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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA


DIVISIÓN DEL SISTEMA UNIVERSIDAD ABIERTA Y
A DISTANCIA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

Materia: 303- El Campo Aplicado a las Neurociencias del


Comportamiento -9351.

Tutor: Gabriela Leticia Sánchez Martínez

Alumno: Jorge Gilberto Bonavidez Palacios

Tema: La atención y la memoria.

Fecha: 23 de agosto de 2010.


La atención y la memoria son funciones de naturaleza cognitiva que se procesan y se
asientan en el Sistema Nervioso Central. Por tanto se constituyen como funciones
cerebrales superiores que nos permiten como entidad humana funcionar en nuestra
vida cotidiana y en nuestra vida de relación. Dichas funciones cognitivas acorde a sus
características determinan y condicionan una estructura personal “normal o
patológica” en el ser humano y en su entorno y funcionamiento y forma de relación
con este último. Como seres humanos se considera que somos lo que recordamos y
dichos recuerdos y las acciones ejecutadas en torno a ellos se encuentran
resguardados en nuestro banco de memoria, mediando entonces en nuestra conducta
del aquí y ahora y la futura.

Por tanto dichas funciones y el estudio de sus mecanismos y fundamentos son


relevantes para la psicología y las neurociencias. Es por ello que la neuropsicología
se interesa actualmente por dilucidar los mecanismos que involucran la atención y la
memoria, así como las estructuras cerebrales donde se realizan estos procesos y su
complejidad cognitiva. Por ello esta ciencia se ha auxiliado de forma relevante de la
teoría de la información que es el tabique fundamental de psicología cognitiva.

La psicología cognitiva se ha trasformado entonces en una herramienta importante y


relevante en el estudio de los procesos mentales que nos permiten reconocer,
nombrar o visualizar en nuestra mente objetos, personas, o bien realizar acciones
como hablar, escribir, leer, planificar, o bien el tomar decisiones y recordar sucesos.
De donde se deriva que actualmente exista una interacción e interrelación entre la
psicología cognitiva y la neuropsicología, surgiendo de dicha interacción la
Neuropsicología Cognitiva, ciencia cuyo objetivo fundamental lo es el dilucidar los
mecanismos de las funciones cognitivas como lo son: el pensamiento, el lenguaje, el
reconocimiento y otros. Los cuales como actividad humana organizada y compleja se
caracterizan por tener un cierto grado de directividad y selectividad, a lo que se ha
denominado atención, proceso sobre el cual se construye nuestro banco de
información, en el cual se incluyen nuestra percepción, memoria y aprendizaje. Por lo
que la atención es el factor responsable que nos permite extraer los elementos
esenciales tanto para la actividad mental, como para su organización.

La atención entonces se asocia con diversos circuitos anatomofuncionales corticales


y subcorticales y comprende desde el estado de alerta de la conciencia, pasando por
la atención enfocada, sostenida, selectiva y llegando hasta la capacidad de controlar
el procesamiento de la información en el cerebro.

Es por ello que la ciencia cognitiva nos propone que existe un sistema de maquinaria
mental generadora de patrones determinados de ejecución, que el individuo emplea
cuando realiza actividades de naturaleza cognitiva. De donde podemos inferir que
entre los aspectos más relevantes de las neurociencias se tiene el estudio de los
procesos neurales que fundamentan los procesos de cognición. Y así, por ello la
neuropsicología cognitiva tiene como objetivo el dilucidar y comprender los
mecanismos y funciones de las diversas estructuras corticales y subcorticales de las
redes neuronales involucradas en la percepción, la memoria, el lenguaje, la función
visuoespacial, atención y función ejecutiva y la toma de decisiones entre otras.

