You are on page 1of 80

Cubierta

Equipo «Eucaristía» Luis Betés, José Alegre, Lucio Arauzo, José Ignacio Blanco, Félix Felipe,
Pedro Fraile, Álvaro Franch, Santiago Aparicio, Estela Aldave, Javier García y Juan Velázquez
21/1/11
10:01
Página 1

verbo divino
Ciclo A
Semana Santa
SUBAMOS
A JERUSALÉN
Cubierta 21/1/11 10:01 Página 2
Primeras 20/1/11 12:47 Página 3

SUBAMOS
A JERUSALÉN
Semana Santa
Ciclo A

Equipo «Eucaristía»
Luis Betés, José Alegre, Lucio Arauzo,
José Ignacio Blanco, Félix Felipe, Pedro Fraile,
Álvaro Franch, Santiago Aparicio, Estela Aldave,
Javier García y Juan Velázquez

verbo divino
Primeras 20/1/11 12:47 Página 4

© Editorial Verbo Divino

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta


obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por
la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos: www.cedro.org) si necesita
fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
Primeras 20/1/11 12:47 Página 5

Presentación
SENCILLEZ Y PARTICIPACIÓN
l año pasado presentábamos en nuestro folleto para las

E Celebraciones de Semana Santa «algunos aspectos que


consideramos importantes». Eran el carácter contemplativo de estos
días, centrados en la figura de Jesús; priorizar las celebraciones litúrgicas
de la Cena, la Cruz, la Pascua; y la íntima unidad de estas celebraciones,
orientadas hacia la Pascua del Señor resucitado y glorificado.
En esta línea querríamos ofrecer este año otro par de indicaciones que
habría que cuidar: la sencillez de las celebraciones y la participación
del pueblo en ellas. Sencillez y participación que se implican y ayudan
mutuamente.
Debe aparecer con sencillez y claridad lo que allí se está celebrando:
Cristo que ama, sirve y se entrega hasta dar la vida, y a quien el Padre
rescatará de la muerte y glorificará. Estamos asistiendo a un creciente
barroquismo, que más que revelar el misterio lo vela detrás de ritos
que poco o nada transmiten, y a los que el pueblo asiste pasivamente.
Los profetas fustigan con dureza el «culto vacío», aislado de la vida, de
la justicia y del pobre. Y Jesús, en su encuentro con la samaritana, nos
da el criterio sobre los adoradores que Dios quiere: en espíritu y en
verdad. Jesús, el pobre y el que sufre son el templo en el que Dios
quiere ser adorado en verdad a impulsos de su Espíritu.
El otro criterio, muy unido a la sencillez, es el de la participación del
pueblo. El Concilio desea celebraciones en las que la comunidad
aparezca toda ella celebrante y oferente, «ofrecen a Dios la Víctima
divina y se ofrecen a sí mismos juntamente con ella»; recordó que, en
la celebración litúrgica, «los fieles participen en ella consciente, activa
y fructuosamente», en «una celebración plena, activa y comunitaria». Y
ese es el criterio formulado por Ives Mª Congar: «La ecclesia, la
comunidad cristiana, sujeto integral de la acción litúrgica». En un
trabajo suyo aporta muchos testimonios de cómo esta doctrina está
dentro de la tradición más antigua y que más tarde se modificó y en
parte se borró por la progresiva separación del clero y el pueblo, con un
presbiterio donde unos pocos «selectos» realizan unos gestos que el
pueblo, desde la nave, simplemente «oye».
Cuando este Cuaderno cierre su última página, ¡Feliz Pascua a todos
vosotros y a vuestras Comunidades!
Primeras 20/1/11 12:47 Página 6
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 7

DOMINGO
DE
RAMOS
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 8

DIVISIÓN DE OPINIONES
Ya viene desde antiguo (Situación).
Llega un Rey distinto, especial, diferente. ¿Lo esperáis? (Palabra de Dios).
Dios sigue en su empeño de mostrarse débil, sencillo y pobre (Homilía).

La pasión de Dios hoy


Otros, aceptando su existencia y des-

E
l cuadro que pinta el evangelio
de Mateo podría reflejar, perfec- arbolados por su silencio, lo aclama-
tamente, las actitudes religiosas mos, pero en la comunidad creyente
que hoy se dan en la cultura occiden- hay aclamaciones que no encajan
tal, en la que Dios parece estar sumi- con el modo de Jesús; hay manifesta-
do en una crisis. Pero podría, también, ciones religiosas que parecen más
reflejar la situación de aturdimiento y propias del triunfalismo regio y corte-
duda que se ha introducido en la co- sano que de la sencillez y cercanía de
munidad de los cristianos occidenta- su fundador.
les. Todos estamos conmovidos por el si-
Acostumbrados a una cultura de la lencio que Dios guarda en nuestra
eficacia y la aplicación de soluciones historia y que nos hace sentir un
rápidas, somos muy sensibles a los estremecimiento interior, como de
problemas materiales que acosan al abandono por su parte, con la corres-
mundo y el tema de Dios lo ponemos pondiente sensación de soledad en la
en relación a ellos, porque nos invade nuestra.
una sensación de impotencia. Dios no Como represalia a su actitud, en
parece actuar de acuerdo a nuestros nuestro tiempo, se ha decidido man-
esquemas; no sigue nuestras indica- tener un silencio sonoro sobre Él. A
ciones, y la presencia tenaz y molesta veces puede dar la impresión de con-
del mal, en todas sus formas, cuestio- testación y rechazo generalizados,
na nuestra fe de un modo muy fuerte pero también puede ser la forma que
y descarado. adopta nuestro interrogante e incom-
Unos, basados en su aparente indife- prensión. ¿Por qué Dios es así? Tam-
rencia, pasan olímpicamente de Dios, bién Jesús se lo preguntó, pero Él con-
porque no pueden aceptar su existen- fió, a pesar de todo, y siguió adelante
cia y su pasividad frente al sufrimiento. con su misión.
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 9

Domingo de Ramos 9

Lecturas
Lectura del santo evangelio según san MATEO 21,1-11
Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte
de los Olivos, Jesús mandó dos discípulos, diciéndoles:
–Id a la aldea de enfrente, encontraréis en seguida una borrica atada
con su pollino, desatadlos y traédmelos. Si alguien os dice algo, contes-
tadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto.
Esto ocurrió para que se cumpliese lo que dijo el profeta:
«Decid a la hija de Sión: “Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, monta-
do en un asno, en un pollino, hijo de acémila”».
Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: traje-
ron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó.
La multitud extendió sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas
de árboles y alfombraban la calzada.
Y la gente que iba delante y detrás gritaba:
–¡Viva el Hijo de David!
–¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
–¡Viva el Altísimo!
Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad preguntaba alborotada:
–¿Quién es este?
La gente que venía con él decía:
–Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea.
Palabra del Señor

Lectura del libro del profeta ISAÍAS 50,4-7


Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abati-
do una palabra de aliento.
Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados.
El Señor Dios me ha abierto el oído; y yo no me he rebelado ni me he
echado atrás.
Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que mesaban
mi barba.
No oculté el rostro a insultos y salivazos.
Mi Señor me ayudaba, por eso no quedaba confundido; por eso endu-
recí el rostro como pedernal, y sé que no quedaré avergonzado.
Palabra de Dios
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 10

10 SEMANA SANTA

NOTAS: Las lecturas de este domingo introducen una tensión entre el mesianismo esperado por Israel (y por muchos
católicos actuales) y el mesianismo liberador decidido por Dios Padre.
En esta primera lectura habla solo el «servidor», en confidencia personal sobre su itinerario experiencial que ha vivido:
Comenzó siendo, y todavía es, «discípulo de Dios» («cada mañana me espabila el oído para escuchar como los iniciados»).
El cumplimiento de su misión se le ha convertido en fuente de rechazo, escarnio y sufrimiento; escarnio y sufrimiento
que adquieren sentido desde la obediencia de amor a Dios y a Su palabra.
El Siervo ha madurado, la persecución no le hace dudar de su misión, se ha vuelto decidido, consistente. Seguro de cum-
plir la voluntad de Dios, sabe que Dios responde de él. Por ello, el criterio del cristiano auténtico está en la obediencia a Dios
Padre en el sufrimiento que la vida genera, no en el victimismo, a veces inepto, de quien sufre por ideologías casi funda-
mentalistas y dice que así cumple la voluntad de Dios. La primera obediencia es fecunda y da vida. La segunda, destruye.

Salmo responsorial 21,8-9.17-18a.19-20.23-24

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?


Al verme, se burlan de mí, hacen visajes,
menean la cabeza: «Acudió al Señor,
que lo ponga a salvo;
que lo libre si tanto lo quiere».
Me acorrala una jauría de mastines,
me cerca una banda de malhechores;
me taladran las manos y los pies,
puedo contar mis huesos.
Se reparten mi ropa,
echan a suerte mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.
Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alabadlo,
linaje de Jacob, glorificadlo,
temedlo, linaje de Israel.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los FILIPENSES 2,6-11

Hermanos:
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de
Dios; al contrario, se despojó de su rango, y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 11

Domingo de Ramos 11

Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someter-


se incluso a la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el «Nombre-sobre-
todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble –en
el Cielo, en la Tierra, en el Abismo–, y toda lengua proclame: «¡Jesucristo
es Señor!», para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios

NOTAS: Himno tradicional recogido por Pablo que expresa una paradoja: Cristo se ha autohumillado como «esclavo» y
ha sido exaltado como «Señor».
Pablo sale así al paso de una dificultad «intelectual» helenística que no concebía que un esclavo fuese proclamado como
señor porque no había vivido como un señor.
El himno es así una contemplación de la existencia global de Cristo Jesús que no tuvo la existencia de los grandes
señores que se aclamaban en los cultos helenistas.

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san MATEO 26,14–27,66


C. En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los
sumos sacerdotes y les propuso:
S. –¿Qué estáis dispuestos a darme si os lo entrego?
C. Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces
andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.
El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le pre-
guntaron:
S. –¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?
C. Él contestó:
–Id a casa de Fulano y decidle: «El Maestro dice: mi momento está
cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos».
C. Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon
la Pascua.
Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo:
–Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.
C. Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro:
S. –¿Soy yo acaso, Señor?
C. Él respondió:
–El que ha mojado en la misma fuente que yo, ese me va a entregar.
El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a en-
tregar al Hijo del hombre!, más le valdría no haber nacido.
C. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar:
S. –¿Soy yo acaso, Maestro?
C. Él respondió:
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 12

12 SEMANA SANTA

–Así es.
C. Durante la cena, Jesús cogió pan, pronunció la bendición, lo partió y
lo dio a los discípulos, diciendo:
–Tomad, comed: esto es mi cuerpo.
C. Y, cogiendo un cáliz, pronunció la acción de gracias y se lo pasó,
diciendo:
–Bebed todos; porque esta es mi sangre, sangre de la alianza, derra-
mada por todos para el perdón de los pecados. Y os digo que no beberé
más del fruto de la vid, hasta el día que beba con vosotros el vino nuevo
en el reino de mi Padre.
C. Cantaron el salmo y salieron para el monte de los Olivos. Entonces
Jesús les dijo:
–Esta noche vais a caer todos por mi causa, porque está escrito: «He-
riré al pastor, y se dispersarán las ovejas del rebaño». Pero cuando resuci-
te, iré antes que vosotros a Galilea.
C. Pedro replicó:
S. –Aunque todos caigan por tu causa, yo jamás caeré.
C. Jesús le dijo:
–Te aseguro que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás
tres veces.
C. Pedro le replicó:
S. –Aunque tenga que morir contigo, no te negaré.
C. Y lo mismo decían los demás discípulos.
Entonces Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y les dijo:
–Sentaos aquí, mientras voy allá a orar.
C. Y, llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a entris-
tecerse y a angustiarse.
Entonces dijo:
–Me muero de tristeza: quedaos aquí y velad conmigo.
C. Y, adelantándose un poco, cayó rostro en tierra y oraba diciendo:
–Padre mío, si es posible, que pase y se aleje de mí ese cáliz. Pero no
se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres.
C. Y se acercó a los discípulos y los encontró dormidos.
Dijo a Pedro:
–¿No habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad para no
caer en la tentación, pues el espíritu es decidido, pero la carne es débil.
C. De nuevo se apartó por segunda vez y oraba diciendo:
–Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase
tu voluntad.
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 13

Domingo de Ramos 13

C. Y, viniendo otra vez, los encontró dormidos, porque estaban muer-


tos de sueño. Dejándolos de nuevo, por tercera vez oraba, repitiendo las
mismas palabras.
Luego se acercó a sus discípulos y les dijo:
–Ya podéis dormir y descansar. Mirad, está cerca la hora, y el Hijo del
hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levantaos, va-
mos! Ya está cerca el que me entrega.
C. Todavía estaba hablando, cuando apareció Judas, uno de los Doce,
acompañado de un tropel de gente, con espadas y palos, mandado por los
sumos sacerdotes y los senadores del pueblo. El traidor les había dado
esta contraseña:
S. –Al que yo bese, ese es: detenedlo.
C. Después se acercó a Jesús y le dijo:
S. –¡Salve, Maestro!
C. Y lo besó. Pero Jesús le contestó:
–Amigo, ¿a qué vienes?
C. Entonces se acercaron a Jesús y le echaron mano para detenerlo.
Uno de los que estaban con él agarró la espada, la desenvainó y de un tajo
le cortó la oreja al criado del sumo sacerdote.
Jesús le dijo:
–Envaina la espada; quien usa espada, a espada morirá. ¿Piensas tú
que no puedo acudir a mi Padre? Él me mandaría en seguida más de doce
legiones de ángeles. Pero entonces no se cumpliría la Escritura, que dice
que esto tiene que pasar.
C. Entonces dijo Jesús a la gente:
–¿Habéis salido a prenderme con espadas y palos, como a un bandi-
do? A diario me sentaba en el templo a enseñar y, sin embargo, no me de-
tuvisteis.
C. Todo esto ocurrió para que se cumpliera lo que escribieron los pro-
fetas. En aquel momento todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.
Los que detuvieron a Jesús lo llevaron a casa de Caifás, el sumo sacer-
dote, donde se habían reunido los letrados y los senadores. Pedro lo se-
guía de lejos, hasta el palacio del sumo sacerdote, y, entrando dentro, se
sentó con los criados para ver en qué paraba aquello.
Los sumos sacerdotes y el consejo en pleno buscaban un falso tes-
timonio contra Jesús para condenarlo a muerte y no lo encontraban, a
pesar de los muchos falsos testigos que comparecían. Finalmente, com-
parecieron dos, que declararon:
S. –Este ha dicho: «Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en
tres días».
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 14

14 SEMANA SANTA

C. El sumo sacerdote se puso en pie y le dijo:


S. –¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que levan-
tan contra ti?
C. Pero Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo:
S. –Te conjuro por Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo
de Dios.
C. Jesús le respondió:
–Tú lo has dicho. Más aún, yo os digo: Desde ahora veréis que el Hijo
del hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y que viene sobre
las nubes del cielo.
C. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo:
S. –Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis
de oír la blasfemia. ¿Qué decidís?
C. Y ellos contestaron:
S. –Es reo de muerte.
C. Entonces le escupieron a la cara y lo abofetearon; otros lo golpea-
ron, diciendo:
S. –Haz de profeta, Mesías; dinos quién te ha pegado.
C. Pedro estaba sentado fuera en el patio, y se le acercó una criada y le
dijo:
S. –También tú andabas con Jesús el Galileo.
C. Él lo negó delante de todos, diciendo:
S. –No sé qué quieres decir.
C. Y, al salir al portal, lo vio otra y dijo a los que estaban allí:
S. –Este andaba con Jesús el Nazareno.
C. Otra vez negó él con juramento:
S. –No conozco a ese hombre.
C. Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro:
S. –Seguro; tú también eres de ellos, se te nota en el acento.
C. Entonces él se puso a echar maldiciones y a jurar, diciendo:
S. –No conozco a ese hombre.
C. Y en seguida cantó un gallo. Pedro se acordó de aquellas palabras de
Jesús: «Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces». Y, saliendo
afuera, lloró amargamente.
Al hacerse de día, todos los sumos sacerdotes y los senadores del pue-
blo se reunieron para preparar la condena a muerte de Jesús. Y, atándolo,
lo llevaron y lo entregaron a Pilato, el gobernador.
Entonces Judas, el traidor, al ver que habían condenado a Jesús, sintió
remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sa-
cerdotes y senadores, diciendo:
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 15

