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Notificacion
Detalle de la Actuación
Identificacion del expediente
Tribunal : CAMARA DE 2º INST. EN LO CAyT - SALA I
Numero : RDC 1497 /0 Estado: EN DESPACHO
Caratula: SOCIEDAD ITALIANA DE BENEFICENCIA EN
BUENOS AIRES CONTRA GCBA SOBRE OTRAS CAUSAS
CON TRAMITE DIRECTO ANTE LA CAMARA DE APEL.
Fecha ingreso: 03/11/2005
Datos de la Actuación
Fecha de Firma: 22/08/2008 Tribunal Origen: S01
Firmante: BALBIN, CENTANARO ()
Extracto: SENTENCIA DEFINITIVA

En la Ciudad de Buenos Aires, a los días del mes de agosto de


dos mil ocho, se reúnen en Acuerdo los Señores Jueces de la
Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo y Tributario de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, para conocer en el recurso de apelación judicial
interpuesto a fs. 46/51 contra la Disposición Nº 1316-DGDYPC-
2005 de fecha 28 de marzo de 2005, en los autos caratulados:
“SOCIEDAD ITALIANA DE BENEFICENCIA EN BUENOS
AIRES contra GCBA sobre OTRAS CAUSAS CON TRAMITE
DIRECTO ANTE LA CAMARA DE APELACIONES”, expte. Nº
1497/0, y habiéndose practicado el sorteo pertinente resulta
que debe observarse el siguiente orden: Dr. Esteban
Centanaro y Dr. Carlos F. Balbín, resolviendo plantear y votar
la siguiente cuestión: ¿es justa la Dispsoición apelada? A la
cuestión planteada el Dr. Esteban Centanaro dijo: I. En el
presente caso, Sociedad Italiana de Beneficencia en Buenos
Aires interpone recurso de apelación- obrante a fs. 46/51-
contra la Disposición Nº 1316-DGDYPC-2005, dictada por el
Director de la Dirección General de Defensa y Protección al
Consumidor, solicitando se revoque íntegramente la sanción
impuesta. El referido acto resuelve aplicarle una multa de
pesos diez mil ($ 10.000) por infracción al artículo 19 de la Ley
Nº 24.240. Asimismo, ordena la publicación de la resolución
condenatoria a su exclusiva costa conforme lo dispuesto por el
artículo 18 del Anexo 1 del Decreto Nº 17-GCBA-03, en el
diario Clarín. II. Las presentes actuaciones se inician ante una
denuncia efectuada el 15 de noviembre de 2001 por César
Sánchez contra Hospital Italiano Plan de Salud, por presunta
infracción a la Ley Nº 24.240 en la Dirección de Defensa del
Consumidor. Manifiesta que la denunciada ha incumplido el
PMO al pretenderle cobrar una angioplatía con internación por
hallarse en el período de carencia. Solicita le cubran la
internación y la angioplastía y le devuelvan el pagaré
entregado. III. A raíz de ello, el Director General de Defensa y
Protección al Consumidor, mediante Disposición Nº 1316-
DGDyPC-2005 resuelve imponer una multa de pesos diez mil
($ 10.000) a Sociedad Italiana de Beneficencia en Buenos
Aires por infracción al artículo 19 de la Ley Nº 24.240. Para así
decidir, la autoridad administrativa considera que “... los
contratos de medicina prepaga -convenios de adhesión
encuadrables en la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor- y
los restantes instrumentos inherentes a los mismos, deben ser
interpretados de manera restrictiva, en sentido favorable a la
conservación del acuerdo y a los derechos del consumidor,
habida cuenta el desequilibrio existente entre las partes
contratantes. ... Quiere decir que en la formación del contrato
hay una consolidación del poder de las empresas, mediante la
eliminación de los tratos pre-contractuales, fase dentro de la
cual era posible la expresión de voluntad del usuario
consumidor, reemplazada por el procedimiento de la adhesión”;
... la Ley 24.754 ... se encuentra actualmente vigente y obliga a
todas las entidades o empresas que presten servicios médicos
prepagos a cumplir con las prestaciones mínimas obligatorias
para los agentes comprendidos en las leyes 23.660 y, 23.661,
las que fundamentalmente se encuentran descriptas en la
Resolución M.S. y A.S. Nº 247/96; Que la jurisprudencia
nacional se ha expedido respecto de la “correspectividad”. ...”.
