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PARA NAVEGAR POR LAS AGUAS


DE LA LECTIO DIVINA

Querido amigo/amiga:

Tienes en tus manos un instrumento para que te acerques a la Palabra de Dios


en este tiempo privilegiado de Adviento. Te ofrecemos como ayuda un método de
lectura de la Palabra que ha acompañado y guiado a la iglesia desde sus primeros siglos
de vida: la lectio divina.
Su objetivo es ayudarte a penetrar en la Palabra de Dios convencidos de que ella
es “lámpara para nuestros pasos y luz en el camino” y de que a través de ella el Señor
nos habla.
Como todo método tiene sus pasos y requiere un aprendizaje hasta que uno se
familiariza con él y llega a usarlo con más libertad. El método que te proponemos tiene
cuatro pasos:
1. Qué dice el texto
2. Qué me dice a mí el texto
3. Qué me hace decir el texto a Dios
4. Cómo cambia el texto mi mirada de la realidad.

A continuación te ofrecemos una breve descripción de cada paso: en qué


consiste, qué se puede hacer en cada paso, cuál es el objetivo de cada uno … Conviene
que al principio intentes aplicar cada paso hasta que te familiarices con ellos.
Después, tienes las lecturas que la Iglesia propone para cada día del tiempo de
Adviento. Encontrarás la referencia de la primera lectura, del salmo y del evangelio. Y
un pequeño ejercicio de lectio divina aplicado al evangelio.
Cada paso de la lectio se acompaña con algunas pistas. Quieren ser unos
instrumento, un medio para ayudarte ahora al principio hasta que te hagas con el
método. No tienes que aplicar todos los puntos materialmente ni de contestar a todas las
preguntas como si fuera un cuestionario. De hecho tu mismo puedes ir añadiendo
elementos porque la lectio es un ejercicio personal de encuentro personal de cada uno
con el Señor. Son simples pistas para que tú te puedas acercar a la Palabra. Quieren
abrirte el horizonte y ayudarte a penetrar en los textos bíblicos.
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Esquema de lectio divina a partir de cuatro preguntas

a. ¿Qué dice el texto?

En este primer momento, leo y releo atentamente el texto, varias veces, hasta
que haya entendido bien todo su contenido. Por ejemplo puedo caer en la cuenta
de …
• quiénes son los personajes principales y qué hacen.
• la palabra o palabras clave del texto.
• Las partes principales del texto, fases de la acción …
• las repeticiones, las indicaciones de tiempo y lugar …
• a qué otros textos de la Escritura hace referencia (textos paralelos).
• ¿qué es lo que vienes antes del texto? ¿qué relación tiene con el que estoy
leyendo? ¿cambia el tema, es otro argumento, el mismo?
• palabras o frases "bisagra" -es decir, que sirven para conectar o ligar un
texto con otro-
• la situación del texto en el conjunto del libro al que pertenece.
• Puedo leer las notas a pie de página que traiga la Biblia para este texto …

b. ¿Qué me dice el texto a mí?

En este segundo momento me pregunto: ¿cuáles son las diferencias y semejanzas


existentes entre la situación del texto y mi situación personal?.
• ¿Qué conflictos del pasado existen todavía hoy?
• ¿Cuáles son diferentes?
• ¿Qué mensaje nos transmite el texto para nuestra situación actual?
• ¿Qué cambio de comportamiento reclama de mí?
• ¿Qué actitud, comportamiento, opción de vida quiere hacer crecer en mí?
• ¿En qué sentido esta Palabra es buena noticia para mí?

Puede ser útil aquí intentar resumir el mensaje en una palabra o frase. Repítela
interiormente con atención.

c. ¿Qué me hace decir el texto a Dios?

Es el momento de tu oración que, como respuesta a la Palabra leída surge de modo


espontáneo como súplica, acción de gracias, alabanza, petición de perdón o de
intercesión, silencio, contemplación, adoración personal ...

d. ¿Cómo cambia el texto mi mirada de la realidad?