Domingo de Ramos 15

S. –He pecado, he entregado a la muerte a un inocente.


C. Pero ellos dijeron:
S. –¿A nosotros qué? ¡Allá tú!
C. Él, arrojando las monedas en el templo, se marchó; y fue y se ahor-
có. Los sacerdotes, recogiendo las monedas, dijeron:
S. –No es lícito echarlas en el arca de las ofrendas, porque son precio
de sangre.
C. Y, después de discutirlo, compraron con ellas el Campo del Alfare-
ro para cementerio de forasteros. Por eso aquel campo se llama todavía
«Campo de Sangre». Así se cumplió lo escrito por Jeremías, el profeta:
«Y tomaron las treinta monedas de plata, el precio de uno que fue ta-
sado, según la tasa de los hijos de Israel, y pagaron con ellas el Campo del
Alfarero, como me lo había ordenado el Señor».
Jesús fue llevado ante el gobernador, y el gobernador le preguntó:
S. –¿Eres tú el rey de los judíos?
C. Jesús respondió:
–Tú lo dices.
C. Y, mientras lo acusaban los sumos sacerdotes y los senadores, no
contestaba nada. Entonces Pilato le preguntó:
S. –¿No oyes cuántos cargos presentan contra ti?
C. Como no contestaba a ninguna pregunta, el gobernador estaba
muy extrañado. Por la fiesta, el gobernador solía soltar un preso, el que
la gente quisiera. Tenía entonces un preso famoso, llamado Barrabás.
Cuando la gente acudió, les dijo Pilato:
S. –¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, a quien lla-
man el Mesías?
C. Pues sabía que se lo habían entregado por envidia. Y, mientras es-
taba sentado en el tribunal, su mujer le mandó a decir:
S. –No te metas con ese justo, porque esta noche he sufrido mucho so-
ñando con él.
C. Pero los sumos sacerdotes y los senadores convencieron a la gente
que pidieran el indulto de Barrabás y la muerte de Jesús.
El gobernador preguntó:
S. –¿A cuál de los dos queréis que os suelte?
C. Ellos dijeron:
S. –A Barrabás.
C. Pilato les preguntó:
S. –¿Y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?
C. Contestaron todos:
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 16

16 SEMANA SANTA

S. –Que lo crucifiquen.
C. Pilato insistió:
S. –Pues, ¿qué mal ha hecho?
C. Pero ellos gritaban más fuerte:
S. –¡Que lo crucifiquen!
C. Al ver Pilato que todo era inútil y que, al contrario, se estaba for-
mando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos en presencia del pue-
blo, diciendo:
S. –Soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!
C. Y el pueblo entero contestó:
S. –¡Su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!
C. Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo en-
tregó para que lo crucificaran.
Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron
alrededor de él a toda la compañía: lo desnudaron y le pusieron un man-
to de color púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñeron a la
cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y, doblando ante él
la rodilla, se burlaban de él, diciendo:
S. –¡Salve, rey de los judíos!
C. Luego lo escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella la ca-
beza. Y, terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo
llevaron a crucificar.
Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo for-
zaron a que llevara la cruz.
Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir: «La Cala-
vera»), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no qui-
so beberlo. Después de crucificarlo, se repartieron su ropa, echándola a
suertes, y luego se sentaron a custodiarlo. Encima de la cabeza colocaron
un letrero con la acusación: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. Cru-
cificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los
que pasaban lo injuriaban y decían, meneando la cabeza:
S. –Tú, que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate
a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz.
C. Los sumos sacerdotes con los letrados y los senadores se burlaban
también, diciendo:
S. –A otros ha salvado y él no se puede salvar. ¿No es el Rey de Israel?
Que baje ahora de la cruz, y le creeremos. ¿No ha confiado en Dios? Si
tanto lo quiere Dios, que lo libre ahora. ¿No decía que era Hijo de Dios?
C. Hasta los bandidos que estaban crucificados con él lo insultaban.
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 17

Domingo de Ramos 17

Desde el mediodía hasta la media tarde, vinieron tinieblas sobre toda


aquella región. A media tarde, Jesús gritó:
–Elí, Elí, lamá sabaktaní.
C. (Es decir:
–Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?).
C. Al oírlo, algunos de los que estaban por allí dijeron:
S. –A Elías llama este.
C. Uno de ellos fue corriendo; en seguida cogió una esponja empapa-
da en vinagre y, sujetándola en una caña, le dio de beber.
Los demás decían:
S. –Déjalo, a ver si viene Elías a salvarlo.
C. Jesús dio otro grito fuerte y exhaló el espíritu.
(Todos se arrodillan, y se hace una pausa.)

C. Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; la tie-


rra tembló, las rocas se rajaron, las tumbas se abrieron, y muchos cuer-
pos de santos que habían muerto resucitaron. Después que él resucitó,
salieron de las tumbas, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a
muchos.
El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terre-
moto y lo que pasaba, dijeron aterrorizados:
S. –Realmente este era Hijo de Dios.
C. Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos, aquellas que
habían seguido a Jesús desde Galilea para atenderle; entre ellas, María
Magdalena y María, la madre de Santiago y José, y la madre de los Zebe-
deos.
Al anochecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era
también discípulo de Jesús. Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Je-
sús. Y Pilato mandó que se lo entregaran. José, tomando el cuerpo de
Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que
se había excavado en una roca, rodó una piedra grande a la entrada del
sepulcro y se marchó.
María Magdalena y la otra María se quedaron allí, sentadas enfrente
del sepulcro.
A la mañana siguiente, pasado el día de la Preparación, acudieron en
grupo los sumos sacerdotes y los fariseos a Pilato y le dijeron:
S. –Señor, nos hemos acordado que aquel impostor, estando en vida,
anunció: «A los tres días resucitaré». Por eso da orden de que vigilen el
sepulcro hasta el tercer día, no sea que vayan sus discípulos, se lleven
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 18

18 SEMANA SANTA

el cuerpo y digan al pueblo: «Ha resucitado de entre los muertos». La úl-


tima impostura sería peor que la primera.
C. Pilato contestó:
S. –Ahí tenéis la guardia: id vosotros y asegurad la vigilancia como sa-
béis.
C. Ellos fueron, sellaron la piedra y con la guardia aseguraron la vigi-
lancia del sepulcro.
Palabra del Señor

NOTAS: La clave de toda la Pasión está en la obediencia de Jesús a su Padre, especialmente cuando no «entiende»
nada, pero confía.
En esa obediencia se concentra la historia de Dios y del hombre: el amor fiel de Dios, que asume el infierno creado por
el hombre: traición de Judas, negación de Pedro, juicio arbitrario de los judíos, venalidad de los romanos, violencia y
burla de todos, sufrimiento y soledad de Jesús... frente al infierno creado por el hombre, el amor de Jesús al Padre y a
los hombres, que «todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta» (1 Cor 13), incluso cuando Dios lo abandona a su pro-
pia suerte.
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 19

Domingo de Ramos 19

Homilía
Al comienzo de su evangelio, Mateo fleja actitudes de cercanía, sencillez y
nos había dicho que Jesús, al nacer, pertenencia al pueblo.
había conmocionado a Jerusalén, ca- Los amigos de la apariencia no lo so-
pital del reino, porque unos extranje- portan. Harán todo lo posible por des-
ros, los magos, traían el rumor del na- truirlo. Y así se desencadena la espiral
cimiento de un futuro rey. del mal, que envuelve a todos y con-
Su lugar de origen no sería la corte, cluye en la destrucción del inocente,
con sus lujos y seguridades, sino un del solidario, del servicial, del generoso.
pueblo pequeño, en sus afueras, en la ¿No hará Dios algo para evitar esa es-
escasez e identidad con los pobres y piral tan horrible que parece dominar
necesitados. De Él se esperaría un rei- la historia de la humanidad y hace su-
nado cuya preocupación central no frir a tanta gente inocente? ¿No ten-
sería el poder y su conservación, sino drá Dios, como dice la Biblia, entrañas
la atención al pueblo sencillo y me- compasivas y poder suficiente para
nesteroso. De ahí la ansiedad de unos dar un puñetazo en la mesa del uni-
por su llegada y la resistencia de otros verso y decir basta a tanto horror?
a que llegue. Con su hijo no lo hizo, con nosotros
Pese a todos los esfuerzos por evitar tampoco. Dios se ha tomado muy en
que ese reinado se implante, hoy, al- serio nuestra autonomía, nuestra li-
guien que dice ser el rey encargado de bertad, el mal. Él ha querido respetar
iniciarlo, llega, por fin, a Jerusalén. nuestro mundo con sus leyes y nues-
Unos salen a recibirlo. Otros miran tra historia con sus condiciones. Él se
con desdén. Los primeros quieren de- ha sometido a nuestros propios proce-
clararlo sucesor de David. Los segun- sos y elige siempre lo débil, pobre y
dos se conjuran para impedirlo. sencillo. Por eso nos escandaliza, por-
Jesús hace la entrada aceptando el re- que, pudiendo actuar a lo grande, pre-
to. Sus signos, sin embargo, no coinci- fiere actuar desde dentro, a lo sencillo.
den con la arrogancia de un sucesor Ya las lecturas nos van avisando. ¡Te-
de David; más bien se parecen a los ned cuidado! Dios no hace lo que que-
expresados por los profetas. Su preo- réis ni actúa como os gustaría. Él es
cupación no es la apariencia de rey siempre la víctima. Nunca hace alar-
con carroza, caballos, guardia de ho- de de grandeza y excepción. Pero al fi-
nor. Rodeado con su curioso grupo, re- nal tendrá la última palabra.
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 20

20 SEMANA SANTA

Celebración
MONICIONES
Ambientación inicial. Comienza la Se- Ambientación de la Palabra. La geniali-
mana Santa. Lo hacemos recibiendo a dad poética de Isaías va pareja a su
Jesús con nuestros ramos, como los de genialidad profética y religiosa. En los
su tiempo. Pero detrás del recibimien- rasgos de un personaje literario dra-
to hay posturas y actitudes perso- mático y solidario, pero tenaz, cons-
nales. No es un acto infantil, aunque tante y provocador, a la vez, dibuja las
traigamos a los niños a participar ale- características teológicas de una ex-
gremente de esta fiesta. Hay un inte- periencia religiosa profunda, huma-
rrogante serio y profundo sobre nues- na, histórica y real, pero nunca abati-
tra relación con Jesús y su mensaje. da ni destruida. Como Jesús. Como la
¿Seguiremos con Él más allá del entu- comunidad cristiana reflejó en su ca-
siasmo inicial, cuando los problemas tequesis, como la teología de la cien-
se hagan presentes y no terminemos cia nos dice hoy sobre el modo de
de entender a Dios? crear y conservar que Dios tiene.

Bendición de ramos. Con la participa- Despedida. Hoy es el primer día de una


ción en este rito de acogida y bienve- semana intensa. Más allá de lo vistoso
nida a Jesús estamos manifestando y ruidoso que pueda darse, hay un
nuestra adhesión a alguien que perso- planteamiento hondo, profundo, serio,
naliza el programa de Dios hacia no- sobre lo que es ser humanos y sobre la
sotros y nuestros líos, pero que perso- actitud más humana en la historia. Al
naliza, también, nuestra condición final, más que lo que hacemos en la
humana y la esperanza de ver, al me- vida importa cómo nos hacemos en
nos, una luz de salida, una referencia ella. Ahí es donde Dios nos convoca y
de horizonte claro y luminoso que está a nuestro lado. Aunque, a veces,
avive nuestro sentido de futuro y de sea difícil sentir su cercanía. En la per-
salvación. sona de Jesús estamos todos.
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 21

Domingo de Ramos 21

ORACIONES
COLECTA injusticia, la soledad, la incompren-
Dios todopoderoso y eterno, tú qui- sión y el fracaso. Para que te sientan
siste que nuestro Salvador se hiciese cerca. Roguemos al Señor.
hombre y muriese en la cruz, para
• Por los niños que hoy llevan sus ra-
mostrar al género humano el ejem-
mos adornados con sus dulces, para
plo de una vida sumisa a tu volun-
que aprendan a endulzar la vida de
tad; concédenos que las enseñanzas
quienes sufren compartiendo y aman-
de su pasión nos sirvan de testimo-
do. Roguemos al Señor.
nio y que un día participemos en su
gloriosa resurrección. Por nuestro Dios, Padre bueno, no nos dejes solos en la
Señor Jesucristo. pasión de la vida. No guardes tanto silen-
cio que no escuchemos el clamor de tu lla-
ORACIÓN DE LOS FIELES mada. Ayúdanos a oírte en el clamor de los
Con decisión y confianza, porque nuestro que nos piden ayuda, comprensión y amor.
mundo así lo requiere, nos dirigimos a Ti, Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dios humano y compasivo:
• Por quienes estos días te paseamos SOBRE LAS OFRENDAS
y aclamamos por las calles, para que Por la pasión de tu Hijo sé propicio a
te hagamos presente con nuestra vida tu pueblo, Señor, y concédenos, por
a lo largo del año. Roguemos al Señor. esta celebración que actualiza el úni-
co sacrificio de Jesucristo, la miseri-
• Por todos los que representan tu
cordia que no merecen nuestros pe-
muerte dolorosa y solidaria con pa-
cados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
sos, uniformes y plegarias, para que
representen también tu esperanza de
vida. Roguemos al Señor. DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalecidos con tan santos miste-
• Por nuestros ojos, acostumbrados a
rios, te dirigimos esta súplica, Señor:
la apariencia exterior, para que vean
del mismo modo que la muerte de tu
dentro de los ritos la hondura de los
Hijo nos ha hecho esperar lo que
problemas humanos que celebramos.
nuestra fe nos promete, que su resu-
Roguemos al Señor.
rrección nos alcance la plena pose-
• Por quienes viven tu pasión en pro- sión de lo que anhelamos. Por Jesu-
pia carne, víctimas de la violencia, la cristo, nuestro Señor.
Domingo Ramos 20/1/11 12:50 Página 22

22 SEMANA SANTA

ORACIÓN ¡QUIERO VIVIR!


¡Quiero vivir! A Dios voy,
y a Dios no se va muriendo,
se va al Oriente subiendo
por la breve noche de hoy.
De luz y de sombras soy
y quiero darme a los dos.
¡Quiero dejar de mí en pos
robusta y santa semilla
de esto que tengo de arcilla,
de esto que tengo de Dios!
José Mª Gabriel y Galán
Celebración Perdón 20/1/11 12:55 Página 23

CELEBRACIÓN
DEL
PERDÓN
Celebración Perdón 20/1/11 12:55 Página 24

24 SEMANA SANTA

Celebración del perdón


MONICIÓN DE ENTRADA la buena noticia es que Dios ha toma-
Según la Sagrada Escritura, proclamar do muy en serio su situación y viene a
la Penitencia era una buena noticia liberarlo, a sanarlo, mediante el per-
para el pueblo, sumido en el sufri- dón: Dios nos perdona; esta es la me-
miento y en oscuridad de la desespe- jor noticia que podemos escuchar.
ranza. Este mundo así experimentado
puede cambiar en otro, lleno de vida y Canto penitencial. «El pueblo gime en
de luz, y la razón que da el heraldo de el dolor, quiere resurgir...»

Tú, Señor, eres nuestro Dios y liberador.