La Autoridad de Aplicación continúa sosteniendo que “... en ese
sentido se considera que SOCIEDAD ITALIANA DE
BENEFICENCIA EN BUENOS AIRES infringió el art. 19º de la
Ley Nº 24.240 toda vez que no cumplió con las prestaciones
obligatorias que le impone a toda entidad que presta servicios
de medicina prepaga la Ley Nº 24.754. En el caso de marras
no cubrió el costo de la intervención -angioplastía- estando la
misma a cargo de la prestadora de servicio, cualquiera sea la
modalidad de la misma, conforme lo establecido en la
resolución Nº 939/00 MS, -respuesta anexada a fs. 13/14-; Que
la Ley 24.754 establece que las empresas o entidades que
brinden servicios de medicina prepaga deberán cubrir como
mínimo en sus planes de cobertura médico asistencial las
mismas prestaciones obligatorias dispuestas para las obras
sociales por las leyes 23.660, 23.661 y 24.455. Asimismo, el
Programa Médico Obligatorio establece que no podrán
establecerse períodos de carencia. En virtud de lo expuesto, la
limitación impuesta por la SOCIEDAD ITALIANA DE
BENEFICENCIA EN BUENOS AIRES (fs. 5) implica la renuncia
de derechos ya adquiridos por el denunciante, sin justificación
suficiente; Que asimismo cabe destacar que dicha ley, con
criterio de orden público, ha modificado los contratos de
prestación de servicios de medicina prepaga, obligando a dar
cobertura dento de las pautas establecidas en el Programa
Médico Obligatorio- adoptado por dicha legislación; Que todo
ello se aplica, en función de lo normado por el art. 3º de la Ley
Nº 24.240 que sienta el principio interpretativo que debe
integrarse la misma con las normas generales y especiales
aplicables a las relaciones jurídicas entre proveedores y
consumidores; Que en cuanto al alcance de la Ley 24.754
corresponde señalar que la norma contenida en el art. 1º de la
Ley 24.754, es imperativa y, en consecunecia de orden
público”. IV. La parte denunciada se agravia por cuanto, a su
entender, no caben dudas que cumplió con lo pactado. La
apelante afirma quer el art. 19 de la Ley Nº 24.240 no se refiere
a incumplimientos en general, sino puntualmente al contractual
de la oferta pública de bienes y servicios. Señala que siempre
ofreció la cobertura de servicios médicos, de acuerdo a las
pautas que surgen del reglamento del plan al que el
denunciante solicitó su ingreso. Agrega que la relación con el
consumidor se encuentra regida por los principios de la
autonomía de la voluntad (art. 1137 del Código Civil) y libertad
de contratación, encuadrándose en lo prescripto por el art.
1197 del Código Civil. Cuestiona que el Director General haya
manifestado que no ha existido igualdad entre las partes, y
señala que la realidad es que el mayor poder radica en el
mercado. Enfatiza en que no existe una parte más fuerte que
otra, sino una interdependencia equitativa. Manifiesta que las
diferentes prestaciones y modalidades previstas en un contrato
de medicina prepaga tienen su razón de ser en la naturaleza
asegurativa del mismo, que difiere en gran manera con la
naturaleza social y asistencialista de la cobertura brindada por
las Obras Sociales. Sociedad Italiana de Beneficencia en
Buenos Aires expresa que el fundamento principal de la
Resolución es que todas las normas dirigidas o relativas a
obras sociales, se tornan obligatorias para las entidades de
medicina prepaga en virtud de las disposiciones de la Ley Nº
24.754. Considera que al interpretar la misma crea una nueva
norma diferente de la escrita, siendo esta función
esencialmente ajena a sus facultades, y torna arbitaria e
inconstitucional su resolución. La recurrente señala que la clara
finalidad de la norma era que las entidades que brindaban
servicios de medicina prepaga cubriesen las mismas
prestaciones mínimas que resultan obligatorias para las obras
sociales según las reglas vigentes. Agrega que a la fecha de la
sanción de la ley, las prestaciones médicas obligatorias para
las obras sociales surgían de la Resolución Nº 247/96 del
Ministerio de Salud y Acción Social y de la Ley Nº 24.455.