Por último me planteo, a la luz de la Palabra leída, meditada y orada …
• ¿Qué compromisos concretos me hace adquirir esta Palabra que he leído
para que se realice el Reino de Dios y su justicia?
• ¿Qué actitud debo cambiar o cultivar como resultado de la Palabra leída?
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I SEMANA DE ADVIENTO
DOMINGO
1. Invocación al Espíritu.

2. Lectura de la Palabra de Dios.


• Is 63,16b-17.19b, 64,2b-7
• Sal 79,2-19
• 1 Co 1,3-9
• Mc 13,33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.

Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus
criados su tarea, encargando al portero que velara.

Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a


medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os
encuentre dormidos.

Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!»

3. Lectio divina:

3.1 ¿Qué dice el texto?


• En este caso, el contexto en el que se sitúa nuestro texto es importantísimo para
comprenderlo. Al principio de este capítulo 13, tenemos a Jesús sentado en el
monte de los Olivos; Él acaba de profetizar la destrucción del templo y ahora
cuatro de sus discípulos (Pedro, Santiago, Juan y Andrés), en privado le
preguntan: cuándo ocurrirá eso y cuál será la señal. Y Jesús comienza a hablarles
de la Parusía, del final de los tiempos y de los signos que acompañarán este
momento. El final de este discurso “escatológico” es nuestro texto.
• Un ruego, una exhortación de Jesús domina el texto: ¡Mirad! ¡Vigilad! ¡Velad!
Sinónimos contrapuestos a encontrarse dormidos.
• Los directamente interpelados son Pedro, Santiago, Juan y Andrés, pero no sólo
ellos: Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos.
• Jesús usa una mínima parábola para reforzar la exhortación a velar: Vigilad,
pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre…
• Aunque la parábola es breve, el contenido es suficientemente claro: la situación
anterior a la venida del Hijo del Hombre debe entenderse como tarea y como
vigilancia.
• El Hijo del hombre, figura escatológica judía (cf. Dn 7,13) que aparece también
en el Nuevo Testamento.
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3.2. ¿Qué me dice el texto a mí?


• El evangelio nos habla de un tiempo futuro, escatológico. Es la “segunda
venida” del Señor a la que nos prepara el adviento que empieza hoy. Será el
momento del juicio y del triunfo definitivo del Señor ¿Crees en este regreso
escatológico del Señor? ¿lo esperas con esperanza? ¿te es indiferente en tu vida
cotidiana?
• El mundo y la historia no son absolutos: tienen un final que desemboca en Dios.
¿eres consciente de que la Historia está en las manos de Dios?
• “Velad, vigilad, velad”: ¿Qué tengo que preparar en mi vida? ¿qué tengo que
cambiar para estar preparado? ¿en qué tengo que estar atento y vigilante?
• El adviento es un tiempo de esperanza, no de miedo ni de temor. ¿Vivo con
temor mi vida cristiana? ¿Pienso en el momento en que veré cara a cara al
Señor?

3.3. ¿Qué me hace decir el texto a Dios?


• Quizás una oración de petición:
o “Señor, ayúdame a estar velando mientras llegas …”
o “Ven, Señor, Jesús, date prisa, no tardes …”
o …
• Quizás una oración de acción de gracias:
o “Gracias Señor porque no nos abandonas …”
o “Gracias, Señor, porque la Historia está en tus manos…
o …
• Quizás una petición de perdón:
o Perdón, Señor, por las veces en que me duermo …
o Perdón, Señor, por no sembrar esperanza a mi alrededor…
o

Señor, en las orillas del tiempo han ido quedando grabados los deseos y esperanzas
de millones de personas; pero Tú has hecho a toda la humanidad la promesa formal de
que vienes sin tardar para que tu salvación brille sobre todos nosotros; no tardes más,
Señor, ven a nosotros y a nuestras vidas y transfórmanos para que seamos vida y
esperanza para cuantos nos rodean.

Dios Padre nuestro, de quien recibimos la vida y la salvación; te damos gracias por tu
amor que descubrimos cercano en todo trabajo que busque el bien de las personas y en
el esfuerzo de cada día por hacer del nuestro un mundo mejor; ayúdanos para que las
dificultades no nos venzan, y busquemos el encuentro, la relación y la fraternidad entre
las personas y los pueblos.

