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"Los accidentes no son parte del trabajo", dijo la doctora Sameera Maziadi Al-
Tuwaijri, la nueva directora del Programa de seguridad y salud en el trabajo de
la OIT, "Safework". La experiencia demuestra que la mayor parte de estos
accidentes son prevenibles. Para que las prácticas de prevención sean
efectivas deben ser aplicadas por gobiernos empleadores y trabajadores en
forma sistemática, al nivel nacional y al de las empresas".
El informe de la OIT dice que aparte de unas 2,2 millones de muertes anuales
causadas por accidentes o enfermedades laborales, más de 270 millones de
trabajadores resultan lesionados y unas 160 millones sufren de enfermedades
asociadas al trabajo. Esto causa un costo económico equivalente a 4 por ciento
del PIB, superior en unas 20 veces a todos los recursos que se dedican a la
ayuda oficial al desarrollo en el mundo.
La OIT también difundió un artículo de fondo para este Día Mundial: "Hacer
realidad el trabajo decente: mejorar la seguridad y la salud de los proveedores".
Este año nos centramos en la gestión de los riesgos en el entorno laboral. Bien
sabemos que al evaluar los riesgos y peligros, combatirlos de raíz y fomentar una
cultura de la prevención, podemos contribuir a reducir considerablemente los
casos de enfermedad y lesiones en el lugar de trabajo.
Tanto los empleadores como los trabajadores y los gobiernos tienen su papel que
cumplir en este empeño. Se necesitan una movilización sostenida, un diálogo
social efectivo y la promoción de las normas internacionales del trabajo
pertinentes, entre ellas el Convenio sobre el marco promocional para la seguridad
y salud en el trabajo, 2006 (núm. 187). También puede coadyuvar al progreso la
adopción de medidas prácticas como el intercambio de experiencia y
conocimientos técnicos.
Todos saldremos ganando si se logra que los lugares de trabajo sean seguros y
salubres.
En este Día sobre la Seguridad y la Salud en el Trabajo, la OIT se compromete a
trabajar con sus mandantes y todas las partes interesadas para lograr un trabajo y
lugares de trabajo seguros para todos.
INTRODUCCIÓN
Por tanto es objetivo de este breve artículo abordar un tema tan importante como
es la influencia en el ambiente laboral de los factores de carácter organizativo y
dependientes de otros elementos motivacionales, ergonómicos y psicosociales
que cuando no logran ser convenientemente identificados para su tratamiento y
aplicación de estrategias preventivas, provocan consecuencias fatales a la
seguridad y salud de los trabajadores por los accidentes del trabajo y
enfermedades profesionales con daños a veces irreparables a la capacidad laboral
de los mismos.
LA SEGURIDAD EN EL TRABAJO
Cuando se trata de la América Latina, cuya región nos interesa sobre todo ante la
situación de sus relaciones laborales, en un entorno cada vez más
desregularizado y con cerca de un 60% de la fuerza de trabajo precarizada,
seguramente el cuadro narrado anteriormente debe ser más aterrador. ¿Por qué?
Porque la información no abarca fielmente la realidad y si un 50% de su fuerza
laboral está ocupada en el sector informal, bajo condiciones de ilegalidad,
exclusión informativa por parte de algunos patronos para limitar hasta impedir los
beneficios de la seguridad social, en labores tercerizadas y otros para no hacer
interminable la lista de las dificultades con las que se tropieza el investigador a
diario, es probable que el resultado de cualquier estudio sea parcializado,
subjetivo y falta de objetividad.
Primera interrogante para este trabajo: ¿de qué meta de trabajo decente estamos
hablando?
OBJETIVO:
Enfatizar el papel de de la salud y la vida en el trabajo como un elemento
central del TRABAJO DECENTE
METAS:
1. Reducir el número de accidentes del trabajo y enfermedades
profesionales en los sectores más peligrosos
2. Promover la extensión de la protección en materia de seguridad y
salud en el trabajo a los trabajadores tradicionalmente desprotegidos
o vulnerables
3. Promover la salud y el bienestar de todos los trabajadores en
cualquier ocupación
4. Intensificar la sensibilización en la región sobre las dimensiones y
consecuencias de los accidentes y las enfermedades del trabajo
5. Mejorar la capacidad de los Estados y actores sociales para el diseño
y ejecución de políticas y programas de prevención de riesgos del
trabajo eficaces
6. Demostrar que invertir en prevención contribuye a la productividad y a
la competitividad de las empresas
PRIORIDADES
12. Entre los derechos de los trabajadores esta el derecho a la información sobre
los peligros a que están expuestos y la manera de protegerse de ellos, el derecho
a interrumpir su labor si se encuentra en una situación de peligro grave e
inminente para su salud, su seguridad o su vida. Estos derechos están
acompañados de responsabilidades. Los trabajadores deben cumplir con los
procedimientos de seguridad y proteger su salud y la de sus compañeros; así
como, informar a su supervisor inmediato de la existencia de un peligro grave e
inminente. Deben también participar en la definición de la política y en la
elaboración e implementación de los programas preventivos a nivel de la empresa,
a través de delegados de seguridad y salud en el trabajo y de las comisiones
mixtas de seguridad e higiene.