Veamos entonces que se entiende por atención: este es un mecanismo de selección


de señales. Lo cual nos permite entonces limitar la cantidad de información que
podemos procesar en un intervalo de tiempo. Por tanto implica que para funcionar
apropiadamente, nuestro sistema sensorial y SNC debe contar con los mecanismos
para filtrar y seleccionar, y con ello generar el tipo de respuestas que somos capaces
de dar. A dicho proceso selectivo precedido por un esfuerzo neurocognitivo que
acontece en respuesta a la capacidad de procesamiento de la entidad humana se le
denomina atención. La complejidad de dicho proceso ha conducido a considerarlo un
sistema neurofisiológico, razón por la cual se le denomina “sistema atencional”.

Estas funciones atencionales dan coherencia y orientan nuestras conductas hacia un


fin en particular, de esta forma se constituyen en el fundamento de nuestra cognición.
Lo que implica la selectividad, la intensidad y la duración de nuestras respuestas y
ajustes en nuestras redes neuronales correspondientes y son la consecuencia directa
de las necesidades del momento del individuo que lo realiza.

La intencionalidad de los estudios actuales relacionados con el concepto de las


funciones atencionales, lo es el dilucidar y comprender los mecanismos que se
establecen entre el fenómeno atencional y el cerebro. Dichos estudios han
encontrado que en la formación reticular, existe una estructura localizada en el tronco
del encéfalo, de cuyos grupos neuronales depende el nivel de alerta y activación
“aurosal”. Con lo cual se dio un paso para comprender el nivel de organización
vertical de las estructuras cerebrales involucradas en la actividad psíquica y cuya
base se localiza en la corteza cerebral.

Así pues se fundamento que la atención cuenta con varias manifestaciones básicas y
que el aurosal, se corresponde con el estado de vigilia o alerta, estado que se
contrapone al sueño y al estado de coma. Visto así la atención es un mecanismo de
alerta general que se vincula con el sistema nervioso autónomo en lo referente al
ritmo cardiaco, la respuesta eléctrica de la piel, la dilatación pupilar y otros aspectos.
La conciencia entonces enmarca el total de las funciones cognitivas, afectivas, senso-
perceptibles y otras, lo que conlleva al conocimiento del sí mismo y el reconocimiento
de nuestra interioridad y nuestro medio circundante.

El aurosal se encuentra relacionado con las funciones del sistema reticular


ascendente y con sus proyecciones, las cuales se activan en respuesta a los
estímulos procedentes de las terminaciones sensoriales y por las influencias
corticales. Esta formación reticular se extiende desde el bulbo raquídeo y cerebro
medio, a diferentes áreas del diencéfalo. Y a su vez recibe entradas sensoriales que
la mantienen activa y activan la corteza, generando así un estado de vigilia. Dicho
nivel de alerta se relaciona tanto con la formación reticular como con las influencias
reguladoras talámicas, límbicas, frontales y de los ganglios basales. Lo que a su vez
se encuentra regulado por diferentes neurotransmisores y factores humorales. Así
pues las neuronas colinérgicas, histaminérgicas y el sistema noradrenérgico y
sustancias de naturaleza hormonal, actúan estimulando la conciencia, en respuesta a
estímulos psicológicos, manteniendo así un estado de alerta apropiado y consecuente
para realizar una vida normal.

La atención entonces puede verse como un proceso conformado por diferentes


componentes, entre estos tenemos: Volumen, se corresponde con el número de
señales que la conciencia puede mantener en estado de lucidez; estabilidad, estado
por el cual los procesos pueden conservar su carácter dominante; oscilaciones,
comprende el aspecto cíclico del proceso y la connotación de dominante y perdido.

La atención involuntaria o reflejo de orientación se produce como resultado de la


impronta que ejerce un estimulo biológicamente significativo y que puede iniciarse en
los primeros meses del desarrollo del niño, lo que genera movimientos y acciones
direccionales y selectivos, aunque elementales. Debido a su selectividad y
direccionalidad se diferencian de la atención aurosal o de vigilia.

