordarse es que el fallo de tutela mencionado fue emitido a
raíz de la acción instaurada por los ciudadanos (...), quienes igualmente estaban
involucrados en distintos trámites de extradición, pero en la parte resolutiva sólo se
impartió una orden a la Fiscalía General de la Nación, en el sentido de que iniciara la
averiguación (si no lo había hecho) tendiente a establecer si los hechos que
motivaron la solicitud de extradición habían sido cometidos en jurisdicción territorial
colombiana o fuera de ella.
Ni siquiera dentro de tal proceso de tutela, referido a dos personas distintas de la que
ahora está sometida al trámite de extradición, se ordenó la suspensión de éste
46
mientras se contaba con una anhelada determinación de la Fiscalía General de la
Nación.
Ahora bien, es cierto que en la parte motiva del fallo de tutela se hizo la siguiente
reflexión:
47
causales de agravación o diminuentes punitivas, ni sobre la dosimetría de la pena,
todo lo cual indica que no se está en presencia de un acto de juzgamiento, como
quiera que no se ejerce función jurisdicente".
Y agrega:
"Por esto -y no por otra razón-, es que la intervención de la Corte Suprema de Justicia
en estos casos, se circunscribe a emitir un concepto en relación al cumplimiento del
Estado requirente de unos requisitos mínimos que ha de contener la solicitud, los
cuales se señalan en el Código de Procedimiento Penal" (se ha subrayado).
3. Por otra parte, el mismo fallo de tutela en el que se ampara el recurrente, tras
invocar el contenido de la sentencia
C-1189 de 2000, reconoce la extraterritorialidad como una excepción de la regla de la
territorialidad, y hace acotaciones del siguiente tenor:
48
su territorio ya sea total o parcialmente", como lo demuestra la cita textual que hace
de la sentencia C-1106 de 2000.
Extradición
FECHA : 25/04/2001
DECISION : No repone auto del 20-03-01que negó suspensión
del
trámite
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : MESA SANIN, JAIRO DE JESUS
PROCESO : 16708
PUBLICADA : Si
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49
General sobre las investigaciones que esté adelantando o que haya impulsado y,
correlativamente, dicho funcionario está en el deber de suministrársela.
4. En tercer lugar, solicita que se oficie al Ministro de Relaciones Exteriores para que
certifique si entre Colombia y Estados Unidos de América existe acuerdo o convenio
que garantice, en caso de condena, que a su asistido no se le impondrá la pena de
prisión perpetua, de conformidad con el artículo 549 del Código de Procedimiento
Penal. Expone que, de conformidad con la "Hoja de castigo" que obra a folios 52, el
requerido podría ser condenado en los Estados Unidos de América a la pena de
prisión perpetua y, de acuerdo con la sentencia C-1106 del 24 de agosto de 2000, la
Corte Constitucional declaró exequible el artículo 550 del Código de Procedimiento
Penal, a condición de que al extraditado no se le someta a las sanciones de destierro,
prisión perpetua y confiscación, además de otras consecuencias, conforme con los
artículos 11, 12 y 34 de la Constitución Política.
6. No obstante que el sustento de la petición nada tiene que ver con el principio de la
doble incriminación, según el cual se exige una reciprocidad legislativa en la
regulación de la conducta delictiva por la cual se pretende la extradición en ambos
países, vale la oportunidad para reiterar que en el trámite de extradición no es posible
cuestionar las conductas o las circunstancias en que éstas ocurrieron, tarea que
concierne soberanamente al sistema judicial del país requirente, de acuerdo con su
propio procedimiento.
Extradición
FECHA : 25/04/2001
DECISION : Niega pruebas de la defensa, ordena otras
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : FRANCO LABRADOR, WILLIAM JOSE
PROCESO : 17880
50
PUBLICADA : Si
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Y, en auto del 28 de marzo del corriente año, la Corporación con ponencia del
Magistrado que hoy cumple igual función, expresó:
"Ninguno de los preceptos que conforman el capítulo III del título I del libro V del
Código de Procedimiento Penal que reglamenta el trámite de extradición, exige como
requisito previo a la participación de la Corte, que la Fiscalía General de la Nación,
haya definido en qué lugar tuvieron realización los hechos base de la reclamación.
" Ciertamente, los artículos 552 a 555 de dicho ordenamiento, que regulan la fase
previa a la intervención de la Sala, solo exigen que el Ministerio de Relaciones
Exteriores haya conceptuado si procede actuar de acuerdo con convenios o usos
internacionales, o en armonía con las normas del Código de Procedimiento Penal, y
que el Ministerio de Justicia y del Derecho haya obtenido el perfeccionamiento del
expediente, en cuyo caso lo enviará a la Sala, para que cumpliendo con el rito
descrito en el artículo 556 ibídem, rinda el concepto que de ella demanda el artículo
557 de la misma obra; pasos que en este asunto fueron cabalmente observados.
51
" 2. En el fallo de tutela invocado, tampoco encuentra la Sala que la Corte
Constitucional haya instituido como presupuesto el aludido concepto de la Fiscalía
General de la Nación, pues lo que allí se resolvió fue tutelar el derecho al debido
proceso, el cual halló menoscabado por esa Entidad, en virtud a que habiendo
aceptado tener conocimiento de la posible comisión de un delito en Colombia, decidió
diferir la apertura de la investigación, para después de que fuera decidida la demanda
de extradición; actitud que esa Corporación consideró desconocía las funciones
atribuidas por el artículo 250 de la Constitución Política a la Fiscalía, ordenando en
consecuencia el inicio de la investigación pertinente.
" Además, reiteró que comparte la posición que la Sala viene pregonando sobre el
tema, traducida en que atendiendo a la naturaleza jurídica del instituto de la
extradición y a la regulación que de su trámite hace la Ley Procesal Penal, la
intervención de la Corte no es de carácter judicial pues en ella no juzga la conducta
atribuida al requerido, sino que se limita a verificar si concurren los fundamentos del
concepto previsto en el artículo 558 del Código de Procedimiento Penal, labor que
cumple realizando un proceso de constatación objetivo formal con los documentos
aportados al expediente, el cual excluye la realización de juicios de valor acerca de su
contenido material, sobre el acierto o no de las decisiones anexadas como soporte de
la petición, y la posibilidad de ocuparse de establecer en qué circunstancias
sucedieron los hechos, si coexisten los elementos del hecho punible y en general la
responsabilidad del solicitado; debido a que estos aspectos hacen parte del objeto del
proceso adelantado en el país requirente, en donde el procesado cuenta con los
instrumentos jurídicos necesarios para hacer valer sus derechos.
"Si la hipótesis de la cual se parte es la de que el Estado requerido -en este caso
Colombia- se limita a atender una solicitud de entrega de quien es buscado por la
administración de justicia de otro Estado, hallándose sometido a los procesos que allí
se le han iniciado o adelantado, según el orden jurídico correspondiente, no puede
52
admitirse que la norma acusada esté desconociendo el derecho de defensa, toda vez
que el ámbito jurídico de su aplicación no es el proceso penal -que se siguió o se
cumple en el Estado extranjero- sino la captura con fines de entrega en extradición.
" La persona requerida en extradición, que puede ser nacional o extranjera, no está
sujeta, en cuanto al juzgamiento de su conducta, a las normas de nuestra legislación,
puesto que no va a ser procesada ni juzgada por autoridades nacionales. Además,
dentro del proceso que ya se adelantó y culminó en el Estado requirente, o que cursa
con resolución de acusación en su contra, ha dispuesto -se presume-, o deberá
disponer, de oportunidad para su defensa y de todas las garantías procesales, como
también las tiene en Colombia al ser solicitada y tramitada la extradición. En efecto,
el artículo 567 del C. de P.P. sobre el particular dispone:
" No podría partir esta Corte de la presunción de que el derecho de defensa y las
garantías procesales han sido violadas en el extranjero, pues el trámite del que se
trata opera sobre la base de la necesaria ejecución de decisiones judiciales
adoptadas, cuyos antecedentes (internos en el Estado requirente) no son objeto de
análisis de la autoridades colombianas, ni podrían incidir en la inconstitucionalidad de
la norma legal que en Colombia contempla lo referente a la captura."
" 3. Igualmente la Sala viene predicando que para los efectos previstos en el artículo
565 del Código de Procedimiento Penal, es al Gobierno Nacional a quien compete
establecer si la persona cuya entrega se reclama, está siendo investigada o fue
juzgada en Colombia, por los mismos hechos por los cuales es requerido; en virtud a
que es a él a quien concierne decidir si concede o no la extradición.
Extradición
FECHA : 25/04/2001
DECISION : No suspende el trámite de extradición solicitado
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : TASCON AGUIRRE, ALFREDO
PROCESO : 16726
PUBLICADA : Si
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1.De antiguo viene señalando la Corte que en el trámite que le corresponde adelantar
en la extradición, no tienen cabida debates atinentes a la validez o mérito a la prueba
recaudada por las autoridades extranjeras sobre la ocurrencia del hecho, el lugar de
su realización, la forma de participación o el grado de responsabilidad del encausado,
la normatividad que prohibe y sanciona el hecho delictivo, la calificación jurídica
correspondiente, la competencia del órgano judicial, la validez del trámite, o la pena
que le correspondería purgar para el caso de ser declarado penalmente responsable.
Tales aspectos corresponden a la órbita exclusiva y excluyente de las autoridades del
país que eleva la solicitud, y su postulación debe hacerse al interior del respectivo
53
proceso con el ejercicio de los recursos e instrumentos que contemple la legislación
del Estado requirente.
Lo anterior, debido a que la Corte no emite una orden de extraditar o dejar de hacerlo,
sino un concepto que se regula en los parámetros concretos que señala el artículo
558 del Código de Procedimiento Penal, disposición que no contempla la controversia
que la defensa insta a la Corporación. En estos casos no puede ignorarse la
intervención activa del Gobierno Nacional, quien dentro de su autonomía política da
inicio al trámite al recibir la solicitud y la documentación correspondiente, con la que
se precisa el marco normativo aplicable en cada caso, antes de darle curso a la Corte
Suprema de Justicia para lo de su competencia. La extradición culmina con la emisión
de una resolución, bien sea concediendo o negando el pedido del Gobierno
Extranjero. También puede diferir la entrega conforme al artículo 560 ibídem.
"(…) la Corte Suprema de Justicia en este caso no actúa como juez, en cuanto no
realiza un acto jurisdiccional, como quiera que no le corresponde a ella en ejercicio de
esta función establecer la cuestión fáctica sobre la ocurrencia o no de los hechos que
se le imputan a la persona cuya extradición se solicita, ni las circunstancias de modo,
tiempo y lugar en que pudieron ocurrir, ni tampoco la adecuación típica de esa
conducta a la norma jurídico-penal que la define como delito, pues si la labor de la
Corte fuera esa, sería ella y no el juez extranjero quien estaría realizando la labor de
juzgamiento.
" Pero esto - y no por otra razón - , es que la intervención de la Corte Suprema de
Justicia en estos casos, se circunscribe a emitir un concepto en relación al
cumplimiento del Estado requierente de unos requisitos mínimos que ha de contener
la solicitud, los cuales se señalan en el Código de Procedimiento Penal.
" Así, resulta claro entonces, que ese concepto de la Corte Suprema de Justicia puede
ser acogido o no por el Jefe del Estado, si es favorable, lo que significa que, en
últimas, es el Presidente de la República como supremo director de las relaciones
internacionales del país, quien resuelve si extradita o se abstiene de hacerlo.
"Y, por la misma razón, dada la naturaleza jurídica de la actividad que cumple la Corte
Suprema de Justicia al emitir el concepto aludido, cuando este es negativo lo que se
manifiesta por ella es que no se cumplieron por el Estado requirente, los requisitos
mínimos de esa figura de cooperación internacional señalados en el Código de
Procedimiento Penal y, por ello, ese concepto negativo resulta obligatorio para el
Presidente de la República, pues tanto él como la Corte Suprema de Justicia se
encuentran sometidos a la ley colombiana, sin que, se repite, ese concepto negativo
sea un acto jurisdiccional dado que el emitirlo no se dicta una providencia de
juzgamiento, como ya se dijo…"
Tampoco le asiste razón a la profesional del derecho que representa los intereses del
señor (…), en cuanto a la tesis sobre la falta de jurisdicción del país requirente para
juzgar al solicitado. La Sala en esta materia ha sostenido que un pronunciamiento en
tal sentido trasciende la tarea que ha de cumplir en orden a lo previsto en el artículo
558 del C.P.P., además que un tal proceder desconocería la soberanía del Estado
reclamante y la competencia de las autoridades judiciales.
54
General de la Nación con fines de extradición (fl. 10 a 23, carpeta anexos). Además,
probatoriamente se corrobora la señalada coincidencia, con el hecho de corresponder
los nombres, apellidos y documentos de identidad, con los que el reclamado ha
utilizado en el sub judice (fl. 3 cdno Corte ). De esta manera quedan colmadas las
exigencias sobre el requisito examinado.
Concepto Extradición
FECHA : 25/04/2001
DECISION : Conceptúa favorablemente solo por unos cargos
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : SANCHEZ VIDAL, JORGE MAURICIO
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Sentadas estas premisas, es de ver que el decreto y práctica de pruebas dentro del
trámite previo al concepto de extradición a cargo de la Sala de Casación Penal de la
Corte Suprema de Justicia, deviene condicionado a la conducencia que guarden con
las precisas exigencias que se deben cotejar para determinar la viabilidad o no de la
entrega solicitada por el Estado extranjero.
55
ordenamiento jurídico del país que hace la solicitud, debiéndose adicionar que es la
propia ley la que le otorga presunción de autenticidad y legalidad a los documentos
otorgados por autoridades extranjeras o con su intervención, en la medida que por
haber sido presentados ante sedes diplomáticas colombianas o de una nación amiga,
han de tenerse como expedidos conforme a la ley de la respectiva nación.
Sobre este particular, el artículo 259 del Código de Procedimiento Civil (modificado
por el 1° numeral 118 D. 2282 de 1989), aplicable en virtud del principio de
integración a que alude el artículo 21 del procesal penal, establece que "los
documentos públicos otorgados en país extranjero por funcionario de éste o con su
intervención, deberán presentarse debidamente autenticados por el cónsul o agente
diplomático de la República, y en su defecto por el de una nación amiga, lo cual hace
presumir que se otorgaron conforme a la ley del respectivo país". El peticionario no
demuestra situación distinta, existiendo acopio probatorio sobre la traducción,
autenticación y legalización de los documentos presentados.
3. Tiene establecido la Corte que cuando examina los elementos de juicio aportados
en cumplimiento del deber de emitir concepto sobre la extradición solicitada, lo hace
en un plano jurídico-formal, limitado al lleno de las condiciones previstas en el
respectivo tratado o, en su defecto, a la regulación que sobre el tema establece el
Código de Procedimiento Penal, entre las cuales no se encuentra una evaluación
crítica sobre el mérito de las pruebas que sirvieron al Estado requirente para dictar
resolución de acusación o sentencia condenatoria contra la persona cuya extradición
se reclama, toda vez que tales evaluaciones materiales son potestativas de la
autoridad que profiere la decisión en ejercicio de su soberanía jurisdiccional (cfr.
concepto de fecha 10 de marzo de 1999, rad.14.324, M. P. Carlos E. Mejía Escobar,
entre otros).
Extradición
FECHA : 25/04/2001
DECISION : Niega el allegamiento de las pruebas pedidas
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : LOPEZ CARDONA, MARIO GERMAN
PROCESO : 16725
PUBLICADA : Si
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1. Teniendo en cuenta que a la casación discrecional en este asunto acudió el
defensor del procesado (…)el 9 de diciembre de 1999, es claro que su trámite queda
regido por las previsiones contenidas en los artículos 218 y siguientes del Decreto
2700 de 1991, reformado por la Ley 81 de 1993, tal como expresamente se señaló en
el artículo 18 transitorio de la Ley 553 de 2000 que en materia de casación introdujo
sustanciales modificaciones.
- Que existiere legitimación para recurrir, la cual estaba radicada en forma taxativa en
cabeza del Procurador, su Delegado o el defensor del procesado.
- Que a este recurso se acudiera dentro del término de ejecutoria de fallo impugnado,
esto es, dentro de los 15 días siguientes a la última notificación; y
Casación Discrecional
FECHA : 25/04/2001
DECISION : Inadmite la Casación Discrecional propuesta
PROCEDENCIA : Juzgado 4 Penal del Circuito
CIUDAD : Ibagué
PROCESADO : PINILLA MORALES, RAUL EDUARDO
DELITOS : Lesiones personales culposas
PROCESO : 16822
PUBLICADA : Si
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DEFENSA TECNICA-Indagatoria-Persona honorable/ DEFENSA TECNICA-
Indagatoria-Un defensor asiste simultáneamente a dos imputados/ DEFENSA
TECNICA-Situaciones en que se puede presentar su ausencia/ ERROR DE
HECHO-Falso juicio de existencia por omisión/ FALSO JUICIO DE EXISTENCIA
POR OMISION
Aunque en el acta no se dejo constancia de las razones por las cuales el funcionario
instructor omitió designar como defensor a un profesional del derecho, ha de
entenderse que lo hizo porque en el sitio donde se estaban llevando a cabo las
diligencias (cárcel de Bellavista) no encontró uno que pudiera asistirlos, situación que
lo autorizaba para proceder en la forma en que lo hizo, resultando su actuación, por
tanto, acorde con la normatividad vigente.
Pero no por haberse presentado esta anómala situación puede inferirse, como lo hace
el demandante y la Delegada, que uno de los dos procesados, necesariamente,
careció de defensor. El argumento que sirve de sustento a la censura, consistente en
que ningún ser humano tiene el don de ubicuidad, podría ser razonablemente
invocado si las indagatorias hubieran sido recibidas en lugares totalmente distintos,
que hicieran materialmente imposible, por sus características, que una misma
persona pudiera haber estado presente en todos ellos al mismo tiempo, pero no
cuando el lugar es común, como aconteció en el presente caso.
Lo aconsejable, desde luego, es que esto no ocurra, y que cada procesado tenga su
propio defensor, o que siendo el mismo, las indagatorias sean tomadas en forma
consecutiva para evitar que el profesional designado pueda distraerse en el ejercicio
de su función, pero no por el hecho de haberse realizado a la vez es dable sostener
que la actuación es nula, porque la ineficacia de los actos no deriva de la
simultaneidad en su realización, sino de la ausencia de defensa como presupuesto de
validez de la diligencia, y esta segunda condición no aparece demostrada en el
proceso.
58
debe ser obligatoria, no solo en el juicio, como ocurría antes, sino también en la fase
de la investigación.
El caso analizado se enmarca dentro de la última hipótesis, pues como ya se dijo, los
procesados solo estuvieron desprovistos de defensa técnica durante una parte de la
fase investigativa. Esto implicaba para el demandante tener que demostrar la
trascendencia del vicio, labor que no se cumple afirmando simple y llanamente que
los procesados carecieron de la asistencia de un abogado que pudiera adelantar una
adecuada controversia probatoria, como lo hace el actor en su escrito. Y, en igual
falencia, incurre el Ministerio Público.
4. El error de hecho por falso juicio de existencia por omisión se presenta cuando el
juzgador, al apreciar las pruebas incorporadas al proceso, ignora la existencia de
alguna o algunas de ellas. Por consiguiente, cuando se plantea en casación esta clase
de vicio, se impone para el censor tener que identificar, en primer término, la prueba
o pruebas que fueron pretermitidas por el Juez, y adicionalmente demostrar que de
haber sido tenidas en cuenta, las conclusiones del fallo habría sido sustancialmente
distintas.
...
Alegar simple y llanamente que los juzgadores de instancia declararon probados, sin
estarlo, aspectos relacionados con la materialidad del hecho, o la responsabilidad de
los procesados, nada dice. Para que un cargo de esta naturaleza pueda tener
vocación de éxito en sede casacional, es necesario demostrar que las conclusiones
probatorias son realmente equivocadas, y que a esta falencia se llegó porque el
juzgador incurrió en errores de hecho por falsos juicios de existencia, identidad, o
raciocinio, o de derecho por falsos juicios de legalidad o convicción, en la apreciación
del material probatorio.
Sentencia Casación
FECHA : 25/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : MAZO NAVALES, CARLOS MARIO
PROCESADO : TABARES CASTRILLON, GEOVANNY DE JESUS
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio agravado
PROCESO : 11635
PUBLICADA : Si
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EXTRADICION POSITIVA-Acuerdo Bolivariano/ EXTRADICION POSITIVA-
Doble incriminación/ EXTRADICION POSITIVA-Proceso en Colombia/
NARCOTRAFICO
Al efecto, se tiene, entonces, que la Ley 26 de 1.911 establece en el inciso tercero del
artículo VII que, "la extradición de los prófugos, en virtud de las estipulaciones del
presente tratado, se verificará de conformidad con las leyes de extradición del Estado
al cual se haga la demanda"; y en el mismo sentido el parágrafo 5º del artículo 6º de
la Ley 67 de 1.993 prevé que, " la extradición estará sujeta a las condiciones previstas
por la legislación de la Parte requerida o por los tratados de extradición aplicables,
incluidos los motivos por los que la parte requerida puede denegar la extradición".
2. Importa precisar que si bien, conforme a la legislación del país requirente se trata
de un delito de narcotráfico en modalidad agravada por haberse cometido por tres o
más personas o el agente activo integra una organización internacional dedicada al
tráfico ilícito de drogas, esta específica circunstancia encuentra en nuestro Código
Penal individualidad típica en el artículo 186 (modificado por el artículo 4º de la Ley
365 de 1.997) que describe como modalidad agravada el concierto para delinquir, "si
la conducta se realiza para cometer delitos de genocidio, desaparición forzada de
personas, tortura, desplazamiento forzado, homicidio, terrorismo, narcotráfico,
secuestro extorsivo, extorsión o para organizar o promover, armar o financiar grupos
armados al margen de la ley, la pena será de prisión de diez (10) a quince (15) años y
multa de dos mil (2.000) hasta cincuenta mil (50.000) salarios mínimos mensuales
legales vigentes" (subraya la Corte).
"Igual suerte habrá de correr la petición tendiente a allegar copias de varios procesos
tramitados por las autoridades judiciales colombianas y que a juicio del defensor,
corresponden a hechos idénticos a los que le sirven de fundamento al Gobierno del
Perú para elevar el pedido de extradición, ya que se apunta con ello a demostrar un
asunto del que no es la Corte la competente para su constatación en la medida en
que si bien, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 565 del Código de
Procedimiento Penal, de tratarse de los mismos hechos que motivan la solicitud no
procedería la extradición, es el Gobierno Nacional la autoridad que tiene a su cargo la
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obligación de establecer si existe esa correspondencia, por ser él el que finalmente
decide frente al país extranjero si la concede, como así lo ha sostuvo la Sala en
reciente oportunidad al consolidar su posición al respecto:
Concepto Extradición
FECHA : 25/04/2001
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Perú
REQUERIDO : ACOSTA ARAMSIBIA, EDGARDO, O
REQUERIDO : ACOSTA ARAMCIBIA, EDGARDO, O
DELITOS : Violación a la Ley 30/86, Concierto para delinquir
- Ley
30/86
PROCESO : 16916
PUBLICADA : Si
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61
Ese requisito implícito de la presencia del sujeto en el territorio del país requerido,
atañe a la eficacia de las decisiones de extradición y no a la validez del respectivo
trámite y sus resultados. Es decir, una cosa es que el concepto de la Corte o la
decisión final sobre el pedido de extradición puedan ser cumplidos, merced a la
presencia o ausencia del requerido en el territorio de nuestro país -e inclusive la
captura- (eficacia), porque lo más importante ahora es que se cumplan los requisitos
y condiciones legalmente previstos para que se pueda emitir el concepto y
posteriormente adoptar la resolución positiva o negativa (validez).
Por ello, como bien lo reconoce el defensor, los artículos 551-3 y 558 del Código de
Procedimiento Penal exigen como presupuesto del concepto de la Corte, que el Estado
solicitante envíe todos los datos necesarios para la "demostración plena de la
identidad del solicitado", ente otras exigencias, y no más. No demanda la prueba o
certeza de que el requerido se halla en el territorio del país exigido.
Así como la eventual presencia del extraditable en el territorio del Estado requerido
es una exigencia implícita para la eficacia del trámite de extradición (no de su
validez), de igual manera el mismo Estado asume tácitamente que la formalización
del pedido por el solicitante se asienta sobre datos serios en dicho sentido, pues, al
igual que los hechos del proceso, la legislación de extradición no demanda prueba
sobre el particular. A este respecto, para abundar en argumentos, basta saber que ni
siquiera existe falta de motivo suficientemente acreditado para proceder en la
solicitud presentada por el Gobierno del Perú, porque en el intercambio de
información confidencial entre las oficinas de INTERPOL de ambos países, según lo
advierte un oficio del 7 de mayo de 1996, se estableció provisionalmente que RÍOS
LASTRA y otro individuo, para esa época, se encontraban "ubicados en Colombia y
que dentro de dos días abandonarían su escondite a otra ciudad…" (fs. 619).
...
Extradición
FECHA : 25/04/2001
DECISION : No concede las pruebas solicitadas
PAIS REQUIRENTE : Perú
REQUERIDO : RIOS LASTRA, ANTONIO MODESTO
PROCESO : 16800
PUBLICADA : Si
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62
Los anteriores reproches serán contestados conjuntamente, tal como han debido ser
planteados y desarrollados por el censor, pues si las pruebas deben ser apreciadas
mancomunadamente por el sentenciador, resulta ilógico atacarlas insularmente en
cargos separados, para reclamar por la omisión en su práctica, ya que cada reproche,
aisladamente tomado, carecería de trascendencia para quebrar la legalidad de la
decisión, lo que eventualmente se podría lograr si el vicio se asume como uno solo.
....
En consecuencia, si iba a atacar la prueba del hecho indicador del que se infirió la
"capacidad para delinquir", el reproche ha debido dirigirlo contra el testimonio de
Ortíz Castillo y no contra una diligencia de reconocimiento que no existió.
Sentencia Casación
FECHA : 25/04/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Popayán
PROCESADO : RODRIGUEZ SINISTERRA, GALO VISMAR
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal
PROCESO : 13198
PUBLICADA : Si
63
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64
MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA
Extradición
FECHA : 27/04/2001
DECISION : No repone providencia que negó unas nulidades
solicitadas
PAIS REQUIRENTE : Argentina
REQUERIDO : MASSOTA, RICARDO PABLO
PROCESO : 16379
PUBLICADA : Si
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En desarrollo del artículo 190 del aludido estatuto, la notificación por estado debe
hacerse "tres (3) días después, contados a partir de la fecha en que se haya realizado
la diligencia de citación mediante telegrama dirigido a la dirección que aparezca
registrada en el expediente", por lo cual, al aparecer constancia del envío del
telegrama dirigido al defensor, con fecha 5 de diciembre de 2000, informándole el
sentido del auto de 29 de noviembre anterior, el 13 diciembre se fijó el estado y
corrieron los días de ejecutoria, 14, 15 y 18, por lo cual el auto así notificado cobró
firmeza a última hora hábil del 18 de diciembre de 2000.
En consecuencia, no es válido afirmar que el término del artículo 446 del estatuto
proceso penal, empezó a correr antes de quedar ejecutoriado el auto del 29 de
noviembre de 2000, pues el punto nuevo contra el cual el procesado dijo interponer el
recurso de reposición, que no sustentó, no existe, y en consecuencia no resultaba
procedente contra el proveído que decidió similar impugnación, como tampoco el
término de ejecutoria se suspendía por la petición del defensor de que se comisionara
para efectos de una notificación personal, que no exige la ley procesal penal.
65
4. Además, en cuanto a la actual solicitud de ampliación, adición o complementación
de los informes de la OIE de la Procuraduría, elevada por la defensa, se remite esta
Sala a las consideraciones plasmadas en el referido auto del 29 de marzo de 1995,
por el cual se negó la objeción contra al informe del C. T. I. de la Fiscalía, en donde se
analizó que aquéllos eran unos informes evaluativos de la OIE de la Procuraduría,
contentivos del "criterio de quienes lo suscribieron, respecto de los medios de prueba
que fueron recogidos durante la etapa de indagación preliminar desarrollada dentro
de los linderos de su competencia" (f. 344 cd. 2 Corte).
En ese orden de ideas, esa tacha sólo podría resultar procedente contra alguno de los
documentos allegados al proceso, pero en manera alguna en el presente caso, frente
a un informe contable sujeto a la valoración del juzgador.
Unica Instancia
FECHA : 02/05/2001
DECISION : Niega nulidad, se abstiene de tramitar solicitud,
niega
pruebas, decreta otras...
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : SALCEDO BALDION, FELIX
DELITOS : Enriquecimiento ilícito
PROCESO : 8099
PUBLICADA : Si
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Olvidó el recurrente que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 195 del
Código de Procedimiento Penal "Contra las decisiones proferidas dentro del proceso
penal, proceden los recursos de: reposición, apelación y de hecho, que se
interpondrán por escrito, salvo disposición en contrario". Tampoco la súplica está
consagrada como un medio excepcional para que una decisión sea nuevamente
revisada, como que también esa posibilidad está expresamente prevista en los
artículos 218 y 232 del mismo estatuto procesal, referidos a la casación y a la acción
de revisión.
66
Al examinar situación semejante, dijo la Sala en auto de 25 de julio de 1995 dentro
del proceso radicado 9719, con ponencia del Magistrado Doctor ÉDGAR SAAVEDRA
ROJAS:
"Vistas así las cosas, es claro que el contenido del escrito que presenta el denunciante
en estas diligencias carece de validez legal, por cuanto la impugnación en que se
ampara para recurrir la decisión inhibitoria es inexistente, habida consideración que
el instituto de la "súplica" no forma parte de los recursos ordinarios y extraordinarios
que contempla la legislación penal para contradecir las decisiones interlocutorias de
los funcionarios judiciales.".
Casación Discrecional
FECHA : 02/05/2001
DECISION : Rechaza el recurso de súplica por improcedente
PROCEDENCIA : Juzgado 14 Penal del Circuito
CIUDAD : Cali
PROCESADO : VIVAS DELGADO, NILO
DELITOS : Abuso de función pública
PROCESO : 17002
PUBLICADA : Si
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Igualmente, son dos situaciones bien diversas las que se presentan frente a los
resultados a los que arribe la Fiscalía General de la Nación en las investigaciones que
adelanta contra personas requeridas en extradición en ejercicio de la jurisdicción que
le otorgan la Constitución y la ley, ya que lo que concierne a la Corte, está dado por la
documentación, que una vez debidamente perfeccionada, le remite el Ministerio de
67
Justicia y del Derecho para que emita concepto sobre los temas indicados en el
artículo 558 del Estatuto Procesal, y otra, los efectos que eventualmente puedan tener
al momento en que, una vez emitido el concepto por la Sala, tome el Gobierno
Nacional, pues no puede desconocerse, como lo hace el recurrente, que no sea el
Ejecutivo el que tiene a su cargo la decisión final frente al pedido de extradición, pues
es allí, a través del Ministerio de Justicia y del Derecho, que se profiere la resolución
en la que se accede o niega la solicitud de esta naturaleza.
Siendo ello así, entonces, mal puede sostenerse que la Corte le ha "diferido" dicho
compromiso al Gobierno Nacional para no adquirir responsabilidad política, ya que
con ello se desconoce la naturaleza que el es propia a dicha figura jurídica, entendida
como un mecanismo de colaboración entre Estados. De ahí que, en sistemas como el
nuestro, el depositario y director de las relaciones internacionales es el Presidente de
la República, como Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Suprema Autoridad
Administrativa, y en esa medida los Ministros del Despacho actúan bajo su dirección,
por manera que las inquietudes sobre la autonomía que pueda tener esa autoridad
para decidir sobre la extradición de (...), no dejan de ser comentarios al margen que
no logran variar el sentido y alcance de la ley.
2. Igualmente, son dos situaciones bien diversas las que se presentan frente a los
resultados a los que arribe la Fiscalía General de la Nación en las investigaciones que
adelanta contra personas requeridas en extradición en ejercicio de la jurisdicción que
le otorgan la Constitución y la ley, ya que lo que concierne a la Corte, está dado por la
documentación, que una vez debidamente perfeccionada, le remite el Ministerio de
Justicia y del Derecho para que emita concepto sobre los temas indicados en el
artículo 558 del Estatuto Procesal, y otra, los efectos que eventualmente puedan tener
al momento en que, una vez emitido el concepto por la Sala, tome el Gobierno
Nacional, pues no puede desconocerse, como lo hace el recurrente, que no sea el
Ejecutivo el que tiene a su cargo la decisión final frente al pedido de extradición, pues
es allí, a través del Ministerio de Justicia y del Derecho, que se profiere la resolución
en la que se accede o niega la solicitud de esta naturaleza.
Siendo ello así, entonces, mal puede sostenerse que la Corte le ha "diferido" dicho
compromiso al Gobierno Nacional para no adquirir responsabilidad política, ya que
con ello se desconoce la naturaleza que el es propia a dicha figura jurídica, entendida
como un mecanismo de colaboración entre Estados. De ahí que, en sistemas como el
nuestro, el depositario y director de las relaciones internacionales es el Presidente de
la República, como Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Suprema Autoridad
Administrativa, y en esa medida los Ministros del Despacho actúan bajo su dirección,
por manera que las inquietudes sobre la autonomía que pueda tener esa autoridad
para decidir sobre la extradición de (...), no dejan de ser comentarios al margen que
no logran variar el sentido y alcance de la ley.
Extradición
FECHA : 02/05/2001
DECISION : No repone auto del 20-03-01 que negó la
suspensión del
trámite
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : ARISTIZABAL PALACI, ALVARO JOSE
PROCESO : 17206
PUBLICADA : Si
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68
verificar si en efecto, como aquél lo propone, el tipo penal de urbanizador ilegal
excluyó del ordenamiento el establecido en el artículo 6º del Decreto 2.610 de 1.979,
despenalizando, de paso, la conducta de quien, sin el registro previsto en su artículo
3º o sin el permiso señalado en su artículo 4º, se dedicaba a anunciar y desarrollar las
actividades de enajenación definidas por el mismo Decreto.
Para tales efectos, es claro, en primer término que, expedida la Ley 308 de 1.996, no
se produjo ciertamente una derogatoria expresa del citado artículo 6º del Decreto
2.610 de 1.979, pues en aquella simplemente se señaló la de "todas las disposiciones
que le sean contrarias", de modo que se dejó al operador la tarea de confrontación
entre el texto anterior y el nuevo, para concluir si éste dejó o no sin existencia jurídica
al primero.
Por su parte el artículo 367A del Código Penal, creado por la mencionada Ley 308,
aunque tiene por ingrediente normativo jurídico la expresión "sin el lleno de los
requisitos de ley", formula sus verbos rectores en términos de adelantar, promover,
patrocinar, inducir, financiar, facilitar, tolerar, colaborar o permitir la división,
parcelación, urbanización de inmuebles o su construcción, con lo que, evidentemente,
no se incluye en modo alguno la conducta de aquél, que como se dijo es la de
enajenar, bajo las cinco acepciones que establece el artículo 2º.
Por eso mismo, no puede haber lugar a hesitación que la Ley 66 de 1.968 y su
Decreto modificatorio, regulan aspectos diferentes de una misma actividad o de un
mismo problema, a los regidos por la Ley 308 de 1.996, como que por aquellos se
legisla sobre la actividad de enajenación de inmuebles, mientras que por ésta,
aunque referida en términos generales al problema de vivienda, se refiere a otro
momento del mismo, no a la enajenación, sino a la división, parcelación, urbanización
de inmuebles o su construcción.
Siendo ello así, precisado que en efecto ambas normas regulan aspectos diversos de
la misma actividad o problemática, la conclusión no puede ser otra que la extractada
por la Delegada: "estamos frente a dos tipos penales complementarios pero
69
distintos", por manera que no es posible afirmarse incompatibilidad entre dichas
normas o que la anterior contraría a la nueva para que de ese modo aquella se
entendiera tácitamente derogada, pues, indudablemente, a pesar de algunos
elementos en común, el Decreto 2.610 de 1.979 mantiene en vigencia un tipo
especial aplicable a las actividades de enajenación y no a las de división, parcelación,
urbanización de inmuebles o su construcción a que hace referencia el artículo 367A
del Código Penal.
Ciertamente el verbo rector enajenar inmuebles que rige el tipo penal del artículo 6º
del Decreto 2.610 de 1.979 en su expresión de "recibo de anticipos de dinero", exige
la concurrencia de un ingrediente subjetivo en la medida en que dicha recepción ha
de tener por finalidad la de "transferir el dominio de inmuebles destinados a
vivienda", ingrediente que sin duda alguna, sin entrar en disquisiciones probatorias
que no son propias de la vía escogida por el censor, fue debidamente sopesado por el
juzgador, así, en efecto, hubiere empleado algunas expresiones, como aquellas de las
que se vale el demandante para sustentar el cargo, que innegablemente resultaban
fuera de contexto habida consideración que ninguna relación guardaban con el delito
materia de juicio y porque no era su objeto ningún punible contra el patrimonio
económico..
Sentencia Casación
FECHA : 02/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Manizales
PROCESADO : RESTREPO RAMIREZ, LUZ MERY
DELITOS : Falsedad documental, Violación al art. 6 del D.
2610 de
1979
PROCESO : 13548
PUBLICADA : Si
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70
del derecho de defensa, sin acatar que si bien el segundo se deriva del primero, han
sido claramente diferenciados por la ley y la jurisprudencia, razón por la cual su
vulneración amerita postulación y desarrollo autónomos, pues el primero es un vicio
de estructura y el segundo de garantía, sin descartar que hay irregularidades que al
mismo tiempo afectan los dos derechos, pero sin que evidencie que éste sea uno de
esos casos.
En efecto, aparece que una vez que la Fiscalía identificó al agresor y se enteró de que
se hallaba detenido en la Cárcel de la Policía, ubicada en el municipio de Facatativá,
dispuso su vinculación, ordenando que se le escuchara en indagatoria, a través de un
funcionario comisionado, la que se cumplió el 30 de agosto de 1995, dentro de la cual
lo asistió oficiosamente, "para esta diligencia", un abogado de esa localidad.
La ausencia del defensor se prolongó hasta el 9 de abril de 1996, fecha en la cual fue
reconocido un nuevo abogado de confianza, según poder presentado ese mismo día,
cuando ya se había clausurado la investigación, lo que evidencia no sólo que el
acusado careció de defensor técnico desde el 12 de septiembre de 1995 hasta el 9 de
abril del año siguiente, sino que en el escaso lapso que lo tuvo, en la investigación, la
distancia entre el lugar donde ejercía sus actividades el profesional del derecho
(Facatativá) y aquél en que se adelantaba el proceso (Medellín), hizo imposible el
cumplimiento de su deber, no pudiendo ni siquiera vigilar la actuación.
Finalmente, la falta de defensor técnico no pasó inadvertida por la Fiscalía, toda vez
que al folio 142 del cuaderno original aparece el oficio N° 9143 del 16 de noviembre
de 1995, dirigido al Defensor del Pueblo de la ciudad de Medellín, mediante el cual se
le solicita el "nombramiento de defensor oficioso", por cuanto el procesado no tiene
quien "lo represente en este proceso", pedimento que no fue atendido, motivo por el
cual, la carencia acusada se prolongó hasta el 9 de abril del año siguiente.
71
* Ver, entre otras, casación 9906 del 22 de octubre de 1999, M.P. Dr. Fernando
Arboleda E. Arboleda Ripoll, y casación 13033 del 26 de octubre de 2000, M.P. Dr.
Jorge Córdoba Poveda.
Sentencia Casación
FECHA : 02/05/2001
DECISION : Si casa, declara nulidad a partir de la clausura de
la inv.,
otorga la libertad
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : VILLALBA CASTRO, ERNESTO JOSE
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 13387
PUBLICADA : Si
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72
por un abogado en ejercicio o por un oficial de las Fuerzas Militares o de la Policía
Nacional en servicio activo. Los oficiales sólo podrán actuar en los recursos de
casación y revisión cuando sean abogados en ejercicio".
4. No puede la Sala dejar de advertir que con la entrada en vigencia del nuevo Código
Penal Militar (ley 522 de 1999), no se operaron cambios que hagan imperiosa la
aplicación del principio de favorabilidad por desjudicialización de la conducta, o
modificaciones en la punibilidad (artículos 29 de la Constitución Nacional, 44 y 45 de
la ley 153 de 1887, y 5º del Código Penal).
Con la derogatoria del Decreto 2550 de 1988, y la entrada en vigencia del nuevo
Código Penal Militar (ley 522 de 1999), el delito de peculado por apropiación sobre
bienes distintos de los previstos en el artículo 180 del referido estatuto (de dotación),
cometido por miembros de la fuerza pública en servicio, siguió siendo sancionado por
el Código Penal, conforme a lo previsto en el artículo 133, modificado por el 19 de la
ley 190 de 1995, norma que, como ya se dejó visto, prevé una sanción mucho más
gravosa de la que se establecía en las normas aplicadas en el caso sub judice.
Sentencia Casación
FECHA : 02/05/2001
DECISION : No casa
73
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Militar
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : DURANGO VILLA, JOSE DARIO
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 10075
PUBLICADA : Si
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74
segunda instancia como demostrativos de la responsabilidad de su patrocinado y
confrontar luego un aparte del fallo con fragmentos del testimonio de uno sólo de los
referidos deponentes, esto para concluir que como lo sostenido por el tribunal no lo
dijo el testigo, el procesado terminó siendo condenado "por una (prueba)
erróneamente apreciada".
Una tal forma de argumentar hace que de entrada la censura pierda vocación para
dar paso al debate en casación, por la elemental consideración de que si el actor se
orientaba por la violación indirecta de la ley sustancial pretendiendo evidenciar
protuberantes errores en la apreciación de la prueba -como podría concluirse con
dificultad del sustento normativo que aportó-, era de su exclusivo resorte, como lo
tiene dicho la Sala reiterada y pacíficamente, concretar y demostrar la configuración
de alguna de las hipótesis de desacierto posibles, esto es si se trata de errores de
hecho o de derecho, indicando en el primer caso si es debido a un falso juicio de
existencia bien por haberse omitido la apreciación de alguna prueba ora por haberla
supuesto, o si el vicio corresponde más bien a un falso juicio de identidad por haberse
cercenado o distorsionado su contenido fáctico, o finalmente si lo ocurrido es un falso
raciocinio por haberse desatendido las reglas de la sana crítica en el examen de
determinado elemento de convicción; y en el segundo supuesto, si el yerro consiste
en un falso juicio de legalidad por haberse tenido en cuenta una prueba allegada
irregularmente al proceso, o más bien por haberse dado al medio un valor que la ley
no le otorga o por haberle negado el que ella expresamente le reconoce, modalidades
estas dos últimas del falso juicio de convicción de imposible configuración en un
sistema como el nuestro donde no impera la tarifa probatoria.
Auto Casación
FECHA : 02/05/2001
DECISION : Inadmite la demanda y declara la deserción de la
casación
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Montería
PROCESADO : CHEVELL GUILLEN, HUGO CESAR
DELITOS : Hurto agravado
PROCESO : 17226
PUBLICADA : Si
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1. Es necesario reiterar, una vez más, que la casación no es una tercera instancia,
donde en forma libre se puedan hacer toda clase de cuestionamientos a una
sentencia que, por ser la culminación de todo un proceso, está amparada por la doble
presunción de acierto y legalidad, sino que se está en presencia de un medio de
impugnación extraordinario y rogado, en el que sólo es posible acusar los errores de
juicio o de procedimiento cometidos por el fallador, al tenor de los motivos expresa y
taxativamente señalados en la ley, demostrarlos y evidenciar su trascendencia en la
parte dispositiva del fallo, parámetros que no fueron observados por el censor, por lo
que desde ya se manifiesta que los cargos presentados están condenados al fracaso.
