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10. EL RENACIMIENTO: CARACTERES GENERALES Y ARQUITECTURA

CARACTERES GENERALES

El Renacimiento es el movimiento cultural y artístico que inaugura la


Edad Moderna en Europa durante los siglos XV y XVI. Tras la larga etapa
de teocentrismo medieval, se anuncia ahora una nueva cultura que, sin
renunciar a sus fundamentos cristianos, pone el acento en el ser
humano y en la naturaleza, y que se fundamenta en una serie de cambios
históricos entre los que cabe destacar los siguientes:
a) El crecimiento económico. La recuperación económica tras la crisis del
siglo XIV vuelve a reactivar las actividades artesanales, comerciales y
bancarias. Como consecuencia, las ciudades crecen, la burguesía amplia
su poder y se sientan las bases de un nuevo sistema económico, el
capitalismo, basado en el predominio del capital (es decir, del dinero)
como fuente de poder y riqueza. Este nuevo sistema tendrá dos focos
iniciales de desarrollo preferente: Italia y Flandes.
b) El fortalecimiento de las monarquías y el surgimiento de los
primeros estados modernos. A lo largo del siglo XV se refuerza la
tendencia ya observada en los dos siglos anteriores a la ampliación del
poder de los reyes frente a los nobles. Se impone así un nuevo concepto de
monarquía autoritaria que servirá de soporte para el desarrollo de los
primeros estados modernos (España, Francia, Inglaterra) dotados de
ejércitos estables de mercenarios, de una burocracia administrativa
centralizada y de asambleas representativas nacionales (cortes,
parlamentos).
c) Los avances científicos y técnicos, entre los que destacan los
derivados de la química (nuevas aleaciones metálicas, difusión del papel y
de la pólvora); las innovaciones en el campo de la medicina (estudios
anatómicos y de la circulación de la sangre, métodos prácticos de sutura,
asepsia y cuidado de heridas, uso de fármacos específicos para el
tratamiento de enfermedades); la mejora en los instrumentos de
navegación (difusión de la brújula y el astrolabio, desarrollo de la
cartografía); y la invención de la imprenta de tipos móviles por el alemán
Johannes Gutenberg en 1445, que abarató la impresión de libros y
generalizó su difusión.
d) Los grandes descubrimientos geográficos (América, costas
africanas, enclaves en la India y Extremo Oriente), protagonizados, sobre
todo, por portugueses y españoles, que abrieron a los europeos a nuevos
mundos y nuevas posibilidades de desarrollo económico y cultural.
e) La crisis de la Iglesia, en cuyo seno proliferan movimientos heréticos y
corrientes renovadoras que acabarán conduciendo, en el siglo XVI, a una
profunda escisión entre católicos (partidarios de la ortodoxia) y
protestantes (luteranos, calvinistas, anglicanos). La Reforma
protestante y la Contrarreforma católica (impulsada tras el Concilio de
Trento –1545-1563–), servirán de soporte ideológico para un largo periodo
de guerras de religión en todo el continente europeo.
f) El movimiento filosófico conocido como Humanismo, impulsado
durante los siglos XV y XVI por pensadores como el holandés Erasmo de
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Rotterdam, el inglés Tomás Moro o el español Luis Vives, que abogó por
situar al ser humano en el centro del universo (antropocentrismo). Los
humanistas rechazaron el teocentrismo medieval, promovieron la
recuperación (el «renacer») del legado clásico grecorromano,
fomentaron la educación y sentaron las bases para el desarrollo de una
cultura europea laica (es decir, no religiosa).