3.4. ¿Cómo cambia el texto mi mirada de la realidad?


• Como fruto de la Palabra leída, meditada y orada, ¿a qué me compromete?
• En este tiempo de Adviento, ¿qué puede significar para mí estar vigilante,
despierto, …? ¿qué actitud puedo cuidar más en este tiempo?
• Me quedo con una frase del texto o de mi oración personal como recordatorio
de este momento de encuentro con la Palabra de Dios.
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I SEMANA DE ADVIENTO
LUNES
1. Invocación al Espíritu.

2. Lectura de la Palabra de Dios.


• Is 2,1-5
• Sal 121,1-9
• Mt 8,5-11

Mt 8,5-11:
Al entrar en Cafarnaúm, un centurión se le acercó rogándole: «Señor,
tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Jesús le contestó: «Voy yo a curarlo».

Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi


techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque yo
también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno:
"Ve", y va; y a otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».

Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:


«Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo
que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y
Jacob en el reino de los cielos.»

Mt 8,12-13 … mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera;
allí será el llanto y el rechinar de dientes». Y dijo Jesús al centurión: «Anda; que te
suceda como has creído». Y en aquella hora sanó el criado».

3. Lectio divina:

3.1 ¿Qué dice el texto?


Fíjate en algunos elementos del texto:
• Personajes: un centurión (pagano, no judío), Jesús, los que le seguían.
• La acción:
o En realidad no se nos cuenta nada; es un diálogo entre Jesús y el
centurión.
o El centro de la narración es la respuesta del centurión que provocará el
asombro en Jesús y que no este ya no tenga que ir a cada del centurión.
o El texto termina con unas palabras de Jesús dirigiéndose a los que le
seguían. Si lees unos versículos antes de nuestro texto, en Mt 8,1, verás
que estos que le seguían eran “una gran multitud de gente que lo
seguía”, es decir, un grupo anónimo de seguidores de Jesús.
• Palabras claves: la petición del centurión, el poder de la “palabra” de Jesús, la fe
del centurión …
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• La reacción de los personajes:


o el centurión se le acerca rogándole…
o Jesús le responde inmediatamente …
o La fe del centurión en el poder de la palabra de Jesús.
o Jesús que al oírlo se queda admirado.
• Contexto del texto:
o Antes, el evangelista nos narra la curación de un leproso (8,1-4) por parte
de Jesús con el poder de su palabra.
o Después, otra curación, la de la suegra de Pedro, y cómo expulsa a varios
demonios “con su palabra” (8,16).
• Lee las notas a pie de página que pueda traer tu biblia en este episodio.
• ¿Recuerdas otros textos? ¿a qué te suena el insistir en el poder de la palabra de
Jesús?

3.2. ¿Qué me dice el texto a mí?


• Ayer comenzamos el Adviento, tiempo de preparación para la Navidad, tiempo
de esperanza, tiempo privilegiado en el que escuchar la Palabra.
• ¿Te identificas con la respuesta del centurión? ¿confías tanto como él en el
poder y en la eficacia de la palabra de Jesús?
• “..no he encontrado en nadie tanta fe …”: ¿cómo es tu fe? ¿robusta, vacilante
…?
• Jesús termina con una mirada universal: «vendrán muchos de oriente y occidente
y se sentarán con… ». ¿Te sientes tú también dentro de ese grupo llamado a
sentarse con ...? ¿a qué momento se refiere Jesús?

3.3. ¿Qué me hace decir el texto a Dios?


• Quizás una oración de petición:
o “Señor, aumenta mi fe como la del centurión …”
o …
• Quizás una oración de acción de gracias:
o “Gracias Señor por haber llamado a todos a participar de tu banquete
…”
o …
• Quizás una petición de perdón:
o Perdón, Señor, por las veces que no escucho tu Palabra, que no la sigo

• Quizás un momento de silencio …

3.4. ¿Cómo cambia el texto mi mirada de la realidad?


• Como fruto de la Palabra leída, meditada y orada, ¿a qué me compromete?
• ¿Qué actitud puedo cuidar más en este tiempo?
• Me quedo con una frase del texto o de mi oración personal como recordatorio
de este momento de encuentro con la Palabra de Dios.
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I SEMANA DE ADVIENTO
MARTES
1. Invocación al Espíritu.