2. Este reproche no puede tener ninguna posibilidad de éxito, como quiera que, como
lo conceptúa el Procurador Delegado, el censor desconoce que esta clase de yerro
consiste en falsear el contenido material de la prueba, en forma tal que no hay
identidad entre lo que ella materialmente dice y lo que el sentenciador manifiesta que
su texto contiene, y no en discrepar de la credibilidad otorgada o negada a los medios
de prueba, lo que no configura desatino demandable en casación, dentro del método
de la persuasión racional que nos rige, en el que el juzgador goza del poder
discrecional de valorar la prueba, sólo limitado por los postulados de la sana crítica,
75
cuya vulneración debe denunciarse y desarrollarse por la vía del error de hecho por
falso raciocinio.
....
Ahora bien, si lo pretendido por el censor era acusar que el Tribunal al valorar el
mérito de los testimonios citados vulneró los postulados de la sana crítica y que este
dislate lo llevó a declarar una verdad distinta de la que revela el proceso, ha debido
orientar el reproche por la vía del error de hecho por falso raciocinio, indicando cuáles
fueron las leyes científicas o los principios lógicos o las reglas de la experiencia
quebrantados, de qué manera lo fueron y cuál su incidencia en la parte dispositiva
del fallo, labor que no emprendió.
Aunque es cierto que cuando el juzgador admite que existe duda probatoria sobre la
existencia del hecho o sobre la responsabilidad del procesado y, sin embargo, no la
reconoce en la parte resolutiva y condena, el ataque en casación debe formularse
bajo los postulados de la violación directa de la ley sustancial, no es el caso presente,
ya que aparece evidente que el sentenciador concluyó que existía certeza sobre el
hecho y certeza sobre la responsabilidad..
Sentencia Casación
FECHA : 02/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pasto
PROCESADO : ARCINIEGAS NARVAEZ, GUILLERMO RICARDO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10332
PUBLICADA : Si
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La evaluación de la relevancia social y jurídica del comportamiento objeto del juicio,
impone al juzgador el deber de consultar no sólo la ostensible contrariedad entre la
decisión y lo reglado, sino, también, las concretas circunstancias de adopción de la
resolución prevaricante, sujetándose a lo que realmente hizo el imputado asistido de
sus propios medios y conocimientos en la respectiva actuación, sin dejar de hacer
evidente la norma que el infractor conocía y que, no empece contar con reales
posibilidades para su aplicación, soslayó intencionalmente para hacer prevalecer su
propio capricho sobre la voluntad de la ley.
2. Y si bien no debe desconocerse que los funcionarios judiciales cuentan con relativa
libertad en la función de apreciar las pruebas y asignarles su mérito persuasivo,
limitada solo por los postulados de la lógica, las leyes de la ciencia, o las reglas de la
experiencia, esta facultad no puede ser entendida como posibilidad de obrar de modo
arbitrario disponiendo la aceptación o rechazo de los medios de prueba a su libre
albedrío, ignorar su existencia, validez, u otorgarle alcance del que objetivamente
carecen, con el definido propósito de acomodar los hechos a otros distanciados de la
realidad que el proceso evidencia, pues de dicha manera también se transgrede la
ley, por decidir los asuntos en contra de la voluntad de ésta, animado por el solo
capricho e independientemente de que se quiera favorecer a una de las partes o se
actúe movido por otra clase de interés.
Esto por cuanto las penas accesorias han sido instituidas por la ley para limitar, aparte
de la libertad de locomoción, algunos derechos del procesado a quien se declare
penalmente responsable, tomando en cuenta las modalidades del hecho punible y
otras circunstancias que rodearon su comisión. Si bien, como se establece del artículo
52 del Código penal, la única sanción accesoria de forzosa aplicación, siempre que la
pena principal sea de prisión, es la de interdicción de derechos y funciones públicas
en tanto que todas las demás quedan a la discrecionalidad del juzgador, ello no
significa que la decisión respecto de éstas tenga la característica de fundarse en la
arbitrariedad o capricho, puesto que se hallan legalmente ceñidas a unos parámetros
concretos en cuanto a su aplicación y duración, como son los de gravedad y
modalidades del hecho punible, el grado de culpabilidad, las circunstancias de
atenuación y agravación, y la personalidad del agente, según se establece del artículo
61 ejusdem, factores todos ellos que involucran para el juzgador la necesidad de
realizar un cuidadoso análisis con miras a evaluar tanto la procedencia de la
respectiva imposición como su posible prolongación en el tiempo, siendo su deber,
además, considerar las diferentes funciones que dentro del ordenamiento penal
justifican su imposición conforme a la regulación normativa, al respecto contenida en
el artículo 12 del estatuto punitivo.
77
PROCESO : 13683
PUBLICADA : Si
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Por otra parte, la integración de la proposición jurídica con la que pretende desvirtuar
la legalidad del fallo fluye no menos incoherente e incompleta, pues el demandante
no sólo omitió señalar cuál es el sentido del quebranto denunciado, sino que también
involucró la infracción mediata de disposiciones adjetivas, como es el caso de las
referidas a los requisitos probatorios del fallo de condena, a los medios de prueba
admitidos, a los criterios de apreciación del dictamen, así como a las que regulan la
prueba documental e indiciaria; finalmente, porque en esta cita indiscriminada de
normas dejó entrever postulaciones excluyentes, al anunciar a través de ellas una
simultánea controversia sobre la autoría, la culpabilidad, inclusive, sobre las
circunstancias de agravación del homicidio culposo cuando ninguna fue deducida en
los fallos de instancia.
4. De otra parte, como el ataque fue elevado arguyendo el error de hecho por falso
juicio de existencia en la modalidad de suposición de prueba, del desarrollo
argumentativo esbozado con miras a sustentarlo se tiene que el casacionista
incumplió el deber de indicar el medio o los medios de convicción supuestos en el
análisis de los juzgadores, señalamiento que resultaba ineludible para discernir
también la trascendencia del desatino frente a la declaración de justicia contenida en
el fallo recurrido.
78
5. En la interpretación errónea el yerro del fallador recae sobre el sentido de la norma
sustancial aplicada, que a pesar de ser la que regula el asunto materia del juicio
recibe un entendimiento equivocado, es decir, se trata de un error de hermenéutica
que en manera alguna fue planteado y, menos aún, desarrollado en la formalización
del reproche.
Sentencia Casación
FECHA : 03/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GONZALEZ CASTELLANOS, LUIS HERNANDO
PROCESADO : DIAZ CAMPOS, OSCAR ARMANDO
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 14082
PUBLICADA : Si
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1. En efecto, si bien en forma general todas las causales de casación del artículo 220
del C. de P.P. se orientan a demostrar la ilegalidad del fallo contra el cual se aducen,
debe tenerse presente que cada una obedece a los desaciertos de diferente
naturaleza susceptibles de ser cometidos por el sentenciador de segunda instancia,
de ahí que tengan un ámbito y requisitos de desarrollo propios o, en otros términos,
una insoslayable autonomía.
La causal tercera de casación que es la otra de interés para los actuales fines, en
cambio, alude a yerros de actividad trascendentes que pueden ser de estructura o de
garantía; los primeros referidos al trámite propio del juicio, en tanto que estos últimos
se predican cuando se desconocen los derechos consagrados a favor de los sujetos
procesales, cuyo restablecimiento no es posible, por regla general, sino mediante la
anulación del trámite.
79
vista que al acusar de este modo la existencia de un vicio in procedendo,
concretamente, la inobservancia de esa garantía de arraigo superior y legitimadora
del ejercicio de la potestad punitiva del Estado, su afirmado quebranto, por lo atrás
expuesto, debía encuadrarse entonces dentro de la causal tercera del precitado
artículo 220 del C. de P.P. Así las cosas, los términos en los que fue presentado el
cargo traducen, en síntesis, un mayúsculo yerro de técnica que descalifica de
antemano la censura propuesta.
Ahora bien, mal puede censurar la actora que no se hubieran cumplido los trámites
señalados en el artículo 318 del Código de Procedimiento Civil para el emplazamiento
de quien debe ser notificado personalmente en los trámites de esa específica
naturaleza y para la designación del defensor de oficio con quien prosiguió el trámite,
pues las prescripciones contenidas en el estatuto ritual penal en materia de la
notificación del pliego de cargos excluyen la posibilidad de aplicar esa otra norma,
máxime que de acuerdo con el principio de integración ello sólo resulta viable en
aquellas materias que no se encuentran expresamente reguladas.
3. Resta agregar en este punto que de tiempo atrás la Sala ha precisado que las
comunicaciones telegráficas dispuestas en el artículo 190 ibídem, subrogado por el 25
de la Ley 81 de 1993, sólo son exigibles tratándose de las notificaciones que por
disposición de la ley deben surtirse de manera personal, situación que no podía
predicarse del referido sindicado al tenor del artículo 188 ibídem por encontrarse
prófugo de la justicia; finalmente y, en todo caso, que la Fiscalía trató de obtener la
comparencia de (...) en el curso del sumario en la forma establecida en el primer
precepto atrás citado, esto es, a través de comunicaciones dirigidas con estricta
sujeción a la dirección registrada por el citado en la injurada, por lo tanto, mal puede
reprocharse ahora que las mismas no se extendieran también a otro de sus domicilios
Sentencia Casación
FECHA : 03/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CHABUR DURAN, MARIO TUFFYK
DELITOS : Estafa, Falsedad en documento privado
PROCESO : 16076
PUBLICADA : Si
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80
CASACION-Conexidad/ CASACION DISCRECIONAL-Ley 553 de 2000-
Reforma al trámite/ DELITOS CONEXOS
Siendo ello así, resulta necesario recordar, que cuando la ley dispone que "La
casación se extiende a los delitos conexos, aunque la pena prevista para estos sea
inferior a la señalada en el inciso anterior", esto es de acuerdo con la reforma "cuyo
máximo exceda de ocho años", tal y como lo ha estudiado la jurisprudencia en
diversas oportunidades, está admitiendo la posibilidad de hacer extensiva la casación,
siempre y cuando el demandante haya sido condenado por un punible en relación con
el cual ella procede, así no argumente censura alguna en su contra y exclusivamente
cuestione el delito por el cual en forma aislada en principio no procedería, sin que
dicha extensión pueda entenderse posible simplemente por el hecho de concurrir
otros procesados en relación con los cuales sería pertinente la casación común, al
margen de que hayan o no demandado la sentencia del Tribunal por esta vía, pues es
bien sabido que así como la condena es individual, la legitimidad para acudir en
casación también lo es.
"Es cierto que el inciso segundo de dicho precepto permitía y lo sigue permitiendo hoy
la reforma (alude a la adoptada en la Ley 81/93, debiéndose afirmar lo propio en
relación con lo normado por la Ley 553/00), extender el recurso a "los delitos conexos,
aunque la pena prevista para éstos sea inferior a la señalada en el inciso anterior",
pero ha de entenderse tal precepto siempre que se haya impugnado el fallo por el
delito cuyo máximo punitivo l admite, o por lo menos, cuando se haya condenado por
él al recurrente así su cuestionamiento sólo se relacione con los conexos (por ser este
aspecto solamente conocido en el escrito de demanda).
Por tanto, es claro entonces que la casación se extiende a aquellos delitos conexos en
relación con los cuales ella no procedería en principio dada la penalidad que les ha
señalado la ley, siempre y cuando el demandante haya sido condenado por punibles
que si la admiten, bien en un sólo proceso o en un trámite de procesos acumulados,
independientemente de que en relación con estos últimos no haya formulado
censura alguna.
2. Lo primero que debe acotarse es que tal y como se desprende de la reforma que en
materia de casación introdujo la referida Ley 553 en nuestro derecho procesal penal,
específicamente en relación con la denominada discrecional o exepcional, existe en la
actualidad una evidente abreviación del trámite, sin que esto signifique un
menoscabo de aquellos requerimientos que le son propios en razón de su especial
índole y que en concreto se manifiesta en la concentración que en su ejercicio deben
tener la interposición motivada de ella y la sustentación de las causales esgrimidas
con miras a quebrar la sentencia que es su objeto, de donde se desprende el deber
del demandante de destinar un acápite previo de la demanda para explicar
81
sustentadamente la puntual finalidad que la motiva en un caso en el cual
ordinariamente no procede la casación, esto es, que debe exponer las razones por las
cuales se hace necesario un pronunciamiento de la Corte a efectos de consolidar su
pensamiento jurisprudencial en algún tema, o la garantía de los derechos
fundamentales, hecho lo cual le corresponde al libelista cumplir con los demás
requisitos señalados en el artículo 8° de la Ley y proponer los cargos en que se basa
el ataque, los cuales desde luego deben guardar perfecta armonía con las razones
justificadoras esbozadas previamente para la casación.
Pues bien, como se dejó visto, en este caso el defensor del procesado (...) en ningún
momento señaló que acudía a la casación discrecional, no obstante que, como ya se
observó, dada la sanción señalada en la Ley para el delito por el cual fue condenado,
esta era la única alternativa posible para demandar el fallo por esta vía, conforme lo
entendió la Magistrada Ponente al remitir el proceso ante la Corte.
Auto Casación
FECHA : 03/05/2001
DECISION : Inadmite una demanda y declara ajustada otra
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : MARTINEZ PAYAN, JULIO CESAR
PROCESADO : TAFUR MUÑOZ, ROSARIO EUGENIA
DELITOS : Concusión, Abuso de autoridad por omisión de
denuncia
PROCESO : 17508
PUBLICADA : Si
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82
yerro no se queda en la simple irregularidad de la producción del medio probatorio
sino que el juez, en lugar de desestimarlo por su irritualidad, lo aprecia y le da valor
suasorio para fundamentar la sentencia, razón por la cual el desatino se presenta es
en el sentido del fallo, en la modalidad de un error de derecho por falso juicio de
legalidad que conduce a la violación indirecta de la ley sustancial, cuya enmienda
halla sustento en el segundo apartado de la causal primera y no en el motivo tercero
de casación como equivocadamente lo planteó el impugnante.
Aquella específica actuación previa sólo se impone por disposición expresa de la ley
en dos casos: primero, en tratándose de una prueba pericial (art. 264 del C.P.P.), lo
que resulta obvio frente a la necesidad de indicarle al perito los puntos sobre los
cuales debe versar su dictamen (art. 368 C.P.P.), y segundo, en el caso de una
inspección dispuesta en la causa o en la fase de instrucción, pero aún en esta última
se puede obviar la providencia que expresamente la ordena con tal de que una vez
practicada la diligencia quede garantizada la controversia de los elementos
probatorios recaudados en ella.
3. Una vez más yerra el casacionista porque si lo pretendido era alegar la falta de
aplicación de la diminuente punitiva debido a la equivocación del sentenciador al dar
al testimonio de visu la connotación excluyente del fenómeno de la flagrancia, así
debió alegarlo y demostrarlo al amparo de la causal escogida, que bajo este supuesto
sería la adecuada. Empero, si la consideración del censor era la de que el tácito
desconocimiento de la flagrancia como evidencia procesal correspondía a que
indebidamente obstruía la rebaja de pena por un supuesto yerro del tribunal en la
apreciación del testimonio en que aquélla se apoya, lo debido era enrutar la censura
por la vía de la violación indirecta de la norma sustancial, demostrando, claro está, la
presencia del error de hecho (bien por suposición del testimonio en que el tribunal
fundó la flagrancia, o por distorsión de su contenido fáctico, o por haberse estimado
aquél sin sujeción a las reglas de la sana crítica) o de derecho (porque el medio
apreciado se allegó ilegalmente al proceso), y en todo caso dejando establecida la
incidencia trascendente del supuesto vicio en la negativa de la reducción punitiva
consagrada en la norma dejada de aplicar.
Sentencia Casación
FECHA : 03/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : LUGO VILLAMARIN, JAIRO ENRIQUE
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11067
PUBLICADA : Si
83
Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co
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1. Suele ocurrir que la aplicación indebida o la falta de aplicación de una norma tenga
como motivo la errónea interpretación de la misma, al final y al cabo, ésta es una
operación que en la lógica de la decisión judicial precede a la activación del precepto,
pero indudablemente en este caso el error sólo se consuma cuando el precepto queda
excluido de manera evidente o se selecciona el que no corresponde a la facticidad.
La interpretación errónea per se, como sentido de la violación de la ley sustancial,
supone que ésta fue bien seleccionada, sólo que se ha trastornado su comprensión.
Lo anterior no significa cosa distinta a que el actor debe asumir los hechos tal cual
fueron declarados en el fallo y, de igual manera, aceptar el mérito persuasivo
asignado a los diferentes medios de prueba sustento de la decisión, pues, con esta
específica modalidad de la causal primera de casación, lo que le incumbe demostrar
es que el yerro se cometió por exclusión evidente de una disposición, selección
errónea de la misma o adjudicación de un falso sentido.
84
"(…) importa recordar que cuando se trata de atacar en casación la prueba indirecta o
circunstancial (…) la Corte de manera reiterada ha señalado que, atendida la
estructura lógica del indicio, la censura puede dirigirse hacia cualquiera de los
distintos momentos de su construcción, ya sea en relación con la prueba sostén del
hecho indicador, ora respecto de la operación mental de inferencia del dato indicado,
o bien de la valoración individual o articulada de su poder persuasivo; sólo que es
preciso concretar en la demanda en cuál de esos momentos diversos se presenta el
yerro y de qué tipo es éste, si de hecho, por falso juicio de existencia -resultante de la
omisión o suposición del elemento constitutivo del hecho indicante o indicador- o por
falso juicio de identidad -debido a la distorsión del contenido fáctico de la prueba que
soporta aquella premisa del indicio, o por haberse desconocido las reglas de la sana
crítica en la estimación de la misma o de la inferencia que surge del raciocinio lógico-;
o si el error es de derecho, por falso juicio de legalidad, como resultaría por ejemplo
de la demostración del hecho indicante con una prueba irregularmente aducida o
incorporada al proceso."
Sentencia Casación
FECHA : 03/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : VELASQUEZ RESTREPO, JENNY ADRIANA
DELITOS : Falsedad en documento privado
PROCESO : 13228
PUBLICADA : Si
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En ese propósito, aunque así se halle cumplido el supuesto del artículo 102 de la Ley
65 de 1.993, resulta incuestionable que la Corte carece de competencia para admitir
la redención punitiva deprecada por cuanto el beneficio para el cual se reclama no es
posible entratándose de procesados, tal es la condición del petente, toda vez que a la
Sala, de conformidad con el Decreto 1.542 de 1.997, sólo le es dado el citado
reconocimiento, a más del que se suscite con ocasión de solicitudes de libertad
provisional, cuando se trate del beneficio administrativo del permiso hasta de 72
horas.
85
incompetencia para la Sala el reconocer un descuento punitivo que se persigue con
propósito de que administrativamente se le conceda, por ello se abstendrá
nuevamente la Corte de redimir la pena que solicita el acusado Mauricio Eduardo
Gómez Sandoval.
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En el asunto que se estudia, es claro que el procesado (...) dejó de ser gobernador
desde junio de 1992, pero como las conductas objeto de la presente investigación se
relacionan con las funciones que desempeñó como primera autoridad civil del
Departamento del Vaupés, se conserva el fuero para que la Corte adelante el
juzgamiento, pues en su condición de tal fue gestor de la orden de pago en ejercicio
de una función oficial, a través de la cual logró que los dineros del presupuesto
86
Departamental fueran situados en una cuenta personal de (...), con quien
mancomunadamente manejaba sus recursos personales. Resulta indiscutible,
entonces, que ese vínculo de ordenador del gasto y receptor de los dineros por
intermedio de terceros, constituyen el nexo con la función oficial desempeñada.
El artículo 19 de la ley 190 de 1995 modificó esa normatividad y estableció una pena
principal de 6 a 15 años de prisión, pero en el inciso segundo la disminuyó
considerablemente, de la mitad a las tres cuartas partes, en aquellas hipótesis en las
que el valor de lo apropiado no superara 50 salarios mínimos legales.
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87
hecha por el delito de falsedad de particular en documento público es equívoca,
siendo la correcta, la de la suplantación personal. Este es, pues, el primer desacierto
sustancial en que incurre el libelista en la demanda, ya que, así haya acudido a la
subsidiariedad, es evidente que con ello pone de presente su confusión frente a la
correcta causal para demandar el yerro que acusa, no obstante que dice conocer la
jurisprudencia de la Sala sobre esta temática.
Por ello, lo primero que importa precisar, es que por tratarse de comportamientos
delictuales descritos típicamente en la sistemática del Código Penal dentro del mismo
título (VI) y capítulo (III) no es el motivo de nulidad el llamado a regular dicha
alegación, pues en este sentido múltiple y variada ha sido la jurisprudencia de la Sala
en sostener que esta clase de yerros son de naturaleza in iudicando, por cuanto
comprometen el juicio intelectivo del fallador, el cual bien puede presentarse por
defectos en la aplicación o interpretación de la ley o de manera mediata, esto es, a
través de la apreciación probatoria debido a falsos juicios de existencia por omisión o
suposición, identidad, o de legalidad, solo que en algunos casos, cuando la norma que
recoge correctamente el supuesto de hecho que da lugar a la imputación penal
implica un desplazamiento en el ordenamiento sustantivo a distinto título y capítulo
que conlleve a una variación en la denominación genérica de la conducta, es
necesario acudir, ahí sí, a la causal tercera de casación a efectos de que sea viable
corregir el error presente en el pliego acusatorio y sea también posible dictar fallo
conforme a ella, caso en el cual, su demostración, se impone por los derroteros de la
causal primera en cualquiera de sus modalidades.
Siendo lo anterior más que suficiente para desechar esta censura, no está de más,
agregar que la misma carece por completo de demostración, pues aparte de su mero
enunciado no se ocupó el demandante por explicar siquiera escuetamente las razones
por las que estima desacertada la calificación dada en la resolución acusatoria y por
qué, entonces, el delito de suplantación personal es al que se adecúa la conducta
desplegada por el procesado (…).
En lo que tiene que ver con el cargo principal, que presenta el casacionista con
sustento en el cuerpo primero de la causal primera de casación, discrepa la Sala de
las críticas que en tal sentido eleva el Delegado, pues conforme quedó dicho en
precedencia, este es uno de los eventos en que la proposición correcta de la censura
se impone por los derroteros de la referida causal y no por el motivo de nulidad, toda
vez que, como se dijo, se trata de conductas punibles reguladas dentro del mismo
título y capítulo de la codificación sustantiva, correspondientes, por ende, a idéntica
denominación genérica, que además, en este evento, la adecuación que por esta vía
se reclama tiene consecuencias punitivas inferiores a la deducida en la resolución
acusatoria.
2. Dando por descontado, así, que en este caso resulta correctamente escogida la
causal primera de casación para demandar el error en la selección del tipo penal
contra la fe pública objeto de imputación en la resolución acusatoria, puesto que de
prosperar no sería necesario invalidar lo actuado, sino que podría la Corte entrar a
dictar fallo de reemplazo sin que se presente incongruencia desde el punto de vista
del nombre genérico de la infracción, forzoso se hace advertir que frente a tal
alegación la defensa de (...) no tiene interés para demandar en casación por cuanto al
interponer el recurso de apelación no se mostró inconforme con esta imputación en
concreto.
En efecto, las razones que para apelar tuvo el profesional que encarnaba la defensa
del procesado cuando se profirió el fallo de primer grado, se contrajeron a sostener
88
que la prueba recaudada no demuestra participación alguna de aquél en tales ilícitos,
y menos que haya obtenido algún beneficio por su proceder.
Sentencia Casación
FECHA : 08/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GARCIA GOMEZ, ELIAS
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb.,
Estafa
agravada
PROCESO : 15025
PUBLICADA : Si
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2. Es cierto que según el inciso 4º del numeral 2º del artículo 415 del Código
Procedimental, "...la libertad provisional...será concedida por la autoridad que esté
conociendo de la actuación procesal al momento de presentarse la causal...". Sin
embargo, ello no significa que la Corte no pudiera hacerlo, porque:
-El Tribunal, se repite, había perdido competencia y con el argumento de que la causal
habría surgido estando en sus manos el expediente, no se le podría obligar a
prorrogar su capacidad de conocimiento del asunto.
Como se trata de una causal centrada en el transcurso del tiempo, por tránsito del
mismo y/o por abono, no desaparece por el hecho de que haya surgido en primera
instancia. En una sana interpretación de las normas, acorde con la naturaleza de las
cosas, con el decurso naturalístico del tiempo, es obvio que a partir de su concreción
se sigue presentando, perdura, y no resulta eliminada por el paso del asunto de un
juez a otro. A partir de aquí, sería ilógico pensar que, por ejemplo, durante el juicio no
sería posible pronunciamiento alguno sobre la libertad porque las exigencias legales
se habrían cumplido durante la instrucción; o que un funcionario de 2a. instancia no
podría decidir sobre el mismo fenómeno porque el de 1a., concurriendo los requisitos
legales en su sede, no hubiera procedido de oficio al decreto liberatorio o un defensor,
vgr., no hubiera caído en cuenta y se hubiera abstenido, por ello, de pedir la libertad.
89
y precisado más adelante, por medio de la ley común y corriente, salvo, naturalmente
en aquellas hipótesis en las que la Carta manda de manera inmediata.
También es cierto que existen varias labores que sirven para redimir pena y de la
forma de hacerlo. Pero el legislador colombiano ha escogido unas y ha establecido la
reglamentación pertinente, como emanación del ius puniendi que compete
exclusivamente al Estado, dado el carácter básicamente público del derecho penal,
con lo cual excluye toda posibilidad de que el particular, por sí mismo, pueda
determinar las causales de redención punitiva y la manera de materializarlas. Y si la
ley penitenciaria fija los trabajos válidos para redimir pena (artículo 80), dice quién y
cómo evalúa y certifica el trabajo en la medida en que se va realizando (artículo 81),
regula lo referente a los contratos de trabajo (artículo 84) y especifica los requisitos
exigidos para el trámite y reconocimiento de la redención, es irracional, por ilógico y
contradictorio, pensar que esa normatividad pueda ser soslayada para entrar a
predicar cualquier trabajo, en cualesquiera condicio-nes, como aptos para la
reducción cuantitativa de la pena.
90
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Para el juzgador, la segunda versión rendida por la implicada encontró respaldo en los
documentos aportados por ella en esa oportunidad (fls 578 y ss del c.o.2) los cuales, a
la postre, sirvieron para determinar que las explicaciones presentadas por (...)
carecían de cualquier respaldo.
Esta es solo una apreciación subjetiva que nada aporta a la demostración del yerro
denunciado, sino que torna confusa la censura porque se denuncia una omisión
probatoria, para luego formular opiniones contrarias a las del juzgador, con lo que
resulta imposible la demostración del error pregonado.
Los fundamentos en que se soporta demostración del cargo son inaceptables, ya que
no consultan la realidad probatoria contenida en autos, y de esa manera continua la
demandante atribuyendo errores al juzgador que no han tenido real ocurrencia.
91
como errores atacables en casación las inconformidades de quien demanda contra lo
resuelto en el fallo censurado.
Sentencia Casación
FECHA : 10/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : SIERRA ZULUAGA, OMAR YAMEL
DELITOS : Falsedad en documento privado
PROCESO : 13449
PUBLICADA : Si
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Un tipo penal es subsidiario cuando solo puede ser aplicado si la conducta no logra
subsunción en otro que sancione con mayor severidad la transgresión del mismo bien
92
jurídico. Se caracteriza por ser de carácter residual, y porque el legislador, en la
misma consagración del precepto, advierte generalmente sobre su carácter accesorio
señalando que solo puede ser aplicado si el hecho no está sancionado especialmente
como delito, o no constituye otro ilícito, como acontece, por ejemplo, con el abuso de
autoridad (art.152, modificado por el 32 de la ley 190 de 1995), o el empleo o
lanzamiento de sustancias u objetos peligrosos (artículo 198 ejusdem), entre otros.
Finalmente se tiene el tipo penal complejo o consuntivo, que por regla general se
presenta cuando su definición contiene todos los elementos constitutivos de otro de
menor relevancia jurídica. Se caracteriza por guardar con éste una relación de
extensión-comprensión, y porque no necesariamente protege el mismo bien jurídico.
Cuando esta situación ocurre, surge un concurso aparente de normas que debe ser
resuelto en favor del tipo penal de mayor riqueza descriptiva, o tipo penal complejo,
en aplicación del principio de consunción: lex consumens derogat legis consumptae.
(Radicación 12.820. Sentencia del 18 de febrero de 2000. M.P. Dr. Fernando Arboleda
Ripoll)
Razón asiste al Procurador Delegado en tanto afirma que el cargo debe desestimarse
puesto que el caso que involucra al señor (...) configura un concurso material y
heterogéneo entre los delitos de falsedad personal y extorsión en la modalidad de
tentativa, debiendo, en consecuencia, desecharse la aplicación del principio de
subsidiariedad como solución al conflicto aparente aducido por el demandante, ya
que la disyuntiva es francamente inexistente.
...
Como advierte el Procurador Delegado, es claro que la suplantación del señor (…),
ocurrió cuando la extorsión ya había iniciado a ejecutarse y alcanzado el grado de
tentativa, pues este delito contra el patrimonio es de peligro, no de resultado; y, de
otra parte, aquel ilícito contra la fe pública tuvo una finalidad adicional y distinta al
provecho económico, consistente en ocultar la identidad de los implicados para eludir
a las autoridades y así poder usufructuar el dinero que pensaban conseguir
ilegalmente.
93
Dando alcance a la citada frase, con ponencia del H. Magistrado Fernando Arboleda
Ripoll, en sentencia del 21 de octubre de 1998, la Sala indicó:
"La supletoriedad del instituto de la consulta ha de ser entendida en relación con los
aspectos que no han sido objeto de apelación, y sin que la interposición del recurso
comprometa la potestad del ad quem, derivada de la ley, de poder reformar sin
limitación alguna la decisión consultada, aún en los aspectos impugnados y en
perjuicio del procesado.
94
"La Sala ha venido considerando que dada la constitucionalización del principio de
legalidad y habida cuenta del mandato que sobre el carácter normativo de la Carta
contiene la propia Constitución, no es posible sostener la prevalencia de la prohibición
de reforma en peor de las sentencias (Art 31 C.P.), para aplicar ésta última disposición
en prejuicio de aquel. La garantía fundamental que implica el principio de legalidad
(C:P. art 29) no se puede agotar en la recortada perspectiva de la "protección del
procesado" en un evento determinado, sino que ella trasciende en general a todos los
destinatarios de la ley penal a fin de que el Estado ( a través de los funcionarios que
aplican la ley, esto es, los jueces ) no pueda sustraerse de los marcos básicos (mínimo
y máximo) de la pena declarada por el legislador para cada tipo penal o para cada
clase de hecho punible.
Sentencia Casación
FECHA : 10/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal
CIUDAD : Nacional
PROCESADO : GOMEZ CABRERA, MIGUEL ANTONIO
PROCESADO : MONROY, URIEL
PROCESADO : ARIAS OROZCO, EDGAR
DELITOS : Tentativa de extorsión, Falsedad personal
PROCESO : 14605
PUBLICADA : Si
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95
1. Como lo ha reiterado la jurisprudencia de la Sala, no basta presentar un escrito
donde se acusen yerros in procedendo para que se proceda a su estudio, sino que,
como lo impone el carácter rogado de la casación, es indispensable que se demuestre
que dicha irregularidad socavó, de modo grave, la estructura del proceso (error de
estructura) o afectó las garantías de los sujetos procesales (error de garantía), caso
contrario, la censura quedará en un simple enunciado que la Corte, en virtud del
principio de limitación, no puede entrar a complementar.
3. Siendo del caso que la Sala reitere que cuando el fallador se equivoca en el proceso
de adecuación típica, calificando la conducta con el nombre que corresponde a otro
delito, se está en presencia de un error de mérito o in iudicando que, como tal, debe
acusarse al amparo de la causal primera y corregirse dictando el fallo de sustitución.
Pero puede acontecer, como en este caso, que, por excepción, el vicio in iudicando
trascienda a la validez de la actuación, en forma tal que si se enmendara con
fundamento en la primera se generaría un nuevo dislate, al no quedar la sentencia en
consonancia con la resolución de acusación, lo que ocurre cuando el delito que
erróneamente se imputa en el pliego de cargos y el que se ha debido atribuir
corresponden a distinto capítulo del Código Penal. Pero como en este evento, el
desatino sigue siendo de mérito, aunque debe denunciarse y remediarse por la causal
tercera, debe desarrollarse conforme a la técnica que gobierna a la primera,
debiéndose, por ende, señalar la forma de quebrantamiento de la ley sustancial, si
directa o indirecta, y en esta hipótesis, la naturaleza del vicio cometido, si de hecho o
de derecho, y el falso juicio que lo determinó (existencia, identidad, raciocinio,
legalidad o convicción), con indicación de las pruebas comprometidas y la
trascendencia del error en las conclusiones.*
Es en la resolución de acusación donde se definen los cargos, por lo que debe existir
congruencia entre ella y la sentencia, la que no se exige entre ésta y la providencia
que define la situación jurídica, pues si con posterioridad a ese momento se puede
seguir investigando es de esperar que las nuevas pruebas den lugar a modificaciones,
las que, incluso, pueden darse sin que surjan otros medios de convicción,
simplemente porque al momento de calificar se tenga una mejor comprensión de lo
ocurrido y más informado criterio para decidir.
"En síntesis, lo que se califica a continuación del cierre de la investigación son los
hechos que fueron objeto de la misma y sobre los cuales se indagó al sindicado y para
hacerlo el criterio que se hubiera expuesto en la definición de la situación jurídica no
constituye ninguna limitante, todo lo contrario, si en ese pronunciamiento se hubiera
cometido algún error, es la oportunidad para subsanarlo. Dicho de otra manera, si
bien la definición de la situación jurídica es un requisito procesal para cerrar la
investigación, su contenido no limita el de la calificación".***
5. Es preciso que la Sala reitere que no siempre la mejor defensa es aquella que
atiborra el proceso de peticiones y recursos, sin cuidarse de su pertinencia, que
insinúan más un propósito dilatorio que defensivo.****
___________________________
* Ver entre otras, casación 10.036, noviembre/97, M.P. Dr. Carlos Augusto Gálvez Argote;
10055, diciembre/98, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll, julio 29/99 y marzo/2000, M.P. Dr. Jorge
E. Córdoba Poveda
96
** Auto 24 de julio/97, M.P, Dr. Ricardo Calvete Rangel; auto junio/98, M.P. Dr. Jorge E. Córdoba
Poveda, casación 12741 agosto 3/2000, M.P. Dr. Edgar Lombana Trujillo.
*** Auto julio 24 de 1997. M.P. Dr. Ricardo Calvete Rangel.
**** Casación 11040 octubre 22/99 M.P. Dr. Jorge Aníbal Gómez Gallego, entre otras.
Sentencia Casación
FECHA : 11/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Antioquia
PROCESADO : BENJUMEA SUAZA, JORGE ALBEIRO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio agravado
PROCESO : 14670
PUBLICADA : Si
****************************
"Para el tema concreto planteado, esto es, la presunta violación del derecho a la
defensa, no es suficiente extrañar que el defensor no hubiera pedido pruebas, o que
no hubiera interpuesto recursos, o que no se hubiera notificado personalmente de las
decisiones. Es necesario que se demuestre que con esa actitud se dejaron de allegar
elementos de juicio fundamentales para la decisión, o que no obstante ser evidente
que los intereses del procesado se lesionaron no hubo una oportuna impugnación.
... es precisamente la ley procesal la que autoriza las notificaciones por estado. Igual
aspaviento hace con la ausencia de recursos, desde luego sin intentar siquiera una
explicación sobre por qué estima que si se hubiera recurrido... la situación del
procesado hubiera sido mejor. Acaso ante la claridad de lo sucedido era viable
demostrar la no responsabilidad? O se podía esperar una pena más benigna...? Cuáles
fueron las pruebas de descargo que se dejaron de practicar, y a qué aspecto tan
importante conducían, de modo que el hecho de no haberlas pedido lesionó el
derecho de defensa?
... hubiera sido interesante conocer qué fue lo que no hizo el defensor que afectó de
manera tan grave, como para llevar a la nulidad, la garantía de la defensa técnica.
97
La respuesta a los anteriores interrogantes ha debido formar parte de la sustentación
del recurso, pues lo que se anotó en la demanda no es otra cosa que posibilidades
procesales cuya trascendencia se ignora porque el actor no la mencionó, mucho
menos intentó demostrarla...
También debía comprobar que la falta de defensa técnica fue la causa de una decisión
contraria a los intereses del procesado, pues tal asistencia busca evitar el menoscabo
de los derechos de contradicción e igualdad y asegurar el equilibrio entre los sujetos
procesales y ante la judicatura; entonces, la eventual incuria ha de tener capacidad
para producir un perjuicio material concreto y no meramente formal ni especulativo.
98
una causal de casación distinta a la alegada expresamente por el demandante (art.
228 C. de P. P.).
Sentencia Casación
FECHA : 11/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : ZABARAIN BRAVO, GIL
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 11386
PUBLICADA : Si
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Ahora bien, por el motivo atrás indicado los recursos deben orientarse obviamente a
la reparación del perjuicio irrogado con la decisión atacada, o en otros términos, a
procurar un beneficio para la parte en cuyo favor se proponen, y en este orden de
ideas, resulta evidente la ausencia de esa comentada legitimidad cuando la
postulación que se formula a través de ellos propende de manera expresa o tácita por
tornar más gravosa la situación del sujeto procesal recurrente, que es la hipótesis
configurada en el caso examinado frente al primer cargo elevado en las dos
demandas presentadas por el defensor común de los procesados.
99
en la aplicación del derecho al caso concreto o como consecuencia de los desaciertos
en el análisis probatorio, por ende, que la demostración y la sustentación de un
reproche de esta naturaleza debía desenvolverse con sujeción a la técnica que
gobierna la casual primera de casación, requisitos a cuya observancia se sustrajo
abiertamente el actor al pretender la fundamentación del cargo con la recortada
transcripción de las críticas que el Tribunal hizo a la calificación jurídica contenida en
la resolución acusatoria.
Sentencia Casación
FECHA : 11/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : RUBIO CARDENAS, CLARA INES
PROCESADO : GALVIS RODRIGUEZ, JORGE ENRIQUE
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 15535
PUBLICADA : Si
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100
VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Modalidades/ INDICIO/ SANA CRITICA/
FALSO RACIOCINIO/ CAUSALIDAD/ PRUEBA PERICIAL-Apreciación
probatoria
Esta modalidad de violación de la ley que tiene por objeto la prueba, admite dos
sentidos en su expresión: el conocido como error de hecho que comprende los
denominados falsos juicios de existencia por suposición y omisión, e identidad y falso
raciocinio, y el error de derecho que en su concepción teórica se expresa a través de
los llamados falsos juicios de legalidad y de convicción.
De este modo, el ataque en el error de hecho, en los primeros tres casos debe
encaminarse a establecer si la prueba estimada por el fallador fue supuesta, omitida o
tergiversada en su objetiva significación, o por desconocimiento de los postulados de
la sana crítica en la cuarta hipótesis, caso este último que supone demostrar cómo al
someter a análisis el juzgador alguno de los elementos de convicción ha procedido
con desconocimiento de las reglas que informan este método de apreciación, esto es,
de los principios lógicos, las leyes de la ciencia y las reglas de la experiencia común,
en tanto que en el error de derecho, la prueba debe contrastarse con la norma jurídica
que la regula, bien para revestirla de particulares requerimientos en su práctica o
aportación al proceso o en cuanto al valor demostrativo que le fija.
2. De ahí que, emerge como un evidente contrasentido, que esta primera censura sea
esbozada por error de hecho derivado de falso juicio de convicción, pues, desde
luego, además de la oposición de conceptos que la misma implica en el sentido
señalado, la propuesta del demandante, como en forma copiosa y reiterada lo ha
precisado la jurisprudencia sobre esta materia, también surge antitécnica e indebida,
toda vez que en relación con la prueba de indicios, que asegura es la cuestionada, no
ha fijado la ley, como no podía hacerlo dada su especial conformación, un valor previo
que deba otorgársele...
Así, referido como está el cargo a la prueba de indicios, era imprescindible que el
demandante señalara si el mismo se orienta a censurar el hecho indicador o la
inferencia lógica...
3. Tampoco resulta admisible al interior del falso juicio de convicción presentado, que
el actor culmine afirmando el desconocimiento por parte del Tribunal de los
postulados de la ciencia, experiencia y lógica, en el entendido de que conforman la
sana crítica que en nuestro sistema procesal demarca el método de valoración de las
pruebas (art. 254 del C. de P.P.), pues, conforme ya se anotó, cuando esto ocurre el
alegato pertinente debe encaminarse pero por falso raciocinio.
Y, desde este punto de vista, es claro que el juzgador tuvo en cuenta la condición de
la víctima, como una circunstancia más que confluyó al momento de suceder el
accidente, pero no la calificó de factor o causa eficaz en la realización del hecho,
101
conforme se desprende de la referida cita del fallo, en la que sólo estima como causa
asociada al evento aquella condición que efectivamente lo determinó, esto es, la
manera como el conductor del campero abandonó el separador, pues, así reconocidos
los hechos, el reproche penal se entendió recaía sobre quien fue procesado y no sobre
quien falleció en el accidente.
5. El primer cargo de este segmento, está fundado en los mismos motivos en que
hiciera radicar el anterior, sólo que ahora, sin mejorar en manera alguna su
antitécnica exposición, lo encamina por error de derecho por falso juicio de
convicción, que dice recaería sobre la necropsia, particularmente en cuanto al
hallazgo de alcohol en el análisis de la sangre del interfecto, dando por supuesto que,
en verdad, a esta prueba pericial se le ha señalado en la ley un valor de "convicción"
específico, que de no ser de esta forma sopesada por el intérprete lo hace incurso en
la violación indirecta del respectivo precepto.
Sentencia Casación
FECHA : 11/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : LOZANO TORRENTE, GABRIEL ANGEL
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 14360
PUBLICADA : Si
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Que la acción no puede intentarse ante juez colegiado, es doctrina que la Corte dejó
sentada por lo menos desde el auto del 14 de julio de 1992, M.P. Dr. Jorge Carreño
Luengas, radicado 7806, en términos que la Sala, para la mayor ilustración del
impugnante, se permite transcribir para reiterar en su integridad:
102
consideración de sus compañeros de Sala, con el riesgo de ser derrotado, en cuyo
caso, el que le siga en turno, deberá elaborar uno nuevo y el magistrado disidente,
presentar su salvedad de voto. Todo ello iría contra los postulados del artículo 30 de la
Carta Magna que determina como plazo máximo para decidir la acción el de treinta y
seis horas".
