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Capitalismo: Una empresa de ladrones

comunes disfrazada de "civilización"

Decodificando el sistema

Por Manuel Freytas

IAR Noticias

El robo capitalista, no es otra cosa que una vulgaridad


criminal convertida en una abstracción. Es una simple
operación matemática (robar al prójimo con la política y la
guerra) que terminó convertida en una civilización: El sistema
capitalista nivelado como "mundo único" a escala planetaria.

Resumido, el capitalismo no es nada más que una empresa de


ladrones comunes, que niveló a escala planetaria un "sistema"
(económico, político y social) para legalizar y legitimar con leyes e
instituciones un robo masivo y planetario de trabajo social y de
recursos naturales, disfrazado de "economía mundial".

Si yo quiero entender lo que está pasando con la economía del


sistema capitalista ¿A quién voy a leer?

¿A un analista ideologizado de izquierda, que cada dos palabras


dice "muera la derecha"?

¿A un analista de derecha que analiza la economía capitalista "sin el


sistema" capitalista?

El cóctel seguramente terminará en una confusión: Voy a terminar


creyendo que la economía en una ciencia de "derecha", sin nada
que ver con la pobreza ni con el resto de los procesos de
dominación del hombre por el hombre que se suceden en el mundo.

Hay una tercera alternativa:

Leer a los voceros de los dueños del circo capitalista. Los que
cuentan la realidad del robo a través de sus propias contradicciones
y lucha por los mercados y el poder.

En economía, el corazón estratégico del sistema capitalista, no


existen ni la verdad ni la mentira (son sólo moralismos antitéticos
para controlar cerebros), sino que existen situaciones objetivas e
intereses comerciales que determinan el qué y el para qué de los
procesos económicos.

Y hay que tener en cuenta un principio probado por la historia: La


guerras militares no se hacen para matar (la muerte es solo un
emergente del robo) sino para dominar países, apoderarse de sus
recursos y sus mercados y robarlos con total impunidad. Toda la
historia del capitalismo (y de los sistemas imperiales que lo
precedieron) está marcada por esa dinámica (Ver: Operaciones
psicológicas: Su mente está siendo controlada por expertos ).

Como definición el capitalismo no es solamente un modelo


económico, sino un sistema de dominación mundial establecido
como civilización única.

En el actual diseño de "economía mundial trasnacionalizada" no


son (en forma práctica) los gobiernos ni los países quienes deciden
cuánto se produce y para quién se produce a escala mundial, sino
las corporaciones y los bancos trasnacionales que tienen el dominio
sobre las tres estructuras económicas básicas del sistema
capitalista: La estructura de producción, la estructura de
comercialización y la estructura financiera.

Esta dinámica funcional arroja la primera contradicción histórica del


sistema: El capitalismo solo produce para quien quien puede
pagar por los bienes y servicios producidos. La producción
(controlada por las corporaciones transnacionales) no está orientada
por la búsqueda del bien social sino por la búsqueda de la
rentabilidad empresarial capitalista.
Esta asimetría funcional (del trabajo social y la apropiación
individual) es la clave determinante de la existencia de ricos y
pobres, de incluidos y excluidos, de empleados y desocupados,
dentro de la pirámide histórico funcional del sistema capitalista
nivelado como "civilización única".

Es más, la llamada "civilización" capitalista, sus instituciones, sus


sistemas políticos y jurídicos, su cultura, sus reglas morales, sus
credos religiosos, su arte, su arquitectura, sus ciudades, sus
universidades, sus construcciones filosóficas, fueron edificadas a
partir del robo y la esclavización de seres humanos.

¿Dónde está el "curro"?

Todo en el sistema capitalista, nace y empieza por el robo. O sea,


empieza por la economía. Y luego, como decía Hauser, viene la
abstracción, política, social y cultural, para disfrazar el robo.

En la Argentina se dice popularmente ¿"Dónde está el curro" (que


significa "dónde está el negocio"), para descubrir la estafa que
subyace detrás del discurso abstracto y retorcido de la tecnocracia
económica de la City económica.

Fuera del barniz "academicista" que se estudia en las universidades


de economía (que forman a los teorizadores del robo), los procesos
económicos están motorizados por los negocios y la especulación
financiera de la más baja calaña intelectual.

Les grafico con una anécdota:

En la Argentina, el general Juan Domingo Perón, uno de los más


brillantes cerebros estratégicos de América Latina, era un maestro
en convertir en simple lo complejo (lleno de academicismo y
prejuicio "culturoso").

Después de tener entrevistas con tecnócratas de la economía,


decía: "Ya hablaron los técnicos. Ahora tráiganlo a Miranda".
Miranda, era su asesor principal, un genio autodidacta de la
economía práctica. La única universidad que había cursado era su
experiencia como comprador y vendedor de chatarra.
Miranda se encargaba de traducir, en números prácticos, la
farragosa abstracción discursiva de los "macro" economistas, donde
lo único que es real son los números, la diferencia matemática del
robo capitalista, traducido en rentabilidad comercial del sistema
empresarial y financiero que controla todo el sistema económico
productivo.

