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Plan Pastoral Instituto María Madre

Nuestra

1. INTRODUCCION

“Ahora, la palabra no solo se puede oir, no solo tiene voz, sino que tiene
un rostro que podemos ver: Jesús de Nazaret” (Verbum domini, I.P., 12)

Unidos al Plan Pastoral de nuestra Diócesis, “…hemos iniciado un


renovado caminar juntos, en pos de la nueva evangelización, nueva en
su ardor, nueva en sus métodos y modos de expresión”1.

En ese “sentir con la Iglesia”, en la fidelidad a la Iglesia, en comunión


orgánica dentro de ella, con el Papa y nuestro Obispo, y sabiendo que la
Educación día a día se está tornando mas difícil y compleja, es por ello
que hemos iniciado nuestro Plan pastoral Institucional con el mayor de
los ánimos infundidos por el Amor que Dios nos tiene y la protección de
María Madre Nuestra.

Fortalecidos por la invitación-motivación de nuestro Obispo, y animados


con la participación activa en nuestra iglesia particular, nos movemos
como comunidad Educativa al encuentro con Dios que es la Iglesia de
Jesucristo. Este dinamismo en la formación católica de la persona
humana nos da el impulso necesario ante el desafío de la formación
integral de nuestros alumnos en medio de los grandes cambios
económicos, sociales y culturales.

A los niños y jóvenes de nuestra sociedad queremos serles garantía en


la posibilidad de desarrollar armónicamente los propios dotes físicos,
morales, intelectuales y espirituales.

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Plan Pastoral Diocesano
Cristo con su presencia verdadera, real y sustancial en la Eucaristía nos
debe animar día a día a seguir sus pasos en la búsqueda de la verdad y
camino a la santidad: “Yo soy el camino la verdad y la vida” Jn 14,6.

2. DESARROLLO DEL PLAN PASTORAL INSTITUCIONAL

Favorecer el desarrollo recto de todas las dimensiones personales de


nuestros alumnos y docentes es uno de nuestros propósitos dentro del
marco de la educación “en la Iglesia”.

Ser un Instituto Católico nos da una Identidad bien definida: un lugar de


evangelización, de auténtico apostolado y acción pastoral; con la misión
particular de formar la personalidad cristiana en nuestros alumnos.

De ahí es que nuestro Plan Pastoral como Instituto nos lleva a realizar
distintas actividades como comunidad educativa; a utilizar las
herramientas y medios que pueden estar a nuestro alcance para
cooperar con Jesucristo, con la misión de la Iglesia en la obra de la
redención.

Sabiendo que todos somos participes de la vida Divina a través de la


gracia, es que hemos comenzado con varias actividades y propuestas a
nivel Institucional, y continuar con otras que contribuyen al anuncio de
la Salvación.

a. La Santa Misa:

En la Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte, Juan Pablo II señala las


prioridades pastorales de la Iglesia para el comienzo de este nuevo
milenio. Entre ellas está la Eucaristía dominical: "es preciso insistir (…)
dando un relieve particular a la Eucaristía dominical y al domingo
mismo, sentido como día especial de la fe, día del Señor resucitado y del
don del Espíritu, verdadera Pascua de la semana" (n. 35).
Cada domingo, alumnos de nuestro Instituto, se reúnen en torno al altar
del Señor para participar de la Eucaristía. Divididos por grupos a lo largo
del año, van organizando la liturgia de la misa vespertina del domingo
en la parroquia Santa Rosa de Lima, coordinados por un profesor del
Instituto. “La Iglesia, desde la tradición apostólica que tiene su origen en
el mismo día de la Resurrección de Cristo, celebra el misterio Pascual
cada ocho días, en el día que se llama, con razón Día del Señor o
Domingo.”(Catecismo n.1166)

b. La Santa Misa Mensual

Una vez por mes, tenemos la gracia de poder tener la celebración de la


Santa Misa en nuestro Instituto. El Concilio Vaticano II nos enseña que la
Santa Misa debe ser el centro y la raíz de la vida cristiana. Es en
ese momento en que, como comunidad educativa, en todos sus niveles,
nos congregamos para adorar, honrar y darle gloria a Dios a través del
Santo Sacrificio de la Misa.

c. Recreos Eucarísticos

Debido a que muchos de nuestros alumnos y docentes por distintos


motivos no pueden asistir a misa durante la semana, en diversos
horarios de acuerdo a los niveles de Estudio de nuestro Instituto
(Primaria, Secundaria Básica y Superior, Bachillerato Nocturno,
Terciario), se han constituidos los “Recreos Eucarísticos”.