Extradición
FECHA : 11/05/2001
DECISION : No repone auto del 03-05-01 sobre hábeas
corpus, no
concede recurso de apelación
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : FERRARIO POZZI, ROBERTO ANGELO
PROCESO : 16107
PUBLICADA : Si
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En el caso sub judice, es claro que el procesado contó con defensa técnica durante la
investigación y el juzgamiento, pero también, que en la fase de la investigación, su
ejercicio fue fragmentario, y sin vocación de permanencia, en razón a que el órgano
instructor, en una actitud reprobable, decidió apartarse de las directrices fijadas en el
artículo 139 del Código de Procedimiento Penal, que dispone que el nombramiento de
103
defensor hecho desde la indagatoria, o cualquier otro momento posterior, se
entenderá hasta la finalización del proceso, para en su lugar, realizar designaciones
provisionales, cada vez que debía practicar pruebas con la asistencia del procesado, y
por consiguiente, de un abogado.
Así ocurrió en la indagatoria, en la cual designó defensora de oficio para esa sola
diligencia a la doctora Victoria Cecilia López, y después en las ampliaciones, donde
nombró abogados distintos, y aunque esto no liberaba a la inicialmente designada de
su obligación de asumir la defensa hasta la finalización del proceso (Cfr. Casación de
10 de octubre del 2000, Magistrado Ponente Dr. Fernando Arboleda Ripoll), creó
confusión en torno a su condición de defensora permanente, haciendo que
desatendiera el asunto, y que el funcionario instructor la ignorara en el trámite
subsiguiente.
Sentencia Casación
FECHA : 11/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ACEVEDO, FABIAN ALEXANDER
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio
104
PROCESO : 13371
PUBLICADA : Si
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No basta, entonces, que se aduzca la causal tercera, sino que es menester que se
concrete la clase de nulidad que se invoca, expresar sus fundamentos, especificar las
normas infringidas, precisar la incidencia de la irregularidad en el trámite que se
pretende hacer dejar sin valor y su trascendencia y señalar razonadamente desde que
momento procesal solicita que se declare la nulidad, temas a los que el demandante
omitió referirse en su libelo como que a este propósito sólo menciona que se violó el
debido proceso y pide que "se dé aplicación al art. 229 numeral 2 del C. de. P. P. de
acuerdo con la causal invocada".
Sentencia Casación
FECHA : 11/05/2001
105
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : HENAO CARDONA, JHON JAIRO
DELITOS : Tentativa de homicidio, Tentativa de hurto
calificado y
agravado
PROCESO : 13145
PUBLICADA : Si
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3. Afirma que cuando se quebrantan las garantías consagradas a favor del procesado
se estructura no sólo una nulidad legal, sino de carácter constitucional o supralegal,
con lo que desconoce que si bien todas las nulidades tienen como fuente inmediata la
C.P., a partir de la entrada en vigencia del Decreto 050 de 1987 se recogió la
clasificación de nulidades supralegales, en forma tal que su expresa consagración en
la ley implica que basta aludir a la norma legal que las prevé.
4. Denuncia que la sentencia se dictó en un juicio viciado de nulidad, por cuanto que
a su defendido no se le interrogó por el cargo concerniente al concierto para delinquir,
previsto en el artículo 44 de la Ley 30 de 1986, lo que condujo a la transgresión del
derecho de defensa y del debido proceso.
....
Sobre este punto, es oportuno reiterar que la ley procesal no exige que al sindicado
se le interrogue en términos técnicos, tales como el nomen juris de la conducta que se
le atribuye, toda vez que el artículo 360 del C. de P. Penal establece que el funcionario
judicial interrogará al imputado en relación con los hechos que originaron su
vinculación, es decir, sobre las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que los
mismos ocurrieron, sin que existan formas sacramentales cuya omisión genere
alguna irregularidad*.
106
5. Aduce que el fallo se dictó en un juicio viciado de nulidad, por cuanto que el cierre
de la investigación y la calificación del sumario se hicieron de manera parcial, pues
sólo se refirieron al punible de concierto para delinquir, cuando, en su criterio, la
instrucción comprendía también la infracción al artículo 33 de la Ley 30 de 1986,
yerro que condujo a que se rompiera la unidad procesal con detrimento del debido
proceso y del artículo 27 del Código Penal, en razón a que los dos comportamientos
no sólo son conexos sino que están tan íntimamente relacionados que la tipificación
del primero depende necesariamente de la demostración del segundo.
Por tal motivo, resulta evidente que el censor equivocó la vía de ataque, al orientarlo
por los senderos de la transgresión indirecta de la ley sustancial, por error de hecho
por falso juicio de existencia por suposición probatoria, ya que, como se dijo, la
discusión debe ser eminentemente jurídica sin inmiscuir análisis fácticos y
probatorios.
7. Una vez más debe reiterar la Corte que la consulta es un grado de competencia
funcional que, al tenor del artículo 217 del C. de P. Penal, permite al superior decidir
sin limitación alguna sobre la providencia o la parte pertinente de ella. Es un
mecanismo imperativo de revisión de la legalidad de ciertas decisiones adoptadas por
el inferior, distinto de la apelación, establecido por motivos de interés público, que se
surte por ministerio y en los casos expresamente previstos en la ley, sin que la
extensión de ese control quede a discreción de los sujetos procesales, de modo que la
competencia del juez no depende de si una sola o ambas partes apelaron, ya que con
apelación o sin ella tiene la facultad de revisar de manera ilimitada y en todos sus
aspectos el proveído que se somete a su conocimiento y agravar la situación del
procesado, así sea apelante único.
Dentro de ese entendido, si se aceptara que con la apelación única, cuando se trata
de providencias consultables, el superior no puede reformar peyorativamente la
decisión, se estaría negando el instituto y el control obligatorio que a través de él y en
beneficio del Estado de derecho y del interés público se quiso establecer, pues
bastaría que el procesado apelara para que no operara, ya que, en tal caso, sólo se
podrían revisar los aspectos impugnados.
Por lo anterior, si bien es cierto que el artículo 31 de la Carta consagra una garantía a
favor del condenado, cuando es apelante único, no es absoluta, sino que está
ponderada por la institución de la consulta y la legalidad de la sanción.
______________________
* Ver entre otras, casación del 3 de marzo de 1999, M.P. Dr. Carlos Augusto Gálvez
Argote.
107
MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA
Sentencia Casación
FECHA : 15/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal
CIUDAD : Nacional
PROCESADO : RODRIGUEZ LOZANO, JIMMY
PROCESADO : RIOS VARGAS, JOSE VICENTE
PROCESADO : GONZALEZ PULIDO, INES
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 13565
PUBLICADA : Si
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"Artículo 71. Competencia de los jueces Regionales. Los Jueces Regionales conocen:
"3. De los delitos descritos en los artículos 35, 39, 43 y 44 de la ley 30 de 1986 y de
los que se deriven del cultivo, producción, procesamiento, conservación o venta de la
amapola o su látex o de la heroína".
Es muy claro que esta última disposición en forma alguna condicionó la competencia
de los Jueces Regionales a la cantidad de la sustancia, sino al hecho exclusivo de su
naturaleza, es decir a que se tratara de una derivada de la amapola.
108
legislador optó por asignar a la justicia especial el conocimiento de dicho tipo de
casos, sin importar para nada la cantidad de la sustancia en la fijación de tal
competencia.
Si se tiene en cuenta que el procesado (...) fue sorprendido con 1.593,95 gramos de
látex de amapola, es claro que el proceso en la instrucción debió haberlo tramitado un
Fiscal Regional y en el juicio un Juzgado Regional. Al no ser de dicha manera se
incurrió en la causal de nulidad prevista en el artículo 304-1 del Código de
Procedimiento Penal, frente a la cual no existe otro remedio que la invalidación de la
actuación en atención a su carácter de insubsanable.
_____________________________
* Cfr. Sentencia de la Sala del 18 de septiembre de 1996. Radicación 9996 M.P. Dr.
Fernando Arboleda Ripoll.
Sentencia Casación
FECHA : 16/05/2001
DECISION : Si casa, declara nulidad desde la audiencia de
aceptación
de cargos, remite.....
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : POLO MILLAN, GILDARDO
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 13004
PUBLICADA : Si
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109
territorialidad/ EXTRADICION POSITIVA-Lugar de comisión del delito/
CONCIERTO PARA DELINQUIR/ NARCOTRAFICO
1. Al interesado en los temas relacionados con los sistemas que rigen la extradición;
el sistema colombiano; y cuando se esté surtiendo un proceso en Colombia contra el
requerido en extradición, se le sugiere que se remita a la providencia de fecha
26/09/2000. Rad. 17.216, M.P. Dr. Fernando E. Arboleda Ripoll.
4.1.- Según el PRIMER CARGO de la resolución enjuiciatoria proferida contra (...) por
un Gran Jurado ante la Corte de distrito de los Estados Unidos -distrito este de Nueva
York-, se le acusa de conspirar a sabiendas e intencionadamente para distribuir y
poseer con intención de distribuir y para importar a los Estados Unidos un kilogramo o
más de heroína y quinientos gramos o más de cocaína.
Salvo la aclaración que más adelante se hará en torno al lugar donde tuvo lugar el
hecho por el que ha sido acusado, es de decirse que al señor (...), las autoridades
judiciales de los Estados Unidos, por medio de la resolución acusatoria base de la
solicitud, le atribuyen no solamente haber participado en varias negociaciones
relacionadas con sustancias estupefacientes, sino acuerdo previo con (...) para dichos
propósitos, de lo cual se establece que la imputación no consiste simplemente en una
coparticipación criminal en relación a un solo hecho delictivo, sino el convenio de
llevar a cabo una pluralidad de conductas ilícitas, que es precisamente lo que otorga
autonomía al tipo de concierto para delinquir de que trata la legislación colombiana.
110
Esto da lugar a concluir que, al menos, la conspiración para distribuir y poseer con la
intención de distribuir sustancias estupefacientes imputada en el exterior a Ayala
Varón, también se halla tipificada como delito en Colombia y sancionada con pena
privativa de la libertad, en su mínimo superior a cuatro años, pues, como se verá en el
capítulo correspondiente de este concepto, la conspiración para importar
estupefacientes en los Estados Unidos de América, sólo resulta predicable respecto de
(...) y (...), también mencionados en la resolución acusatoria base de la solicitud.
Si a ello se agrega que el sistema procesal en los Estados Unidos se define como
acusatorio, y que el pliego enjuiciatorio lo formula el fiscal o el gran jurado, según el
caso, que en éste la acusación del gran jurado es un pliego de cargos en contra del
procesado para que se defienda en el juicio, que contiene la definición de la conducta
típica imputada, con las circunstancias que la especifican, el lugar y la fecha o época
de su ocurrencia, y señala las disposiciones sustanciales realizadas y su ubicación
genérica y específica en el Código de la materia, y que con dicho acto, como sucede
en la legislación colombiana, se interrumpe la prescripción de la acción penal, no
queda duda que la persona reclamada en extradición en este caso, ha sido acusada y
llamada a responder en juicio por las autoridades de los Estados Unidos de América.
En este caso, observa la Corte, entre los presupuestos del concepto de extradición
establecidos por el artículo 558 del Código de procedimiento no se incluye la
impidiente constitucional referida a que los delitos imputados a nacionales
colombianos por nacimiento hayan sido cometidos en el exterior, razón por la cual, en
acatamiento del principio de eficacia directa y fuerza vinculante de la Constitución, el
111
fundamento normativo inmediato de este pronunciamiento, no es otro que la Carta
Política, a partir de la supremacía de los valores y principios establecidos en ella, pues
los derechos y libertades que la Constitución reconoce, en razón de su valor
normativo resultan directamente operantes, aun cuando el legislador, como acontece
en este particular evento, no haya procedido a regularlos.
Así, el artículo 35 del Estatuto Superior, modificado por el artículo 1º del Acto
Legislativo No. 01 de 1997, establece:
"La Extradición se podrá solicitar, conceder u ofrecer de acuerdo con los tratados
públicos y, en su defecto con la ley.
Con ello no queda duda que "los hechos del caso", en cuanto hace a la conducta
imputada a (...), material y objetivamente tuvieron lugar en Colombia, pues en la
información suministrada por el país solicitante no existe elemento de juicio que
permita dar lugar a establecer la existencia de acuerdo delictivo de éste con (...) para
exportar la droga, sino sólo con (....) para entregársela en la sede de la embajada en
Bogotá, con lo cual, al no existir en la solicitud y la documentación anexa, referencia
concreta sobre concierto delictivo entre (...) y (...), el supuesto de que trata el artículo
35 de la Carta Política, consistente en que el delito por el que se solicita la extradición
haya sido cometido en el exterior no se cumple.
....
112
Y aun de optarse por alguna de las diferentes hipótesis identificadas dogmática y
doctrinariamente como instrumentos jurídicos para establecer el lugar de ocurrencia
del hecho, tales como el lugar de realización de la acción, según la cual el hecho se
entiende cometido en el lugar donde se llevó a cabo la exteriorización de voluntad; la
del resultado, que entiende realizado el hecho donde se produjo el efecto de la
conducta; y la teoría de la ubicuidad o mixta que entiende cometido el hecho donde
se efectuó la acción de manera total o parcial, como en el sitio donde se produjo o
debió producirse el resultado, se tiene que la solución no es distinta de la advertida.
....
Igual sucede con la imputación por concierto para traficar sustancias estupefacientes,
pues de acuerdo con la estructura del tipo de que trata el artículo 186 del Código
Penal, modificado por el artículo 4º de la Ley 589 de 2000, se tiene que su ámbito de
operancia territorial es aquél donde se lleva a cabo el convenio ilícito o donde éste
surte sus efectos, sin que su configuración típica exija la incautación de sustancia
estupefaciente alguna o el lugar donde esto suceda determine la competencia para el
ejercicio de la jurisdicción, resultando, entonces, de la información suministrada por la
Embajada de los Estados Unidos de América, que dicho acuerdo entre (...) y (...), tuvo
realización en Colombia, siendo aquí donde igual se surtieron sus efectos jurídicos,
pues en la solicitud formal, la acusación, y las declaraciones rendidas en apoyo de
aquella, no se indica que el acuerdo entre éstos para adquirir la sustancia ilícita
hubiere traspasado las fronteras nacionales, o hubiere incluido la participación de
terceras personas en el exterior, como el caso del señor Hernán Arcila.
También es claro, que de acuerdo con las fechas que ostentan la solicitud de
detención provisional con fines de extradición, y la petición formal elevada por el
Estado extranjero, cotejadas con aquella en que la Fiscalía colombiana inició de oficio
indagación preliminar y posteriormente formal investigación penal durante la cual se
vinculó mediante indagatoria al señor Ayala Varón, se permite diferenciar el asunto
que aquí ocupa a la Corte, de aquellos eventos en los cuales la Fiscalía ha dado inicio
a investigaciones en Colombia por razón de pronunciamientos de la Corte
Constitucional proferidos en ejercicio de acciones de tutela instauradas con
posterioridad a la iniciación del trámite de extradición.
Concepto Extradición
FECHA : 16/05/2001
DECISION : Conceptúa desfavorablemente,
113
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : AYALA VARON, JORGE ALFONSO
DELITOS : Violación a la Ley 30/86, Concierto para delinquir
- Ley
30/86
PROCESO : 17216
PUBLICADA : Si
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En efecto, como quiera que los temas objeto de controversia están circunscritos a
aspectos que no guardan relación con el concepto que debe emitir la Corte, las
probanzas deprecadas resultan improcedentes e inconducentes para con el objeto del
trámite.
114
"...En respuesta al tema de la territorialidad para el ejercicio de la jurisdicción penal,
por el lugar de la comisión del hecho, han de recordarse las posiciones que al
respecto la Sala hizo en providencia del 12 de septiembre de 2.000, con ponencia del
Magistrado JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO: "aparte de que el lugar de la comisión
del delito y la competencia son elementos que tienen que ver con el objeto del
proceso (cuya definición incumbe a la autoridad que juzga) y no con la eficacia de los
fines del mismo (tema de la extradición), también olvida el reclamante toda la
dinámica que comporta una conducta de "impotar" o "sacar del país" un producto
ilícito, en la que se fijan destinos, se eligen recorridos y se prevé concomitancias
como el decomiso en lugares diferentes.
"La Sala ha señalado que la supuesta falta de jurisdicción del país requirente para
juzgar al solicitado, trasciende la tarea que ha de cumplir la Corte en orden a lo
previsto en el artículo 538 del C.P.P., además que un tal proceder desconocería la
soberanía del Estado reclamante y la competencia de las autoridades judiciales.
Extradición
FECHA : 16/05/2001
DECISION : No repone auto del 23-10-00 que negó unas
pruebas
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : PERDOMO LIEVANO, SERGIO HERNAN
PROCESO : 16719
PUBLICADA : Si
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115
POSITIVA-Prueba-Objeto/ EXTRADICION POSITIVA-Lugar de comisión del
delito/ PRUEBA
Por otra parte, los artículos 9°, 226 y 227 de la Constitución Política contemplan los
principios básicos en los cuales Colombia debe fundamentar sus relaciones
internacionales, encontrándose, entre ellos, el de reciprocidad, cuya aplicación atañe
exclusivamente al fuero del Gobierno Nacional en cabeza del Presidente de la
República, como Jefe de Estado y Suprema Autoridad Administrativa, y no a la Rama
Judicial, motivo por el cual a la Corte le está vedado entrar a pronunciarse sobre el
punto y, menos, imponer dicho postulado con base en un antecedente ajeno a este
caso concreto.
Si de conformidad con el artículo 558 de la obra citada, el concepto que emita la Corte
acerca de la viabilidad o no de la extradición, se fundamentará en la demostración
plena de la identidad del solicitado, en la validez formal de la documentación
presentada, en el principio de la doble incriminación y en la equivalencia de la
providencia proferida en el extranjero, necesario es que las pruebas solicitadas
tengan relación con dichos aspectos y que así lo sustente el peticionario.
....
116
Frente al tema planteado, es oportuno reiterar lo que al respecto la Sala ha sostenido:
"Lo anterior, no significa, como parece entenderlo el memorialista, que la actuación
que le corresponde adelantar a la Corte en esta clase de asuntos quede supeditada a
que previamente se determine si los hechos que dan origen a la solicitud de
extradición ocurrieron o no en territorio colombiano, pues, como se señaló en
precedencia, ese no es tema del que le corresponda ocuparse a efectos de emitir el
concepto que según el artículo 558 del Código de Procedimiento Penal se exige de
esta Corporación; más aún cuando la intervención de esta Corte no es de carácter
judicial y mucho menos decisoria, toda vez que es el Ejecutivo el que definitivamente
resuelve si accede o no al requerimiento del país extranjero -en caso de que el
concepto sea favorable- y, por ende, es allí donde adquieren plena validez e injerencia
los resultados y determinaciones que al respecto emita el ente investigador.
"La Sala ha señalado que la supuesta falta de jurisdicción del país requirente para
juzgar al solicitado, trasciende la tarea que ha de cumplir la Corte en orden a lo
previsto en el artículo 538 del C.P.P., además que un tal proceder desconocería la
soberanía del Estado reclamante y la competencia de las autoridades judiciales.
Extradición
FECHA : 16/05/2001
DECISION : No dispone devolución, niega pruebas, dispone
otras, no
suspende el trámite
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
117
REQUERIDO : VACCA BOJACA, ADRIANA MARCELA
PROCESO : 16722
PUBLICADA : Si
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Ahora, el trámite que debe cumplir la Corte para rendir el concepto que la ley le exige,
delineado en el artículo 556 del Código de Procedimiento Penal, tampoco prevé dicha
hipótesis.
118
que la defensa debe plantear en el proceso base de la extradición y ante las
autoridades norteamericanas, en donde cuenta con las garantías procesales
suficientes para hacer valer sus derechos.
En ninguna parte del fallo, se indica como requisito del trámite de extradición, la
existencia del pronunciamiento de la Fiscalía General de la Nación en la investigación
criminal, acerca de la tipicidad o no de los hechos y del lugar de ocurrencia; pues tal
decisión no podía ser adoptada, ya que de ser creado un requisito adicional a los
previstos en la ley, se socavaría el principio de legalidad que cubre el rito, y de
contera el Estado de Derecho que nos rige.
Extradición
FECHA : 16/05/2001
DECISION : No suspende el trámite
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : GOMEZ MORENO, OSCAR ALONSO
PROCESO : 16706
PUBLICADA : Si
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1. En tratándose de una extradición que se rige por las normas del Código de
Procedimiento Penal, el principio de la doble incriminación se define conforme al
llamado sistema de eliminación cuya característica principal es la conexión de los
hechos a unas sanciones punitiva mínimas. Tal como lo señala el Código, es necesario
"que el hecho que la motiva también esté previsto como delito en Colombia y
reprimido con una sanción privativa de la libertad cuyo mínimo no sea inferior a 4
años".(artículo 549-1).
Los 6 cargos por los que el gobierno de los Estados Unidos de América solicita la
extradición de la ciudadana colombiana (...) para que responda ante la justicia
estadounidense están contenidos en la acusación formal (Indictment) No. S1 99 Cr.
1113, respecto de los cuales la Corte ya hizo el análisis correspondiente al principio
de la doble incriminación, habida cuenta que tal acusación es la misma que motivó la
petición de extradición del ciudadano ecuatoriano Nelson Báez* y del ciudadano
colombiano Alex Restrepo**, respecto de los cuales se emitió concepto favorable para
algunas conductas y desfavorables para otras.
"En el SEGUNDO CARGO, se acusa a NELSON BAEZ y a otros (PAOLA RESTREPO, entre
ellos), de haberse combinado, conspirado, confederado y puesto de acuerdo "para
violar las leyes de Crimen Organizado en los Estados Unidos, específicamente, la
sección 1962 del Título 18, del Código de los Estados Unidos que trata de conducir y
participar, directa e indirectamente, en la conducta de los negocios de esa empresa
que se involucró en actividades las cuales afectaron el comercio interestatal y
extranjero a través de un patrón de actividades de delincuencia organizada.
119
empleada por, o asociada con cualquier empresa dedicada a actividades que afecten
el comercio interestatal o extranjero el conducir o participar, directa o indirectamente,
en la conducta de tal empresa a través de actividades de Crimen Organizado",
precisando la normatividad allegada que "Cualquiera que viole cualquiera de los
términos de la sección 1962 de este capítulo será multado bajo este título o
encarcelado por no más de veinte años (o de por vida si la violación está basada en
una actividad de Crimen Organizado cuya máxima pena incluye prisión de por vida), o
ambas penas".
"Dado que las autoridades judiciales de los Estados Unidos de América acusan a
NELSON BAEZ "y a otros (PAOLA RESTREPO, entre ellos) con delincuencia
organizada", de "conducir los negocios de la empresa utilizando un patrón de crimen
organizado, incluyendo en este caso la distribución de narcóticos", es de concluirse
que en relación con los CARGOS UNO y DOS de la resolución enjuiciatoria se cumple
el presupuesto relativo a la doble incriminación para extraditar pues en la legislación
penal colombiana tales comportamientos también se hallan definidos como delito, y
por su realización prevé pena mínima superior a cuatro años de prisión".
En el concepto rendido respecto de Alex Restrepo, se dijo en lo que tiene que ver con
el cargo segundo:
"En cuanto al cargo segundo, se acusa a Alex Restrepo y a otras personas (PAOLA
RESTREPO, entre ellos) de haberse combinado, conspirado, confederado y puesto de
acuerdo para violar la leyes de crimen organizado, a que se refiere el Título 18,
sección 1962, del Código de los Estados Unidos, desde al menos 1995 hasta e
incluyendo agosto de 1999, según la cual: "será ilegal para cualquier persona
empleada por, o asociada con cualquier empresa dedicada a actividades que afecten
el comercio interestatal o extranjero el conducir o participar, directa o indirectamente,
en la conducta de tal empresa a través de actividades de crimen organizado.
"A su vez la sección 1961 del mismo Título 18 que trata sobre las "Definiciones para
delitos de Crimen Organizado", preceptúa que "Actividades de Crimen Organizado
significa … cualquier acción que involucre asesinato, secuestro, juegos ilícitos,
incendio premeditado, robo, cohecho, extorsión, tratos obscenos, o venta de
sustancias controladas, o sustancia química clasificada (como se define en la sección
102 de la Ley 102 de la Ley de Sustancias Controladas), lo cual está sujeto a una
acusación bajo las leyes estatales y penado con prisión por más de un año". Así
mismo, se resalta que " el término empresa incluye a cualquier individuo, sociedad,
corporación, asociación, u otra entidad legal y cualquier unión o grupo de individuos
asociados de hecho a pesar de que no sean una entidad legal.
120
considera que la ausencia de las normas que rigen en los Estados Unidos de América
las conductas de narcotráfico, hacen imposible la rendición de un concepto favorable.
En este orden de ideas el yerro del Ministerio Público surge patente al identificar un
cargo (concierto para cometer delitos de narcotráfico) que no está contenido en la
Nota Verbal que formaliza la petición de extradición y que por tanto no fue incluido
como objeto del trámite de extradición y menos puede serlo, ni siquiera para
excluirlo, en el Concepto que debe rendir la Corte.
Los hechos del cargo 2 del Indictment hacen referencia, como se anotó en los
antecedentes atrás referidos, al concierto para delinquir de que trata el artículo 186
del Código Penal Colombiano que está penado con una sanción privativa de la libertad
mínima de 10 años, en cuanto los actos concertados de la "Organización Restrepo" a
la que pertenece (...) incluyeron el robo a narcotraficantes y la posesión y distribución
de los narcóticos. No es como lo estima erradamente el Procurador Delegado que en
los Estados Unidos de América se le haya formulado a la señora (...) un cargo
autónomo de concierto para narcotráfico. La acusación del país solicitante se limita a
"la conspiración de crimen organizado" dentro de la cual la empresa criminal como
parte de sus múltiples actividades asaltó a narcotraficantes para despojarlos del
dinero producto de la venta de narcóticos o de la mercancía ilícita que expendían, la
cual a su vez la "Organización Restrepo" colocó en el comercio. Ese tipo de hechos
fueron estimados en el Indictment estadounidense como otros actos de crimen
organizado. Y esos acontecimientos fácticos en Colombia son constitutivos de
concierto para delinquir con fines de narcotráfico, que la legislación nacional
sanciona con una pena privativa de la libertad mínima de 10 años.
También este tema se analizó en los conceptos a los que se viene haciendo referencia
en el texto de esta decisión, señalando que "en el presente caso advierte la Sala que
no existe dificultad alguna para concluir que se cumple con el requisito de la
equivalencia, contemplado en el numeral 2° del artículo 549 del Código de
Procedimiento Penal, el cual exige "que por lo menos se haya dictado en el exterior
resolución de acusación o su equivalente".
"En efecto, el Jurado Indagatorio del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, Distrito
Sur de Nueva York, acusó, entre otras personas, a Alex Restrepo por los delitos
señalados en precedencia, mediante acto procesal que en nuestra legislación
equivale a la resolución de acusación, como lo ha sostenido la Sala*** , como emerge
de las siguientes similitudes, que los tornan equivalentes, mas no iguales, pues
corresponden a sistemas judiciales distintos:
"a) Es un pliego concreto de cargos en contra del acusado para que se defienda de
ellos en el juicio.
121
"b) La actuación procesal subsiguiente es el juicio oral que finaliza con el respectivo
fallo de mérito.
"c) Se señalan los hechos, con especificación de las circunstancias de tiempo, modo y
lugar en que ocurrieron y la calificación jurídica de la conducta, con indicación de las
disposiciones sustanciales aplicables y su ubicación genérica en el Código de la
materia.
3. "El CARGO TRECE, que en la acusación de los Estados Unidos se menciona como
"HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL", se hace consistir en que NELSON BAEZ y otros
(PAOLA RESTREPO, entre ellos), "los inculpados, ilegalmente, intencionalmente y
deliberadamente cometieron un robo, y en el curso de ese delito y para llevarlo a
cabo y darse a la fuga del mismo, causaron la muerte de una persona ajena a los
participantes en el delito, específicamente Donald Pagani, en violación de la ley penal
del Estado de Nueva York". En principio, dicho supuesto fáctico, en la legislación
colombiana, no correspondería a la definición típica de Homicidio preterintencional
del artículo 325 del Código Penal, sino a la de homicidio agravado de que tratan los
artículos 323 y 324-2 ejusdem, que establecen pena de prisión de cuarenta a sesenta
años cuando la muerte se comete "para preparar, facilitar o consumar otro hecho
punible; para ocultarlo, asegurar su producto o la impunidad, para sí o para los
partícipes".
"En Colombia la doctrina tiene establecido que la disposición hoy vigente sobre
homicidio preterintencional, contempla la hipótesis fáctica de quien con el propósito
de perpetrar una lesión corporal, ocasiona la muerte de su víctima, de tal forma que
el resultado producido, por falta de previsión, o por haber confiado imprudentemente
en poder evitarlo, excede la voluntad del agente, situación que dista de coincidir con
los hechos a que se refiere este cargo de la acusación proferida contra NELSON BAEZ.
En Colombia ese hecho constituye homicidio agravado con una pena mínima de 40
años de prisión, por cuanto se causó la muerte de Donald Pagani para facilitar la
consumación del hurto. Sin embargo, no es a la Corte a la que le corresponde
corregir la acusación del país requirente en el sentido de reducir los dos cargos
formulados a uno solo, sino que es al requerido en extradición una vez frente al Juez
del país requirente al que le compete discutir ese punto que hace relación a que su
presunta responsabilidad penal en el homicidio de Pagani, no le puede ser imputada
en dos tipos penales diferentes. Ese es un tema que la Corte ha señalado de tiempo
atrás, del exclusivo resorte del Juez del país requirente y respecto del cual la
autoridad jurisdiccional colombiana no puede emitir opiniones de ninguna índole,
122
habida cuenta que la ley que rige el trámite de extradición no le permite hacer juicios
o adelantar debates sobre aspectos sustanciales de la acusación.
Concepto Extradición
FECHA : 16/05/2001
DECISION : Conceptúa favorablemente por unos cargos y
desfavorablemente por otros
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : RESTREPO, PAOLA ,O,
REQUERIDO : RESTREPO ALVAREZ, PAOLA ANDREA ,O,
REQUERIDO : SANTANDER, PETRONILA MARIA, O,
REQUERIDO : ZULUAGA ALVAREZ, LORRAINE, O,
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio, Concierto para delinquir,
Homicidio
preterintencional, Concierto para delinquir - Ley
30/86
PROCESO : 16915
PUBLICADA : Si
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1. Debe recordarse inicialmente que el error de derecho tiene lugar cuando el fallador
admite como prueba y le otorga mérito persuasivo a un elemento de juicio que carece
de los requisitos legales necesarios para su aducción. A pesar de que el actor señala
que se transgredió el artículo 266 del Código de Procedimiento Penal (debió señalar el
artículo 267 que consagra los requisitos que debe contener un dictamen), no acredita
123
cómo se produjo su transgresión, ni su trascendencia en el fallo atacado y cómo a
causa de ese yerro se aplicaron indebidamente las normas sustanciales ya
mencionadas
Las objeciones que ahora esgrime el libelista debieron ser expuestas en las
instancias, desde el momento del traslado a los sujetos procesales hasta antes de
finalizar la audiencia pública, cuando se hubiera podido solicitar la aclaración,
ampliación o adición del dictamen, máxime cuando el mismo grafólogo forense
advirtió que no era necesario recurrir a la cromatografía en capa fina, ya que por la
coloración de la tinta era posible establecer la diferencia cromática entre la tinta
original y la advenediza. (fl 360 c.o 1).
3. En cuanto a los errores de hecho que atribuye a las diferentes probanzas, debe
señalarse inicialmente que tampoco atiende el libelista a los requerimientos de la
técnica casacional para su demostración. Ello obliga a recordar que el ataque a la
sentencia por la vía indirecta, que se refiere a la censura de yerros fácticos en el
momento de analizar las pruebas allegadas al proceso, implica la necesidad de
identificar cada elemento de convicción en los que se dice recae el yerro, así como su
trascendencia en la decisión adoptada, al punto que de no haber ocurrido, la situación
del procesado sería más favorable.
4. Como se sabe, el falso juicio de identidad surge cuando el fallador al apreciar una
prueba distorsiona su contenido objetivo o lo cercena, poniéndola a decir lo que ella
materialmente no dice. La demostración del yerro implica que el demandante debe
acreditar no solamente la incongruencia de la prueba entre lo apreciado por los
falladores y lo que ella materialmente revela, sino la incidencia de ese desacierto en
la decisión objetada y obviamente su desacuerdo con la ley.
El libelista consideró que podía exponer sus opiniones libremente y destacar lo que de
cada declaración favoreciera la situación de su representada como lo hace con el
testimonio del agente Amín Antonio Acuña Severiche o criticar aquellos elementos de
juicio que en nada la favorecen como ocurre con la alusión al testimonio del agente
Gilberto Antonio Rodríguez Builes, de quien afirma que su opinión está más cerca de
lo narrado por aquél y por la procesada que de lo manifestado por la denunciante.
Nada más alejado del juicio técnico-jurídico que debe soportar la elaboración de una
censura orientada a la demostración de la ilegalidad del fallo, que la informal
presentación de inconformidades que solo implican la prolongación del juicio.
124
sana critica, aspecto cuya modalidad de ataque, fundamentos y fines son totalmente
diversos al escogido por el libelista al inicio de su censura.
Sentencia Casación
FECHA : 16/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Sincelejo
PROCESADO : MORRIS TABOADA, SAHILY
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad material
empleado
oficial en documento publico
PROCESO : 11475
PUBLICADA : Si
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GOBERNADOR-Pérdida de competencia
Según el parágrafo del artículo 235 de la Carta Política, el fuero constitucional que
cubre a los Gobernadores para ser juzgados por esta Sala de Casación, desaparece
una vez el procesado haya dejado el cargo y el delito que se le atribuya no tenga
relación con sus funciones; hipótesis que en el presente caso se evidencia, ya que el
ex mandatario departamental, es acusado de haber cometido el delito de estafa, por
hechos acaecidos con anterioridad a su desempeño como Gobernador del
Departamento del Meta; en consecuencia la Corte perdió la competencia para
juzgarlo, la cual recae en los Juzgados Penales del Circuito de Villavicencio según la
naturaleza del delito y el factor territorial; por lo tanto, se dispone el envío del
expediente al Reparto de dichos juzgados para que se continúe con el trámite de esta
causa.
Unica Instancia
FECHA : 17/05/2001
DECISION : Se declara incompetente para seguir conociendo,
remite
a juzgado de reparto
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : JARA URZOLA, ELAN EDMUNDO
DELITOS : Estafa
PROCESO : 14407
PUBLICADA : Si
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125
ERROR EN LA CALIFICACION JURIDICA-Técnica en casación/ IN DUBIO PRO
REO-Técnica en casación/ MINISTERIO PUBLICO-Limites del concepto en
casación
Sin embargo, el acierto del recurrente se restringe a ese único aspecto, pues en aras
de una mal entendida brevedad perdió de vista que la hipótesis de la nulidad, de
viable alegación en la impugnación extraordinaria, en manera alguna resulta ajena a
las exigencias técnicas de forma y contenido inherentes a tal instituto, donde por
razón del principio de limitación la competencia de la Corte está deslindada por lo
alegado y razonado en el respectivo libelo, sin que pueda suplir las deficiencias
argumentativas de la demanda.
2. La comentada confusión del censor acerca de las formas posibles de violación del
derecho, en la que incurre también aquí, unida a la inobservancia de las reglas de
técnica que rigen el recurso extraordinario interpuesto, se confabulan contra la
prosperidad de este otro reproche enunciado al amparo de la causal primera de
casación por el quebranto, entre otras disposiciones, del artículo 445 del estatuto
procesal penal.
126
Pero si en gracia de discusión se admite que la impropiedad detectada obedece a una
simple deficiencia de carácter formal por cuanto el impugnante al esbozar la censura
señaló que la acusada transgresión de la ley sustancial se derivaba de un "error de
hecho" por "falso juicio de existencia", tampoco desde esta perspectiva el ataque
resulta bien librado, como quiera que la sustentación del mismo se ofrece de todos
modos precaria, antitécnica y deficiente.
En fin, perdió de vista conforme al reiterado criterio de la Sala, que "la tarea del
Ministerio Público dentro del trámite de la casación, si bien no se encuentra limitada a
emitir concepto sobre las pretensiones que se formulen en la demanda, sino que, al
tenor de lo dispuesto en el artículo 228 del Código de Procedimiento Penal, podrá
sugerir a la Corte la invalidación de lo actuado cuando advierta la existencia de
violaciones ostensibles de las garantías fundamentales de los sujetos procesales,
pudiendo, por lo tanto, plantear posiciones jurídicas en ese sentido, no le es
permitido, so pretexto de su quebrandamiento complementar o enmendar el libelo
objeto del concepto, ni formular sus propios cargos, pues se estaría atribuyendo la
calidad de impugnante de la que carece y desnaturalizando la razón de ser del
traslado" (sentencia del 24 de enero de 2001, M.P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda).
Sentencia Casación
FECHA : 17/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CANO DIAZ, JOSE ADALBERTO
DELITOS : Lesiones personales, Tentativa de homicidio,
Porte de
armas de defensa personal
PROCESO : 14262
PUBLICADA : Si
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127
INVESTIGACION INTEGRAL-Obligación de investigar lo favorable como lo
desfavorable al imputado/ GRABACIONES MAGNETOFONICAS-Trascripción/
AUTOR/ COMPLICE/ COHECHO POR DAR U OFRECER/ NULIDAD-Técnica en
casación/ FISCALIA GENERAL DE LA NACION-Competencia nacional/
DENUNCIA-No existen limitaciones temporales para instaurarla/
IMPEDIMENTO-Diligencias previas/ FALSO JUICIO DE EXISTENCIA
Sin embargo, en cualquiera de estos casos, esto es, ante la actividad dispositiva de
los sujetos que solicitan el recaudo de diversos elementos probatorios, o la oficiosidad
del investigador que en cumplimiento de sus deberes ordena su incorporación al
expediente, la prueba debe caracterizarse por ser útil, conducente y pertinente, esto
es, por servir como medio fundante para adoptar una decisión, tener viabilidad legal y
estar inequívocamente dirigida a demostrar un hecho de importancia para el proceso,
teniendo que rechazarse todas aquellas alternativas probatorias surgidas por fuera de
este marco a la manera de un inventario conjetural de elementos que sólo provienen
de la especulación a que conduce la observación interesada de quienes inclusive han
tomado parte en desarrollo de la actividad instructiva y nunca reclamaron por la
práctica de las pruebas cuya reivindicación sólo viene a postularse en esta sede.
Basta simplemente con precisar, que así como dichas transcripciones no tienen
naturaleza pericial, ya que la copia del texto contenido en el casete no requiere
conocimientos especiales científicos, técnicos o artísticos (art. 264 del C. de P.P.) y se
trata simplemente de una operación mecánica, esa transliteración de las
conversaciones tiene un evidente carácter documental, y por lo mismo extraña
resulta cualquier exigencia relacionada con el traslado que para el conocimiento de la
prueba pericial contempla el art. 270 ejusdem, ingresando la misma al flujo probatorio
y posibilitándose su contradicción en las mismas condiciones y oportunidades que
respecto del resto del caudal allegado a un proceso.
....
La referencia que hace el censor, al valor que pudo tener dicho "experticio" - que ya
se dijo no es pericial -, como prueba de cargo en la resolución acusatoria, no lo
autoriza para confrontar su legalidad y menos acudiendo al equivocado entendido de
asumir que dicha decisión se integra a los fallos, cuando, como es bien sabido, el
principio que opera en casación dice relación a las sentencias de primera y segunda
instancia, que en efecto se complementan cuando existe unidad de criterio en la
decisión, sin que el mismo sea predicable, en modo alguno, sobre otra clase de
pronunciamientos proferidos en desarrollo del proceso, como que el juicio de
legalidad propio de la casación tiene por exclusivo y excluyente marco, el fallo.
3. Se sabe por los hechos juzgados, que el 22 de agosto de 1.995 antes de las ocho
de la mañana, (…) acudió ante técnico judicial (…) en la Secretaría Común de los
Juzgados Regionales de Cali, para enterarlo de que estaban dando 36 millones de
pesos para quienes colaboraran en hacer desaparecer del sistema dos
investigaciones preliminares. A su vez, al día siguiente, también en horas de la
128
mañana, se presentó en el mismo lugar el ex fiscal regional (…), haciéndole
exactamente igual ofrecimiento.
Esta fue la concreta sindicación que bajo la gravedad del juramento hizo desde un
principio Bolaños Suárez, en sostenida y coherente postura durante toda la actuación
procesal, en contra de los dos implicados.
Sabido resulta, que según la intervención que una persona ha tenido en el hecho
punible, es dable distinguir entre autores (art.23 del C.P.) y los demás partícipes, que
el Estatuto Penal denomina cómplices (art.24 ibídem). Los primeros tienen carácter
principal, en tanto que los segundos actúan en forma accesoria, siendo lo normal que
por razón de las características de su protagonismo en el delito, a aquéllos se les
sancione punitivamente con mayor drasticidad que a éstos.
Dado que cada uno de los imputados cumplió con las exigencias objetivas y
subjetivas de la descripción típica del punible en referencia, la medida de
aseguramiento lo fue a título de autores del delito de cohecho (fl.146) y la declaración
penal de responsabilidad en los fallos, como queda visto, correspondió exactamente
al mismo grado participativo, tanto (…) como (…), fueron acusados y sentenciados
como "autores", o "coautores", en una distinción que no ofrece ambivalencia ninguna,
salvo porque con esto último se quería significar la concurrencia plural de sindicados,
pero bajo el muy claro entendido de que cada uno al desarrollar en su integridad
materialmente la conducta debía responder, como en efecto ocurrió, como autor,
siendo jurídicamente incuestionable que uno y otro actuaron de manera
independiente con pleno dominio del hecho.
Entre otras pautas, se ha dicho en forma concreta que así como no es dable
entremezclar argumentos que corresponden a diversas causales, también se ha
puntualizado que cada cargo debe postularse de manera independiente, en tanto, en
principio, debe bastarse a si mismo para derrumbar la sentencia atacada, de suerte
que no sea admisible la simultánea aducción de diversas y encontradas
circunstancias que, por ejemplo, conduzcan dentro de ámbitos distintos a la
invalidación de la actuación procesal.
"En efecto, es bien sabido que de conformidad con lo regulado en el artículo 250.5 de
la Constitución Política, la Fiscalía General de la Nación tiene competencia para
investigar y actuar en todo el territorio y que, consecuente con esta atribución, la
actividad instructiva que le es propia, en principio, no supone la existencia de una
concreta y previa determinación de asuntos de los cuales deba conocer, o lo que es
igual, que dada la órbita general de competencias que tiene para el cumplimiento de
sus funciones dentro de dicha fase, no es viable afirmar de manera general que actos
de instrucción puedan verse afectados de nulidad por no haber sido adelantados por
alguna autoridad especial de dicha entidad, con la limitante referida a aquellos
asuntos promovidos contra funcionarios con fuero, en relación con los cuales, dado su
particular carácter, el conocimiento de los mismos debe desarrollarse por
determinadas autoridades a riesgo de viciarse la actuación procesal".
129
las Fiscalías Regionales o Seccionales hacen parte de la justicia ordinaria, aun
cuando nada obsta que aquello si sea predicable, pero por quebranto de otras
garantías inherentes al debido proceso o al derecho de defensa.
Sentencia Casación
FECHA : 17/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : HORTUA RAYO, FERNEY ANTONIO
PROCESADO : COY PINEDA, CARLOS ABEL
DELITOS : Cohecho por dar u ofrecer
PROCESO : 15623
PUBLICADA : Si
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1. La acción de revisión procede contra sentencias que hayan hecho tránsito a cosa
juzgada, dispone perentoriamente el Art. 232 del C. de P. Penal, y el escrito por cuyo
medio se pretende su remoción no es de libre formulación, por cuanto el Art. 234
130
ibidem impone el cumplimiento de los presupuestos de forma y contenido allí
relacionados, cuya inobservancia hace que la respectiva demanda resulte inidónea y
por consiguiente su inadmisión es la consecuente declaración que ha menester hacer.