La impunidad

Si el capitalista dijera la verdad abierta (su único mensaje efectivo y


real que es el robo), las masas lo colgarían a los cinco segundos.

Así como al usurero lo protegen las leyes y la policía, la existencia


impune del sistema capitalista solo se justifica por la existencia de
los Estados imperialistas (con EEUU a la cabeza) con sus aparatos
militares y sus arsenales nucleares rodeando como un anillo de
muerte a países y recursos estratégicos.

Si las mayorías tomaran conciencia del macro-robo capitalista no


habría refugio en todo el mundo para proteger a los empresarios y
banqueros de la ira popular.

Por eso el capitalismo inventó y le dio identidad y escalas de


"prestigio" a la cultura, a las universidades, y más recientemente a
los medios de comunicación. Son los grandes ocultadores y
legitimadores del robo capitalista ejecutado a escala masiva y
con total impunidad.

Las fuentes

En este escenario, marcado por la abstracción del robo en niveles


culturales y políticos, y para entender cómo funciona la economía
capitalista no hay que ir a los medios alternativos sino a los
representantes periodísticos más influyentes del sistema que
controla la economía mundial desde Wall Street y las metrópolis
financieras europeas.

Quien se interese en la investigación de sistemas y procesos


económicos productivos (tanto de las potencias centrales como de
los países periféricos) podrá comprobar que tanto los recursos
naturales como los sistemas de producción y de comercialización a
escala global están hegemonizados por no más de 200 bancos y
corporaciones empresarias transnacionales cuyas casas
centrales se encuentran en EEUU o Europa.

Estos gigantes "diversificados" e interactivos (ligados a través de


infinitos vasos comunicantes) de la producción, el comercio y las
finanzas mundiales, están liderados por los 30 primeros consorcios
trasnacionales que cotizan en el índice Dow Jones de Wall Street, el
centro financiero del capitalismo a nivel mundial.

Dentro de esta lógica económica funcional del capitalismo, los


Estados capitalistas (tanto del mundo imperial como del mundo
dependiente) solo cumplen una función reguladora y ordenadora
(elaboración de leyes, cobros de impuestos, gobernabilidad política
y jurídica, etc) sobre la actividad económica desarrollada por las
corporaciones privadas que hegemonizan las decisiones y el control
sobre los recursos naturales, la producción y la comercialización de
los bienes y servicios que consume la genéricamente llamada
"humanidad".

Si yo quiero entender economía capitalista tengo que leer


(razonadamente y separando los números reales del palabrerío) a
los representantes periodísticos de los ladrones. Es decir a los
analistas y medios económicos más "prestigiosos y creíbles" del
sistema.

Por ejemplo: En The Wall Street Journal y The Financial Times


están sintetizados las visiones macroeconómicas y financieras de
las metrópolis imperiales dominantes: Wal Street, la eurozona y las
metrópolis asiáticas.

Es más, en las páginas del financiero estadounidense y del


británico, se puede hacer un seguimiento (identificando los grupos)
de la guerra económica de EEUU y Europa por el control de los
mercados y del sistema financiero.

El decodificador

En el sistema capitalista está todo a la vista. Los directorios los


activos empresariales, las facturaciones, las ganancias y las
fortunas personales están por Internet. Se pueden rastrear los
procesos, verificar (en cifras numéricas) como bancos y empresas
trasnacionales controlan el comercio interno, el comercio exterior y
el sistema financiero de los países (tanto centrales como
periféricos).

Con sólo leer y comparar los números, las "inversiones" y el saldo


rentable, se puede verificar y hacer un seguimiento de la
depredación económica (la transferencia de riqueza y de recursos)
que realizan los conglomerados capitalistas multinacionales que
controlan gobiernos y países.

Todos esos procesos (pasibles de ser estudiados y comprendidos


lógicamente), permanecen ocultos y sin comprensión masiva por
dos razones principales: Los analistas de derecha los deforman o
los disfrazan, y los analistas de izquierda (salvo excepciones) no se
dedican a los números sino a la ideología.

Y como el mundo capitalista se divide (antitéticamente) entre


"izquierda" y "derecha", las mayorías quedan sin ninguna posibilidad
de conocer como funciona el "gran robo" mundial del capitalismo
legalizado y legitimado por las propias instituciones (culturales,
políticas y mediáticas) que creó para ese fin.

Como dice un experto: El capitalismo es un libro abierto, sólo que


hay que tener un decodificador y la voluntad para entender los
procesos.

El nuevo sistema de dominio

Para cumplir con sus objetivos de dominación imperial (orientada a


la depredación económica y a la conquista de mercados) el sistema
capitalista utilizó históricamente (y sigue utilizando) dos técnicas
básicas combinadas: El pensamiento individualista (como matriz
de conducta social orientada a imponer la conciencia atomizada
imperial por sobre la conciencia nacional de los países y sociedades
conquistadas) y la desaparición de la frontera entre el dominador
y el dominado (orientada a imponer al dominado el pensamiento y
la ideología del dominador).