Atención voluntaria, esta requiere del reconocimiento de un estimulo selectivo y de la


inhibición de las respuestas irrelevantes, ello involucra el córtez límbico y la región
frontal que se encuentra conectada a los tractos descendentes de la formación
reticular, este sistema es quien predominantemente regula y controla nuestro
lenguaje.

Michael I. Posner (1994), define la atención como la capacidad de controlar los


procesos de información en el cerebro y nos indica que se encuentra conformada por
los siguientes componentes:

a.- La selectividad que se constituye en el mecanismo de filtrado de los estímulos que


llegan al SNC y que permite solo atender los más importantes. Regulada por el
hemisferio izquierdo, esencialmente parietal y con contribuciones temporales y
límbico-estriadas.

b.- La vigilancia, lo cual nos permite mantener la atención sobre un estimulo a largo
tiempo, lo que involucra el lóbulo parietal derecho y sus conexiones circundantes.
c.- Amplitud, se refiere a la cantidad de estímulos que se pueden procesar al mismo
tiempo y ello es dependiente del hemisferio izquierdo, en el lóbulo parietal si el
estímulo es auditivo-verbal.

d.- Alerta, capacidad para analizar y dejar de atender un estímulo cuando se produce
otro más relevante. Lo que involucra los siguientes sistemas anatomocognitivos que
orientan y movilizan la atención: la desconexión, función del lóbulo temporal; la
reubicación, desempeñada por el mesencéfalo; y la conexión realizada por el tálamo.

Es por ello que se ha considerado que la atención se relaciona con la selección de los
mecanismos que regulan la acción del sujeto y que ello es la resultante de las
interconexiones que se establecen entre las diversas redes neuronales responsables
de dicho control cognitivo. Actualmente al respecto se han definido tres redes
neuronales relacionadas con la función de alerta, orientación y atención ejecutiva. En
el caso de la alerta se considera que las señales se deben esencialmente a la
actividad de la adrenalina.

Mientras que la orientación está determinada por el alineamiento de la atención y por


las señales sensoriales que esto implica. Así pues se relaciona con la orientación
visual cuyos mecanismos están asociados a la influencia del lóbulo parietal superior y
la unión témporo-parietal. Y el proceso ejecutivo de la atención que se relaciona con
el monitoreo y la resolución de conflictos entro los pensamientos, los sentimientos y
las respuestas asociados a ellos, se cree que estas asociados al sistema cingulado
anterior y la corteza lateral prefrontal.

Lo cual finalmente parece indicar una fuerte interrelación entre los procesos de
atención y auto-regulación emocional, tanto a nivel de redes neuronales como
conceptualmente, resultando ser su vinculo anatomofuncional el giro cingulado
anterior.

Otros estudios como los realizados por Allan F. Mirsky y sus colaboradores (1991),
mencionan como componentes de la atención a los siguientes: la focalización, que
nos permite seleccionar un blanco de información y realizar su procesamiento,
regulado por el lóbulo parietal inferior, el temporal superior y las regiones estriadas.
La capacidad sostenida, para mantener el estado de alerta en el tiempo, y su
posterior deterioro, regulado por el tectum y la región mesopontina de la formación
reticular, así como por estructuras del tronco encefálico asociadas al arousal. El
cambio, habilidad adaptativa para cambiar nuestro foco de atención, de un aspecto a
otro del estímulo, regulado por la corteza prefrontal y media y por el giro cingulado
anterior. Y la codificación, que nos permite manejar la información numérica y que
involucra al hipocampo y la amígdala.

Estévez y colaboradores, nos indican que el sistema atencional posterior relacionado


con la atención perceptiva del entorno, nos permite la orientación hacia los estímulos
y su localización ejecutando una selección y priorización al respecto. Para dicho
sistema se han definido las siguientes funciones:

1.- El “span” relacionado con el número de estímulos que el sujeto es capaz de repetir
inmediatamente.
2.- La atención del desplazamiento, capacidad que nos permite priorizar la
información en uno u otro hemicampo visual y nuestra atención sobre los objetos de
nuestro interés.