Entre las exigencias señaladas en el precepto citado en último lugar, su inciso final
establece que con el escrito correspondiente debe acompañarse copia de los fallos de
primero y segundo grados, "y constancia de su ejecutoria", según el caso, cuya
omisión, dado el carácter rogado de la acción, no le es posible enmendar de oficio a la
Corte.
"No basta relacionar las pruebas cuando para quebrar la condición de res iudicata que
ostenta una sentencia en firme, el actor invoca la acción de revisión; es menester
aportar con la demanda, ha precisado la Sala en múltiples ocasiones, los elementos
de persuasión con los cuales se pretende acreditar los hechos básicos de la petición,
so pena de que aquella sea rechazada, pues, independientemente de las
consecuencias o resultados que pueda deparar su desarrollo ante la eventualidad de
que se ordene impartir el trámite de rigor a la respectiva acción rescisoria, tal
exigencia se erige en presupuesto formal de insoslayable cumplimiento a voces del
artículo 234-4 de la Ley Procesal Penal." -auto de julio 6 de 1999, Rdo. 14.404, M.P.,
Dr. Jorge Aníbal Gómez Gallego-.
Acción de Revisión
FECHA : 17/05/2001
DECISION : Reconoce apoderado, rechaza in límine la
demanda de
revisión
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Militar
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : HARVEY OSORIO, JOSE
DELITOS : Abandono del servicio
PROCESO : 17210
PUBLICADA : Si
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131
audiencia especial y la sentencia anticipada/ SENTENCIA ANTICIPADA-
Oportunidad en el juicio/ SENTENCIA ANTICIPADA-Negación dentro del
término legal: No genera nulidad; se ajusta la pena/ NULIDAD
Así, en fallo de fecha 16 de abril de 1998, radicación 10.397, con ponencia de los
Magistrados Jorge Aníbal Gómez Gallego y Carlos Eduardo Mejía Escobar, reiterado,
entre otros, en el de fecha 11 de junio de ese mismo año, radicación 10.327, ponencia
del Magistrado Dídimo Páez Velandia y quien cumple igual función en este asunto,
expresó:
Se indicó a continuación que "para precisar el "antes", como momento que precede
ese algo que se discute", debe saberse cuándo se entiende jurídicamente cerrada la
investigación, no solamente a la luz de lo establecido en el mencionado precepto, que
no define el asunto y apenas lo tiene como punto de referencia para situar un plazo
legal, sino desde la óptica más clara y directa de normas como las siguientes:
Los artículos 196 y 197 del mismo ordenamiento procesal, en cuanto las providencias
quedan en firme respecto de su contenido declarativo y dispuestas para ejecutar lo
que de ellas se deriva, cuando hayan transcurrido tres días contados a partir de la
última notificación, lo cual se reitera en el referido artículo 438, en cuanto dice que el
traslado a los sujetos procesales para alegar sólo se realizará una vez ejecutoriada la
providencia de cierre.
También el artículo 334 del Código de Procedimiento Civil, dentro del título de efecto y
ejecución de las providencias, determina de que sólo podrá exigirse la ejecución de
las decisiones judiciales una vez ejecutoriadas. La Corte agregó en la jurisprudencia
en cita:
"Se concluye parcialmente que ese "antes" escrutado no se agota con la mera
declaración de cierre de investigación, sino que se proyecta hasta la ejecutoria de la
respectiva providencia. Aunque se pensara, en gracia de discusión, que el genuino
querer de los redactores de la ley se orientaba a sellar la oportunidad con el sólo
proferimiento de la resolución, lo cierto es que no fue eso lo que expresaron
claramente en el texto normativo, y por ello se impone esta suerte de interpretación
contextual o sistemática que, frente a la ambigüedad de la letra de la ley, es el único
método que suministra seguridad jurídica, uno de los valores fundamentales del
derecho -aunque no el único-, en el sentido de que fijar como punto de llegada la
ejecutoria de las resoluciones es algo que, no sólo por su sentido jurídico - sistemático
sino también por su ambientación en la práctica judicial para otras instituciones,
resulta más fácil de prever a los destinatarios de la norma."
132
número de procesos pendientes de solución y que significan impunidad latente. Estos
objetivos sociales estarían más limitados con la interpretación que para la Corte (por
mayoría) no puede prosperar, por contener una restricción del plazo que ni siquiera se
aviene con el contexto legal; en cambio, aquéllos tendrían más posibilidades de
desarrollo en la significación normativa que aquí se avala. Y la eficacia de la norma,
entendida como el logro de ciertos objetivos sociales, obviamente no puede ser ajena
a la interpretación y aplicación del derecho".
133
"En efecto, a la sentencia condenatoria, previa audiencia especial, se llega en virtud
de un acuerdo, de una transacción, cuando hay duda probatoria sobre la existencia de
alguno o algunos de los aspectos a que se refiere el artículo 37A: adecuación típica,
grado de participación, forma de culpabilidad, circunstancias del delito, condena de
ejecución condicional y preclusión por otros comportamientos sancionados con pena
menor. En cambio, a la sentencia anticipada se arriba no en virtud de un consenso,
"sino porque el procesado, motu proprio, resuelve admitir los cargos, sin condiciones
ni controversia", como lo ha sostenido la Sala.
4. El inciso último del artículo 37 del Código de Procedimiento Penal, modificado por el
3° de la ley 81 de 1993, que se hallaba rigiendo al efectuar la solicitud (julio 10 de
1996, fs. 223 a 225 cd. 4), antes de la reforma que disminuyó a una octava parte la
concesión, introducida por el artículo 11 de la ley 365 de 1997, establecía la segunda
oportunidad para el trámite de sentencia anticipada en los siguientes términos:
Tal fijación de fecha para audiencia, al igual que sucedía en la citación para sentencia
(art. 457 C. de P. P., derogado por el 52 L. 504/99), se produce jurídicamente por
medio de una providencia de sustanciación, que debe notificarse.
134
En virtud del principio de integración, ha de observarse también lo establecido por el
artículo 334 del Código de Procedimiento Civil, acerca de poderse exigir la ejecución
de las decisiones judiciales una vez ejecutoriadas.
Se concluye entonces que se podrá dictar sentencia anticipada, así mismo, cuando
proferida la resolución de acusación y hasta la ejecutoria del auto que fija fecha para
la celebración de la audiencia pública, o para la citación para sentencia, en el caso, el
procesado aceptare la responsabilidad penal respecto de todos los cargos allí
formulados.
Pero también se dejó en claro que la "prevista nulidad habrá de examinarse sin
perjuicio de la solución menos traumática para los objetivos del proceso penal, pues
así se desprende de variados principios que rigen la institución".
....
Sentencia Casación
FECHA : 17/05/2001
DECISION : Desestima, casa parcial y oficiosamente
rebajando la 6
parte de la pena
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : VELA MONTAÑA, GUILLERMO
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 15634
PUBLICADA : Si
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135
2. En punto de la decisión que debe adoptarse en este caso, conviene precisar que las
circunstancias con potencialidad para alterar las reglas generales de competencia,
aparte de estar referidas a factores externos y poseer la virtualidad suficiente para
incidir en la función de administrar justicia, deben ser demostradas por quien
pretende el cambio de radicación.
"El cambio de radicación -ha sostenido la Corte - sólo procede ante la cabal
demostración de los factores objetivos señalados, los cuales por su gravedad y
actualidad imponen la remoción del proceso del sitio donde se adelanta la causa.
Precisado lo anterior, hay que afirmar en este evento que la insular referencia que
hace el postulante a la parcialidad del juzgador, per se, no sustenta la eventual
procedencia del extrañamiento del proceso de su sede natural.
Tampoco constituye circunstancia con potencialidad para alterar las reglas generales
de competencia, que el procesado crea que la solidaridad de cuerpo afecta la
imparcialidad que deben observar los jueces en el trámite de los asuntos a su cargo.
Cambio de Radicación
FECHA : 17/05/2001
DECISION : Niega el cambio solicitado
PROCEDENCIA : Juzgado 2 P.M.
CIUDAD : Quibdó
PROCESADO : DIAZ CAÑADAS, GONZALO
DELITOS : Calumnia, Injuria
PROCESO : 18157
PUBLICADA : Si
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1. La Sala ha indicado reiteradamente en su jurisprudencia que las solicitudes de
cambio de radicación formuladas por los jueces deben ser conocidas inicialmente por
el Tribunal Superior del Distrito Judicial respectivo, para confirmar o descartar si el
problema puede solucionarse con el traslado del proceso a otro circuito dentro del
mismo distrito.
Sin embargo, en este evento, el estudio previo por el Tribunal Superior del Magdalena
no es necesario, debido a que en dicho Distrito únicamente existe un solo juez de
circuito penal especializado, el de Santa Marta, con competencia en todo el
Departamento, por lo cual, precisamente se pretende el cambio de radicación con
destino a una jurisdicción territorial distinta.
Es, entonces, fin primordial del cambio de radicación asegurar que el fallo sea
proferido por un juez que esté en el medio adecuado para que pueda dispensar una
recta, cumplida y eficiente administración de justicia, cuando por converger alguna de
las circunstancias anteriores, la serenidad ideal en el funcionario judicial competente
se hubiere quebrantado.
Quien acepta el cargo de Juez de la República, al tiempo que es enaltecido con tal
dignidad, asume de manera consciente ciertos riesgos que la noble labor de
administrar justicia comporta. El Estado debe velar por la minimización de esos
riesgos dotando a los jueces de todas las medidas de seguridad que llegaren a
requerirse en un momento dado.
137
5. Tratándose del procesado privado de la libertad corresponde al Instituto Nacional
Penitenciario y Carcelario INPEC proveer cuanto fuere necesario para garantizar su
seguridad, cualquiera sea la cárcel en que se encuentre detenido, como lo dispone la
Ley 65 de 1993, Código Penitenciario y Carcelario. A esta autoridad deben dirigirse las
peticiones que se estime pertinentes.
Cabe recordar que el derecho a la vida y la integridad personal de que es titular todo
adulto capaz, conlleva arraigado indisolublemente el deber de propender por el
propio cuidado. De ahí que, sería inútil que el Estado despliegue sus instrumentos
destinados a garantizar la vida de sus asociados, si estos se sustraen a las
obligaciones inherentes a la función social que deriva del derecho a vivir en
comunidad.
Por ello, si el señor (...) tiene conocimiento de personas o grupos que pudieran
acometer contra su vida, debe presentar las denuncias pertinentes, para que las
autoridades encargadas adopten los correctivos a que haya lugar. A la sazón, los
artículos 75 y 76 de la Ley 65 de 1993, prevén la posibilidad de trasladar a un interno
de un reclusorio a otro que ofrezca mayores condiciones de seguridad, o por motivos
excepcionales, cuando un detenido o condenado constituya un peligro evidente para
la vida e integridad personal de algunos de sus compañeros o empleados del
establecimiento, por virtud de enemistad grave o amenazas manifiestas.
Cambio de Radicación
FECHA : 17/05/2001
DECISION : Niega el cambio solicitado
PROCEDENCIA : Juzgado 2 P.C.E.
CIUDAD : Santa Marta
PROCESADO : ROJAS MENDOZA, RIGOBERTO
DELITOS : Homicidio agravado, Concierto para delinquir
PROCESO : 18226
PUBLICADA : Si
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138
recurrente, por lo tanto, al haber sido decidida no podía volver a plantearse en la
etapa del juicio, ni por la misma causal, como lo hiciera el defensor.
139
Unica Instancia
FECHA : 22/05/2001
DECISION : No repone auto que negó nulidades
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : SALCEDO BALDION, FELIX
DENUNCIANTE : PASTOR CASTELLANOS, JUSTO
DELITOS : Enriquecimiento ilícito
PROCESO : 8099
PUBLICADA : Si
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Significa lo anterior que ese profesional del derecho tuvo la oportunidad de ejercer la
labor encomendada, pues contó con un término que, si bien no fue amplio, resultaba
suficiente para conocer el diligenciamiento y proceder a realizar las actividades
defensivas que a bien tuviera, es decir, que desde que se encargó de la defensa
corrieron dos días hábiles en los que pudo solicitar pruebas, pedir que aún no se
clausurará la investigación e impugnar esa decisión. Así mismo, una vez ejecutoriada,
pudo haber presentado alegatos precalificatorios.
Por otra parte, a partir del 15 de mayo, día en que el proceso ingresó al despacho
para la correspondiente calificación del sumario, designó un nuevo defensor, el que
fungió como tal hasta dos días antes de quedar ejecutoriada la resolución de
acusación, fecha en que otorgó poder al profesional que ahora recurre en casación y a
quien se le debe tener como defensor desde el día en que presentó el memorial poder
(cuando además solicitó copias de la actuación), al tenor de lo preceptuado por el
artículo 142 del C. de P. Penal, así el reconocimiento como tal sólo se haya efectuado
el 11 de junio, pues esa determinación no puede desconocer lo preceptuado en la
140
norma citada, en el sentido de que "el defensor designado por el sindicado podrá
actuar a partir del momento en que presente el respectivo poder y desplazará al
defensor que estuviere actuando".
Por otra parte, tanto el casacionista como el Ministerio Público hacen hincapié en que
la falta de abogado al momento de proferirse la medida de aseguramiento, impidió
que se recurriera esta decisión, con lo que se afectó el derecho de defensa, pero sin
que indiquen cuál era la trascendencia de esa actuación, esto es, cómo de haberse
impugnado ello hubiese redundado en beneficio del procesado.
Sobre este tema, cabe recordar que no basta enumerar las pruebas presuntamente
omitidas, sino que es preciso señalar su fuente, su conducencia, pertinencia y utilidad
y su incidencia frente a la parte conclusiva del fallo, ya que como lo ha señalado la
jurisprudencia, la no práctica de determinadas diligencias no constituye, per se,
quebrantamiento del derecho de defensa, pues el funcionario judicial únicamente
está obligado a decretar bien sea de oficio o a petición de los sujetos procesales, la
práctica de aquellas pertinentes y útiles para los fines de la investigación y formación
del convencimiento, por lo que la omisión de las inconducentes, dilatorias o inútiles
no constituye quebrantamiento de ningún derecho.
Sobre este tema, cabe recordar que no basta enumerar las pruebas presuntamente
omitidas, sino que es preciso señalar su fuente, su conducencia, pertinencia y utilidad
y su incidencia frente a la parte conclusiva del fallo, ya que como lo ha señalado la
jurisprudencia, la no práctica de determinadas diligencias no constituye, per se,
quebrantamiento del derecho de defensa, pues el funcionario judicial únicamente
está obligado a decretar bien sea de oficio o a petición de los sujetos procesales, la
práctica de aquellas pertinentes y útiles para los fines de la investigación y formación
del convencimiento, por lo que la omisión de las inconducentes, dilatorias o inútiles
no constituye quebrantamiento de ningún derecho.
141
considerarla superflua, en razón a que independientemente del número de camas que
hubiera en la habitación donde ocurrió el hecho y de su ubicación, aparecía
establecido con la versión de la víctima, corroborada con el dictamen médico forense,
que el procesado "realizó maniobras repetidas a nivel anal que dejaron como huella
en el menor una luz de un 1 cm.". Además, porque dicha diligencia resultaba tardía
para verificar los aspectos aludidos por la defensa en aquella oportunidad.
Del mismo modo, no logra saberse si el defensor quiso referirse al error de hecho por
falso raciocinio, cuando sostiene que no hay vinculación entre la experticia médica y
el hecho que se pretende probar; o al error de hecho por falso juicio de identidad,
cuando asegura que se falsificó la expresión fáctica de la prueba; o al error de
derecho por falso juicio de convicción, cuando cuestiona el Tribunal por haberle dado
a ese medio el valor de plena prueba.
Sentencia Casación
FECHA : 22/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : HUEPE ORTIZ, GILBERTO
DELITOS : Acceso carnal abusivo con menor de 14 años
PROCESO : 13899
PUBLICADA : Si
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142
demanda y luego el estricto acatamiento de las exigencias formales y sustanciales
previstas en el artículo 234 del estatuto procesal penal.
La anterior conclusión surge nítida porque no obstante que de los posibles motivos de
revisión (prescripción de la acción y muerte del procesado) tuvo noticia el Procurador
General de la Nación al decir del demandante por información de la señora (...)
(personas ésta ajena por completo al proceso adelantado contra LUCIANO VELASQUEZ
por fraude procesal y estafa), es lo cierto que ninguna decisión se adoptó por su
titular en orden a delegar en el Procurador 4° Delegado en lo Penal para la Instrucción
y el Juzgamiento el desarrollo de los trámites judiciales indispensables para el logro
de la rescisión del fallo de segunda instancia que finiquitó en la forma conocida la
referida investigación penal.
Acción de Revisión
FECHA : 22/05/2001
DECISION : Declara la nulidad de lo actuado, ordena el
archivo del
143
expediente.
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : VELASQUEZ, LUCIANO
DELITOS : Estafa, Fraude procesal
PROCESO : 13638
PUBLICADA : Si
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Por regla general, el juez competente para conocer de un asunto resulta ser, en virtud
del factor territorial, el del lugar de comisión del hecho. Empero, el artículo 80 del C.
de P. Penal establece excepciones a dicho principio al regular sobre la competencia a
prevención, disponiendo que en los eventos en que el hecho se haya realizado en
varios sitios, en lugar incierto o en el extranjero -regla que igualmente impera para los
delitos conexos-, conocerá del caso por la naturaleza del hecho el funcionario judicial
del territorio:
Ahora, sabiéndose que entre los delitos conexos imputados al procesado se encuentra
el de porte ilegal de arma de fuego de defensa personal -comportamiento punible con
carácter de conducta permanente-, y que los prófugos en su recorrido luego de salir
de Bogotá irrumpieron en el espacio geográfico del Distrito Judicial Cundinamarca
para volver a retornar al lugar inicial de origen, son aspectos que permiten concluir,
sin hesitación alguna, que la mentada ilicitud se perpetró en varios sitios.
Por modo que, establecido como se tiene que en el presente asunto se procede por
delitos conexos, que en relación con el homicidio el lugar donde se cometió deviene
incierto, y que respecto del atentado contra la seguridad pública su consumación
acaeció en diversas jurisdicciones, la solución al conflicto planteado no puede ser
distinta a la que para estos eventos contempla con la competencia a prevención el
artículo 80 del C. de P. Penal, correspondiéndole por consiguiente proseguir con el
conocimiento del asunto, al funcionario judicial del territorio donde primeramente se
iniciaron de oficio las pesquisas, el mismo que primero profirió en este caso la
resolución de apertura de instrucción, que dada la naturaleza de los hechos objeto de
juzgamiento y encontrándose las diligencias en la etapa de la causa, lo es el Juez
Único Penal del Circuito de Funza, Cundinamarca, como acertadamente lo vislumbró
el Juez 46 Penal del Circuito de Bogotá.
144
FECHA : 22/05/2001
DECISION : Asigna al juez único P.C. de Funza -Cundinamarca
PROCEDENCIA : Juzgado 46 P. C.
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : SUSPES CASTELLANOS, CESAR AUGUSTO
DELITOS : Hurto, Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
PROCESO : 17560
PUBLICADA : Si
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1. El artículo 225 del Código de Procedimiento Penal establece los requisitos formales
que debe reunir toda demanda de casación. De manera que el incumplimiento total o
parcial de los mismos conduce a su rechazo y a la consecuente declaratoria de
deserción del recurso, al tenor de lo previsto en el artículo 226 ibídem.
Auto Casación
FECHA : 22/05/2001
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara desierto
el
recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : VIVEROS BONILLA, SOFONIAS
DELITOS : Homicidio culposo
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PROCESO : 16131
PUBLICADA : Si
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1. Tal como lo analizó el a quo, el artículo 119 del estatuto procesal penal señala la
competencia de la Fiscalía General de la Nación y sus delegados en todo el territorio
nacional, además que ese mismo precepto contempla la posibilidad de distribuirse de
acuerdo con "las necesidades del servicio y la especialidad técnica", y e inclusive que
puedan instruir, calificar y acusar por delitos realizados fuera de su sede.
De lo anterior se infiere, que no siempre tiene que mediar una causa grave para
desplazar esas funciones de un Fiscal a otro de diferente Distrito Judicial, que tiene
plena competencia. Además, no se observa cómo ese traslado hubiera podido influir
desfavorablemente en la defensa del doctor (...), cuando si bien no recusó a la Sala
presidida por el Magistrado Carlos Alejandro Chacón Moreno cuando la actuación llegó
a ese Tribunal para el control de legalidad que éste solicitara, lo propició en la etapa
del juicio.
2. Estima esta Sala acertadas las consideraciones del Tribunal cuando indica que de
conformidad con el art. 246 del C. de P. P., "Toda providencia debe fundarse en
pruebas legal, regular y oportunamente allegadas a la actuación", carácter del cual
carecían tales copias.
Dichos documentos fueron aportados sin haber sido ordenados, y después de haberse
clausurado la etapa instructiva, luego no le era dado a la Fiscal entrar a considerarlos.
4. Sobre este aspecto, esta Sala, con ponencia de quien ahora cumple igual función,
en providencia de 28 de marzo de 2000, rad. 17.071, ha analizado en relación con la
aplicación del inciso 2° del numeral 5° del art. 415 del C. de P. P., de conformidad con
lo analizado por la Corte Constitucional en su sentencia C-846/99:
"Claro está, que lo anterior no significa como ya se mencionó, que la audiencia jamás
pueda suspenderse; supone, eso sí, que la interrupción del curso normal de esta
etapa del juicio debe ser excepcional, por el tiempo mínimo que las circunstancias lo
requieran, y, bajo ningún supuesto, puede fundarse en criterios arbitrarios, ni en la
indebida actuación del juez o de quienes intervinieron en el proceso. En otras
palabras, la suspensión tiene que estar plenamente justificada.
... ... ...
De igual forma, la exequibilidad del aparte analizado, también debe estar
condicionada al entendido de que la causal por la cual se ordena la suspensión de la
audiencia ha de ser razonable, estar plenamente justificada y el término de duración
debe ser el mínimo que las circunstancias lo ameriten"."
146
En este orden de ideas, si bien la solicitud de libertad la elevó el anterior defensor del
doctor DUPLAT cuando se acababan de vencer objetivamente los 6 meses de
ejecutoria de la resolución de acusación, que corresponde al 1° de marzo del año en
curso, dado que la fecha de la acusación de segunda instancia es de 29 de agosto de
2000, no es menos cierto que la suspensión de la audiencia el 7 de marzo pasado, se
llevó a cabo cuando ya se habían practicado la mayoría de las pruebas solicitadas y
en razón del artículo 455 del Código de Procedimiento Penal, causal legal para esa
suspensión, que la justifica.
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147
facultades para analizar los temas destacados por la defensa sobre los supuestos
materiales de la actuación ejecutiva, pues la inhibe la propia organización política del
Estado que, centrada en la Constitución y demás reglamentaciones, delimita las
órbitas de competencia de cada autoridad.
Extradición
FECHA : 22/05/2001
DECISION : Niega devolución del exp., no considera solicitud
de
pruebas, niega otras del Ministerio Público.
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : ARBOLEDA SALDARRIAGA, MARCO ANTONIO
PROCESO : 16727
PUBLICADA : Si
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148
trámite cuyo thema probandum se encuentra suficiente y precisamente determinado
por el legislador en el artículo 558 del Código de Procedimiento Penal - la validez
formal de la documentación presentada, la demostración plena de la identidad del
solicitado, la concurrencia de la doble incriminación, la equivalencia de la providencia
proferida en el extranjero y, eventualmente, el cumplimiento de lo previsto en los
tratados públicos -.
3. En efecto, de una parte, la Corte no adelanta contra el señor (…) un proceso penal,
como para referirle toda nuestra normatividad. Como se sabe, la Sala exclusivamente
desarrolla un trámite, dentro del cual, más adelante, debe producir un concepto sobre
una invocación realizada por otro país; y, de la otra, como quiera que en este asunto
se aplica lo pertinente del Código de Procedimiento Penal y éste expresa como uno de
los requisitos para conceder la extradición que por lo menos se haya dictado en el
exterior "...resolución de acusación o su equivalente" ( artículo 549-2 ), fácilmente se
concluye que no es imprescindible la concurrencia de una sentencia condenatoria
ejecutoriada.
Nótese - repite la Sala - que es la propia ley colombiana la que confiere presunción de
autenticidad y legalidad a los documentos otorgados por autoridades extranjeras o
con su intervención. Si han sido presentados ante las autoridades diplomáticas
colombianas, o ante las de una nación amiga, se tienen como expedidos conforme
con la ley del respectivo país. Por esto el artículo 259 del Código de Procedimiento
Civil - modificado por el Decreto 2282 de 1989 -, aplicable en virtud del principio de
integración previsto en el artículo 21 del Estatuto Procesal Penal, dispone que "Los
documentos públicos otorgados en país extranjero por funcionario de éste o con su
intervención, deberán presentarse debidamente autenticados por el cónsul o agente
diplomático de la República, y en su defecto por el de una nación amiga, lo que hace
presumir que se otorgaron conforme a la ley del respectivo país".
6. Una vez más, la apoderada olvidó el objeto materia de trabajo de la Corte. Como
bastante se ha dicho, ésta no cuenta dentro de sus facultades legales con la
posibilidad de rebatir ningún aspecto relacionado con la presunta responsabilidad
penal del ciudadano pedido en extradición por hechos que hubiera podido perpetrar
en jurisdicción foránea, tarea que compete a otras autoridades, especialmente al juez
del país extranjero y, desde luego, a los varios sujetos procesales que allí, en la sede
del requirente, integran el contradictorio. La labor de la Sala está taxativamente
circunscrita por la Constitución y por el artículo 558 del Código de Procedimiento
Penal.
Extradición
FECHA : 22/05/2001
DECISION : No repone auto del 15-08-00 sobre pruebas y
nulidad
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : SANCHEZ CRISTANCHO, JAIRO MARIO
PROCESO : 16711
PUBLICADA : Si
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149
EXTRADICION POSITIVA-Concepto de la Corte Suprema de Justicia/
EXTRADICION POSITIVA-Ejecutivo: Decisión final frente al pedido de
extradición/ EXTRADICION POSITIVA-Validez formal de la documentación/
EXTRADICION POSITIVA-Doble incriminación: Concierto para delinquir/
EXTRADICION POSITIVA-Equivalencia de la acusación/ CONCIERTO PARA
DELINQUIR/ NARCOTRAFICO
1. De acuerdo con lo dispuesto por el artículo 558 del Código de Procedimiento Penal,
"La Corte fundamentará su concepto en la validez formal de la documentación
presentada, en la demostración plena de la identidad del solicitado, en el principio de
la doble incriminación, en la equivalencia de la providencia proferida en el extranjero
y, cuando fuere el caso, en el cumplimiento de lo previsto en los tratados públicos".
De manera que, contrario al querer de la defensa pero con estricta sujeción a la ley, la
Sala limitará su análisis a la verificación de estos aspectos sin invadir las
competencias propias del Ejecutivo en un trámite que, como se sabe, de las tres
etapas que lo integran sólo en la intermedia interviene la Corte, pero exclusivamente
para examinar el cumplimiento de los requisitos formales.
Por esta razón, la Corte no abordará el examen de las implicaciones que para la
concesión de la extradición tenga el hecho de que la señora (...) hubiese sido
condenada por el Juzgado Tercero Penal del Circuito Especializado por infringir la Ley
30 de 1986 o Estatuto Nacional de Estupefacientes ni cotejará los hechos que le
imputan las autoridades norteamericanas para determinar su identidad o no con los
valorados por la justicia colombiana, pues ello compete al Ejecutivo como, una vez
más, lo reiteró la Sala en decisiones de 20 y 28 de marzo de 2001, radicados 16.708 y
17.881, respectIvamente.
3. Hope Hill, Subsecretaria del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el
Distrito Sur de La Florida, División de Miami, certificó la autenticidad tanto de la
acusación formal inicial como de la segunda acusación de sobreseimiento (fls. 110 y
94 anexo); Thomas G. Snow, Director de la Oficina de Asuntos Internacionales del
Departamento de Justicia avaló las firmas de quienes suministraron las declaraciones
de apoyo (fl. 144) y la Secretaria General del Departamento, Janet Reno, hizo lo propio
con la del señor Snow (fl. 145). Por su parte, el Oficial de Autenticaciones del
Departamento de Estado expidió igual certifi-cación respecto de la documentación
proveniente del Departamento de Justicia (fl. 146) y la Cónsul de Colombia en
Washington D.C., cuya firma es refrendada por el Ministerio de Relaciones Exteriores
de Colombia (fl. 147 vto.), dio fe de que en efecto quien suscribe el documento es el
oficial de autenticacio-nes (fl. 147).
150
4. El primer cargo se refiere igualmente a la conspiración para importar heroína,
conducta punible que describe nuestra legislación en el artículo 186 del Código Penal
-modificado primero por el artículo 8º de la Ley 365 de 1997 y luego por el artículo 4º.
de la Ley 589 de 2000- según el cual "Cuando varias personas se concierten con el fin
de cometer delitos, cada una de ellas será penada, por ese solo hecho, con prisión de
tres (3) a seis (6) años", pero si el comportamiento se realiza para cometer delitos de
narcotráfico, la pena será de prisión de diez (10) a quince (15) años y multa de dos
mil hasta cincuenta mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Los cargos II, V, VII, IX, XI y XIII también se refieren a conductas que en Colombia
están tipificadas en las disposiciones que se acaban de señalar, esto es, los artículos
186 del Código Penal -subrogado por el artículo 8º de la ley 365 de 1997 y modificado
por el artículo 4º de la ley 589 de 2000- y 33 del Estatuto Nacional de Estupefacientes
-modificado por el artículo 17 de la ley 365 de 1997-.
El cargo III, que alude a la conspiración para distribuir drogas, encuentra acomodo en
la legislación colombiana en el concierto para cometer delitos relacionados con el
narcotráfico que consagra el ya citado artículo 186 del Código Penal, en armonía con
el inciso 1º del artículo 33 de la Ley 30 de 1986.
Concepto Extradición
FECHA : 22/05/2001
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : HIGUERA MORENO, DESSY
DELITOS : Violación a la Ley 30/86, Concierto para delinquir
- Ley
30/86
PROCESO : 17344
PUBLICADA : Si
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En relación con la solicitud que ahora ocupa la atención de la Sala, de bulto surge su
inconsistencia e imprecisión, pues además de incluir motivos no previstos por la ley,
en cuanto al único que si lo está, el respectivo escrito se limita a la nuda mención de
la situación de orden público que registra el departamento de Antioquia agravada por
la presencia e intervención en cercanías de su capital de alguna facción de grupos al
margen de la ley, más exactamente de los llamados paramilitares, sin señalar en
151
forma precisa el efecto que ello pudiera tener en la actividad judicial que se pretende
precaver.
"Para una interpretación razonable de los motivos de orden público a los que se
refiere el artículo 83 del Código de Procedimiento Penal, la Corte entiende que ha de
establecerse una razón vinculante entre el proceso que ahora se adelanta en
Florencia y algunas manifestaciones específicas de perturbación, zozobra e
inseguridad producidas por los hechos a los cuales se concreta aquél. Si las
dificultades de la actividad judicial se vinculan genéricamente con el deteriorado
orden público reinante en la región, bastaría determinar que el departamento de
Caquetá fue declarado zona especial de orden público, y de una vez se paralizaría la
administración de justicia en dicha entidad territorial, porque todos los procesos
tendrían que cambiar de radicación por el generalizado entorpecimiento de la
convivencia en paz, absurdo tan intolerable como saber que, si bien la justicia no es la
responsable del manejo del orden público, su ausencia, y ahora su huida,
inocultablemente contribuyen a acentuar el deterioro de las condiciones necesarias
para el ejercicio de los derechos y libertades públicas.
2. En cuanto a los restantes motivos referidos a los familiares de las víctimas, por
desaparición de uno de sus miembros y amenazas para otros, al igual que para el
apoderado de la parte civil y la O.N.G. ante quien inicialmente se puso en
conocimiento la situación que originó el proceso, aunque pudieran ser ciertos,
ninguno de ellos pone al descubierto cualquiera de las opciones dadas por el
legislador para hacer jurídicamente posible el cambio de competencia en razón del
territorio, a lo cual es necesario agregar la consideración de que los factores de
seguridad o de protección a la integridad personal como motivo para acceder a
peticiones como la del fiscal acusador, se encuentran exclusivamente referidos al
sindicado y sólo para cuando ello pueda afectar las garantías procesales que le son
inherentes.
Cambio de Radicación
FECHA : 22/05/2001
DECISION : Niega el cambio de radicación solicitado
PROCEDENCIA : Juzgado 3 P.C. E.
CIUDAD : Medellín
152
PROCESADO : PRADA BARAJAS, DAVID
DELITOS : Secuestro simple
PROCESO : 18198
PUBLICADA : Si
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1. La censura por falta de competencia del juez de primer grado no sólo se quedó en
su simple formulación, pues no recibió la debida demostración y desarrollo, sino que
no corresponde a la realidad normativa. Basta leer desprevenidamente el artículo 337
del Código Penal Militar de la época -Decreto 2550 de 1988- para advertir que el
reproche carece totalmente de soporte legal, pues de acuerdo con tal precepto, "Los
comandantes de fuerzas navales, bases navales y base de entrenamiento conocen en
primera instancia de los procesos penales militares contra oficiales, sub oficiales,
grumetes, alumnos y demás personal militar bajo su mando". Agréguese a esto que
en lo relacionado con la Jurisdicción Militar importa tener en cuenta todo lo inherente
al mando y que estando creados legalmente los jueces pueden ser reactivados a
partir de esta función, afirmación que adquiere mayor contenido si se tiene en cuenta
que el Código penal Militar, no hace ninguna distinción en cuanto a los destinatarios
de sus juzgadores.
2. En la exposición del cargo por la presunta falta de competencia del juez de primera
instancia el casacionista introdujo otras hipotéticas nulidades, que sustentó en la
violación del debido proceso por la supuesta infracción de los principios non bis in
ídem y la prohibición de la reformatio in pejus. Sin embargo, olvidó que cuando se
proponen varias irregularidades con capacidad anulatoria es menester separar los
reproches y realizar el planteamiento con autonomía en cada caso, con observancia
del principio de preeminencia, es decir, debe presentar una nítida propuesta principal
y las demás en 2º., 3er., 4to., etc., lugar, pues las consecuencias que dimanan de la
eventual existencia de una de ellas pueden afectar de manera diferente y desde
distinta oportunidad el trámite del proceso*.
3. El hecho de que en contra del oficial (…) se hubieran ejercido en forma simultánea
las acciones penal y disciplinaria por las mismas irregularidades no configura
violación del principio non bis in ídem. Como lo ha reiterado esta Corporación** , las
pretensiones con las acciones penales y disciplinarias son diferentes y tienden a
diversas finalidades, pues mientras la penal tutela y garantiza derechos individuales,
sociales y estatales, la segunda busca regular, alinear y velar por el correcto
comportamiento de grupos humanos que realicen actividades profesionales regladas
por el Estado. Por esa razón, tales acciones no se excluyen y pueden coexistir con
autonomía. Seguramente por el mismo motivo el artículo 115 del reglamento de
Régimen Disciplinario para las Fuerzas Militares (Decreto 085 de 1989) prevé que " Si
se hubiere sancionado disciplinariamente un hecho del cual podría derivarse la
comisión de un delito, se ordenará la acción penal correspondiente".
153
le atribuye al Tribunal, apartándose así de las exigencias de la casación (artículo 225-
3 del C. de P. P.).
5. Si bien es cierto que en el caso analizado el procesado debe ser recibido como
apelante único porque el otro impugnante, el Ministerio Público, recurrió en pro de
aquél pues persiguió su absolución con fundamento en la duda***, también lo es que
el Tribunal Superior Militar no vulneró la proscripción de la reformatio in pejus
consagrada en los artículos 31 de la Carta Política, 17 y 227 del Código de
Procedimiento Penal.
"Cuando el constituyente declara que nadie puede ser juzgado sino conforme a leyes
preexistentes al acto que se le imputa, está declarando implícitamente, entre otras
muchas cuestiones, que a nadie se le puede imponer pena no prevista por el
legislador para ese hecho. Ese legislador, en el orden jurídico-político colombiano, ha
decidido, a su vez, un sistema punitivo ecléctico que contiene elementos de los
regímenes de punibilidad judicial y punibilidad administrativa o penitenciaria, es
decir, que el legislador define topes y criterios, el juez individualiza la pena dentro de
esos límites y la administración jalona el proceso de ejecución de la pena pero
sometida a controles judiciales definidos previamente en la ley. Y en tanto mayor o
menor movilidad considere el legislador que debe otorgar al juez, así lo declara de
manera expresa, juicio político éste que se manifiesta en normas como las que
regulan los términos de duración de las diversas clases de pena (art. 44 Código
Penal), la distinción entre penas principales y accesorias (arts. 41 y 42) las que
definen cuándo y a cuáles penas principales acceden las accesorias (art. 52) o cómo
154
se ejecutan o con qué criterios se aplican, o qué mecanismos alternativos o sustitutos
proceden para ellas y en qué clase de eventos".
"De modo que es por ello por lo que el margen de apre-ciabilidad que la Carta otorga
al juez para aplicar la pena e impo-nerla en concreto, no es, no puede ser,
enteramente libre, desata-da o absuelta, sino que la misma debe ser conforme a
leyes preexistentes tal y como lo declara el artículo 29 del documento fundante del
Estado Colombiano. Salirse de ese entorno, y admitirse tal marginamiento bajo la
consideración de una prevalencia de la prohibición de reforma en peor, prioridad que
la Constitución no declara, es tanto como validar una función judicial absolutizada,
descoordinada del resto del sistema jurídico, intocable y por lo mismo incontrolada. Es
tanto como hacer de la judicatura un poder al margen del poder de corrección, incluso
hacia su mismo interior, frente a sus jerarquías, frente a sus instancias." (Casación del
28 de octubre de 1997, M.P. Dr. Carlos Eduardo Mejía Escobar).
_______________________________
* Cfr. por ejemplo, casaciones del 10 de marzo de 1994, M.P. Dr. Ricardo Calvete Rangel, y del
14 de septiembre de 1999, M.P. Dr. Carlos Eduardo Mejía Escobar .
** Sentencias del 23 de febrero de 1988, M.P. Dr. Guillermo Duque Ruiz, y 4 de diciembre de
1991, M.P. Dr. Edgar Saavedra Rojas.
*** Sentencias del 7 de octubre de 1992, Rad. 06501, M.P. Dr. Edgar Saavedra Rojas, y 29 de
enero de 1998, Rad. 11857, M.P. Dr. Juan Manuel Torres Fresneda.
Sentencia Casación
FECHA : 22/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior
CIUDAD : Militar
PROCESADO : DELGADO MARRUGO, RICARDO ANTONIO
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 12932
PUBLICADA : Si
****************************
1. Sea lo primero anunciar, que la Corte Suprema de Justicia, bien en Sala Plena o a
través de la Sala de Casación Penal, carece de competencia para dirimir el conflicto
trabado en el presente proceso que adelanta la justicia penal militar contra el
Sargento Viceprimero (...) por el delito de peculado culposo, y surgido
155
específicamente en relación con el conocimiento de la consulta del cese de
procedimiento con el cual fue favorecido el citado, que se niegan a asumir el Tribunal
Superior Militar y la Fiscalía Primera Penal Militar ante esa misma Corporación.
Por tal razón, el artículo 17-3º de la precitada Ley 270 de 1996 le asignó a la Sala
Plena de la Corte Suprema de Justicia la función de "Resolver los conflictos de
competencia en la Jurisdicción Ordinaria, que no corresponda a alguna de sus Salas o
a otra autoridad judicial"; norma cabalmente armonizada con el artículo 18 ibídem,
que en lo particular estatuye que los "conflictos de competencia que se susciten entre
autoridades de la jurisdicción ordinaria que tengan distinta especialidad jurisdiccional
y que pertenezcan a distintos distritos, serán resueltos por la Corte Suprema de
Justicia en la respectiva Sala de Casación que de acuerdo con la ley tenga el carácter
de superior funcional de las autoridades en conflicto, y en cualquier otro evento por la
Sala Plena de la Corporación" (se destaca).
Ahora bien, de este entendimiento recogido en las disposiciones atrás citadas una
conclusión surge irrebatible, no otra, que la Corte Suprema de Justicia carece de
competencia para dirimir los conflictos que se suscitan entre autoridades que no
pertenecen a la jurisdicción ordinaria, que al tenor del artículo 11 de la Ley 270 de
1996 sólo la integran la Corte Suprema de Justicia, los Tribunales Superiores de
Distrito Judicial y los "Juzgados civiles, laborales, penales, agrarios, de familia, de
ejecución de penas y los demás especializados y promiscuos que se creen conforme a
la ley".
"El literal f) establece que la jurisdicción penal militar hace parte de la rama judicial.
Al respecto, baste manifestar que este es uno de los casos en que a pesar de que se
administra justicia (Arts. 116 y 221 C.P.), los jueces penales militares no integran esta
rama del poder público, pues - conviene repetirlo - no se encuentran incluidos dentro
de los órganos previstos en el Título VIII superior. Por lo demás, no sobra advertir que
en providencia de esta Corporación ya se han definido los alcances del artículo 221
superior - que se encuentra dentro del Capítulo sobre la fuerza pública- al establecer
que la justicia penal militar únicamente juzga a "los miembros de la fuerza pública en
servicio activo, y sólo por delitos cometidos en relación con el mismo servicio"* . En
esa misma providencia se concluyó: "Es verdad que la Justicia Penal Militar, según lo
dice el artículo 116 de la Constitución, administra justicia. Pero lo hace de manera
156
restringida, no sólo por los sujetos llamada a juzgar, sino por los asuntos de los cuales
conoce". Por lo demás, estima esta Corporación que el hecho de que la ley le haya
atribuido a la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia el conocimiento en casación
de las sentencias proferidas por la justicia penal militar, no significa por ese sólo
hecho que ella haga parte de la rama judicial, pues se trata de una relación funcional
que en nada compromete la estructura orgánica de esta rama del poder público.
"Al ser indiscutible, entonces, que los jueces penales militares no tienen por qué
hacer parte de la rama judicial, esta Corporación deberá declarar la inexequibilidad
del literal f) del artículo 11 bajo revisión…" (sentencia C-037 del 5 de febrero de 1996,
M.P. Dr. Vladimiro Naranjo Mesa).
"La colisión puede ser provocada de oficio o a solicitud de parte. Quien la suscite se
dirigirá al otro juez o fiscal, exponiendo los motivos que tiene para conocer o no. Si
éste acepta, asumirá el conocimiento; en caso contrario, enviará el proceso al Tribunal
Superior Militar, o al fiscal ante esta Corporación o a la Sala Disciplinaria del Consejo
Superior de la Judicatura, para que allí se decida de plano, según el caso".
