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Para poder responder esta pregunta es necesario en primer lugar, aclarar qué se entiende por cada
uno de los conceptos involucrados desde el punto de vista de Rawls; es claro, como el autor
resalta constantemente, que su teoría de la justicia parte de una prioridad de lo justo, relegando el
tema del bien a un segundo plano, desde luego sin pretender desligar completamente dichos
términos. Aunque los términos ³bueno´ y ³justo´ son complementarios de ³razonable´ y
³racional´(1), en Rawls cabe hacer un paralelo entre los mismos en cuanto lo ³bueno´ es una
noción individual de lo que representa un proyecto de vida satisfactorio y por lo tanto se asemeja
a lo ³racional´, mientras que lo ³justo´ necesariamente atañe una idea del otro y como tal se
asemeja a la definición de razonable, que para Rawls es la concepción primaria que guía su
teoría. Así pues, queda claro que lo bueno queda subordinado a lo justo en un sentido restrictivo,
pues una concepción de lo ³bueno´ sin importar su fuente de justificación que contradiga una
concepción de lo ³justo´ no tiene cabida en dicho sistema.

La insistencia constante del autor en que su concepción es política y no una doctrina comprensiva
es esencial justamente en éste aspecto ya que lo que se pretende es establecer las bases mínimas
para garantizar una cooperación equitativa, en una sociedad moderna que se basa en principios de
libertad y justicia para todos, sin llegar a ser un modelo ético de comportamiento que abarque
otros asuntos de la vida del ciudadano o la colectividad tales como la pregunta por la vida
buena.Una sociedad moderna democrática, está conformada por ciudadanos libres que poseen sus
dos poderesmorales, por lo tanto se da por hecho que en ella existen diferentes concepciones del
bien. Ésta pluralidad, que puede ser una fuente de conflicto es la base para la idea del consenso
traslapado, es decir, identificar los mínimos comunes presentes en las diferentes concepciones del
bien, apartir de los cuáles se pueda elaborar una lista (no exhaustiva) de bienes básicosa los
cuáles todos tienen acceso equitativo.Una concepción no comprensiva lo que pretende es dar
espacios en los cuáles puedan florecer diferentes concepciones del bien.(2).

Si la justicia como equidad no parte de una concepción del bien no se puede pretender, sin
embargo, que no tenga ninguna relación con esta, lo cual lleva a la pregunta si dicha teoría es
neutral respecto a diferentes concepciones de lo bueno.Como punto de partida está claro que la
teoría está en contra de lo injusto lo cual es en sí mismo trivial, pero cabe una segunda forma de
abordar la neutralidad. El concepto de neutralidad en Rawls debe ser entendido desde dos
aspectos, el primero como neutralidad de propósito, que es la neutralidad defendida por el autor,
en la cual el concepto de justicia no pretende de manera a priori promover ninguna concepción
del bien particular. El consenso traslapado implica aceptar las diferentes concepciones del bien
pero sin implicar, defender o valorar dicha pluralidad y en consecuencia algunas concepciones
del bien, que ya sea estén en contra de los principios de equidad o que sin estarlo pierdan el
apoyo democrático, pueden desaparecer dentro de éste sistema, con lo cual la teoría no es neutral
en cuanto a sus resultados. Otro aspecto de la neutralidad de propósito respecto al bien, es que la
noción de los bienes primarios que permiten a los ciudadanos desarrollar sus particulares
concepciones del bien no es en sí equivalente a una concepción de lo bueno, ni pretende implicar
que dicho índice de bienes se asemeje a ninguna noción de la vida buena o de los propósitos que
deben ser perseguidos, sino tan solo ser el mínimo necesario para que cualquiera en igualdad de
condiciones pueda desarrollar su proyecto de vida.

Si los resultados de la justicia como equidad no son equitativos para ciertas concepciones del
bien ¿se puede decir entonces que el sistema es injusto para esos ciudadanos? Rawls es
consciente de éste problema y por eso su noción de ciudadano no es de un portador pasivo de
deseos; la noción de lo racional y lo razonable implica que los ciudadanos gracias, a sus poderes
morales son responsables de ajustar sus expectativas y sus concepciones del bien a las
posibilidades que ofrece su sociedad y por lo tanto éstas restricciones a ciertas concepciones del
bien, más que inequidad, resaltan una concepción negativa de libertad.