ORACIÓN
Tú nos empujas y animas
a una liberación total
de las opresiones que sufrimos
y de las ataduras, ya propias o ajenas,
que nos tienen esclavizados.
Danos fuerza y ánimo
para que superemos el miedo a entrar
en el desierto de la sociedad y el nuestro,
y enfrentarnos con las grandes tentaciones
que nos seducen y nos ciegan.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

AMBIENTACIÓN DE LA PALABRA frentarse también los discípulos que


Vamos a escuchar la profesión de fe siguen sus huellas.
del pueblo de Dios; es una profesión
de fe histórica en la presencia y cerca-
nía de Dios en los entresijos de la vida LECTURAS
del pueblo, que lo liberó de la esclavi- Deuteronomio 26,4-10
tud de Egipto.
Salmo 90,1-2; 10-15: «Tú, que habitas al
El evangelio nos narra las tentaciones
amparo del Altísimo».
con las que se enfrentó Jesús durante
toda su vida y con las que han de en- Mateo 4,1-11: «Tentaciones de Jesús».
Celebración Perdón 20/1/11 12:55 Página 25

Celebración comunitaria del perdón 25

Homilía
Pérdida del sentido de pecado cabe el perdón ni se necesita a Dios.
Parece que no se tiene necesidad del Pero, ¿no necesitamos ámbitos de re-
perdón, porque se ha expulsado de la laciones gratuitas, de ser acogidos,
conciencia y de la cultura la realidad aceptados tal como somos, de ser per-
del pecado. El pecado no es una pala- donados por Dios, por los demás y de
bra muy popular hoy. Hay gente para perdonarnos a nosotros mismos?
la que dicha palabra resulta un tanto
confusa y prefiere evitar usarla, mien- Necesidad de ser perdonados
tras otros la rechazan abiertamente. La experiencia del perdón es una expe-
Esta pérdida de sentido de pecado está riencia humana tan fundamental que
privando al Evangelio de toda su gran el individuo que no conoce el gozo de
fuerza de salvación, de liberación, de ser perdonado, corre el riesgo de no
transformación. La concepción y vi- crecer como persona. Quien no se ha
vencia de pecado condiciona aspectos sentido nunca comprendido por Dios,
fundamentales de la vida cristiana, in- no sabe comprender a los demás.
cluso de la imagen de Dios y misión de Quien no ha gustado su perdón entra-
la Iglesia. ñable, tiene el riesgo de vivir «sin en-
Los males de nuestro mundo se atribu- trañas», endureciendo cada vez más
yen a las deficiencias de una sociedad sus exigencias y reivindicaciones y ne-
mal organizada o a un desajuste es- gando a todos la ternura y el perdón.
tructural que se puede solucionar téc- Hemos creído que todo se puede alcan-
nicamente. Otros lo atribuyen a unos zar endureciendo la lucha, despertan-
comportamientos no adecuados a las do la agresividad social y potenciando
pautas ofrecidas por la comunidad; su el resentimiento. Hemos expulsado de
solución será mediante una legislación entre nosotros el perdón como algo
adecuada o aumento policial. Un fe- inútil, propio de personas débiles y re-
nómeno hoy bastante generalizado es signadas. Nos hemos acostumbrado a
vivir de manera irresponsable, que se una espiral de violencia, de revanchas
suele llamar «irresponsabilidad colectiva» y venganzas. Pero no está nada claro
o «complejo de inocencia»; nadie se siente que este camino nos haya de llevar a
responsable ni culpable de que las co- una convivencia más justa y a unas re-
sas no vayan bien. En esta situación no laciones más cálidas y humanas.
Celebración Perdón 20/1/11 12:55 Página 26

26 SEMANA SANTA

Examen de conciencia
Ilumina, Señor, nuestro corazón con el dominar, imponerme...? ¿Me acepto
la gracia de tu Espíritu, y haznos lim- tal como soy? ¿Qué tipo de personas
pios y transparentes. me atraen más? ¿Me dejo llevar de
«complejo de inocencia», los culpa-
Mi relación con Dios bles son los otros? ¿A qué tipo de per-
¿En qué cosas dedico más tiempo y sonas critico más y por qué?
pongo más interés? ¿Cuánto tiempo
dedico a la oración? ¿Qué hago para Rito de reconciliación. Confesar que
conocer y comprender la Palabra de somos pecadores fundamentalmente
Dios? es un acto de culto, una doxología, un
dar gracias a Dios: nos reconocemos
Mi relación con lo demás que somos pecadores, pero, al mismo
¿Cuánto tiempo dedico a los demás? tiempo, profesamos que Dios es
¿Soy sensible y me afectan los proble- amor, misericordia y perdón, y nos
mas de los otros? ¿Comparto tiempo y acogemos con corazón agradecido a
dinero con los que más lo necesitan? sus brazos de Padre entrañable, y en
¿Cómo contribuyo a crear una con- este acogernos nos sentimos perdo-
vivencia sana en mi familia, ambien- nados.
te, grupo, etc.? ¿Sé escuchar? ¿Tengo
un corazón abierto a todos los que se CONFESIÓN Y ABSOLUCIÓN
me acercan? ¿Qué tipo de personas me
cuesta más aceptar? ¿Qué hago para Canto. «Alma mía, recobra tu calma...»
comprenderlas?
Canto de Acción de Gracias. Magnífi-
Mi relación conmigo mismo cat, que es el canto de la pequeña, de
¿Soy creído? ¿Me gusta salir siempre la humilde y del pobre agradecido,
con la mía? ¿Qué cosas me duelen que desde la fe reconoce todo lo que
más y me cuesta superarlas? ¿Suelo Dios está haciendo a favor de los po-
ser el centro de interés? ¿Soy capaz de bres.
guardar silencio para que los otros
puedan hablar? Despedida. Nos hemos reconciliado
con Dios y con los hermanos. Exprese-
Mis apoyos mos nuestra satisfacción con la mis-
¿En qué cosas me apoyo más y me tie- ma oración que Jesús nos ha enseña-
nen más atado? ¿Me seduce el poder, do: Padrenuestro.
Jueves Santo 20/1/11 13:17 Página 27

JUEVES
SANTO
Jueves Santo 20/1/11 13:17 Página 28

EL AMOR MÁS GRANDE


Cuando tantos pueblos sufren hambre y miseria, todo derroche
público o privado, toda ostentación se convierte en un escándalo
intolerable (Situación).
¿Comprendéis? También vosotros debéis lavaros los pies unos a otros
(Palabra de Dios).
¿Cómo olvidar tus palabras y tus gestos, Señor? (Homilía).

Una cosa por la que vale la pena vivir y morir:


el amor
decisión definitiva sobre la valoración

S
on muchas las voces que en el
mundo nos alertan sobre las situa- positiva o negativa de una vida humana.
ciones de injusticia que los pobres Jesús se identifica con los pobres: los
están sufriendo a causa de un mundo ri- hambrientos y sedientos, los forasteros,
co que «pasamos» de ellos. Son muchas los desnudos, enfermos o encarcelados».
las voces que nos advierten de los males Benedicto XVI, «Deus caritas est, 15».
que tal estado de cosas nos pueden aca- El misionero de Hernani, Ángel Olaran,
rrear. Son muchas las voces que nos ha- con una extensa labor humanitaria de
blan de una civilización del amor, de que más de cuarenta años en África, ha de-
otro mundo es posible y que hoy pode- nunciado durante el acto en el que ha re-
mos acabar con el hambre en el mundo cibido la Medalla de Oro de Guipúzcoa
si queremos. Algunas de estas voces si- 2010, «el abuso económico, social, cultu-
guen apostando por la esperanza. Noso- ral, político e incluso religioso del Primer
tros estamos entre ellas. Otras claman Mundo sobre el Tercero: Visto desde el
con indignación e impotencia ante la fal- mundo enriquecido, se aplaude este tipo
ta de voluntad para que las cosas cam- de servicio, pero desde el empobrecido,
bien, mientras muchos inocentes mue- este aplauso puede llegar a producir náu-
ren en sus brazos. Entre estas voces hay seas. Una sociedad que se enriquece de
hombres y mujeres de la gestión pública, los que no tienen que comer es diabólica.
dirigentes de todas las religiones y ateos Por encima de los derechos básicos, nues-
que apuestan por el hombre, generosos tra ansia de poder material contribuye a
colaboradores y voluntarios de muchas este desequilibrio que mata, y esto sí que
instituciones, religiosas y misioneros ab- es un arma de destrucción masiva».
negados, personas que empeñan sus vi- «Solo hay una cosa por la que vale la pe-
das a favor de sus semejantes. na vivir: el amor; el amor a la mujer, a los
De estos testimonios recojo tres que, co- amigos, a la familia, a tu trabajo... Todo lo
mo tantos otros, dan que pensar y rezar. demás es vanidad. No soy religioso. Lo
«En la gran parábola del Juicio final, el que no quiere decir que sea ateo». Antonio
amor se convierte en el criterio para la Mingote, «XL Semanal, diciembre 2010».
Jueves Santo 20/1/11 13:17 Página 29

Jueves Santo 29

Lecturas
Lectura del libro del ÉXODO 12,1-8.11-14
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto:
–Este mes será para vosotros el principal de los meses; será para vo-
sotros el primer mes del año. Di a toda la asamblea de Israel: el diez de
este mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si
la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el ve-
cino de casa, hasta completar el número de personas; y cada uno come-
rá su parte hasta terminarlo.
Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito.
Lo guardaréis hasta el día catorce del mes, y toda la asamblea de Israel
lo matará al atardecer. Tomaréis la sangre y rociaréis las dos jambas y el
dintel de la casa donde lo hayáis comido.
Esa noche comeréis la carne, asada a fuego, y comeréis panes sin fer-
mentar y verduras amargas.
Y lo comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bas-
tón en la mano; y os lo comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el Paso
del Señor.
Yo pasaré esta noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los primo-
génitos del país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados, y me to-
maré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo, el Señor.
La sangre será vuestra señal en las casas donde habitéis. Cuando yo
vea la sangre, pasaré de largo ante vosotros, y no habrá entre vosotros
plaga exterminadora, cuando yo hiera al país de Egipto.
Este será un día memorable para vosotros, y lo celebraréis como fiesta
en honor del Señor, de generación en generación. Decretaréis que sea
fiesta para siempre.
Palabra de Dios
NOTAS: Los pueblos tienen sus fechas conmemorativas. Los judíos celebran la Pascua desde 3.200 años en sus hoga-
res. Durante esa cena, el más joven pregunta: «¿por qué esta cena?», ¿por qué estos vestidos especiales, hierbas amar-
gas, panes ázimos durante siete días? Y el cabeza de familia responde: «Éramos esclavos de Egipto, y el Señor nos sacó
con mano fuerte... Este es un día memorable para vosotros y lo celebraréis como fiesta en honor de vuestro Dios... Será
fiesta para siempre».
Cada vez que los israelitas la celebran reviven varias experiencias, hacen varios aprendizajes:
+ De su nacimiento como pueblo y comienzo de su historia: antes no éramos pueblo, ahora somos pueblo; antes no
éramos libres, ahora somos libres.
+ De su identidad yahvista: somos desde Yahvé y lo propio nuestro es fiarnos de Él.
+ De esperanza renovada: «Yo soy el que estaré con vosotros... y lucharé por vosotros». En Él pueden saberse fuertes
en los vaivenes de la historia.
Si la Eucaristía no es todo ello, es falsa y deficiente: por ello, es «memorial» y «presencia» a un tiempo.
Jueves Santo 20/1/11 13:17 Página 30

30 SEMANA SANTA

Salmo responsorial 115,12-13.15-16bc.17-18


El cáliz que bendecimos
es la comunión de la sangre de Cristo.
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
hijo de tu esclava;
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos,
en presencia de todo el pueblo.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo


a los CORINTIOS 11,23-26
Hermanos:
Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os
he transmitido:
Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó un pan
y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo:
«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memo-
ria mía».
Lo mismo hizo con la copa, después de cenar, diciendo:
«Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada
vez que bebáis, en memoria mía».
Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis de la copa, procla-
máis la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Palabra de Dios
NOTAS: Texto en el que Pablo trata de responder a los desórdenes comentados en el texto anterior. La cena del Señor
es una comida muy especial, a la que no le cuadra el esquema del banquete helenista de los corintios.
Pero el texto va más allá, señalando el origen de dicha cena: en la base de esta tradición está la cena de Jesús «en la
noche en que fue entregado», cuando Jesús interpretó su muerte inminente como el camino salvador para la venida del
Reino de Dios, es decir, para la Vida.
Jueves Santo 20/1/11 13:17 Página 31

Jueves Santo 31

Lectura del santo evangelio según san JUAN 13,1-15

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la ho-


ra de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que es-
taban en el mundo, los amó hasta el extremo.
Estaban cenando (ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas
Iscariote, el de Simón, que lo entregara) y Jesús, sabiendo que el Padre ha-
bía puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se le-
vanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; lue-
go echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos,
secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro, y este le dijo:
–Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?
Jesús le replicó:
–Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más
tarde.
Pedro le dijo:
–No me lavarás los pies jamás.
Jesús le contestó:
–Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.
Simón Pedro le dijo:
–Señor, no solo los pies, sino también las manos y la cabeza.
Jesús le dijo:
–Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque
todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos. (Por-
que sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios»).
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y
les dijo:
–¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis «El
Maestro» y «El Señor», y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y
el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies
unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con voso-
tros, vosotros también lo hagáis.
Palabra del Señor
NOTAS: Juan ha sustituido el relato de la última Cena por el lavatorio de los pies.
El lavatorio de los pies simboliza y celebra la entrega de Jesús como Mesías-Siervo a favor de todos y cada uno de los
hombres. La Eucaristía actualiza dicha entrega. Majestad del Amor absoluto de Dios que se abaja. Este amor y aquella
actualización solo son reales cuando se constituye la Eucaristía en sacramento, en signo eficaz de una comunidad de
personas que deciden amarse y dar sentido a su vida desde el amor.
¿Cómo agradecer el don de la Eucaristía? Corremos el peligro de que nos ocurra como con todos los regalos de Dios:
que nos parecen normales y, lo que es peor, que los vivamos como obligaciones.
Jueves Santo 20/1/11 13:17 Página 32

32 SEMANA SANTA

Homilía
En la Jerusalén de la Pascua Yo, el Maestro y el Señor,
Todo acontece en una sala preparada os he lavado los pies
para la ocasión, en la ciudad de Jeru- En la celebración hay emoción inten-
salén, y alrededor de la fiesta judía de sa, porque los discípulos también cap-
la Pascua, sin que se pueda decir con tan que aquello suena a un «adiós».
certeza que la cena de Jesús fue la ce- Las palabras de Jesús adquieren tono
lebración de la Pascua. Para Juan era y valor de testamento. Son palabras y
«antes de la fiesta de la Pascua», como gestos de amor y de servicio. Jesús sa-
hemos leído. be quién es: «Vosotros me llamáis el
Maestro y el Señor, y decís bien, por-
que lo soy. Pues si yo, el Maestro y el
Ha compartido vida y mesa Señor, os he lavado los pies, también
Jesús va más allá de lo que se celebra, vosotros debéis lavaros los pies unos a
llevándolo a plenitud, dejándonos un otros». Pedro y los discípulos de todos
estilo de vida y un mensaje que rom- los tiempos deberán aprender este
pe todo lo previsible. Ha compartido gesto de Jesús, deberán saber que la
vida y mesa con los más pobres y grandeza de su identificación con el
marginados de su tiempo, dejándonos Maestro y Señor está en el servicio del
una señal del banquete que Dios tiene prójimo, y muy especialmente, al pró-
preparado para sus hijos, y al que nos jimo pobre y necesitado. «Y dichosos
invita. Tal como están las cosas, ba- vosotros si lo ponéis en práctica».
rrunta que el éxodo que vivió su pue-
blo saliendo de Egipto puede cumplir- ¿Cómo olvidarte, Señor?
se pronto en Él, con su salida hacia el Sus discípulos no hemos olvidado
Padre por la muerte. Y Él será el Cor- aquella despedida del Señor. ¿Cómo
dero cuya sangre derramada dará olvidarla? Y queremos seguir repitien-
vida al mundo. Quiere despedirse de do sus gestos de amor y servicio en
sus discípulos con una comida entra- este momento histórico al que nos
ñable. Poco tiempo le queda para sus convoca el Cenáculo de todos los
últimas enseñanzas. Tiene plena con- tiempos. Lo queremos vivir y celebrar
ciencia de que ha salido de Dios y que con sencillez, en espíritu y verdad, co-
a Dios vuelve. Sus discípulos no debe- mo nos dijo el Maestro. Con Él quere-
rán olvidar nunca el origen y el desti- mos caminar hacia la Pascua definiti-
no del ser humano. va y gloriosa, la suya y la nuestra.
Jueves Santo 20/1/11 13:17 Página 33

Jueves Santo 33

Celebración
MONICIONES
Ambientación inicial. La Iglesia, y no- Ambientación de la Palabra. Las cele-
sotros en ella y con ella, quiere cele- braciones, como las palabras que se
brar en estos tres días la hora de la repiten muchas veces, pueden con-
glorificación de Jesús, el Hijo de Dios. vertirse en ritos vacíos cuando ellas
Es el momento de la plenitud del no expresan ni acogen la vida de las
amor de Dios hecho hombre, que li- personas. En las lecturas que procla-
bremente pone toda su vida en manos mamos esta tarde se nos ofrecen las
de Dios Padre, para que hombres y grandes experiencias que vivió Jesús:
mujeres de todos los tiempos poda- de amor y de vida entregada al servi-
mos hacer lo mismo. Hoy nos invita cio de los demás. Tratemos de apren-
Jesús a la mesa del amor y del servicio. derlas de quien es nuestro Maestro y
Señor.
Acto penitencial. En este día de Jueves
Santo, en el que Jesús entrega su amor y Monición para la procesión al monu-
su vida, dejemos que sea Él quien lave las mento. Jesús, Palabra de vida eterna,
intenciones egoístas de nuestro corazón: Pan bajado del cielo, quiere quedarse
– Porque no valoramos suficiente- entre nosotros. Adoremos su presen-
mente los pequeños gestos de amor y cia viva. Escuchemos sus palabras en
servicio de nuestros hermanos de co- la despedida. Son palabras a sus ami-
munidad, ¡Señor, ten piedad! gos, a nosotros, que creemos en Él y le
amamos. Podemos hacerlo serena-
– Porque nos empeñamos más en ser
mente a lo largo de esta tarde. Al atar-
o parecer buenos que en vivir como
decer, podemos orar junto a Él en la
verdaderos discípulos de Jesús, ¡Cristo,
Hora Santa.
ten piedad!
– Porque solo amamos a los que nos Despedida. No nos marchemos dema-
aman, brindando pocas oportunida- siado deprisa. Muy pronto Jesús será
des a los más desfavorecidos, ¡Señor, detenido en el huerto donde se solía
ten piedad! retirar a rezar con sus discípulos, que
Danos, Padre, un corazón que sepa entre- en el peligro le abandonarán, deján-
garse con amor y ponerse a los pies de los dole solo. Merece la pena acompañar-
pobres, pequeños y maltratados. Por Jesu- le recordando y leyendo el relato de
cristo, nuestro Señor. aquellas últimas horas de su vida.
Jueves Santo 20/1/11 16:49 Página 34