Ahora bien, al tenor de esta norma y dentro de la estructura que contempló la Ley 522
de 1999 para el proceso en la justicia penal militar, con dos fases claramente
definidas y bajo la dirección de funcionarios diversos: por una parte, de calificación y
acusación a cargo de los fiscales penales militares; por la otra, de juzgamiento
asignada a los jueces de primera instancia y al Tribunal Superior Militar, resulta obvio
colegir lo siguiente:
Cuando el conflicto se plantea entre Fiscales Penales Militares ante los juzgados de
primera instancia, le corresponde dirimirlo a los Fiscales Penales Militares ante el
Tribunal Superior Militar, conforme dispone expresamente además el artículo 261-3º
ibídem.
No sobra advertir en este punto, que en los eventos de tránsito de legislación, cuando
la cesación de procedimiento fue proferida por el juez de primera instancia como
resultado de un acto de calificación del mérito del sumario, la competencia para
conocer de él a través del grado jurisdiccional de consulta o como consecuencia de
los recursos ordinarios está radicada en el Fiscal Penal Militar de segundo grado, toda
vez que revocada la decisión sólo procedería la calificación del proceso, tal como
afirmó la Sala en las providencias de abril 24 de 2001, M.P. Dr. Fernando Arboleda
157
Ripoll, radicado 18.253, y del 17 de mayo de 2001, M.P. Dr. Carlos A. Gálvez Argote,
radicado 18.251.
Así las cosas, como en el caso examinado, se plantea la colisión entre el Tribunal
Superior Militar y la Fiscalía Primera Penal Militar ante esa misma Corporación, la Sala
se abstendrá de conocer del mismo y ordenará remitir las diligencias a la Sala
Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura para los fines
pertinentes.
___________________________
* Corte Constitucional. Sala de Revisión No. 1. Auto No. 12 del 1º de agosto de 1994.
Magistrado Ponente: Jorge Arango Mejía.
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Sin embargo, en estos eventos ha venido sosteniendo la Sala que una tal limitante no
se extiende a la acción de revisión, en el entendido de que si a lo que con ella se
aspira es a la remoción del carácter intangible que ostenta una decisión en firme
considerada injusta, mal pueden descartarse la concurrencia de circunstancias
taxativamente descritas en la ley -Art. 232 del C. de P. Penal- por el simple hecho de
que el fallo cuya revisión se pretende, haya sido el producto del acuerdo o del
allanamiento del procesado.
3. Prueba nueva es aquella que surge con posterioridad a los debates en las
instancias y a la culminación del proceso con una sentencia en firme y por cuyo
158
desconocimiento, el fallador no tuvo la oportunidad de pronunciarse acerca de su
grado de validez y de eficacia en relación con los acontecimientos puestos a su
conocimiento, bien porque realmente se trate de la aparición de hechos nuevos que
contraríen la evidencia de lo ya decidido, ora porque no empece a su existencia
previa a la definición del asunto, por cualquier causa se omitió allegarla al
averiguatorio, viene enseñando la Corte, situación que de no haberse operado otro
muy distinto hubiera sido el sentido de la decisión que afecta los intereses del
procesado.
Acción de Revisión
FECHA : 22/05/2001
DECISION : Reconoce apoderado, rechaza in límine la
demanda
presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Tunja
PROCESADO : HUERTAS SANABRIA, RAFAEL ARMANDO
DELITOS : Acceso carnal violento, Acto sexual con menor de
14
años
PROCESO : 17063
PUBLICADA : Si
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159
1994 a 1998 y 1998 a 2002. En la primera oportunidad desempeñó la función
congresal desde el 20 de julio de 1994 hasta el 20 de julio de 1998. En la segunda
ocasión se posesionó como Representante a la Cámara a partir del 25 de mayo de
2000, labores que en la actualidad cumple.
En auto del 29 de septiembre de 1999, con criterio aplicable a la situación sub judice,
la Sala, señaló:
"8.- La estructura del proceso colombiano impone esta decisión, pues una definición
distinta del problema jurídico la desconocería.
"8.2.- Pero ese fuero constitucional que ampara a los miembros del Congreso de la
República cuando los mismos acceden al Parlamento, no puede originar el
desconocimiento de las reglas ordinarias de investigación y juzgamiento que en cada
caso particular rigieron mientras se carecía de la protección foral, al punto de limitar
el alcance o la fuerza de las decisiones adoptadas por quienes en su momento
actuaron con jurisdicción y competencia en el asunto. Tal inobservancia desconocería
las reglas del debido proceso que como derecho fundamental rige para todo tipo de
actuaciones judiciales y administrativas.
160
"8.3. El debido proceso en la investigación previa que adelantó la Fiscalía Seccional
92 Delegada de la Unidad de Delitos contra la Administración Pública y Financieros de
Cali incluía la competencia de tal funcionario para decidir tal etapa procesal en la
forma como lo hizo profiriendo resolución inhibitoria.
"En este mismo debido proceso incluía la posibilidad de recurrir tal decisión por parte
del denunciante, tal como ocurrió, al punto que se alcanzó a definir el recurso de
reposición en el sentido de mantener la decisión impugnada.
"8.5.- En tal situación, la Corte no puede hacer otra cosa que asumir el asunto en el
estado en que lo encuentra y amoldarlo al rito que compone el debido proceso de los
asuntos que aquí se tramitan, sin que pueda desconocer todos aquellos actos
procesales que ocurrieron antes de su conocimiento, en tanto hayan sido adelantados
con competencia.
"8.6.- Tal forma de solución no desconoce que algunos actos procesales pueden no
agotar su finalidad, como en este caso concreto la impugnación de la resolución
inhibitoria, que aunque formulada como reposición y apelación, se impidió el
desenvolvimiento del recurso de alzada, pero reconoce la plena vigencia del actio
impugnado y le deja cumplir la finalidad para la que esta destinado: definir la
investigación previa.
Unica Instancia
FECHA : 23/05/2001
DECISION : Declara en firme la sentencia absolutoria dictada
por un
Juzgado Especializado.
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : BELTRAN CUELLAR, ORLANDO
DELITOS : Enriquecimiento ilícito de particular
PROCESO : 17657
PUBLICADA : Si
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161
procesado no podía colocar en ella dineros en mutuo con interés, pues al hacerlo
contrariaba la regulación legal pertinente.
...
Por su parte el artículo 1º del decreto 1134 de 1.989, prescribía que las secciones de
ahorro y crédito de las cooperativas multiactivas o integrarles, podrían recibir y
mantener ahorros en depósitos solo por cuenta de sus asociados entre quienes
quedaría limitado el otorgamiento de préstamos; facultad que fue ampliada por el
artículo 3º, al extenderla hacia el cumplimiento de actividades financieras con
terceros no socios, siempre y cuando previamente observara los requisitos
contemplados en el artículo 4º del mismo decreto; y obtuviera resolución especial e
individual del DANCOOP -art. 5º -, Departamento a quien el artículo 16 ibídem le
entregó la inspección y vigilancia del cumplimiento adecuado de esa labor.
De estos medios de prueba la Sala infiere con claridad, que para la época de los
hechos, CORANDINA ostentaba la calidad de cooperativa multiactiva con sección de
ahorro y crédito, y que no podía ejercer actividades financieras, debido a que no
había tramitado ni obtenido del DANCOOP la resolución correspondiente.
Circunstancia que obviamente era del conocimiento del procesado, pues las reglas de
la experiencia nos enseña que cualquier persona con las características personales
del acusado, y bajo las circunstancias en que sucedieron los hechos, tenía
conocimiento que las cooperativas por lo general prestan sus servicios a los
asociados, con mayor razón si el portafolios de servicios así lo pregonaba.
De donde se deduce, que el incriminado también sabía que los únicos certificados que
podía expedir a sus asociados eran los C.D.A.T, los cuales no ofrecían protección
alguna a los recursos.
Pero cualquier duda que pueda persistir, se diluye con el análisis del contenido de los
dos preceptos.
El artículo 14 prescribe:
"Los recursos que la Dirección del Tesoro Nacional, o quien haga sus veces a nivel
territorial, transfiera a las cuentas en cada órgano no tendrán por objeto proveer de
162
fondos a entidades financieras, sino atender compromisos y obligaciones asumidos
por ellos frente a su personal y a terceros, en desarrollo de las apropiaciones
presupuestales.
"Los rendimientos así generados, cualquiera sea la fuente que los produce, deberán
ser apropiados en el presupuesto con el fin de satisfacer las necesidades del gasto
público.
Norma que no fue cumplida por el incriminado, dado que como ya se vio, efectúo los
depósitos en una cooperativa no autorizada para captar dineros a terceros, utilizando
por lo menos tres de las cuatro partidas afectadas, que no podían ser destinadas para
esos efectos, por ser de ejecución inmediata...:
" El giro de los recursos de esta participación se hará por bimestres vencidos, dentro
de los primeros 15 días del mes siguiente al bimestre, máximo en las siguientes
fechas:
El artículo 2º del mencionado decreto 1809, reza que cuando el resguardo está
localizado en una de las divisiones departamentales a que se refiere el artículo 21 del
decreto 2274 de 1.991, la participación será administrada por el Departamento, de
163
acuerdo con la población indígena; para cuyo efecto, deberán celebrarse contratos o
convenios entre el departamento y las autoridades del respectivo resguardo.
Por último, el artículo 4º ibídem, ordena que los contratos o convenios marco deben
ser suscritos por el Gobernador del Cabildo y la autoridad indígena respectiva y el
Alcalde del Municipio o Gobernador del Departamento donde se encuentre ubicado el
resguardo indígena.
Preceptos que eran conocidos por el procesado, como fácilmente se colige de las
afirmaciones que hizo referente a que los recursos pertenecían a los resguardos
indígenas, que los mismos eran transferidos bimestralmente, y que su ejecución se
hacía con arreglo a los convenios marcos celebrados con los cabildos indígenas;
detalles a los que se deben adicionar, que las etnias lógicamente debían estar atentas
a la llegada de las partidas, no solo porque conocían las fechas de las transferencias,
sino porque era la única participación que tenían en el presupuesto.
...
5. Los señores vocero y defensor plantean la falta de relación causal entre la conducta
y la apropiación ilícita de dinero, argumento del que se distancia la Sala, pues es
notorio que los actos de apropiación justamente consistieron en el depósito de los
dineros sin observancia de los requisitos legales, con la convicción que no serían
retornados.
164
6. El artículo 61 del Código Penal señala como criterios para fijar la pena dentro de los
límites señalados por la ley, la gravedad y modalidades del hecho punible, el grado de
culpabilidad, las circunstancias de atenuación o agravación y la personalidad del
agente.
Sobre este punto es oportuno recordar lo dicho por la Sala en providencia del 2 de
diciembre de 1.999, con ponencia del H. Mg. Dr. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO.
Así pues, para el delito de peculado por apropiación a favor de un tercero, de acuerdo
con lo dispuesto por el artículo 133 del Código Penal modificado por el artículo 19 de
la ley 190 de 1.995, la sanción a imponer oscila entre 6 y 15 años de prisión, marco
punitivo que en este caso debido a que la cuantía supera los doscientos salarios
mínimos mensuales de acuerdo al inciso final del tipo penal, queda delimitado entre 6
años y un día y 22 años y 6 meses; sin embargo, la Sala impondrá al procesado una
pena de 7 años de prisión, teniendo en cuenta que concurre la agravación genérica
del numeral 11 del artículo 66 del Código Penal, debido a la posición distinguida que
el procesado ocupaba en la sociedad, como quiera que se desempeñaba como
Gobernador del Departamento del Vichada; además, de la gravedad del hecho, y en
consideración a las circunstancias y repercusiones del injusto típico.
165
Sentencia Unica Instancia
FECHA : 23/05/2001
DECISION : Condena, no concede subrogado, condena en
perjuicios
no en costas, expide copias
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : LONDOÑO ARISTIZABAL, ALVARO
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 15826
PUBLICADA : Si
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También es requisito sine qua non decir cuál o cuáles son las leyes sustanciales
infringidas y el por qué de la vulneración.
5. Por confusión inicial, las falencias son grandes pues que resulta incomprensible
atacar la sentencia por atipicidad y reclamar a renglón seguido inaplicación del
artículo 22 del Código Penal porque si se pide atipicidad no se puede reprochar que se
hubiera dejado de lado una institución que, utilizada, generaría lo opuesto a lo
solicitado, es decir, tipicidad.
166
6. El actor, sin duda, partió en la confección de su demanda del concepto de delito
que lo integra con tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad, si se tiene en cuenta que se
sustenta en los artículos 1o., 2o., 3o., y 4o. del Código Penal, así como la terminología
que usa, por ejemplo cuando se refiere al hecho "típicamente antijurídico" (Fl. 12), a
la no producción de "...lesión al bien jurídico" (Fl. 14), al injusto penal o "típicamente
antijurídico" (Fl. 14) y a las disposiciones legales que exigen que toda conducta
punible sea "típica antijurídica y culpable" (Fl. 26).
Siendo así, hizo caso omiso de la técnica pues dentro de la misma causal y dentro del
mismo cargo, refundió atipicidad con ausencia de antijuridicidad, fenómenos que
deben ser propuestos y analizados separadamente, no sólo porque poseen contenido
y consecuencias diversas, sino porque cuando se ataca la antijuridicidad es necesario
presuponer la tipicidad pues que según el artículo 4o. del Código Penal, "Para que una
conducta típica sea punible se requiere que lesione o ponga en peligro, sin justa
causa, el interés jurídico tutelado por la ley".
Auto Casación
FECHA : 23/05/2001
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso
PROCEDENCIA : Sala Penal Especial del Tribunal de
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MARIN DE ESTRADA, ALBA NELLY
DELITOS : Enriquecimiento ilícito
PROCESO : 16870
PUBLICADA : Si
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1. La situación fáctico procesal que el casacionista plantea como error de hecho por
falso juicio de existencia, en procura de obtener la información del fallo impugnado,
no corresponde a ninguna de las manifestaciones de esta clase de yerro, porque para
que dicho error se presente, resulta necesario que concurra una cualquiera de las dos
siguientes dos hipótesis: a) Que el juzgador ignore la existencia de una prueba que
obra materialmente en el proceso; b) Que de por existente una prueba que no hace
parte del mismo. En el primer caso, se estará en presencia de un error de existencia
por omisión; en el segundo, de existencia por suposición.
167
cédulas de ciudadanía y de los pasaportes. Como no se hizo, no es dable afirmar que
los documentos cuestionados sean realmente espurios.
2. Dar por demostrado un hecho con fundamento en pruebas que la ley no considera
probatoriamente aptas para acreditarlo, es hipótesis que podría dar lugar a la
configuración de un error de derecho por falso juicio de convicción, que como es
sabido, se presenta cuando el juzgador desconoce las normas que tarifan el mérito
demostrativo de las pruebas (valor persuasivo), o de las que exigen un medio
probatorio específico para la demostración de un determinado hecho (eficacia del
medio), hipótesis esta última que vendría a corresponder al planteamiento del
casacionista, a juzgar por los términos de la demanda.
Empero, cabe hacer dos precisiones: Que el censor no plantea ni demuestra este
yerro, y que en materia penal rige el principio de libertad probatoria, de acuerdo con
el cual los elementos constitutivos del hecho punible, la responsabilidad del
procesado, y la naturaleza y cuantía de los perjuicios, pueden ser demostrados por
cualquier medio de prueba (art.253 del Código de Procedimiento Penal). Esto significa
que para declarar probada la materialidad del delito en el presente caso, no era
probatoriamente necesario allegar al proceso los registros civiles de nacimiento de las
acusadas.
168
es decir, dos (2) años de prisión, y lo incrementó en 6 meses por razón del uso, de
conformidad con lo establecido en el inciso segundo del artículo 222 ejusdem, que
autoriza un aumento de hasta la mitad de la pena, operación que la Sala encuentra
correcta, pues como se dejó dicho al dar respuesta al cargo anterior, el incremento
por razón del uso debe ser aplicado a la pena prevista en el tipo penal que describe la
conducta falsaria.
Sentencia Casación
FECHA : 23/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : ALVAREZ RAMIREZ, JESSICA MARCELA, O,
PROCESADO : GARCIA ARENAS, SANDRA ELENA, O,
PROCESADO : GUTIERREZ RAMIREZ, GLORIA YANNETH,O,
PROCESADO : ALVAREZ RAMIREZ, VERONICA
DELITOS : Uso de documento público falso, Falsedad
material de
particular en doc. púb.
PROCESO : 11917
PUBLICADA : Si
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169
1. El error de hecho en la violación indirecta de la ley sustancial puede gestarse por
un falso juicio de identidad, de existencia o un error de raciocinio. Se hará mención a
los dos primeros, por corresponder a la situación sub examine.
Las precisiones hechas conducen necesariamente a sostener que tales yerros afectan
de manera diferente la evidencia y por tal razón no pueden formularse y desarrollarse
bajo un mismo cargo, como lo ha reiterado la doctrina y la jurisprudencia.
170
culpabilidad o de participación más gravosas y no deducidas en el pliego de cargos o
se desconozcan las atenuantes reconocidas.
Sentencia Casación
FECHA : 23/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CHAVES JAIME, CLEMENTE
DELITOS : Estafa, Falsedad en documento privado, Fraude
procesal
PROCESO : 16249
PUBLICADA : Si
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171
Procurador Delegado en lo Penal, esta supuesta falencia no reviste ninguna
importancia a la luz de lo normado en el artículo 440 del C. de P. P., toda vez que
respecto del incriminado se realizó el acto de enteramiento personal de dicho
proveído. Debe recordarse, además, que al defensor se le enteró de igual forma del
auto de cierre de la investigación y que en varias oportunidades se le comunicó al
teléfono de su oficina acerca del proferimiento de la resolución de acusación, antes de
que esta decisión fuera notificada por estado ( Fols. 136, 149).
4. Por lo que atañe a la providencia que definió la situación jurídica del procesado, no
se advierte ninguna irregularidad en el acto de notificación personal al defensor, pues
esta actuación se cumplió -y se admitió personalmente por el profesional- el 6 de
febrero de 1996, un día después de que presentara memorial de renuncia al mandato,
el mismo día en que le fuera aceptada la dejación (fols. 93 y 94). Como que quiso
olvidar el censor que de conformidad con lo previsto en el artículo 69 del C. de. P. C.,
aplicable en el presente evento por virtud del principio de integración (artículo 21 del
C. de. P. P.), la renuncia no pone término al mandato sino cinco días después de la
notificación del auto que la admita y se le haya comunicado al procesado para que
designe nuevo defensor. Y se dice "como que quiso", porque sí tenía conocimiento de
la legislación: por ello aceptó ser notificado personalmente un día después de que
hubiera presentado la renuncia mencionada. Así mismo, omitió indicar qué incidencia
pudo tener esa situación en la decisión final adopta-da por los jueces de instancia.
Sentencia Casación
FECHA : 23/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : VILLEGAS CASTAÑO, NICOLAS ALBERTO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
agravado
PROCESO : 13468
172
PUBLICADA : Si
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1. Bien está recordar que aunque en estos eventos se permite alguna amplitud en la
proposición de la censura, ello en modo alguno apareja la conclusión de que el escrito
resulte ajeno a las exigencias técnicas de la impugnación extraordinaria, porque
como ha sido insistentemente reiterado por la Corte, cuando se alega en casación la
nulidad, debe el impugnante indicar con precisión y claridad los fundamentos que
demuestren el menoscabo de una cualquiera de las garantías de los sujetos
procesales o el desquiciamiento de las bases fundamentales de la instrucción o del
juicio, identificando las irregularidades ocurridas, las disposiciones que por razón de
ellas resultaron transgredidas, la clase de nulidad configurada y, primordialmente, la
incidencia que los errores de actividad denunciados tuvieron en la sentencia
recurrida; exigencias estas con arraigo en el numeral 3° del artículo 225 del estatuto
procesal penal.
173
crítica sobre lo acontecido en materia de defensa técnica durante el lapso de dieciséis
días, o sea el tiempo comprendido entre la indagatoria y la designación de defensor
contractual, sin parar mientes en que si bien la defensa no puede faltar en ninguno de
los estadios procesales como lo ha reiterado la Corte, sólo mediante un desbordado
formalismo se podría exigir la intervención inexorable del defensor en cada paso de la
instrucción.
Cierto es que existen actuaciones para las cuales es inexcusable la presencia del
defensor, como son aquellas donde se requiere la asistencia o la intervención del
procesado (indagatoria, examen del imputado en el lugar de los hechos,
reconocimiento en fila de personas, sentencia anticipada, audiencia especial, etc.);
pero en las demás el concurso del defensor técnico no resulta indispensable, por lo
que su ausencia no vicia de nulidad lo actuado, máxime cuando la dinámica de sus
intervenciones puede corresponder a disímiles estrategias que dependen tanto de las
posibilidades que la misma investigación ofrece, como de los propósitos que busca
quien representa judicialmante al procesado, todo lo cual se manifiesta bien en actos
positivos de gestión ora en un silencio táctico.
7. De los argumentos plasmados para soportar esta censura, sólo el relacionado con
la inexistencia de un auto o resolución previa que dispusiera la práctica de la prueba
concierne al alegado error de derecho por falso juicio de legalidad; mas como a falta
de una resolución específica para la práctica de cada medio de prueba en particular la
ley tiene previsto el auto o la resolución de apertura de instrucción, que se constituye
en un mandato general de pruebas y en este caso se profirió al folio 6 del cuaderno
principal, la aducida irregularidad carece de fundamento.
174
válidamente recaudados darían lugar a variar sustancialmente y en forma favorable al
procesado la parte resolutiva del fallo objeto de impugnación.
Sentencia Casación
FECHA : 23/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : CARO CIFUENTES, OSWALDO ALFREDO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 13704
PUBLICADA : Si
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Ahora bien, en lo que interesa para la solución de fondo del presente asunto, ha de
recordarse que tanto en el Código Penal Militar derogado como en el vigente, en
títulos separados se precisan los bienes jurídicos de la disciplina y el servicio, y por su
particular trascendencia en la organización castrense se tutelan con sendos hechos
punibles.
Es así como la parte especial del Código Penal Militar vigente para la fecha de
ocurrencia de los hechos objeto de la presente investigación, en el Título I trata de los
Delitos contra la Disciplina, y en su Capítulo II, bajo el epígrafe "De la Desobediencia",
se consagran los delitos de Desobediencia, Desobediencia de personal retirado y
Desobediencia de reservista, definiéndose el primero de ellos a través de la siguiente
preceptiva:
A su turno, el Título II, que versa sobre los "Delitos contra el Servicio", en su Capítulo I,
incluye los de Abandono del Comando, Abandono de comandos superiores, jefaturas o
direcciones; Abandono de Comandos Especiales, y Abandono del Puesto, este último
descrito y penalizando a través del artículo 111, así:
"El que estando de facción o de servicio, abandone el puesto por cualquier tiempo, sin
causa justificada, incurrirá en arresto de uno (1) a tres (3) años.
175
En el Código Penal Militar actualmente vigente (Decreto 522 de 1999) se mantiene la
protección penal de los mencionados bienes jurídicos (disciplina y servicio) a través
de los mismos injustos, y si bien hay pequeños cambios en su redacción, en lo
fundamental la descripción típica y la punibilidad se mantienen invariables,
interesando resaltar para lo que es objeto del presente pronunciamiento, que en el
Libro Segundo, Título Primero "Delitos contra la Disciplina", Capítulo II, el artículo 115
describe el delito de Desobediencia, así: "El que incumpla o modifique una orden
legítima del servicio impartida por su respectivo superior de acuerdo con las
formalidades legales, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3) años".
"La disciplina, condición esencial para la existencia de toda fuerza militar, consiste en
mandar y obedecer dentro de las atribuciones del superior y las obligaciones y
deberes del subalterno; contrarresta los efectos disolventes de la lucha, crea íntima
cohesión y permite al superior exigir y obtener del subalterno que las órdenes sean
ejecutadas con exactitud y sin vacilación. Implica la observancia de las normas y
órdenes que consagra el deber profesional".
Y en relación con el concepto de servicio, tal como sin dificultad surge de la previsión
contenida en el estatuto castrense, se tiene que es término referido a los específicos
deberes que atañen a los miembros activos de la Fuerza Pública a quienes se asignan
labores de dirección o vigilancia.
La Delegada, entonces, carece de razón cuando otorga mayor amplitud a este último,
porque lo que surge claro es que entre estos bienes jurídicos, y desde luego entre los
injustos a través de los cuales se protegen, existe una relación de género a especie,
porque si bien los atentados contra la disciplina pueden predicarse de todos los
miembros de la fuerzas militares, las faltas contra el servicio sólo son atribuíbles al
militar en servicio activo a quien a través de trámites formales previamente
establecidos se le haya asignado una función, tarea o cargo específico como los atrás
señalados, que luego incumple.
A partir de los anteriores conceptos y desde la perspectiva del bien jurídico tutelado,
razón le asiste a la demandante cuando como planteamiento general concluye que se
está frente a un delito de Desobediencia cuando el bien jurídico afectado es la
disciplina, y a uno de Abandono del Puesto cuando el bien afectado es el servicio,
porque ciertamente en este último evento más allá del genérico quebranto de la
disciplina se conculca específicamente el servicio.
176
"Servicio o de Facción" como lo exige la norma, o según precisa la censora, si no se
encontraba de "puesto", por sustracción de materia "no lo abandonó", porque
causaría afrenta al principio de legalidad de los delitos y las penas si se consideraran
como continuidad del servicio los intervalos de alistamiento que separan los turnos de
seguridad.
Con esta percepción de los hechos, pierde de vista la impugnante que el procesado
había sido designado previamente y con las formalidades de ley para un turno de
veinticuatro (24) horas, que implicaba como lo anota con acierto la Delegada
"disponibilidad permanente y continua", por lo que el abandono de la función como
tal, que no del puesto entendido en la estrecha acepción de espacio o lugar donde
aquélla se cumple, estructuraba el tipo penal previsto en el artículo 111 de Código
Penal Militar vigente para la fecha de los hechos, esto es, la conducta punible
consagrada hoy en el artículo 124.
Ahora, como según la disposición número 010 de mayo 24 de 1982, por la cual se
aprueba el Reglamento de Servicio de Guarnición de las Fuerzas Militares, "facción"
equivale a "Función determinada dentro de los servicios de seguridad y vigilancia", es
claro que la conducta del soldado MANRIQUE DUQUE se subsume en el tipo de
Abandono del Puesto y no en el de Desobediencia, porque al alejarse de la facción en
que se hallaba el agente del reato no incumplió una orden del servicio que estuviera
pendiente de ejecutarse, sino que interrumpió la función determinada dentro de los
servicios de seguridad y vigilancia como orden del día N° 096, artículo 348, del 15 de
abril de 1996, que no terminaba con el turno de la madrugada del 17 siguiente, ni se
suspendía con los intervalos de reanimación o alistamiento que separan los lapsos de
efectiva vigilancia, en uno de los cuales aquél decidió abandonar el puesto.
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177
servido, entre otros muchos fines, para imponer no precisamente que la actuación de
las autoridades públicas y la aplicación de la ley estén condicionadas por los valores
superiores de la Carta Política, sino para introducir un elemento extraño al sistema
penal, que ha generado la más absoluta inseguridad jurídica a nivel de toda la
administración de justicia, creando a través de esa especial jurisdicción un sui géneris
paralelismo frente a la ordinaria, cuyos efectos nocivos permanecen latentes frente a
la firmeza de las decisiones judiciales, en el entendido de que el nuevo
constitucionalismo así aplicado, abre paso a un aparato de justicia que va imponiendo
en unos casos criterios de interpretación tan distantes frente a otros, que solamente
podrían explicarse a partir de un marcado relativismo axiológico.
2. Hecha una tal precisión y para los efectos ya advertidos, tiénese que el defensor
de (...) propuso un único cargo sustentado en la tercera causal del artículo 220 del
Código de Procedimiento Penal, el cual divide en dos argumentos respaldados por el
Delegado del Ministerio Público, los que en concreto están referidos al hecho de que
no obstante existir limitación legal y constitucional (la no reformatio in pejus), el
fallador de segunda instancia incrementó la pena privativa de la libertad del
procesado.
Como en otras ocasiones lo he sostenido (Tutela 8.041 y 8.094), no me parece que los
efectos de los fallos de tutela puedan extenderse a ámbitos más allá de la protección
de los derechos fundamentales. Hacerlo, conlleva la desnaturalización del
instrumento de amparo, atribuyéndole objetos y cometidos para los cuales no ha sido
consagrado, en un evidente para mi desquiciamiento de la institución, y, con él, del
sistema; como acontece cuando se le atribuye carácter de instrumento procesal o
instancia adicional no prevista en los procedimiento regulares.
178
vigencia de los derechos y garantías básicas, sino que además ahora se le atribuye la
posibildiadde suplir los procedimientos y servir a cualquier tipo de aplicación, lo que
en mi sentir contraría su consagración constitucional, tornándose en institución
contraproductiva e ineficaz frente a los logros reales porque debe propender. Como
he leído del ponente en este asunto en otra parte, se convierte así en instrumento
para desarmar al Estado.
Sentencia Casación
FECHA : 23/05/2001
DECISION : Si casa, declara prescripción, impone nueva pena
PROCEDENCIA : Tribunal
CIUDAD : Nacional
PROCESADO : RONDON FERNANDEZ, GUIOVANNY
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Secuestro
extorsivo
PROCESO : 13049
PUBLICADA : Si
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179
En sentencia del 17 de febrero de 1993, con ponencia del H. Magistrado Dr. Gustavo
Gómez Velásquez, la Corte explicó que cuando se denunciaba la transgresión al
artículo 31 de la Constitución Política resultaba adecuada la demanda de casación
cuando se invocaba la causal primera, por violación directa de la ley sustancial,
tomando como punto de partida el reconocimiento de la preponderancia y jerarquía
que el derecho a la no reformatio in pejus, como norma de contenido sustancial que
es, comporta para los procesados:
"La Corte no deja de reconocer que una institución como la que introdujo el artículo
31 de la Constitución Nacional, tiene una jerarquía excepcional, como suele ser nota
caracterizante de los dictados de la Carta, háyanse o no recogidos o desarrollado en
sus pertinentes legislaciones especiales. No es dable entender que porque el C. de P.P.
en su artículo 17 reproduzca este contenido, ha perdido aquella su superior categoría,
ni podría determinar su decadencia de considerar que se trata de un dispositivo de
naturaleza procedimental por figurar en el estatuto que recoge esta particularizada
normatividad. Un precepto de esta entidad, que responde muy bien a principio o regla
rectora, traduce un tal significado que así aparezca en el Código de Procedimiento
Penal, como regulador de las funciones del juez en cuanto a la punición, o de la forma
o manera como debe entenderse el alcance de un recurso de alzada contra un monto
de pena, no reduce a esto su naturaleza sino que constituye un precepto sustancial,
dada su magnitud y multifacética incidencia."…"bastando para restablecer su imperio
invocar una violación directa de tanta magnitud que reclama su inmediata corrección
por quien la advierte, háyase alegado o no, y tenga su insinuación o su llamado
explícito, propiedad o impropiedad."
2. Como el Juez Primero Penal del Circuito de San Andrés aplicó el genuino artículo
177 del Código Penal, ya modificado para el primero (01) de enero de 1996, fecha de
los hechos, no podía el superior funcional pasar por alto tal yerro so pretexto de la
prohibición de la reformatio in pejus, pues esta veda jurídica no tiene cabida cuando
la sentencia de primer grado haya ignorado el principio de legalidad de los delitos y
de las penas, y de contera el debido proceso.
180
Ocurre sí que los derechos fundamentales coexisten, se complementan unos a otros y
si es preciso se restringen mutuamente, todo en función de la verificación de los fines
del Estado Social y Democrático de Derecho. Una norma constitucional como superior
que es, mal podría ser limitada por un precepto legal, en cambio, con el fin de
armonizar y posibilitar la aplicación en concreto del catálogo de garantías
fundamentales, otra norma de idéntica jerarquía, es decir constitucional, bien puede
en situaciones específicas confinar su ámbito, siempre que no sea posible jurídica ni
prácticamente hacerlas converger en su plenitud conceptual.
Tal supuesto conflicto suele presentarse cuando es necesario interpolar los derechos
fundamentales al debido proceso y a la no reformatio in pejus, para pasar por el tamiz
de estas perentorias garantías fundamentales la pena impuesta en una sentencia
condenatoria. Nunca esta prohibición sería viable si su prosperidad se edifica
cimentada en la vulneración de uno de los componentes de aquel, como es
precisamente el principio de legalidad de la pena.
El ingrediente del debido proceso que, como en el caso presente, a veces riñe con la
prohibición de la reformatio in pejus, consiste precisamente en el principio de
legalidad de la pena, según el cual nadie podrá ser condenado sino conforme a leyes
preexistentes al acto que se le imputa.
Si el juez sustituye la ley preexistente por otra, cualquiera sea la motivación para
hacerlo, atenta contra el principio de legalidad y, por ende el superior funcional debe,
en guarda del Estado de Derecho, adoptar los correctivos pertinentes, ajustando la
pena impuesta a la norma que verdaderamente corresponda, así el condenado sea
apelante único y así su situación se torne más gravosa.
3. Al margen de las reflexiones que anteceden, pero con la misma lógica y en guarda
del deber oficioso que asiste a la Corte Suprema de Justicia, es preciso casar
parcialmente la sentencia puesto que la normatividad vigente hoy para sancionar el
delito de receptación es la Ley 365 de 1997, publicada en el Diario Oficial No. 42.987
del 21 de febrero de 1997, de donde surge, en tanto que la sentencia condenatoria no
se encuentra en firme, la posibilidad de dar aplicación al principio general de
favorabilidad, en beneficio del señor (...).
No obstante, una preceptiva posterior, como es la Ley 365 del 21 de febrero de 1997,
"por la cual se establecen normas tendientes a combatir la delincuencia organizada y
se dictan otras disposiciones", en su artículo 7°, nuevamente modificó el artículo 177
del Código Penal. Por consiguiente, el tipo penal de receptación que ahora debe
aplicarse es del siguiente tenor:......
181
Penal, se impone adecuar nuevamente la sanción impuesta al señor (...),
exclusivamente en cuanto a límites de punibilidad, puesto que el valor otorgado por
los jueces de instancia al acopio probatorio permanece incólume. Dichos límites
versan sobre el máximo y el mínimo de la pena de prisión y sobre el monto de la pena
de multa, las dos en calidad de principales.
4. De otra parte, en sujeción cabal al otro extremo de legalidad de la pena, y sin que
ello implique desconocer la prohibición de la reformatio in pejus, según viene de
explicarse, debe imponerse también la pena principal de multa, que de conformidad
con el artículo 7° de la Ley 365 de 1997, fluctúa entre cinco (05) y quinientos (500)
salarios mínimos legales mensuales.
Nótese que el artículo 177 del Código Penal, que consagra el tipo de receptación,
como fue reformado por el artículo 31 de la Ley 190 de 1995, vigente para la época
de los sucesos, no contenía en su parte sancionatoria la pena principal de multa,
como sí la trae el mismo artículo del Código Penal, fue modificado por el artículo 7° de
la Ley 365 de 1997.
Sentencia Casación
FECHA : 23/05/2001
DECISION : No casa, casa parcial y oficiosamente ajustando
la pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : San Andrés Isla
PROCESADO : TORRES PUSEY, JOSE ISABEL
DELITOS : Receptación
PROCESO : 13325
PUBLICADA : Si
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182
VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Modalidades/ ERROR DE DERECHO-
Falso juicio de convicción, falso raciocinio/ SANA CRITICA/ IN DUBIO PRO
REO-Técnica en casación/ IRA E INTENSO DOLOR
El error de hecho, camino seguido por el casacionista, puede estar determinado por:
falso juicio de existencia, falso juicio de identidad y falso raciocinio.
Incurre en error de hecho por falso juicio de existencia el juez que omite apreciar una
prueba legalmente aportada al proceso, o cuando, contrario sensu, infiere
consecuencias valorativas a partir de un medio de convicción que no forma parte del
proceso por no haber sido legal y oportunamente incorporado.
El error de hecho por falso juicio de identidad supone, en cambio, que el juzgador si
tiene en cuenta el medio probatorio legal y oportunamente practicado; no obstante, al
sopesarlo lo distorsiona, tergiversa, recorta o adiciona en su contenido literal, de
suerte que arriba a conclusiones que real y objetivamente no se desprenden de él.
a-. señalar cuál postulado científico, o cuál principio de la lógica, o cuál máxima de la
experiencia fue desconocido por fallador;
b-. indicar entonces cuál ha debido ser el aporte científico correcto, la regla de la
lógica apropiada o la máxima de la experiencia que debió tenerse en cuenta para
esclarecer el asunto debatido; y finalmente,
183
incontrovertibles con base en la experiencia, lo que comporta deformación en el
contenido de la prueba.
Esos han debido ser los objetivos de demostración a desarrollar por el casacionista,
quien, en este caso, escuetamente aportó un punto de vista distinto al de los
juzgadores, en procedimiento inocuo para probar la causal de casación alegada.
4. El demandante solicita a la Corte resolver las supuestas dudas que afloran a favor
de los hermanos (…) y (…). Sin embargo, no discurrió en armonía con la técnica de
casación, pues el in dubio pro reo requiere un desarrollo específico y acorde a ésta vía
extraordinaria y excepcional con la que se pretende anular la condena.
Los errores frente a la duda probatoria suelen ocurrir por una de dos hipótesis: la
primera, cuando el Tribunal, a pesar de reconocer en su discurso la ausencia de
certeza deja de aplicar el in dubio pro reo. En este evento se debe demandar la
violación directa del artículo 445 del Código de Procedimiento Penal, por falta de
aplicación. La segunda, se presenta cuando el Tribunal supone certeza a pesar de que
en verdad no se puede llegar a este grado de convencimiento. En este caso la
violación a la ley sustancial ocurre por vía indirecta y los cargos en casación deben
estructurarse por error de hecho en cualquiera de sus modalidades.
Es claro que para el Tribunal Superior de Bogotá el acopio probatorio no dejó resquicio
de duda y así lo declara en el texto del fallo, de suerte que optó por condenar ante su
convicción de certeza, quedando únicamente por explorar la violación indirecta de la
ley, (articulo 445 del Código de Procedimiento Penal), a través de errores de hecho o
de derecho en la valoración probatoria.
Sentencia Casación
FECHA : 30/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MORALES SANCHEZ, JOSE MAURICIO
PROCESADO : MORALES SANCHEZ, WILSON MANUEL
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10643
PUBLICADA : Si
184
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Sentencia Casación
FECHA : 30/05/2001
185
DECISION : Casa parcialmente condenando solo por un delito
y
absolviendo por otro
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : VILLADA RUIZ, EDUARDO ANTONIO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Secuestro simple
PROCESO : 11954
PUBLICADA : Si
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186
"El hecho precedente que sin duda alguna es demostrativo de la dificultad anotada
para poder continuar con el trámite procesal, paralizado por largo tiempo, no es único
y tampoco aislado. El 1º de agosto de 1997 había sido una vez más programada la
audiencia pública y YUBER BEDOYA LOPEZ debía ser trasladado de la Penitenciería
Central de Colombia a Villavicencio. Pero se decidió no hacer la remisión. El Director
del penal le comunicó al Juzgado que "…a última hora por informes de inteligencia se
tuvo conocimiento que el mismo iba a ser rescatado en el trayecto hacia ese
Juzgado…" (fl. 31). Un hecho similar tuvo ocurrencia el 31 de marzo de 1998. Ese día
la Asesoría Jurídica de La Picota, en relación con el mismo interno, le comunicó
telefónicamente al Juzgado de Villavicencio que la SIJIN en Santafé de Bogotá había
tenido conocimiento de un "plan de rescate… bien en el Aeropuerto o en el trayecto
de la Cárcel al Palacio de Justicia o viceversa".
"Se está entonces en presencia de una situación de riesgo especial que ha incidido de
manera definitiva en la imposibilidad de finalizar el proceso dentro de los términos
legales previstos para ello. Y en dicha medida no ha sido observado el debido
proceso, del cual sin duda alguna forma parte el cumplimiento de sus distintas etapas
dentro de los plazos legales establecidos, los que, por razones en absoluto ajenas al
juzgador, se han desbordado en el presente evento hasta el absurdo de haber sido
programada la audiencia pública en 26 oportunidades sin lograr su realización.
Aunque el caso examinado guarda cierta similitud con el decidido por la Corte, no
cree la Sala que las circunstancias demostradas sean suficientes para autorizar el
cambio de radicación a otro Distrito Judicial. El plan de rescate violento del
procesado GONZALEZ MURGAS, que según las informaciones obtenidas por la Policía
trazaron sus familiares y socios de actividad criminal, aparte de que puede ser
conjurado con el concurso de todas las autoridades (INPEC, Fuerza Pública,
organismos de seguridad), se ha ligado al municipio de San Juan del Cesar y no a todo
el Departamento de La Guajira.
187
MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR
Cambio de Radicación
FECHA : 30/05/2001
DECISION : No accede al cambio, devuelve al tribunal para
que
resuelva si hay lugar ......
PROCEDENCIA : Juzgado 2 Promiscuo
CIUDAD : San Juan del Cesar-Guajira
PROCESADO : GONZALEZ MURGAS, EDER ENRIQUE
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 18334
PUBLICADA : Si
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Y se afirma que sólo ab initio el actor ha cumplido con los derroteros que son de la
esencia de la vía escogida, en la medida en que siendo efecto de esta clase de
censuras, que el análisis únicamente se retrotraiga al sentido jurídico de la ley, dentro
de este ámbito se desenvuelve inicialmente el ataque al fallo.
Obtenido después de dicha constatación el marco de la pena dentro de los límites que
la incidencia de todos esos factores tienen sobre la concreta sanción a imponer,
adquieren fundamental importancia los elementos atinentes a la gravedad y
modalidades del delito, el grado de culpabilidad y la personalidad del agente, cuya
deducción es auspiciada en la ley precisamente a partir de la concesión al juez de un
criterio de discrecionalidad y razonabilidad, con sujeción a los cuales finalmente debe
determinar la pena deducible.
De este modo, los extremos punitivos, como se sabe, están demarcados por el
perentorio mandato de conformidad con el cual "Sólo podrá imponerse el máximo de
la pena cuando concurran únicamente circunstancias de agravación punitiva y el
188
mínimo, cuando concurran exclusivamente de atenuación", sin que el específico
cálculo de la pena, frente a la presencia de circunstancias como las referidas que son
de privativa valoración judicial, esté supeditado por fórmula alguna ni por porcentajes
previos.
Por el contrario, el correcto entendimiento de dicha norma indica "que sólo se pueden
aplicar el mínimo previsto en los casos en que concurran solamente circunstancias de
atenuación, pero ese sólo hecho, la concurrencia exclusiva de circunstancias de
atenuación, no conlleva la obligación para el juez de imponer el mínimo, porque el
análisis del caso conforme al artículo 61 puede hacer aconsejable la aplicación de
pena mayor, tal conclusión se desprende de la expresión "sin perjuicio de lo dispuesto
en el artículo 61" que aparece al final de la norma comentada" (art.67) (Cas. 25 de
marzo de 1.987), mojones a partir de los cuales goza el juez de plena autonomía en la
imposición de la sanción, pues la valoración de los demás factores incidentes le
corresponde por mandato legal y para ello no ha establecido el ordenamiento sobre la
materia una camisa de fuerza cuantitativa exacta que por anticipado le indique los
resultados de una operación semejante.