3.- La atención selectiva espacial, que nos permite localizar los estímulos.

4.- La atención serial, que nos permite ejecutar la búsqueda o cancelación del
estímulo repetido entre otros que funcionan como distractores.

Otra forma de atención es la denominada “atención selectiva focal”, proceso que


acorde con la psicología cognitiva se constituye en la condición necesaria para la
ejecución de actividades complejas, al cual Posner llama sistema atencional anterior.
Dicho sistema se visualiza como un mecanismo de codificación y selección de
señales de capacidad limitada pero relevante en la experiencia perceptual y en las
conductas que esto genera. Por tanto esto nos permite elegir entre los diversos
estímulos sensoriales que recibimos, cual o cuales procesaremos, de tal forma que
focalizamos nuestra atención discriminando más rápida y óptimamente los que no nos
interesan, registrando así los de nuestro interés en nuestra conciencia y memoria y
desatendiendo a los otros.

Es por intermediación de este último tipo de atención que los seres humanos
regulamos y controlamos nuestras acciones, dentro de esta se distinguen los
siguientes tipos: la atención dividida que nos permite realizar de forma simultánea dos
o más actividades; la atención de preparación, operación cognitiva que nos permite
dirimir las respuestas apropiadas para una tarea determinada; la atención sostenida
la cual nos permite concentrarnos durante un periodo prolongado de tiempo,
manteniendo nuestro estado de alerta a pesar de la frustración o el aburrimiento; la
inhibición de las respuestas naturales o automáticas; y la atención selectiva. La
disfuncionalidad en la atención selectiva focal, da lugar a trastornos de la atención.

Como podemos ver las funciones atencionales se encuentran asociadas a diversas


regiones cerebrales, las cuales comprenden diferentes estructuras que se constituyen
en redes o sistemas funcionales. Así podemos ver que el sistema atencional posterior
fundamenta su sustrato neuronal en el córtex parietal posterior, el colículo superior y
el núcleo pulvinar del tálamo.

Mientras que el sistema atencional anterior se relaciona con las zonas anteriores y
adyacentes del giro cingulado situado en el lóbulo frontal. Por otra pare en el presente
los estudios realizados han esclarecido que el cerebelo además de controlar el
movimiento, se involucra también en procesos cognitivos y emocionales. Pues
cuando dicho órgano esta sufre de algún daño o trastorno, se ven afectadas la
atención, la memoria, el lenguaje, las habilidades visoespaciales, las funciones
ejecutivas y se observan cambios en la personalidad. Por lo cual se ha concluido que
el cerebelo regula e influye en zonas de la corteza frontal y del sistema límbico.

Pasemos ahora definir lo que es la memoria: en el ser humano la memoria resguarda


la historia de sus experiencias personales, las cuales se constituyen en su banco de
información y le permiten crecer y cambiar a través de la vida. Por tanto se puede
afirmar que la memoria junto con el aprendizaje trasciende al individuo para trasmitir
tanto su cultura como su civilización.
La memoria es entonces nuestra capacidad para registrar, almacenar y guardar la
experiencia. Se constituye entonces en el proceso a través del cual el aprendizaje
persiste y nos permite aprender de la experiencia misma sin tener que repetirla. Visto
así la memoria se refiere a la persistencia del aprendizaje que puede revelarse algún
tiempo después, cuando nos es necesario.

La memoria es entonces el proceso mental por el cual el ser humano almacena y


conserva sus experiencias de vida y las actualiza acorde con sus necesidades del
aquí y ahora. La memoria entonces nos asegura la retención de dicha información y
la atención se constituye en uno de los factores esenciales asociados a su correcto
funcionamiento, esta última comprende desde el esfuerzo realizado por el sujeto en
su fase de almacenamiento, como en su fase de recuperación de dicha información.
La memoria es pues la máxima expresión de la plasticidad del cerebro. En ella se
encuentra contenida todo tipo de aprendizajes y nuestras experiencias sociales.*or
dichas razones se levanta como un proceso fundamental para la adaptación de la
entidad humana psicosocial y pensante en relación con las otras entidades humanas
y con su medio circundante.