Los conceptos de arte y artista cambian sustancialmente con el
Renacimiento y empiezan a adquirir los perfiles con los que los conocemos
hoy: la pintura y la escultura, que durante la Edad Media eran
fundamentalmente técnicas al servicio de la doctrina cristiana, aspiran ahora al
rango de artes liberales, es decir, disciplinas intelectuales autónomas que
requieren un vasto soporte teórico, y el artista, considerado como un artesano
en la época medieval, reclama ahora su equiparación social con poetas y
filósofos. El arte y la arquitectura se convierten en medios de
representación pública al servicio de monarcas y familias de nobles y
ricos burgueses (los Médici en Florencia, los Sforza en Milán, los Gonzaga en
Mantua, los Montefeltro en Urbino, etc.), con lo que estos personajes se
convierten en mecenas y promotores de la actividad artística, sumándose al
tradicional patronazgo de la Iglesia.
En el ámbito artístico, las primeras manifestaciones del Renacimiento se
dan en Italia a finales del siglo XIV, pero en la mayoría de los países
europeos no puede hablarse de arte y cultura renacentistas hasta el siglo XVI.
Los modelos italianos se introducen en el resto de Europa por la importación de
obras italianas, la circulación de libros y grabados, la formación de artistas
locales en Italia o la contratación de artistas italianos por monarcas y nobles
deseosos de renovar su imagen a la luz de la nueva cultura; en general, el
nuevo lenguaje convive o se mezcla durante bastante tiempo con sistemas
artísticos medievales. En el desarrollo del arte renacentista en Italia cabe
distinguir cuatro grandes periodos:
a) Durante el siglo XIV (Trecento), artistas y arquitectos configuran una
etapa de transición en la que, todavía en un contexto medieval, empiezan
a desarrollarse valores propios del arte renacentista, como el creciente
naturalismo de las representaciones pictóricas o la presencia de modelos
grecorromanos en la escultura.
b) En el siglo XV (Quattrocento) se forja la identidad del arte renacentista.
La escuela florentina desempeña un papel central en este periodo,
especialmente en los primeros años con la arquitectura de Filippo
Brunelleschi, la escultura de Donatello, la pintura de Masaccio y la
arquitectura y la labor teórica de Leon Battista Alberti.
c) El «Renacimiento clásico» o «Renacimiento pleno» transcurre en las
tres primeras décadas del siglo XVI (Cinquecento), y representa la
madurez del sistema artístico desarrollado durante el siglo anterior,
expresada sobre todo en la obra de Leonardo, Rafael y Miguel Ángel. El
naturalismo del Quattrocento deja paso al clasicismo, es decir, a una
idealización de la cultura clásica, que sirve ahora como referente de
prestigio para los grupos dominantes. El centro fundamental de esta etapa
culminante es la Roma pontificia, que busca equipararse en términos
simbólicos a la antigua Roma.
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d) Durante las restantes décadas del siglo XVI se asiste al triunfo de una
nueva orientación artística, el Manierismo, que supone la ruptura del
equilibrio clasicista y se caracteriza por una mayor insistencia en el
lucimiento formal (recurso a formas caprichosas, acabados perfectos o
colores irreales en pintura y escultura; «licencias» frente a la normativa de
los órdenes clásicos, uso de diversos materiales y texturas, y aumento de la
decoración en la arquitectura) y en temáticas más intelectuales y
crípticas.

ARQUITECTURA
La arquitectura renacentista abandona definitivamente el sistema constructivo
gótico, basado en la bóveda de crucería y los arbotantes, y vuelve a utilizar
el vocabulario arquitectónico grecorromano (arcos de medio punto que
sustituyen a los apuntados del gótico, bóvedas de cañón, cúpulas
semiesféricas, techos artesonados con casetones, etc.) y los órdenes
clásicos (dórico, jónico, corintio, toscano y compuesto), puestos al día gracias
al descubrimiento del tratado Los diez libros de arquitectura de Vitrubio
(arquitecto romano del siglo I a.C.) y al estudio de las abundantes ruinas
romanas. Las fachadas y muros interiores se decoran con motivos clásicos
como almohadillados (aparejos de sillería con las juntas biseladas o
rehundidas), guirnaldas, medallones, casetones, veneras, grutescos
(ornamentación a base de animales fantásticos, seres mitológicos y motivos
vegetales entrelazados y dispuestos a candelieri, es decir, simétricamente a un
lado y otro de un eje central), etc. Las ideas de proporción y simetría
vuelven a adquirir una importancia extraordinaria tanto en las plantas como en
los alzados, y los edificios se conciben como organismos basados en módulos y
relaciones matemáticas que reflejan la armonía y la belleza presentes en la
naturaleza. Los materiales empleados se diversifican (ladrillo, sillería,
mampostería, hormigón, revestimientos de mármol, etc.).
