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Actas del Quinto Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Burgos, 7-9 junio 2007, eds. M.

Arenillas, C. Segura, F. Bueno, S. Huerta, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, CICCP, CEHOPU, 2007.

La construcción de la iglesia de Túcume Viejo.


Algunos aspectos constructivos de la arquitectura religiosa
virreinal de la costa norte del Perú

Fernando Vela Cossío

Las ciudades históricas de la costa norte peruana se de Mórrope y de Lambayeque y, por último, el gran
disponen a lo largo de los más de seiscientos kilóme- conjunto monumental de la vieja ciudad de Saña.2
tros que separan Trujillo de Tumbes, al borde de la San Lucas de Colán parece haber sido la primera
frontera ecuatoriana. El patrimonio arquitectónico y iglesia católica construida en el Pacífico Sur. El ac-
urbano de algunas de estas viejas ciudades coloniales tual edificio tiene un gran interés, aunque se encuen-
norteñas permanece, salvo notables excepciones, en tra notablemente restaurado. Se encuentra a muy po-
un estado de olvido y abandono que convendría co- cos kilómetros del puerto de Payta y desarrolla un
rregir. Las ruinas de la antigua iglesia española de tipo del que existe una larga progenie en todo el Pa-
Túcume Viejo, a pocos kilómetros al norte de la ciu- cífico español.3 Lo que hoy vemos en Colán no es
dad de Lambayeque, constituyen un ejemplo repre- sino el resultado de las transformaciones de una igle-
sentativo de la precariedad en que se encuentra este sia del siglo XVIII, probablemente edificada sobre la
patrimonio arquitectónico y nos dejan constancia de primitiva del siglo XVI. El edificio se levanta sobre
la fuerte y vigorosa impronta hispánica de la cons- una singular plataforma que nos remite, por su mor-
trucción religiosa en época virreinal. fología, a una especie de muelle portuario, y que al-
gunos han identificado con restos arquitectónicos in-
dígenas. En todo caso, ya sea el lugar elegido ex
TIPOLOGÍA Y CONSTRUCCIÓN DE LA ARQUITECTURA novo o este ligado al Perú prehispánico, la iglesia de-
RELIGIOSA VIRREINAL EN EL NORTE DEL PERÚ bió ser levantada en el siglo XVI y debió contar con
una torre campanario de base maciza en su planta
Conserva el norte del Perú un buen número de edifi- baja. Sobre la torre norte se levanta hoy un campana-
cios religiosos de gran importancia para el conoci- rio de madera pintada que parece del siglo XIX. La
miento de la arquitectura española en América duran- fachada está compuesta en un esquema tripartito, en
te los siglos XVI y XVII, aunque bien podemos el cual, sobre la portada de arco de medio punto, se
afirmar que muchos de ellos se encuentran todavía levanta un cuerpo de remate curvo para ocultar el
muy poco estudiados.1 Siguiendo un recorrido de nor- hastial de la cubierta a dos aguas. Dicha cubierta está
te a sur por la costa del Pacífico peruano tenemos que resuelta mediante una esbelta armadura de madera,
hacernos eco de algunos ejemplos concretos de cons- del tipo par e hilera, que se apoya en los muros peri-
trucción religiosa de tiempos de la colonia que, por su metrales del templo y en dos hileras longitudinales
belleza e interés histórico, constituyen una parte subs- de altos soportes de madera que sirven, además, a la
tancial de este legado virreinal: la iglesia de San Lu- división en tres naves del espacio congregacional de
cas de Colán, las ruinas de Túcume Viejo, las iglesias la iglesia. El interior del templo conserva algunas de-
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coraciones pictóricas murales de gran belleza que se más tarde, el 15 de marzo de 1720, el caserío sufrió
extienden sobre el propio enlucido de yeso de los pa- una inundación torrencial que, atravesando calles y
ramentos proponiendo al observador diversos temas plazas, no dejó una sola vivienda en pie. La destruc-
naturalistas, con abundancia de flores y pájaros; con- ción debió de ser apocalíptica a tenor de las descrip-
servase además en Colán un gran retablo, quizá de fi- ciones de los testigos presenciales, como el escribano
nales del siglo XVII, con el águila bicéfala de la Antonio de Rivera, que dejó constancia de la terrible
Casa de Hagsburgo tallada en madera para ornamen- destrucción en acta firmada. La inundación de 1720
to externo del Sagrario. provocó el éxodo casi total de la villa, cuyos habitan-
En la ciudad de Lambayeque se conservan un par tes debieron elegir como destino principal la ciudad