15. Servicios de salud en el trabajo deben ser establecidos para todos los
trabajadores. La política nacional debería contemplar el establecimiento
progresivo de servicios de salud en el trabajo adecuados para todas las categorías
de trabajadores en todos los sectores, que operen, ya sea al interno de la empresa
o como servicios externos, en función del tamaño de la empresa y el número de
trabajadores. Estos servicios tienen un carácter fundamentalmente preventivo y de
promoción de la salud. Son responsables de establecer un sistema de vigilancia
de la salud y de monitoreo ambiental, de implementar un programa preventivo y en
caso de un accidente o enfermedad del trabajo, de proporcionar los primeros
auxilios; así como, de actuar como referencia para la transferencia a tratamiento y
rehabilitación del trabajador lesionado o enfermo. Como parte de la estrategia y
tendiendo en cuenta las limitaciones estructurales de los países para el acceso a
servicios de salud adecuados, se deberían desarrollar iniciativas encaminadas a
estrechar los vínculos entre los sistemas de atención primaria de salud y la salud
en el trabajo para garantizar la extensión de los servicios de salud fomentando la
prevención primaria en salud en el trabajo.
La misión de los servicios de salud en el trabajo debe tener como meta el poder
aportar a los trabajadores las herramientas y los recursos necesarios para crear,
mantener y mejorar el ambiente óptimo en la relación persona-trabajo,
garantizando un nivel óptimo de bienestar y salud integral del individuo, dentro del
contexto social en el cual se desenvuelve.
Como visión todo servicio básico de salud ocupacional debe ser accesible, estar a
disposición de cualquier trabajador o empresa, ser capaz de responder a las
solicitudes del interesado, tener capacidad de control de calidad y
retroalimentación del proceso y resultado del servicio prestado. Los diferentes
recursos y herramientas necesarios deben mantenerse en constante cambio,
adaptándose a las exigencias del momento y del lugar donde se apliquen. Se
debe procurar que las personas que presten el servicio tengan la habilidad y la
capacidad necesarias para la realización del servicio y se mantengan en constante
formación sobre cada uno de los temas a tratar. Debe existir la posibilidad de crear
uno o varios centros que integren la capacitación, la investigación y la asesoría
técnica-legal necesarias.
Objetivos
Objetivo General
Objetivos Específicos
Funciones
Organización
Todo servicio básico de salud ocupacional debe contar con una serie de pautas
organizacionales a seguir:
Para cada empresa debe existir una organización propia que se adapte a sus
necesidades y prioridades, considerando cambios necesarios de acuerdo al tipo
de empresa y riesgos asociados, creando un flujo constante entre los diferentes
aspectos.
Condiciones de funcionamientos
Bibliografía
1. C161 Convenio sobre los servicios de salud en el trabajo, 1985
http://training.itcilo.it/actrav_cdrom2/es/osh/iloconv/c161.htm
4. Primary health care and basic occupational health services challenges and
opportunities. Report of an intercountry workshop Sharm el-sheikh, Egypt, 12-14
July 2005. World health organization.
5. OSHAS 18.001
Autores
• Veronica Encina Zamora (Chile) • Isabel Lilayú Gutierrez (Chile) • Ana Maria
Menchú Lanza (Guatemala) • Manuel Rubio Campos (Colombia) • Daniel Segura
Teniendo presente que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tiene una
estructura tripartita única en el Sistema de Naciones Unidas, en virtud de lo cual
los representantes de los empleadores y los trabajadores dentro de cada Estado,
en el marco de los Convenios Sociolaborales vigentes que han sido ratificados por
los países miembros, establece las normas internacionales mínimas del trabajo,
para lo cual, la OIT con los países signatarios de los Convenios, para alcanzar sus
objetivos formula políticas y programas internacionales para promover los
derechos humanos fundamentales, mejorar las condiciones de trabajo, de vida y
aumentar las oportunidades de empleo, así como también, establece normas
internacionales del trabajo y que están respaldadas por un sistema de control para
su aplicación, con el fin de que sirvan de orientación a las autoridades nacionales
para poner en ejecución estas políticas.
Cabe destacar que a partir de 1998, con la Declaración relativa a los Principios y
Derechos Fundamentales en el Trabajo de la OIT, la Conferencia adoptó la
Declaración relativas a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo, en
la que se reafirma el compromiso de la Comunidad Internacional “de respetar,
promover y hacer la realidad de buena fe la libertad de asociación y el
reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva de los trabajadores y
de los empleadores.
