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Notificacion Detalle de la Actuación Identificacion del expediente Tribunal : CAMARA DE 2º INST. EN LO CAyT - SALA I Numero : RDC 1497 /0 Estado: EN DESPACHO Caratula: SOCIEDAD ITALIANA DE BENEFICENCIA EN BUENOS AIRES CONTRA GCBA SOBRE OTRAS CAUSAS CON TRAMITE DIRECTO ANTE LA CAMARA DE APEL. Fecha ingreso: 03/11/2005 Datos de la Actuación Fecha de Firma: 22/08/2008 Tribunal Origen: S01 Firmante: BALBIN, CENTANARO () Extracto: SENTENCIA DEFINITIVA
En la Ciudad de Buenos Aires, a los días del mes de agosto de
dos mil ocho, se reúnen en Acuerdo los Señores Jueces de la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para conocer en el recurso de apelación judicial interpuesto a fs. 46/51 contra la Disposición Nº 1316-DGDYPC- 2005 de fecha 28 de marzo de 2005, en los autos caratulados: “SOCIEDAD ITALIANA DE BENEFICENCIA EN BUENOS AIRES contra GCBA sobre OTRAS CAUSAS CON TRAMITE DIRECTO ANTE LA CAMARA DE APELACIONES”, expte. Nº 1497/0, y habiéndose practicado el sorteo pertinente resulta que debe observarse el siguiente orden: Dr. Esteban Centanaro y Dr. Carlos F. Balbín, resolviendo plantear y votar la siguiente cuestión: ¿es justa la Dispsoición apelada? A la cuestión planteada el Dr. Esteban Centanaro dijo: I. En el presente caso, Sociedad Italiana de Beneficencia en Buenos Aires interpone recurso de apelación- obrante a fs. 46/51- contra la Disposición Nº 1316-DGDYPC-2005, dictada por el Director de la Dirección General de Defensa y Protección al Consumidor, solicitando se revoque íntegramente la sanción impuesta. El referido acto resuelve aplicarle una multa de pesos diez mil ($ 10.000) por infracción al artículo 19 de la Ley Nº 24.240. Asimismo, ordena la publicación de la resolución condenatoria a su exclusiva costa conforme lo dispuesto por el artículo 18 del Anexo 1 del Decreto Nº 17-GCBA-03, en el diario Clarín. II. Las presentes actuaciones se inician ante una denuncia efectuada el 15 de noviembre de 2001 por César Sánchez contra Hospital Italiano Plan de Salud, por presunta infracción a la Ley Nº 24.240 en la Dirección de Defensa del Consumidor. Manifiesta que la denunciada ha incumplido el PMO al pretenderle cobrar una angioplatía con internación por hallarse en el período de carencia. Solicita le cubran la internación y la angioplastía y le devuelvan el pagaré entregado. III. A raíz de ello, el Director General de Defensa y Protección al Consumidor, mediante Disposición Nº 1316- DGDyPC-2005 resuelve imponer una multa de pesos diez mil ($ 10.000) a Sociedad Italiana de Beneficencia en Buenos Aires por infracción al artículo 19 de la Ley Nº 24.240. Para así decidir, la autoridad administrativa considera que “... los contratos de medicina prepaga -convenios de adhesión encuadrables en la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor- y los restantes instrumentos inherentes a los mismos, deben ser interpretados de manera restrictiva, en sentido favorable a la conservación del acuerdo y a los derechos del consumidor, habida cuenta el desequilibrio existente entre las partes contratantes. ... Quiere decir que en la formación del contrato hay una consolidación del poder de las empresas, mediante la eliminación de los tratos pre-contractuales, fase dentro de la cual era posible la expresión de voluntad del usuario consumidor, reemplazada por el procedimiento de la adhesión”; ... la Ley 24.754 ... se encuentra actualmente vigente y obliga a todas las entidades o empresas que presten servicios médicos prepagos a cumplir con las prestaciones mínimas obligatorias para los agentes comprendidos en las leyes 23.660 y, 23.661, las que fundamentalmente se encuentran descriptas en la Resolución M.S. y A.S. Nº 247/96; Que la jurisprudencia nacional se ha expedido respecto de la “correspectividad”. ...”