de edificios religiosos coloniales también de gran in- de Lambayeque. Aunque en 1722 se refundó la ciu-
terés. Muy próxima a la ciudad de Chiclayo, un prós- dad ya no pudo alcanzar el apogeo de la centuria an-
pero emporio comercial de tiempos de la República terior, quedando el poder político y económico con-
que sirve de mercado y centro de conexión entre la centrado en Lambayeque hasta el siglo XIX.
costa y la sierra norte, la antigua ciudad española de De los edificios españoles que se conservan en
Lambayeque ha mantenido un interesante conjunto Saña, la antigua iglesia de San Agustín destaca como
urbano —de conservación desgraciadamente irregu- la obra de mayor valor arquitectónico y bien merece
lar— del que tiene que destacarse, además de las fa- ser por ello considerada, en palabras de Harth Terré,4
chadas de dos pequeñas iglesias situadas al lado nor- como una joya arqueológica de la arquitectura colo-
te de la actual iglesia matriz, una casa de época nial: «sus bóvedas góticas, que tienden al adorno, se
presumiblemente colonial que alberga el balcón más apoyan sobre arcos cruzados en carpanel, cumplien-
antiguo de la coste norte. do la regla romana adoptada por los artistas renacen-
Pero es al Sur de Lambayeque, en el área de con- tistas». Este autor considera la fábrica primitiva de
tacto entre las rutas costeras norteñas con el camino finales del siglo XVI, aunque hoy apenas se conser-
de ascenso a la sierra de Cajamarca, donde encontra- van algunas paredes y la bóveda principal.5 Interesa
remos las mejores muestras de arquitectura española también en la ciudad de Saña la visita de las ruinas
de los siglos XVI y XVII. En esta comarca se sitúan de San Francisco. Harth Terré la describe como una
las ciudades de Saña y de Guadalupe, donde han sido iglesia de una sola nave, y la atribuye a Antonio Ti-
estudiados los que bien merecen ser considerados besas, datándola en la última veintena del siglo de
como mejores conjuntos de la arquitectura religiosa fundación de la villa (XVI) poniéndose en pie entre
del norte costero peruano. 1585 y 1590. En San Francisco resalta una vez más
El comisionado para la fundación de la ciudad de el tipo de iglesia de una sola nave cubierta de tijera-
Saña fue el corregidor de Trujillo Licenciado don les y adornos a lo modular, con presbiterio en bóveda
Diego de Pineda, quien cumplió tan importante co- cruzada, como estuvo de moda hasta fines del siglo
misión el 25 de Abril de 1563. La fundación propia- XVI y siguiéndose la tónica de la Mayor de Asís en
mente dicha, ordenada por el Virrey, no se realizó la ciudad de Lima. La iglesia de La Merced es el ter-
hasta el 29 de noviembre del año 1563 y fue enco- cer templo en interés que puede contemplarse en
mendada al capitán don Baltasar Rodríguez vecino Saña. Dice Harth Terré que «los mercedarios llega-
de Trujillo, quien comenzó la población y fundación ron a Saña en 1637 ( . . . ) fue en esta ocasión y tiem-
de la Villa Santiago de Miraflores que está en el va- po que construyeron su iglesia. Ha quedado en pie el
lle de Zaña, en esta regla del Perú, según recoge el altar, franquean el frente dos torrecillas a modo de
Acta de fundación. campanarios, la portada apunta ya al Renacimiento
En la ciudad, en la que murió Santo Toribio de Clásico; es obra de líneas y abultamiento, pero las pi-
Mogrovejo, se conserva una parte de los primitivos lastras dóricas tienen más relieve; aún cuando la cor-
edificios que conformaban el conjunto urbano virrei- nisa es de poco resalte y el frontón quebrado para
nal. La ciudad padeció grandes desastres en el tránsi- ubicar un nicho rectangular, no cumple muy exacta-
to del siglo XVII al XVIII. En marzo de 1686 fue mente con las reglas canónicas».6 La iglesia matriz
asaltada por Edward Davis quien, tras desembarcar es de tipo basilical, con una nave central más alta y
en el Puerto de Chérrepe y cubrir las siete leguas que dos capillas laterales más bajas para permitir las ven-
hay de distancia, la saqueó y la arrasó. Unos años tanas, conservando algunos muros con fragmentos de
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pinturas; se estima su construcción entre fines del si- rretera panamericana, se encuentra la pequeña locali-
glo XVI y comienzos de la centuria siguiente. dad de Túcume, en el valle del río de la Leche. Los
La ciudad de Guadalupe conserva también un con- restos de un gran conjunto monumental prehispánico