34 SEMANA SANTA

ORACIONES
COLECTA • Por cuantos se encuentran social-
Señor Dios nuestro, que nos has mente marginados y excluidos. Que
convocado esta tarde para celebrar no les falte nuestra caridad. Oremos.
aquella misma memorable Cena en R/. Danos, Señor, un corazón nuevo, derra-
que tu Hijo, antes de entregarse a la ma en nosotros un espíritu nuevo.
muerte, confió a la Iglesia el banque- • Por cuantos están oprimidos y es-
te de su amor, el sacrificio nuevo de clavizados, mujeres maltratadas, ni-
la alianza eterna; te pedimos que la ños sin hogar, ancianos en soledad,
celebración de estos santos miste- encarcelados, inmigrantes sin pape-
rios nos lleve a alcanzar la plenitud les, «ilegales». Que no les falte nuestra
de amor y de vida. Por nuestro Señor. lucha por su liberación. Oremos. R/.
Danos, Señor, un corazón nuevo, derrama
ORACIÓN DE LOS FIELES en nosotros un espíritu nuevo.
Señor, con la fuerza de tu Palabra viva y (Invítese a presentar libremente otras
de tu Cuerpo entregado, queremos edificar peticiones).
un mundo nuevo, en el que hombres y mu-
jeres podamos sentarnos todos a la misma Danos, Señor, un corazón sensible a los
mesa, tu mesa, en amor, fraternidad y ser- gritos de angustia de nuestros hermanos
vicio a los más débiles: que sufren. Por Jesucristo, nuestro Señor.
• Por los enfermos crónicos, termi-
nales, agonizantes. Que no les falte SOBRE LAS OFRENDAS
nuestro consuelo. Oremos. R/. Danos, Concédenos, Señor, participar digna-
Señor, un corazón nuevo, derrama en noso- mente en estos santos misterios,
tros un espíritu nuevo. pues cada vez que celebramos este
• Por los que viven sin luz, sin senti- memorial de la muerte de tu Hijo, se
do, sin ganas de vivir. Que sepamos realiza la obra de nuestra redención.
darles motivos de esperanza. Oremos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Danos, Señor, un corazón nuevo, derra-
ma en nosotros un espíritu nuevo. DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
• Por los que malviven y mueren a Concédenos, Dios todopoderoso, que
causa de la pobreza y del hambre. la Cena de tu Hijo, que nos alimenta
Que no les falte nuestra solidaridad. en el tiempo, llegue a saciarnos un
Oremos. R/. Danos, Señor, un corazón nue- día en la eternidad de tu reino. Por
vo, derrama en nosotros un espíritu nuevo. Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves Santo 20/1/11 13:17 Página 35

Jueves Santo 35

ORACIÓN Gracias, Señor, porque esta tarde,


en tu Pan y en tu Palabra,
nos has entregado tu vida y tu presencia.
Tú, el Maestro y el Señor,
te has puesto a nuestros pies
para hablarnos de amor y de servicio.
Esa es tu grandeza y será la nuestra
si sabemos imitarte y servir a los hermanos.
Gracias, Señor, por pedirnos que te recordemos,
para ser, en torno a tu mesa, una comunidad viva.
Gracias, Señor, porque compartir tu Eucaristía
nos alimenta para compartir la vida,
en entrega confiada y amorosa
a ti y a los hermanos que nos has dado.
¡Gracias, Señor, por este Jueves Santo!
Jueves Santo 20/1/11 13:17 Página 36

36 SEMANA SANTA

Hora Santa
CANTO muchas veces invitado o invitándose
a comer con ellos. La importancia de
Andando por el camino las comidas en Israel y sus correspon-
te tropezamos, Señor, dientes rituales, en cuanto a la prepa-
te hiciste el encontradizo, ración de los alimentos y a los lugares
nos diste conversación; que se debían ocupar en la mesa se-
tenían tus palabras gún fuera la dignidad de los invitados
fuerza de vida y amor, y su relación con el que organizaba el
ponían esperanza y fuego banquete, señalan el valor que las co-
en el corazón. midas tenían en tiempos de Jesús.
Jesús, con sus palabras y con su forma
Te conocimos, Señor, al partir el pan;
de actuar en los banquetes que par-
tú nos conoces, Señor, al partir el pan.
ticipa, nos ayuda a comprender el
Llegando a la encrucijada, verdadero sentido que le hemos de
tú proseguías, Señor; dar a la invitación gratuita que Él nos
te dimos nuestra posada: dirige para acudir sinceramente al
techo, comida y calor; banquete mesiánico, las disposiciones
sentados como amigos externas e internas a la hora de parti-
a compartir el cenar, cipar en el mismo y quiénes son los
allí te conocimos que van a ocupar los primeros pues-
al repartirnos el pan. tos en él.
Hay gente que se sienta a la mesa de
Andando por los caminos, Jesús sin haber escuchado su invita-
te tropezamos, Señor, ción; están como obligados o por que-
en todos los peregrinos dar bien; es muy difícil que se en-
que necesitan amor; cuentren a gusto en dicho banquete,
esclavos y oprimidos incluso les molestan ciertas personas
que buscan la libertad, que están felices en esa mesa... y lo
hambrientos desvalidos, que sí les encanta es que haya gente
a quienes damos el pan. malcarada a la puerta del mismo, que
está como esperando a ver si sobra
algo y se lo regalan.
I. LA MESA DE JESÚS
(Ponemos un mantel que lleve impreso el CANTO
mapamundi, o sea de algún país africano).
Alrededor de tu mesa
Jesús de Nazaret, amigo de publicanos venimos a recordar (bis)
y pecadores (Mt 9,9-10), es acusado de que tu palabra es camino,
comilón y borracho porque aparece tu cuerpo, fraternidad (bis).
Jueves Santo 20/1/11 16:50 Página 37

Jueves Santo 37

Hemos venido a tu mesa Llama la atención también que Jesús


a recordar el misterio de tu amor. no se acercará nunca a la mesa de los
Con nuestras manos manchadas, sacrificios rituales («misericordia
arrepentidos, buscamos tu perdón. quiero y no sacrificios»), ni a las me-
sas ni a los banquetes, que sin duda
Juntos, y a veces sin vernos, tendrían los de la casta sacerdotal («a
celebramos tu presencia sin sentir esos que les gusta sentarse en los pri-
que se interrumpe el camino meros puestos»).
si no vamos como hermanos hacia ti.

ORACIÓN
II. JESÚS VA A OTRAS MESAS Escuchando tu invitación, Señor,
y siguiendo tu ejemplo
(Colocar vasos con café o infusiones del queremos tener sitio en tu mesa,
Comercio Justo). aunque no sea la del templo.
En esta hora vespertina del Jueves Nos has lavado los pies,
Santo vamos a escuchar cómo Jesús cansados de andar sin rumbo,
se invita a otras mesa: «Hoy quiero enjabonado las manos,
hospedarme en tu casa», le dirá a Ma- manchadas en trabajos precarios,
teo, el recaudador y publicano. y ablandado el corazón de piedra
Es verdad que existen personas que con tu amor entregado.
han optado por vivir en los márgenes
Queremos comer tu carne rota
de la sociedad o que deciden vivir en
y beber tu sangre entregada
la frontera; es decir, con aquellos y
para llevar a todos nuestros hermanos
aquellas a los que su propia sociedad
y a las hermanas todas
o las circunstancias históricas del mo-
al oasis de tus desvelos
mento les hace nacer, desarrollarse y
con palabras de vida
morir, casi siempre antes de tiempo,
y gestos de compañía.
en medio de los conflictos que les ha-
ce muy difícil poder elegir el sentido
de sus vidas. Así sucedía también en III. JESÚS PREPARARÁ
tiempos de Jesús. OTROS BANQUETES
Casi nunca las personas que la socie-
(Llenar los platos con galletas y chocolate
dad margina, y deja fuera de los cau-
del Comercio Justo).
ces habituales de una vida normaliza-
da, han elegido libremente ese lugar «Se parece el reinado de Dios a un rey
para vivir; por eso necesitan otras per- que celebraba la boda de su hijo...»
sonas que les ayuden a descubrir las (Mt 22,2-14). «Al final del tiempo, pre-
verdaderas causas que les han coloca- parará el Señor, para todos los pue-
do en esos lugares y por qué merece la blos, en este monte un festín de man-
pena, si así lo deciden, vivir en ellos jares suculentos y de vinos de solera»
en solidaridad con sus hermanos. (Is 25,6).
Jueves Santo 20/1/11 13:17 Página 38

SEMANA SANTA

En esto, como en muchas otras cosas, las personas cuando, ante el gran su-
Jesús no establece unas normas de ceso de la muerte, nos quedamos sin
etiqueta para los vestidos ni pone palabras.
unas normas de comportamiento a la Jesús nos está diciendo: buscad el lu-
hora de coger los cubiertos o de diri- gar adecuado, cread los espacios pro-
girse a los comensales cuando deseas picios, regalaos el tiempo necesario,
que te pasen alguna salsa o te acer- recread unos símbolos de presencias
quen alguna vianda que te apetece. que faciliten la comunicación y dad
Jesús quiere sentar a todas las perso- todos gracias a vuestro Padre-Madre
nas en la única mesa redonda de la Dios que cuida amorosamente de to-
fraternidad, en la que todos tenemos das sus criaturas.
nuestro sitio y descubrimos nuestra
responsabilidad. Donde a pesar de ser
PETICIONES
muchas personas podemos hablar
Se invita a participar espontáneamente.
con cualquiera que se haya sentado a
colaborar en el proyecto común; po-
demos mirar a todos y complemen- CANTO FINAL
tarnos con lo mejor de cada cual para
Al atardecer de la vida
alcanzar el objetivo.
me examinarán del amor (bis).
Todo esto es posible gracias a los len-
guajes que ya existen y que nos en- Si ofrecí mi pan al hambriento,
canta contemplar en la comunicación si al sediento di de beber,
habitual de ciertas personas, incluso si mis manos fueron sus manos,
nos atrevemos a ponerlos en práctica si en mi hogar le quise acoger.
cuando hacemos dinámicas de comu-
Si ayudé a los necesitados,
nicación con adultos o con niños.
si en el pobre he visto al Señor,
Hemos descubierto que los mudos ha-
si los tristes y los enfermos,
blan con las manos, que los ciegos ven
me encontraron en su dolor.
con los dedos, que los sordos leen en
los labios del que les habla, que los Aunque hablara miles de lenguas,
enamorados comunican su amor con si no tengo amor nada soy.
la mirada, que los bebés acogen besos, Aunque realizara milagros,
caricias; lo mismo que hacemos todas si no tengo amor nada soy.
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 39

VIERNES
SANTO
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 40

DE UNA LIBERTAD RESIDUAL A UN RESTO DE LIBERTAD


Nuestras democracias generan residuos humanos (Situación).
La pasión del Hijo de Dios (Palabra de Dios).
La libertad apasionada de Jesús (Homilía).

Libertad residual
procuran– de unos cuantos se man-

L
as democracias actuales de Occi-
dente, a diferencia de otros regí- tiene a costa de la reducción de las
menes políticos que ha habido posibilidades de liberación de otros.
en la historia o que hay en el mundo, Los colectivos marginales, las bolsas
proclama la libertad como el primero de pobreza e incultura, los individuos
de los principios civiles. No entende- excluidos de la sociedad, aquellos
ríamos la configuración de nuestras definidos como insociables, no son
sociedades modernas sin el postulado meros residuos expulsados del sistema
de la libertad del individuo en el espa- sino también los residuos necesarios
cio público. La libertad no es un hecho para el «saneamiento» del status quo
que se pueda constatar, sino –como de cualquier sociedad libre pero des-
decimos– un principio que se debe de- igual, de modo que su libertad es solo
fender. Alguien es libre en la medida residual.
en que se defiende su libertad. Cuando la igualdad no se defiende co-
Para que una sociedad sea democrá- mo un principio, como se hace con la
tica no basta, sin embargo, la defensa libertad, sino que se presupone –o al
de la libertad, sino que es necesario menos se intenta afirmar como pre-
así mismo hacer defensa de otro prin- supuesto por quienes toman las deci-
cipio: la igualdad, esto es, que todos siones–, es decir, cuando la necesidad
los ciudadanos sean igualmente libres. de respetar la dignidad de todos por
He aquí la mayor dificultad con la igual deja de tensar las relaciones so-
que nos topamos para afirmar que ciales, estas se momifican o se rom-
nuestras sociedades, en un llamado pen. En el primer caso, los «liberales»
«mundo libre», sean auténticamente consiguen que los «residuos sociales»
democráticas. Desde el momento en estén más lejos de tomar sus propias
que la libertad es solo la prerrogativa decisiones. En el segundo caso, la vio-
de unos pocos, y no la de todos, la de- lencia, las posturas irreconciliables,
mocracia (el gobierno del pueblo, en los extremismos, se adueñan de la so-
su totalidad) no existe. ciedad. Lo triste es que, en ambos ca-
El hecho es que el aumento de la li- sos, a la palabra «libertad» también se
bertad –junto al de los medios que la la ha dejado sin sentido.
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 41

Viernes Santo. Celebración de la pasión del Señor 41

Lecturas
Lectura del libro del profeta ISAÍAS 52,13–53,12

Mirad, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho.


Como muchos se espantaron de Él, porque desfigurado no parecía
hombre, ni tenía aspecto humano; así asombrará a muchos pueblos: ante
Él los reyes cerrarán la boca, al ver algo inenarrable y contemplar algo
inaudito.
¿Quién creyó nuestro anuncio?
¿A quién se reveló el brazo del Señor?
Creció en su presencia como un brote, como raíz en tierra árida, sin fi-
gura, sin belleza.
Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres,
como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se
ocultan los rostros; despreciado y desestimado.
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros
lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado, traspasado por nues-
tras rebeliones, triturado por nuestros crímenes.
Nuestro castigo saludable vino sobre Él, sus cicatrices nos curaron.
Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el
Señor cargó sobre Él todos nuestros crímenes.
Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como un
cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y
no abría la boca.
Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron. ¿Quién meditó en su destino?
Lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo
hirieron.
Le dieron sepultura con los malhechores; porque murió con los
malvados, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño en su
boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento.
Cuando entregue su vida como expiación, verá su descendencia, pro-
longará sus años; lo que el Señor quiere prosperará por sus manos.
A causa de los trabajos de su alma, verá y se hartará; con lo apren-
dido, mi Siervo justificará a muchos, cargando con los crímenes de
ellos.
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 42

42 SEMANA SANTA

Por eso le daré una parte entre los grandes, con los poderosos tendrá
parte en los despojos; porque expuso su vida a la muerte y fue contado
entre los pecadores, y Él tomó el pecado de muchos e intercedió por los
pecadores.
Palabra de Dios
NOTAS: Cuarto cántico del Siervo de Yahvé. El más complejo, misterioso y célebre de los cuatro que el Segundo Isaías
ofrece.
El poema no es una confidencia del siervo, sino una escena de teatro. El siervo no habla de sí, pero es el protagonista,
objeto de la mirada asombrada de los hombres y de Dios: le toca padecer hasta morir en el cumplimiento de su misión,
misión extraña, asombrosa, increíble. Víctima aborrecible que se deja llevar, pero comulga con la humanidad entera y se
identifica con su destino. Misteriosa fecundidad de su sufrimiento y muerte «por todos nosotros».
Hay hombres y mujeres cuya misión en la vida, sin protagonismos ni fachadas sociales, ha sido amar gratuitamente, car-
gar con el peso y hasta con las culpas de los demás, suplicar por ellos a Dios en esperanza confiada, solidarizarse con
ellos hasta asumir el dolor, el fracaso y la muerte prematura. Dios convierte a estos siervos y siervas «sin belleza ni apa-
riencia humana» digna, en figura adorable y digna de confianza para siempre y para todos, incluidos los mayores crimi-
nales.

Salmo responsorial 30,2 y 6.12-13.15-16.17 y 25

Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.


