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La sociedad es la extensión del individuo. Si el individuo es codicioso, cruel, despiadado, egoísta, etc., así será la
sociedad. Es necesario ser sincero consigo mismo; cada uno de nosotros está degenerado y por lo tanto la
sociedad tiene que ser degenerada inevitablemente. Esto no lo puede resolver el monstruo terrible del
materialismo, esto sólo lo puede resolver el individuo a base de su revolución integral.
Ha llegado la hora de reflexionar sobre nuestro propio destino. La violencia no resuelve nada. La violencia sólo
puede conducirnos al fracaso. Necesitamos paz, serenidad, reflexión, comprensión.
El problema del mundo es el problema del individuo. Las revoluciones de sangre no resuelven nada. Sólo
mediante la inteligencia resolveremos el problema del embotellamiento de la conciencia.
Sólo mediante la inteligencia podemos convertir al animal intelectual, primero en hombre, y después, en
superhombre. Sólo con la Revolución de la Dialéctica podemos vencer al monstruo terrible del materialismo.
La sociedad humana es la extensión del individuo. Si queremos realmente un cambio radical, si queremos un
mundo mejor, necesitamos cambiar individualmente, cambiar dentro de nosotros mismos, alterar dentro de
nuestra propia individualidad los abominables factores que en el mundo producen miseria y dolor. Recordemos
que la masa es una suma de individuos. Si cada individuo cambia, la masa cambiará inevitablemente.
Es urgente acabar con el egoísmo y cultivar el Cristocentrismo, sólo así podemos hacer un mundo mejor. Es
indispensable eliminar la codicia y la crueldad que cada uno de nos lleva dentro.
Sólo así, cambiando al individuo, cambiará la sociedad, porque ésta sólo es la extensión del individuo.
Hay dolor, hay hambre, hay confusión, pero nada de esto se puede eliminar mediante los procedimientos
absurdos de la violencia. Quienes quieren transformar el mundo a base de revoluciones de sangre y
aguardiente, o con golpes de Estado y fusilamientos, están totalmente
equivocados porque la violencia engendra más violencia y el odio más odio. Necesitamos paz si es que
queremos resolver los problemas de la humanidad.
No se deshacen las tinieblas a garrotazos y con ateísmo, sino trayendo la luz. Tampoco se deshace el error
combatiendo cuerpo a cuerpo con él, sino difundiendo la verdad sin necesidad de atacar el error.
Todo cuanto la verdad avance, todo eso el error habrá de retroceder. No hay que resistir a lo negativo, sino
practicar lo positivo incondicionalmente y enseñar sus ventajas por la práctica. Atacando el error,
provocaremos el odio de los que yerran. Lo que necesitamos es difundir la luz de la Revolución de la Dialéctica
para disipar las tinieblas.
Es urgente analizar los principios fundamentales de la dialéctica marxista y demostrarle al mundo la tremenda
realidad de que éstos no resisten un análisis de fondo y que son pura sofistería barata.
Hagamos luz si es que queremos vencer a las tinieblas. No derramemos sangre. Ha llegado la hora de ser
comprensivos.
Se hace necesario estudiar nuestro propio yo si es que realmente amamos a nuestros semejantes. Es
indispensable comprender que sólo acabando con los factores del egoísmo y la crueldad que cada uno de
nosotros carga dentro, podemos hacer un mundo mejor, un mundo sin hambre y sin temor.
EL INDIVIDUO
Individuo y población
Especie
Se dice que dos individuos son de una misma especie cuando se parecen por tener características comunes y
pueden fecundarse entre sí para dar hijos fértiles. Estos hijos se parecen tanto a los padres como éstos a sus
progenitores.
En algunos casos se pueden cruzar especies distintas y los hijos resultantes son híbridos, seres con elementos
de los dos padres distintos. La mayoría de los híbridos no son fértiles.
Uno de los animales híbridos más conocidos es el mulo, hijo de burro y yegüa. El hijo de caballo y burra,
también es mulo, más conocido con el nombre de burdégano.
Población
Conjunto de individuos de una misma especie que viven en un espacio geográfico determinado en un lapso de
tiempo.
Individuo
Individuo significa lo que no se puede dividir y tiene además vida propia. Un individuo es un ser único distinto
de los demás. Una paloma es un individuo, una planta es un individuo. Individuo es sinónimo de organismo, un
ser vivo, uno solo de su especie.
La comunidad
El conjunto de todas las poblaciones de plantas y animales que viven en un territorio determinado.
Densidad de la población
Es el número de individuos de esa población por unidad de superficie o de volumen, del medio considerado.
