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Los Ángeles son con respecto a Dios, lo que los rayos del sol son con respecto del sol.
Dios creó a los ángeles para que nos sirvan y nos atiendan. Su razón de ser es
contestar a nuestras oraciones.Aunque vivimos en el mundo material, tenemos un
vínculo especial con Diosmediante su ángeles.
Cada uno de nosotros tiene una porción de Dios, una Chispa Divina en nuestro
interior que nos permite pedir ayuda a los ángeles, y esperarresultados.
4.- Ofrece tus oraciones y decretos todos los días. Los ángeles siempre están listos.
Pero nosotros no siempre sabemos cómo llegar hasta ellos. La mejor manera es
comulgar con ellos diariamente. Al hacerlo así, no solamente te ayudas a ti mismo,
sino que ayudas a mucha gente que incluso no conoces. Los ángeles buscan personas
que invoquen habitualmente la luz de Dios para asociarse a ellos, para lograr la
curación del planeta.
Cuando encuentran a estas personas, envían Luz a través de ellas para ayudar a los
que están en peligro de enfermar o de sufrir crímenes violentos o desastres
naturales. Tus oraciones pueden generar enormes cambios.
8.- Sé específico
Los Ángeles responden a los llamados con precisión y se enorgullecen de
hacerlo así. Cuanto más específica sea la petición, tanto más específica
será la respuesta. Mientras vivas en armonía con la Fuente Universal y
dediques tus energías a ayudar a los demás, las huestes angelicales te
ayudarán hasta en los detalles más pequeños de tu vida.
Si observamos bien, nos daremos cuenta de que hay una estrella que vibra con una
luminosidad particular. Aislaremos esta estrella y la observaremos resplandecer en el
cielo. Nos parecerá que brilla sólo para nosotros.
Notaremos que empieza a delinearse una figura. La imagen se nos acercará cada vez
más.
nodebemos tener miedo. La luz difundirá un sentimiento de paz y de bienestar.
Intentaremos descubir los detalles y permitiremos a nuestro corazón vibrar en la
dirección de la luz y sintonizarse con ella.
Estamos a punto de encontrar a nuestro ángel.
Dejaremos que se acerque con confianza y disfrutaremos del sentimiento de espera y
de la emoción que se deriva de él.
Estaremos atentos para percibir cada sensación, cada matiz, cada color.
Disfrutaremos del sentimiento de paz y de tranquilidad, pero también de la alegría
que crece en nosotros, de la seguridad de sentirnos protegidos, de sentirnos en casa.
Nos concentraremos en el contacto que se establece entre nuestro corazón y la
vibración de su luz.
No podemos decir honestamente que les hagamos la vida cómoda: raramente los
escuchamos, a menudo hacemos exactamente lo contrario de lo que nos aconsejan y
la mayoría de las veces negamos su existencia. Aunque la labor de los ángeles no es
fácil, su amor permanece inmutable y su paciencia es infinita.
Si nos acostumbramos a la idea de que los ángeles comparten nuestra vida cotidiana,
nos daríamos cuenta de que nuestra disponibilidad hacia los demás aumenta y de que
somos más sensibles.
Una buena relación con los ángeles presupone una mayor apertura espiritual, una
mayor disponibilidad para aceptar a los demás y para entendernos mejor a nosotros
mismos.
Se necesita muy poco para cambiar las costumbres. Un pensamiento por la mañana,
una sonrisa, una pequeña plegaria pueden ser suficientes para hacer distinta nuestra
jornada y para hacernos sentir más serenos y confiados: más conscientes de que no
estamos solos y de que no lo hemos estado nunca.
Para conducirnos por el camino de la obediencia y del amor, el ángel instaura con
nuestra alma una comunicación silenciosa; nos inspira con los pensamientos que nos
evitan caer en el error o actuar mal; nos "sugiere" tomar una dirección en lugar de
otra, impidiéndonos incurrir en riesgos graves que podrían poner en peligro nuestra
salud, tanto física como moral. Puede incluso intervenir sobre nuestros recuerdos,
haciendo florecer en nuestra mente cosas que tenemos el deber de hacer o, al
contrario, alejándonos de otras que no debemos hacer.
Por lo tanto, el ángel custodio susurra sus consejos a nuestra alma y no a nuestros
oídos. Pero, puesto que nosotros estamos dotados de libre arbitrio, no puede
intervenir sobre nuestra voluntad. Somos libres de aceptar o de rechazar sus
exhortaciones; podemos seguir el camino que él nos indica o, ignorando sus
reclamaciones, perseverar en el error o privar de eficacia su acción.
A veces, la presencia de este precioso guía no nos evita los accidentes y las
situaciones dolorosas, que de todos modos serían más numerosas si no pudiéramos
contar con su ayuda.
El ángel vigila nuestra alma, pero nos puede ayudar incluso a afrontar los problemas
cotidianos y a salvaguardar nuestros intereses materiales, si estos son importantes
para nuestro progreso espiritual.
Es elemento fundamental del Ritual. Se trata de un dibujo realizado a mano con lapiz
de cera y ritualizado en forma de angel como representacion arquetipica de la
situacion que quieres atraer hacia ti.
Es un texto magico que afirma la situacion que vamos a atraer a nuestra vida: Salud,
Paz y Armonia, Prosperidad, Exito Personal.
RITUALES DE INVOCACIÓN
Según los seguidores de la New Age, los ángeles están siempre predispuestos para
auxiliarnos. Sostienen que numerosas son las formas que existen para contactarse
con los ángeles. Los métodos más usuales serían la visualización o la imaginación.
Una forma esotérica para comunicarse con los ángeles es recurrir a un tipo de
música especial, instalándose en un lugar tranquilo, propicio para la meditación. Para
ello es pertinente sentarse en posición de loto (Buda), con las palmas hacia arriba,
respirando profundamente tres veces. En ese momento el cuerpo no debe estar en
tensión y debe rechazar todo pensamiento o problema que se presente en la mente.
Luego hay que visualizar un sol de gran tamaño, desde donde emane un rayo de luz
blanca-dorada que lo cubra por completo.
También sea ha utilizado otros instrumentos esotéricos para comunicarse con los
ángeles, como el tarot; incluso, existe un juego de cartas de este tipo, inspirada en
los mensajes de estos seres celestiales.