You are on page 1of 2

Vivimos, sin duda, tiempos difíciles y desconcertantes, tiempos de pérdida de

ilusiones y de preocupación, tiempos distintos pero muy cercanos a los de


Claudina. Y es desde este presente que tenemos en las manos, desde donde
Dios nos llama a ser fieles al don que nos ha regalado a cada uno,
porque este presente está todavía hoy sediento de bondad y perdón, de
esperanza y sentido, de humanidad y comunidad.

Es en este contexto en el que, al mirar las miserias de nuestro tiempo, y habiendo


experimentado la bondad misericordiosa de Dios en nuestra propia vida, tendríamos
que ofrecer una esperanza que sea capaz de ver más allá de los problemas, que pueda
contemplar el presente con profundidad para descubrir las oportunidades de hacer vida
el Evangelio. Es decir, para ser realmente cristiano tenemos que creer que el Espíritu Santo
sigue actuando en el mundo y que es capaz de “hacer nuevas todas las cosas”.

Si Claudina fue fiel al don recibido fue porque creyó en el Dios-Bondad que la liberó de
las ataduras, en una sociedad destruida en la que no parecía posible encontrar caminos
alternativos, caminos de felicidad para quienes desde el inicio de su vida no conocieron más
que sufrimiento.

Claudina experimenta fuertemente a Dios a partir de la muerte de sus hermanos, porque a


partir de esta circunstancia, siente que Dios la llama a perdonar desde el corazón a quienes
los mataron. Vemos así como Dios se hace presente en los momentos difíciles de nuestra
vida. Todos hemos tenido momentos dolorosos que aunque fueron tristes sentimos a Dios
tomándonos de la mano.

Por eso para ser hoy fieles, para vivir en fidelidad creativa a Dios, que nos ha sido fiel en
primer término y sigue siéndolo cada día que amanece, y para ser fieles al regalo que hemos
recibido tenemos que ser hombres y mujeres de fe. Recordando que la fe es la apuesta por
el amor posible en situaciones imposibles, seguros de que “para Dios no hay nada
imposible”. Es decir, hay que apostar por lo posible de Dios en lo imposible de los seres
humanos.

Nunca olvidemos esta frase de Lucas, escrita justo después de que la virgen María queda
embarazada del hijo de Dios: “para Dios no hay nada imposible”. Y aprendamos a “creerlo” y
experimentarlo en nuestra propia vida y en la de los demás. Este Dios para el cual nada es
imposible es quien nos invitó a vivir, es quien nos creó, y hace que hoy estemos acá
compartiendo nuestras vidas entre nosotros y con los demás. Es un Dios que quiere abrazar
y consolar a sus hijos más queridos a través de nuestros brazos, y siempre encuentra la
manera. Nos llama a ser instrumento.

Y una vez cimentados en esta fe, caminar en esperanza, conscientes de que es ésta la que
hace que nuestra fe sea activa; la esperanza es la capacidad creativa que hace cada vez más
posible lo imposible. Para crecer en esperanza necesitamos despertar la imaginación,
cultivar la experiencia de dejarnos sorprender por Dios aún en lo pequeño,
necesitamos desmontar los estructuras internas que reproducen en nosotros el desánimo,
por eso necesitamos ser libres para imaginar,
para soñar, pues “nada se hace sin que antes se
Dichosa eres
imagine”.
Rica en tu pobreza,
Pensemos alguna cosa ocurrida en estos días que grande fuiste en tu humildad, silencioso fue tu obrar.
nos pareció insignificante y pequeña pero que Desde niña en tu interior,
ahora mirándola con los ojos de Dios, nos damos la voz de Dios se escuchó,
cuenta que Él estaba también allí presente. fue tu vida, fue refugio en tu dolor.

A partir de la fe y la esperanza así entendidas Duro fue el camino,


podemos mirar las miserias de nuestro tiempo, de dura a veces la misión,
nuestro mundo, de nuestro contexto nacional, pero siempre fue esa Voz.
local y hasta escolar y preguntarnos qué tiene que La que puso en ti el valor,
decir el carisma de Jesús-María a esta realidad. en tus ojos nuevo sol,
Ojalá que al mirar así brote también en nosotros te dio fuerzas, te hizo apóstol de su amor.
un solo deseo: comunicar el conocimiento
interno de la Bondad de Dios que se nos ha Dichosa eres
manifestado. Es probable que este deseo no Mujer de corazón fiel,
cambie de raíz nuestra realidad pero Has entregado al Señor todo tu ser, fuiste madre,
indudablemente nos llevará a compartir con otros, dulce voz, tus manos dieron amor,
nuestra nueva mirada de esa realidad para que vida, esperanza, fuiste perdón, Claudina.

Crece hoy tu grandeza,


Crece hoy tú obra de amor,
Pues en nuestro
Jóvenes corazón,
Jesús María 2004
Sigue vivo tu ideal, de hacer conocer y amar,
a Jesús y a María en todo lugar.
juntos, a través de pequeñas iniciativas, como lo hizo Claudina, vayamos realizando gestos
de amor que permitan a quienes más sufren tener vida y tenerla “en abundancia”.
Esperemos que todas las vivencias de Dios experimentadas en nuestra propia vida y a través
de lo compartido con los demás nos hagan expresar juntos como Claudina:

"Se camina con más entusiasmo y más seguridad cuando varias personas
van juntas".
Sta. Claudina

Jóvenes Jesús María 2004

You might also like