Como cualquier teoría filosófica, la justicia como equidad no está exenta de críticas, tres de éstas,
sin pretender que sean exhaustivas o necesariamente las más importantes y sus contrapuntos
son(3): 1- Pareciera que en Rawls los conceptos de vida y de libertad estuvieran subordinados al
concepto de justicia. Pero Rawls lo que pretende es una concepción básica de sociedad en la cual
la vida y la libertad puedan desarrollarse dentro de la pluralidad. 2- La prioridad de lo razonable
sobre lo racional que conlleva a la prioridad de lo justo sobre lo bueno, parece imposible pues no
se podría definir lo justo sin tener primero una concepción de lo bueno. Sin embargo Rawls
acepta que cada individuo tiene su propia concepción de lo bueno y es su capacidad moral la que
le permite aceptar la idea razonable (colectiva) de lo justo. 3- Se debe buscar criterios de justicia
o justificación externos a la democracia (concepciones del bien) si no se quiere caer en una aporía
lógica, pues lo democrático no implica lo justo, ni lo justo se define por lo democrático. Frente a
éste punto vale la pena repetir que ésta no es una concepción comprensiva, sino limitada a lo
político, de la cual se desprenden concepciones políticas del bien.

Estas críticas conducen al contraste de ésta teoría frente a las concepciones políticas tradicionales
del utilitarismo y el perfeccionismo Artistotélico, pues dichas teorías políticas, parten de una
concepción de lo bueno que debe ser maximizada en el primer caso y que constituye la razón de
ser del Estado en el segundo, pero en mi opinión, es justamente acá donde la teoría de Rawls
muestra una de sus más grandes fortalezas frente a la equidad respecto a las concepciones del
bien, pues en el utilitarismo se genera inevitablemente una injusticia frente a las minorías que
quedan como residuo de la maximización del bien buscado, mientras que en la concepción
Aristotélica sólo una forma de bien es promovida como un universal, en el cual se defiende la
³libertad de los antiguos´ pero que no da suficiente cabida a la pluralidad que caracteriza a las
sociedades modernas.

Una última consideración para responder sobre la equidad frente a la concepción del bien es si
justamente Rawls sin admitirlo presupone una concepción moral(4), pues el contractualismo parte
de una moralidad del respeto mutuo sin la cual no existiría la motivación para entrar en el
ejercicio de una posición original.Las ideas de cooperación, de igualdad, de sentido de la justicia
y de responsabilidad les vienen dadas como ideas generalmente aceptadas de su sociedad a los
representantes del pueblo que participan en el contrato original, pero es concebible que existan
otras morales que por lo tanto no llegarán a iguales conclusiones, pero éstas otras concepciones
del bien no parecieran presentar las mismas ventajas en cuanto a pluralidad y la equidad que para
la sociedad moderna ofrece la visión política de Rawls, lo cual me permite concluir que
comprendiendo adecuadamente a Rawls desde sus premisas y en cuanto a sus resultados,
efectivamente su teoría es equitativa respecto a las distintas concepciones del bien.
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(1) LÓPEZ de Munain, Jacinto. Fuertes contra la violencia. Ed. Universidad de Salamanca. 1996.
Pág. 88

(2)RAWLS, John. Political liberalism.Ed. Columbia University Press. New York. 1993. Capítulo
V

(3)LÓPEZ de Munain, Jacinto. Fuertes contra la violencia. Ed. Universidad de Salamanca. 1996.
Pág. 87 - 90

(4) CEPEDA, Margarita. Rawls y Akerman: Presupuestos de la teoría de la justicia. Ed.


Universidad Nacional de Colombia, Colección de tesis laureadas Encuentros. 2004. Epílogo.

(5)REIDY,David A. Conference:Accommodating Pluralism: Liberal Neutrality and Compulsory


Education.Twentieth World Congress of Philosophy, in Boston, Massachusetts from August 10-
15, 1998.

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