Las nuevas tipologías arquitectónicas se reelaboran a la luz de las antiguas.
La tipología fundamental sigue siendo la iglesia, en la que se sigue utilizando
la planta basilical, aunque cobra gran importancia la planta centralizada,
que se considera la máxima expresión de la armonía universal, y que suele
estar coronada por una cúpula. Otra importante tipología renacentista es el
palacio (palazzo), que pierde su anterior apariencia de fortaleza, organiza su
fachada de acuerdo con el vocabulario clasicista (órdenes clásicos
superpuestos, almohadillado, series de arcos de medio punto y pilastras) y
presenta, en el interior de su planta rectangular, un patio porticado (cortile).
Otros edificios característicos son los hospitales (a menudo con planta
cruciforme), las bibliotecas y las villas suburbanas (inspiradas en modelos
clásicos). Sobre la base de estas características comunes, cabe distinguir las
siguientes variantes nacionales:
En ITALIA se distinguen dos periodos básicos:
a) Durante el Quattrocento, los principales representantes de la nueva
arquitectura renacentista, con centro en la ciudad de Florencia, son
Brunelleschi y Alberti.
–Filippo Brunelleschi (1377-1446) se considera el primer arquitecto
renacentista, que tiende un puente entre el gótico y la nueva
arquitectura en la Cúpula de la Catedral de Santa María de las
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Flores (Florencia, 1420-36): sobre el espacio octogonal del crucero de la
catedral gótica, levanta una enorme cúpula ligeramente apuntada que
centraliza el espacio interior y sirve de referencia visual para toda la
ciudad. Para su construcción prescinde del tradicional uso de cimbras de
madera, recurre a un aparejo clásico de ladrillos en espina de pez (opus
spicatum) y eleva a una ligera estructura de doble casco, combinando las
tradicionales nervaduras góticas con ligaduras horizontales concéntricas
inspiradas en la arquitectura romana; diversos motivos de inspiración
clásica aparecen en su base (óculos del tambor) y en su coronamiento
(linterna de mármol blanco con arcos de medio punto, veneras, volutas y
balaustres). La inspiración clásica está también presente en otras
construcciones de Brunelleschi, como las iglesias florentinas de San
Lorenzo y el Santo Spirito (basadas en el modelo de la basílica
paleocristiana, con cubierta plana en la nave central y bóvedas baídas en
las laterales, amplio uso del vocabulario arquitectónico grecorromano –
columnas corintias, entablamentos, arcos de medio punto, casetones– y
un claro énfasis en la sencillez y la proporcionalidad –estructura modular
definida por el cuadrado del crucero–); y la Capilla Pazzi (en el convento
franciscano de la Santa Croce, Florencia), con planta centralizada bajo
cúpula sobre pechinas.
–Leon Battista Alberti (1404-1472), gran estudioso de la Antigüedad, es
el principal tratadista del Renacimiento italiano, autor de obras de
referencia como De re aedificatoria (donde describe las diversas tipologías
de edificios y sus funciones), De statua (en el que expone las proporciones
ideales del cuerpo humano) y De pictura (donde proporciona la primera
definición científica de la perspectiva lineal). Sus edificios están marcados
por los nuevos principios de proporcionalidad y armonía y por un claro
deseo de recuperar el pasado clásico. Entre ellos destacan la fachada
de la Iglesia de Santa María Novella (Florencia), concebida como un
gran telón clasicista de estructura modular, con volutas y tímpano; la
Iglesia de San Andrés de Mantua (con una fachada de gran plasticidad
en forma de arco de triunfo, y un interior de una sola nave con bóveda de
cañón decorada con casetones; y el Palazzo Rucellai (Florencia, 1446).