A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás.
Soy la burla de todos mis enemigos,
la irrisión de mis vecinos,
el espanto de mis conocidos;
me ven por la calle y escapan de mí.
Me han olvidado como a un muerto,
me han desechado como a un cacharro inútil.
Pero yo confío en ti, Señor, te digo:
«Tú eres mi Dios».
En tu mano están mis azares;
líbrame de los enemigos que me persiguen.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia.
Sed fuertes y valientes de corazón,
los que esperáis en el Señor.
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 43

Viernes Santo. Celebración de la pasión del Señor 43

Lectura de la carta a los HEBREOS 4,14-16; 5,7-9

Hermanos:
Tenemos un Sumo Sacerdote que penetró los cielos –Jesús, el Hijo de
Dios–. Mantengamos firmes la fe que profesamos.
Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de
nuestras flaquezas, sino probado en todo, igual que nosotros, excepto en
el pecado. Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a
fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para ser socorridos en el tiem-
po oportuno.
Pues Cristo, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruego y sú-
plicas, con poderoso clamor y lágrimas, al que podía salvarle de la muer-
te, fue escuchado por su actitud reverente y, aun siendo Hijo, con lo que
padeció, experimentó la obediencia; y, llegado a la perfección, se convir-
tió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen.
Palabra de Dios
NOTAS: La primera parte de este texto recoge un rasgo genuino del sacerdocio de Cristo: la misericordia. Era necesario
explicar este aspecto de cercanía y misericordia a los hombres en situación de prueba, tentación y pecado porque el AT
reflejaba una imagen del sacerdocio lejano a los pecadores porque hacían al sacerdote impuro.
La segunda parte refleja el proceso de la «formación sacerdotal» de Cristo: oración que termina en obediencia. Por ello,
la consagración sacerdotal de Cristo es el fruto de un aprendizaje: la obediencia a través del sufrimiento. Nuevo tipo de
sacerdocio: por el dolor aprende y así sana la ignorancia; por la obediencia filial permite que el perdón misericordioso
de Dios Padre entre en el mundo.

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san JUAN 18,1–19,42

En aquel tiempo, Jesús salió con sus discípulos al otro lado del torren-
te Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí Él y sus discípulos. Ju-
das, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo
allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y unos guar-
dias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, an-
torchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre Él, se adelantó y
les dijo:
–¿A quién buscáis?
C. Le contestaron:
S. –A Jesús, el Nazareno.
C. Les dijo Jesús:
–Yo soy.
C. Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles «Yo soy», re-
trocedieron y cayeron a tierra. Les preguntó otra vez:
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 44

44 SEMANA SANTA

–¿A quién buscáis?


C. Ellos dijeron:
S. –A Jesús, el Nazareno.
C. Jesús contestó:
–Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad marchar a estos.
C. Y así se cumplió lo que había dicho: «No he perdido a ninguno de
los que me diste».
Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al cria-
do del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llama-
ba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro:
–Mete la espada en la vaina. Él cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no
lo voy a beber?
C. La patrulla, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Je-
sús, lo ataron y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás,
Sumo Sacerdote aquel año, el que había dado a los judíos este consejo:
«Conviene que muera un solo hombre por el pueblo».
Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Ese discípulo era conoci-
do del Sumo Sacerdote y entró con Jesús en el palacio del Sumo Sacerdo-
te, mientras Pedro se quedó fuera a la puerta. Salió el otro discípulo, el
conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La
portera dijo entonces a Pedro:
S. –¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?
C. Él dijo:
S. –No lo soy.
C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía
frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose.
El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de la
doctrina.
Jesús le contestó:
–Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado continua-
mente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y
no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a
los que me han oído, de qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo.
C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bo-
fetada a Jesús, diciendo:
S. –¿Así contestas al Sumo Sacerdote?
C. Jesús respondió:
–Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he habla-
do como se debe, ¿por qué me pegas?
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 45

Viernes Santo. Celebración de la pasión del Señor 45

C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, Sumo Sacerdote.


Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y le dijeron:
S. –¿No eres tú también de sus discípulos?
C. Él lo negó, diciendo:
S. –No lo soy.
C. Uno de los criados del Sumo Sacerdote, pariente de aquel a quien
Pedro le cortó la oreja, le dijo:
S. –¿No te he visto yo con Él en el huerto?
C. Pedro volvió a negar, y en seguida cantó un gallo.
Llevaron a Jesús de casa de Caifás al Pretorio. Era el amanecer, y ellos
no entraron en el Pretorio para no incurrir en impureza y poder así comer
la Pascua. Salió Pilato afuera, a donde estaban ellos, y dijo:
S. –¿Qué acusación presentáis contra este hombre?
C. Le contestaron:
S. –Si este no fuera un malhechor, no te lo entregaríamos.
C. Pilato les dijo:
S. –Lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley.
C. Los judíos le dijeron:
S. –No estamos autorizados para dar muerte a nadie.
C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte
iba a morir.
Entró otra vez Pilato en el Pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
S. –¿Eres tú el rey de los judíos?
C. Jesús le contestó:
–¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?
C. Pilato replicó:
S. –¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han en-
tregado a mí; ¿qué has hecho?
C. Jesús le contestó:
–Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi
guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero
mi reino no es de aquí.
C. Pilato le dijo:
S. –Conque, ¿tú eres rey?
C. Jesús le contestó:
–Tú lo dices: Soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al
mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha
mi voz.
C. Pilato le dijo:
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 46

46 SEMANA SANTA

S. –Y, ¿qué es la verdad?


C. Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos, y les dijo:
S. –Yo no encuentro en Él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros
que por Pascua ponga a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de
los judíos?
C. Volvieron a gritar:
S. –A ese no, a Barrabás.
C. El tal Barrabás era un bandido.
Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenza-
ron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por
encima un manto color púrpura; y, acercándose a Él, le decían:
S. –¡Salve, rey de los judíos!
C. Y le daban bofetadas.
Pilato salió otra vez afuera y les dijo:
S. –Mirad, os lo saco afuera, para que sepáis que no encuentro en Él
ninguna culpa.
C. Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color
púrpura. Pilato les dijo:
S. –Aquí lo tenéis.
C. Cuando lo vieron los sacerdotes y los guardias, gritaron:
S. –¡Crucifícalo, crucifícalo!
C. Pilato les dijo:
S. –Lleváoslo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro culpa en
Él.
C. Los judíos le contestaron:
S. –Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque
se ha declarado Hijo de Dios.
C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más y, entrando
otra vez en el Pretorio, dijo a Jesús:
S. –¿De dónde eres tú?
C. Pero Jesús no le dio respuesta.
Y Pilato le dijo:
S. –¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte
y autoridad para crucificarte?
C. Jesús le contestó:
–No tendrías ninguna autoridad sobre mí si no te la hubieran dado
de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor.
C. Desde este momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gri-
taban:
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 47

Viernes Santo. Celebración de la pasión del Señor 47

S. –Si sueltas a ese, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey
está contra el César.
C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó
en el tribunal, en el sitio que llaman «El Enlosado» (en hebreo Gábbata).
Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía.
Y dijo Pilato a los judíos:
S. –Aquí tenéis a vuestro rey.
C. Ellos gritaron:
S. –¡Fuera, fuera; crucifícalo!
C. Pilato les dijo:
S. –¿A vuestro rey voy a crucificar?
C. Contestaron los sumos sacerdotes:
S. –No tenemos más rey que al César.
C. Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús, y
Él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en
hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con Él a otros dos, uno a
cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima
de la cruz; en él estaba escrito: JESÚS, EL NAZARENO, EL REY DE LOS
JUDÍOS.
Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde
crucificaron a Jesús, y estaba escrito en hebreo, latín y griego.
Entonces los sumos sacerdotes de los judíos le dijeron a Pilato:
S. –No escribas: «El rey de los judíos», sino: «Este ha dicho: Soy rey de
los judíos».
C. Pilato les contestó:
S. –Lo escrito, escrito está.
C. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, hacien-
do cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una tú-
nica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:
S. –No la rasguemos, sino echemos a suerte, a ver a quién le toca.
C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a
suerte mi túnica».
Esto hicieron los soldados.
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre,
María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y
cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:
–Mujer, ahí tienes a tu hijo.
C. Luego dijo al discípulo:
–Ahí tienes a tu madre.
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 48

48 SEMANA SANTA

C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.


Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término,
para que se cumpliera la Escritura dijo:
–Tengo sed.
C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empa-
pada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús,
cuando tomó el vinagre, dijo:
–Está cumplido.
C. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
(Todos se arrodillan, y se hace una pausa).

C. Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no


se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un
día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los qui-
taran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al
otro que habían crucificado con Él; pero, al llegar a Jesús, viendo que ya
había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados
con la lanza le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que
lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice ver-
dad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumplie-
ra la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura
dice: «Mirarán al que atravesaron».
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de
Jesús por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuer-
po de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Lle-
gó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien
libras de una mixtura de mirra y áloe.
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron todo, con los aromas, según
se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio don-
de lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie había
sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación,
y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.
Palabra del Señor
NOTAS: A diferencia de los Sinópticos, donde los relatos de la Pasión presentan a Jesús como Mesías-Siervo sufriente,
el cuarto evangelio presenta la pasión y la muerte en cruz de Jesús como exaltación. A medida que el relato avanza,
Jesús crece en señorío (rey), y el que es juzgado por los poderosos de este mundo se convierte en Juez. Nadie le quita
la vida, sino que Él la entrega libremente (Jn 10,17). Solamente quien entrega su vida libremente es Quien da vida. Así
será también la vida y misión del discípulo.
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 49

Viernes Santo. Celebración de la pasión del Señor 49

Homilía
Un modo de ser libre decir, la libertad destilada en su esen-
No hay un único modo de ser libre. Se cia –la libertad auténtica– en el mo-
puede serlo alegando un interés pro- mento en que se reconoce liberada
pio o uno ajeno, considerando que para un destino más radical que la
la libertad es una meta o un medio, mera supervivencia residual. Al sen-
apropiándose de ella o sabiendo que tirse valorado con más intensidad que
es dominio de todos y la propiedad ex- siente el desprecio de los que se ho-
clusiva de nadie. Pero incluso los que rrorizan de él, el resto puede ejercer
no alegan ni consideran ni se apro- una libertad inaudita.
pian de la libertad pueden ser libres.
Si bien la libertad es un principio que La libertad apasionada de Jesús
se ha de salvaguardar junto al de la ¿Cuál es esta libertad? No es otra que
igualdad, cuando esta se niega –como la que mostró Jesús de forma más in-
antes decíamos– no tiene por qué de- tensa en el momento de su pasión.
saparecer con ella un último modo de Aquella que supera los límites de la li-
ser libre en la sociedad: la libertad bertad misma, entendida como auto-
residual, la de aquellos a los que el nomía y autosuficiencia, y se da, y se
Evangelio denomina «los últimos». entrega, en lugar de defenderse a sí
misma. Es la libertad de Jesús, que no
El resto libre se deja detener ni por el sufrimiento
Sin embargo, los autores bíblicos no físico (de la flagelación, de las bofeta-
han hablado tanto de un residuo co- das, de la crucifixión) ni por el dolor
mo de un resto: el resto de Israel. Es el moral (de la traición, del desprecio, de
resto que encarna la figura del «Siervo la incomprensión), sino que carga con
de Yahvé», del que habla el profeta la esclavitud de todos.
Isaías. El residuo se convierte en resto El pueblo, en efecto, liberó a Barrabás,
cuando este reconoce que Dios está a el culpable, en lugar de liberar a Jesús,
su lado, es decir, cuando se valora a sí el inocente; pero el Cristo era ya libre,
mismo, cuando es digno para Alguien porque en el amor de su Padre había
–aunque no lo sea para nadie más– y sido liberado y en el mismo amor ili-
así puede ser digno también para sí. mitado había reconocido su destino,
La libertad residual es un auténtico su misión. Es la libertad de la pasión
«resto de libertad», un «resto libre», es amorosa del Hijo de Dios.
Viernes Santo 20/1/11 16:52 Página 50

50 SEMANA SANTA

Celebración litúrgica
Ambientación inicial. En los días pas- tocar por su verdad; permitamos que
cuales se condensan los aconteci- nuestras vidas se conmuevan por su
mientos más importantes de la fe intensidad; pongámonos también
cristiana. Jesús de Nazaret, un humil- nosotros en las manos de este Dios
de hombre de su tierra y de su pueblo, que muere en la cruz fabricada por
defensor de «causas perdidas», se nos los hombres.
revela como Salvador del mundo, co-
mo Hijo del Dios vivo. Podemos acer- ORACIÓN
carnos a estos acontecimientos como Recuerda, Señor, que tu ternura y tu
cuando escuchamos un relato o, por misericordia son eternas; santifica a
el contrario, podemos dejar que hable tus hijos y protégelos siempre, pues
el misterio que contienen los aconte- Jesucristo, tu Hijo, en favor nuestro
cimientos y su relato, su actualidad, instituyó por medio de su sangre el
su realidad hoy, en medio de nosotros. misterio pascual. Por Jesucristo,
Vivamos el misterio; dejémonos tras- nuestro Señor.

PRIMERA PARTE: LITURGIA DE LA PALABRA


Ambientación de la Palabra.El centro de conscientes de cómo el mundo se ha
la liturgia de la palabra de hoy se co- transformado al entrar en su seno,
loca en la narración que el evangelis- hasta sus fondos, todo el amor de Dios
ta Juan hace de la pasión y muerte de apasionado.
Jesucristo. Cada uno de los momentos
de este relato da cuenta de la profun- ORACIÓN UNIVERSAL
didad del misterio que contemplamos En la celebración del Viernes Santo, la
el Viernes Santo. Su incomprensibili- oración de súplica a Dios alcanza una
dad para los hombres ya había sido intensidad y una universalidad espe-
expresada por Isaías en la figura del ciales. El orbe entero resulta conmovi-
Siervo de Yahvé. De su trascendencia do por la muerte de Jesucristo. Cree-
divina escribe san Pablo en su carta a mos que su muerte no es una más de
los Hebreos. las injusticias humanas, sino que debe
La pasión de Jesús de Nazaret nos es tener un sentido mayor, positivo, espe-
proclamada para que nos introduzca- ranzador para nosotros, hombres y
mos en ella, en las experiencias na- mujeres injustos. Creemos que en su
rradas, para que seamos testigos muerte todas las muertes, todos los
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 51

Viernes Santo. Celebración de la pasión del Señor 51

crímenes, todos los pecados y culpas barrios, de nuestra Iglesia, de todos


han de ser redimidos y transformados. los pueblos y naciones; en atención
En esta espera y confianza hemos de especial a los más necesitados, a los
pedir al Padre por todas las necesida- que sufren física o espiritualmente,
des de nuestras familias, de nuestros como Cristo Jesús.

SEGUNDA PARTE: ADORACIÓN DE LA CRUZ


Aquí está la Cruz, madera por cuyas Solo nos cabe la respuesta de la adora-
vetas ya no corre la savia sino la san- ción, silenciada por el horror y obnubi-
gre, no de un árbol sino de un hombre, lada por la sinrazón, pero anhelante, to-
de un inocente que libremente ha da- davía confiada en la grandeza del amor
do su vida por aquello que la valía: la divino, del que hemos sido testigos.
vida de todas las demás mujeres y Acerquémonos ahora a la Cruz, al signo
hombres. Las lenguas enmudecen; las de la vida del Hijo de Dios entregado
bocas, los ojos, los oídos, las manos se por nosotros. Oremos en ella; porque
abren ante el cadáver de Jesús, nues- creemos que en su vacío se encuentra
tro Cristo, nuestro Mesías, clavado en el sentido, en su despojamiento la ple-
la Cruz. nitud, en su fealdad la gloria.

TERCERA PARTE: COMUNIÓN


Hoy no celebramos el sacramento de la no de Jesucristo, es decir, con el Reino
Eucaristía, sino que comulgamos de de Dios, que con la muerte del Hijo no
la Eucaristía que celebramos el día ha terminado sino que se ha manifes-
de ayer. Hoy comulgamos no de la tado no como un mero proyecto hu-
muerte sino de la vida, de la que he- mano sino como el proyecto que Dios
mos experimentado y de la que hemos quiere para los hombres. Comulgar
de estar aguardando. del cuerpo de Cristo equivale a com-
Comulgamos con el proyecto de libe- prometerse con este proyecto en pro-
ración que Jesús trajo para el mundo, ceso de realización.
sobre todo para sus restos humanos,
los que nuestro mundo deja a la cu- DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
neta de su camino hacia el progreso. Dios todopoderoso, rico en miseri-
Comulgamos con la misión y el desti- cordia, que nos has renovado con la
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 52

52 SEMANA SANTA

gloriosa muerte y resurrección de Je- maestro en Getsemaní: «Quedaos aquí


sucristo, no dejes de tu mano la obra y velad». Hay que mantenerse firme en
que has comenzado en nosotros, la oración y en la esperanza, porque sin
para que nuestra vida, por la comu- ellas la muerte del Cristo no nos da
nión en este misterio, se entregue sentido; la consideraremos una trage-
con verdad a tu servicio. Por Jesucris- dia más, en lugar de descubrir en ella
to, nuestro Señor. la fuerte donde emerja una vida nueva,
vida en gloria, vida en plenitud. Como
DESPEDIDA sus primeros discípulos, conservemos
Comienza para nosotros, como discí- notros también la esperanza en que el
pulos del maestro, el tiempo de velar a proyecto apasionado de libertad que
Jesús, muerto por nosotros. No pode- nos trajo Jesús no tiene fin, ni siquiera
mos olvidar ahora las palabras del el que la muerte quiera imponer.