Individuo
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El término individuo etimológicamente proviene de indiviso: que no se puede dividir.[1] Puede referirse a:
A veces se confunde erróneamente el uso de un concepto como clase lógica o un Todo-lógico, distribuido o no-
distribuido, como si fuera un conjunto de individuos existentes. Tal puede ocurrir cuando se utilizan
lingüísticamente pronombres vagos como: algún o algunos, cualquiera o todo o todos (considerando tales
pronombres como sustitución de uno, uno por uno o cualquiera de todos o algunos de los posibles elementos de
la clase lógica como si fueran individuos reales y existentes). Se confunde de este modo la propiedad de una
clase con la clase natural como si fuera aquella un conjunto enumerable. Una clase lógica significa toda la
extensión lógica o el dominio de discurso de un concepto expresado como término o expresión lingüística que
significa posibles individuos de cuya existencia no sabemos nada. La existencia se reconoce en un sistema de
referencia de lenguaje objeto o primer nivel, como un conjunto de individuos existentes, como lógica de primer
orden. Las propiedades lógicas sitúan su referencia en una lógica de segundo orden.[3]
Un acercamiento lingüístico al concepto nos viene bien desde el concepto griego de ᾇτομος,[4] que indica lo
indivisible; sugiere la idea de lo elemental que no admite unidades inferiores en el el sistema de referencia.
Problemas:
La unidad de lo individual
La individualidad de lo compuesto
Lo elemental
¿Cómo se produce el individuo compuesto de individualidades elementales?
Séneca: qaedam separari a quibusdam non possunt, coharent, individuae sunt (Ciertas cosas que están unidas
(cohaerent) y no puedan ser separadas entre sí, son cosas individuales).[6] El individuo, por tanto, es cualquier
entidad por el hecho de ser indivisible, aun cuando pueda estar compuesta de partes. Tan individuo es una
piedra como un árbol o un hombre.
Porfirio: τα ᾇτομα = τα καθ´ἕκαστα. Identifica lo atómico con Lo que es según lo que es en sí mismo lo que
viene a ser lo «irrepetible» en sentido de ser «único», lo que conviene a una identidad, como Sócrates.[7] De ese
modo ¿una piedra sigue siendo tan individuo como un árbol o un hombre?. Si partimos la piedra, ¿deja de ser
"piedra en sí misma"?; ¿son ahora dos individuos "en sí mismos"?. ¿Qué ocurre si cortamos unas ramas al
árbol? ¿Es igual que con la piedra? ¡No digamos nada en caso de partir a un hombre! Pero ¿cuándo deja de ser
"el sí mismo"?
Se dice de aquello que no se puede dividir (secari) por nada, (la unidad)
Se dice de lo que no se puede dividir por su solidez física, aun pudiendo constatar en que tenga partes, al menos
espaciales. Pone como ejemplo, el diamante.
Se dice de lo que no se puede predicar de otras cosas: Sócrates. [9]
El primer sentido de Boecio trata al individuo en sentido general, referente tanto a una unidad material como
real en tanto que unidad.[10] El segundo sentido se aplica solamente en un sentido material de realidad física.[11]
Y el tercero se aplica en un sentido lógico, en aquello que, como definía Aristóteles como sustancia primera,
solamente puede hacer la función de sujeto.[12]
Al primer sentido los escolásticos lo llamaron individuum vagum es decir: cualquier hombre, cualquier mesa,
cualquier cosa como una unidad no señalada como tal dentro de una misma especie.[3] Así lo utiliza Santo
Tomás (S. Theol. I, q.XXX a 4).
Los escolásticos consideraron que la individuación es realizada por la materia, materia signata quantitate; lo
que no deja de plantear problemas metafísicos, pues supone que la materia que no es nada sin forma, genera
mediante la forma de la cantidad el individuo existente cuyo principio sustancial y esencial es la forma
universal que constituye lo individual existente, como individuo de una especie.[13]
El individuum vagum se distingue de los demás de la misma especie por las notas individuantes que los
escolásticos consideraron siete: forma, figura, locus, tempus, stirps (estirpe, como herencia o tronco familiar),
patria, nomen, que hace referencia a las formas o propiedades espacio-temporales y empíricas y por eso
materiales.
No obstante para Duns Scoto la noción de individuo requiere dos principios diferenciados: su naturaleza común
como especie, y su entidad individuante entre las cuales no hay distinción real sino únicamente formal. La
individuación es esencial e independiente de los contenidos materiales o empíricos.