2. Lectura de la Palabra de Dios.

• Is 11,1-10
• Sal 71,2-17
• Lc 10,21-24.

En aquella misma hora Él se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo:

Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a
sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de tu agrado.
Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino
el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Y volviéndose hacia los discípulos, les dijo aparte: Dichosos los ojos que ven lo
que vosotros veis; porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que
vosotros veis, y no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.

3. Lectio divina:

3.1 ¿Qué dice el texto?


• Contexto: Jesús ha enviado a los discípulos a predicar y a curar y estos han
vuelto contentos por el “éxito” de su misión.
• Jesús se regocija, se alegra también en el Espíritu Santo, no es un gozo
superficial ni simplón. Es la alegría que brota de Dios.
• Y se dirige al Padre: estamos ante una oración en voz alta de Jesús.
• La contraposición entre los “sabios e inteligentes” y los niños. Y la
contraposición entre quién sabe la verdadera identidad del Hijo y quién no.
• La absoluta iniciativa de Dios, que tiene su propio plan de salvación que en
ocasiones no coincide con el de los hombres.
• Y un segundo discurso de Jesús, esta vez dirigiéndose a sus discípulos: ellos
no están entre los “sabios e inteligentes”; ellos están viendo y escuchando
cosas que tantos otros han deseado ardientemente y no lo han conseguido.

3.2. ¿Qué me dice el texto a mí?


• ¿Acaso no me puedo yo también contar entre aquellos que el Señor ha
enviado como discípulos suyos? ¿regreso “satisfecho” de mi misión? ¿me
he sentido enviado o, por el contrario, el protagonista?
• Contempla a Jesús que se alegra, que ríe, que alaba, que da gracias a
Dios,…
• ¿Qué oración provoca el texto en ti? ¿qué te sale decirle a Dios?
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• Sabios e inteligentes frente a niños que confían en Dios. ¿Con quién te


identificas?
• Dios guía la historia según sus propios planes; ¿fiarte de los planes de
Dios y de su “forma de actuar” o fiarte sólo de ti? Quizás es una invitación
a dejar espacio a Dios en tu vida…
• ¿Qué estás tú viendo u oyendo que otros habrían querido ver y oir?
Sentirte afortunado por haber sido llamado por Dios, por los dones que Él
te ha dado…

3.3. ¿Qué me hace decir el texto a Dios?


• Quizás una oración de petición:
o “Señor, ayúdame a vivir con alegría este Adviento…”
o “Señor, qué quieres de mí, a qué me estás llamando …”
o …
• Quizás una oración de acción de gracias:
o “Gracias Señor por haberme llamado…”
o “Gracias Señor por todo lo que me has revelado…”
o …
• Quizás una petición de perdón:
o Perdón, Señor, por las veces que no te sigo …
o Perdón, Señor, porque a veces me creo sabio e inteligente…
• Quizás un momento de silencio, de contemplación, para imaginarme la escena y
a Jesús orando con su Padre.
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I SEMANA DE ADVIENTO
MIÉRCOLES
Fiesta de San Andrés, apóstol

1. Invocación al Espíritu.

2. Lectura de la Palabra de Dios.

• Rm 10,9-18.
• Sal 18,2-5.
• Mt 4,18-22.

Mt 4,18-22

Paseando junto al lago de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y
su hermano Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran
pescadores,
y les dijo: «Venid detrás de mi y os haré pescadores de hombres».
Y ellos dejaron al instante las redes y lo siguieron.

Más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo, y su hermano


Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes;
y los llamó también.
Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, lo siguieron.

3. Lectio divina:

3.1 ¿Qué dice el texto?