Aclara que la Ley Nº 24.754 no cita más disposiciones que
éstas. No incluye a las normas que en el futuro impusieran
prestaciones para las obras sociales; ni le otorga facultades al
Ministerio de Salud para ser la Autoridad de contralor de la
medicina prepaga y para que cree, amplíe, reduzca o modifique
las prestaciones que éstas obligatoriamente deban brindar.
Con respecto al principio in dubio pro consumidor, la entidad de
medicina prepaga afirma que los hechos son perfectamente
claros, que no existen dudas sobre las conductas asumidas por
las partes ni sobre las obligaciones previamente fijadas. Señala
que existen normas contractuales específicas, que determinan
claramente las obligaciones y derechos de los co-contratantes
y los alcances de las prestaciones. Concluye en que la
aplicación de este principio viola el de igualdad de partes
estableciendo un privilegio inadmisible en favor de una en
desmedro de la otra. Finalmente, cuestiona el monto de la
multa por considerarlo excesivamente elevado. IV. Ante todo es
oportuno recordar que, como así he tenido oportunidad de
expedirme en la sala II de este fuero in re “ASOCIACION CIVIL
HOSPITAL ALEMAN contra GCBA sobre OTRAS CAUSAS
CON TRAMITE DIRECTO ANTE LA CAMARA DE
APELACIONES”, expte. RDC 132/0, de fecha 3 de marzo de
2004, los contratos de medicina prepaga son aquéllos en los
que una empresa especializada se obliga a prestar el servicio
de asistencia médica a una persona o grupo de ellas
recibiendo, como contraprestación, el pago de una suma de
dinero que generalmente es periódico. Estos contratos, que
suelen ser celebrados por adhesión a cláusulas predispuestas,
no están contemplados dentro de ninguna de las figuras
previstas por los códigos de fondo o leyes especiales, siendo
en consecuencia innominados y atípicos. La característica
principal de estos negocios jurídicos es que, a través del ahorro
consistente en pagos anticipados verificados en el transcurso
del tiempo, los pacientes se protegen de riesgos futuros en su
vida o salud. Es decir, el beneficiario se asegura de que si
necesita los servicios prometidos, podrá tomarlos, aunque no
tenga certeza de cuándo ni en qué cantidad, pudiendo ocurrir
inclusive que nunca los requiera, en cuyo caso el gasto
realizado se traducirá únicamente en la tranquilidad que le dio
la cobertura durante todo ese tiempo. El contrato entre el
denunciante y el aquí recurrente regula la prestación del
servicio de medicina prepaga, que se caracteriza por ser
principalmente de adhesión, de consumo, de tracto sucesivo,
oneroso, bilateral y de larga duración. “Quien dispone es un
empresario, quien concentra para sí el poder de negociación.