. La Autoridad de Aplicación continúa sosteniendo que “... en ese sentido se considera que SOCIEDAD ITALIANA DE BENEFICENCIA EN BUENOS AIRES infringió el art. 19º de la Ley Nº 24.240 toda vez que no cumplió con las prestaciones obligatorias que le impone a toda entidad que presta servicios de medicina prepaga la Ley Nº 24.754. En el caso de marras no cubrió el costo de la intervención -angioplastía- estando la misma a cargo de la prestadora de servicio, cualquiera sea la modalidad de la misma, conforme lo establecido en la resolución Nº 939/00 MS, -respuesta anexada a fs. 13/14-; Que la Ley 24.754 establece que las empresas o entidades que brinden servicios de medicina prepaga deberán cubrir como mínimo en sus planes de cobertura médico asistencial las mismas prestaciones obligatorias dispuestas para las obras sociales por las leyes 23.660, 23.661 y 24.455. Asimismo, el Programa Médico Obligatorio establece que no podrán establecerse períodos de carencia. En virtud de lo expuesto, la limitación impuesta por la SOCIEDAD ITALIANA DE BENEFICENCIA EN BUENOS AIRES (fs. 5) implica la renuncia de derechos ya adquiridos por el denunciante, sin justificación suficiente; Que asimismo cabe destacar que dicha ley, con criterio de orden público, ha modificado los contratos de prestación de servicios de medicina prepaga, obligando a dar cobertura dento de las pautas establecidas en el Programa Médico Obligatorio- adoptado por dicha legislación; Que todo ello se aplica, en función de lo normado por el art. 3º de la Ley Nº 24.240 que sienta el principio interpretativo que debe integrarse la misma con las normas generales y especiales aplicables a las relaciones jurídicas entre proveedores y consumidores; Que en cuanto al alcance de la Ley 24.754 corresponde señalar que la norma contenida en el art. 1º de la Ley 24.754, es imperativa y, en consecunecia de orden público”. IV. La parte denunciada se agravia por cuanto, a su entender, no caben dudas que cumplió con lo pactado. La apelante afirma quer el art. 19 de la Ley Nº 24.240 no se refiere a incumplimientos en general, sino puntualmente al contractual de la oferta pública de bienes y servicios. Señala que siempre ofreció la cobertura de servicios médicos, de acuerdo a las pautas que surgen del reglamento del plan al que el denunciante solicitó su ingreso. Agrega que la relación con el consumidor se encuentra regida por los principios de la autonomía de la voluntad (art. 1137 del Código Civil) y libertad de contratación, encuadrándose en lo prescripto por el art. 1197 del Código Civil. Cuestiona que el Director General haya manifestado que no ha existido igualdad entre las partes, y señala que la realidad es que el mayor poder radica en el mercado. Enfatiza en que no existe una parte más fuerte que otra, sino una interdependencia equitativa. Manifiesta que las diferentes prestaciones y modalidades previstas en un contrato de medicina prepaga tienen su razón de ser en la naturaleza asegurativa del mismo, que difiere en gran manera con la naturaleza social y asistencialista de la cobertura brindada por las Obras Sociales. Sociedad Italiana de Beneficencia en Buenos Aires expresa que el fundamento principal de la Resolución es que todas las normas dirigidas o relativas a obras sociales, se tornan obligatorias para las entidades de medicina prepaga en virtud de las disposiciones de la Ley Nº 24.754. Considera que al interpretar la misma crea una nueva norma diferente de la escrita, siendo esta función esencialmente ajena a sus facultades, y torna arbitaria e inconstitucional su resolución. La recurrente señala que la clara finalidad de la norma era que las entidades que brindaban servicios de medicina prepaga cubriesen las mismas prestaciones mínimas que resultan obligatorias para las obras sociales según las reglas vigentes. Agrega que a la fecha de la sanción de la ley, las prestaciones médicas obligatorias para las obras sociales surgían de la Resolución Nº 247/96 del Ministerio de Salud