Este último, con sus estancias dispuestas en torno a un patio o cortile
rodeado de una arquería corintia, sirvió de modelo para la construcción de
posteriores palacios renacentistas, que se integran elegantemente en el
espacio urbano de unas ciudades cada vez más prósperas. La fachada se
organiza en tres pisos en los que se superponen tres órdenes clásicos
(dórico, jónico y corintio), a imitación del Coliseo romano; toda la
superficie responde a una estructura modular definida por los rectángulos
limitados por las pilastras que enmarcan los vanos de medio punto, y
presenta un paramento almohadillado.
b) Durante el Cinquecento destacan las figuras de Bramante, Miguel
Ángel y Vignola, que trabajan sobre todo en Roma, convertida en capital
artística de Europa gracias al mecenazgo del papado, así como el arquitecto
y tratadista Palladio, activo sobre todo en Venecia:
–Donato Bramante (1444-1514) culmina la recuperación del lenguaje
clásico grecorromano, al que dota de mayor perfección y
monumentalidad en obras como el Tempietto de San Pietro in
Montorio (Roma, 1502), un templete conmemorativo, construido por
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encargo de los Reyes Católicos en el lugar donde, según la tradición, fue
crucificado San Pedro. Se trata de un edificio períptero de planta circular,
inspirado en los tholoi grecorromanos, con basamento escalonado,
columnas toscanas, friso con triglifos y metopas y balaustrada; su cúpula
semiesférica con linterna descansa en un tambor con hornacinas
rematadas por veneras. Pese a sus pequeñas dimensiones (la cella interior
solo tiene 4,5 metros de diámetro), presenta una apariencia monumental
y una perfecta proporcionalidad; el recurso al círculo, el cilindro y la esfera
como elementos organizadores remite a las teorías neoplatónicas, según
las cuales el círculo es la forma geométrica más perfecta, la que más se
acerca a Dios (en el proyecto inicial estaba, además, integrado en un patio
circular que no llegó a realizarse). A Bramante debemos también el
primer proyecto de la Basílica de San Pedro del Vaticano (1505),
concebido también como un edificio de planta centralizada (cruz griega
inscrita en un cuadrado), con cuatro torres en las esquinas y una enorme
cúpula central; tras la muerte del arquitecto, Rafael y Antonio da Sangallo
alteraron su proyecto y apostaron por una planta longitudinal.
–Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) alternó su genial labor como
escultor y pintor con impresionantes obras arquitectónicas marcadas por
la monumentalidad, la plasticidad y el juego de volúmenes
(alternancia de columnas y pilastras o frontones curvilíneos y triangulares,
empleo de grandes ménsulas y volutas, recurso al orden gigante en las
fachadas). Suyo es el tercer proyecto de la Basílica de San Pedro del
Vaticano, acometido tras la muerte de Antonio da Sangallo, en el que
vuelve a la idea centralizada de Bramante y construye una enorme cúpula
(42 m de diámetro) ligeramente apuntada y de doble casco (a imitación de
la de la Catedral de Florencia), sobre un tambor decorado con guirnaldas,
columnas pareadas y ventanas con frontones curvilíneos y triangulares
alternantes, y coronada por una linterna. Otra llamativa construcción de
Miguel Ángel fue la Biblioteca Laurenciana de Florencia, cuya escalera
de acceso presenta todo un muestrario de «licencias» manieristas
(columnas empotradas en el muro, ménsulas colgantes, peldaños
«deslizantes»). Miguel Ángel también llevó a cabo una importante
intervención urbanística en la Plaza del Capitolio de Roma.