POEMA Aquel que no era nada más que de Dios Palabra


fue nada menos que Dios callando en un madero:
Entre sus manos, impedidas para abrazar por los dos clavos,
se acunaron los sufrimientos más amargos de este mundo.
En sus ojos, emborronados para mirar por sudor y sangre,
se vertieron las lágrimas más inocentes de esta tierra.
De su boca, desencajada para perdonar por bofetadas,
se escaparon las palabras más tiernas de esta historia.
Por sus entrañas, desgarradas para amar por una lanza,
se pasearon los sentimientos más puros de esta humanidad.
Aquel que no era nada más que de Dios Amor
fue nada menos que Dios amando en el madero.
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 53

Viernes Santo. Vía Crucis 53

Vía Crucis
Desde siempre la Iglesia recuerda y Oración. Señor, concédenos la honra-
revive los acontecimientos de la últi- dez y la valentía de ser fieles a la ver-
ma etapa del camino de Jesús. El vía dad y líbranos de ser responsables o
crucis de Jesús, cada paso, cada gesto cómplices del sufrimiento de los ino-
o palabra suya, así como la toma de centes. Te lo pedimos a ti, Jesús, testi-
postura de todos aquellos que parti- go de la verdad.
ciparon en aquel drama, nos hablan
hoy a cada uno de nosotros.
SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS
CARGA CON LA CRUZ A CUESTAS
PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS Lectura de Mc 15,20
ES CONDENADO A MUERTE La cruz significaba una muerte infa-
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. me. Solo estaba reservada para los es-
Que por tu santa cruz redimiste al mundo. clavos y traidores al Imperio. Pero, de
ahora en adelante, gracias a ella, los
(Esta invocación se irá repitiendo al co- hombres sabrán que Dios es amor,
mienzo de cada estación). amor infinito: En Jesús sabemos que la
Cruz es señal de un amor sin límites.
Lectura de Jn 18,32-37
«¿Qué es la verdad?» se pregunta Pilato. Oración. Cristo, tú has hecho de la
Parece un intento por escapar a la voz cruz señal del amor incondicional.
de la conciencia, que le ordenaba reco- Danos confianza en tu amor desmedi-
nocer la verdad y seguirla. La gente si- do y seremos así testigos tuyos.
gue pidiendo la muerte de Jesús. El pro-
curador está cada vez más convencido
de que el acusado es inocente, pero es- TERCERA ESTACIÓN: JESÚS
to no le basta para emitir una sentencia CAE POR PRIMERA VEZ
absolutoria. Entonces, los acusadores
recurren a un argumento que será de- Lectura de Mc 2,11
cisivo: «Si sueltas a ese, no eres amigo Jesús cae bajo el peso de la cruz. Cae
del César» (Jn 19,12). Es una amenaza, y porque está agotado y le faltan las
Pilato, intuyendo el peligro, cede defini- fuerzas. Jesús cae, pero se levanta. Y,
tivamente. Se lava las manos (Mt 27,24). así, sin palabras, se dirige a todos los
Así fue condenado Jesús a la muerte en que caen en el camino de la vida, ani-
cruz. A lo largo de los siglos, la negación mándoles a levantarse. Él pasó por la
de la verdad ha generado sufrimiento y vida levantando a los caídos: «A ti te
muerte; y son los inocentes los que pa- digo, levántate, toma tu camilla y vete a
gan el precio de la hipocresía humana. tu casa».
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 54

54 SEMANA SANTA

Oración. Cristo, danos la fuerza del Es- da se detuvo en Simón y le obligaron


píritu, para poder llevar contigo la a cargar con la cruz.
cruz de nuestra debilidad. A ti, Jesús, Jesús había dicho: «El que no toma su
aplastado por el peso del mal, nuestro cruz y me sigue no es digno de mí»
amor por siempre. (Mt 10,38). Simón está cumpliendo
aquellas palabras. Las circunstancias
lo han llevado a ser colaborador espe-
CUARTA ESTACIÓN: JESÚS cial en la obra de la salvación. Desde
ENCUENTRA A SU MADRE entonces, este momento habla de in-
numerables cireneos, llamados a lo
Lectura de Lc 1,30-33 largo de la historia para llevar la cruz
María guardaba estas palabras en la de sus hermanos, junto con Jesús.
intimidad de su corazón. Pero, ahora, al Oración. Cristo, concédenos la gracia de
ver a su Hijo condenado a muerte, Ma- la disponibilidad, que no apartemos
ría se preguntará, seguramente: ¿Có- nuestra mirada de quienes están opri-
mo se cumplirán aquellas palabras? midos por la cruz de la enfermedad, de
¿Cómo será que su reino no tendrá fin? la soledad, del hambre y de la injusticia.
En la anunciación, María había con-
testado: «Aquí está la esclava del Se-
ñor; hágase en mí según tu palabra» SEXTA ESTACIÓN: LA VERÓNICA
(Lc 1,38). También ahora, en la hora ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS
del sufrimiento responde: «Hágase en
mí según tu palabra». Es la Madre Do- Lectura de Flp 2,7
lorosa, la Sierva obediente hasta el fi- Según la tradición, en el camino del
nal, la Madre del salvador del mundo. calvario una mujer se abrió paso en-
tre los soldados que escoltaban a Je-
Oración. María, tú que has recorrido el sús y enjugó con un velo el sudor y la
camino de la cruz junto con tu Hijo, sangre del rostro de Jesús. Aquel ros-
ayúdanos para que ante el sufrimien- tro quedó impreso en el velo. Desde
to y la prueba, jamás dudemos de su entonces ese velo contiene un mensa-
amor. je: que todo acto de bondad, todo ges-
to de amor hacia el prójimo va impri-
miendo en nosotros el rostro de Jesús.
QUINTA ESTACIÓN: SIMÓN DE El amor no se lo lleva el viento y el olvi-
CIRENE LLEVA LA CRUZ DE JESÚS do. Cualquier gesto de bondad, de com-
prensión y de servicio deja en el cora-
zón de la persona una señal imborrable,
Lectura de Mt 27,32
que lo acerca y lo asemeja un poco más
Los soldados temieron que el conde-
a Aquel que «se despojó de sí mismo to-
nado, muy agotado, no llegara hasta
mando condición de siervo».
el Gólgota. Si eso sucedía, no podrían
cumplir la sentencia, y buscaron a un Oración. Jesús, haz que nuestras obras
hombre para que lo ayudase. Su mira- nos hagan semejantes a ti y dejen en
Viernes Santo 20/1/11 16:52 Página 55

Viernes Santo. Vía Crucis 55

el mundo el reflejo de tu infinito amor. destrucción de Jerusalén que tendría


A ti, Jesús, manifestación de la gloria lugar años más tarde. Hacía no mu-
del Padre, nuestro amor por siempre. cho tiempo Jesús había llorado por
Jerusalén, porque no había sabido re-
conocer el tiempo en que Dios vino a
SÉPTIMA ESTACIÓN: JESÚS salvarla (Lc 19,44).
CAE POR SEGUNDA VEZ A nosotros, cristianos del siglo XXI,
Jesús nos llama a «reconocer el tiem-
Lectura de 2 Cor 12,9-10 po de la visita de Dios». A nosotros y al
A cada paso le fallan más las fuerzas. conjunto de la Iglesia Él nos dirige es-
Pero, aunque con gran esfuerzo, se le- tas palabras escritas en el Apocalip-
vanta para seguir el camino. Con más sis: «Mira que estoy a la puerta y llamo; si
fuerza que la primera caída, Cristo alguno oye mi voz y me abre la puerta, en-
parece animarnos a levantarnos otra traré en su casa y cenaré con él y él con-
vez en nuestro camino de la cruz. migo» (Ap 3,20-21).
A lo largo de la historia muchas perso-
nas han ido descubriendo que la caí- Oración. Cristo Jesús, enséñanos a re-
da, por dolorosa que sea, no significa conocer el tiempo de tu llegada y de
el final del camino. Se han encontrado tu paso por el mundo. A ti, que siem-
con Cristo, se han sentido acogidos por pre vienes a nosotros, nuestra ala-
Él y le han escuchado decir: «Te basta banza.
mi gracia: la fuerza se realiza en la debili-
dad» (2 Cor 12,9). Y se han levantado y
han transmitido al mundo la palabra NOVENA ESTACIÓN: JESÚS
de la esperanza que brota de la cruz. CAE POR TERCERA VEZ

Oración. Señor Jesús, concédenos el Lectura de Flp 2,6-8


don de la esperanza para poder llevar En la tercera caída aparece todavía
la cruz de cada día y para poder le- más claro el despojo, el abajamiento
vantarnos de nuestras caídas. A ti, total del Hijo de Dios, y la humillación
Jesús, fuerza en nuestra debilidad, bajo el peso la cruz. A sus discípulos
nuestro amor por siempre. Jesús les había dicho que había venido
no para ser servido, sino para servir
(cf. Mt 20,28). Y, en el Cenáculo, incli-
OCTAVA ESTACIÓN: JESÚS nándose y lavándoles los pies, les ha-
CONSUELA A LAS MUJERES bía mostrado este camino de abaja-
DE JERUSALÉN miento.
Este condenado, en tierra, bajo el peso
Lectura de Lc 23,27-31 de la cruz, ya en las cercanías del lu-
«No lloréis por mí; llorad más bien por gar del suplicio, nos sigue diciendo
vosotras y por vuestros hijos». Las pa- hoy, con su vida: «Yo soy el camino, la
labras de Jesús parecen profetizar la verdad y la vida» (Jn 14,6).
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 56

56 SEMANA SANTA

Oración. Señor Jesús, concédenos luz Junto a Él son crucificados dos ladro-
para reconocer en ti al Siervo sufrien- nes. También se cumple la profecía:
te, y para que tengamos la valentía de «con los rebeldes fue contado» (Is 53,12).
seguir tu mismo camino, que, a través Cuando los soldados levanten la cruz
de la cruz y el despojo, lleva a la vida. también se cumplirá esta palabra:
«Cuando sea levantado de la tierra, atrae-
ré a todos hacia mí» (Jn 12,32).
DÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS ¿Qué es lo que «atrae» de este conde-
ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS nado agonizando en la cruz? ¿Cómo
explicar que, generación tras genera-
Lectura de Jn 19,23-24 ción, esta visión haya atraído a una
Jesús es despojado de sus vestiduras. multitud incontable de personas, que
Los soldados muestran a Jesús desnu- han hecho de la cruz el distintivo de
do, a la vista de la gente de Jerusalén su fe? ¿Cómo es posible que a lo largo
y de toda la humanidad. Al ver así a de la historia, hombres y mujeres, ha-
Jesús, desnudo, somos llamados a mi- yan vivido y hayan dado la vida mi-
rarnos dentro de nosotros mismos sin rando a este hombre crucificado?
velos, sin trampas; somos llamados a Cristo atrae desde la cruz con la fuer-
mostrarnos ante Dios y ante nuestros za del amor. El Amor que ha llegado
hermanos tal como somos. Somos in- hasta del don total de sí mismo; el
vitados a despojarnos de la preten- Amor infinito, ilimitado, que ha col-
sión de aparecer mejores de lo que mado toda ausencia de amor y ha he-
somos, y a tratar, en cambio, de ser cho que el hombre se sienta acogido
sinceros y transparentes. El compor- incondicionalmente en los brazos del
tamiento que más indignaba a Jesús Padre misericordioso.
era la hipocresía. ¡Cuántas veces dijo
a sus discípulos: no hagáis «como los Oración. Cristo Jesús, que atraídos por
hipócritas»! (Mt 6,2.5.16). tu entrega, sepamos vivir y morir con-
tigo, que vives y reinas con el Padre y
Oración. Señor Jesús, desnudo en la el Espíritu Santo, ahora y por los siglos
cruz, ayúdanos a vivir en la desnudez de los siglos.
de la verdad.

DECIMOSEGUNDA ESTACIÓN:
DECIMOPRIMERA ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
Lectura de Lc 23,34
Lectura de Lc 23,33-34 Jesucristo sabe que el hombre, más
Comienza la ejecución. Se cumplen que de cualquier otra cosa, tiene ne-
las palabras del profeta: «Han taladra- cesidad de amor. El mensaje de sus
do mis manos y mis pies, puedo contar labios es una palabra de esperanza:
todos mis huesos» (Sal 21[22],17-18). «Padre, perdónalos».
Viernes Santo 20/1/11 16:54 Página 57

Viernes Santo. Vía Crucis 57

Y cuando llega la hora de nona, Jesús DECIMOCUARTA ESTACIÓN:


grita: «¡Todo está cumplido!» (Jn 19,30). EL CUERPO DE JESÚS ES PUESTO
La misión para la que vino a la tierra EN EL SEPULCRO
ha llegado a su final. Lo demás perte-
nece al Padre: «Padre, a tus manos en- Lectura de Mt 27,59-61
comiendo mi espíritu» (Lc 23,46). Dicho El cuerpo sin vida de Cristo fue colo-
esto, expiró. cado en el sepulcro, a los pies del Gól-
gota. Es ahora cuando la Iglesia inicia
Oración. Señor, llénanos a tu Iglesia de la vigilia del Sábado Santo. Es cuando
tu Espíritu de amor, para que nunca María medita la pasión de su Hijo en
nos sea indiferente la vida de nadie. A lo profundo de su corazón, cuando las
ti, Jesús, muerto en cruz, nuestra ala- mujeres se citan para la mañana del
banza por los siglos de los siglos. día siguiente del sábado, para ir a un-
gir con aromas el cuerpo de Cristo;
cuando los discípulos se reúnen, ocul-
DECIMOTERCERA ESTACIÓN: tos en el Cenáculo, hasta que no haya
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ pasado el sábado.
Y ENTREGADO A SU MADRE Esta vigilia acabará con la resurrec-
ción. El sepulcro, cual testigo mudo de
Lectura de Mt 27,57-58 la resurrección, hablará y dirá que la
Han devuelto a las manos de la Madre última palabra no pertenece a la false-
el cuerpo sin vida del Hijo. Los evan- dad, al odio y al atropello; dirá que la
gelios no hablan de lo que ella experi- última palabra será pronunciada por
mentó en aquel instante. La devoción el Amor, un amor más fuerte que la
del pueblo cristiano ha conservado la muerte. «Si el grano de trigo no cae en tie-
imagen de la «Piedad» como mani- rra y muere, queda él solo; pero si muere,
festación de su dolor. En ella descu- da mucho fruto» (Jn 12,24). El sepulcro
brimos el amor que no huye ante el vacío es señal de la victoria definitiva
sufrimiento, sino que se abandona de la verdad sobre la mentira, del bien
confiadamente a la ternura de Dios, sobre el mal, de la misericordia sobre
para el cual nada es imposible (cf. el pecado, de la vida sobre la muerte.
Lc 1,37).
Oración. Señor Jesucristo, que por el Pa-
Oración. Señor, regálanos la gracia de dre fuiste llevado desde las tinieblas de
la fe, de la esperanza y de la caridad, la muerte a la luz de una nueva vida en
para que sepamos permanecer junto la gloria, concédenos el don de la fe
a la cruz, la tuya y la de nuestros para reconocerte vivo en medio de no-
hermanos que sufren. A ti, Jesús, sotros. A ti, Jesús, presencia escondida y
nuestra alabanza por los siglos de los victoriosa en la historia del mundo, ala-
siglos. banza y gloria por los siglos. Amén.
Viernes Santo 20/1/11 13:12 Página 58
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 59

SÁBADO
SANTO:
VIGILIA PASCUAL
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 60

¡NO ESTÁ AQUÍ!


Aquí está, aquí yace, aquí reposa... son las expresiones más frecuentes
en las lápidas de los sepulcros de nuestros cementerios (Situación).
¡Aquí no está!, ¡ha resucitado! Tal es el anuncio de los ángeles al pie del
sepulcro vacío de Cristo (Palabra de Dios).
Esa es la gran noticia, la Buena Noticia para toda la humanidad. No hay
noticia mejor, ni más deseada (Homilía).