El 29 de noviembre de 1974, los Ministros de Salud de los países del Área Andina
(Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela) firmaron un convenio en la
materia de su competencia, el cual es conocido como Convenio Hipólito Unanue y
que fijó como objetivo mejorar la salud humana en los países del área, para lo cual
deberán iniciarse acciones coordinadas con miras a contribuir de esa forma a
“promover el desarrollo equilibrado y armónico de los países miembros” y procurar
un mejoramiento del nivel de vida de los habitantes de la subregión.
Tomando en cuenta que en los países andinos, los esfuerzos encaminados por
consolidar la integración del terreno sociolaboral, se ve reflejado por iniciativas
promovidas por el Convenio Simón Rodríguez, a través de los Ministerio de
Trabajo con el fin de vigilar el cumplimiento de las normas de seguridad e Higiene
del Trabajo y Salud Ocupacional, así como el Convenio Hipólito Unanue, que en
esa oportunidad identifico como prioridades los problemas fronterizos de salud,
especialmente los vinculados con las enfermedades transmisibles y con las
migraciones poblacionales; la educación sanitaria de las poblaciones; la
contaminación ambiental; la salud ocupacional; los problemas que se derivan del
incremento de la producción y del comercio interregional, los países de la
subregión asumen como una de las prioridades a la salud de los trabajadores,
dado la presencia de accidentes de trabajo y enfermedades de tipo profesional u
ocupacionales que están presentes en los países de la subregión y que responde
por las condiciones inadecuadas de trabajo y por la falta de cumplimiento de las
normas fundamentales que protegen a los trabajadores.
En América Latina del 30 al 50% del total de los trabajadores están expuestos a
más de 100.000 productos químicos, 200 agentes biológicos y otros riesgos como
materiales radiactivos, físicos y psicosociales. Ante este grave problema, se debe
recordar que 15 millones de niños en la Subregión son trabajadores; sumándose a
ello problemas serios de la distribución de la población económicamente activa, en
condición de empleada, desempleada y desocupada, particular que es similar en
nuestros países.
Por otro lado se debe considerar que en el marco de los avances logrados dentro
del Sistema Andino de Integración (SAI), dentro del ámbito sociolaboral, desde el
26 de octubre de 1973, con la firma del Convenio Simón Rodríguez, por parte de
los Ministros de Trabajo de los países andinos, se observa que el Convenio busca
conceder una atención prioritaria a la armonización de normas jurídicas laborales y
de seguridad social, la formación profesional y a la participación de empleadores y
trabajadores en el desarrollo de la integración subregional, es importante prestar
atención a los trabajadores ocupados en todas las actividades económicas.
Teniendo presente que a nivel de la subregión entre 1974 y 1985, dentro del
Convenio Hipólito Unanue, existieron comisiones asesoras encargadas de
elaborar propuestas y recomendaciones de planes y programas subregionales,
entre las que se destaca la Comisión Asesora de Salud Ocupacional, así como
también dentro del Plan de Acción Conjunto de la Subregión Andina, para el
cuadrienio 1994 -1997, el Convenio Hipólito Unanue refiere que la población en
edad de trabajar representa en la Subregión un porcentaje superior al 50% de la
población; y los trabajadores están expuestos a accidentes de trabajo,
enfermedades profesionales y muerte prematura con repercusiones en la
producción, el bienestar y el desarrollo. "los países coinciden en que la salud de
los trabajadores, en especial de los jóvenes, de las mujeres y de los del sector
informal no merece aún la atención que se requiere, considerando la
vulnerabilidad de estos grupos frente a los cambios en la estructura y dinámica de
los mercados de trabajo. Agregan que los programas de protección y
mantenimiento de la salud de los trabajadores no siempre tienen enfoque
preventivo y muchas veces dejan sin cobertura las categorías de trabajadores que
más necesitan de sus prestaciones.
Cabe destacar que dentro los esfuerzos emprendidos por los países de la
Subregión Andina, con miras a consolidar el Sistema Andino de Integración y hoy
con la Comunidad Sudamericana de Naciones, es importante tener presente los
avances logrados dentro del ámbito sociolaboral, con la aprobación de las
Decisiones 546 del Instrumento Andino de Seguridad Social y la Decisión 584
Sustitución de la Decisión 547 del Instrumento Andino de Seguridad y Salud en el
Trabajo, así como la Decisión de Migración Laboral, disposiciones sociolaborales
comunitarias que ayudarán a consolidar el mercado ampliado, la equidad social y
la protección de la salud de los trabajadores; aspectos fundamentales que se ven
respaldados de conformidad con las Disposiciones Generales contempladas en el
Artículo 1, literal j) del Capitulo I, de la Decisión 584 de la Comunidad Andina de
Naciones, dado la Supremacía de las Normas dentro del Derecho Comunitario.
PROPUESTA
Bibliografía