–Giacomo Barozzi de Vignola (1507-1573), discípulo de Miguel Ángel,
es conocido como autor de la iglesia matriz de la orden de los jesuitas en
Roma, conocida como Il Gesù (1568-1573; en colaboración con Giacomo
della Porta, responsable de la fachada). Esta iglesia se hace eco de las
nuevas tendencias manieristas (decorativismo, plasticidad), así como de
las formulaciones arquitectónicas planteadas tras el Concilio de
Trento (1545-63), en el que se establecen las bases de la Contrarreforma
para luchar contra los protestantes: planta longitudinal con amplia nave
que dé cabida a numerosos fieles, perfecta visibilidad del altar mayor y
proliferación de las capillas laterales para albergar imágenes religiosas.
–Andrea Palladio (1508-1580) propaga los ideales renacentistas en los
territorios venecianos. Es el creador de elegantes iglesias (como Il
Redentore o San Giorgio Maggiore, ambas en Venecia) y villas
suburbanas (como la Villa Rotonda, en Vicenza) integradas en
magníficos entornos naturales y caracterizadas por el recurso a la
simetría, el refinamiento decorativo y el empleo preferente del aparejo de
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piedra blanca. La celebridad de Palladio se propagó por toda Europa
gracias, sobre todo, a su tratado Los cuatro libros de la arquitectura,
publicado en 1570, donde explica cómo construir todo tipo de edificios
civiles y religiosos.
En ESPAÑA, hay que esperar a finales del siglo XV para advertir la recepción de
las innovaciones renacentistas importadas de Italia; a partir de entonces,
pueden definirse tres estilos arquitectónicos sucesivos:
a) El estilo plateresco (finales del siglo XV y primer tercio del siglo XVI), así
llamado porque la abundante decoración de algunos de sus edificios recuerda
a la minuciosa labor de los orfebres o plateros, se caracteriza por la
combinación elementos propios del gótico tardío (nervaduras,
pináculos, blasones) con otros de origen clásico (grutescos, medallones,
guirnaldas, veneras, almohadillados, frontones, arcos de medio punto,
órdenes arquitectónicos). El monumento más representativo de esta etapa es
la fachada de la Universidad de Salamanca (h. 1525), de Enrique Egas.
b) El estilo purista (segundo tercio del siglo XVI) muestra una depuración
del plateresco y una mayor asimilación del clasicismo a través de los
crecientes contactos con Italia. Los edificios presentan menos elementos
decorativos y se estructuran en función de los órdenes clásicos. Entre ellos
destacan la fachada de la Universidad de Alcalá de Henares, de Rodrigo
Gil de Hontañón; la Catedral de Granada, de Diego de Siloé; y, sobre todo,
el Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada, proyectado por Pedro
Machuca como un gran bloque cuadrado de dos pisos en el que se inscribe un
sobrio patio circular adintelado.
c) El estilo herreriano o escurialense (último tercio del siglo XVI), debe su
nombre a Juan de Herrera, arquitecto responsable (junto a Juan Bautista
de Toledo) del conjunto monumental más importante de todo el
Renacimiento español: el Monasterio de San Lorenzo del Escorial (1563-
1586), encargado por el rey Felipe II en las cercanías de Madrid para
conmemorar la victoria de los españoles sobre los franceses en la batalla de
San Quintín (1557). Los arquitectos elegidos por el monarca idearon una
planta que aludiera al martirio del santo español San Lorenzo (que había
sufrido martirio y muerte sobre una parrilla) y optaron por aplicar al edificio
un estilo «desornamentado» (caracterizado por el contraste visual de
volúmenes geométricos, la rigurosa simetría, el empleo puntual de motivos
clasicistas, el contraste entre el paramento de granito y las cubiertas de
pizarra, y el coronamiento de las torres con chapiteles de inspiración
flamenca) que expresa a la perfección los ideales de fortaleza, austeridad
y misticismo religioso que Felipe II quería proyectar como imagen de la
monarquía española. El conjunto engloba las funciones de monasterio,
iglesia, palacio, panteón real y centro de cultura (su biblioteca fue
durante mucho tiempo una de las más importantes del mundo). La influencia
de El Escorial se prolongó, más allá del Renacimiento, en varios edificios del
primer barroco español.