Sentencia Casación
FECHA : 31/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : PARADA RINCON, ERNESTO ANTONIO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 13765
PUBLICADA : Si
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1. Como puede verse, el procesado fue inequívocamente interrogado sobre todos los
aspectos fácticos de la imputación: Los que motivaron la acusación por el delito de
homicidio consumado; los que dieron origen a la acusación por el delito de lesiones
personales; y. los que determinaron la acusación y posterior condena por el delito de
homicidio en la modalidad de tentativa. De suerte que, cualquier alegación
sustentada en la consideración de que el procesado no fue enterado oportunamente
de los hechos objeto de juzgamiento, y que esto le impidió controvertir en tiempo la
imputación, carece de todo sentido.
A juzgar por los términos en los cuales la propuesta de ataque se halla formulada,
podría pensarse que la inconformidad del demandante deriva de la circunstancia de
no haber el instructor definido complementariamente los hechos en la indagatoria por
su denominación jurídica, pero es claro que esta exigencia no está erigida en
condición de validez de la diligencia, y que la ley simplemente dispone que el
imputado sea interrogado "en relación con los hechos que originaron su vinculación"
(artículo 360 C. P. P.), con el fin de que pueda defenderse de ellos, requerimiento que,
como se dejó visto, fue cumplido cabalmente en el caso sub judice.
189
2. Tampoco constituye motivo de ineficacia de la actuación procesal que el instructor,
al resolver la situación jurídica del procesado, no hubiese proferido medida de
aseguramiento en su contra por la tentativa de homicidio en María Cristina Muñoz,
pues, como lo sostiene la Delegada en su concepto, la calificación que en dicha
providencia se hace de la conducta investigada es de carácter provisional, y por ende,
susceptible de ser modificada o adicionada en el curso del sumario, o en la resolución
de acusación.
3. Ante todo debe ser precisado que lo planteado realmente por el casacionista no es
un error de hecho por falso juicio de identidad, sino de raciocinio, derivado del
desconocimiento de las reglas de la sana crítica en la apreciación del mérito de las
pruebas. El error de hecho por falso juicio de identidad, ha sido dicho por la Corte, se
presenta cuando el juzgador, al apreciar una determinada prueba, distorsiona su
contenido o expresión fáctica, poniéndola a decir lo que ella materialmente no dice.
Es de carácter objetivo, contemplativo, y su demostración implica hacer evidente dos
aspectos: que los fallos apreciaron la prueba contrariando su literalidad, y que este
desacierto condujo a una decisión contraria a la ley.
4. Cierto es que los citados relatos no son totalmente coincidentes, pero esto, como lo
destacan los juzgadores de instancia, resulta normal si es tomado en cuenta que no
todas las personas que presencian un hecho tienen la misma capacidad de
apreciación, ni se encuentran dentro del mismo plano de percepción visual o auditiva,
y que además de ello, las discrepancias que se presentan en el caso sub judice no son
de contenido sustancial, como para llegar a pensar, razonablemente, que los testigos
no estuvieron presentes en la escena del crimen, o que sus afirmaciones sobre lo
sucedido no son verdaderas.
Sentencia Casación
FECHA : 31/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CALDERON PAVA, ARMANDO
190
DELITOS : Lesiones personales, Tentativa de homicidio,
Homicidio
PROCESO : 13838
PUBLICADA : Si
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Sentencia Casación
FECHA : 31/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : GUTIERREZ MORENO, MAURICIO
191
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Tentativa
de
homicidio agravado
PROCESO : 13229
PUBLICADA : Si
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Bien distinto es, de otra parte, que de la irregularidad así argüida el censor derive el
menoscabo de varias garantías fundamentales, concretamente, del derecho de
defensa, del debido proceso, del principio de la doble instancia, y que desde dichas
aristas intente sustentar el reclamo de nulidad, solicitado de acuerdo con este
discurrir argumentativo, desde la actuación que encuentra viciada.
2. Afírmase que cuando la Fiscalía Delegada ante el Tribunal Superior de Ibagué anuló
la acusación dispuesta en esa sede en detrimento del indagado Pineda Toro el
enjuiciamiento no había alcanzado ejecutoria y, por ende, mal puede asegurarse
iniciada la etapa de la causa donde cualquier decisión está reservada al juez
competente.
Por otra parte, la facultad de la Fiscalía ad quem para declarar la nulidad surgida del
estado del proceso, aún en fase del sumario como se precisó atrás, encontraba
asidero específico y adicional en las atribuciones conferidas en el artículo 305 del C.
de P.P., que le permitía su decreto al advertir la existencia de alguna de las causales
que la propician, máxime en el entendido que la consulta o la apelación confieren al
funcionario de segundo grado la potestad para verificar la legalidad del trámite, a tal
extremo, que la decisión de mérito sólo resulta viable en cuanto se descarte la
configuración de anomalías con entidad para generar la nulidad del proceso.
192
3. La unidad procesal en manera alguna constituye un postulado de fatal observancia;
adversamente, el legislador en el artículo 90 del C. de P.P., subrogado por la Ley 81 de
1993, prevé con carácter enunciativo los eventos en los cuales se produce su legítima
ruptura, entre otros y sin que se exceptúe tratándose de acriminados con acusaciones
recíprocas dado el carácter individual de la responsabilidad penal, "cuando se decrete
nulidad parcial de la actuación procesal que obligue a reponer el trámite con relación
a uno de los sindicados…"; hipótesis configurada en el presente asunto, y que
adversamente a lo alegado por el censor, permitió la válida continuidad de las
diligencias en forma separada respecto de los dos indagados.
Más aún, si desde dicho estadio las actuaciones prosiguieron en forma independiente,
ningún quebranto puede pregonarse del derecho de controversia frente a los
elementos de juicio que eventualmente fueron aportados o recaudados en el proceso
seguido por aparte para esclarecer el compromiso de (...) en los hechos punibles, pero
que ninguna consideración o análisis tuvieron en el trámite contra (...), precisamente,
por su inexistencia en él.
....
Finalmente, como la irregularidad que predicó la Fiscalía en relación con (...) por la
ausencia de asistencia técnica en manera alguna se comunicaba al implicado (...), no
podía proceder conforme echa de menos el actor a dejar sin efectos integralmente las
diligencias; por el contrario, la invalidación parcial del trámite surgía obligada de la
anomalía que se detectó respecto de uno sólo de los implicados, máxime que de
conformidad con el artículo 305 del C. de P.P. únicamente procede la nulidad de las
actuaciones que dependan del acto viciado.
Por tal razón, la Sala reitera que se genera la nulidad cuando la sentencia omite una
réplica precisa a las solicitudes de los sujetos procesales, particularmente, a las
presentadas por el sindicado y su representante judicial, pues la garantía de la
defensa en su doble ámbito: material y técnica, de manera alguna se satisface, al
menos no con contenido de realidad y en cuanto interesa para los actuales fines, a
través de la mera posibilidad de formular alegaciones antes del proferimiento del fallo
de primera instancia o en el escrito que sustente la apelación incoada contra él, sino
primordialmente, mediante el derecho a obtener una respuesta de fondo a las mismas
(sentencias de julio 6 de 1995, M.P. Dr. Torres Fresneda; marzo 3 de 2000, M.P. Dr.
Córdoba Poveda).
Pero esa situación traducida en la falta de motivación del fallo, corresponde advertir,
es bien distinta de la contestación que no cumple con las expectativas del sujeto
procesal, tildada de inadecuada o que es desacertada en su fundamentación fáctica,
jurídica o probatoria, hipótesis reflejada precisamente y en esencia en el ataque
elevado por el demandante en este asunto.
193
circunstancia a pesar de ser aceptada por los juzgadores fue desdeñada al discernir el
compromiso de (…) en los sucesos objeto de la causa.
Reitera la Sala en este punto, entonces, que "resulta evidente que las providencias
judiciales se clasifican en sentencias y autos, siendo aquellas las que ordinariamente
ponen fin a una actuación procesal con reconocimiento expreso de la culpabilidad del
procesado - sentencia condenatoria - o de su inocencia - sentencia absolutoria -, si de
instancias se trata, o definen la casación o la acción de revisión; y éstas, decisiones
que si resuelven algún incidente o aspecto sustancial del proceso, se denominarán
"autos interlocutorios", para diferenciarlos de los de sustanciación que se ocupan de
meros trámites. Sólo por excepción, la Ley denomina "sentencia" a una decisión que
en sede de casación invalida el proceso, en los demás casos, la determinación que en
tal sentido tomen los jueces en las instancias, es naturalísticamente un "auto
interlocutorio", así se haya pronunciado, como ocurrió en este caso, con ocasión de la
revisión de una sentencia. Ha dicho la jurisprudencia pacíficamente que no porque
se tomen diversas decisiones dentro de un mismo cuerpo de providencia, cambia la
naturaleza jurídica que la Ley da a esas determinaciones; es apenas, una práctica que
por economía procesal suele usarse en los estrados judiciales" (sentencia de agosto
31 de 1995, M.P. Dr. Dídimo Páez Velandia).
Así mismo, que la naturaleza interlocutoria de una decisión, sea que se adopte en
forma separada o en el cuerpo de una sentencia de instancia, "impide que en su
contra pueda plantearse censura alguna en sede de casación, pues este recurso
extraordinario solamente procede contra sentencias, específicamente contra
sentencias de segunda instancia" (auto de julio 3 de 1996, M.P. Dr. Fernando Arboleda
Ripoll).
Sentencia Casación
FECHA : 31/05/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Ibagué
PROCESADO : CAMACHO PRADA, LUIS EUCLIDES
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 16534
PUBLICADA : Si
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194
CASACION-No es una tercera instancia/ INDICIO-Técnica para atacarlo en
casación/ VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Técnica/ CAUSAL DE
JUSTIFICACION-Orden de superior/ HOMICIDIO/ CAUSAL DE
JUSTIFICACION-Orden de superior/ EJECUTORIA-Providencia que resuelve la
casación
"De derecho, porque el juzgador pudo haber admitido y valorado como prueba
fundante del hecho indicador alguna irregularmente aportada al proceso y por lo
tanto inválida. Como en ningún caso la prueba indiciaria está dentro del proceso
penal sometida a tarifa legal, es obvio que frente a ella la modalidad de error de
derecho conocida como falso juicio de convicción no es susceptible de ser propuesta
a través del recurso extraordinario de casación".
"Ahora bien, cuando el error se predica de la inferencia lógica, ello supone - como
condición lógica del cargo - aceptar la validez de la prueba del hecho indicador, ya
que si ésta es discutida sería un contrasentido plantear al tiempo algún defecto de
juicio valorativo en el marco del mismo ataque. Existe la posibilidad, no obstante, de
refutar el indicio tanto en la prueba del hecho indicador como en la inferencia lógica,
sólo que en cargos distintos y de manera subsidiaria".
195
demostración de que el juzgador realizó un juicio de valor en contravía de las leyes de
la ciencia, los principios de la lógica o de las reglas de la experiencia. Así las cosas,
para que el cargo quede correctamente formulado es imprescindible concretar el error
y demostrar cómo ha sido transgredida o desconocida una ley científica, un principio
de la lógica ( que no niegue ni desconozca la unidad del ser ) o una regla constante
de la experiencia común o aceptada y practicada en medios especializados en una
determinada materia. Se precisa, además y ello es obvio, la fundamentación
correspondiente a la trascendencia del error" (Resalta la Sala, ahora).
4. El tercer cargo sufre de lo mismo que los anteriores. Añádase que si fuera cierto
que (…) hubiera obrado compelido por un mandato superior, éste no eximiría de
responsabilidad penal, como emana de la correcta interpretación de los artículos 91
de la Constitución Política y 29-2 del Código Penal (artículo 2o. de la ley 589 del
2000). Sobre el tema, la Corte Suprema de Justicia siempre ha sido nítida. Así, por
ejem-plo:
En 1952, en vigencia del Código Penal de 1936, dijo lo si-guiente respecto de la orden
entre militares:
"...para que la obediencia sea causal de justificación del hecho realizado por el que
obedece, se requieren varias condiciones: a) Que el hecho ejecutado lo haya sido en
virtud de una orden de carácter militar; b) Que la orden haya sido dada y cumplida
por militares en servicio; c) Que esa orden tenga carácter obligatorio por tratarse de
actos que se ejecutan por razón del servicio, lo que excluye que en esos casos pueda
tener carácter delictuoso; y d) Que no haya habido exceso en su ejecución" ( G. J. T.
LXXI -1952-, p. 552).
"El artículo 25 del código penal establece, en su ordinal 1o., que el hecho se justifica
por "orden de autoridad competente". La Corte ha decidido que la obediencia
justificativa exige los siguientes requisitos: 1) Una relación oficial de subordinación,
pues nadie puede alegar obediencia si no está obligado a cum-plir lo que se le
manda; 2) Que la orden emane de autoridad superior, y esté dada dentro de los
límites ordinarios de su competencia en relación con su subordinado; 3) Que la orden
sea expedida en las formas en que el subordinado esté obligado a recibirla, ya sea
por escrito u observando determinados requisitos que el procedimiento establezca; y
4) Que la orden no sea delictiva de un modo manifiesto" ( M. P. Dr. Primitivo Vergara
Crespo).
196
de derecho y apreciando las concretas circunstancias que rodeen el hecho al
momento de su ejecución" (M.P. Dr. Carlos E. Mejía Escobar. G.J.T. CCXXXVI, 1er.
semestre, No. 2475, Volumen II, ps. 1151/2).
Si como se desprende del expediente y como lo han manifestado las dos instancias,
los hechos investigados y juzgados no tenían nada que ver con la investidura militar,
ni con el servicio ni con ocasión del mismo, es claro que la orden impartida no forzaba
a (...) a cumplirla, sobre todo si, como está establecido, la finalidad era cometer
delitos fácilmente perceptibles. Por eso el juzgado de primera instancia, cuando
afrontó el tema, dijo que "...no se trataba de actos del servicio sino de actos de
pillaje..." (fol. 359, C.8).
Sentencia Casación
FECHA : 31/05/2001
DECISION : No casa, cesa procedimiento por muerte, declara
prescripción, reajusta penas
PROCEDENCIA : Tribunal
CIUDAD : Nacional
PROCESADO : CASTILLO VELEZ, JHON JAIRO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio agravado,
Daño
en bien ajeno
PROCESO : 15566
PUBLICADA : Si
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De acuerdo con ellos, si bien con carácter general es posible invocar nulidades
originadas en la etapa de instrucción hasta el término de traslado común para
preparar la audiencia, ya que de no hacerse sólo podrán ser debatidas en el recurso
extraordinario de casación (oportunidad), en virtud del principio de lealtad, es deber
para las partes y el juez, postular la configuración del motivo anulatorio, en un caso, o
decretar la nulidad, en el otro, apenas se tenga conocimiento del vicio; solamente es
posible alegar las nulidades expresamente previstas en la ley, (taxatividad); no puede
invocarlas el sujeto procesal que con su conducta haya dado lugar a la configuración
del motivo invalidatorio, salvo el caso de ausencia de defensa técnica, (protección);
aunque se configure la irregularidad, ella puede convalidarse con el consentimiento
expreso o tácito del sujeto perjudicado, a condición de ser observadas las garantías
197
fundamentales, (convalidación); quien alegue la nulidad está en la obligación de
acreditar que la irregularidad sustancial afecta las garantías constitucionales de los
sujetos procesales o desconoce las bases fundamentales de la instrucción y/o el
juzgamiento, (trascendencia); y, además, que no existe otro remedio procesal, distinto
de la nulidad, para subsanar el yerro que se advierte (residualidad).
"De esta manera el Estado cumple con la obligación que le compete de garantizar el
derecho de defensa, y el interrogatorio que deba ser desarrollado por el funcionario
judicial dependerá, como es apenas de obviedad entenderlo, de los antecedentes y
circunstancias conocidas en el proceso, y de la postura que en relación con ellos
asuma el indagado en la diligencia, no de formatos o fórmulas abstractas
preconcebidas.
"Si el imputado, por ejemplo, acepta los hechos, habrá necesidad de entrar a
concretar con su colaboración las circunstancias en las cuales acontecieron, su grado
y forma de participación, y la de los demás intervinientes si los hubo, pero si los
niega, teniendo cabal conocimiento del acontecer fáctico sobre el cual está siendo
interrogado, ningún sentido tiene entrar a indagar sobre dichos aspectos, por resultar
inoficioso, y además inconducente, no siendo dable alegar después, por quien ha
propiciado una tal situación, violación del derecho del derecho de defensa, o
quebrantamiento de las bases fundamentales de la instrucción o el juzgamiento, con
el argumento de que no fue interrogado en debida forma sobre los hechos" (Cfr.
sentencia casación Nov. 24/99. Rad. 14227).
Por ello ha sido dicho que "lo importante es que el interrogatorio al imputado sea
pertinente en relación con los hechos que originaron su vinculación, y que no haya
limitaciones a su intervención o evasivas a sus requerimientos sobre las constancias y
verificaciones que advierta necesarias para su defensa, pues las preguntas
simplemente deben ser eficientes, en el sentido de abarcar, por lo menos
fácticamente, la infracción o las infracciones imputadas al indagado, de tal forma que
pueda ejercer la defensa sobre éstas" (Cfr. Sentencia Casación Diciembre 15 de 1999.
Rad. 12374).
198
oportunidad de acceder al expediente sino de brindar las explicaciones que consideró
necesarias en torno a los hechos materia de averiguación, resulta claro que la
versión, la indagatoria, las sucesivas ampliaciones y la intervención en la audiencia
que llegue a realizarse, integran lo que se conoce como la posición defensiva respecto
del acaecer fáctico génesis de intervención estatal.
Esto no es cabalmente entendido por las partes que en esta oportunidad demandan la
nulidad de lo actuado, aduciendo que el doctor (...) no tuvo conocimiento de la
totalidad de los hechos que determinaron su vinculación jurídica, y que por tanto no
tuvo oportunidad de defenderse de ellos, lo cual, como se verá más adelante, no
consulta la realidad que el proceso evidencia.
Resulta por tanto, carente de fundamento el reproche que se formula, ya que ante la
claridad del interrogatorio sobre los hechos objeto del proceso que ahora se
cuestiona, sobra cualquier explicación por parte de la Corte, pues bien distinto es que
el imputado haya evadido o eludido suministrar las explicaciones que de él fueron
requeridas, a que ahora se aduzca no haber tenido oportunidad de conocer los hechos
por los cuales fue vinculado al proceso.
Y, es que, como ya fue advertido, el conocimiento por el procesado de los hechos por
los cuales se adelanta en su contra el proceso penal, no resulta sólo del interrogatorio
formulado en la diligencia de indagatoria, pues si ello fuera así, la legislación no
habría previsto la posibilidad de que en la etapa de indagación preliminar el imputado
tuviera la posibilidad de ser escuchado en diligencia de versión y tener acceso al
expediente, o habría señalado expresamente que las explicaciones suministradas en
aquella oportunidad no pueden ser tenidas en cuenta en las subsiguientes etapas de
la actuación, pues de acuerdo al carácter progresivo con que se estructura el
proceso, una y otra pieza responden al doble interés, referido, de una parte, a obtener
claridad sobre lo ocurrido, y de otra, a que el imputado tenga la posibilidad de
conocer los hechos que se le atribuyen, brindar las explicaciones que considere
necesarias, y aducir los medios probatorios de defensa.
Es así como, aún en la postrera etapa del juicio oral, el sindicado nuevamente puede
no sólo ser objeto de interrogatorio por el juez y los sujetos procesales, sino que
también puede plantear su argumentación de defensa, que junto con lo expuesto en
los albores de la averiguación preliminar, la instrucción formal y el juicio, integran su
postura defensiva, sin que la ley de rito tenga previsto que en la definición del
proceso únicamente deban considerarse las explicaciones ofrecidas en la audiencia y
no las dadas en las diligencias anteriores a ella.
"La modalidad de peculado imputable es la de apropiación (art. 133 C.P.) que consistió
en sustraer del erario dinero en cuantía que, por ahora, se totaliza en $38.671.586.00,
teniendo en cuenta las consignaciones efectuadas en la cuenta del Senador (...) por
los miembros de la Fundación MESDOB" (Se destaca).
199
Al efecto, conviene recordar un pronunciamiento de esta Corte, con el cual de
despejan las dudas sobre el particular, si es que no empece la argumentación
expuesta, aún pudieran subsistir:
No constituye, por tanto, irregularidad alguna, que la situación jurídica del procesado
hubiere sido resuelta atendiendo lo acreditado probatoriamente hasta el momento, en
tanto que otros aspectos de los hechos objeto de investigación aún no establecidos
con suficiencia, como la cuantía de la apropiación o las circunstancias en que fueron
llevados a cabo, hubieren sido dejadas para que, en el curso de la investigación, se
lograra mayor claridad al respecto.
Con todo, y aún de suponerse que el dictamen pericial refleja la totalidad de los
movimientos financieros realizados por Mesdob con fundamento en los auxilios
parlamentarios gestionados por el doctor (…), es lo cierto que el reparo expuesto se
mantiene sin fundamento, pues la jurisprudencia de esta Corte de antiguo tiene
establecido que la omisión de correr traslado a los sujetos procesales no acarrea
nulidad alguna "toda vez que el no surtirse el traslado de un dictamen a las partes, a
lo sumo podría aceptarse como una irregularidad en todo caso intrascendente y por
ende sin ninguna posibilidad de afectar los derechos del procesado o las reglas de
procedimiento, salvo que se lograse demostrar que no se contó con oportunidad
alguna para conocerlo y por ende para controvertirlo, pues contándose con la
posibilidad de objetarlo de conformidad con lo dispuesto por el artículo 270 del C. de
P.P. "hasta antes de que finalice la audiencia pública", guardar silencio en torno al
contenido del mismo, es mostrar entera conformidad con el resultado que la
comprobación científica ha arrojado" (Cfr. Sentencia de casación, marzo 17/99. M.P.
Dr. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE. Rad. 12.682).
Ello no se observa cumplido por la Representante del ministerio público quien parte
del supuesto errado que el procesado no tuvo oportunidad de conocer y defenderse
de la totalidad de los hechos por los que fue convocado a responder en juicio criminal,
200
lo cual, como ha sido visto, no consulta la realidad del proceso, y para encubrir su
silencio en las etapas previas del proceso, la fase instructiva, durante la ejecutoria de
la providencia calificatoria y aún con posterioridad a ella, en muestra de irrespeto por
la Corporación a la que se dirige como si fuera un órgano de inferior nivel y
denotando particular interés de último momento en este tipo de solicitudes, pretende
sin fundamento la invalidación de parte de lo actuado.
Sin embargo, para tratar de suplir esta falta de participación activa en el proceso, en
conducta ostensiblemente distante de la fidelidad que la ley exige de las partes, y
más ante lo manifiestamente infundado del pedimento, como recurso de última hora
solicita la anulación, en pretensión que se constituye en abuso de los derechos de
postulación y controversia.
Por ello la Sala no puede dejar de deplorar conductas procesales de la factura de las
que vienen de ser destacadas, pues con ellas no se logra otra cosa que introducir
distractores al proceso, fundados en la sola circunstancia de haberse optado por dejar
transcurrir la actuación sin exponer criterio jurídico alguno sobre los hechos objeto de
averiguación o el trámite llevado a cabo.
201
5. La pretensión de que la Corte ordene el traslado del dictamen emitido por el
Investigador Judicial I del Cuerpo Técnico de Investigación, señor Luis Eduardo
Camargo (Fl. 202 y ss. cno. 1 Fiscalía y fls. 300 y ss. cno. No. 1 Corte), resulta
contradictoria no solo con lo sostenido en el memorial precalificatorio donde se afirma
que el dictamen es incompleto por que el perito "no tuvo oportunidad de analizar toda
la ingente prueba producida con posterioridad que soporta la contabilidad", sino con
la siguiente prueba que en el memorial se identifica con el número XX, en la cual
solicita se decrete la prueba pericial "para que por medio de contadores públicos
titulados se siga el iter o camino de los dineros de auxilios oficiales".
Unica Instancia
FECHA : 07/06/2001
DECISION : Deniega nulidad, niega unas pruebas, concede
otras,
decreta otras de oficio
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GARCIA ROMERO, JUAN JOSE
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 9230
PUBLICADA : Si
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202
No obstante, como sobre la vigencia del artículo 34 de la Ley 228 de 1995 aún con la
expedición de la referida ley estatutaria y, en particular, sobre su ámbito de
aplicación, ya la Sala Plena de la Corte mayoritariamente plasmó su criterio
interpretativo en providencia de julio 29 de 1999, con ponencia del Magistrado
NILSON PINILLA PINILLA, bien está traer a colación lo que entonces se puntualizó como
sustento de la decisión de abstención que habrá de adoptar esta Sala de Casación
Penal a donde fueron remitidas las diligencias por uno de los funcionarios
colisionados.
"Forma parte del régimen aplicable a las contravenciones especiales, establecido por
la Ley 228 de 1995, mediante la cual se determina el mencionado régimen "y se
dictan otras disposiciones", precaviendo algunas hipótesis de eventual contraposición
con lo dispuesto por el artículo 169 de la Constitución, al igual que el 158, en lo
pertinente, de acuerdo con lo que a continuación se analiza.
"Si bien el propósito del legislador fue consagrar un estatuto especial destinado a
regular tales contravenciones, para integrar su normatividad dentro del universo
jurídico con el cual necesariamente ha de interrelacionarse resultaba imprescindible
incluir en su articulado normas de concordancia, que como ocurre en cualquier otro
conjunto de preceptos, obligaban en este caso a ocuparse de aspectos más allá de lo
puramente contravencional, pero íntimamente relacionados y atinentes a la
aplicabilidad y armonización del régimen específico.
"Con respetable criterio se había venido observando que, por tratarse de un estatuto
contravencional, el precepto que dentro de él establece la competencia para dirimir
colisiones solamente se aplica a los conflictos que surjan en el conocimiento de las
contravenciones especiales.
"Pero el precepto antes transcrito efectúa referencia expresa a los fiscales y éstos no
conocen sobre contravenciones, sino que instruyen y acusan únicamente acerca de
delitos.
203
"5. TRAMITE LEGISLATIVO: Lo anterior viene a consolidarse al observar la Corte que el
proyecto inicial de lo que vino a convertirse en el artículo 34 de la ley 228 de 1995
proponía: "Artículo 57. Conflicto de competencia. Todo conflicto de competencia que
se suscite por razón del conocimiento de las contravenciones a que se refiere la
presente ley, será resuelto por los jueces del circuito."
"En las Gacetas del Congreso no figuran las razones de esa modificación, pero se
deduce que el fundamento que llevó al legislador a efectuar el cambio de texto, fue
precisamente su propósito de cobijar también la atención de las colisiones de
competencia entre el funcionario que considera estar ante una contravención especial
y aquél que asume el hecho punible como constitutivo de delito. Se determina así
claramente su voluntad de no circunscribirse únicamente a las contravenciones, cuya
mención excluyó y, por el contrario, involucró a funcionarios que no conocen de ellas.
"6. VIGENCIA DEL ARTICULO 34 DE LA LEY 228 DE 1995: Se había interpretado que el
artículo 34 de la ley 228 de 1995 fue tácitamente derogado o al menos limitado por
los artículos 17, numeral 3° y 18, inciso 1°, de la ley 270 de 1996, estatutaria de la
administración de justicia, que le encomendaron a la Sala Plena de la Corte Suprema
de Justicia la resolución de los conflictos de competencia en la jurisdicción ordinaria,
no asignados a alguna de sus Salas o a otra autoridad judicial. En la misma
providencia antes citada se lee:
"La Ley 270, por ser estatutaria, se ocupa esencialmente de "la estructura general de
la administración de justicia y sobre los principios sustanciales y procesales que
deben guiar a los jueces en su función de dirimir los diferentes conflictos o asuntos
que se someten a su conocimiento... ...esa habilitación no incluye la facultad de
consagrar asuntos o materias propias de los códigos de procedimiento", sin que ello
signifique, de manera automática, que en algunos eventos no pueda ocuparse "de
regular aspectos que, en primera instancia, son de naturaleza procesal" (Corte
Constitucional, sentencia C-037, febrero 5/96, M. P. Vladimiro Naranjo Mesa,
consideración introductoria).
"Así, la finalidad cardinal de la Ley 270 no está dirigida, en este punto, a modificar per
se los procedimientos y competencias indicadas en las disposiciones pertinentes, sino
a señalar pautas y superar o llenar, por vía genérica, los vacíos de las regulaciones
específicas. Por eso consagró una competencia residual para resolver aquellos
conflictos que no corresponda expresamente dirimir a otro despacho judicial, lo cual
acarrea como consecuencia que preservó en la ley ordinaria, por lo general, el
señalamiento de la autoridad a quien corresponde tal función y, sólo en su defecto,
subsanará la carencia de disposición específica.
204
relacionado a la competencia de los jueces penales del circuito para dirimir las
colisiones entre fiscales y jueces municipales en lo penal, cuando estos últimos estén
llamados a proceder sobre contravenciones, que es el asunto al cual se contrae la
presente motivación.
"7. SOLUCION DEL CONFLICTO POR EL JUEZ PENAL DEL CIRCUITO: También se ha
argumentado que un funcionario judicial no puede resolver una colisión de
competencia en la que esté trabado otro de su misma categoría y que, por ende, no
ha de aceptarse que la ley le haya adjudicado a un juez del circuito la decisión de un
conflicto que se presente entre un juez penal o promiscuo municipal y un fiscal
seccional, delegado éste precisamente ante el juzgado penal del circuito y de su
misma jerarquía.
"No existe razón válida para deducir que el artículo 34 de la Ley 228 de 1995 se aplica
sólo parcialmente, cuando debe regir y cumplirse en su integridad, máxime al
referirse categóricamente a "todo conflicto de competencias que se suscite… entre
fiscales y jueces". El perentorio texto no deja lugar a excepción alguna, salvo que
fuere de inconstitucionalidad, ni remotamente vislumbrada. Siendo que el legislador
no distingue una clase de fiscal ni de juez, mal puede hacerlo el intérprete, ante una
disposición que, se repite, está dirigida a "todo conflicto", cobijando sin distinción a
aquél que involucre a un fiscal local, como en el asunto bajo estudio, de la misma
manera que a un seccional cuando fuere del caso.
Desde luego que las anteriores razones sustentan conclusión similar en cuanto a una
eventual intervención de esta Sala para dirimir el presente conflicto, la cual queda
excluida fundamentalmente por la existencia de norma especial que asigna su
definición a los Juzgados Penales del Circuito del lugar donde ocurrió el hecho, razón
suficiente para que se abstenga de adoptar decisión de fondo.
Así, como se trata de un conflicto que tiene origen en la naturaleza misma del hecho,
en torno al cual la fiscalía considera que se trata de una contravención especial de
falsedad de competencia de los juzgados penales municipales, y el funcionario a
quien se remitió la actuación la declina porque el conocimiento de esta clase de
hechos punibles no le ha sido atribuido por norma vigente alguna, imperioso se ofrece
dar aplicación al artículo 34 de la Ley 228 de 1995.
205
esta ciudad
PROCEDENCIA : Fiscalía 139 Seccional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : ALARCON GUTIERREZ, SAMUEL GERARDO
DELITOS : Tentativa de hurto calificado y agravado
PROCESO : 18416
PUBLICADA : Si
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Dentro del esquema jerarquizado que rige la actividad judicial, resulta claro entonces
que el llamado a pronunciarse sobre la apelación o la consulta es el juez de grado
superior de quien funcionalmente depende el que profirió la providencia objeto de
revisión.
De un tal tenor son las preceptivas contenidas en el Código Procesal Penal, Arts. 200
in fine y 208 a 210, normatividad que expresamente le atribuye competencia al
superior para resolver el recurso de apelación cuando dicho medio de impugnación se
promueve en subsidio del de reposición, o el de hecho cuando se niega aquél; así
mismo, tal facultad es reiterada por el artículo 217 ibidem respecto de la alzada, con
las limitaciones impuestas por la propia Constitución Política y la Ley.
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decisión que se somete a su revisión; todo lo contrario, debe el ad quem hacer uso de
la habilitación funcional para corregir el yerro en la cuestión objetiva o territorial.
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Como en el caso que ocupa la atención de la Sala, el cargo tiene por objeto
únicamente lo referente a la indemnización de perjuicios decretados en la sentencia
condenatoria, ya que lo que pretende el tercero civilmente responsable es que se le
excluya del pago de los mismos, deberá tener como fundamento las causales y la
cuantía para recurrir establecidas en las normas que regulan la casación civil, al tenor
de lo establecido por el artículo 221 del C. de P. Penal.
Según lo preceptuado por los artículos 366, inciso 1º , del C. de P. Civil (modificado
por el Decreto 2282 de 1989) y 2º y 3º del Decreto 522 de 1988, la cuantía del
interés en el bienio comprendido entre el 1º de enero de 1998 y el 31 de diciembre de
1999, era de $53.790.000, la que no se alcanza en este evento.
207
En efecto, teniendo en cuenta que el fallo de segunda instancia, proferido el 4 de
mayo de 1998, condenó a los terceros civilmente responsables al pago solidario de
800 gramos oro por concepto de perjuicios morales, y que el valor del gramo oro para
esa fecha era de $13.459,36, se tendrá que el equivalente en moneda nacional era de
$10.767.488.oo, suma muy inferior a la exigida de $53.790.000, de lo que se colige
que el actor carece de interés.
Sentencia Casación
FECHA : 07/06/2001
DECISION : Desestima la demanda
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Buga
TERCERO CIVILMENTE RESP. : GARCIA SANCHEZ, DIONISIO
PARTE CIVIL : RODRIGUEZ ESPINOZA, NESTOR RAUL
PARTE CIVIL : SANCHEZ DE GARCIA, EVANGELINA
PROCESADO : ORTIZ ROJAS, HUMBERTO
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 14873
PUBLICADA : Si
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El juicio de conducencia que sobre la prueba hace esta Sala de Casación Penal, está
entonces referido exclusivamente a la aptitud que tengan las pruebas para infirmar o
demostrar cualquiera de los hechos en los que la Corporación debe fundar su
concepto, por lo que a ello se procede en el análisis siguiente.
La revisión que la Corte hace de esa documentación es meramente formal y esto es,
precisamente, lo opuesto a lo sustancial. De acuerdo a esos parámetros que son
medida y límite de la actuación de la Corporación en este tipo de trámites, la
208
inconducencia de las pruebas que solicita el defensor de (...) es evidente, pues
pretenden discutir la jurisdicción del Estado requirente para el juzgamiento de los
hechos por los que ha solicitado la extradición del mencionado ciudadano
colombiano.
Tal tema no puede ser objeto de debate sino ante los Jueces del país requirente, es
ante ellos que en caso de emitirse concepto favorable y concederse la extradición por
parte del gobierno nacional, debe plantearse la presunta ilegitimidad de su propia
actuación.
2. Para la fundamentación del concepto que debe rendir la Corte no resulta relevante
la crítica que el defensor del requerido en extradición le hace a la Fiscal Delegada
Especializada que tiene a su cargo la investigación radicada con el No. 35.854. La
supuesta manipulación que esa Funcionaria hizo de esa indagación para negarse a
vincular mediante indagatoria a HUGO CARLOS GOMEZ MAYA y de esa manera, según
lo afirma el defensor, renunciar a la jurisdicción nacional, no es un tema que ataña a
ninguno de los aspectos sobre los cuales debe fundarse el concepto de extradición.
El defensor señala que es importante determinar la unidad de hechos entre los que
motivan la petición de extradición y aquellos a que se refiere la investigación 35.854
de la Fiscalía Especializada de Bogotá D.C. y que por ello solicita la incorporación de
copia de ese expediente a esa actuación. Al respecto, se ha señalado desde hace
bastante tiempo que "(...) no le corresponde a la Corte entrar a establecer si en
Colombia se adelantan otros procesos adversos al solicitado, ni, por lo mismo,
establecer si entre ellos y el proceso por el cual es requerido en extradición se dan
motivos de conexidad.
"Si de alguna manera la solicitud pretende acreditar que las autoridades nacionales
siguen algún proceso penal en contra del señor (...), es evidente que esa aspiración
desborda los fines del trámite que ante la Corte se impulsa, pues si alguna
consecuencia puede derivar de esa información la competencia y oportunidad de
valorarla conciernen al Ministerio de Justicia en los supuestos que indica el artículo
560 del Código de Procedimiento Penal, lo que devela la improcedencia de su
pedimento en esta sede.
"Y si lo que se busca es controvertir la eventualidad de que por unos mismos hechos
tanto en Colombia como en el exterior se adelanten dos procesos, tampoco ese hecho
es tema del trámite de extradición, pues de ninguna manera podría la Corte calificar
el acierto o validez del procedimiento cumplido por el Estado requirente, ante el cual
tiene el implicado la posibilidad de defenderse, ni, como queda dicho, entrar a
interferir en los procesos que las autoridades nacionales tuvieran bajo su
competencia."*
3. Ninguna relevancia tiene para el concepto que debe rendir la Corte, determinar si
la identidad plena del requerido en extradición fue establecida por el gobierno
requirente mediante algún mecanismo de colaboración previo con el gobierno
requerido . El abogado defensor no señala cuál es la conducencia de esa prueba que
pide, solo pretende demostrar que fue el gobierno nacional el que le suministró al
estadounidense el dato de la identidad plena del ciudadano. Colombiano. Pero es la
prueba por la prueba, no le da a la Corte ninguna razón para explicar cuál es la
utilidad de comprobar ese aserto dentro del trámite de extradición, o de qué manera
afecta la emisión del concepto por parte de esta Corporación demostrar esa hipótesis.
Como la carga de la demostración de la conducencia de las pruebas que se solicitan
le corresponde al solicitante y ella no fue cumplida por el peticionario, se negará su
práctica.
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para formalizar la petición de extradición, pero por ser un problema estrictamente
jurídico no es objeto de prueba.
Extradición
FECHA : 07/06/2001
DECISION : Niega las pruebas solicitadas
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : GOMEZ MAYA, HUGO CARLOS
PROCESO : 16309
PUBLICADA : Si
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La Corte dentro del trámite de extradición que adelanta no verifica ningún juicio sobre
la responsabildiad del requerido. Ese juicio se realiza o se realizó - según sea el caso
concreto - en el país requirente y es allí frente a los Jueces del Estado que ha
solicitado la cooperación internacional del colombiano, donde deben plantearse todos
los problemas atinentes al contenido sustancial de la resolución de acusación o su
equivalente que haya sido proferida en ese Estado. Frente a la Corte Suprema de
Justicia de Colombia el debate probatorio en ese punto se limita al contenido formal
de ese tipo de providencia, no a su contenido sustancial, ni a su corrección o presunta
incorrección.
210
"De conformidad con lo expuesto, y por su propio contenido, el acto mismo de la
extradición no decide, ni en el concepto previo, ni en su concesión posterior sobre la
existencia del delito, ni sobre la autoría, ni sobre las circunstancias de tiempo, modo y
lugar en que se cometió el hecho, ni sobre la culpabilidad del imputado, ni sobre las
causales de agravación o diminuentes punitivas, ni sobre la dosimetría de la pena,
todo lo cual indica que no se está en presencia de un acto de juzgamiento, como
quiera que no se ejerce función jurisdicente.
"4.3. Por otra parte, para el demandante, el concepto que emite la Sala de Casación
Penal de la Corte Suprema de Justicia, debe ser entendido como una providencia
judicial que pone fin al proceso y, por lo tanto, debe incluir un examen material y no
limitarse a realizar un examen formal sobre la documentación aportada, por cuanto,
ante todo, las actuaciones estatales deben propender por el respeto al debido proceso
y la prevalencia del derecho sustancial sobre las formas. Siendo ello así, el concepto
que emite la Corte Suprema de Justicia debe tener los mismos contenidos, exigencias
y recursos de toda providencia judicial.
"Por esto - y no por otra razón -, es que la intervención de la Corte Suprema de Justicia
en estos casos, se circunscribe a emitir un concepto en relación con el cumplimiento
del Estado requirente de unos requisitos mínimos que ha de contener la solicitud, los
cuales se señalan en el Código de Procedimiento Penal.
"Así, resulta claro entonces, que ese concepto de la Corte Suprema de Justicia puede
ser acogido o no por el Jefe del Estado, si es favorable, lo que significa que, en
últimas, es el Presidente de la República como supremo director de las relaciones
internacionales del país, quien resuelve si extradita o se abstiene de hacerlo.
"Y, por la misma razón, dada la naturaleza jurídica de la actividad que cumple la Corte
Suprema de Justicia al emitir el concepto aludido, cuando este es negativo lo que se
manifiesta por ella es que no se cumplieron por el Estado requirente, los requisitos
mínimos de esa figura de cooperación internacional señalados en el Código de
Procedimiento Penal y, por ello, ese concepto negativo resulta obligatorio para el
Presidente de la República, pues tanto él como la Corte Suprema de Justicia se
encuentran sometidos a la ley colombiana, sin que, se repite, ese concepto negativo
sea un acto jurisdiccional dado que al emitirlo no se dicta una providencia de
juzgamiento, como ya se dijo.
"Por otra parte, si la manera como se proceda en otros Estados conforme a su derecho
interno comparativamente resulta distinta a la señalada por la ley colombiana y, ello
se considera que pudiera afectar el principio de la reciprocidad, en ese punto,
corresponderá al Jefe del Estado como director supremo de las relaciones
internacionales del país, proceder de acuerdo con la Constitución y con la Convención
de Viena - Derecho de los Tratados - a actuar en consecuencia, sin que pueda la Corte
Constitucional arrebatarle esa competencia".
211
MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR
Extradición
FECHA : 07/06/2001
DECISION : Niega solicitud de nulidad
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : MEJIA TORO, MAURICIO
PROCESO : 16730
PUBLICADA : Si
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La querella es la solicitud que hace el sujeto pasivo de la conducta punible para que
se inicie investigación penal por un ilícito para el cual se previó por el legislador esa
condición.
Desde ya se hace necesario afirmar que resultan innegables los efectos procesales y
sustanciales que se derivan de la querella.
212
Efectos procesales. Si se le mira como presupuesto para que el Estado pueda
adelantar la acción penal, o como requisito previo a la adopción de una
determinación, desde luego que las disposiciones que regulan la institución en
comento tienen alcance de mera sustanciación y ritualidad para el juicio.
Un ejemplo de los efectos procesales de la querella, viene dado en los motivos que la
ley previó para disponer la terminación de la acción penal.
Desistimiento.
La conciliación
El decreto 050 de 1987 tuvo vigencia hasta el día 30 de junio de 1992. A partir del 1
de julio siguiente entró a regir el decreto 2700 de 1991, legislación que dispuso en su
artículo 33 la querella cuando la cuantía del abuso de confianza superara los diez
salarios mínimos legales mensuales, que equivalían a $517.200.
213
conciliación, son mecanismos consecuenciales a la naturaleza querellable de los
delitos (art. 34, 38 del C.P.P., estos dos últimos modificados por los artículos 6 y 7 de la
ley 81 de 1993).
Aplicando lo dicho al asunto sub examine, se tiene que, los efectos procesales de la
querella, se deben resolver conforme al artículo 40 de al ley 153 de 1887, principio de
aplicación inmediata de la norma ritual, en caso de una nueva legislación.
Igualmente, a los trámites agotados se les aplica el principio de preclusión, según el
cual, el proceso se desarrolla a través de una sucesión ordenada y continua de actos
procesales que deben ejecutarse en un plazo predeterminado para ellos. Por
consiguiente, al expirar el término o agotarse la actuación, queda clausurada la
oportunidad procesal y habilitado el estadio subsiguiente, en pos de la culminación
del trámite a que haya lugar. De esta manera se confiere seguridad, precisión al
procedimiento y firmeza a las decisiones judiciales, cuyos efectos deben ser
respetados en el proceso en que se profieran, en la medida en que se respeten los
derechos y las garantías fundamentales de los intervinientes.