El prestador agrega al servicio un valor que es la competencia
específica en su área de conocimiento razón por la cual –en
doctrina- se lo considera como un experto en relación a su
contraparte, “profano” en la materia” (Cám. Cont. Adm. Fed,
Sala II, “Medicus SA c/Secretaría de Comercio e Inversiones –
Res. DNCI 39/96”, 08-10-1996). En sentido concordante, la
doctrina ha dicho que los contratos que vinculan a una
medicina prepaga con sus clientes son contratos de adhesión
con cláusulas predispuestas, por lo que el poder de
negociación de las partes es diferente, pudiendo presentar
desequilibrios en la relación contractual que ocasionen
perjuicios a la parte más débil (adherente) (conf. Vázquez
Ferreira, Roberto A., Medicina prepaga, Contratos de adhesión
y tutela del consumidor, JA 22 de julio de 1998). Esta última
circunstancia (la adhesión a cláusulas predispuestas y un
servicio prestado a un consumidor final) implica que debe darse
a la ley cuya interpretación se discute y al contrato que vincula
a las partes, el que favorezca al consumidor de conformidad
con el art. 42 de la Constitución Nacional y los arts. 3 y 37 de la
Ley Nº 24.240 (conf. Fallos 324:677). Este último establece que
“Sin perjuicio de la validez del contrato, se tendrán por no
convenidas: a) Las cláusulas que desnaturalicen las
obligaciones o limiten la responsabilidad por daños; b) las
cláusulas que importen renuncia o restricción de los derechos
del consumidor o amplíen los derechos de la otra parte.” V. Por
su parte, la Ley Básica de Salud de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, Ley Nº 153 (B.C.B.A. 28/5/99), establece en su
art. 10 que “El sistema de salud está integrado por el conjunto
de recursos de salud de dependencia: estatal, de la seguridad
social y privada que se desempeñan en el territorio de la
Ciudad.” Asimismo, “Entiéndese por recurso de salud, toda
persona física o jurídica que desarrolle actividades de
promoción, prevención, recuperación y rehabilitación,
investigación y docencia, producción, fiscalización y control,
cobertura de salud, y cualquier otra actividad vinculada con la
salud humana, en el ámbito de la Ciudad” (art. 11). La
Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires señala
en su art. 46 que “La Ciudad garantiza la defensa de los
consumidores y usuarios de bienes y servicios, en su relación
de consumo, contra la distorsión de los mercados y el control
de los monopolios que los afecten. Protege la salud, la
seguridad y el patrimonio de los consumidores y usuarios ...”
VI. Aclarado lo anterior, analizaré el fondo de la cuestión
materia de autos. La Disposición Nº 1316-DGDYPC-2005
impone una multa a la recurrente por encontrarla incursa en la
infracción al art. 19 de la Ley Nº 24.240, el cual establece que:
“Quienes presten servicios de cualquier naturaleza, están
obligados a respetar los términos, plazos, condiciones,
modalidades, reservas y demás circunstancias conforme a las
cuales habían sido ofrecidos, publicados o convenidos.” La Ley
Nº 24.754 (B.O. 02/01/97) determina la obligación de las
empresas o entidades que presten servicios de medicina
prepaga de cubrir, como mínimo, en sus planes de cobertura
médico asistencial las mismas prestaciones obligatorias
dispuestas para las obras sociales por las Leyes Nº 23.660,
23.661 y 24.455 y sus respectivas reglamentaciones. A su vez,
el art. 28 de la Ley Nº 23.661 dispone que “Los agentes del
seguro deberán desarrollar un programa de prestaciones de
salud, a cuyo efecto la ANSSAL establecerá y actualizará
periódicamente, de acuerdo a lo normado por la Secretaría de
Salud de la Nación, las prestaciones que deberán otorgarse
obligatoriamente, dentro de las cuales deberán incluirse todas
aquellas que requieran la rehabilitación de las personas
discapacitadas. Asimismo, deberán asegurar la cobertura de
medicamentos que las aludidas prestaciones requieran”. Como
se puede observar este artículo prevée “expressis verbis” que
el programa de prestaciones obligatorias se actualizará
periódicamente. Esta modalidad tiene razón de ser en el
sistema de la Ley Nº 23.661 que establece que “El seguro
téndrá como objetivo fundamental proveer el otorgamiento de
prestaciones de salud igualitarias, integrales y humanizadas,
tendientes a la promoción, protección, recuperación y
rehabilitación de la salud, que respondan al mejor nivel de
calidad disponible y garanticen a los beneficiarios la obtención
del mismo tipo y nivel de prestaciones eliminando toda forma
de discriminación en base a un criterio de justicia distributiva.
Se consideran agentes del seguro a las obras sociales
nacionales, cualquiera sea su naturaleza o denominación, las
obras sociales de otras jurisdicciones y demás entidades que
adhieran al sistema que se constituye, las que deberán
adecuar sus prestaciones de salud a las normas que se dicten
y se regirán por lo establecido en la presente ley, su
reglamentación y la ley de Obras Sociales, en lo pertinente”.