Aquí reposa don Fulano


tra condición, para no ser víctimas del

N
uestro desconocimiento de la
muerte es grande. Sabemos miedo, porque tampoco podemos vi-
muy poco, porque no quere- vir muertos de miedo. La aceptación
mos reconocer que somos mortales, de la muerte es la primera condición
aunque lo digamos con la boca pe- necesaria para aceptarnos a nosotros,
queña. No nos gusta hablar de la como somos, sin engaños, ni menti-
muerte, incluso nos parece cosa de ras, ni vanas pretensiones. Tenemos
mal gusto y siempre inoportuna. que afrontar nuestra condición y en-
Tampoco parecemos estar muy inte- contrar alguna razón parar vivir como
resados en la cuestión. Raramente se seres mortales e inteligentes.
habla de ella en los medios, a no ser Podemos dar por supuesto que todo
en los comunicados indispensables, acaba con la muerte, lo cual es una
pero siempre de pasada, como de manera de creer lo que no sabemos
puntillas, sin filosofar, dando la es- en absoluto, o podemos creer que la
tricta noticia, excepto alguna conce- muerte no es la última palabra. Hay,
sión a las circunstancias más intere- no obstante, una diferencia notable.
santes para satisfacer la curiosidad y Los que creen que la muerte es la úl-
la morbosidad. Tal vez por eso, al de- tima palabra, también creen que la
jar a nuestros seres queridos en los muerte es una solución para determi-
cementerios, colocamos una inscrip- nados problemas. Así piensan todos
ción que nos permita saber dónde si- los homicidas, los suicidas y todos los
guen: aquí está don Fulano, aquí yace partidarios de la pena de muerte y de
don Mengano, aquí reposan los res- la eutanasia activa y discrecional. Pe-
tos... ¿de verdad están ahí? ro también podemos suponer –creer–
No podemos vivir como si no tuviéra- en la vida eterna. Los que creen en la
mos que morir nunca. Sabemos que resurrección, no creen que matar
somos criaturas mortales. Pero tam- arregle nada, sobre todo para el que
poco podemos vivir sin clarificarnos se arroga un derecho a matar, que no
respecto de la muerte y asumir nues- tiene, ni se le puede consentir.
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 61

Sábado Santo: Vigilia Pascual 61

Vigilia pascual
PRIMERA PARTE: LUCERNARIO
Monición. Comenzamos nuestra cele- BENDICIÓN DEL FUEGO
bración de la Vigilia Pascual, que se
Oración. Oh Dios, que por medio de
desarrolla en cuatro partes. La prime-
tu Hijo has dado a tus fieles el fuego
ra es la bendición del fuego, la segun-
de tu luz: santifica este fuego, y
da es la liturgia de la Palabra, la ter-
enciende en nosotros, durante estas
cera es la liturgia bautismal y, por
fiestas pascuales, un deseo tan gran-
último, la celebración de la eucaristía.
de del cielo que podamos llegar con
Comenzamos con la bendición del
corazón limpio a las fiestas de la
fuego. De él prenderá la luz del Cirio,
eterna luz. Por Jesucristo, nuestro
que es Cristo, que entrando procesio-
Señor. Amén.
nalmente irá prendiendo fuego en
cada uno de nuestras velitas hasta PROCESIÓN CON EL CIRIO
inundar de luz todo el recinto. Será el ENCENDIDO
momento de proclamar solemnemen-
te la Resurrección del Señor. PREGÓN PASCUAL

Ya pueden llenarse de alegría los cielos, y de gozo la tierra.


Que la Iglesia recobre el ánimo y desborde de entusiasmo,
que exulten de gozo los creyentes
y el mundo entero recobre el aliento y la esperanza.
¡Cristo ha resucitado!
Se acabaron la muerte y el pecado y el dolor y el sufrimiento;
esta es la gran noche de nuestra liberación.
Esta es la noche que disipa las tinieblas de la muerte y la duda
y amanece radiante la luz de un nuevo amanecer.
Esta es la noche de gracia y de luz,
noche de paz y de amor, noche de Dios.
La noche que precede al nuevo día, el día del Señor.
Este es el día en que actuó el Señor,
en que acabó con el pecado y la muerte y el miedo,
y nos hizo renacer para la vida, la felicidad y el amor.
Que cunda el gozo y la alegría. ¡Aleluya!
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 62

62 SEMANA SANTA

SEGUNDA PARTE: LITURGIA DE LA PALABRA


INTRODUCCIÓN A LAS LECTURAS
Esta noche es especial para disfrutar escuchando la Palabra de Dios, que ha ido
jalonando la historia de nuestra salvación. Escuchemos con devoción cuatro
momentos importantes de esa historia maravillosa que culmina con el triunfo
de Jesús, prenda y anticipo del nuestro.

Lectura del libro del GÉNESIS 1,1.26-31a

Al principio creó Dios el cielo y la tierra.


Y dijo Dios:
–Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los
peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de
la tierra.
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre
y mujer los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo:
–Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces
del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra.
Y dijo Dios:
–Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz
de la tierra; y todos los árboles frutales que engendran semilla os servi-
rán de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cie-
lo, a todos los reptiles de la tierra, a todo ser que respira, la hierba verde
les servirá de alimento.
Y así fue.
Y vio Dios todo lo que había hecho; y era muy bueno.
Palabra de Dios

Aclamación. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Lectura del libro del GÉNESIS 22,1-2.9a.10-13.15-18

En aquellos días, Dios puso a prueba a Abrahán, llamándole:


–¡Abrahán!
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 63

Sábado Santo: Vigilia Pascual 63

Él respondió:
–Aquí me tienes.
Dios le dijo:
–Toma a tu hijo único, al que quieres, a Isaac, y vete al país de Moría y
ofrécemelo allí en sacrificio en uno de los montes que yo te indicaré.
Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí
el altar y tomó el cuchillo para degollar a su hijo; pero el ángel del Señor
le gritó desde el cielo:
–¡Abrahán, Abrahán!
Él contestó:
–Aquí me tienes.
El ángel le ordenó:
–No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que
temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo.
Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en
la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de
su hijo.
El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo:
–Juro por mí mismo –oráculo del Señor–: Por haber hecho esto, por no
haberte reservado tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descen-
dientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus des-
cendientes conquistarán las puertas de las ciudades enemigas. Todos los
pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has
obedecido.
Palabra de Dios

Aclamación. Protégeme, Dios mío, me refugio en ti.

Lectura del libro del ÉXODO 14,15–15,1

En aquellos días, dijo el Señor a Moisés:


–¿Por qué sigues clamando a mí? Di a los israelitas que se pongan en
marcha. Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo,
para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto. Que yo voy
a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me cu-
briré de gloria a costa del Faraón y de todo su ejército, de sus carros y
de los guerreros. Sabrán los egipcios que yo soy el Señor, cuando me
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 64

64 SEMANA SANTA

haya cubierto de gloria a costa del Faraón, de sus carros y de los gue-
rreros.
Se puso en marcha el ángel del Señor, que iba al frente del ejército
de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delan-
te se desplazó de allí y se colocó detrás, poniéndose entre el campa-
mento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era te-
nebrosa, y transcurrió toda la noche sin que los ejércitos pudieran
trabar contacto. Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor hizo
soplar durante toda la noche un fuerte viento del este, que secó el mar,
y se dividieron las aguas. Los israelitas entraron en medio del mar a pie
enjuto, mientras que las aguas formaban muralla a derecha e izquier-
da. Los egipcios se lanzaron en su persecución, entrando tras ellos, en
medio del mar, todos los caballos del Faraón y los carros con sus gue-
rreros.
Mientras velaban al amanecer, miró el Señor al campamento egipcio,
desde la columna de fuego y nube, y sembró el pánico en el campa-
mento egipcio. Trabó las ruedas de sus carros y las hizo avanzar pesa-
damente.
Y dijo Egipto:
–Huyamos de Israel, porque el Señor lucha en su favor contra Egipto.
Dijo el Señor a Moisés:
–Extiende tu mano sobre el mar, y vuelvan las aguas sobre los egipcios,
sus carros y sus jinetes.
Y extendió Moisés su mano sobre el mar; y al amanecer volvía el mar
a su curso de siempre. Los egipcios, huyendo, iban a su encuentro, y el
Señor derribó a los egipcios en medio del mar.
Y volvieron las aguas y cubrieron los carros, los jinetes y todo el ejér-
cito del Faraón, que lo había seguido por el mar. Ni uno solo se salvó.
Pero los hijos de Israel caminaban por lo seco en medio del mar; las
aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda.
Aquel día salvó el Señor a Israel de las manos de Egipto. Israel vio a
los egipcios muertos, en la orilla del mar. Israel vio la mano grande del
Señor obrando contra los egipcios, y el pueblo temió al Señor, y creyó en
el Señor y en Moisés, su siervo.
Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este canto al Señor.
Palabra de Dios

Aclamación. Hoy, Señor, te damos gracias por la vida, la tierra y el sol. Hoy, Señor, que-
remos cantar las grandezas de tu amor.
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 65

Sábado Santo: Vigilia Pascual 65

Lectura del libro del profeta EZEQUIEL 36,16-28

Me vino esta palabra del Señor:


«Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios».
Palabra de Dios

Aclamación. Danos un corazón grande para amar; danos un corazón fuerte para luchar.

ORACIÓN COLECTA
Oh Dios, que iluminas esta noche santa con la gloria de la resurrección de tu
Hijo, aviva en tu Iglesia el espíritu filial, para que, renovados en cuerpo y
alma, nos entreguemos plenamente a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los ROMANOS 6,3-11

Hermanos:
Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo fuimos incorpora-
dos a su muerte.
Por el bautismo fuimos sepultados con Él en la muerte, para que, así
como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre,
así también nosotros andemos en una vida nueva.
Porque, si nuestra existencia está unida a Él en una muerte como la
suya, lo estará también en una resurrección como la suya.
Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada con
Cristo, quedando destruida nuestra personalidad de pecadores, y noso-
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 66

66 SEMANA SANTA

tros libres de la esclavitud al pecado; porque el que muere ha quedado


absuelto del pecado.
Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos
con Él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos,
ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre Él. Porque su mo-
rir fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir
para Dios.
Lo mismo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para Dios
en Cristo Jesús.
Palabra de Dios

Aleluya. Este es el día en que actuó el Señor; sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gra-
cias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡Aleluya, aleluya!

Lectura del santo evangelio según san Mateo 28,1-10

En la madrugada del sábado, al alborear el primer día de la semana,


fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto tem-
bló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajando del cielo y
acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relám-
pago y su vestido blanco como la nieve; los centinelas temblaron de mie-
do y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres:
–Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está
aquí: HA RESUCITADO, como había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía e
id aprisa a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos y va
por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis». Mirad, os lo he anunciado.
Ellas se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de
alegría corrieron a anunciarlo a los discípulos.
De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo:
–Alegraos.
Ellas se acercaron, se postraron ante Él y le abrazaron los pies.
Jesús les dijo:
–No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Gali-
lea; allí me verán.
Palabra del Señor
NOTAS:
+ Israel ha compuesto el relato de la creación después de casi seiscientos años de relación de alianza con Yahvé, su
Dios. Certeza de fe que ha dejado reflejada en que todo y todos procedemos de la mano creadora de Dios (que,
curiosamente, habla en plural).
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 67

Sábado Santo: Vigilia Pascual 67

+ La segunda lectura refleja otro momento del proceso de fe de Abrahán: Dios le ha concedido una de las dos pro-
mesas: el hijo. Para que su fe no se fundamente en el don (el hijo) Dios le pide sacrificarlo (Quien lo ha dado pue-
de reclamarlo, no se nos olvide). De esa forma, la fe de Abrahán no se fundamentará en el don de Dios, sino en Dios
mismo.
+ La tercera lectura (que no debe de faltar en las adaptaciones pastorales) recoge el acontecimiento fundante del pue-
blo de Israel: la liberación de la esclavitud de Egipto. Acontecimiento que fundamenta su ser como pueblo (en Egip-
to no eran pueblo, solo tribus) y, por ello, su identidad. Pero también su identidad como pueblo surge de la mano de
un Dios liberador.
Las cuatro lecturas restantes nos introducen en la dinámica profética.
+ La lectura primera del 2º Isaías refleja la elección de Israel por parte de Dios y su amor de alianza conyugal. Amor de
pertenencia al que solamente se llega después de haber integrado la libertad (3ª lectura) en el amor. No hay que
temer el compromiso del amor por miedo a perder libertad.
+ La lectura segunda del 2º Isaías recoge la decisión de Yahvé de hacer alianza perpetua, fundada en la fecundidad de
la Palabra de Dios.
+ Con el trasfondo del exilio, situación en la que Israel vive su particular «viernes santo», Ezequiel ayuda a Israel a que
reconozca su pecado de idolatría: profanar el nombre de Yahvé con su comportamiento y sus acciones son la expre-
sión de haber querido manipular a Dios según sus antojos, lo cual ha provocado injusticias, violencia, enemistades y,
por ello, la invasión de Nabucodonosor. La nueva Alianza ya no se fundamentará en compromisos externos, sino en
un espíritu nuevo (el Espíritu de Dios) que, transformando el corazón, no generará más violencia ni injusticia. Camino
lento, pero más eficaz.
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 68

68 SEMANA SANTA

Homilía
No está aquí Alegraos
El sepulcro vacío no es ninguna prue- Las primeras palabras de Jesús son una
ba de la resurrección de Jesús, pero es invitación a la alegría. Y sin caber en sí
una buena señal. La sorpresa de las de gozo, lo reconocen y caen a sus pies
dos mujeres al encontrar el sepulcro vencidas por la emoción. Difícilmente
vacío crece al escuchar las palabras se pueden encontrar palabras para
del ángel, que les invita a superar describir esos sentimientos. Difícil-
cualquier miedo o temor. Y se convier- mente se pueden encontrar explicacio-
te en asombro ante la afirmación de nes a la fe en la resurrección de los
que el muerto no está en el sepulcro, muertos, difícilmente podemos expli-
porque no está muerto, sino que vive, carnos nuestra propia resurrección o la
ha resucitado. Ellas no lo esperaban, de nuestros seres queridos. Por eso nos
porque aunque así lo reconoció María resulta tan difícil creerlo, tomarlo en
Magdalena cuando Jesús resucitó a su serio, que se note en la vida. Tenemos
hermano, seguía sin creerlo. Como motivos más que sobrados para saltar
nos pasa a nosotros, que repetimos de gozo y bendecir y dar gracias a Dios.
una y otra vez el credo, pero seguimos
sin creer de verdad en la resurrección. ¡Id a comunicarlo!
¿Por eso seguimos acudiendo a los ce-
Pero sobre todo tenemos motivos para
menterios a ver a nuestros seres que-
hacernos lenguas del Resucitado y com-
ridos, que reposan allí?
partir nuestra fe y nuestra esperanza en
la resurrección. Es algo tan extraordina-
¡Ha resucitado! rio, tan impresionante, que no podemos
Las palabras del ángel no dejan lugar callarnos. Tenemos que hablar, tene-
a dudas. Y las dudas se van disipando mos que contarlo, tenemos que partici-
a medida que el ángel las va haciendo parlo a todos los que queremos. Incluso
entrar en razón, invitándoles a depo- a nuestros enemigos. El mundo tiene
ner el miedo, infundiéndoles ánimo, que saber que la muerte ha sido venci-
convenciéndolas para que comprue- da y que la vida es nuestro presente y
ben el sepulcro vacío, y animándolas nuestro futuro. Eso es lo que les dice Je-
a compartir su gozosa experiencia sús, lo que nos dice también a nosotros.
con los demás del grupo que están en Primero les manda que se lo comuni-
las mismas circunstancias, sin acabar quen a sus discípulos, una vez estos
de creer, llenos de miedo y de tristeza. convencidos, les ordena solemnemente
Y entonces, cuando creen y se dan que vayan al mundo entero que corra la
prisa para llevar al mundo la Buena voz, que cunda la buena noticia y la ale-
Noticia, se produce el milagro y des- gría y la esperanza y la ilusión y que vi-
cubren a Jesús, a su lado, vivo. van ya felices desde ahora.
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 69

Sábado Santo: Vigilia Pascual 69

Celebración
TERCERA PARTE:
MONICIONES
LITURGIA BAUTISMAL
MONICIÓN ñor, que ha dado su vida por nosotros
El bautismo es la actualización perso- y por nuestra salvación, recordando el
nal en cada uno de los bautizados de día de nuestro bautismo, que nos in-
la muerte y resurrección del Señor. trodujo en el misterio de la muerte y
Por eso en esta noche santa se solía resurrección del Señor, repitamos con
bautizar solemnemente a los catecú- firmeza los compromisos y promesas
menos que se habían preparado a ello de nuestro bautismo.
durante toda la Cuaresma. El cele-
ORACIÓN DE LOS FIELES
brante bendice el agua y luego nos in-
La resurrección del Señor es el fundamento
vita a todos los presentes a renovar
de nuestra fe y de nuestra esperanza, por
las promesas de nuestro bautismo.
eso, movidos por el amor de Dios y de los her-
BENDICIÓN DEL AGUA manos, dirijamos nuestra oración al Padre:
Oh Dios, que realizas en tus sacramentos • Por el pueblo santo de Dios, para
obras admirables, y te has querido servir que todos los bautizados perseveren
del agua para significar la gracia del en sus promesas y compromiso bau-
Bautismo. Oh Dios, cuyo Hijo, al ser bau- tismal. Roguemos al Señor.
tizado en el agua del Jordán, fue ungido • Por todos los pueblos de la tierra,
por el Espíritu Santo; colgado en la cruz para que estrechen lazos de coopera-
vertió de su costado agua y sangre; y ción, solidaridad y fraternidad. Rogue-
después de su resurrección mandó a sus mos al Señor.
apóstoles: «Id y haced discípulos de todos • Por todos los que no reconocen a
los pueblos, bautizándolos en el nombre Dios presente entre los hombres, para
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». que no cierren su corazón a la espe-
Mira ahora a tu Iglesia en oración y abre ranza. Roguemos al Señor.
para ella la fuente del Bautismo. Te pedi- • Por todos nosotros, que celebramos
mos, Señor, que el poder del Espíritu San- el triunfo del Señor, para que nos ha-
to, por tu Hijo, descienda sobre el agua de gamos lenguas divulgando la Buena
esta fuente, para que los sepultados con Noticia de la resurrección del Señor.
Cristo en su muerte por el Bautismo, re- Roguemos al Señor.
suciten con Él a la vida eterna. Por Jesu- Escucha, Padre, la oración de tus hijos que,
cristo, nuestro Señor. Amén. llenos de gozo por el triunfo de Cristo, de-
sean compartirlo con todos los hombres y
PROMESAS BAUTISMALES mujeres de todos los pueblos de la tierra. Y
En esta noche santa, en que celebra- ven en ayuda de nuestra debilidad para
mos la gloriosa resurrección del Se- tan gran y hermosa tarea.
Sábado Santo 20/1/11 13:38 Página 70