...
Los principios en mención tienen como propósito impedir que se repita la imputación
penal parcial o totalmente, en el mismo o en otro proceso. En tal virtud, si se ha
resuelto de fondo un asunto, el juez penal queda vinculado con la decisión adoptada y
por tanto está obligado a abstenerse de hacer nuevo pronunciamiento de mérito, una
vez conozca de la existencia de esa resolución judicial.
214
Son pues requisitos para que una decisión judicial alcance la categoría jurídica de
cosa juzgada: a) La existencia de una providencia de fondo, b) Ejecutoria de la
decisión y que haga tránsito a cosa juzgada. Por lo tanto, no alcanzan este efecto, la
resolución inhibitoria, la sentencia de juez extranjero en los términos de los artículos
14, 15-1, 16 y 17-2 del C.P, la amnistía y el indulto a que se refiere el artículo 78 ídem,
la acción de revisión, la rehabilitación del condenado (526 del C.P.P.), los subrogados
penales, los asuntos que deban ser revisados por efectos del principio de
favorabilidad, entre otras.
Las persecuciones múltiples se pueden solucionar por la vía del non bis in idem o a
través de las reglas de competencia, aún mediante los incidentes de colisión de
competencias, conforme al Título II, Libro I, del Código de Procedimiento Penal.,
disposiciones que deben aplicarse en concordancia con el numeral 5 del artículo 308
del C.P.P. Estas dos últimas soluciones no tienen cabida cuando el rito procesal está
agotado en su totalidad, al menos en una de las actuaciones. En esta eventualidad la
revisión fue la vía que el legislador dejó como posible.
Significa lo dicho que ante dos trámites que versan sobre el mismo hecho, la
prohibición de la persecución múltiple (non bis in idem) impone la necesidad al
funcionario judicial de proceder en cuanto a la acción penal, así: a) Inhibirse de abrir
investigación en la fase previa (artículo 327 del C.P.P.), b) En el sumario precluir la
investigación (artículo 36 Ib.), c) En la causa cesar el procedimiento (artículo 36 Id.), y
d) De no resolverse la situación en las instancias, podrá reclamarse en casación o
mediante el ejercicio de la acción de revisión.
...
215
en el "otro" juzgamiento que constituye este proceso, según la pretensión del
recurrente, en el que "dobla" aquel, a pesar de que ese "otro", al menos por la fecha
de la preclusión alegada, es posterior a la sentencia de segunda instancia atacada en
casación. Es decir, más pareciera que fue el proceso que supuestamente terminó con
preclusión ejecutoriada, el que el "dobló" el proceso que ahora ocupa la atención de
la Corte.
Sentencia Casación
FECHA : 13/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CAMARGO JIMENEZ, ALFONSO NEREO
DELITOS : Abuso de confianza, Fraude a resolución judicial
PROCESO : 15833
PUBLICADA : Si
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Resta añadir en este punto, que el director del sumario no agotó las actuaciones
previstas en la disposición atrás citada para restablecer la representación profesional
del referido implicado, concretamente, omitió declarar esta palmaria incompatibilidad
en la defensa a través de providencia que debía ser notificada personalmente a los
sindicados privados de la libertad y comunicada al defensor, susceptible además del
recurso de reposición.
216
asiste razón cuando afirman configurada aquí la violación de dicha garantía y, por
ende, que la sentencia impugnada fue proferida en un juicio viciado de nulidad, al
tenor de lo dispuesto por el artículo 304-3º del C. de P.P., donde no se respetó el
derecho fundamental a una defensa profesional provista convencionalmente o de
oficio.
En la respuesta a esta censura la Sala reitera una vez más que si bien la falta de
congruencia entre la resolución de acusación y el fallo constituye un vicio in
procedendo, concretamente, un error de estructura conceptual por cuanto rompe la
armonía lógica que debe existir en el proceso, respecto del cual la ley ha previsto una
causal específica para demandarlo en la impugnación extraordinaria, no es menos
cierto que un desatino de este talante puede vulnerar las garantías fundamentales del
sindicado y, por ende, en manera alguna resulta desacertado en dicho evento
plantear el cargo por la vía de la causal tercera de casación* , que fue la invocada por
el recurrente en el caso examinado para acusar la violación del debido proceso y, de
contera, del derecho de defensa, ante el sorprendimiento del implicado con cargos y
circunstancias no contenidos en la acusación.
"En síntesis, se tiene que la Corte, en la actualidad, es del criterio que todas las
circunstancias que impliquen incremento punitivo, específicas o genéricas, valorativas
o no valorativas, en cualquiera de sus modalidades, deben hacer parte de la
imputación fáctica de la acusación para que puedan ser deducidas en la sentencia,
siendo suficiente para que esta exigencia se cumpla que el supuesto de hecho que las
estructura aparezca claramente definido en ella, de suerte que su imputación surja
inequívoca de su contenido" (sentencia de abril 4 de 2001, M.P. Dr. Arboleda Ripoll,
radicado 10.868), como resulta claro en el presente enjuiciamiento en relación con la
aludida circunstancia de calificación del hurto.
217
sindicados para procurar el apoderamiento del automóvil objeto material del delito
contra el patrimonio económico; más aún, en el aparte conclusivo de dicho análisis
luego de afirmar la comisión del delito sobre un automotor, en forma contundente se
señaló que "para asegurar el producto de tal ilícito fue que se ultimó violentamente al
precitado interfecto" (fl. 261 cdno. 2), reproduciendo en tales términos el supuesto
previsto en el aparte in fine del artículo 350 del Código Penal.
Sentencia Casación
FECHA : 13/06/2001
DECISION : Si casa referente a un procesado, declara
nulidad,
concede libertad, casa .....
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CARABALLO, JOSE LUIS
RECURRENTE : PROCURADURIA 21 JUDICIAL PENAL, II
PROCESADO : VILLARGA, DAGOBERTO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio agravado
PROCESO : 14891
PUBLICADA : Si
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1. Son ciertamente plurales los defectos que en punto a la técnica del extraordinario
recurso de casación se observan en el escrito de demanda presentado por el defensor
del procesado ... (a. basuco) contra el fallo impugnado, básicamente a partir de su
propio enunciado, si se tiene en cuenta que a través del mismo propugna el actor por
218
destacar dentro de la vía indirecta de violación a la ley sustancial escogida, errores de
hecho que se afirman concurrentes, derivados de apreciación errónea, falta de
apreciación y suposición de diversas pruebas, entremezclando no solamente
conceptos correspondientes a estas antagónicas y excluyentes modalidades del yerro
fáctico con el de derecho por falso juicio de convicción, sino confundiendo al propio
tiempo aquellas nociones que resultan inherentes a cada una dado el disímil defecto
que comprenden y la particular circunstancia de no resultar admisible su simultánea
invocación.
A lo anterior debe agregarse, el hecho de que los diversos preceptos que cita como
vulnerados, esto es, los artículos 2, 247, 248 y 254 del Estatuto procesal penal, son
todos de naturaleza estrictamente adjetiva, lo cual también influye negativamente
sobre la adecuada presentación del ataque, máxime cuando, por el mismo motivo, se
pasa por alto el deber de determinar el sentido de la violación, esto es, si encuentra
su fuente en la aplicación indebida o la falta de aplicación de la ley sustancial.
...
De suerte que si bien han debido adoptarse las medidas necesarias para que el
imputado no lograra ocultar su verdadera fisonomía, como lo afirma el actor, este
imperativo proceder echado de menos en nada incide sobre el indiscutible hecho de
que tal prueba si fue valorada por el fallador, realidad que contradictoriamente a su
postulado primero culmina admitiendo el demandante, al mostrarse inconforme pero
con el hecho de que a la misma se le haya negado "su intrínseco valor probatorio",
tema distante de la omisión acusada, como también lo es sostener que el análisis del
reconocimiento por parte del juzgador estuvo en "contravía de la sana crítica", sabido
como es que ignorar los principios y postulados que guían este método de apreciación
probatoria, exige demostrar el absoluto desapego a la lógica, la experiencia común y
la ciencia, siendo lo correcto su alegación pero por falso raciocinio.
Sentencia Casación
219
FECHA : 14/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : NARANJO GARCES, MAURICIO ALIAS EL PAISA
PROCESADO : ERAZO, JHON JAIRO ALIAS BAZUCO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio agravado
PROCESO : 12789
PUBLICADA : Si
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2. En este sentido, necesario es, por tanto, igualmente reiterar, como lo ha hecho la
Sala en abundante jurisprudencia, que la causal primera del artículo 220 del Código
de Procedimiento Penal, hace referencia a errores de juicio del sentenciador, en los
cuales bien puede incurrir de manera directa a través del proceso de aplicación de la
norma (por exclusión evidente o aplicación indebida) o por deficiencias en su
interpretación (por exceso o por defecto); pero cuando la ley aparece quebrantada de
manera mediata, esto es, como producto de la apreciación probatoria (violación
indirecta), varios son los sentidos en que a través de los errores sobre el contenido
objetivo y material de los medios de convicción, el fallador quebranta las
disposiciones sustanciales.
220
para adoptar la decisión que se cuestiona y eso no es lo que se observa en la
demanda.
4. Por último, se advierte que como durante el trámite de este recurso, por auto del
11 de mayo de 1.999, a petición de la defensa y por haberse demostrado la
ocurrencia de la causal 2º del artículo 407 del Código de Procedimiento Penal, la Sala
ordenó la suspensión de la detención preventiva de (...) porque le quedaban menos
de dos meses para dar a luz, haciéndose efectiva la misma el 18 siguiente, fecha en
que suscribió la diligencia de compromiso, se dispondrá su captura a efectos de que
cumpla con la pena impuesta en los fallos de instancia, debiéndose para ello librar las
comunicaciones pertinentes con destino al Departamento Administrativo de
Seguridad, D.A.S.
Sentencia Casación
FECHA : 14/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Villavicencio
PROCESADO : GARCIA MONTAÑA, LUZ JACKELINE
PROCESADO : LOZANO VILLAMIL, WILSON HERNANDO
DELITOS : Hurto calificado, Porte de armas de defensa
personal,
Homicidio agravado
PROCESO : 15164
PUBLICADA : Si
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Sobre este tópico, la Sala señaló frente a asunto similar (junio 12 de 2000, casación
N° 11.541, M. P. Jorge E. Córdoba Poveda):
"Pero si por razón misma de las circunstancias se ve compelido a entregar ese manejo
físico al secretario, sigue obligado a la custodia material, la que hará efectiva con las
medidas adecuadas de vigilancia y control.
221
Ahora bien, esa custodia material no la puede confiar ni al secretario ni a ningún otro
funcionario subalterno, ni aun en el evento de que tenga que encomendarles la
tenencia y el manejo físico, pues en tal caso mantendrá y ejercerá tal cuidado,
mediante los pertinentes actos de vigilancia y control. Si indebidamente abandona
esa custodia material, es decir, se desentiende de la misma, la responsabilidad
permanece radicada en el juez, independientemente de la que corresponda a aquél
en quien se dejó."
...
Como lo analizó el Tribunal, el artículo 40 del decreto 052 de 1987, que determinaba
las funciones de los secretarios judiciales, con remisión a las señaladas en el artículo
14 del decreto 1265 de 1970, en lo concerniente a la administración de elementos les
atribuyó "6. Custodiar y mantener en orden el archivo de su oficina", ello se refiere a
documentos y efectos a su cargo y no relevaba al Juez del deber de custodia y
conservación de los elementos y caudales a él confiados, según lo instituido en el
artículo 55 de aquel decreto (resalta la Corte):
Esa falta ante las obligaciones de administración, guarda y control que legalmente le
estaban encomendadas, dio lugar al resultado previsible del faltante o extravío del
dinero en cuestión, determinante del peculado culposo (artículos 37 y 137 C. P.),
resultando indiferente para su estructuración que no se haya podido establecer cómo
ocurrió tal pérdida ni, en el evento de haberse presentado sustracción o
apoderamiento, quién lo realizó.
222
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : PAEZ MENDEZ, JORGE ERNESTO
DELITOS : Peculado culposo
PROCESO : 12443
PUBLICADA : Si
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A pesar de la experiencia como Juez del doctor (...), aún no comprendía la naturaleza
tan especial de la acción de tutela, siendo la primera que atendía, ni la imperatividad
de la preceptiva consagrada por el decreto 2591 de 1991, para el caso en sus
artículos 3°, 15 y 29, además del propio artículo 86 de la Constitución Política, que en
su penúltimo inciso estatuye: "En ningún caso podrán transcurrir más de diez días
entre la solicitud de tutela y su resolución."
Según las declaraciones de los empleados de aquel Juzgado, (...) (fs. 390 y Ss. cd. 2),
no tenía el Juez (...) relación alguna de amistad o animadversión con los interesados
en esa acción, que lo hubiera impulsado a tal retardo, y si hubo algún sentimiento,
según manifestación de (...) era de gratitud a la familia de la accionante, por la
manera de acogerle a su llegada.
Tal como lo analizó esta corporación en sentencia del 15 de octubre de 1999 (rad.
11.516, M. P. Yesid Ramírez Bastidas):
"El delito de prevaricato por omisión es la conducta del funcionario que retarda,
deniega, omite o rehusa un acto propio de sus funciones, delito esencialmente doloso
en que el agente obra con el propósito de no cumplir con su deber, y por eso no es
suficiente para su configuración el mero retardo del funcionario en la tramitación de
los asuntos a su cargo, sino que resulta indispensable, además, la conciencia y
voluntad de omitir deliberadamente el acto que está obligado a realizar por mandato
legal."
En otras palabras y como también ha expuesto esta Sala, con ponencia de quien
ahora cumple igual labor, la inacción ha debido ser maliciosamente gestada, pues la
simple demora o falta de actividad "no acompañada de la actitud dolosa y
manifiestamente dirigida a retardar o denegar un acto propio de las funciones, no
constituye hecho punible alguno" (diciembre 4/95, única instancia rad. 9.471; marzo 3
de 2000, única instancia rad. 11.274).
223
la demostración del elemento subjetivo, de haberse incurrido en tal retardo de
manera dolosa.
... las causales contenidas en el artículo 40 del Código Penal, impiden el nacimiento
del hecho punible por ausencia del elemento culpabilidad, que por su carácter
netamente subjetivo, operan únicamente en relación con el sujeto agente, en el
sentido de que le impiden tener conciencia de la ilicitud de su acción o descartan la
intención de realizar el tipo.
En el caso del error, tanto el de tipo como el de prohibición, excluyen el dolo ya que
debido a la errada apreciación fáctica o a la equivocada apreciación de una norma, el
sujeto actúa creyendo que lo hace conforme a derecho, bien porque considere que en
esa conducta no se dan los elementos del tipo, bien porque crea que ella está
amparada por una causal de justificación."
Si bien el juez acusado conocía el contenido del decreto 2591 de 1991, como lo
admitió en la versión y en la indagatoria, de su actitud frente al trámite y decisión de
la tutela aludida se infiere que se equivocó de buena fe, al creer que a pesar de los
términos consagrados en el artículo 86 de la Constitución Nacional y en el decreto
2591 de 1991, podía asumir dicha acción colocándola con los demás casos, en el
orden de entrada al despacho, sometida a las mismas dilaciones justificadas por el
exceso de asuntos, como de manera consuetudinaria ocurría con las otras
actuaciones a su cargo.
Tal como se viene analizando, del conjunto de su actitud frente a la tutela en cuestión,
se infiere el convencimiento errado del doctor (...), de estar justificado para decidirla
sin respetar los términos ni la prioridad que especialmente imponen la Constitución y
la ley.
224
MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA
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1. Desconoce el principio de autonomía, pues al interior del mismo cargo aduce varios
reproches por nulidad que dado el alcance invalidatorio de cada uno de ellos,
referidos a diferentes estadios procesales, ha debido plantear de manera separada y
atendiendo a su prioridad.
Así, por mandato del artículo 139 del Código de Procedimiento Penal, el
nombramiento de defensor, hecho desde la indagatoria o en cualquier otro momento
posterior, "se entenderá hasta la finalización del proceso."; y como lo ordena el
artículo 147 ibídem, tal designación es de forzosa aceptación y desempeño, salvo las
taxativas excusas que la misma norma contempla.
225
La Sala de Casación Penal, frente a varios casos como el que se examina ha reiterado
que la citación mediante telegrama a que se refiere el artículo 190 del Código de
Procedimiento Penal, modificado por el artículo 25 de la Ley 81 de 1993, previa a la
notificación por estado, es indispensable sólo cuando se trata de providencias que la
ley obliga a notificar personalmente. Entre éstas no se encuentra la resolución que
define la situación jurídica. Así en sentencia del 15 de octubre de 1998, radicación
10.796, M.P. Dr. Ricardo Calvete Rangel; y sentencia del 11 de agosto de 1999,
radicación 10.666, M.P. Dr. Carlos Augusto Gálvez Argote.
5.
Tampoco tiene razón el censor en cuanto a que en la resolución acusatoria no se
precisó el grado de participación (cómplice o coautor) del procesado (...), pues en la
proferida por la Fiscalía Seccional se dijo y repitió que él y el coprocesado (...)
accionaron las armas de fuego contra el ebrio y su familia, y salieron disparando de
las casas contiguas (folios 408 y 409 cdno. ) por lo que no hay duda de que si se les
imputó la realización del tipo, se les consideró como autores. Es más, la calificación
de coautores fue todavía más explícita en la decisión que resolvió la apelación contra
dicha determinación, en la que se dijo:
"No merece reparo alguno por parte de esta instancia, la adecuación típica que el A-
quo ha dado a los punibles endilgados a los coinculpados, cuando en la misma se les
atribuye una coautoría." (folio 445 cdno. 1)
Por manera que fáctica y jurídicamente se precisó, sin lugar a dudas, la coautoría
como modalidad de intervención de los procesados.
Aquel inciso fue declarado inexequible por la Corte Constitucional mediante Sentencia
C-049 del 8 de febrero de 1996 (M.P. Dr. Fabio Morón Díaz), cuyos efectos se producen
hacia el futuro. Ante tal evidencia, la jurisprudencia de la Sala ha sostenido
reiteradamente que las situaciones consolidadas con anterioridad al mencionado
pronunciamiento Constitucional, no se afectan de nulidad sobreviniente, entendiendo
claro está que cumpliesen el supuesto de que en el lugar donde debiera realizarse la
indagatoria no hubiere un abogado inscrito disponible.
226
Entonces, el cargo no ha debido estructurarse sobre la base de que el señor (...) fue
asistido en su indagatoria por un ciudadano honorable, en los términos del inciso
primero del artículo 148 del Código de Procedimiento Penal, sino que la discusión
debió plantearse en torno al contenido y alcances del inciso segundo del mismo
precepto, que habilita a los estudiantes de derecho para intervenir en las actuaciones
procesales, en el sentido de establecer si, de cara al Decreto 196 de 1991 y normas
complementarias, los alumnos de quinto año podían actuar como defensores, y si
concretamente la designada pertenecía o no al consultorio jurídico.
En efecto, el inciso segundo del artículo 148 del Código de Procedimiento Penal,
declarado exequible por la Corte Constitucional en la Sentencia C-049 del 8 de febrero
de 1996, expresa:
Sentencia Casación
FECHA : 19/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : AVILA, ALIRIO JOSE ALIAS EL COSTEÑO
PROCESADO : MEJIA SOTO, WILSON ORLEY
PROCESADO : ATEHORTUA, JORGE ELIECER ALIAS TORNILLO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
agravado, Tentativa de homicidio agravado
PROCESO : 13317
PUBLICADA : Si
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227
A pesar de una tal premisa, no se evidencia, de todos modos, que entre los referidos
despachos judiciales exista, cierta y debidamente trabado, un conflicto de
competencias.
Así, tanto para el despacho de Ejecución de Penas de Valledupar como para el Penal
del Circuito de Montería, es incuestionable, y acertado por demás, que en este asunto,
hallándose el condenado en cautiverio en establecimiento de la última ciudad, donde
aún no funcionan juzgados de aquella especialidad, la ejecución del fallo, por
aplicación del artículo 15 transitorio del Código de Procedimiento Penal y del Acuerdo
No. 54 de 1.994, atañe exclusivamente al funcionario que profirió el fallo de primera
instancia, es decir al Juzgado Regional de Barranquilla. Sin embargo, aunque fueron
atinados al sentar dicha premisa la conclusión les resultó un indescifrable acertijo,
pues, en lugar de remitir el expediente a quien hubiere reemplazado a esa autoridad,
por virtud de la Ley 504 de 1.999 y del acuerdo 567 del mismo año, terminaron, el
primero, enviándolo a quien precisamente no consideraba competente y éste
aceptando un conflicto de quien igualmente indicaba carente de facultad.
228
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Acción de Revisión
FECHA : 20/06/2001
DECISION : Reconoce apoderado, rechaza in límine la
demanda de
revisión
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Antioquia
CONDENADO : JIMENEZ DE ARCO, DARIO ANTONIO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 17983
PUBLICADA : Si
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229
A juicio de la defensa, en efecto, la naturaleza de la sustancia estupefaciente debe
demostrarse a través de peritazgo químico porque así lo dispone la ley. Y como al
proceso no se allegó uno y sin embargo el Tribunal concluyó que lo incautado al
procesado era cocaína, no podía ser condenado por falta de certeza sobre el hecho
punible.
Ahora bien, siendo evidente que ni la norma anotada ni ninguna otra le atribuye al
experticio químico el valor en el que insiste el defensor, resulta claro que frente a la
determinación del tipo de droga incautada tiene plena vigencia el principio de libertad
probatoria *, según el cual los elementos constitutivos del hecho punible, la
responsabilidad del procesado y la cuantía de los perjuicios, pueden demostrarse con
cualquier medio de prueba, a menos que la ley exija prueba especial (art. 253 del C.
de P.P.).
Así las cosas, al tener el juzgador por demostrada la objetividad del delito con la
prueba de campo y con indicios, y no exigir la ley para el efecto un medio probatorio
específico, lo único que hizo fue cumplir con su deber y consecuencialmente no
incurrió en ninguna incorrección.
No sobra advertir, de otra parte, que el error (de hecho) en la apreciación de la prueba
de campo, lo hace depender el recurrente de la premisa equivocada y refleja de una
contradicción insalvable, de que la única prueba válida para la demostración del tipo
de sustancia incautada es el peritazgo de Medicina Legal (error de derecho). El
planteamiento se hace aún más ilógico cuando decide también criticar la prueba
indiciaria. Si lo fundamental de su tesis era que ninguna prueba distinta a la pericia
química servía al fin de demostrar la materialidad de la infracción, lo coherente era
precisar la norma legal que así lo disponía y demostrar que ninguno de los medios de
prueba tenidos en cuenta para ese efecto correspondía a tal peritazgo.
No cabe ninguna duda, entonces, que los salarios mínimos previstos en el citado
inciso 1º del artículo 33 eran mensuales, como continuaron siéndolo a partir de la
reforma introducida a la norma por el artículo 17 de la ley 365 de 1997.
3. La Sala debe llamar la atención sobre el incumplimiento por parte del Tribunal de
lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 198 del C. de P.P.
230
Cuando no se concede la condena de ejecución condicional dicha norma no supedita
la expedición de la orden de captura a la ejecutoria del fallo en aquellos casos en los
que durante el trámite procesal se haya proferido en contra del sindicado detención
preventiva sin excarcelación. Así las cosas, si se tiene en cuenta que en el evento
examinado (...) estuvo dentro del proceso bajo el régimen señalado y que sólo obtuvo
la libertad provisional como consecuencia de la absolución dispuesta por la primera
instancia, es claro que el Tribunal tenía que haber ordenado su captura en el marco
de la sentencia, al no acceder a concederle el subrogado de la condena condicional.
En ningún caso subordinar esa actividad a la ejecutoria del pronunciamiento, como
impropiamente lo hizo en el numeral 3º de su parte resolutiva.
_________________________
* Cfr. Providencia de la Sala del 18 de septiembre de 1996.
Sentencia Casación
FECHA : 20/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : PEREZ PEREZ, WILSON ENRIQUE
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 14545
PUBLICADA : Si
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Claro que como lo dijo la Sala en 1981 y lo aduce la doctora (...), la información que
contiene el expediente es una fuente a la que obligatoriamente debe acudir el Juez
cuando examina la personalidad del procesado en cumplimiento del artículo 72 del
Código Penal. Ello no involucra, sin embargo, el examen de los hechos declarados en
la sentencia pues -se repite-su discusión sólo es posible en virtud de los recursos
dispuestos contra ella. El Juez acude al expediente, entonces, para verificar con las
informaciones que allí obran quién es la persona, su historia, si cuenta o no con
antecedentes, cómo y con quién ha vivido, dedicada a qué y obviamente para saber
cómo ha sido su conducta procesal y carcelaria. En ningún caso -como lo quiere la
impugnante-para adelantar la discusión concerniente a la responsabilidad penal.
231
El punto de partida del recurso, entonces, es equivocado. Lo que está en discusión en
este momento es el juicio adverso de readaptación social hecho por la Sala a partir de
los comportamientos que se le atribuyeron a la doctora (...) en la sentencia y que la
Sala mantendrá en esta providencia.
2. Que un servidor público que administra justicia contradiga con sus actos lo que por
principio está llamado a reivindicar y defender como valor supremo, es decir el
respeto a la ley, revela un marginamiento de los valores éticos de tal magnitud que
trasciende hacia el campo del derecho, un desapego a las reglas en las cuales se
funda la cohesión social y que en esa medida requiere ser readaptado socialmente,
lógicamente a través del instrumento diseñado para ello que es el tratamiento
penitenciario. A este se refirió la Corte en la providencia del 25 de noviembre de
1999*, en los siguientes términos que es del caso recordar:
"El artículo 72 del C.P. al lado del requisito meramente cronológico u objetivo, trae
otro, el subjetivo, consistente en que el Juez puede suponer con fundamentos ciertos
que el procesado, se encuentra readaptado socialmente, teniendo en cuenta su
buena conducta en el establecimiento carcelario y sus antecedentes de todo orden.
"De la ley penal, más exactamente de la ley de ejecución, se desprende que la ruta
para lograr la readaptación es el tratamiento penitenciario, instrumento que debe ser
precisado:
"b) En segundo lugar , con los mismos objetivos, el estatuto penitenciario y carcelario
establece que el trabajo es obligatorio como medio terapéutico adecuado al propósito
(art 79); que la educación, al igual que aquel, es la base fundamental de la
resocialización, por lo que se oriente a enseñar y afirmar en el termino del
conocimiento y el respeto de los valores humanos, de las instituciones públicas y
sociales, de las leyes y normas de convivencia ciudadana y el desarrollo del sentido
moral (artículo 94), razón por la cual dentro de los programas educativos propios de
sistema educativo de debe " abarcar toda las disciplinas orientadas a la
resocialización del interno" (artículo 144-2); y que el tratamiento penitenciario es el
progresivo, que se realiza por medio de grupos interdisciplinarios integrados por
abogados, psiquiatras, psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales, médicos,
terapistas, antropólogos, sociólogos, criminólogos, penitenciaristas y miembros del
cuerpo de custodia y vigilancia (artículos 144/5).
"c) En tercer lugar, es bueno tener en cuenta que si bien el tratamiento, en estricto
sentido, tiene que ver con los condenados, nada se opone a que sea predicable
también a los sindicados, primero porque varios de los instrumentos que en esencia lo
conforman se refieren legalmente a estos, por ejemplo, el trabajo, el estudio y la
instrucción, y segundo porque una relación armónica del estatuto carcelario con C.P.
y con el C.de P.P. -que en varias partes se refieren al tratamiento y a la
resocialización- permite esa conclusión.
"d) Y en cuarto lugar, como también resulta elemental, el tratamiento se debe realizar,
en principio, dentro del centro de reclusión pues no en vano se habla de "tratamiento
penitenciario", excepción hecha de aquellas fases del sistema progresivo que
implican el inicio de la "prisión abierta" . Pero el punto de partida tiene que ser el
estudio -científico de la personalidad dentro de la cárcel.
"Resulta claro de la reseña anterior que conforme con nuestro código penitenciario y
carcelario, y en virtud de los códigos penal y de procedimiento penal, mirados
armónicamente todo ellos, para hablar de resocialización es menester el tratamiento
penitenciario que conduzca a ella y que dicho tratamiento siempre tenga como punto
de partida y de llegada la personalidad del recluso, pasando, obviamente, por el
análisis de ésta dentro del entorno, es decir incorporándole el medio o mundo
232
circundante, salvo que, claro está, se trate de personas que, demostrado
científicamente, no requieran de terapia (artículo-145-2 del código penitenciario)".
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233
valores correspondientes a los bienes recuperados ($7"995.000.oo) y los no
recuperados ($120.000.oo). Segundo ilícito: Bienes hurtados a la señora (...):
$1"810.000.oo (fls.9/1). Y, tercer ilícito: bienes hurtados a la señora (...):
$1"640.000.oo (fls.6/1).
Los daños materiales, en cambio, dicen relación con el perjuicio patrimonial derivado
directa o indirectamente del delito, y no está erigido en factor de competencia. En el
presente caso, fueron fijados, para el primer delito, en $120.000.oo, suma
correspondiente al valor de los bienes no recuperados (cien mil pesos en efectivo y
veinte mil pesos del reloj de pulso marca Tissot). Respecto de los otros dos delitos no
hubo condena por daños materiales, por haber sido todos los bienes recuperados, y
no existir exigencias en tal sentido (fls.16 de la sentencia de primera instancia).
El salario mínimo mensual vigente para 1995, año en el cual fueron cometidos los
ilícitos, ascendía a la suma de $118.933.50. Esto quiere decir que los Juzgados
Penales Municipales conocían de delitos contra el patrimonio económico en cuantía
hasta de $5"946.675.oo (hasta 50 salarios mínimos mensuales vigentes), acorde con
lo establecido en el artículo 73 del Código de Procedimiento Penal (modificado por el
11 de la ley 81 de 1993), y que los Juzgados Penales del Circuito debían hacerlo en
cuantías superiores (artículo 72 ejusdem, modificado por el artículo 10 de la
mencionada ley).
No obstante que solo el delito cometido contra el patrimonio económico de (...) supera
la cuantía de los 50 salarios mínimos mensuales vigentes al momento de la comisión
del hecho, es claro que la competencia por el factor funcional para conocer de los
otros ilícitos radicaba también en los Juzgados Penales del Circuito, por tratarse de
delitos conexos, (artículo 87.2 del Código de Procedimiento Penal), y ser el Juez del
Circuito el de mayor jerarquía (artículo 98 ejusdem, modificado por el 13 de la ley 81
de 1993).
2. Una razón adicional para afirmar la competencia de los Juzgados penales del
Circuito, lo constituye el hecho de que el delito de porte ilegal de armas de fuego de
defensa personal es de su conocimiento en razón de su naturaleza (artículos 72.1. del
Código de Procedimiento), y que dicho ilícito se encuentra ligado por vínculos de
conexidad teleológica y nexos de unidad temporo espacial con los delitos contra el
patrimonio económico, situación que hace que la competencia para conocer de estos
últimos sea atraída por aquél, en razón a su mayor jerarquía (artículos 88 inciso
segundo, y 89 citado).
234
valor de los mismos; y la veracidad del informe de la policía, planteamiento que lejos
de conducir a la demostración del vicio denunciado, pareciera orientarse hacia la
invocación de una duda probatoria en torno a la materialidad del ilícito, o la
responsabilidad del procesado, que desde luego no se presenta.
Sentencia Casación
FECHA : 20/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CASTAÑEDA ORTIZ, JOSE ELIECER
PROCESADO : GARCIA CELADA, MARCO ANTONIO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal
PROCESO : 13612
PUBLICADA : Si
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235
existencia o de selección, se le imprime un entendimiento equivocado haciéndosele
producir unos efectos jurídicos que no emanan de su contexto.
Sentencia Casación
FECHA : 20/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : ESTUPIÑAN CARABALI, PARMENIDES
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad ideológica en
documento público
PROCESO : 10583
PUBLICADA : Si
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1. Ante todo, importa decir algo sobre la conducta del defensor que ahora acude a la
casación: acompañó como apoderado de confianza -así se presenta en sus escritos- al
señor (…) durante todo el proceso, inclusive desde la diligencia de indagatoria. En
desarrollo del trámite pidió dos veces la ampliación de un testimonio, fuera requerida
una historia clínica y algo relacionado con un médico, solicitud ésta hecha en
audiencia pública.
Todo le fue concedido por la atenta fiscalía que adelantó la instrucción y por el juez de
primera instancia. Pero jamás solicitó aquello que ahora reclama para plantear
nulidades, como tampoco impetró pruebas a propósito del artículo 446 del Código de
Procedimiento Penal. Igualmente, en la audiencia pública y en la sustentación de la
apelación interpuesta respecto de la sentencia de 1ª. instancia, se abstuvo de hacer
recriminaciones a los funcionarios judiciales sobre la prueba que ahora añora. Y tan
tenía conciencia de que no hubo la omisión, que se refirió en el debate a los dos
testigos mencionados por el procesado en la indagatoria y nada objetó.
236
imputaciones hacia la fiscalía. Bien extraño es que respondido siempre que pedía,
haya guardado silencio sobre aquello que hoy muestra como infracción al debido
proceso y al principio de investigación integral.
Durante el proceso pudo y debió pedir las pruebas cuya omisión después critica. No lo
hizo y sin embargo luego, en sede de casación, con alarma reprueba lo que fue
producto de su callada actitud frente a las pruebas, con olvido de que una de sus
funciones es prestar colaboración en la búsqueda de justicia, por ejemplo provocando
la fuente de la cual partir para eventualmente proceder a practicar las diligencias.
Ese comportamiento deja estupefacta a la Corte, que se limita -quizás con respeto por
las tan mencionadas tácticas o estrategias defensivas o en guarda del contenido de
los artículos 306 y 307 del Código de Procedimiento Penal- a dejar el punto en la
conciencia del togado y a cumplir con estudiar el asunto y contestar sus inquietudes.
3. Olvida que dicho principio (de confianza) más que una simple "locución", es una
condición sine qua non operante en el tráfico automovilístico, que se funda en la
garantía que deben tener los usuarios de las vías públicas de que todos los demás
participantes en el tráfico rodado se comportan en forma prudente, como de manera
expresa lo contempla el Código Nacional de Tránsito Terrestre, cuando prescribe en su
artículo 109 que
"Toda persona que tome parte en el tránsito como conductor o como peatón, deberá
comportarse en forma que no incomode, perjudique o afecte a las demás y deberá
conocer y cumplir las normas de tránsito que le sean aplicables, así como obedecer
las indicaciones que le den las autoridades de tránsito. Además observará las señales
de tránsito que determine el Instituto Nacional de Transporte y Tránsito".
237
No recordó el defensor que, como lo ha reiterado la Sala Penal de la Corte** , las
sentencias de primera y segunda instancia constituyen un todo jurídico estrecho e
inseparable en los aspectos en que ambas coinciden de manera explícita o tácita, no
solo en lo concerniente a la parte motiva sino también en lo relacionado con la
resolutiva, de donde resulta que las consideraciones y el examen de la realidad
probatoria agotados por el juez de primer grado se entienden incorporadas a la
sentencia de segunda instancia en todo aquello en que no se desvirtúe o modifique,
así tales análisis o argumentaciones no se hayan reproducido en el fallo acusado.
5. El actor incurrió en el desacierto de querer hacer derivar el error de hecho por falso
juicio de identidad, no de la distorsión del contenido fáctico de la prueba, como lo
plantea en la censura, sino de las conclusiones que los falladores extractaron del
elemento de persuasión, con lo cual desvió el reproche hacia el error por falso
raciocinio. Olvidó que el primero es de carácter objetivo y surge, se repite, cuando el
juzgador, al apreciar la prueba, tergiversa su expresión literal, poniéndola a decir lo
que su texto no contiene; y que el segundo es de naturaleza valorativa y se presenta
cuando al analizar el mérito de una prueba sujeta a la persuasión racional se hace con
desprecio ostensible de las reglas de la sana crítica, cuya demostración impone
acreditar que han sido desconocidos los principios de la lógica, las leyes de la ciencia
o las reglas de la experiencia.
Por esta razón el demandante no tuvo tino para demostrar el vicio invocado, ni desde
la óptica del error por falso juicio de identidad, ni desde la del yerro por falso
raciocinio. En lugar de precisar con nitidez que fue lo que el juzgador le hizo decir al
croquis, distorsionando su contenido por adición, cercenamiento o tergiversación, se
dedicó a relacionar en detalle varios aspectos que en su opinión se dejaron de
consignar en dicho documento, tales como la posición que los vehículos tenían antes
y en el momento culminante de la colisión, la distancia del punto de impacto con la
línea imaginaria, la postura final de la motocicleta, el carril que ocupaba el procesado
antes de ingresar a la avenida 4ª., el ancho de esta vía, la constancia acerca de la
utilización de casco protector por parte de la señora (...), etc., aspectos que apuntan
más bien a tratar de restarle credibilidad al medio de prueba, que a demostrar un
error por falso juicio de identidad.
___________________________
* Sala Penal. Cfr, por ejemplo, Sentencias del 26 de septiembre del año 2000. M.P.
Carlos E. Mejía Escobar; 25 de febrero del 2001. M. P. Jorge E. Córdoba Poveda y del
15 de marzo del 2001. M. P. Fernando E. Arboleda Ripoll.
** Por ejemplo, sentencia del 29 de julio de 1999, M. P. Fernando Arboleda Ripoll.
Sentencia Casación
FECHA : 20/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : ALZATE ARISTIZABAL, ANIBAL
DELITOS : Lesiones personales culposas, Homicidio culposo
PROCESO : 17174
PUBLICADA : Si
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238
nuevos o surjan pruebas, no conocidas al tiempo de los debates, que establezcan la
inocencia del condenado, o su inimputabilidad".
Así las cosas, la prueba nueva a que se refiere la causal de revisión invocada, debe
ser de tal forma contundente que haga surgir de inmediato la idea de que se condenó
a un inocente o a un inimputable como imputable.*
...
El problema del estado mental del señor (...) no es un hecho nuevo. Fue un aspecto
de trascendental importancia dentro del proceso penal, copiosa fue la prueba
allegada sobre el particular y extenso su análisis en las sentencias de primera y
segunda instancia
...
La sentencia de interdicción, en consecuencia, no fue el fundamento de la imputación
delictiva, resultando abiertamente improcedente solicitar la revisión del proceso penal
por el hecho de la rehabilitación dispuesta por el Juzgado de Familia. No sólo ésta se
basó en elementos de juicio distintos a los tenidos en cuenta en el proceso penal, sino
que en ningún momento hizo referencia a la capacidad mental del interdicto para
cuando suscribió las escrituras públicas a través de las cuales hizo propietarios de sus
bienes a su hermano (...) e hijos.
Acción de Revisión
FECHA : 20/06/2001
DECISION : Reconoce apoderado e inadmite la demanda
presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
CONDENADO : MOLINA MEJIA, CIRO ALONSO
DELITOS : Abuso de Circunstancias de Inferioridad
PROCESO : 16669
PUBLICADA : Si
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239
1. Como es manifiesto, acá la incompatibilidad argumental y de planteamiento surge
evidente, en la medida en que uno debe ser, desde luego, el contenido de la
alegación que está referido a errores de hecho por tergiversación probatoria
-conocidos como falsos juicios de identidad- y otro muy distinto el de los errores de
derecho que el demandante ha concretado como falsos juicios de convicción.
Al paso que los primeros, como en ello la doctrina sobre esta materia lo tiene
clarificado desde antiguo y la jurisprudencia de la Sala no ceja en reiterarlo, tienen
que ver con el respeto que el sentenciador debe a la prueba en su objetivo contenido
fáctico, los segundos en su doble alternativa ocurren cuando se aprecia la prueba a
pesar de los vicios de su aducción o práctica dentro del proceso o cuando el juzgador,
por exceso o por defecto, le otorga a la misma un valor que la ley no le atribuye,
aspecto este último sobre el que parecería encaminarse el actor.
2. dado que la Ley procesal penal en forma expresa ha señalado en su artículo 254
que las pruebas deberán apreciarse en su conjunto, de acuerdo con las reglas de la
sana crítica, es claro que bajo este sistema no tiene cabida la tarifa legal, resultando
por ende extraño al mismo cualquier alegato dirigido a reclamar para una prueba un
"sentido de valoración" específico que no se le ha atribuido, ni a descartar
consiguientemente un medio al anteponerle exigencias para su estudio extrañas a la
propia regulación positiva que enmarca dicho análisis.
De ahí que la controversia casacional expuesta por el actor en este acápite, culmina
discrepando con el criterio asumido por los sentenciadores y los factores con atención
a los cuales se valoró el testimonio de (...), al margen de su contenido objetivo, pero
también del valor que adujo merecía según la ley, pues fuera de la ya destacada
contradicción que este alegato implica, ni desarrolló la supuesta tergiversación de la
prueba, pero tampoco, lo que no le era posible acorde con lo dicho, señaló qué valor
debía dársele según la regulación legal del mismo.
Sin embargo, debe entenderse que el testimonio de quien se afirma víctima de una
conducta delictiva, resulta sospechoso o inidóneo, en tanto sea manifiesta la
búsqueda de un interés particular en el decurso del proceso, esto es, mientras se
pretenda a través de la imputación efectos favorables, de contenido patrimonial por
existir evidente enemistad entre la ofendida y el implicado, o por las condiciones
mismas en que el hecho se produjo que hacen dubitativo un reconocimiento del actor,
sobre todo si sólo se cuenta con detalles que hacen falible el señalamiento, esto es,
cuando la persona ofendida no conocía con anterioridad al sindicado, siendo distinto,
desde luego, el caso de quien sabe perfectamente quien es, pues acá no se presentan
dudas o circunstancias que puedan alterar su identificación.
De modo tal que no puede afirmarse a priori que es sospechosa la víctima como
órgano de prueba, ni deleznable su declaración, siempre y cuando no medien serios
motivos para considerar que sus atestaciones e imputaciones son producto de un
marcado interés en engañar a la justicia, o de provocar daño al acusado.
Fuera de cualquier duda en este caso se presenta, el hecho de que la ofendida haya
señalado al procesado como la persona que le infirió diversos golpes sobre su rostro y
cabeza hasta hacerla perder el sentido, para luego apoderarse de algunas alhajas que
llevaba consigo y acudir hasta el lugar de su dormitorio extrayendo de allí también
algunas prendas y una grabadora.
240
proceso, es decir, que salvo el señalamiento de aquél como autor de los hechos
investigados, ningún interés de otra índole se hizo presente. Además, se trató de una
persona apenas conocida por ésta, respecto de la cual no existía ninguna relación y
menos sentimientos de enemistad que pudiesen explicar el hacer en su contra tan
gravísimas sindicaciones.
4. En casos como el presente, dadas las características del reproche, fácil es entender
que el actor ha dado al mismo un tratamiento jurídico equivocado, pues siendo lo
aducido la vulneración directa de la ley sustancial y la duda lo que espera le sea
finalmente admitido, dado que su precepto regulador habría dejado de ser aplicado
por el Tribunal, era imprescindible que el casacionista demostrara que el sentenciador
aceptó en el fallo su concurrencia, pero le negó las consecuencias que a ese
fenómeno otorga la ley, prescindiendo de cualquier debate o confrontación
probatoria.