Esta normativa, a la que remite la Ley Nº 24.754, se relaciona
con el derecho de toda persona a disfrutar del más alto nivel
posible de salud y a una mejora continua de las condiciones de
existencia, receptado en el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (arts. 12.1 y 11.1), cuya Ley
aprobatoria data del 17 de abril de 1986 (Ley Nº 23.313), con
jerarquía constitucional a partir de 1994 (art. 75 inc. 22 de la
Constitución Nacional). Cabe señalar que el derecho a la vida,
la seguridad e integridad de la personas está protegido por
otros instrumentos internacionales (Declaración Universal de
los Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica) que
también gozan de jerarquía constitucional. Esta actualización
de las prestaciones obligatorias para las obras sociales, es
aplicable a las entidades de medicina prepaga atento lo
preceptuado por la Ley Nº 24.754, por habérselo confiado por
el legislador al impulso de la Autoridad de Aplicación. VII. La
demandada manifiesta que “... el Programa Médico Obligatorio-
PMO- no es una ley. Surge de una resolución anterior a la ley
24.754, la Res. 247/96. Esta resolución fue dictada pura y
exclusivamente para las Obras Sociales en el año 1996, en el
marco del incipiente proceso de desregulación de las Obras
Sociales que se estaba gestando en el Poder Ejecutivo. Esta
resolución dictó varias pautas operativas para las Obras
Sociales como la prohibición de establecer carencias y
exclusiones para los nuevos beneficiarios y además estableció
los límites de cobertura que estas entidades debían brindar. El
28 de noviembre de 1996 el Congreso de la Nación sancionó la
ley 24.754. ... La clara finalidad de la norma era que las
entidades que brindan servicios de medicina prepaga cubriesen
las mismas “prestaciones mínimas” que resultan obligatorias
para las obras sociales según las reglas vigentes. A la fecha de
sanción de la ley, las prestaciones médicas obligatorias para
las Obras Sociales surgían de la mencionada Resolución
247/96 del Ministerio de Salud y Acción Social y de la ley
24.455. Siguiendo este criterio, mi parte aceptó que se
encuentra legalmente obligada a brindar cobertura a ciertas
patologías que no estaban contempladas contractualmente en
ese momento. Pero esta aceptación no implicó que consintiera
la modificación arbitraria y compulsiva de la naturaleza de los
contratos privados ya firmados con sus afiliados o los que se
otorguen en lo sucesivo o que admita una alteración en su
naturaleza jurídica.” Sin embargo, el art. 28 de la Ley 23.661
descalifica el argumento expuesto por la recurrente, toda vez
que previó que el programa de prestaciones obligatorias se
“actualizará periódicamente”. Cabe señalar que el sistema de
esta normativa tiene como “ ... objetivo fundamental proveer al
otorgamiento de prestaciones de salud igualitarias, integrales y
humanizadas, tendientes a la promoción, protección,
recuperación y rehabilitación de la salud, que respondan al
mejor nivel de calidad disponible” (art. 2). VIII. Al respecto, La
Corte Suprema de Justicia de la Nación ha manifestado que “...
por imperio del art. 1 de la ley 24.754, las empresas o
entidades que presten servicios de medicina prepaga deben
cubrir, como mínimo, las mismas prestaciones que resulten
obligatorias para las obras sociales. Esto último comprende las
prestaciones que, con dicho carácter obligatorio, establezca y
actualice periódicamente la autoridad de aplicación en ejercicio
de la facultad que le confiere el art. 28 de la ley 23.661. ... les
corresponde a las mencionadas empresas o entidades
“efectivamente asegurar a los beneficiarios las coberturas tanto
pactadas como legalmente establecidas (v. art. 1, ley 24.754)”,
máxime cuando no debe olvidarse que si bien la actividad que
asumen pueda representar determinados rasgos mercantiles
“en tanto ellas tienden a proteger las garantías constitucionales
a la vida, salud, seguridad e integridad de las personas ( v.