En la Edad Moderna se asume el sentido de Porfirio que viene a ser algo así como lo «idéntico», «esto», «esta
cosa», «este determinado ser» que vino a ser la «individualidad» y lo «individual» como noción abstracta de
una identidad que se conoce como sujeto de sus predicados bien como atributos esenciales o modos de una
sustancia, según la interpretación de la lógica de Port-Royal.[14]
Esta noción la asumieron tanto los racionalistas como los empiristas si bien con importantes diferencias.
Descartes comprendió dos órdenes completamente diferenciados de elementos individuales. Los elementos
materiales que constituyen el orden de la extensión, (res extensa) y los elementos o unidades espirituales que
constituyen el orden del pensamiento, (res cogitans).
Spinoza diluye la individualidad en su relación con el Todo como un modo de una sustancia única, Dios: "sive
Deus sive Natura"; la pluralidad es aparente pero no real, por lo que no existe más que una única individualidad
o individuo, una única sustancia, es decir un Monismo panteísta.
Esta noción la utilizó Leibniz si bien aplicada a la unidad última de lo real, la mónada como orden único en la
constitución del mundo en sucesivas coordinaciones y subordinaciones de las mónadas, (la armonía
preestablecida por Dios), y viene a significar el paso a la filosofía moderna.[15] [16]
Leibniz señala la singularidad de lo individual, la mónada, y unas relaciones meramente externas con las demás;
relaciones armónicamente establecidas por Dios.[17] Por ello en Dios, para quien la noción es completa, no
existen las verdades de hecho sino que todo ocurre de modo necesario como verdades de razón.
Wolff considera que lo individual es aquel ser que se encuentra enteramente determinado por la noción de
especie y la diferencia numérica.[18] Lo que nos recuerda la diferencia entre la lógica clásica aristotélica como
"participación en las formas", y la lógica de Port-Royal de nociones y atributos.
Por su parte los empiristas señalaron lo individual como lo dado, siendo por tanto una percepción elemental
como idea simple o dato irreductible en la experiencia de la propia conciencia.[19]
JUICIO CATEGORÍA
Afirmativo Realidad
Singular Totalidad
Categóric
Inherencia y subsistencia
o
Lo individual acaba siendo una "unidad de fenómeno" que deja al aire su relación con lo real pues es fruto de la
actividad del yo como "apercepción trascendental".
El individuo en tanto que unidad indivisible aplicada al ser humano, suele considerarse unida:
A la idea de una unidad especial en función de un alma, espíritu que, por ser racional, es persona.[23]
A ser identificado como ser dotado de inteligencia definida como función vital de una mente.[20] [24]
A partir de esas consideraciones el concepto de individuo como "Yo", "Ego", "persona" ha dado lugar a
múltiples teorías y consideraciones siendo de especial relevancia el individualismo.
[editar] La filosofía contemporánea
El problema de lo individual presenta serios problemas. Destacamos solamente algunos de los planteamientos
más concretos acerca de lo individual, singular y particular que destacan algunos pensadores:
El uno (individuo) está en íntima relación con lo múltiple de un género o especie como clase natural, o clase
lógica para su posible conocimiento como algo o cosa real.
El uno para destacarse como individuo ha de ser elemento discernible en un conjunto, haciéndolo diferente del
elemento nulo. Pero la definición del conjunto requiere una propiedad (lógica), como clase, bien como
contenido de experiencia o bien como axioma conceptual en una teoría previa. Véase Individuo sustancial.[26]
Lo que intuitivamente en la experiencia ordinaria aparece como algo individual evidente solo puede indicarse
como un "esto"[27] y en el uso normal del lenguaje, ser designado mediante una palabra o término lingüístico o
enunciado cuyo significado es un concepto lógico de contenido universal:
es un pájaro, (palabra o término o expresión lingüística que expresa un concepto general que se
predica como la propiedad de pertenecer a una clase lógica = una clase).
El recurso de poder contar como número las unidades percibidas nos permite sin embargo elaborar el concepto
lógico de individualidad según sea el orden que previamente hallamos establecido como criterio de unidad.[2] [28]
[29]
Cuando no hay un principio singular para determinar cuántos Xs hay en algún sitio en un tiempo dado,
puede decirse que los Xs no pueden ser individuados como tales.
Lo que nos obliga a establecer un sistema de referencia que permita contar, es decir enumerar, lo que
consideramos Xs y separar los Xs de los no-Xs.
En tan difícil situación se vinieron a encontrar los físicos y matemáticos neopositivistas, Russell, Whitehead y el
Círculo de Viena, cuando los átomos elementales fueron desapareciendo como unidades indivisibles y las
partículas-ondas-elementales surgían más y más en una física donde lo individual elemental desaparece detrás
de unas experimentaciones que responden a unos conceptos-lógicos previos más que a unas realidades
unitarias enumerables.