La memoria luego entonces se compone de diversos sistemas interconectados que


sirven para diferentes propósitos y que están organizados en formas distintas. En los
cuales se incluyen tanto aspectos psicológicos como anatomofuncionales que
implican redes neuronales, cuyas bases neurofisiológicas y neuroanatómicas
concatenan e interrelacionan diversas estructuras y complejos procesos. Así se ha
constatado por ejemplo que en la memoria a corto plazo juega un papel relevante la
zona dorsolateral frontal y que ello involucra tanto aspectos visuales como auditivos y
otros de naturaleza sensorial, referentes a la información que debe ser recordada.
Mientras que en la memoria a largo plazo son relevantes las estructuras límbico-
diencefálicas y corticales, participando también el hipocampo, el giro dentado, el
subiculum y el córtex entorrinal, junto a estructuras de la zona prefrontal y zona
corticales asociativas posteriores del neocórtex.

De esta forma se ha comprendido que la memoria es un proceso cognitivo complejo


donde existen tres parámetros básicos: el temporal relacionado con el tiempo que
persiste la información en nuestro banco de memoria; el secuencial que comprende
desde la entrada de la información, hasta la fase de recuperación de esta
información; y el dominio de la memoria, referente a como puede ser recuperada la
información.

Acorde con lo temporal, la memoria se clasifica en sensorial, memoria a corto plazo y


memoria a largo plazo.

Memoria sensorial es aquella que nos permite conservan la información generada


por las sensaciones percibidas por los sentidos por milisegundos y según su
naturaleza de origen sensorial puede ser visual o icónica, auditiva o ecoica y otras.
Este tipo de memoria involucra fundamentalmente a nuestros receptores periféricos y
puede estar contenida en los otros tipos de memoria y en los procesos atencionales.
Dicha memoria tiene una gran capacidad para captar bastantes datos a la vez pero
solo durante un tiempo muy reducido. El sistema icónico se encarga de percibir la
percepción visual, donde las imágenes se contemplan como representaciones de la
realidad y de cuyos componentes, solo los que se trasfieren a la memoria operativa
serán aquellos al que el sujeto preste su atención. Mientras que el sistema ecoico
mantendrá almacenados los estímulos auditivos hasta que el receptor reciba dicha
información para poderla procesar en la memoria operativa o memoria a corto plazo.

Memoria a corto plazo, es aquella que nos permite retener y manejar la información
por periodos de segundos y se constituye en el sistema a partir del cual el individuo
interactúa con su entorno, también se llama “memoria inmediata”. Esta memoria está
involucrada entonces con los procesos neurocognitivos asociados con la “memoria de
trabajo” o memoria funcional”. La memoria de trabajo se relaciona con el modo de
operar o trabajar de la memoria a corto plazo, lo que permite entonces manejar
temporalmente la información con la intención de comprender el lenguaje, realizar
cálculos mentales, solucionar problemas y otras actividades del aquí y ahora que
requieren nuestra pronta atención.

Memoria a largo plazo, se constituye en el banco de información de todas nuestras


experiencias y aprendizajes de vida, pues mantiene la información por minutos,
meses e incluso años y de toda nuestra historia personal. Es pues el centro donde
están contenidos nuestros recuerdos, nuestros conocimientos, nuestras imágenes y
sus simbolismos, nuestras conceptualizaciones y demás aspectos. Esta memoria ha
sido subdividida en memoria reciente o de mediano plazo y en memoria remota. La
primera se relaciona con nuestras acciones del día a día, y se le ha divido en
memoria retrospectiva y prospectiva.

