“En el año que murió el Rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un
trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de Él había serafines; cada uno tenía seis alas, con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y las bisagras de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: Ay de mi! Que soy muerto, porque siendo hombre inmundo de labios y habitando en medio del pueblo que tiene labios inmundos han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. Y voló hacia mi uno de los serafines teniendo en su mano un carbón encendido tomado del altar con unas tenazas: y tocando con él sobre mi boca dijo: He aquí que esto toco tus labios, y es quitada tu culpa y limpio tu pecado. Después oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.”
¿Qué es adorar? Acciones y actitudes que reverencian y honran la
dignidad del gran Dios del cielo y de la tierra. Debe nacer del corazón. Para que la presencia de Dios descienda sobre nosotros debe haber un corazón limpio, debemos primeramente arrepentirnos de todo pecado y pedirle a Dios que nos limpie ya que Él es Santo y no puede mezclarse con lo impuro.
¿Qué significa PRIVILEGIO? Privilegio es un VENTAJA que goza una
persona. Cuando un artista es invitado a cantar para la Reina de Inglaterra se debe sentir súper privilegiado, honrado por haber sido elegido entre tantos artistas. Cuánto más tenemos que sentirnos privilegiados, aventajados nosotros, que entre miles de personas fuimos elegidos por el creador del universo para que le adoremos a ÉL!!! Es más que la Reina es el Rey de Reyes, quien no puede ser sostenido por el cielo de tanta inmensidad! No sabemos en qué estado entró Isaías al templo ese día. Pudo haber estado contento, lleno de preocupaciones, pudo haber ido solo para cumplir, enojado, triste o cansado. ¿Cuántas veces hemos cruzado en estas circunstancias esas puertas? Sin embargo él comenzó a adorar a Dios, y de un momento a otro el Señor se le reveló. ¿Qué significa que Dios se revele a tu vida? No esperes que bajen ángeles y que el templo se llene de humo, Dios actúa de diferentes maneras y no necesariamente se tiene que revelar a través de una visión. Cuando Dios se revela a tu vida vas a sentir como si una venda se cayera de tus ojos, las palabras de alabanza que siempre dijiste mecánicamente vas a comenzar a entenderlas y a palparlas. Un amor indescriptible va a nacer de tu corazón que no te deja parar de adorar. No te va a importar más tu cansancio, tus problemas, Dios toma un lugar central en tu vida, ya no vas a llegar a la iglesia por un compromiso, una carga, el amor será el que te mueva. Dios deja de ser el dios de tu religión para ser el Amor de tu vida.
En el momento en que estamos adorando a Dios y alcanzamos a
sentir su presencia, un montón de beneficios comienzan a caer sobre nuestras vidas:
1. Dios nos revela su grandeza. Empezamos a entender el
significado de las palabras santo, puro, soberano, inmutable, omnipotente, omnipresente, omnisciente, amoroso, justo, fiel, etc. Cada atributo nos hace sentir seguros, protegidos, amados bajo las alas de Papá.
2. Aprendemos a oír la voz de Dios, Él nos habla específicamente a
nosotros. El Señor nos revela sus propósitos, lo que quiere de nuestras vidas. Is. 6:8 “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?...”
3. Nuestras fuerzas son renovadas, los temores y las dudas se van.
4. Nuestra vida es consolada cuando hay tristeza y el corazón de
llena de paz verdadera. Isaías ya estaba trabajando para Dios pero todavía no había descubierto que a quien había servido era mucho más sublime y poderoso de lo que él pensaba.
Dios te dice hoy que SOS EL ELEGIDO PARA ADORARLE Y PARA
RECIBIR TODAS ESTAS BENDICIONES. Antes no se podía entrar en la presencia de Dios, solo un sacerdote era elegido para ingresar al lugar santísimo y ofrecer un sacrificio animal para que los pecados del pueblo fueran perdonados. Pero ahora tenemos el privilegio de entrar libremente a su presencia, sin restricciones ni mediadores.
Muchas veces decimos “¿Para qué voy a ir a la iglesia? No siento
nada, estoy frio, muerto, ya agoté la misericordia de Dios, ya nada me puede salvar”. Esto es porque todavía Dios no se reveló a tu vida. Isaías vio la gloriosa presencia de Dios rodeada de serafines y dijo: Muerto soy! Se sentía inmerecedor de contemplar el rostro de Dios, pero el Señor lo purificó de sus pecados con brasa y lo hizo apto. Hoy no necesitamos un carbón encendido que quite nuestras culpas, ya que nuestro redentor Jesucristo expió nuestros pecados en la cruz del calvario y su sangre aún hoy tiene poder para limpiarnos si nos arrepentimos de corazón.
Ésta es tu oportunidad, vos que te sentís muerto, frio, indiferente, que
nunca sentiste la presencia de Dios. Vos que pensás que Dios no te escogió, o no te sentís apto, digno de estar en su presencia. Primeramente reconocé tu estado de pecador para que Cristo limpie tu corazón como lo hizo con Isaías. Luego comenzá a adorar a Dios, decile que lo querés conocer, que querés ver su rostro, pensá en la misericordia que tuvo con tu vida, que sería hoy de vos si Él no te hubiese rescatado, se agradecido, no es algo automático con una receta, la presencia de Dios está para todo corazón rendido, entregado a la adoración sincera. No te canses de buscarlo, vos sos privilegiado.