En FRANCIA, la arquitectura renacentista es principalmente de carácter civil, y
sobre todo palaciega. El rey Francisco I impulsó la construcción de chateaux
(castillos-palacio) en el valle del Loira (Chambord, Blois, Fontainebleau),
mientras su sucesor, Enrique II, encargó al arquitecto Pierre Lescot la
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dirección de las obras del Palacio del Louvre en París (futuro Museo del
Louvre), donde cabe destacar su magnífico Patio Cuadrado (Cour Carrée).

PARA LA SELECTIVIDAD

Conceptos:
Almohadillado: aparejo de piedra cuyos sillares muestran las juntas biseladas o
rehundidas, a manera de almohadillas.
Linterna: estructura en forma de torre que remata una cúpula y que permite la
iluminación y ventilación del edificio.
Grutescos: ornamentación a base de animales fantásticos, seres mitológicos y
motivos vegetales entrelazados y dispuestos a candelieri («a modo de candelabros»),
es decir, simétricamente a un lado y otro de un eje central. El término deriva del
italiano grotta («gruta»), en referencia a los motivos decorativos hallados en las ruinas
subterráneas o «grutas» de la Domus Aurea de Nerón durante el Quattrocento.
Balaustre: columnilla en forma bulbosa, estrechada por arriba y ensanchada por
abajo, que forma, junto con otras, una barandilla o balaustrada.
Bóveda baída: bóveda esférica cortada por cuatro planos verticales y
perpendiculares entre sí.
Loggia: galería o pórtico sostenido por columnas y/o arcos y abierto al menos por uno
de sus lados; es un elemento característico de la arquitectura renacentista italiana.
Orden gigante: orden arquitectónico cuyas columnas o pilastras corresponden a dos
o más plantas de un mismo edificio.
Chapitel: elemento arquitectónico que se sitúa a modo de remate apuntado en la
parte superior de una torre o campanario.
Comentario de obras de arte:
–Cúpula de la Catedral de Santa María de las Flores, Florencia (1420-1436), de
Filippo Brunelleschi.
–Iglesia de San Lorenzo, Florencia (1421-1440), de Filippo Brunelleschi.
–Fachada de Santa María Novella, Florencia (1456-1470), de Leon Battista
Alberti.
–Fachada de San Andrés de Mantua (post. 1470), de Leon Battista Alberti.
–Fachada del Palazzo Rucellai, Florencia (post. 1446), de Leon Battista Alberti.
–Tempietto de San Pietro in Montorio, Roma (1502), de Donato Bramante.
–Cúpula de San Pedro del Vaticano (1588-1589), de Miguel Ángel.
–Iglesia de Il Gesú, Roma (1568-1574), de Vignola y Giacomo della Porta.
–Villa Rotonda (post. 1566), de Andrea Palladio.
–Monasterio de San Lorenzo del Escorial (1563-1586), de Juan Bautista de
Toledo y Juan de Herrera.

DIRECCIONES DE INTERNET
–El Renacimiento y su arquitectura, en Wikipedia:
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http://es.wikipedia.org/wiki/Renacimiento
http://es.wikipedia.org/wiki/Arquitectura_del_Renacimiento
–Páginas sobre Miguel Ángel (inglés):
http://www.michelangelo.com/buonarroti.html
http://www.artcyclopedia.com/artists/michelangelo_buonarroti.html
–Sitio oficial de la Basílica de San Pedro del Vaticano:
http://www.vatican.va/various/basiliche/san_pietro/index_it.htm
–Catálogo de obras de Andrea Palladio (Centro Internazionale di Studi di
Architettura Andrea Palladio):
http://www.cisapalladio.org/veneto/index.php?
lingua=i&modo=nomi&ordine=alfa
–Visita virtual y enlaces relacionados con el Monasterio del Escorial:
http://www.fundacion.telefonica.com/es/arsvirtual/media/visitas/escorial_
ac/escorial/escorial.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_San_Lorenzo_de_El_Escorial

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