You are on page 1of 5

Introducción.

La amebiasis intestinal es una infección producida por


una especie no patógena como la Entamoeba coli .Esta
parasita al ser humano y a veces al cerdo, mono y puede
vivir como comensal en el intestino grueso; causando
infecciones asintomáticas que no llegan a adquirir
importancia clínica. Esta enfermedad ataca al ser humano
en cualquier edad, siendo más frecuente en niños y adultos
jóvenes.

La amebiasis es la tercera enfermedad parasitaria más


importante del mundo. Tiene una distribución mundial que
varía de un lugar a otro. Generalmente las tasas de
prevalencia son más altas en algunas zonas del trópico,
donde el saneamiento es deficiente.

Esta ameba se le llamó también: Entamoeba dispar, aunque


morfológicamente guarda relación con la Entamoeba
histolytica.
Hoy sabemos que hay dos amebas intestinales humanas:
Una patógena: Entamoeba histolytica y la otra no patógena:
La Entamoeba coli, de esta nos ocuparemos hablar a
continuación.

Notas Históricas y Geográficas.

Aunque Entamoeba coli fue identificada probablemente por


Lewis y descrita por Cunningham en Calcuta, Gras fue el
primero que dio una descripción que permitiera
reconocerla, y dijo haberla encontrado en las heces de
personas sanas y enfermas.

E. coli es un protozoario que se encuentra presente en los


hombres de todo el mundo. Aunque es más común entre las
poblaciones nativas de los países de climas cálidos y
húmedos, también se encuentra con frecuencia entre
algunos grupos o población de clima frio.

Morfología, Biología y Ciclo vital.


E. coli presenta varios estados en su ciclo vital: trofozoito,
prequiste, quiste, metaquiste y trofozoito metaquístico. El
trofozoito vivo de la E. coli, según se observa en las heces
francamente diarreicas o en las obtenidas después de la
administración de un purgante salino, es una masa
ameboide incolora, de 15 a 50 micras, con citoplasma
viscoso en el que es difícil diferenciar el ectoplasma del
endoplasma, y el núcleo no se observa con facilidad. El
movimiento es por seudópodos cortos y anchos, y de
escaso avance lo que lo hace ser lento; pero a veces no es
posible diferenciar los trofozoitos vivos de E.coli de los
trofozoitos activos de E. histolytica.
En las preparaciones teñidas con hematoxilina el organismo
aparece como una masa condensada y gruesa que tiene
una faja de ectoplasma relativamente pobre en
granulaciones, y el endoplasma muy abundante en
granulaciones. En el interior del endoplasma se encuentran
pocas o muchas vacuolas alimentarias, que generalmente
contienen bacterias, y el núcleo esférico, de membrana
relativamente gruesa y revestida en el interior por placas o
gránulos de cromatina y un cariosoma de volumen
moderado y excéntrico. E. coli ingiere en ocasiones glóbulos
rojos o quistes de Giardia lamblia, y a veces se suelen
observar algunas esporas en el endoplasma de la parte
vegetativa

Al iniciar el enquistamiento, el trofozoito expulsa del


citoplasma los alimentos no digeridos, y su contorno se
hace más esférico. Este es el prequiste. Casi
inmediatamente después secreta una membrana quística
resistente, y el enquistamiento que da terminado lo queda
terminado, lo que le da alguna resistencia en medios
desfavorables. En el quiste recién formado, lo mismo que
en el trofozoito y en el prequiste, solo hay un núcleo, pero a
medida que el quiste madura, el núcleo se divide, de suerte
que al principio hay dos núcleos, después cuatro y por
último ocho en el quiste maduro.

El quiste es la forma infectante. Se elimina periódicamente


con las heces, de manera similar a como ocurre con el de
Entamoeba histolytica. Cuando son evacuados con las
heces de personas infectadas, los quistes maduros pueden
soportar la putrefacción y desecación moderadas. Cuando
se llevan a la boca con los alimentos, bebidas, o los dedos y
objetos contaminados, los quistes se tragan y al llegar al
intestino delgado escapa de la pared quística por una
pequeña perforación o desgarro de la misma. Este es el
metaquiste. Luego en su camino por el intestino delgado el
metaquiste experimenta el máximo de divisiones
citoplásmicas correspondientes al número de núcleos y este
es el trofozoito metaquístico.
Las amebas pequeñas llegan al intestino grueso, en donde
se establecen como moradoras en la luz del intestino,
crecen hasta el tamaño normal de trofozoito y empiezan a
multiplicarse por fisión binaria. El sitio en donde E. coli se
establece primero en el nuevo huésped es el ciego.

Epidemiología.

E. coli se transmite en forma de quiste viable que llega al a


boca por contaminación fecal y se traga o deglute. La
infección se adquiere con facilidad, lo que explica su
frecuencia alta en países tropicales, así como en las
poblaciones de clima frío en los que las condiciones de
higiene y sanitarias son primitivas. Aunque los monos y en
ocasiones los perros se han encontrado infectados en forma
natural por una ameba similar a la E. coli, la infección es
casi exclusiva de origen humano.

Patogenia y sintomatología.

E. coli es un parásito de la luz intestinal no patógeno y que


no produce síntomas.

Diagnóstico.

A E. coli hay que distinguirla de la ameba patógena E.


histolytica, a veces es casi imposible diferenciar los
trofozoitos evacuados con las heces líquidas. En las
materias fecales que contienen gran número de quistes de
E. coli pueden pasar inadvertidos unos cuantos de E.
histolytica.

Tratamiento

Como esta ameba no es patógena, no está indicado


tratamiento específico; de todos modos conviene recordar
que E. coli es mucho más resistente a los agentes
antiamebianos que E. histolytica.

Profilaxis.

El hallazgo de esta ameba en las materias fecales prueba


de que algo contaminado por éstas ha llegado a la boca. La
disminución de la frecuencia de esta dependerá de una
mejor higiene personal y de los medios adecuados para la
eliminación de deyecciones humanas.

Conclusión.
Hemos aprendido de este protozoario algo de su historia, de
su morfología, de su forma de infección y como podemos
prevenirla. En el transcurso de esta investigación pudimos
asombrarnos grandemente al notar que la única forma de
infección es por la ingestión de heces fecales y cuando
comparamos esto con la gran cantidad de personas
sufriendo de amebiasis nos ponemos a reflexionar si las
medidas de higiene que estamos tomando son suficientes.
La mayoría de la gente consigue amebiasis comiendo ó
bebiendo el alimento ó el agua contaminado. Puede
también ser transmitido por el contacto oral-anal.

También podemos decir que, el tratamiento de la amibiasis


intestinal debe hacerse siempre, pues aún en personas
asintomáticas es necesario exterminar los parásitos del
intestino con dos finalidades: evitar que en algún momento
haya invasión de los tejidos y eliminar la fuente de
infección.

Alguna gente con amebiasis puede llevar el parásito por


semanas ó años, a menudo sin síntomas, por lo que es
necesario acudir a los exámenes médicos más a menudo.

Bibliografía

• Parasitología Clínica, Craig y Faust.


• Parasitosis humana, Botero David.
• www.google.com.do
• www.rincondelvago.com

You might also like