Fíjate en algunos elementos del texto:
• Personajes: Jesús es el protagonista; dos parejas de hermanos, que no hablan,
personajes pasivos en esta narración.
• El episodio transcurre en la cotidianidad de la vida de los discípulos; ellos están
en su tarea diaria, Jesús está paseando, Santiago y su hermano están con su
padre …
• Acción: por dos veces tenemos la misma acción: Jesús paseando → Jesús que
ve a dos hermanos → Jesús que los llama → y ellos reaccionan.
• En ambos casos, ellos al instante lo dejan todo y lo siguieron; el evangelista
subraya ese “al instante”.
• “Venid detrás de mí … para ser pescadores de hombre”: a Simón y a Andrés se
lo dice; a los otros no, pero podemos intuir que reciben el mismo mensaje.
• Algunas palabras: “venid detrás de mi”, “pescadores de hombres”, “al instante”,
“lo siguieron” …
• Contexto del texto:
o Inmediatamente antes y tras haber experimentado las tentaciones en el
desierto, Jesús ha empezado a predicar anunciando: “Arrepentíos, porque
está llegando el reino de los cielos” (4,17).
o A continuación, Jesús comienza a recorrer toda al Galilea, a enseñar en
sus sinagogas, a anunciar la buena noticia del reino y a curar a todos los
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que le traían con enfermedades, dolencias … (4,23-25). Y estos cuatro


discípulos asisten a todo ello.
• Lee las notas a pie de página que pueda traer tu biblia en este episodio.
• ¿Recuerdas otros textos? ¿qué te recuerda la llamada “ven y sígueme”? Lee
también, si quieres, Mc 1,16-20; Jn 1,35-51 … Puedes leer también el episodio
del joven rico (Lc 18,18-30) quien da una respuesta diferente a la de estos
discípulos.

3.2. ¿Qué me dice el texto a mí?


• Imagínate la escena; Jesús paseando, tú allí presente, … Jesús que te llama: «
Ven detrás de mi y te haré pescador de hombres»; ¿qué respondes? ¿cuál es tu
reacción?
• Piensa en el día de hoy: ¿en qué momentos Jesús ha pasado / va a pasar por tu
lado? ¿cómo te ha hablado / va a hablar?
• ¿Qué actitudes, esclavitudes, ataduras, … tienes que dejar en tu vida para poder
seguir a Jesús?

3.3. ¿Qué me hace decir el texto a Dios?


• Quizás una oración de petición:
o “Señor, ayúdame a liberarme de mis ataduras para poder seguirte …”
o “Señor, qué quieres de mí, a qué me estás llamando …”
o …
• Quizás una oración de acción de gracias:
o “Gracias Señor por haber llamado a ser seguidor tuyo…”
o …
• Quizás una petición de perdón:
o Perdón, Señor, por las veces que no te sigo …
o Perdón, Señor, porque no respondo inmediatamente a tu llamada …
• Quizás un momento de silencio, de contemplación, para escuchar la voz del
Señor que te llama …

3.4. ¿Cómo cambia el texto mi mirada de la realidad?


• ¿A qué me compromete la Palabra leída, meditada y orada?
• Como seguidor de Jesús, ¿en qué puedo aún crecer? ¿Qué actitud puedo
cuidar más en este tiempo?
• Me quedo con una frase del texto o de mi oración personal como recordatorio
de este momento de encuentro con la Palabra de Dios.
• Quizás escribo una pequeña oración final.
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I SEMANA DE ADVIENTO
JUEVES
1. Invocación al Espíritu.

2. Lectura de la Palabra de Dios.


• Is 26,1-6.
• Sal 117,1-27.
• Mt 7,21.24-27.

«En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “No todo el que me dice: "Señor,
Señor", entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre
que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a aquel
hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos,
soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba
cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a
aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los
ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»

3. Lectio divina:

3.1 ¿Qué dice el texto?