junto muy interesante, del que debe destacarse la que forman parte de uno de los yacimientos arqueo-
iglesia matriz. Aunque su fachada, muy remozada, lógicos más interesantes de esta región, monopolizan
carece en cierto modo de interés, se conservan en el la atención de los viajeros y visitantes que, sin em-
interior del conjunto un extraordinario claustro y una bargo, suelen abandonar el lugar sin desplazarse
curiosa sacristía en la que se puede apreciar una or- unos dos kilómetros al Este de la carretera principal
namentación tardo barroca muy exuberante y rica. donde se encuentra el lugar de asiento del viejo case-
Las bóvedas del claustro se alejan de la pauta de lo río español llamado hoy de Túcume Viejo, en el que
que hemos visto en Saña, inclinándose en este caso destacan, por su imponente construcción e inespera-
por la organización de las galerías mediante unas es- do tamaño, los restos de la antigua iglesia colonial.
pléndidas, esbeltas y limpias bóvedas de arista, de Estas ruinas constituyen posiblemente uno de los
inspiración mucho más clasicista como corresponde ejemplos más interesantes de arquitectura religiosa
a su muy probable más moderna fecha de construc- que puede verse en toda la región norte peruana. Se
ción, ya en el siglo XVII. trata de un templo presumiblemente de tres naves, di-
En síntesis, nos encontramos ante una arquitectura vididas quizá por soportes intermedios de madera,
religiosa cuya tipología predominante es la de tem- sin capillas, de unos 164 pies8 de longitud por 52
plos de una sola nave —sobre todo en los casos de pies de anchura, con una cabecera sencilla de 21 pies
las iglesias conventuales— o con plantas de morfolo- de ancho y 32 de largo, con remate recto tras el que
gía alargada dividida en tres naves con soportes in- se sitúan una serie de estancias de difícil interpreta-
termedios —en las iglesias matrices— con sistemas ción mientras no se lleve a cabo la excavación arque-
de cubierta resueltos mediante armaduras de madera ológica del conjunto, pero de uso muy probable
—de los tipos par e hilera y par y nudillo— o above- como sacristías y espacios auxiliares. Esta clase de
dadas según la tradición de la arquitectura española templo, de gran desarrollo longitudinal, es corriente
del siglo XVI, es decir, mediante el empleo de gran- como hemos visto en la arquitectura peruana de épo-
des bóvedas de crucería con abundancia de tramas de ca virreinal, pudiendo encontrarse ejemplos del mis-
terceletes.7 La presencia de los órdenes clásicos para mo por toda la geografía de este extenso y diverso
resolver la composición de claustros y portadas y el país andino.
uso en estas de arcos de medio punto, pero también La construcción de los muros, de una vara9 de es-
de los tipos carpanel, rebajado y escarzano, ponen de pesor, está resuelta mediante una imponente fábrica
manifiesto el desarrollo en la América española de de adobe bien trabada en aparejo a soga y tizón con
una arquitectura de tradición castellana en la que per- mortero de barro. Estos muros presentan al exterior,
viven los sistemas de construcción del gótico final por el lado occidental, los restos al menos dos gran-
que se desarrollan, por la influencia borgoñona y ale- des contrafuertes que podrían interpretarse como ele-
mana, desde principios del siglo XV en la Península mentos de refuerzo para un arco triunfal de acceso al
Ibérica. Los Colonia o los Egas, como acertadamente tramo presbiterial en el caso de la cabecera y para
señala Palacios, extienden en Castilla los nuevos mo- contrarresto de los empujes del arco que sostendría
dos de construcción con los que trabajará, ya en el si- un posible coro alto situado, hipotéticamente, a los
glo XVI, una segunda generación de arquitectos en- pies del templo.
tre los que se encuentran los Hontañón, Juan de El módulo de los adobes empleados es de dos
Álava o Diego de Siloee (Palacios, 2000: 750). pies por uno, es decir de unos 60 × 30 cm, con 15
cm de espesor. Se trata por tanto de piezas paralele-
pipédicas de morfología rectangular, en la tradición
ASPECTOS CONSTRUCTIVOS DE LA IGLESIA castellana, que conforman una fábrica cuyo grosor
DETÚCUME VIEJO de muro sobrecoge al visitante y que se encuentran
en un estado de conservación espléndido, como co-
Muy próxima a la ciudad de Lambayeque, a poco rresponde a una región semidesértica en la que ape-
más de treinta kilómetros al norte por la antigua ca- nas se producen precipitaciones pluviométricas no-
938 F. Vela Cossío