y Acción Social y de la Ley Nº 24.455. Aclara que la Ley Nº 24.754 no cita más disposiciones que éstas. No incluye a las normas que en el futuro impusieran prestaciones para las obras sociales; ni le otorga facultades al Ministerio de Salud para ser la Autoridad de contralor de la medicina prepaga y para que cree, amplíe, reduzca o modifique las prestaciones que éstas obligatoriamente deban brindar. Con respecto al principio in dubio pro consumidor, la entidad de medicina prepaga afirma que los hechos son perfectamente claros, que no existen dudas sobre las conductas asumidas por las partes ni sobre las obligaciones previamente fijadas. Señala que existen normas contractuales específicas, que determinan claramente las obligaciones y derechos de los co-contratantes y los alcances de las prestaciones. Concluye en que la aplicación de este principio viola el de igualdad de partes estableciendo un privilegio inadmisible en favor de una en desmedro de la otra. Finalmente, cuestiona el monto de la multa por considerarlo excesivamente elevado. IV. Ante todo es oportuno recordar que, como así he tenido oportunidad de expedirme en la sala II de este fuero in re “ASOCIACION CIVIL HOSPITAL ALEMAN contra GCBA sobre OTRAS CAUSAS CON TRAMITE DIRECTO ANTE LA CAMARA DE APELACIONES”, expte. RDC 132/0, de fecha 3 de marzo de 2004, los contratos de medicina prepaga son aquéllos en los que una empresa especializada se obliga a prestar el servicio de asistencia médica a una persona o grupo de ellas recibiendo, como contraprestación, el pago de una suma de dinero que generalmente es periódico. Estos contratos, que suelen ser celebrados por adhesión a cláusulas predispuestas, no están contemplados dentro de ninguna de las figuras previstas por los códigos de fondo o leyes especiales, siendo en consecuencia innominados y atípicos. La característica principal de estos negocios jurídicos es que, a través del ahorro consistente en pagos anticipados verificados en el transcurso del tiempo, los pacientes se protegen de riesgos futuros en su vida o salud. Es decir, el beneficiario se asegura de que si necesita los servicios prometidos, podrá tomarlos, aunque no tenga certeza de cuándo ni en qué cantidad, pudiendo ocurrir inclusive que nunca los requiera, en cuyo caso el gasto realizado se traducirá únicamente en la tranquilidad que le dio la cobertura durante todo ese tiempo. El contrato entre el denunciante y el aquí recurrente regula la prestación del servicio de medicina prepaga, que se caracteriza por ser principalmente de adhesión, de consumo, de tracto sucesivo, oneroso, bilateral y de larga duración. “Quien dispone es un empresario, quien concentra para sí el poder de negociación. El prestador agrega al servicio un valor que es la competencia específica en su área de conocimiento razón por la cual –en doctrina- se lo considera como un experto en relación a su contraparte, “profano” en la materia” (Cám. Cont. Adm. Fed, Sala II, “Medicus SA c/Secretaría de Comercio e Inversiones – Res. DNCI 39/96”, 08-10-1996). En sentido concordante, la doctrina ha dicho que los contratos que vinculan a una medicina prepaga con sus clientes son contratos de adhesión con cláusulas predispuestas, por lo que el poder de negociación de las partes es diferente, pudiendo presentar desequilibrios en la relación contractual que ocasionen perjuicios a la parte más débil (adherente) (conf. Vázquez Ferreira, Roberto A., Medicina prepaga, Contratos de adhesión y tutela del consumidor, JA 22 de julio de 1998). Esta última circunstancia (la adhesión a cláusulas predispuestas y un servicio prestado a un consumidor final) implica que debe darse a la ley cuya interpretación se discute y al contrato que vincula a las partes, el que favorezca al consumidor de conformidad con el art. 42 de la Constitución Nacional y los arts. 3 y 37 de la Ley Nº 24.240 (conf. Fallos 324:677). Este último establece