La memoria retrospectiva se relaciona con las tareas cotidianas recientes y la


prospectiva con las actividades futuras. La memoria retrospectiva o explicita se
subdivide en memoria semántica o cultural y en memoria episódica o autobiográfica.
La memoria semántica incluye entonces el significado de las palabras y las relaciones
que se establecen entre estas es decir su organización conceptual, su referencia
cognitiva entre otros, conformándose así en nuestro diccionario mental. Mientras que
la memoria episódica, hace referencia a los eventos y sucesos de nuestras
experiencias del momento, referentes a su organización espacial y temporal,
autobiográficas, retención de eventos entre otros.

Se ha dilucidado que la memoria funciona de la siguiente forma: primero parte de la


fase de recepción desde la cual se registra la información y se asocia con la memoria
sensorial, luego le sigue la fase de codificación que codifica y analiza la información
adquirida, le continua la fase de modificación gradual que resguarda y consolida el
almacenamiento de la información, le continua la fase de recuperación de la
información o “retrieve” y culmina con la fase de evocación de la experiencia o
recuerdo.

Según sea la recuperación del recuerdo, conocimiento o experiencia, la memoria se


ha clasificado en memoria explicita o declarativa, o en memoria explicita. La memoria
explicita o declarativa es el tipo de memoria que se hace consciente y puede ser
expresada directamente, por local también se le ha denominado memoria intencional.

Nuestra memoria esta concatenada directamente con nuestro aprendizaje, pues como
seres humanos nos enfrentamos diariamente a estímulos y experiencias que dejan
huella en nuestra memoria y a ello se le denomina aprendizaje. Los investigadores
han postulado entonces dos procesos de aprendizaje ligados a la memoria implícita o
no declarativa, el priming y los procesos denominados hábitos y habilidades.

El priming se corresponde a la identificación y detención de la información,


empleando para ello la memoria implícita. La que también se relaciona con la
generación de las habilidades y hábitos que requieren de repetición como lo sería el
aprender a utilizar los cubiertos. Lo cual se corresponde entonces con la memoria a
largo plazo remota y retrospectiva.

Los procesos de la memoria están vinculados con estructuras corticales y


subcorticales, en particular con el hipocampo. El hipocampo estructura subcortical
bilateral se encuentra ubicado en el lóbulo temporal formando parte del sistema
límbico.

Los estudios realizados indican que el hipocampo funciona como un depósito


temporal de la memoria a largo plazo, o bien coadyuvando para facilitar el
almacenamiento de los recuerdos en otras áreas del encéfalo. Como tal el hipocampo
funciona como un centro de convergencia de los demás estructuras interrelacionadas
con la información, como lo son, los de la corteza cerebral, y los núcleos del tallo
cerebral.

La amígdala es una base neural de la memoria y al igual que el hipocampo emite


tractos o redes neurales a los núcleos diencefálicos, razón por lo cual es también
determinante en el almacenamiento y recuperación de la información. Así también los
núcleos talámicos se interconectan con las estructuras límbicas y al mismo tiempo a
través de redes neuronales se conectan con la corteza prefrontal ventromedial.
Donde también los sistemas sensoriales se asocian con la estructura límbica del
lóbulo temporal, la zona medial del diencéfalo y la corteza prefrontal ventromedial.
Como se podrá inferir entonces este gran complejo funciona como un circuito de
enlaces múltiples constantemente en interrelación. Así entonces cuando se recibe un
estimulo sensorial se activa la amígdala y el hipocampo, dando lugar entonces a que
el amplio campo de red neuronal recorra el circuito, activando así las diferentes
estructuras diencefálicas involucradas en estos mecanismos como lo son el tálamo,
hipocampo, subtálamo, el epitalamo y de la corteza cerebral y retorne al área
sensorial emitiendo una respuesta por un lado y preservando por otro la
representación neural del evento sensorial disparador de este suceso lo que en si se
puede realizar gracias al complejo de neurotransmisiones que se establecen en
dichas redes neuronales.