arts. 3, Declaración Universal de Derechos Humanos; 4 y 5,
Convención Americana sobre Derechos Humanos y 42 y 75,
inc. 22, de la Ley Fundamental), también adquieren un
compromiso social con sus usuarios”, que obsta a que puedan
desconocer un contrato o, como ocurre en el sub-lite, invocar
sus cláusulas para apartarse de obligaciones impuestas por la
ley (v. doctrina de Fallos: 324:677), so consecuencia de
contraria su propio objeto que debe efectivamente asegurar a
los beneficiarios las coberturas tanto pactadas como
legalmente establecidas (v. doctrina de Fallos: 324:677). Ha
dicho, asimismo, que la ley 24.754 representa un instrumento
al que recurre el derecho a fin de equilibrar la medicina y la
economía, puesto que pondera los delicados intereses en
juego, integridad psicofísica, salud y vida de las personas, así
como también que más allá de su constitución como empresas
los entes de medicina prepaga tienen a su cargo una
trascendental función social que está por encima de toda
cuestión comercial (“Sartori” Fallos: 328:4747 -La Ley Online-,
disidencia de los jueces Fayt y Maqueda).” (CSJN in re
“Cambiaso Péres de Nealón, Celia M. A. y Otros c/ Centro de
Educación Médica e Investigaciones Médicas”, sentencia de
fecha 28 de agosto de 2007, LL 05/09/2007). IX. La denunciada
también manifiesta que “La ley 24.754 no ha venido a alterar
los contratos entre particulares, sino únicamente a incluir en
ellos un cúmulo de prestaciones adicionales. No se infiere de
dicha ley, ni de su reglamentación (que no posee) que las
entidades de medicina prepaga no pueden establecer
carencias o tiempos de espera y por ende -tal como reza el art.
19 de la C.N. - mi mandante no podrá ser obligado a hacer lo
que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohibe.”
Como ya lo señalamo ut supra la Ley Nº 24.754 (B.O. 02/01/97)
determina la obligación de las empresas o entidades que
presten servicios de medicina prepaga de cubrir, como mínimo,
en sus planes de cobertura médico asistencial las mismas
prestaciones obligatorias dispuestas para las obras sociales
por las Leyes Nº 23.660, Nº 23.661 y Nº 24.455 y sus
respectivas reglamentaciones. El Programa Médico Obligatorio
(PMO), aprobado por Resolución Nº 247, de fecha 17 de mayo
de 1996, en su anexo I, define el PMO como el régimen de
Asistencia Obligatorio para todas las obras sociales del
Sistema de la Ley Nº 23660/ 23661. Todos los Agentes del
Seguro involucrados en las mencionadas leyes deben asegurar
a sus beneficiarios o a través de efectores contratados que se
garanticen las prestaciones de prevención, diagnóstico y
tratamiento médico y odontológico. No pueden establecerse
períodos de carencia, ni coseguros o co-pagos, fuera de lo
expresamente indicado en este PMO. La atención primaria
debe contemplar los programas generales de promoción y
prevención, en coincidencia con los implementados por la
autoridad de aplicación jurisdiccional. A su vez, la Resolución
Nº 939/00, aprobatoria del Programa Médico Obligatorio para
los Agentes del Seguro de Salud y norma que actualiza el
PMO-Res. Nº 247, contempla la cobertura al 100 % de la
angioplastía en sus distintas modalidades (códigos 070801,
070803, 070805 y 070806). Así surge también de la
Providencia Nº 3208/03 G.C.P. que obra a fs. 14 del presente
expediente. Cabe señalar que el mismo estaba vigente al
momento de la intervención quirúrgica del denunciante. Por lo
tanto, se considera abusivo el actuar de Sociedad Italiana de
Beneficencia en Buenos Aires al no querer cubrir la
angioplastía e internación por el hecho de estar el consumidor
dentro del período de carencia, aduciendo que, por más que
sea una obligación para las obras sociales, las entidades de
medicina prepagas no estarían alcanzadas. X. De lo
manifestado precedentemente se desprende que Sociedad
Italiana de Beneficencia en Buenos Aires ha infringido la
obligación establecida en el art. 19 de la Ley Nº 24.240, el cual
establece el deber de quienes presten servicios de cualquier
naturaleza, de respetar los términos, plazos, condiciones,
modalidades, reservas y demás circunstancias conforme a los
cuales habían sido ofrecidos, publicados o convenidos.