que “Sin perjuicio de la validez del contrato, se tendrán por no convenidas: a) Las cláusulas que desnaturalicen las obligaciones o limiten la responsabilidad por daños; b) las cláusulas que importen renuncia o restricción de los derechos del consumidor o amplíen los derechos de la otra parte.” V. Por su parte, la Ley Básica de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ley Nº 153 (B.C.B.A. 28/5/99), establece en su art. 10 que “El sistema de salud está integrado por el conjunto de recursos de salud de dependencia: estatal, de la seguridad social y privada que se desempeñan en el territorio de la Ciudad.” Asimismo, “Entiéndese por recurso de salud, toda persona física o jurídica que desarrolle actividades de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación, investigación y docencia, producción, fiscalización y control, cobertura de salud, y cualquier otra actividad vinculada con la salud humana, en el ámbito de la Ciudad” (art. 11). La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires señala en su art. 46 que “La Ciudad garantiza la defensa de los consumidores y usuarios de bienes y servicios, en su relación de consumo, contra la distorsión de los mercados y el control de los monopolios que los afecten. Protege la salud, la seguridad y el patrimonio de los consumidores y usuarios ...” VI. Aclarado lo anterior, analizaré el fondo de la cuestión materia de autos. La Disposición Nº 1316-DGDYPC-2005 impone una multa a la recurrente por encontrarla incursa en la infracción al art. 19 de la Ley Nº 24.240, el cual establece que: “Quienes presten servicios de cualquier naturaleza, están obligados a respetar los términos, plazos, condiciones, modalidades, reservas y demás circunstancias conforme a las cuales habían sido ofrecidos, publicados o convenidos.” La Ley Nº 24.754 (B.O. 02/01/97) determina la obligación de las empresas o entidades que presten servicios de medicina prepaga de cubrir, como mínimo, en sus planes de cobertura médico asistencial las mismas prestaciones obligatorias dispuestas para las obras sociales por las Leyes Nº 23.660, 23.661 y 24.455 y sus respectivas reglamentaciones. A su vez, el art. 28 de la Ley Nº 23.661 dispone que “Los agentes del seguro deberán desarrollar un programa de prestaciones de salud, a cuyo efecto la ANSSAL establecerá y actualizará periódicamente, de acuerdo a lo normado por la Secretaría de Salud de la Nación, las prestaciones que deberán otorgarse obligatoriamente, dentro de las cuales deberán incluirse todas aquellas que requieran la rehabilitación de las personas discapacitadas. Asimismo, deberán asegurar la cobertura de medicamentos que las aludidas prestaciones requieran”. Como se puede observar este artículo prevée “expressis verbis” que el programa de prestaciones obligatorias se actualizará periódicamente. Esta modalidad tiene razón de ser en el sistema de la Ley Nº 23.661 que establece que “El seguro téndrá como objetivo fundamental proveer el otorgamiento de prestaciones de salud igualitarias, integrales y humanizadas, tendientes a la promoción, protección, recuperación y rehabilitación de la salud, que respondan al mejor nivel de calidad disponible y garanticen a los beneficiarios la obtención del mismo tipo y nivel de prestaciones eliminando toda forma de discriminación en base a un criterio de justicia distributiva. Se consideran agentes del seguro a las obras sociales nacionales, cualquiera sea su naturaleza o denominación, las obras sociales de otras jurisdicciones y demás entidades que adhieran al sistema que se constituye, las que deberán adecuar sus prestaciones de salud a las normas que se dicten y se regirán por lo establecido en la presente ley, su reglamentación y la ley de Obras Sociales, en lo pertinente”. Esta normativa, a la que remite la Ley Nº 24.754, se relaciona con el derecho de toda persona a disfrutar del más alto nivel posible de salud y a una