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El perfil de todo profesional de psicología, mas allá de las demandas actuales debe

de estar enmarcado en la linea del trabajo en comunidad; para ello se debe de


enfatizar de desarrollo diversas cualidades y aptitudes personales, por mencionar lo
primordial una mayor sensibilidad con todo tipo de personas y contextos. Ello solo
sera posible en el marco de un trabajo conjunto entre el ente formador
(universidades) y las principales instituciones sociales de base, considerando las
demandas sociales priorizantes, con un trabajo netamente orientando a la labor
preventiva - promocional, claro esta sin descuidar la labor recuperativa que de por
si mayormente ahora estamos abocados. El psicólogo en general es un profesional
de crecimiento continuo que atraviesa nuevos horizontes y desafios en su que hacer
diario, y más alla de ello su relevancia radica en la identificacion y aquella
predisposicion por darse por lo suyos y entablar estrategias de mejor en la calidad
de vida de la comunidad en general. Ello solo será posible si se empieza a enfatizar
la labor de campo, mas que la mera actividad arcaica de oficina o consultorio a la
cual gran parte de egresados se enfocan en la actualidad.

La simple idea de que exista un código ético genera situaciones de conflicto interno, el
código ético esta hecho para limitarnos y guiarnos por un camino “etico” sobre el cual
debemos de basar nuestras actividades profesionales, estas actividades profesionales
repercuten directamente con nuestra vida personal en numerosas instancias. De manera
que, decir que el código ético del psicólogo solamente lo va a regir dentro del
consultorio se presenta un tanto escaso como definición. Resulta muy compleja la tarea
de tener una ética con la justificación sola de que, así lo han señalado otros psicólogos o
personas que ocupan un alto rango al nivel institucional de la psicología.

No obstante resulta comprensible la funcionalidad básica de este código ético la cual es


la de proteger tanto a la imagen de la psicología como al paciente. Evitar negligencias,
engaños, abusos y demás atributos que pueden generar daño a la persona que visita al
psicólogo como paciente.

Se menciona esta breve introducción ya que es una apertura para posteriores


argumentos sobre el código ético del psicólogo.

Algunos artículos aparentan tener una vaga especificidad o sugieren tareas altamente
complicadas para el psicólogo, como lo es el Art. 9 del Cap. I:

“Evitar que repercutan en su actividad profesional sus estados de ánimo derivados de


problemas personales y abstenerse de intervenir en los casos en que los mismos puedan
afectar su objetividad”.

El psicólogo, como bien es mencionado en el artículo posee una vida personal o


digamos que su existencia no se limita a las paredes de la clínica, consultorio u
organización a la que pertenece. El psicólogo va mas allá, trasciende esas paredes y es a
esto a lo que se le denomina “vida personal”

“…en la objetividad con la que la psicología tenía que operar, no había lugar para
causas finales, relaciones significativas o juicios de valor, etc. Esto era una gran pérdida
para la psicología, teniendo en cuenta el hecho de que los seres humanos
definitivamente tienen cultura como un referente de su actividad mental. En la
conciencia no sólo se manifiestan las cosas a un sujeto -las cosas no aparecen por su
mera existencia- sino que se manifiestan en sus relaciones significativas: relaciones
asociativos para animales, relaciones inteligibles para los hombres, más o menos”.

Como cuenta José Pinillos, la objetividad total en la psicología es una meta


inalcanzable, de manera que como lo comenté anteriormente el código ético quizá esta
escaso de especificidad o exige cosas mas allá del poder del psicólogo de obtener.
Pensar que el código se refiere a tratar de ser lo menos prejuiciosos posibles y no
proyectarnos en el paciente, creyendo así que este tiene la misma historia que nosotros,
y abstenernos de tratar a pacientes los cuales nos causen un importante nivel de
ansiedad debido a nuestras diferencias de moral, me parece una interpretación bastante
sana y aceptable.

Pasando al segundo capítulo del código ético, el Art. 16, por ejemplo sitúa al psicólogo
en un papel en el cual sus manos se encuentran bastante atadas, en cuanto a lo que
conseguir clientela se refiere, los métodos de publicidad del consultorio son castigados,
este artículo no es muy claro, menciona cosas un tanto rebuscadas o faltas de claridad:

“a) Abstenerse de emplear la solicitación directa o indirecta de sus clientes”.

No queda clara la información sobre la solicitación a la que se refiere.