Fíjate en algunos elementos del texto:
• Observa cómo está construido el texto:
o una afirmación de Jesús (“No todo el que me dice …”)
o Una doble comparación:
ƒ El que escucha … y pone en práctica.
ƒ El que escucha … y no pone en práctica.
• Los personajes del texto: Jesús hablando a la gente.
• La cuestión fundamental: ¿quién entrará en el Reino de los cielos? ¿el que diga
“Señor, Señor”? No; el que cumpla la voluntad del Padre.
• Jesús identifica esta “voluntad del Padre” con sus palabras. Y aquí viene la
comparación. Se trata no de oir o no oir la palabra de Jesús (que se escucha) sino
que ponerla en práctica o no.
• Edificar sobre roca (símbolo de solidez, de resistencia frente a las
adversidades…) y no sobre arena (símbolo de la fragilidad, de la inconsistencia -
…).
• El contexto: este texto es el final del discurso de la montaña (Mt 5-7) o discurso
de las Bienaventuranzas en el que Jesús ha hablado de la necesidad de la
oración, del padrenuestro, de las bienaventuranzas, del amor a los enemigos, de
los dos caminos … Lee estos dos capítulos. Esas son las palabras a las que se
refiere Jesús aquí, esas son las palabras que Él identifica con la voluntad de
Dios, esas son las palabras que hay que poner en práctica.
• Lee las notas a pie de página que pueda traer tu biblia en este episodio.
• ¿Recuerdas otros textos? ¿quizás la parábola del sembrador –Mt 13,3ss-?
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3.2. ¿Qué me dice el texto a mí?


• Jesús está hablando a la gente, también a ti. ¿Qué palabras de Jesús estás
escuchando? Recuerda alguna parábola, enseñanza de Jesús, …
• Cumplir la voluntad del Padre. ¿te planteas en tu vida qué quiere Dios de ti, qué
te está pidiendo?
• Edificar sobre roca o sobre arena. ¿Cuáles son tus fundamentos, tus
convicciones? ¿pinta algo Dios en ellas?
• De las muchas palabras que Jesús dice en Mt 5-7, ¿en cuál puedo aún crecer?
¿qué actitudes o comportamientos debo cambiar o introducir en mi vida en este
tiempo de adviento?
• El que escucha la palabra y la pone en práctica;¿qué palabra puedo aún poner en
práctica?

3.3. ¿Qué me hace decir el texto a Dios?


• Quizás una oración de petición:
o Señor, ayúdame a escuchar siempre tu palabra …
o Señor, no me dejes construir sobre arena …
o …

• Quizás una oración de acción de gracias:


o Gracias, Señor, por revelarnos a través de tu palabra la voluntad del
Padre …
o …

• Quizás una petición de perdón:


o Perdón, Señor, por las veces que edifico sobre arena …
o …

• Quizás un momento de silencio, de contemplación, para escuchar la voz del


Señor …

3.4 ¿Cómo cambia el texto mi mirada de la realidad?


• ¿A qué me compromete la Palabra leída, meditada y orada?
• ¿En qué actitud puedo crecer para ir edificando sobre roca y no sobre arena?
• Me quedo con una frase del texto o de mi oración personal como recordatorio
de este momento de encuentro con la Palabra de Dios.
• Pienso un compromiso concreto y muy puntual para el día de hoy o para la
semana.
• Quizás escribo una pequeña oración final.
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I SEMANA DE ADVIENTO
VIERNES
1. Invocación al Espíritu Santo.

2. Lectura de la Palabra de Dios.

• Is 29,17-24.
• Sal 26,1-14.
• Mt 9,27-31.

En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús gritando: «¡Ten compasión de


nosotros, Hijo de David!»
Y al llegar a la casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo: «¿Creéis que
puedo hacerlo?»
Contestaron: «Sí, Señor».
Entonces les tocó los ojos diciendo: «Que os suceda conforme a vuestra fe». Y
se les abrieron los ojos.
Jesús les ordenó severamente: «¡Cuidado con que lo sepa alguien!»
Pero ellos, en cuanto salieron, hablaron de él por toda aquella comarca.

3. Lectio divina:

3.1 ¿Qué dice el texto?