mejora continua de las condiciones de existencia, receptado en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (arts. 12.1 y 11.1), cuya Ley aprobatoria data del 17 de abril de 1986 (Ley Nº 23.313), con jerarquía constitucional a partir de 1994 (art. 75 inc. 22 de la Constitución Nacional). Cabe señalar que el derecho a la vida, la seguridad e integridad de la personas está protegido por otros instrumentos internacionales (Declaración Universal de los Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica) que también gozan de jerarquía constitucional. Esta actualización de las prestaciones obligatorias para las obras sociales, es aplicable a las entidades de medicina prepaga atento lo preceptuado por la Ley Nº 24.754, por habérselo confiado por el legislador al impulso de la Autoridad de Aplicación. VII. La demandada manifiesta que “... el Programa Médico Obligatorio- PMO- no es una ley. Surge de una resolución anterior a la ley 24.754, la Res. 247/96. Esta resolución fue dictada pura y exclusivamente para las Obras Sociales en el año 1996, en el marco del incipiente proceso de desregulación de las Obras Sociales que se estaba gestando en el Poder Ejecutivo. Esta resolución dictó varias pautas operativas para las Obras Sociales como la prohibición de establecer carencias y exclusiones para los nuevos beneficiarios y además estableció los límites de cobertura que estas entidades debían brindar. El 28 de noviembre de 1996 el Congreso de la Nación sancionó la ley 24.754. ... La clara finalidad de la norma era que las entidades que brindan servicios de medicina prepaga cubriesen las mismas “prestaciones mínimas” que resultan obligatorias para las obras sociales según las reglas vigentes. A la fecha de sanción de la ley, las prestaciones médicas obligatorias para las Obras Sociales surgían de la mencionada Resolución 247/96 del Ministerio de Salud y Acción Social y de la ley 24.455. Siguiendo este criterio, mi parte aceptó que se encuentra legalmente obligada a brindar cobertura a ciertas patologías que no estaban contempladas contractualmente en ese momento. Pero esta aceptación no implicó que consintiera la modificación arbitraria y compulsiva de la naturaleza de los contratos privados ya firmados con sus afiliados o los que se otorguen en lo sucesivo o que admita una alteración en su naturaleza jurídica.” Sin embargo, el art. 28 de la Ley 23.661 descalifica el argumento expuesto por la recurrente, toda vez que previó que el programa de prestaciones obligatorias se “actualizará periódicamente”. Cabe señalar que el sistema de esta normativa tiene como “ ... objetivo fundamental proveer al otorgamiento de prestaciones de salud igualitarias, integrales y humanizadas, tendientes a la promoción, protección, recuperación y rehabilitación de la salud, que respondan al mejor nivel de calidad disponible” (art. 2). VIII. Al respecto, La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha manifestado que “... por imperio del art. 1 de la ley 24.754, las empresas o entidades que presten servicios de medicina prepaga deben cubrir, como mínimo, las mismas prestaciones que resulten obligatorias para las obras sociales. Esto último comprende las prestaciones que, con dicho carácter obligatorio, establezca y actualice periódicamente la autoridad de aplicación en ejercicio de la facultad que le confiere el art. 28 de la ley 23.661. ... les corresponde a las mencionadas empresas o entidades “efectivamente asegurar a los beneficiarios las coberturas tanto pactadas como legalmente establecidas (v. art. 1, ley 24.754)”, máxime cuando no debe olvidarse que si bien la actividad que asumen pueda representar determinados rasgos mercantiles “en tanto ellas tienden a proteger las garantías constitucionales a la vida, salud, seguridad e integridad de las personas ( v. arts. 3, Declaración Universal de Derechos Humanos; 4 y 5, Convención Americana sobre Derechos