Figura 2
Vista general del conjunto. Al fondo, la cabecera del templo

Figura 3
Vista del interior de la iglesia. Al fondo la puerta principal
de acceso a la misma

tables si exceptuamos los periodos de afección del


llamado fenómeno de «El Niño» que se producen
de modo cíclico y ritmo relativamente variable, al
parecer de entre quince y siete años en los ciclos
más cortos.
Respecto a la estructura de la techumbre, la hipó-
tesis más probable sería la de una cubierta de estruc-
tura de madera y cubrición vegetal y orgánica, a base
de ramaje y guano. Esta clase de cubiertas las hemos
visto en otros templos norteños, como en el ya citado
templo de San Lucas de Colán, y parecen remitirnos,
por su morfología, a una tradición de carpintería de
ribera más que de la típica carpintería de armar es-
pañola de tradición mudéjar. La altura de los pies de-
rechos y lo delgado de la sección de los mismos se
compensaría con un ritmo más alegre en cuanto al
número de soportes. Hay que tener en cuenta que la
Figura 1 dificultad para conseguir escuadrías de secciones
Planta de la iglesia de Túcume Viejo (Lambayeque). Le- gruesas —en una región en la que escasean los bos-
vantamiento planimétrico Antonio Vela Cossío, arquitecto ques o predominan los de algarrobo, una especie de
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madera durísima que soporta este clima extremado y


desértico de la costa norte— pudo contribuir a exten-
der esta clase de armaduras de madera en una región,
no lo olvidemos, en la que el riesgo sísmico —ame-
naza gravísima para la estabilidad de las fábricas—
ha sido siempre muy importante.
El templo de Túcume conserva dos de las tres
portadas originales, la septentrional y la de levante;
ambas presentan una luz de aproximadamente 10
pies y quedan resueltas mediante una fábrica de la-
drillo con la cual se han construido los arcos de me-

Figura 6
Restos de decoración pictórica, con temas florales, en el re-
vestimiento del intradós de un arco

dio punto y las jambas de la portada exterior, así


como el arco escarzano que permitía el cobijo de la
puerta por el interior. El módulo de los ladrillos em-
pleados es de un pie de largo por 2/3 de pie de an-
cho, es decir, de unos 28 por 18 cm. Originalmente,
estas fábricas de ladrillo debían de encontrarse enlu-
cidas con alguna clase de revoco, quizá de yeso, que
se ha perdido casi por completo en los paramentos
verticales; sin embargo, se conserva una parte consi-
Figura 4 derable de revestimiento en el intradós de algunos
Alzado de la portada principal de la iglesia de Túcume Vie-
de los arcos y en otras partes de los muros, lo que
jo. Levantamiento planimétrico Antonio Vela Cossío, ar-
nos permite admirar la decoración pictórica primiti-
quitecto
va, una vez más de temática naturalista y floral, apli-
cada en suaves colores sobre el blanco enlucido de
yeso.
Las portadas de Túcume nos recuerdan mucho a
las que hemos tenido ocasión de estudiar en Saña,
que están bien datadas a fines del XVI. Esto nos per-
mite suponer como fecha probable para la construc-
ción de la iglesia la segunda mitad del siglo XVI, lo
que la convertiría en una de las más antiguas del
Perú septentrional.