Mediante la publicidad comercial (la ideología del consumo) y la


sociedad de consumo (la conducta consumista), el sistema
capitalista niveló (en una fase de su desarrollo histórico) una
"conciencia universal" basada y adaptada a los esquemas
funcionales del mercado y a la búsqueda de rentabilidad comercial
capitalista.

Los teóricos de la izquierda solo han llegado a la raíz "economicista"


y "militarista" del sistema capitalista sin ahondar en el rol funcional
que cumplen los medios de comunicación y la sociedad de consumo
en el esquema del dominio sin el uso de las armas.

Hoy el sistema capitalista, masivamente y a nivel planetario, ya no


domina con ejércitos militares sino con ejércitos mediáticos y
técnicas de manipulación cerebral orientadas al direccionamiento de
conducta masiva con fines de control político y social.

Destruido el Estado nacional (la barrera de contención territorial del


capitalismo trasnacional) y sustituida la "conciencia social" por la
"conciencia individual", se rompe toda escala de pertenencia de los
individuos a una particular línea histórica de sociedad, familia,
lengua, cultura, tradiciones y creencias (propias de un país y de sus
fronteras geográficas) para convertirlos en terminales funcionales de
una "conciencia universal" consumista del sistema capitalista
nivelado a escala planetaria como "civilización única".

De manera tal que, durante la vigencia del capitalismo


"transnacional", el esquema referencial de "socialización" de los
individuos ya no se parametran en los "valores locales" sociales,
históricos y culturales de cada país, sino en los "valores
universales" expresados por formas del consumo de pensamiento
social, modas, etc, enmarcados en la conciencia individualista.

Esta nivelación de conducta y pensamiento social individualista (que


se puede confirmar en lo que reflejan a nivel planetario las grandes
cadenas informativas y la propia Internet) permite alienar y "des-
socializar" al individuo de su entorno natural y social (extrañamiento)
y convertirlo en una pieza funcional destinada a consumir los
diferentes productos y programas que el sistema capitalista utiliza
para generar rentabilidad y dominar a escala planetaria.
El objetivo final es convertir y nivelar planetariamente al ser en una
célula funcional del macro robo capitalista de la sociedad de
consumo masificada también como "ideología única".

Comprar barato y vender caro

La economía del capitalismo empieza con dos frases: Compro


barato y vendo caro.

Compro mano de obra barata (la explotación del hombre por el


hombre), compro barato y controlo toda la producción (medios
económicos), controlo todo el mercado (la comercialización),
controlo todo el sistema financiero (la moneda), compro acciones
baratas y las vendo caras (la especulación financiera) controlo todo
el comercio exterior (el mercado internacional) evado o pago
impuestos irrisorios (control de gobiernos), y luego vendo la
producción al precio más caro (la hegemonía monopólica de la
economía).

La diferencia matemática resultante de esta ecuación, es la


ganancia capitalista (generadora de concentración de riqueza en
pocas manos), producida por un sistema que no está orientado a
satisfacer la demanda social colectiva sino a satisfacer la
rentabilidad privada de los macrobancos y megaempresas que
controlan todo el proceso económico.

El primer axioma funcional de un capitalista sionista (los padres del


sionismo de Wall Street) es vender caro y comprar barato, lo que da
como resumen la ganancia capitalista.

Eso exactamente es lo que hicieron los bancos y grupos financieros


sionistas que controlan la Reserva Federal y las tasas de interés,
con la "burbuja hipotecaria", primero, y con la "crisis
hipotecaria" después.

Primero vendieron caro:

--- Mientras la Reserva Federal mantenía la tasa de interés baja las


empresas y bancos cosecharon multimillonarias ganancias con el
"boom inmobiliario" en EEUU.
--- Luego (en un frente de "multi-negocio financiero" a escala global)
los mega-bancos y fondos de inversión de Wall Street y Europa
colocaron esos bonos a valores altísimos en los mercados
mundiales, generando una burbuja ganancial especulativa de
billones de dólares.

Luego compraron barato:

Con los fondos financieros estatales de los "rescates" a grandes


empresas y bancos, los mismos que produjeron la crisis con la
"burbuja" compraron a precio irrisorio acciones y activos
empresariales vendidos en masa por los perdedores de la crisis
financiera desatada en los mercados globales.

O sea que, por la misma mecánica de comprar barato vender caro,


las acciones así como los activos de las empresas fueron a parar a
los bolsillos de los mismos grupos súper-concentrados que
detonaron la "burbuja" y luego detonaron la "crisis", para apoderarse
de activos y acciones empresariales a precio devaluado.

http://www.iarnoticias.com/2011/seccion
es/contrainformacion/0038_capitalismo_
empr_criminal_27mayo2011.html

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