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M. Antonio Manterola B.
amanterola@koncept.cl
Koncept Ltda.
¿Qué hacer en este turbulento escenario para lograr diseños exitosos de productos?
En primer lugar, parece fundamental recordar que el producto es un satisfactor de necesidades, las que a su
vez se relacionan con los valores de los clientes (Fig. 1). Sobre esa base es posible identificar
funcionalidades y asignar propiedades y parámetros específicos (propios y relativos a la competencia), para
luego desembocar en una implementación física concreta.
Una forma alternativa de visualizar el producto, y por ende su diseño, es considerarlo como una forma
química-biofísica y volumétrica que, sumada a un modo de uso, genera una funcionalidad, que es la que en
definitiva satisface las necesidades objetivo (Fig. 2).
Una manera compacta de mostrar este concepto se muestra en la Fig. 3, en la que se ha utilizado un modelo
IDEF03. La actividad central es la utilización del producto, las entrada son las necesidades del cliente y la
salida, la satisfacción del cliente. El producto pasa a ser aquí un mecanismo de soporte para realizar la
actividad, la que es controlada por las instrucciones de operación y de uso.
1
Diario La Aurora de Chile, 15.Oct.1812, pág. 2.
2
“Time-to-market”
3
FIPS Publication 183, National Institute of Standards and Technology (NIST), Dic.1993
Planificación del producto
Valores
Necesidades Funcionalidad Propiedades Forma
• Salud
• Recreación • Navegación • Envergadura
• Belleza
• Ejercicio • Competencia • Peso
• Status
• Aventura • Recreación • Velocidad
• Prosperidad
• Placer • Crucero • Estabilidad
• Estadía • Maniobrabilidad
• Precio
Diseño del producto
Modo y
Condiciones de
uso
Diseño del producto
instrucciones
de uso
Utilizar
necesidades el satisfacción
del cliente Producto del cliente
producto
4
Modificado de Anton Montagne Consultants, The Netherlands
Tomemos, por ejemplo, el diseño de una nueva tetera eléctrica. Si comenzamos el proceso pensando en
desarrollar un recipiente de agua con una resistencia eléctrica que se conectará a la red, probablemente no
logremos dar con un enfoque innovador y creativo.
Por el contrario, si nos liberamos de la formas y nos concentramos en la función, podríamos desarrollar un
esquema funcional como el que se muestra en la Fig. 4, con total independencia de los mecanismos u
objetos que utilizaremos en su construcción. Se aprecia aquí que es conveniente incorporar al modelo tanto
las salidas deseadas como las no deseadas (energía perdida, hojas de té usadas), ya que un buen manejo o
incluso un reaprovechamiento de los desechos pueden significar ventajas decisivas para la competitividad
del producto.
agua té
energía hojas
Hacer té
hojas de té energía
energía
perdida
agua fría
Calentar
energía Agua
energía
agua perdida
caliente Unir agua + hojas
agua + té
hojas de té
Hacer
Infusión
energía
té
Separar las
té + hojas hojas hojas
usadas
Una secuencia típica del proceso de diseño se muestra en la Fig.5, en la que también se ha utilizado la
herramienta IDEF0 para modelarlo. Como se aprecia, el proceso no es lineal y tiene múltiples bucles de
realimentación e iteraciones, requiriendo además diversas herramientas especializadas a lo largo del ciclo
de desarrollo.
5
Modificado de Anton Montagne Consultants, The Netherlands
¿Para qué hacer todo esto?
Si queremos agregar real valor a los productos que desarrollamos, es necesario profesionalizar nuestras
herramientas de diseño como única alternativa para competir en un mundo cada vez más globalizado,
interconectado y multi-funcional.!