Los dos aspectos revisados se relacionan con el acto del aprendizaje y ello implica el
fenómeno de la plasticidad del sistema nervioso, donde el papel rector lo tienen los
neurotransmisores involucrados en las sinapsis de las redes neuronales. Así pues las
modificaciones en la trasmisión nerviosa que ocurren en la membrana de la neurona
también se verán reflejadas en modificaciones estructurales que implicaran cambios
intrínsecos en la dinámica de la membrana neuronal, así como su repercusión para
generar cambios estructurales química y genéticamente mediados que darán lugar a
nuevas proteínas responsables del incremento en el número y complejidad de las
terminaciones presinápticas y en la formación de nuevas conexiones.

Conclusiones:
Considero relevante e importante los estudios actuales que hacen referencia a la
dinámica de los procesos cognitivos involucrados en la atención, la memoria y el
aprendizaje, ya que gracias a estos se ha llegado a comprender en gran parte como
nosotros como entidad humana, holística, integrada y evolutiva hemos llegado a
transformarnos en un cerebro que se estudia y analiza así mismo, con la intención de
llegar a comprender nuestra génesis y nuestro devenir como especie pensante,
ejecutiva, innovadora y trascendente.

Vemos entonces que la atención es la resultante de los procesos organizacionales del


sistema reticular ascendente, junto a la de los hemisferios cerebrales sincronizados
por los lóbulos prefrontales. Donde el sistema reticular gracias a sus redes
neuronales ascendentes y descendentes se transforma en el complemento
neurofisiológico y cuyo funcionamiento es descrito por Pavlov y Luria como reflejo de
orientación o respuesta de orientación. Lo que es capaz de genera entonces procesos
electrofisiológicos vasculares y motores evidentes, como lo son el pestañear o mover
la cabeza.

Por otra parte considero importante connotar que gracias al tallo cerebral y el sistema
activador reticular ascendente podemos mantener nuestro estado de vigilia o alerta el
tiempo necesario, para con ello favorecer nuestro proceso atención involucrado en el
acto del aprendizaje.

Me es importante también, hacer notar que gracias a nuestra capacidad de


concentración, podemos inhibir la información irrelevante de nuestra atención,
focalizándonos o centrándonos sobre lo relevante, manteniendo así nuestra atención
el tiempo necesario para procesar y almacenar dicha información, Acorde con lo leído
para mí esto se corresponde con una habilidad u hábito conformado y procesado a
través de la practica constante y el aprendizaje de la focalización.

Puedo por otro lado afirmar entonces, que la memoria una importancia fundamental,
prioritaria y relevante para la vida evolución y desarrollo de la entidad psico-social
que es el ser humano. Y que en esta entidad se muestra la mayor complejidad.
Plasticidad y versatilidad en su sistema de redes neuronales localizadas en su SNC y
en las estructuras relacionadas con la atención y la memoria. Pues gracias a estos
procesos como logramos que nuestros aprendizajes persistan a través del tiempo y
como los hacemos asequibles cuando los requerimos.

Por otra parte también podría decir que la memoria se puede conceptuar como la
resultante del acto del aprendizaje generado de nuestras experiencias del día a día.
Siendo entonces el aprendizaje un cambio en nuestra conducta e interpretación de
nuestro entorno.

He comprendido entonces que la memoria se construye iniciando por la memoria


sensorial y su trasferencia del estímulo a nuestra memoria de corto plazo y finalmente
mediante el proceso atencional focalizado y sostenido a nuestra memoria a largo
plazo lo cual requiere que dicho conocimiento sea organizado, procesado,
almacenado y retenido.
Así pues podría conceptuar el recuerdo como el acto de la evocación de la
información contenida en nuestra memoria a largo plazo gracias al registro y almacén
de dicha experiencia y su consecuente recuperación.

Puedo entonces ahora comprender que entre los procesos necesarios para la
generación de la memoria están: el proceso atencional para el registro de la
experiencia, l selección y la priorización de los datos por almacenar y su resguardo en
nuestro banco de información o estructuras organizacionales correspondientes.

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