Existiendo una relación contractual como la de autos, la
sumariada debía haberle provisto al denunciante una cobertura
médica adecuada. XI. Finalmente, la recurrente cuestiona el
monto de la multa, por resultar excesivamente elevada.
Manifiesto que este agravio debe desestimarse, ya que la
recurrente tan sólo se limita a afirmar que no existe fundamento
real para considerar la existencia de un incumplimiento al art.
19 de la Ley Nº 24.240, y que únicamente ha cumplido con lo
pactado libremente por las partes, sin efectuar desarrollo
argumental alguno, tampoco indica en qué consistiría el monto
elevado de la sanción. XII. A mayor abundamiento, el art. 47 de
la ley 24240 establece que “Verificada la existencia de la
infracción, quienes la hayan cometido se harán pasibles de las
siguientes sanciones, las que se podrán aplicar independiente
o conjuntamente, según resulte de las circunstancias del caso:
a) apercibimiento; b) multa de quinientos pesos ($ 500) a
quinientos mil ($ 500.000), hasta alcanzar el triple de la
ganancia o beneficio ilegal obtenido por la infracción; c) ... En
todos los casos, se dispondrá la publicación de la resolución
condenatoria, a costa del infractor en el diario de mayor
circulación de la jurisdicción donde se cometió la infracción.” El
mismo debe interpretarse conjuntamente con el art. 49 de la
misma normativa legal, el cual señala que “En la aplicación y
graduación de las sanciones previstas en el art. 47 se tendrá
en cuenta el perjuicio resultante de la infracción para el
consumidor o usuario, la posición en el mercado del infractor, la
cuantía del beneficio obtenido, el grado de intencionalidad, la
gravedad de los riesgos, o de los perjuicios sociales derivados
de la infracción y su generalización, la reincidencia y las demás
circunstancias relevantes del hecho ...”. A su vez el art. 16 de la
Ley Nº 757 ––Ley de Procedimiento Administrativo para la
Defensa de los Derechos del Consumidor y del Usuario––,
receptó estas pautas de graduación para aplicarlas a las
infracciones previstas, en la Ley de Defensa del Consumidor, y
también en la Ley de Lealtad Comercial (conf. art. 15, Ley Nº
757), plasmando así, en el ámbito local, los artículos
transcriptos en el párrafo anterior. Por ello, y ante lo
manifestado precedentemente, considero que el argumento de
la recurrente con el que intenta dar sustento a este agravio no
puede tener favorable acogida. XIII. Las costas se impondrán a
Sociedad Italiana de Beneficencia en Buenos Aires atento al
principio objetivo de la derrota (art. 62 del CCAyT). XIV. Por lo
tanto, a mérito de las consideraciones expuestas, doctrina y
jurisprudencia citada, y normas legales aplicables al caso, se
propone al acuerdo que en caso de ser compartido este voto,
se rechace el recurso de apelación interpuesto por la recurente
y se confirme la Disposición Nº 1316-DGDYPC-2005. La costas
se impondrán a la sumariada atento la manera en que se
resuelve la presente controversia (art. 62 del CCAyT). El Doctor
Carlos F. Balbín, por los fundamentos expuestos por el Doctor
Esteban Centanaro, adhiere al voto que antecede. En mérito a
las consideraciones vertidas, jurisprudencia citada, y normas
legales aplicables al caso, y de conformidad con lo dictaminado
por la Sra. Fiscal de Cámara; el Tribunal RESUELVE: a)
Rechazar el recurso de apelación interpuesto por Sociedad
Italiana de Beneficencia en Buenos Aires, confirmando la
Disposición Nº 1316-DGDyPC-2005; b) Imponer la costas a la
apelante atento la manera en que se resuelve la presente
controversia (art. 62 del CCAyT). Regístrese, notifíquese y
oportunamente devuélvase. El Dr. Horacio G. Corti no suscribe
la presente por haberse excusado a fs. 56. Esteban Centanaro
Carlos F. Balbín Juez de Cámara Juez de Cámara

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