LA INDEPENCENCIA DEL HOMBRE

¿ES LA INDEPENDENCIA LA LIBERTAD?

Todos queremos ser independientes, vivir la vida sin el deber de rendir cuentas de nuestros
actos a nadie, sin la necesidad de pedir permiso, ni informar ¿dónde vamos?, ¿con quién
vamos?, ¿qué hacemos?, ¿cuánto tiempo estaremos fuera?. Y a esto le llamamos madurez y
libertad, ser dueño de nuestros propios actos, de tomar nuestras propias decisiones, vivir
nuestra vida sin consultar ni rendir cuentas a nadie, es mi vida (argumentamos).
Jesús dijo:
Mateo 16:25:
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa
de mí, la hallará.
Lamentaciones 3:27:
Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.

Yugo es un instrumento de madera que sirve para unir un par de bueyes al arado, y es
sinónimo de unión, atadura, sujeción, enganche, amarre. Ejemplo tenemos a la pareja unida en
matrimonio, se le llama conyugue, con yugo, con atadura, este yugo es el santo matrimonio,
unidos en amor para toda la vida, para edificar juntos una familia.

La independencia, no es libertad, todo lo contrario, porque hemos sido creados, diseñados

por Dios, para vivir una vida con una relación de dependencia.
Primero una relación de dependencia con Dios, nuestro Creador, como nuestro origen y
fuente de vida, de amor, de luz, de justicia, de todo bien.
Juan 3:27:
Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.
Salmos 16:2:
Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti.

Cristo nos invita a llevar su yugo, a estar unidos a él, atados a él, sujetos a él, en el vínculo del
amor.
Mateo 11:29:
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas;
Mateo 11:30:
porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Y segundo, una relación de dependencia con nuestro prójimo. Estas relaciones de dependencia
están basadas en el amor.
Marcos 12:30:
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con
todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Marcos 12:31:
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento
mayor que éstos.

Dios nos dio el ejemplo de esta relación de dependencia en amor, a través de su hijo. Cristo es
el camino, la vía, el modo, la manera de hacerlo.
Dios nos da todas las cosas por amor, Él entregó a su hijo por amor.
Romanos 5:8
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros.
Romanos 8:32:
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos
dará también con él todas las cosas?

Nosotros cuando amamos nos preocupamos por la felicidad de la persona amada, de suplir sus
necesidades, buscamos su bienestar.
Jesús mostró su amor por el Padre, obedeciéndole, haciendo su voluntad, agradándole en todo.
Juan 5:30:
[ Testigos de Cristo ] No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi
juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.
Juan 8:29:
Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago
siempre lo que le agrada.

Cabe ahora preguntar: ¿Era libre Cristo?. Por supuesto que si, Cristo es Dios, desde luego que
es libre. Sin embargo, Él nos muestra su relación de dependencia con su Padre por amor, esa
relación de unión, de atadura, de yugo en amor con El Padre, y esta atadura, este yugo, esta
unión, no es sinónimo de falta de libertad.º Deducimos entonces que la dependencia en amor
no es incompatible ni contradictoria con la libertad. Todo lo contrario, probaremos que la
dependencia en amor nos provee de libertad, libertad para hacer el bien, libertad para hacer lo
que debemos hacer.
1 Corintios 13:4:
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
envanece;
1 Corintios 13:5:
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
1 Corintios 13:6:
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

Hemos resaltado que el amor no hace nada indebido, por tanto en la relación de dependencia
en amor hacemos todo lo que debemos hacer y no hacemos nada indebido, o sea en el amor
tenemos el poder para hacer lo que debemos hacer, y tenemos también el poder para
oponernos y no hacer lo que no debemos hacer. El amor es la fuerza que nos impide hacer
cosas indebidas.
En el amor se acabó el lamento de decir: “se que no lo debo hacer pero lo hago”. En el amor
encontramos la verdadera libertad de hacer siempre lo que debemos hacer.
El amor tiene mucho poder, el amor nos conduce a realizar actos heroicos, hemos oído decir
que el amor mueve al mundo.
Dios nos manda a amarle, a movernos en Él, movernos en amor, a sumergirnos en Él,
sumergirnos en amor, a llenarnos de Él, llenarnos de amor, a participar de su misma sustancia,
porque Dios es Amor.
1 Juan 4:8
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

Dios nos manda a amarle con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras
fuerzas y con toda nuestra mente, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Lucas 10:27
Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma,
y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.

Jesús dijo que si le amamos, guardaríamos una relación de dependencia, de yugo con Él,
obedeciendo sus mandamientos.
Juan 14:21
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será
amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

Dios no nos prohíbe tener amistad con los perdidos, mas bien nos manda a tener una relación
de dependencia, que nace del amor que nos da Dios hacia ellos . Y si realmente les amamos,
vamos a buscar su bien, y como Dios es la fuente de todo bien para toda persona, su bien es
que lleguen a conocer a Dios. Entonces nos esforzaremos en mostrarles a Dios en nuestras
vidas, que somos diferentes, que no andamos como ellos, indiferentes a Dios, haciendo cosas
que a Él le desagradan, indiferentes a sus familiares, buscando una falsa libertad e
independencia, mas bien, les mostraremos la gloria del amor de Dios en nuestras vidas, que
nos cuidamos de agradar a Dios, de amar y honrar a nuestros padres, que nos preocupamos en
cuidar y amar a nuestros conyugues e hijos; que nos retiramos a tiempo, porque no queremos
llegar a preocuparlos, que les informamos de todo, que les pedimos permiso, que no hacemos
nada indebido, que pueda herir a Dios o a nuestros seres queridos, porque les amamos y les
consideramos en todo; porque hemos alcanzado a desarrollar esa relación de dependencia en
el amor de Dios, de acuerdo a su diseño y su plan eterno, esa relación de dependencia que nos
ha hecho libres del egoísmo (el amor no busca lo suyo), libres para hacer siempre lo que
debemos hacer (el amor no hace nada indebido). Gloria a Dios.