Fíjate en algunos elementos del texto:
• Los personajes: dos ciegos y Jesús. Nadie más.
• Algunas palabras claves:
o Dos ciegos …sin nombre, anónimos. No importa, pueden ser cualquiera,
pueden sufrir una ceguera “física” pero también otras “cegueras”.
o Dos ciegos que … seguían a Jesús.
o Dos ciegos que lo llaman primero “hijo de David” y después “Señor”.
• “Al llegar a casa …”: ¿por qué esperar a llegar a casa para atender sus gritos?
¿quería pasar desapercibido Jesús o es que esos ciegos tenían que entrar en la
“casa de Jesús”, símbolo de la iglesia / comunidad cristiana?
• ¿A qué se refiere Jesús con su pregunta “creéis que puedo hacerlo”? ¿cómo sabe
qué están pidiendo con ese grito “ten compasión …”?
• La pregunta de Jesús: “¿creéis …?” Y después “…conforme a vuestra fe”.
• El contexto aquí es muy interesante:
o Inmediatamente antes, Jesús ha curado a una mujer enferma y ha
resucitado a la hija de Jairo (9,18-26). Y allí Jesús terminaba también
diciendo: “Y la noticia del suceso se divulgó por toda aquella comarca”.
o Inmediatamente después (9,32-34) Jesús cura a un mudo poseído por un
demonio y la gente admirada que comenta: “Jamás se vio cosa igual en
Israel” mientras que los fariseos le acusan diciendo “Por el Príncipe de
los demonios expulsa a los demonios”.
La fama de Jesús se va extendiendo pero sus signos son ambiguos; para algunos
son signos de la presencia de Dios; para otros, obra del demonio. ¿Qué se
necesita para discernir? La fe.
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• Lee las notas a pie de página que pueda traer tu biblia en este episodio.
• ¿Recuerdas otros textos? ¿otras curaciones? ¿aquella frase de Lc 17,6 “Si
tuvierais fe …?

3.2. ¿Qué me dice el texto a mí?


• La ceguera no es sólo física; “no hay mayor sordo que aquel que no quiere oir”
dice la sabiduría popular. También existen cegueras psíquicas, espirituales. ¿En
qué te identificas con estos dos ciegos anónimos, seguidores de Jesús como tú?
¿qué cegueras te impiden seguir con frescura a Jesús, vivir su evangelio?
• Escucha las palabras que te dirige hoy a ti Jesús:
o «¿Creéis que puedo hacerlo?»
o «Que os suceda conforme a vuestra fe»
• En este camino de adviento, ¿de qué tiene que curarte el Señor?
• Cuando llegaron a casa … ¿no es quizás también para ti una invitación a volver
a la “casa” de Jesús, a la iglesia, a la eucaristía, al encuentro personal con Él?

3.3. ¿Qué me hace decir el texto a Dios?


• Quizás una oración de petición como la de los ciegos:
o Señor, ten compasión de mí …
o Señor, cura mi ceguera …
o Señor, aumenta mi fe …

• Quizás una oración de acción de gracias:


o Gracias, Señor, por tu misericordia infinita …
o Gracias, Señor, porque abres mis ojos cada día para …
o …

• Quizás una petición de perdón:


o Perdón, Señor, por las veces que no acudo a ti para curar mis cegueras…
o Perdón, Señor, …
o …

• Quizás un momento de silencio, de contemplación, para escuchar la voz del


Señor, para gritar a los cuatro vientos lo que Dios hace en mi vida …

3.4 ¿Cómo cambia el texto mi mirada de la realidad?


• ¿A qué me compromete la Palabra leída, meditada y orada?
• Como seguidor de Jesús, ¿qué cegueras puedo quitar de mi vida en este
tiempo de adviento? ¿Qué actitud puedo cuidar más en este tiempo? ¿qué
servicio puedo prestar al necesitado que está a mi lado?
• Me quedo con una frase del texto o de mi oración personal como recordatorio
de este momento de encuentro con la Palabra de Dios.
• Pienso un compromiso concreto y muy puntual para el día de hoy o para la
semana.
• Quizás escribo una pequeña oración final.
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I SEMANA DE ADVIENTO
SÁBADO
1. Invocación al Espíritu Santo.

2. Lectura de la Palabra de Dios.

• Is 30,19-21.23-26
• Sal 146,1-6.
• Mt 9,35-10,1.6-8.

«En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus
sinagogas, proclamando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y toda
dolencia.

Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban


extenuadas y abatidos como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus
discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la
mies que envíe obreros a su mies».

Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus
inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.
A estos doce lo envió con estas instrucciones: «Id a las ovejas descarriadas de
Israel. Id y proclamad que Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos,
resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios.
Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis».

3. Lectio divina:

3.1 ¿Qué dice el texto?