70 SEMANA SANTA

CUARTA PARTE: LITURGIA EUCARÍSTICA


Monición. Por fin comenzamos la cele- mos siempre unidos en tu amor los
bración de la Eucaristía que, como reco- que hemos participado en un mismo
noceremos solemnemente, es siempre sacramento pascual. Por Jesucristo,
la memoria y actualización gozosa de la nuestro Señor.
muerte y resurrección del Señor. Prosi-
gamos con verdadera devoción, prepa- Despedida. Con la bendición de Dios,
rándonos para comulgar con Cristo, que acabamos de recibir, y gozosos por
con su victoria sobre la muerte y el mal. el triunfo de Jesucristo, vamos presu-
rosos a compartir con el mundo ente-
SOBRE LAS OFRENDAS ro la Buena Noticia de la resurrección.
Escucha, Señor, la oración de tu pue- Es hermosa la tarea de predicar a los
blo y acepta sus ofrendas, para que cuatro vientos que la muerte no tiene
la nueva vida que nace de estos sa- la última palabra. Solo Dios tiene la úl-
cramentos pascuales sea, por tu gra- tima palabra y es de amor. Nos quiere,
cia, prenda de vida eterna. Por Jesu- eso es todo.
cristo, nuestro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Derrama, Señor, sobre nosotros, tu BENDICIÓN SOLEMNE
espíritu de caridad, para que viva- DE LA VIGILIA PASCUAL
Domingo Resurrección 20/1/11 13:42 Página 71

PASCUA
DE
RESURRECCIÓN
Domingo Resurrección 20/1/11 13:42 Página 72

JESÚS, EL CRISTO, LUZ PARA EL MUNDO


Luz y tinieblas conviven (Situación).
Descubrir a Jesús es cambiar de vida (Palabra de Dios).
Sabemos dónde está (Homilía).

Amanece
No siempre llega y, en ocasiones, no sabe-

L
a noche se había cernido sobre todos
ellos. La oscuridad lo invadía todo. La mos descubrirla. Aquella mañana fue dis-
tiniebla había vencido a la luz. Aque- tinta, todo quedó renovado, transforma-
llo no tenía sentido. ¿Por qué? Todas las do. Algunos descubrieron la luz en una
esperanzas, todos los proyectos y todos los ausencia: la muerte ya no estaba. Sus sig-
sueños habían quedado hechos añicos. nos permanecían pero no sus efectos. No
Había triunfado la injusticia. Solo podían hizo falta nada más. Corrió la voz, se pro-
llorar. No merecía la pena seguir adelante. pagó la noticia, se multiplicó la luz. Todo
El transitado camino de la cruz parecía se iluminó de nuevo. Amaneció y todo fue
haber llegado a su fin. distinto. Aunque no todos lo supieron ver.
Hoy siguen existiendo demasiadas Es la Pascua. Es la vida. Es el triunfo de
historias de muerte, cruz y dolor. Se- Dios.
guramente tuvieron sueños lumino- Hoy anhelamos la luz. Necesitamos
sos pero les abrazó la noche en algu- la luz. Muchas personas esperan que
na de sus manifestaciones. Hombres amanezca. Otros han perdido ya la
y mujeres que llevan la cruz del de- esperanza y viven en permanente os-
sempleo o la enfermedad. Niños sin curidad. La Pascua nos recuerda que
un entorno afectivo. Familias invadi- Dios es capaz de renovar y dar vida
das por la violencia. Pueblos enteros en todas las situaciones. A nosotros
inmersos en la noche del hambre o la nos queda saber reconocer su presen-
violencia. Regiones devastadas por el cia y comunicarla a todos. Nosotros,
afán de enriquecimiento de unos po- con los primeros discípulos, somos
cos. Naciones sumidas en la miseria mensajeros del nuevo día y de la cla-
por un sistema socioeconómico que ridad que viene de Dios. Trabajadores
privilegia a quienes más tienen. Es de la Pascua que iluminan la oscuri-
imposible relatar tanta oscuridad. dad. Hoy también puede amanecer.
Cuando parecía todo perdido, llegó el Entre todos multiplicaremos esa luz.
amanecer y surgió una nueva claridad. Es la Pascua. Es la vida.
Domingo Resurrección 20/1/11 13:42 Página 73

Pascua de Resurrección 73

Lecturas
Lectura del libro de los HECHOS DE LOS APÓSTOLES 10,34a.37-43

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:


–Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba
el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Naza-
ret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el
bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él.
Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo
mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos
lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que Él había designado:
a nosotros, que hemos comido y bebido con Él después de su resurrección.
Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios
lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es
unánime: que los que creen en Él reciben, por su nombre, el perdón de los
pecados.
Palabra de Dios
NOTAS: Este discurso de Pedro tiene como marco el encuentro del apóstol con Cornelio en casa de este. Llama la aten-
ción que este discurso no va al fondo de la cuestión ni se corresponde exactamente con la visión que ha tenido en Jafa.
El hecho de que Dios no hace acepción de personas no lo fundamenta aquí en el hecho de ser persona, sino en ser
justo y respetuoso hacia la religión judía.
Propio de Lucas es poner de manifiesto en este tipo de discursos las diversas situaciones por las que pasa un persona-
je. En este caso tiene mucho interés en poner de manifiesto una catequesis destinada a hacer proselitismo entre los pa-
ganos. Pedro, primer testigo, resume lo que ocurrió en Galilea y Jerusalén y, además, anuncia su sentido salvador: que
Jesús, el Crucificado, ha resucitado y ha sido constituido para siempre en Señor.

Salmo responsorial 117,1-2.16ab-17.22-23

Este es el día en que actuó el Señor:


sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa.
Domingo Resurrección 20/1/11 13:42 Página 74

74 SEMANA SANTA

No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los COLOSENSES 3,1-4

Hermanos:
Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba,
donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de
arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en
Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros
apareceréis, juntamente con Él, en gloria.
Palabra de Dios
NOTAS: Este capítulo 3 constituye la parte moral de la Carta. Y, en concreto, estos versículos sacan las consecuencias
del Acontecimiento que es Jesucristo Resucitado. Pies en la tierra, corazón en el cielo con el de Jesucristo.

SECUENCIA Ofrezcan los cristianos


ofrendas de alabanza
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
a gloria de la Víctima ¡Resucitó de veras
propicia de la Pascua. mi amor y mi esperanza!
Cordero sin pecado Venid a Galilea,
que a las ovejas salva, allí el Señor aguarda;
a Dios y a los culpables allí veréis los suyos
unió con nueva alianza. la gloria de la Pascua».
Lucharon vida y muerte Primicia de los muertos,
en singular batalla, sabemos por tu gracia
y, muerto el que es la Vida, que estás resucitado;
triunfante se levanta. la muerte en ti no manda.
«¿Qué has visto de camino, Rey vencedor, apiádate
María, en la mañana?». de la miseria humana
«A mi Señor glorioso, y da a tus fieles parte
la tumba abandonada, en tu victoria santa.
Domingo Resurrección 20/1/11 13:42 Página 75

Pascua de Resurrección 75

Lectura del santo evangelio según san JUAN 20,1-9

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al ama-


necer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a
quien tanto quería Jesús, y les dijo:
–Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han
puesto.
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían
juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó
primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no
entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las
vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no
por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero
al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de
resucitar de entre los muertos.
Palabra del Señor
NOTAS: Texto elaborado y muy retocado en época más tardía que otros textos del cuarto evangelio. Retocado por un
glosador perteneciente a las Comunidades Cristianas engendradas por el «discípulo amado». Este glosador introduce una
especie de competitividad entre el discípulo amado y Pedro, representante de la «gran Iglesia» a la que se incorporaron
las Comunidades del discípulo amado algo más tarde.
Algunos autores reflejan en esta competitividad la dialéctica entre la Comunidad Cristiana (significada por el discípulo
amado) y la autoridad apostólica de Pedro. El amor siempre corre más deprisa que la autoridad, pero el creyente que
se encuentra con su Amor resucitado sabe esperar a la autoridad apostólica que recoge los datos del acontecimiento
para que la experiencia creyente del discípulo amado no se quede en una mera experiencia subjetiva. Por ello, el cre-
yente auténtico no puede creer «por libre», ya que la fe se sustenta en la fe apostólica y de ella vivimos, gracias a Dios.
Domingo Resurrección 20/1/11 13:42 Página 76

76 SEMANA SANTA

Homilía
¿Dónde está el Señor? que les llevará a anunciar la Buena
El grito de María Magdalena en el Noticia de Jesucristo hasta los confi-
amanecer del primer día de la sema- nes de la tierra. Quien ha descubierto
na alerta al resto de los discípulos. El a Jesucristo no permanece igual.
cuerpo de Jesús ha desaparecido. La Quien se ha encontrado con el Resu-
tumba que alberga los restos del Na- citado queda renovado. Su vida, sus
zareno se convierte en el lugar de la aspiraciones y sus sentimientos cam-
ausencia. El maestro no está allí. Tras bian. La vida adquiere un nuevo des-
la noche oscura del calvario comienza tino.
a clarear un amanecer que anuncia
algo nuevo. Así lo van a intuir Pedro y En la iglesia está la fe
Juan cuando entran al sepulcro, ven La experiencia de encuentro con el
y creen. Es ahora cuando comienzan a Resucitado convoca una comunidad
comprender. renovada. Los miedos desaparecen, y
surge la Iglesia que se configura en
En la tumba está la muerte torno a Cristo resucitado, a su Palabra
En la tumba solo hay unas vendas y el y a su Misión. Es la comunidad de los
sudario. Son el recuerdo de la muerte creyentes que se reúnen para celebrar
de Jesús. Allí también queda la cruz, el la acción de gracias. Es la casa común
calvario y la tortura. La tumba es sig- de quienes han escuchado la Buena
no de injusticia y de tinieblas. Es signo Noticia. Es el hogar de quienes han
del fracaso, aparente, de Jesús y de los experimentado el encuentro con Dios.
fracasos que hoy padece la humani- Es el refugio de aquellos que, día a día,
dad. En el sepulcro de Jesús reconoce- siembran esperanza en el mundo.
mos a las víctimas de nuestro mundo.
Sin embargo, el sepulcro queda vacío, En el prójimo siempre está Él
allí solo permanecen enterradas la Hay un lugar privilegiado donde siem-
muerte, la tiranía y la oscuridad. Los pre vamos a encontrar a Jesús: el pró-
sepulcros se derrumban ante la vida jimo y el necesitado. Ellos llevan las
que procede de Dios. huellas de la cruz y el sinsabor de la
injusticia. En ellos reconocemos la pa-
En el camino está la vida sión de Jesús y los signos de su resu-
Los discípulos de Jesús no pueden rrección. La Pascua es celebrar la vic-
perder el tiempo. La carrera hasta el toria definitiva de la Vida. La Pascua
sepulcro es la preparación para lo que es también sembrar vida y esperanza
van a descubrir. A partir de ese mo- en las víctimas de nuestro mundo. En-
mento comenzará un nuevo camino tonces nuestra alegría de pascua, será
en el que no conocerán fronteras y completa.
Domingo Resurrección 20/1/11 13:42 Página 77

Pascua de Resurrección 77

Celebración
MONICIONES
Ambientación inicial. En la Pascua ce- Juan y María Magdalena descubren el
lebramos la victoria de Dios. La muer- sepulcro vacío. Empiezan a compren-
te no tiene la última palabra. Dios si- der lo que Jesús había anunciado: su
gue presente, actúa y da vida a su resurrección. En ese momento co-
Hijo. La injusticia no podía triunfar. En mienza una transformación personal
medio de las oscuridades del mundo y comunitaria que les llevará a un
ha resplandecido la luz de la esperan- nuevo estilo de vida y a ser testigos de
za, de la justicia y del amor. Dios mis- Jesucristo hasta los confines del orbe.
mo ha resucitado a su Hijo, Jesucristo.
Él es nuestra Pascua. Despedida. ¡Cristo ha resucitado! Es la
gran noticia que todos han de cono-
Acto penitencial. Se puede sustituir por cer. Nuestras obras, nuestras palabras
las Renuncias al mal, la Profesión de fe y y nuestros proyectos tienen que refle-
la Aspersión al pueblo. jar la mejor de las noticias: que Dios
está vivo y que nosotros somos testi-
Ambientación de la Palabra. El primer gos de su amor. ¡Feliz Pascua de Resu-
día de la semana, al amanecer, Pedro, rrección!

ORACIONES
COLECTA ORACIÓN DE LOS FIELES
Señor Dios, que en este día nos has Pascua es sinónimo de la vida que viene de
abierto las puertas de la vida por me- Dios. Él nos escucha y nos bendice. Él co-
dio de tu Hijo, vencedor de la muer- noce nuestras necesidades. Le presenta-
te, concede a los que celebramos la mos nuestra oración. Responderemos di-
solemnidad de la resurrección de Je- ciendo: Haznos testigos de la Resurrección:
sucristo, ser renovados por tu Espíri- • Padre bueno, te presentamos a to-
tu, para resucitar en el reino de la luz dos los que sufren la cruz del hambre.
y de la vida. Por nuestro Señor Jesu- Ellos necesitan gestos de solidaridad.
cristo. Oremos.
Domingo Resurrección 20/1/11 13:42 Página 78

78 SEMANA SANTA

• Padre de la paz, te presentamos a Padre bueno, te presentamos nuestra vida,


quienes padecen la violencia. Ellos bendícenos con tu amor. Por Jesucristo,
necesitan gestos de perdón. Oremos. nuestro Señor.
• Padre de misericordia, te presenta-
SOBRE LAS OFRENDAS
mos a quienes han perdido el empleo
Rebosantes de gozo pascual, celebra-
o no tienen recursos económicos.
mos, Señor, estos sacramentos en los
Ellos necesitan nuestro respaldo. Ore-
que tan maravillosamente ha renaci-
mos.
do y se alimenta tu Iglesia. Por Jesu-
• Padre santo, te presentamos a todos
cristo, nuestro Señor.
los que han perdido la ilusión por vi-
vir. Ellos necesitan nuestra cercanía. DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Oremos. Protege, Señor, a tu Iglesia con amor
• Padre de amor, te presentamos a paternal, para que, renovada por los
quienes van a recibir los sacramentos sacramentos pascuales, llegue a la
de la iniciación cristiana. Ellos necesi- gloria de la resurrección. Por Jesu-
tan nuestro ejemplo. Oremos. cristo, nuestro Señor.

ORACIÓN CRISTO, ALEGRÍA DEL MUNDO


Cristo, alegría del mundo,
resplandor de la gloria del Padre.
¡Bendita la mañana
que anuncia tu esplendor al universo!
En el día primero,
tu resurrección alegraba
el corazón del Padre.
En el día primero,
vio que todas las cosas eran buenas
porque participaban de tu gloria.
La mañana celebra
tu resurrección y se alegra
con claridad de Pascua.
Se levanta la tierra
como un joven discípulo en tu busca,
sabiendo que el sepulcro está vacío.
En la clara mañana,
tu sagrada luz se difunde
como una gracia nueva.
Que nosotros vivamos
como hijos de luz y no pequemos
contra la claridad de tu presencia.
Contracubierta 20/1/11 13:49 Página 1
Contracubierta 20/1/11 13:49 Página 2

Índice
Presentación ........................................................ 5

Domingo de Ramos ............................................ 7

Celebración Comunitaria del Perdón ............... 23

Jueves Santo ........................................................ 27


Eucaristía ................................................... 28
Hora Santa ................................................ 36

Viernes Santo ...................................................... 39


Celebración de la Pasión del Señor ........ 40
Vía Crucis, camino de la vida .................. 53

Sábado Santo - Vigilia Pascual .......................... 59

Pascua de Resurrección ..................................... 71

El Equipo Eucaristía de Editorial Verbo Divino


ofrece un vídeo para cada domingo y festividad
del año. Todos los vídeos de Eucaristía se pueden
ver en la sección «Recursos» de nuestra web.

verbo divino
www.verbodivino.es

You might also like