Estos conceptos-lógicos previos son productos de unas teorías que procuran modelizar la realidad según unas
técnicas y metodologías adecuadas, y no obedecen siempre ni mucho menos a una unidad contable que pueda
ser individualizada.[30]
Por otro lado, la pretendida perfección matemática de la Teoría de conjuntos tras el teorema de Gödel supuso el
final del programa formalista de Hilbert de formalización matemática así como del intuicionismo de Brouwer.
La aritmética no es, como tampoco, la geometría, una promoción natural de una razón inmutable. La Aritmética no está
fundada en la razón. Es la doctrina de la razón la que está fundada en la aritmética elemental. Antes de saber contar
apenas sabíamos qué era la razón. En general, el espíritu debe plegarse a las condiciones del saber.
Este señor puede tener su referente como individuo por descripción de una propiedad, sin necesidad de nombre propio
Un nuevo sentido nominalista se mantiene en autores como Nelson Goodman o Quine, para quienes solo
admiten ontológicamente entidades concretas, es decir individuos; no existen más realidades que las realidades
concretas. Las entidades abstractas clases lógicas o conceptos, no son más que recursos lógicos para operar con
ellas.
Es cierto que mi interés por los fundamentos de la matemática surgió a través del contacto con el “Círculo de Viena”,
pero las consecuencias filosóficas de mis resultados, lo mismo que los principios heurísticos que llevan a ellos son
cualquier cosa menos positivistas o empiristas... He sido un realista conceptual y matemático desde 1925
aproximadamente. Nunca he mantenido la tesis de que la matemática sea sintaxis del lenguaje, sino que por el contrario
esta tesis, en cualquiera de sus sentidos razonables, puede ser refutada con mis resultados.
Carta que Gödel dirige a Mr. Grandjean en 1975.
Una famosa obra sobre los individuos y su individualización es la escrita por Peter Frederick Strawson.
Lingüísticamente o bien nos referimos a una individualidad particular mediante un nombre propio o una
disyunción inclusiva de propiedades cuyo referente puede resultar problemático; pues las clases, como
descripción de posibles individuos de tales propiedades y en posibles mundos diferentes, difícilmente evitan
toda ambigüedad de referencia.[31]
Así pues el problema por un lado es cómo pueden identificarse los individuos particulares si no es:
Por indicación: directa en la experiencia, «señalando con el dedo: "esto"»; o designación otorgando un mombre
propio a la experiencia en que dicha individuación es conocida.
Por referencias: bien sea a través de la transmisión del nombre propio otorgado o de su descripción por
disyunción inclusiva de propiedades, (esenciales o no esenciales), evitando toda ambigüedad en la referencia. [32]
Se trata, entonces, de averiguar las formas de proceder mediante las cuales se habla acerca de los individuos.
Problemática que nos lleva al tema de la actividad cognitiva de la mente y a la percepción de las unidades
significativas y su semiosis mediante las cuales establecemos las evidencias pertinentes a la referencia y usos
del lenguaje tanto en el uso del lenguaje y definición vulgar como en el conocimiento más profundo de la
ciencia.
Por otra parte Zubiri, desde el campo de la filosofía, hace una distinción entre singulum e individuo stricto
sensu.
Ferrater Mora, establece la existencia de grados de individualidad, que son en gran medida grados de
discernibilidad. Hay por tanto diversos modos en los que puede decirse que algo es "individuo".[34]
Paul Ricoeur por su parte distingue la identidad idem (el mismo) y la identidad ipse (sí mismo). La primera
tiene que ver con la identidad numérica, continuidad ininterrumpida en la permanencia en la duración, en el
tiempo. La segunda es una identidad narrativa que admite variaciones de personalidad, porque se basa en la
necesidad de alteridad, necesidad del otro.[35]
Apoya este modo de concebir la "individualidad" que la Biología sitúa lo individual primariamente en la
relación individuo-especie, por cuanto el sujeto de la evolución es la especie biológica por un lado. Pero
asimismo en el reino de la vida como organización compleja de la materia lo individual se define por una
función, desde un gen, un tejido, órgano etc.
De la misma forma la Antropología, lo mismo que la Sociología sitúan al "individuo" dentro de un sistema de
relaciones.
El individuo deja de ser sujeto lógico como una clase de uno solo, como ocurría en la lógica silogística,[3]
como elemento aislable de una relación. Es en el seno de un sistema material, orgánico, biológico-social-
cultural, en el que se produce la "individualización" en el que se desarrolla una unidad dentro del sistema o
personalidad única, como individuo stricto sensu y persona.[