“ En la actualidad, el psicólogo se ha visto con la forzosa tarea de emplear cualquier


tipo de método alternativo para llegar a ser conocido y así obtener una clientela. Existe
un número altamente superior de psicólogos desempleados en comparación con los
psicólogos empleados…”

Como lo muestra el Autor Javier Gilimboya, actualmente se hace uso de numerosas


técnicas de publicidad para que el psicólogo pueda subsistir como miembro de esta
sociedad, por esto creo que el código ético parece ponerle muchas trabas al camino del
psicólogo, en donde parece que la prioridad de este código no es la subsistencia del
psicólogo sino más bien, la subsistencia de la idea tradicional y métodos tradicionales a
través de los cuales el psicólogo se ha regido.

Cap III

Numerosas reglas acerca del procedimiento descrito de manera rigurosa, con detalles
afines al concepto ético del código. En su mayoría se protege al individuo o individuos
los cuales se hayan prestado para realizar un experimento (no especifica de que tipo de
experimento, solo que va en beneficio de la ciencia), se establecen reglas de protección
a su libertad de elegir entre ser voluntario o no, sobre la responsabilidad de los
resultados del paciente en cuestión y como esta recae en las manos del psicólogo. Estas
reglas se prestan también a una amplia y tentativa gama de posibilidades donde el sujeto
que se preste a realizar el experimento tiene posibilidades de mentir y generar graves
cuestiones para el psicólogo.

En su mayoría me parecen reglas con el objetivo fundamental de que no haya


situaciones de abuso de psicólogos hacia pacientes con el objeto de obtener más
conocimiento, sino que obliga al psicólogo a que exista un respeto hacia la libertad
individual de la persona y así que la voluntad de este sea imprescindible.
“Uno de los motivos principales por los cuales la ciencia parece estar estancada, es por
la lentitud de los procesos legítimos y políticos los cuales frenan de manera substancial
el avance del conocimiento del ser humano. Existen diversas leyes creadas en función a
la protección de los seres humanos como individuos, estas en algunas ocasiones más
que proteger a un individuo parecen ir en contra del resto, donde una persona ya sin sus
funciones y capacidades regulares, clínicamente muerta no puede ser utilizada para
conocimiento de la funcionalidad interna del ser humano, el proceso burocrático es
extremadamente extenso y ata las manos y las mentes tanto de los científicos
interesados en el tema, como de las personas que obtendrían un conocimiento valioso y
sustentable.”

El Capítulo IV del Código ético del psicólogo trata el tema de la docencia y sobre la
manera en la que psicólogo debe manejarse al fungir como profesor. En este capítulo, se
expone de manera clara algunas cosas que creo son básicas como lo es la idea de que el
enseñar es para el bienestar y mejoramiento del estudiante. Son sólo algunas reglas
básicas, las cuales inclusive en la actualidad están bastante incompletas ya que muchos
maestros parecen solo asistir a clase a permanecer parados o sentados, permitiendo que
los alumnos realicen todo el trabajo de investigación y expongan en la clase, sin ellos
siquiera tener algo de información para retroalimentar.

“… cualidades como conocer el tema que se expone a la clase, mantener la atención de


los alumnos o colegas a los que se expone el tema de manera constante, estar
preparados para responder la mayor cantidad de preguntas posibles, son muestras del
nivel de profesionalismo que un maestro posee.”

Acerca de las pruebas psicológicas, estas, sugieren una amplia polémica en cuanto a la
aceptación de los resultados, si estos intervienen en el proceso terapéutico, más que
como informantes como generadores de actitudes en los pacientes. Esto genera graves
problemas sobre si los resultados de las pruebas deben de ser compartidos con los
pacientes o no. El código ético del Psicólogo determina que es un derecho de los
pacientes conocer el resultado de sus pruebas. No estoy en desacuerdo con esta postura,
más no creo sea la más adecuada a todas las situaciones, habrá casos en donde no
compartir el resultado sea la actitud que mayor favorezca el desarrollo de los pacientes
en la terapia.

“ ..experimentos informan sobre la distinta respuesta de grupos a los cuales s eles han
realizado pruebas sobre conocimiento a priori de la persona (antes de preguntarle algo
o entrevistarla), al compartir los resultados con las personas mostraban cambios
severos en su actitud y un desplazamiento negativo de su conducta ante si mismos y
ante el taller.

Se ha mostrado como el tener conocimiento, sin importar de lo verdadero o falso del


mismo, antes de realizar un experimento sesga los resultados del mismo, acercándolos
más al resultado que se había previsto ocurriría, creando una predisposición a los
resultados y sesgando la prueba…”

Es interesante comprender la función del código ético, parece como si requiriéramos de


una pre-información sobre como mantener nuestras relaciones con colegas psicólogos.
La redacción del 6to capítulo parece asumir que el hecho de haber estudiado psicología
es suficiente para mantener relaciones positivas con otras personas que hayan estudiado
lo mismo. No parece conocer sobre distintas corrientes, diferencias de opinión,
circunstancias en las cuales es difícil ayudar al prójimo.

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