"Si el demandante se halla identificado con el estado de duda probatoria que dice
admitió el Tribunal, y, obviamente no lo discute porque conviene a su postula
dialéctica y al interés que defiende, simplemente habrá de abogar en la casación por
la enmienda del yerro del sentenciador demostrando la falta de aplicación del
precepto que la reconoce -artículo 445 del C. de P.P.- a todos los elementos
estructurales del delito, de donde se sigue la indebida aplicación de las normas
tipificadoras del hecho punible, pero, sin discusión probatoria de ninguna índole, vale
decir, a través de la violación directa de la ley sustancial, que es aducible en evento
tal" (Casación 8723, 28 de julio de 1.994, M.P. Dr. Dídimo Páez Velandia).
Sentencia Casación
FECHA : 20/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Ibagué
PROCESADO : PUENTES SOLORZANO, ALIRIO
DELITOS : Tentativa de homicidio, Hurto calificado y
agravado
PROCESO : 11926
PUBLICADA : Si
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241
Circuito Especializado de Medellín, por lo que se dispondrá la remisión del expediente
a este despacho judicial para lo de su cargo.
****************************
242
existencia de prueba que pueda respaldar o no una determinada hipótesis
investigativa.
En primer lugar, porque omite tener en cuenta la prueba testimonial que informa
sobre la inseguridad del sector, y con fundamento en la cual el Tribunal hizo las
afirmaciones objeto de cuestionamiento. En segundo término, porque la seguridad o
inseguridad de un barrio no es cuestión que pueda ser captada a través del registro
fotográfico de una determinada calle o edificación; y, finalmente, porque en virtud del
principio de necesidad de la prueba, las percepciones personales de los sujetos
procesales de hechos relacionados con la investigación, que no hayan sido
incorporadas al proceso a través de un medio regular de prueba, no pueden ser
considerados como fundamento de la decisión, cualquiera que ella sea.
Sentencia Casación
FECHA : 20/06/2001
DECISION : No casa
243
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : URREGO ARENAS, NIDIA STELLA
PROCESADO : RUA VARGAS, JOSE LIBARDO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
agravado, Encubrimiento
PROCESO : 13469
PUBLICADA : Si
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La causal 3ª del artículo 232 del Código de Procedimiento Penal, es decir la invocada
por el demandante, no escapa a esa lógica. La misma se encuentra instituida en
defensa del principio de justicia. Sería repudiable que no existiera ninguna
posibilidad de incidir sobre una sentencia condenatoria ejecutoriada, ante el
surgimiento de nuevos hechos o evidencias desconocidos en el curso de un proceso y
a partir de los cuales se establezca que se condenó a un inocente o como imputable a
alguien que no lo era.
Acción de Revisión
FECHA : 20/06/2001
DECISION : Reconoce apoderado e inadmite la demanda
presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
CONDENADO : GARCIA CHACON, JAVIER HUMBERTO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte ilegal de
armas,
Homicidio agravado
PROCESO : 17654
PUBLICADA : Si
244
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2. Una cosa son los errores in procedendo que tienen que ver directamente con la
estructura del proceso, que como actividad propia de la instrucción y del juicio en
cuanto fases antecedentes a la culminación de las instancias deben respetar una
serie de ritos a partir de los cuales se surte su curso normal, mientras que los errores
de garantía tienen que ver con aspectos sustanciales que legitiman la potestad
punitiva y que por lo mismo, se tornan en limitantes de dicho poder como ocurre
precisamente con el derecho de defensa, que bien puede verse quebrantado así se
hayan cumplido con todos los actos procesales necesarios o condicionantes de la
sentencia.
Ahora bien, las situaciones que emparenta la defensa dentro del criterio de debido
proceso y derecho de defensa, esto es, el deficiente interrogatorio, que a su juicio, se
le hizo a su asistido en la diligencia de indagatoria y la investigación integral,
corresponden a conceptos bien distintos, pero que a su turno, implican menoscabo
del derecho a la defensa y que por su naturaleza debían proponerse de manera
independiente, aunque de todas maneras, en este caso, el pretendido desarrollo no
corresponde a ninguno de tales postulados.
Implica lo anterior, que como es apenas obvio en el curso normal de una investigación
penal, a la persona que por cuyos antecedentes y circunstancias consignadas en el
proceso o por haberse operado su captura en flagranacia (artículo 590 Decreto 2550
245
de 1.988) se le deba vincular mediante indagatoria, se le interrogue por los hechos de
los que se desprende su eventual participación, pues, como lo ha sostenido la
jurisprudencia de la Sala en diversas oportunidades, es en el momento de resolver la
situación jurídica, en donde al valorar las pruebas recaudadas hasta ese momento
que el funcionario judicial cuenta con los elementos de juicio suficientes para
encuadrar jurídicamente la conducta imputada a uno o varios de los tipos penales
descritos en el estatuto sustantivo, como el militar en este caso.
En contraste, la investigación integral tiene que ver con la actividad que se espera del
funcionario judicial en la búsqueda de la verdad real, implicando desde luego,
averiguar tanto lo favorable como lo desfavorable, y en esa medida se tiene que
siendo de la esencia del derecho de defensa la posibilidad de contradecir los cargos y
las pruebas en su contra, se torna en un imperativo la observancia de ese principio,
solo que cuando se trata de este específico vicio, al libelista le corresponde demostrar
la necesariedad, procedencia y pertinencia de los medios de convicción no
practicados y confrontarlos con la sentencia a efectos de demostrar su incidencia, lo
cual no se predicaría de un incompleto interrogatorio en la indagatoria, pues en este
último caso la vulneración se presenta por no haberle permitido al sindicado explicar
su conducta frente a una determinada imputación que finalmente fue objeto de
condena.
4. La investigación integral tiene que ver con la actividad que se espera del
funcionario judicial en la búsqueda de la verdad real, implicando desde luego,
averiguar tanto lo favorable como lo desfavorable, y en esa medida se tiene que
siendo de la esencia del derecho de defensa la posibilidad de contradecir los cargos y
las pruebas en su contra, se torna en un imperativo la observancia de ese principio,
solo que cuando se trata de este específico vicio, al libelista le corresponde demostrar
la necesariedad, procedencia y pertinencia de los medios de convicción no
practicados y confrontarlos con la sentencia a efectos de demostrar su incidencia, lo
cual no se predicaría de un incompleto interrogatorio en la indagatoria, pues en este
último caso la vulneración se presenta por no haberle permitido al sindicado explicar
su conducta frente a una determinada imputación que finalmente fue objeto de
condena.
Así propuesta y desarrollada la censura, es evidente que las deficiencias técnicas que
la acompañan la tornan por sí sola en inepta, pues omite el actor indicar las normas
sustanciales quebrantadas y su sentido, ya que las que cita con ese propósito son de
naturaleza instrumental, aparte de que, desconociendo que en esencia la casación
246
comporta un juicio sobre la legalidad de la sentencia, extiende su reproche a
decisiones anteriores llevándola hasta la apertura de la investigación.
Sentencia Casación
FECHA : 20/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior
CIUDAD : Militar
PROCESADO : RODRIGUEZ CALVACHE, SIGIFREDO
DELITOS : Concusión, Falsedad documental por
ocultamiento,
Encubrimiento, Falsedad por destrucción de
documento
público
PROCESO : 14488
PUBLICADA : Si
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1. Cuando se acusa la sentencia por haber sido dictada en un juicio viciado de nulidad
por la violación del debido proceso que entraña el desconocimiento del principio de
investigación integral, resulta forzoso que el censor no sólo indique las pruebas que
-afirma- no fueron practicadas y acredite que eran conducentes y pertinentes, sino
también que compruebe la trascendencia de ellas y la incidencia que tendrían,
valoradas conjuntamente con las demás que se recaudaron, en el sentido de la
decisión.
2. Con relación a (…), como luego se dirá también respecto de las "importantes
pesquizas" que debían derivarse según el demandante de la declaración del testigo
con reserva de identidad, es claro que si se rechaza una versión por fantasiosa, hasta
el punto de que el juzgador de segunda instancia ordena que se compulsen copias
para investigar al deponente por el delito de falso testimonio, la prueba que se
decretara para corroborarla sería inconducente pues lo increíble no merece
confirmación.
247
a su vez era desde quince años atrás arrendatario del restaurante Bocono, situado en
"Villa Concha" (fl. 210, C.2).
En relación con estos tres testimonios -(...)-, la Sala debe precisar que ninguna
postulación probatoria podría predicarse a partir de ellos porque los jueces les habían
negado toda posibilidad de credibilidad, por las razones anotadas. Mal puede
pretender entonces el actor que haya omisión de práctica de pruebas por la no
verificación de sus dichos cuando los funcionarios judiciales los han descartado por
faltar a la verdad.
Recientemente dijo la Corte que "…la investIgación integral no puede ser entendida ni
lo ha sido, como la necesidad de allegar y practicar todas las pruebas que puedan
surgir en las mentes de los jueces o los sujetos procesales, sino aquellas que son
conducentes y pertinentes a los objetivos de la acción penal, siempre y cuando se
encuentren al alcance de los medios que están a disposición del instructor" (Sala de
Casación Penal, sentencia del 22 de octubre de 1999, M. P. Edgar Lombana Trujillo,
radicación No. 11.127).
3. Con relación al informe rendido por el sargento (…) -mediante el cual deja a
disposición del jefe de la Sijín-Demag al señor (…) así como la marihuana y el arma
hallados en "Villa Concha"- sería suficiente recordar que en otra ocasión, respecto de
un "informe de inteligencia", dijo la Sala que este no podía ser identificado con una
versión "para proceder acto seguido a examinar en igualdad de condiciones el
contenido de él con el de un testimonio rendido ante el funcionario instructor con el
lleno de las formalidades legales. El informe es sólo eso" (Sentencia del 25 de mayo
de 1999, M. P. Carlos Eduardo Mejía Escobar, radicación NO. 12.885).
Así el asunto frente al informe del servidor policial, no hay duda que por contener
afirmaciones hechas por quien lo suscribe es susceptible de servir de pauta para
orientar el interrogatorio que posteriormente habrá de hacer el investigador cuando
aquél declare, pero no constituye en sí mismo un medio de convicción y, por esta
razón, tampoco se puede reprochar su falta de valoración en el fallo para hacer surgir
de tal circunstancia un falso juicio de exis-tencia por omisión.
Pero aun si laxamente se entendiera que por provenir del mismo testigo conforma con
la declaración una unidad que como tal debe ser apreciada por el juez, el error que se
aduce sólo podría ser alegado en tanto ésta hubiera sido desconocida por completo,
lo cual no sucedió en este caso pues, como lo destaca el señor Procurador Delegado,
"el referido testimonio visto en su conjunto, fue considerado - valorado en varios
apartes de las sentencias de primera como de segunda instancia".
248
existencia que alega se configura, en una de sus manifestaciones, por la falta de
apreciación absoluta de la prueba que materialmente obra en el proceso.
Finalmente, aunque es verdad que el A quo incurrió en falso juicio de existencia por
suposición al referirse al testimonio del agente (...), quien jamás declaró en este
proceso, no demostró el censor la incidencia del yerro en el sentido del fallo, lo que
torna impróspera la acusación.
Olvidó sin embargo que -como prolijamente lo ha venido di-ciendo la Sala- cuando esa
es la orientación del reproche, debe precisar inicialmente si su inconformidad se
refiere al hecho indicador, a la inferencia lógica o a la fuerza de convicción que su
valoración en conjunto pueda generar, pues en cada caso será necesario abordar el
ataque desde perspectivas diferentes.
En todo caso, sea cual fuere el vicio que se alega, es necesario también demostrar la
trascendencia del error y la incidencia en el fallo, aspecto este que el demandante
tendrá que examinar en su conjunto dado que de la pluralidad indiciaria ha de
predicarse su concordancia y convergencia según lo enseña el artículo 303 del Código
de Procedimiento Penal.
249
constituiría un falso juicio de identidad, pero no de existencia. 3) Que aunque es
cierto que se supuso el testimonio del agente (...), no se demostró su influencia en el
fallo.
Sentencia Casación
FECHA : 20/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal
CIUDAD : Nacional
PROCESADO : DAVILA ARMENTA, EDUARDO ENRIQUE
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 13457
PUBLICADA : Si
****************************
El artículo 1º. del Decreto 1895 de 1989, adoptado como legislación permanente por
el artículo 10º. del Decreto 2266 de 1991, define el delito de enriquecimiento ilícito de
particulares en los siguientes términos:
"El que de manera directa o por interpuesta persona obtenga para sí o para otro
incremento patrimonial no justificado, derivado, en una u otra forma, de actividades
delictivas, incurrirá, por ese solo hecho, en prisión de cinco (5) a diez (10) años y
multa equivalente al valor del incremento ilícito logrado".
Así las cosas, no cabe duda que el aumento patrimonial que se le reprocha al
procesado comenzó a consumarse en la ciudad de Cali, donde le fueron girados y
consignados los cheques y no después, cuando la moneda o billete en la cuantía por
ellos representada ingresó a sus cuentas bancarias en la ciudad de Bogotá y se
convirtió en dinero, materialmente hablando.
250
Como se sabe, la competencia territorial se individualiza por el lugar de realización
del delito, y éste a su vez está íntimamente relacionado con la acción u omisión que
configura el hecho punible.
251
se formularon al procesado: que incurrió en el delito de enriquecimiento ilícito de
particulares definido el artículo 1º. del Decreto 1895 de 1989, adoptado como
legislación permanente por el artículo 10º. del Decreto 2266 de 1991, por haber
acrecentado su peculio injustificadamente en virtud de los 208 cheques que los
hermanos Rodríguez Orejuela le giraron de sus cuentas bancarias en la ciudad de
Cali, por un monto superior a mil trescientos millones de pesos y que ingresaron
mediante operaciones de canje a las cuentas que tenía en la ciudad de Bogotá.
Olvidó el demandante que cuando interpuso el recurso de apelación contra el fallo del
Juez Regional de Cali acusó su decisión, entre otros aspectos, por ser ambigua debido
a que no había precisado si el enriquecimiento ilícito que se le atribuía a su defendido
lo era a título personal o a favor de terceros (Fl 126, C. 45). Mal se recibe, entonces,
que ahora le reproche al Ad-quem la claridad que hizo con fundamento en las
facultades que le otorgaba expresamente el artículo 217 del C. de. P. P., en
consideración -se repite- a la petición expresa que le hiciera en el memorial de
sustento a la alzada.
....
Siendo así, no existe fundamento alguno para afirmar violación del principio non bis in
ídem. Las copias que el Tribunal ordenó compulsar se refieren a un hecho diferente,
del cual no se ocupó la actuación que merece ahora la atención de la Sala: su
probable intervención en la ilícita financiación de la campaña presidencial del doctor
Ernesto Samper Pizano. Es evidente, entonces, que el Ad-quem no infringió tal
principio y que obró obedeciendo el mandato previsto en el artículo 25-2 del C. de. P.
P.
Sentencia Casación
FECHA : 20/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GIRALDO LOPEZ, ALBERTO
DELITOS : Enriquecimiento ilícito de particular
PROCESO : 16717
PUBLICADA : Si
252
****************************
El libelo que se examina no cumple con los requisitos para acudir a la casación por la
vía excepcional.
En efecto, el inciso 3º del artículo 218 del Código de Procedimiento Penal, subrogado
por la Ley 553 del año 2000, establece que a discreción de la Corte, la casación
excepcional procede contra las sentencias ejecutoriadas de segunda instancia
proferidas por los Tribunales Superiores de Distrito Judicial y el Tribunal Penal Militar,
cuando la sanción prevista en la respectiva disposición sea diferente a la privación de
la libertad o cuando siendo de esta naturaleza su duración sea de ocho (8) años o
inferior a éste término - como ocurre en el asunto en examen -. Igualmente procede
contra las dictadas por los Juzgado Penales del Circuito, también en segunda
instancia, sin que para ello cuente la penalidad descrita en el tipo respectivo.
En este caso, la casación incoada por el defensor de (...) cumple con tales
presupuestos, y con los de legitimidad y oportunidad. No ocurre lo mismo en cuanto a
la fundamentación que corresponde al libelista respecto de los motivos por los que de
manera restrictiva procede el mecanismo.
Si bien es cierto que el censor invocó uno de ellos, esto es, la garantía de los derechos
fundamentales de su representado, omitió precisar con toda nitidez los motivos por
los cuales considera necesaria la intervención de la Corte en el asunto y procedió de
lleno a la elaboración de la demanda.
Es que aún con la entrada en vigencia de la nueva ley, que introdujo importantes
modificaciones a la casación, sigue siendo necesario que el libelista además de
elaborar los cargos elevados contra el fallo de instancia, exponga y haga explícitas
inicialmente las razones que permitan a la Corte deducir si es viable el mecanismo,
pues sólo de esa manera es posible establecer si el asunto amerita el trámite
especial.
Casación Discrecional
FECHA : 20/06/2001
DECISION : No accede a la casación por vía excepcional
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Tunja
PROCESADO : CARDENAS MELO, MARCO TULIO
DELITOS : Falsa denuncia
PROCESO : 17759
PUBLICADA : Si
****************************
253
del Circuito de Montería, ambos pertenecientes a distritos judiciales diferentes, de
conformidad con el artículo 68.5 del Código de Procedimiento Penal, modificado por el
artículo 35 de la ley 504 de 1999, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia es la llamada a dirimirla.
Se debe resaltar que para resolver asuntos como el que nos ocupa, es preciso tener
en cuenta la ubicación física del condenado, criterio que se encuentra consagrado en
el artículo 1° del Acuerdo 54 de 1994, expedido por el Consejo Superior de la
Judicatura, según el cual:
"El precepto anterior es claro en establecer para los jueces de ejecución de penas y
medidas de seguridad un factor de competencia distinto a los establecidos para los
restantes despachos de la jurisdicción ordinaria. Se trata de un factor de índole
personal, de tal manera que la competencia para asumir el conocimiento de la
ejecución punitiva, depende de que el respectivo condenado se encuentre recluido en
uno de los establecimientos carcelarios del circuito sede del funcionario; y hasta tal
punto se mantiene ese factor de competencia que sigue al convicto al lugar donde
fuere, pues de ser trasladado de penitenciaría, su expediente debe ser enviado al juez
de ejecución de penas que esté radicado en el lugar de ubicación del centro de
reclusión, o, en su defecto, al juez que hubiera dictado el fallo de primera o única
instancia.
"En estas condiciones, carece de trascendencia determinar cuál fue el primer fallo
ejecutoriado o cuál el último, ni el número de condenas, ni cuál de ellas se encuentra
descontando el sentenciado, porque sólo dos elementos juegan en la determinación
del funcionario competente para resolver cuestiones derivadas del cumplimiento de
la pena: la ubicación del condenado y si en ese lugar existe o no juez de ejecución de
penas y medidas de seguridad".
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254
VIOLACION DE LA LEY SUSTANCIAL-Modalidades-Técnica/ NORMA
SUSTANCIAL/ VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Modalidades
1. Cuando se invoca la causal primera de casación al tenor del artículo 220 del Código
de Procedimiento Penal, trátese de la violación directa o mediata de la ley, el
demandante tiene el deber de señalar las normas transgredidas, que no pueden ser
sino de naturaleza sustancial, así como el sentido de la violación reprochada, pues
sólo de esta forma se le traza a la Corte el derrotero a seguir en el evento de
encontrar prosperidad el ataque formulado.
Ahora bien, como formas posibles del error de hecho, que fue el alegado en la
presente demanda, son conocidos el falso juicio de existencia, que se configura por
desconocer la prueba legal y oportunamente allegada al proceso o cuando se supone
la misma; el falso juicio de identidad, referido al aspecto material de la prueba, que es
apreciada pero con tergiversación o cercenamiento de su contenido objetivo
haciéndole producir efectos diversos de los que en realidad concita; y el falso
raciocinio, cuando en el análisis del medio probatorio se violan las reglas de la sana
crítica.
Auto Casación
FECHA : 20/06/2001
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : ECHEVERRY GALLEGO, WILLIAM
DELITOS : Tentativa de extorsión
PROCESO : 17046
PUBLICADA : Si
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255
identidad, con delimitación precisa de los yerros en que haya podido incurrir el
Tribunal, así como su trascendencia en el fallo. Además es necesario precisar las
normas que consagran la clase de prueba sobre la cual recae la violación medio, el
precepto sustancial finalmente vulnerado y el sentido de su transgresión.
De otra parte el libelista hace mención de todos los errores en los cuales puede
incurrir el sentenciador en la apreciación de las pruebas, por la vía del error de hecho,
sin atender a la metodología de formularlos separadamente y su desarrollo, como se
pasa a demostrar, se reduce al simple cuestionamiento de las pruebas aportadas al
proceso, desconociendo de lleno los parámetros inicialmente referidos y sin
demostrarle a la Corte verdaderamente los quebrantos que le atribuye al fallo. Mucho
menos cumplió con la carga de acreditar cómo, de no haberse incurrido en los errores
sobre las pruebas objetadas, otro habría sido el sentido de la sentencia.
Sentencia Casación
FECHA : 21/06/2001
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : PULGARIN MARIN, GEORGE EDISON
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
agravado
PROCESO : 13444
PUBLICADA : Si
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256
El citado precepto es del siguiente tenor:
"Si la cantidad de droga excede los límites máximos previstos en el inciso anterior sin
pasar de diez mil (10.000) gramos de marihuana, tres mil (3000) gramos de hachís,
dos mil (2.000) gramos de cocaína o de sustancia estupefaciente a base de cocaína…
la pena será de cuatro (4) a doce (12) años de prisión y multa de diez (10) a cien
(100) salarios mínimos legales mensuales".
En tales circunstancias, no cabe duda que plena razón le asiste a la señora Juez Penal
del Circuito Especializada de Pasto para no adelantar la etapa de la causa en este
asunto, pues independientemente de cualquier consideración de orden fáctico o
probatorio acerca del ilícito materia del juzgamiento, lo cierto es que los hechos
fueron adecuados al comportamiento descrito en el artículo 33, inciso 3º, de la Ley 30
de 1986, cuyo conocimiento corresponde al Juez Segundo Penal del Circuito de Pasto.
****************************
257
Así, en la comprensión que el ad quem con apego al artículo 305 del Código de
Procedimiento Penal adquiere la facultad para verificar la legalidad del proceso, y de
resultar viable la sentencia anticipada de conformidad con el artículo 37 ejusdem,
exclusivamente, cuando se han preservado a cabalidad las garantías fundamentales,
se abre compuerta entonces a la posibilidad de reclamar la nulidad por la vulneración
de las mismas.
Sin embargo, el interés jurídico para recurrir en casación en este específico supuesto
no se determina por el simple alegato del menoscabo de las garantías fundamentales;
por el contrario, de acuerdo con el reiterado y pacífico criterio de la Corte es necesario
verificar si el reproche de nulidad esconde la inaceptable retractación de la
responsabilidad penal aceptada por el sindicado para acceder a la terminación
anticipada del proceso (casaciones del 11 de agosto de 1999, M.P. Dr. Carlos Augusto
Gálvez Argote, 26 de octubre de 1999, M.P., Dr. Carlos Eduardo Mejía Escobar, junio 6
de 2000, M.P., Dr. Alvaro Orlando Pérez Pinzón, entre otras), que es precisamente la
situación evidenciada tratándose del primer cargo examinado.
Así las cosas, en esta censura resulta nítido que el recurrente desbordó el restringido
interés jurídico, pues el ataque no se orienta al restablecimiento de una garantía
quebrantada en el curso del trámite fallado contra su asistido, sino a retrotraer la
actuación nuevamente a la fase instructiva diluyendo la aceptación que hizo el
sindicado en forma libre y consciente de su responsabilidad penal frente al cargo que
le había sido imputado en la resolución acusatoria.
2. Aún de aceptarse en gracia de discusión, de una parte, que ese vínculo entre los
comportamientos punibles imputados a los procesados (…) y (…) no se subsume en
ninguna de las hipótesis de conexidad contempladas en el artículo 87 del C. de P.P., de
otra, que por esa causa no era posible por ende su investigación unificada, tampoco
en tal evento encuentra plausible asidero la pretensión de nulidad, como destaca la
Delegada.
En efecto, al tenor del inciso 2º del artículo 88 del C. de P.P., en armonía con los
principios que orientan la declaratoria de las nulidades de conformidad con el artículo
308 ibídem, el rompimiento del postulado de la unidad procesal de acuerdo con el
cual por "cada hecho punible se adelantará una sola actuación procesal", no genera la
nulidad siempre que no se afecte las garantías fundamentales, como precisamente
aquí sucede, pues en nada se afectó el debido proceso ni el derecho de defensa,
según admite el propio recurrente al excluir de esa situación cualquier "perjuicio" en
detrimento de su asistido.
Frente a este desatino en materia técnica no está por demás reiterar, una vez más,
que la violación directa de una disposición de derecho sustancial en la actividad
judicial puede presentar tres sentidos: la falta de aplicación, cuando el juzgador
prescinde de aplicar la norma que regulaba el caso concreto; la aplicación indebida,
cuando el error recae en la selección de la misma; y la interpretación errónea, donde
258
se aplica la norma correcta, pero se le asigna un sentido o alcance diverso del que le
corresponde.
Por otra parte, en los conceptos enunciados se impone como requisito ineludible que
el demandante acepte los hechos tal como los entendió el juzgador y su valoración
probatoria, pues el ataque en la violación directa se orienta a demostrar un desacierto
de mera lógica jurídica; regla de la casación que resultó quebrantada con evidencia
en el desarrollo argumentativo del reproche, como destaca la Delegada.
Resta añadir que la valoración efectuada por el funcionario instructor sobre las
exigencias del subrogado en comento al conceder la libertad provisional al
sentenciado en los albores del sumario, en manera alguna resultaba vinculante para
los juzgadores conforme parece entenderlo el impugnante, al reprochar la falta de
coincidencia entre tal providencia y los fallos de instancia.
En efecto, como ha precisado la Sala la libertad provisional tiene por finalidad "velar
por la garantía de los derechos del acusado a favor de quien pende la presunción de
inocencia hasta el pronunciamiento de sentencia en la cual se deje desvirtuado tal
principio, momento a partir del cual entran en juego las otras instituciones como
sustento de la liberación". De ahí, entonces, que no "es por capricho del legislador
que se dispone que sea únicamente al momento de dictar sentencia, no antes ni
después, que se estudie la posibilidad de suspender condicionalmente la pena,
porque es justamente en este estadio procesal que examina, con riguroso criterio
científico, los medios de información acopiados al proceso y a tiempo que adquiere
conocimiento, en grado de certeza, sobre la existencia real del hecho y la
responsabilidad del acusado, también asume, sobre bases ciertas, si la pena a
imponer al justiciable merece suspenderse condicionalmente por darse las
condiciones del artículo 68 del C.P." (providencia del 7 de julio de 1994, M.P. Dr.
Dídimo Páez Velandia).
Desde luego, si existe una resolución de acusación en firme, ello indica la fortaleza
probatoria requerida para que el sindicado prepare durante la causa su defensa, pero
si éste, ante la evidencia implícita, opta por anticipar su sentencia, es claro que no
está en condiciones de refutar o contradecir airosamente todo aquello que
probatoriamente obra en su contra, pues, de poderlo hacer, afrontaría la causa y la
audiencia en procura de esa posibilidad.
259
Al juez del conocimiento no le corresponde actuación distinta a la de dictar sentencia
condenatoria, en la cual involucre todos los cargos formulados en la resolución de
acusación y aceptados en la diligencia de sentencia anticipada. Así culmina el debido
proceso en estos casos especiales, en los que el principio de oportunidad tiene tales
condiciones.
Sin embargo, como se aprecia, el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Bogotá, al
proferir la sentencia condenatoria del 24 de septiembre de 1996, con la cual se puso
fin a la primera instancia (f. 609 y s.s.) no incluyó en ella todos los cargos, puesto que
no sólo eliminó unilateralmente, sin requerimiento de ningún sujeto procesal, el
agravante de la falsedad documental por el uso del documento, sino que además
absolvió al procesado del delito de estafa, imputado en la acusación y aceptado por
aquel.
"En conclusión, la claridad del inciso examinado no admite ningún tipo de discusión y
por lo tanto a partir de la resolución acusatoria la sentencia anticipada sólo es
procedente si se aceptan "todos los cargos" allí formulados, con lo cual la Sala ratifica
la posición adoptada en la sentencia de marzo 4 de 1996, en la cual actuó como
Ponente el doctor Fernando Arboleda Ripoll. Se dijo en dicha oportunidad:
"Sobre el específico punto del contenido material del acta, la norma no admite
discusión. Si la solicitud se presenta en el sumario, el acta deberá registrar los cargos
formulados por el fiscal y la manifestación de la voluntad del procesado de acogerse
total o parcialmente a ellos. Si se remonta al juicio, no habrá necesidad de registrar
los cargos, puesto que éstos serán los formulados en la resolución acusatoria.
Bastará que se deje constancia de su aceptación integral por parte del acusado, pues
es oportuno precisar que en esta segunda etapa del proceso no tienen cabida las
aceptaciones parciales".
Sentencia Casación
FECHA : 27/06/2001
DECISION : Desestima, casa de oficio, declara nulidad a
partir de
sentencia de primera instancia
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : RINCON JIMENEZ, HENRY
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb.
PROCESO : 13398
PUBLICADA : Si
260
****************************
En la primera hipótesis es de cargo del actor aceptar los hechos tal y como fueron
declarados en el fallo, así como el mérito persuasivo asignado a los medios
probatorios que sirvieron de fundamento a la decisión, y, a partir de allí, demostrar
que el yerro recayó en la selección o interpretación por el juzgador de la norma
sustancial finalmente aplicada. Y, si se acude a la segunda eventualidad, el
casacionista debe precisar los errores probatorios cometidos y especificar su clase, si
de hecho o de derecho, y concretar una de las diversas posibilidades que al interior
de cada uno de ellos pueden ocurrir en la estimación de las pruebas, con la respectiva
la trascendencia en la calificación del sumario, y, por supuesto, en la parte dispositiva
del fallo.
Auto Casación
FECHA : 28/06/2001
DECISION : rechaza la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : RESTREPO CIFUENTES, RIGOBERTO
DELITOS : Tentativa de homicidio
PROCESO : 17152
PUBLICADA : Si
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261
Si bien en este caso el actor denuncia violación directa de la ley sustancial con
incidencia en el quantum punitivo, lo cual en principio le otorgaría legitimidad para
interponer el recurso y presentar la demanda cuya admisión define ahora la Sala, el
desarrollo del reproche hace evidente que su intención es introducir la retractación de
los cargos formulados por la Fiscalía, no obstante que estos fueron voluntariamente
aceptados por la procesada en diligencia realizada en presencia del defensor.
Auto Casación
FECHA : 28/06/2001
DECISION : Rechaza la demanda y declara desierto el recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MARTINEZ DE MONDA, ANA HERMINIA
262
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 17060
PUBLICADA : Si
****************************
Como quiera que el recurso es dirigido contra una sentencia de segunda instancia
proferida dentro del trámite especial previsto por el artículo 37 del Código de
Procedimiento Penal, se impone el análisis previo del interés del recurrente para
acudir a esta sede extraordinaria, dado que de encontrarse ausente, cualquier
consideración en torno a la idoneidad formal de la demanda resultaría inane de cara a
los fines para los cuales fue establecido el instituto.
Al precisar el alcance del artículo 37 B num. 4 del C. de P.P., señaló además, que
implícitamente esta norma no "tolera la discusión de otros temas, porque ello
comportaría una retractación inoportuna, sin perjuicio obviamente del control de
legalidad que siempre concierne al fiscal y al juez. Para guardar la coherencia en la
aplicación del derecho en el curso de todo el proceso, la Corte ha sostenido y reitera
que tal restricción en los asuntos de debate también impera en el ejercicio del recurso
de casación, pues alimentar la controversia de otras materias en esta sede sería
propiciar la frustración de la legítima prohibición de retractación de la aceptación
voluntaria de responsabilidad, a través de otro medio legal (la burla de la ley por la
misma ley) y el desconocimiento de la naturaleza especial de estas formas
prematuras de terminación del proceso" (Auto Mayo 6/97, M. P. Dr. GOMEZ GALLEGO).
263
de su desarrollo, y sin que logre acreditar siquiera que la voluntaria aceptación de
responsabilidad penal por el hecho imputado fue inducida por error, fuerza o dolo,
como entidades capaces de viciar el consentimiento.
Distinto sería que la sentencia hubiere sido proferida por fuera del marco fáctico y
jurídico que soportó la acusación libremente aceptada, en cuyo evento tendría cabida
el recurso extraordinario para demandar ya no la invalidación de los cargos
formulados sino la sentencia misma por no guardar consonancia con la acusación,
pero ello no es en manera alguna el motivo invocado en la demanda como para
suponer que tuviera algún fundamento la censura formulada.
Auto Casación
FECHA : 28/06/2001
DECISION : Rechaza la demanda y declara desierto el recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MACIAS LOZANO, MARCO ANTONIO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
agravado, Tentativa de hurto
PROCESO : 17100
PUBLICADA : Si
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264
de ellos, inexorablemente la Corte habrá de inadmitirla y devolver el expediente al
despacho de origen, conforme se establece en el artículo 9 del citado estatuto.
Dando por descontado que en este evento el tercero civilmente responsable hizo
ejercicio oportuno de la casación presentando la correspondiente demanda en el
término legalmente previsto, y que no obstante no ser éste el motivo de alegación le
asistiría interés en cuanto al factor cuantía del pago de la indemnización de
perjuicios, no ocurre lo mismo en relación con el objeto de su pretensión: la nulidad
de lo actuado por violación del derecho de defensa del sindicado.
"Como lo sostiene la doctrina civil: el daño ha sido causado por la culpa de varias
personas, en que la culpa más próxima es la del que se halla bajo el cuidado de otra
persona; y la más alejada o remota, pero determinante con relación al daño, es la del
vigilante que habiendo podido evitar el daño, no lo evitó.
"Por lo tanto, el tercero civilmente responsable carece de interés para pedir la nulidad
del proceso por los vicios cometidos en lo atinente a la actuación adelantada contra el
procesado, o para contradecir, a través de la casación, las pruebas que lo
comprometen personalmente. Sólo está legitimado para atacar los aspectos atinentes
a su propia culpa, como por ejemplo, que no tuvo oportunidad de defenderse por
haber sido vinculado tardíamente al proceso penal, que no existe nexo que lo vincule
con el procesado, que existió una causa extraña que le hizo imposible el
cumplimiento del deber jurídico concreto de vigilar, por fuerza mayor o caso fortuito,
hecho de un tercero o culpa exclusiva de la víctima" (Cfr. Auto casación oct. 3/2000.
M.P. Dr. JORGE E. CORDOBA POVEDA. Rad. 16538).
Auto Casación
FECHA : 28/06/2001
DECISION : Inadmite la demanda presentada
265
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Buga
PROCESADO : CASTAÑO ARISTIZABAL, GUSTAVO
TERCERO CIVILMENTE RESP. : EXPRESO TREJOS, LTDA.
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 17627
PUBLICADA : Si
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Es así cómo, bajo la misma hipótesis de censura y sin desarrollar un capítulo separado
como corresponde hacerse cuando son invocadas varias causales de casación,
sugiere que el fallo fue proferido en juicio viciado de nulidad por violación del debido
proceso en postura que genera aún mayor confusión, pues de ella no se logra
desentrañar si lo perseguido es que la Corte case el fallo impugnado profiriendo el
que deba reemplazarlo o decrete la nulidad de lo actuado.
266
MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL
Auto Casación
FECHA : 28/06/2001
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Buga
PROCESADO : ZULUAGA CASTRO, JAVIER ELIECER
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 17663
PUBLICADA : Si
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1. El defensor del solicitado en extradición, señor (…), manifiesta que no comparte las
consideraciones de la Sala, toda vez que si bien el vicio alegado no ocurrió en el
trámite que adelanta la Corte, de todos modos estima que la Corporación tiene la
obligación de verificar la legalidad de las actuaciones cumplidas ante otras
autoridades, en virtud a lo ordenado en la Constitución Política.
Una vez más reitérese que el trámite administrativo a que se hace referencia le
compete exclusivamente al Gobierno en cabeza del Ministerio de Relaciones
Exteriores, consistente en alistar la documentación e indicar cuál sería la vía y la
legislación aplicable. Igualmente, el Ministerio de Justicia y del Derecho cumple una
función requirente del trámite judicial y del concepto, aunque no de la decisión final
que obviamente le corresponde al Gobierno.
Del mismo modo se ha dicho que dentro de esas precisas funciones administrativas
de alistamiento del expediente, como un requisito de procedibilidad, la Corte no
puede entrar a inmiscuirse en esa competencia careciendo, por ende, de la facultad
para señalar la forma como se debe desarrollar dicha etapa, pues, de lo contrario, se
estaría atentando contra la autonomía e independencia de las Ramas del Poder
Público, que dicho sea de paso, si bien, por mandato constitucional, deben laborar
armónicamente, también lo es que cada una de ellas desarrolla concretas funciones
propias de su fuero constitucional y legal.
267
llevar a cabo la función investigadora de los punibles, y, por ende, decidir, con
posterioridad al concepto de la Corte, si difiere o no la extradición.
Por otra parte, si la Corte no puede inmiscuirse en las etapas previas y definitiva que
cumple la administración, dentro del trámite de la extradición, no puede recibir ni
conservar documentos que se pretenda eventualmente hacer valer ante el Gobierno,
pues ello implicaría confundir las competencias, y que, además, resultan
impertinentes para el objeto de la emisión del concepto, dentro de los límites del
artículo 558, citado.
Extradición
FECHA : 28/06/2001
DECISION : No repone auto del 25-04-01 que nego peticiones
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : OCHOA VASQUEZ, FABIO
PROCESO : 16715
PUBLICADA : Si
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Por manera que si en el accionante en revisión concurre esta doble calidad (de
procesado y profesional del derecho), bien puede actuar en causa propia bajo la
condición de que se identifique como tal, legitimidad que no resulta acreditada en el
evento contrario, dado que la presentación de la demanda está reservada por la ley
268
procesal a un abogado titulado, precisamente por el carácter eminentemente técnico
y rogado que el instrumento ostenta.
Acción de Revisión
FECHA : 28/06/2001
DECISION : Rechaza la demanda de revisión presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Quibdó
PROCESADO : RENTERIA RENTERIA, LUIS AUGUSTO
DELITOS : Acceso carnal violento, Incesto
PROCESO : 18125
PUBLICADA : Si
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"La pena, que ha de ser la mínima prevista en el artículo 323 del Código Penal
-veinticinco (25) años de prisión-, dada la ausencia de causales genéricas o
específicas de agravación punitiva, deberá disminuirse en una tercera parte, habida
consideración de la evidente presencia de la ira en el actuar del joven Carrasquilla
-de la cual da cuenta incluso la hermana de la víctima- y de lo justificado de ella en
virtud de la injusticia que comportaba para el sindicado que un bien recién adquirido
a crédito, con esfuerzo, para mejorar el nivel de la familia, para favorecer las
269
inclinaciones de su mujer, terminara perdiéndose en el "empeño", para ayudar a
quien por propia voluntad se había colocado al margen de la ley." (fs. 28 y 29, cd.
Trib.).
Efectuando el Tribunal la rebaja de una tercera parte de la pena mínima del homicidio
simple, después de anunciar que impondría el mínimo, es evidente el yerro, pues
interpretó erróneamente el artículo 60 del Código Penal, que quiso reconocer y, en
consecuencia, modificaba el marco punitivo a los extremos de entre ocho años y
cuatro meses y veinte años de prisión ("no mayor de la mitad del máximo", 40/2=20
"ni menor de la tercera parte del mínimo", 25/3=8,33).
Corresponde a la Corte corregir tal error en esta sede, casando parcialmente el fallo
en cuanto a la pena impuesta para reajustarla a la anunciada por el juzgador.
Habiéndose señalado en la sentencia que habría de ser la mínima prevista en el
artículo 323 del Código Penal, al haberse reconocido a (...) que obró en estado de ira,
el contorno punitivo varió y la pena principal a imponer debe ser la tercera parte de
aquélla, es decir, 8 años y 4 meses de prisión, y por el mismo lapso la accesoria de
interdicción de derechos y funciones públicas .
Sentencia Casación
FECHA : 28/06/2001
DECISION : Casa parcialmente reduciendo la pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Santa Marta
PROCESADO : CARRASQUILLA QUINTERO, EDUARDO LUIS
270
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11070
PUBLICADA : Si
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271
Es tal la ausencia de fundamentación que el cargo ostenta, que de la argumentación
expuesta no logra saberse si la petición la funda en aparecer acreditado que el hecho
investigado no existió, que habiendo existido el sindicado no lo cometió, que
habiéndolo realizado su conducta no se halla prevista en la ley como delito, o que
obró al amparo de una demostrada causal de justificación, o de inculpabilidad,
aspectos todos ellos que no pueden ser invocados simultáneamente, como de manera
contradictoria se hace en la demanda al sugerir la transgresión a los principios de
legalidad, tipicidad, antijuridicidad y presunción de inocencia, a menos de tenerse una
particular concepción de la estructura del delito, distinta por supuesto, de aquella
aceptada en nuestro sistema penal.
Auto Casación
FECHA : 28/06/2001
DECISION : Rechaza una demanda y declara desiertos ambos
recursos
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Santa Rosa de Viterbo
PROCESADO : CASAS VERA, CESAR AUGUSTO
PROCESADO : LARROTA GARCIA, OBDULIO
DELITOS : Falsedad ideológica en documento público
PROCESO : 17172
PUBLICADA : Si
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De conformidad con lo establecido en los ordinales 3° y 4° del artículo 180 del Código
de Procedimiento Penal, el fallo debe contener un resumen de los alegatos de los
sujetos procesales y el análisis de los mismos.
Antes de la sentencia de primer grado, cada uno de los sujetos procesales puede
proponer el estudio de los supuestos fácticos y los preceptos jurídicos relacionados
con el caso, con el fin de lograr una decisión favorable a su respectiva causa, sin que
imperen limitaciones o formalidades especiales en la alegación. Así, el representante
del Ministerio Público, el apoderado de la parte civil, el fiscal, la defensa y el tercero
civilmente responsable, cuentan con la oportunidad legal de elaborar sus alegatos, en
donde analicen los hechos, las pruebas y la repercusión jurídica, para fundamentar la
petición de absolución o condena del procesado.
El juzgador, según lo señalado en la norma citada, debe atender las propuestas de los
sujetos procesales, ocuparse de los aspectos planteados y acoger o rechazar sus
pretensiones, lo cual puede hacer destinando un capítulo especial para quienes
alegaron o incorporando lo aducido y la respuesta al texto general de la sentencia.
272
2. Como la ley concede a los sujetos procesales la opción de impugnar las decisiones
judiciales, ha consagrado diferencias entre los que pretenden la modificación o
revocatoria de la providencia (recurrentes) y quienes están conformes con ella y, por
eso, no la impugnan, o dejaron vencer la oportunidad para interponer los recursos
respectivos (no recurrentes).
Sentencia Casación
FECHA : 28/06/2001
DECISION : Desestima la demanda por ausencia de interés
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Tunja
NO RECURRENTE : GUARIN CORTES, SAULO FLAVIO
DELITOS : Peculado por aplicación diferente
273
PROCESO : 14428
PUBLICADA : Si
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Corte Suprema de Justicia
Relatoría Sala de Casación Penal
Indice Alfabético Segundo Trimestre de 2001
D
DERECHO DISCIPLINARIO............................................................................................153
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