Humanos y 42 y 75, inc. 22, de la Ley Fundamental), también adquieren un compromiso social con sus usuarios”, que obsta a que puedan desconocer un contrato o, como ocurre en el sub-lite, invocar sus cláusulas para apartarse de obligaciones impuestas por la ley (v. doctrina de Fallos: 324:677), so consecuencia de contraria su propio objeto que debe efectivamente asegurar a los beneficiarios las coberturas tanto pactadas como legalmente establecidas (v. doctrina de Fallos: 324:677). Ha dicho, asimismo, que la ley 24.754 representa un instrumento al que recurre el derecho a fin de equilibrar la medicina y la economía, puesto que pondera los delicados intereses en juego, integridad psicofísica, salud y vida de las personas, así como también que más allá de su constitución como empresas los entes de medicina prepaga tienen a su cargo una trascendental función social que está por encima de toda cuestión comercial (“Sartori” Fallos: 328:4747 -La Ley Online-, disidencia de los jueces Fayt y Maqueda).” (CSJN in re “Cambiaso Péres de Nealón, Celia M. A. y Otros c/ Centro de Educación Médica e Investigaciones Médicas”, sentencia de fecha 28 de agosto de 2007, LL 05/09/2007). IX. La denunciada también manifiesta que “La ley 24.754 no ha venido a alterar los contratos entre particulares, sino únicamente a incluir en ellos un cúmulo de prestaciones adicionales. No se infiere de dicha ley, ni de su reglamentación (que no posee) que las entidades de medicina prepaga no pueden establecer carencias o tiempos de espera y por ende -tal como reza el art. 19 de la C.N. - mi mandante no podrá ser obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohibe.” Como ya lo señalamo ut supra la Ley Nº 24.754 (B.O. 02/01/97) determina la obligación de las empresas o entidades que presten servicios de medicina prepaga de cubrir, como mínimo, en sus planes de cobertura médico asistencial las mismas prestaciones obligatorias dispuestas para las obras sociales por las Leyes Nº 23.660, Nº 23.661 y Nº 24.455 y sus respectivas reglamentaciones. El Programa Médico Obligatorio (PMO), aprobado por Resolución Nº 247, de fecha 17 de mayo de 1996, en su anexo I, define el PMO como el régimen de Asistencia Obligatorio para todas las obras sociales del Sistema de la Ley Nº 23660/ 23661. Todos los Agentes del Seguro involucrados en las mencionadas leyes deben asegurar a sus beneficiarios o a través de efectores contratados que se garanticen las prestaciones de prevención, diagnóstico y tratamiento médico y odontológico. No pueden establecerse períodos de carencia, ni coseguros o co-pagos, fuera de lo expresamente indicado en este PMO. La atención primaria debe contemplar los programas generales de promoción y prevención, en coincidencia con los implementados por la autoridad de aplicación jurisdiccional. A su vez, la Resolución Nº 939/00, aprobatoria del Programa Médico Obligatorio para los Agentes del Seguro de Salud y norma que actualiza el PMO-Res. Nº 247, contempla la cobertura al 100 % de la angioplastía en sus distintas modalidades (códigos 070801, 070803, 070805 y 070806). Así surge también de la Providencia Nº 3208/03 G.C.P. que obra a fs. 14 del presente expediente. Cabe señalar que el mismo estaba vigente al momento de la intervención quirúrgica del denunciante. Por lo tanto, se considera abusivo el actuar de Sociedad Italiana de Beneficencia en Buenos Aires al no querer cubrir la angioplastía e internación por el hecho de estar el consumidor dentro del período de carencia, aduciendo que, por más que sea una obligación para las obras sociales, las entidades de medicina prepagas no estarían alcanzadas. X. De lo manifestado precedentemente se desprende que Sociedad Italiana de Beneficencia en Buenos Aires ha infringido la obligación establecida en el art. 19 de la Ley Nº 24.240, el cual establece el deber de quienes presten servicios de cualquier naturaleza, de respetar los