NOTAS

1. En los trabajos clásicos más importantes apenas hay re-


ferencias a los edificios históricos del norte peruano a
Figura 5 excepción de los templos de Saña y la arquitectura co-
Portada principal de la iglesia de Túcume Viejo lonial que conserva la ciudad de Trujillo.
940 F. Vela Cossío

2. Hemos tenido ocasión de trabajar en el estudio de este LISTA DE REFERENCIAS


patrimonio arquitectónico gracias a la ayuda recibida
de la Universidad Politécnica de Madrid para el desa- De Villanueva, L. y Vela Cossío, F. 2006. «La conserva-
rrollo del proyecto de investigación San Miguel de Piu- ción del patrimonio arquitectónico y urbano virreinal en
ra: primera fundación española en el Perú. Sobre el le- el norte del Perú». Cuadernos Hispanoamericanos núm.
gado arquitectónico español en el norte peruano puede 673–674 (págs. 109–120).
consultarse el trabajo «La conservación del patrimonio Galván Guijo, J. 1999. «Nociones de arquitectura colonial
arquitectónico y urbano virreinal en el norte del Perú» española en Filipinas» en 1898: España y el Pacífico: in-
(de Villanueva y Vela Cossío, 2006). terpretación del pasado; realidad del presente (págs.
3. Para el estudio de la arquitectura española en el Pacífi- 449–457).
co pueden consultarse los interesantes trabajos que se Gutiérrez, R. 1984. Arquitectura y urbanismo en Iberoamé-
publicaron en el congreso internacional 1898 España y rica. Madrid: Cátedra. 802 pág.
el Pacífico: interpretación del pasado; realidad del Harth Terrè, E. 1962. La obra de Becerra en Lima y Cuzco.
presente (1999). Buenos Aires: Instituto de Arte Americano.
4. Emilio Harth Terrè es el autor que más atención ha Harth Terrè, E. 1964. «Los monumentos religiosos de la de-
prestado al conjunto de Saña. Su obra sobre los monu- saparecida villa de Saña». Anales del IAAIE núm. 17.
mentos religiosos de esta ciudad (Harth Terrè, 1964) Ibáñez Montoya, J. 1999. «Perspectiva del patrimonio ar-
recoge el testigo de las muy raras obras anteriores quitectónico y urbano de origen español en Filipinas» en
(Wethey, 1946). 1898: España y el Pacífico: interpretación del pasado;
5. Ramón Gutiérrez ya señala que «en Lima los ejemplos realidad del presente (págs. 459–462).
que perfilan el ocaso del gótico tardío son reducidos Luque Talaván, M.; Pacheco Onrubia, J. J. y Palanco Agua-
pero pueden vislumbrarse en el templo de Santo Do- do, F. 1999. 1898: España y el Pacífico: interpretación
mingo, donde existen bóvedas de crucería realizadas del pasado; realidad del presente. Madrid, Asociación
por el maestro Jerónimo Delgado, autor del puente so- Española de Estudios del Pacífico. 566 págs.
bre el Rimac» ( . . . ) Para Gutiérrez, los templos de bó- Palacios Gonzalo, J. C. 1990. Trazas y cortes de cantería en
veda de crucería de comienzos del siglo XVII que se el Renacimiento español. Madrid: Ministerio de Cultura.
realizan en Saña y Guadalupe, en la costa norte del Palacios Gonzalo, J. C. 2000. «Las bóvedas de crucería es-
Perú, son obra de maestros procedentes de Bolivia (Gu- pañolas, ss. XV y XVI». Actas del III Congreso Nacio-
tiérrez, 1984: 57–62). nal de Historia de la Construcción. Sevilla: Instituto
6. Harth Terrè, Emilio (1964): «Los monumentos reli- Juan de Herrera.
giosos de la desaparecida villa de Saña». Anales del Porras Álvarez, S. 1999. « Arquitectura religiosa hispano-
IAAIE 17. filipina» en 1898: España y el Pacífico: interpretación
7. Sobre la construcción de bóvedas de crucería en el Re- del pasado; realidad del presente (págs. 463–482).
nacimiento español pueden consultarse los trabajos de Wethey, H. 1946. Saña, a dead city of Perú. Michigan, Mi-
J.C. Palacios Gonzalo (Palacios, 1990; 2000). chigan University.
8. 1 pie castellano = 27,86 cm. Wethey, H. 1949. Art and architecture in Perú. Cambridge.
9. 1 vara = 3 pies. Wethey, H. 1960. Arquitectura virreinal en Bolivia. La Paz.

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