Fíjate en algunos elementos del texto:
• Su composición:
o Un breve sumario indicando la actividad de Jesús: enseñando,
anunciando el evangelio del Reino y curando.
o Jesús ve la situación de la gente (usando la imagen de las ovejas y el
pastor) y se dirige a sus discípulos. Cambia la imagen que usa: la mies es
abundante …; hay que pedir operarios al dueño de la mies.
o Y a continuación llama a sus discípulos para enviarlos en su nombre a
esas “ovejas que están sin pastor”.
• Algunas palabras a destacar. Fíjate en los verbos; el sujeto de todos ellos es
Jesús:
o Jesús recorre, enseña, anuncia, cura.
o Jesús ve a la gente y, viendo su situación, se compadece de ellas.
o Entonces, Jesús habla a sus discípulos para que pidan al dueño de la
mies...
o Y los llama a ellos para que al mismo tiempo vayan ya a trabajar en la
mies.
o Los llama y les da autoridad y los envía dándole instrucciones:
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ƒ Tienen que ir a las ovejas descarriadas de Israel (ovejas que están


sin pastor).
ƒ Para proclamar que el reino de los cielos está cerca, para curar
enfermos, para resucitar muertos, para limpiar leprosos, para
expulsar demonios.
• Por último la frase que cierra esta lectura: “lo que habéis recibido gratis …
dadlo gratis”.
• El contexto:
o Jesús en los episodios inmediatamente anteriores ha curado a dos ciegos,
a un mudo, ha resucitado a un muerto, ha expulsado demonios, ha
predicado … Los discípulos son enviados a continuar la obra que ya
Jesús ha comenzado.
o La lectura de este sábado ha suprimido los versículos 2-5 de este capítulo
10, precisamente cuando se nombran los nombres de los discípulos a los
que Jesús va a enviar.
o A continuación de este episodio, Jesús les anuncia a estos discípulos que
está enviando que van a sufrir persecuciones, que serán traicionados por
sus conocidos y familiares, …, pero que no tengan miedo, por el
contrario deben confiar totalmente en Él (10,26-32).

3.2. ¿Qué me dice el texto a mí?


• El punto de arranque de la acción de Jesús es que Él viendo a la gente se
compadece de ella porque estaban extenuadas y abandonadas porque eran
como ovejas sin pastor. La falta de un pastor en sus vidas que las guiaran es el
origen de la situación en la que se encuentra la gente. ¿Te sientes tú también
como “oveja sin pastor” porque, quizás, te ha apartado un poco de Jesús, el
Buen Pastor?
• “Rogad al dueño de la mies …”: porque la mies es abundante hay que pedir
trabajadores para esa mies. ¿Quizás el señor te quiere contratar a ti como
“trabajador” para su mies? ¿no te estará llamando el Señor a una vocación
consagrada, religiosa, ministerial o laical específica en su Iglesia?
• El Señor llama … para una misión: “Id y proclamad que el reino de los cielos
está cerca”. ¿te sientes tú identificado con esta misión que el Señor encomienda
a cada cristiano? ¿cómo puedes tú colaborar en esta misión?
• Lo que habéis recibido gratis … ¿Qué has recibido tu gratis? ¿o piensas que
todo es fruto de tu trabajo, de tus cualidades, esfuerzo personal, dinero …? De
aquello que tú has recibido gratis como don de Dios, ¿qué puedes dar también
gratis (sin esperar nada a cambio) a los demás?

3.3. ¿Qué me hace decir el texto a Dios?


• Quizás una oración de petición:
o Señor, manda trabajadores a tu mies …
o Señor, te pido por los que trabajan en el anuncio de tu reino …
o …

• Quizás una oración de acción de gracias:


o Gracias, Señor, por todo lo que he recibido gratis …
o Gracias, Señor, …: ¿por qué motivos puedo hoy dar gracias? …
o …
17

• Quizás una petición de perdón:


o Perdón, Señor, por las veces que me cierro a tu llamada …
o Perdón, Señor, porque antepongo mi comodidad y mi propio proyecto a
tu proyecto …
o …

• Quizás un momento de silencio, de contemplación, para escuchar la voz del


Señor que me llama a …, que me pide …

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