términos, plazos, condiciones, modalidades, reservas y demás circunstancias conforme a los cuales habían sido ofrecidos, publicados o convenidos. Existiendo una relación contractual como la de autos, la sumariada debía haberle provisto al denunciante una cobertura médica adecuada. XI. Finalmente, la recurrente cuestiona el monto de la multa, por resultar excesivamente elevada. Manifiesto que este agravio debe desestimarse, ya que la recurrente tan sólo se limita a afirmar que no existe fundamento real para considerar la existencia de un incumplimiento al art. 19 de la Ley Nº 24.240, y que únicamente ha cumplido con lo pactado libremente por las partes, sin efectuar desarrollo argumental alguno, tampoco indica en qué consistiría el monto elevado de la sanción. XII. A mayor abundamiento, el art. 47 de la ley 24240 establece que “Verificada la existencia de la infracción, quienes la hayan cometido se harán pasibles de las siguientes sanciones, las que se podrán aplicar independiente o conjuntamente, según resulte de las circunstancias del caso: a) apercibimiento; b) multa de quinientos pesos ($ 500) a quinientos mil ($ 500.000), hasta alcanzar el triple de la ganancia o beneficio ilegal obtenido por la infracción; c) ... En todos los casos, se dispondrá la publicación de la resolución condenatoria, a costa del infractor en el diario de mayor circulación de la jurisdicción donde se cometió la infracción.” El mismo debe interpretarse conjuntamente con el art. 49 de la misma normativa legal, el cual señala que “En la aplicación y graduación de las sanciones previstas en el art. 47 se tendrá en cuenta el perjuicio resultante de la infracción para el consumidor o usuario, la posición en el mercado del infractor, la cuantía del beneficio obtenido, el grado de intencionalidad, la gravedad de los riesgos, o de los perjuicios sociales derivados de la infracción y su generalización, la reincidencia y las demás circunstancias relevantes del hecho ...”. A su vez el art. 16 de la Ley Nº 757 ––Ley de Procedimiento Administrativo para la Defensa de los Derechos del Consumidor y del Usuario––, receptó estas pautas de graduación para aplicarlas a las infracciones previstas, en la Ley de Defensa del Consumidor, y también en la Ley de Lealtad Comercial (conf. art. 15, Ley Nº 757), plasmando así, en el ámbito local, los artículos transcriptos en el párrafo anterior. Por ello, y ante lo manifestado precedentemente, considero que el argumento de la recurrente con el que intenta dar sustento a este agravio no puede tener favorable acogida. XIII. Las costas se impondrán a Sociedad Italiana de Beneficencia en Buenos Aires atento al principio objetivo de la derrota (art. 62 del CCAyT). XIV. Por lo tanto, a mérito de las consideraciones expuestas, doctrina y jurisprudencia citada, y normas legales aplicables al caso, se propone al acuerdo que en caso de ser compartido este voto, se rechace el recurso de apelación interpuesto por la recurente y se confirme la Disposición Nº 1316-DGDYPC-2005. La costas se impondrán a la sumariada atento la manera en que se resuelve la presente controversia (art. 62 del CCAyT). El Doctor Carlos F. Balbín, por los fundamentos expuestos por el Doctor Esteban Centanaro, adhiere al voto que antecede. En mérito a las consideraciones vertidas, jurisprudencia citada, y normas legales aplicables al caso, y de conformidad con lo dictaminado por la Sra. Fiscal de Cámara; el Tribunal RESUELVE: a) Rechazar el recurso de apelación interpuesto por Sociedad Italiana de Beneficencia en Buenos Aires, confirmando la Disposición Nº 1316-DGDyPC-2005; b) Imponer la costas a la apelante atento la manera en que se resuelve la presente controversia (art. 62 del CCAyT). Regístrese, notifíquese y oportunamente devuélvase. El Dr. Horacio G. Corti no suscribe la presente por haberse excusado a fs. 56. Esteban Centanaro Carlos F. Balbín Juez de Cámara Juez de Cámara