Pepinos: riesgos para muchos, beneficios
para pocos (Gustavo Duch)
Boletín semanal Nº 1
del 6 al 12 de junio de 2011
El presidente Zelaya vuelve a Honduras
Mel Zelaya vuelve a Honduras para encabe-
zar a la izquierda hondureña, a pelear por
aquello en lo que cree y ser el “comandante
vaquero”, como lo llamó el Presidente Hugo
Chávez, de una transformación social y eco-
nómica de su patria para hacer una demo-
cracia que nazca de la única raíz válida, la de
clase, sin que nadie pueda vender como real
lo que no lo es.
"¡No es una Academia, es una caverna!"
Víctimas del franquismo exigen la retirada del
diccionario. Al grito de "¡No es una Acade-
mia, es una caverna!" o "¡Este librillo lo escri-
bió el caudillo!", alrededor de 200 personas
se manifestaron frente a la Real Academia de
la Historia (RAH) para mostrar su rechazo al
Diccionario Biográfico Español, una obra que
no hace referencia a la represión franquista.
Más del 75% de los inmigrantes en Europa
consideran "racistas" a los agentes de
policía
La encuesta, realizada en marzo de 2011,
forma parte del proyecto de la UE Eurojusti-
cia. Mientras que entre los ciudadanos de
origen nacional (franceses, británicos, italia-
nos, españoles y alemanes) el 74% de los
encuestados muestra cierta ”confianza” en
su policía, una gran mayoría de inmigrantes
ya asentados en esas naciones, declara que
las respectivas policías son racistas (76% en
Francia, 71% en Gran Bretaña, 78% en Italia,
85% en España y 69% en Alemania).
La ‘crisis de los pepinos’ o mejor dicho el
brote de E. Coli que afecta al norte de Euro-
pa, es una buena ensalada donde se mez-
clan alarmas, angustias y mensajes de con-
fianza. A la espera de respuestas definitivas
sobre sus orígenes, y ahora que tenemos a
los pepinos absueltos, me parece imprescin-
dible abrir algunas reflexiones sobre el siste-
ma alimentario global por el que hemos opta-
do en los países desarrollados (y que se ha
impuesto a los países del Sur empobrecido).
El sistema en cuestión ha sido diseñado para
producir algo parecido a alimentos, a costes
muy bajos, tanto económicos, sociales como
ecológicos; pero que puedan producir altos
beneficios a quienes se dedican a su comer-
cialización. Los alimentos, lejos de conside-
rarlos como una necesidad y un derecho, se
entienden como una mercancía sin más. El
caso de los pepinos es un buen ejemplo: los
esfuerzos para cultivar, regar y cosechar un
pepino, representarán para el agricultor o
agricultora 0’17 euros por kilo vendido. La
población consumidora pagará 1’63 euros
por kilo. Es decir, un incremento superior al
800%.
Mercancías con este margen son verdaderos
diamantes que recorren el mundo siempre en
una misma dirección, la dirección centrípeta:
desde las regiones productoras a las pobla-
ciones con más poder adquisitivo. Y pepinos,
piñas o panga hacen entonces viajes muy
largos, en temporada alta y con muchas ciu-
dades que visitar. Las administraciones ante
este mercado, no se plantean revisar el mo-
delo, sino que optan por asegurar y aumentar
los controles alimentarios. Pero por muchas
medidas que se puedan tomar, y como
hemos visto también con las dioxinas, gripe
porcina o vacas locas, las crisis alimentarias
son insalvables, y las acabamos pagando la
población consumidora (que puede enfermar)
y la productora (que puede perderlo todo).
Las dimensiones del problema también las en sí mismo. No podemos resolver estas
hemos de tener en cuenta. Una partida de crisis con más puntos de control, con más
alimentos industrializados afectada de algún tecnología; es un camino equivocado y sin
problema de salubridad son miles y miles de salida. Sin embargo, como dice la Dra. Marta
unidades contaminantes, aumentando mucho Rivera «la Soberanía Alimentaria, que apues-
la dispersión y alcance del brote o epidemia. ta por la relocalización de los sistemas agroa-
limentarios y por modelos de producción
Por último en Alemania, donde se ha podido
campesinos, podría (además de alimentar a
percibir cierta descoordinación entre sus
toda la población) incrementar también la
autoridades, han obrado tajantemente bajo el
seguridad alimentaria. Por un lado, los ali-
principio de precaución, impidiendo el con-
mentos serían adecuados al contexto cultu-
sumo del pepino y otras hortalizas… por lo
ral, por otro lado, la agricultura campesina,
que pudiera ocurrir. El mismo principio que
desde el enfoque de la agroecología, favore-
en cambio siempre queda relegado en otros
cería la producción de alimentos sin tóxicos,
riesgos alimentarios no agudos pero si a
disminuyendo el riesgo de consumir alimen-
largo plazo, como por ejemplo el consumo de
tos contaminados y socialmente justos. Así
alimentos transgénicos o las nuevas prácti-
mismo, el acortamiento de la cadena alimen-
cas de nanotecnología. Pareciera que las
taria y la reducción del número de interme-
multinacionales que controlan el sistema
diarios y transformaciones sufridas por los
alimentario tienen lazos muy estrechos con
alimentos disminuyen los puntos críticos en
las autoridades sanitarias que a ellas sí les
los que los alimentos pudieran ser contami-
permiten campar, acampar y cultivar a sus
nados».
anchas.
Y los beneficios quedarían en manos campe-
A partir de estas reflexiones y otras que se
sinas. Las alarmas sólo servirían para des-
podrían añadir, parece lógico proponer que
pertarles por la mañana, si el gallo se olvida-
las medidas políticas en agricultura y alimen-
ra de cantar.
tación se dirigieran más a revisar el modelo
Escuela para la Formación Ideológica de la Clase Trabajadora
El fascismo fue un producto directo de la Primera Guerra Mundial

El desastre sin precedentes de la Primera Sin embargo, el comunismo se vio rechazado

Guerra Mundial barrió una gran parte de la en general por la izquierda europea, y duran-
base del liberalismo decimonónico e inició te toda la generación siguiente se limitó, co-
una era de revolución y de conflicto político mo régimen, a Rusia. El fascismo italiano,
más intensos, de lo que jamás ha habido fundado en 1919, se vio seguido de imitacio-
antes ni ha habido después. Una de las prin- nes y paralelismos o por movimientos un
cipales fuerzas revolucionarias, el comunis- tanto análogos en muchos otros países euro-
mo ruso, procedía directamente de la teoría peos. El fascismo se hizo con una gran parte
marxista europea y revolucionaria rusa del del poder en Italia a partir de 1922, y un de-
siglo XIX. La otra gran fuerza radical nueva cenio después lo siguió el nazismo alemán.
desencadenada por la Primera Guerra Mun- Hubo fuerzas poderosas de carácter aparen-
dial, el fascismo, era más nueva y más origi- temente similar que adquirieron impulso en la
nal, pues fue un producto directo de la propia Europa centro oriental y en España en el
guerra. Antes de 1919 no existía un partido decenio de 1930.
fascista ni una doctrina fascista como tales.
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