Nuestra Comunidad educativa se alimenta asiduamente con la


eucaristía, y de ese modo nos sentimos unidos no solamente al sacrificio
del Señor, sino también unidos a la comunidad y sostenidos por el amor
de los hermanos.
d. Adoración Eucarística

El desarrollo de la piedad eucarística ha producido en la Iglesia inmensos


frutos espirituales. Los ha producido en la vida interior y mística de
todos los santos; pero la devoción eucarística ha producido también
otros maravillosos frutos, que se dan en la suscitación de vocaciones
sacerdotales y religiosas, en la educación cristiana de los niños, en la
piedad de los laicos y de las familias, en la promoción de obras
apostólicas o asistenciales, y en todos los otros campos de la vida
cristiana. Es, por tanto, una espiritualidad de inmensa fecundidad. “Por
sus frutos los conoceréis” (Mt 7,20). De ahí que este año comenzaremos
una vez por mes a hacer adoración Eucarística durante un día completo
y de manera ininterrumpida, con visitas al Santísimo Sacramento, por
medio de grupos correspondientes a todos los niveles.

e. Oración Comunitaria

“Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en


medio de ellos” (Mt. 18,20). La oración comunitaria ha ocupado
siempre un lugar importante en la vida de cada cristiano, en la vida de
Nuestro Instituto, en la vida de la Iglesia. La Iglesia primitiva se reunía
diariamente para aprender la doctrina de Nuestro Señor enseñada por
los apóstoles, a partir el pan y a orar juntos (Hechos 2,42).

Juan Pablo II citaba a Orígenes que escribía: “Reza sin pausa quien une
la oración con las obras y las obras con la oración” (“Sobre la oración”,
XII,2: PG 11,452C). Así también, San Cipriano, a la mitad del siglo III
escribe: “Es necesario rezar al inicio del día para celebrar en la oración
de la mañana la resurrección del Señor. Esto corresponde con lo que
indicaba el Espíritu Santo en los salmos con las palabras: "Atiende a la
voz de mi clamor, oh mi Rey y mi Dios. Porque a ti te suplico. Señor, ya
de mañana oyes mi voz; de mañana te presento mi súplica, y me quedo
a la espera" (Salmo 5, 3-4). […] Después, cuando el sol se pone al
acabar del día, es necesario ponerse de nuevo a rezar. De hecho, dado
que Cristo es el verdadero sol y el verdadero día, al pedir con la oración
que volvamos a ser iluminados en el momento en el que terminan el sol
y el día del mundo, invocamos a Cristo para que regrese a traernos la
gracia de la luz eterna” (“De oratione dominica”, 35: PL 39,655).

Al iniciar las actividades en Nuestro Instituto, en todos los niveles y


modalidades que posee, nos ponemos en presencia de Dios y
escuchamos el evangelio del día, o se hace una pequeña reflexión sobre
el mismo, o se comparte un pensamiento espiritual, y se finaliza la
oración consagrando toda la jornada a nuestra Madre Santísima.

f. Devoción a Nuestra Madre, María

Nuestro vínculo con María Madre Nuestra se ve fortalecido y protegido al


establecerlo perfectamente en Jesucristo, pues “el fin último de toda
devoción debe ser Jesucristo, Salvador del mundo, verdadero Dios y
verdadero hombre” (San Luis María Grignion de Montfort). María es
quien allana nuestro camino hacia el Padre Celestial. María se nos ofrece
como un medio más fácil y seguro de encontrar al Señor. Ir a Jesús es ir
por, con y en María. “Dios Padre reunió en un solo lugar las aguas y las
llamo mar, reunió en otro todas las gracias, y las llamo María”.

Nuestra devoción a la Santísima Virgen brota de la misma esencia por la


cual nace, crece y se desarrolla nuestro Instituto: permanecer solo en
Cristo, el único Maestro que nos enseña. Ese es el paradigma del
cual nacen las constantes muestras de amor y devoción a Ella que nos
facilita la unión con Nuestro Maestro: el rezo del Santo Rosario, el Ave
María, pensamientos y reflexiones marianas, cantos marianos, Angelus.
g. Jornadas de Reflexión

De acuerdo a los tiempos litúrgicos durante el año, las fiestas


patronales, y momentos destacados en nuestro Instituto, es que hemos
diagramado una serie de “Jornadas de Reflexión” en todos los niveles,
con el fin de comprender, meditar, reflexionar y compartir y profundizar
los misterios divinos, y lograr la formación espiritual continua de
nuestros alumnos y profesores.

h. Encuentros Pastorales

Como miembros de la Iglesia y comunidad educativa católica, es que


nos hemos propuesto para este año realizar Encuentros Pastorales con
nuestros alumnos, divididos de acuerdo a los niveles en los que se
encuentran.

Así también, muchos de nuestros alumnos reciben durante el año el


sacramento de la Eucaristía y Confirmación. Preparar el corazón y alma
para recibir el Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor, y al Espíritu Santo con
sus dones, nos motiva a realizar estos encuentros que surgen de nuestra
Identidad. Estos encuentros se realizaran fuera del horario escolar
(preferentemente los días sábado) y de modo opcional por parte de
nuestros alumnos; se realizarán actividades de diversa índole: trabajos
grupales, lecturas, charlas, recreación, animación, etc. El fin que nos
proponemos es continuar con el fortalecimiento en el Señor a través de
la contemplación y meditación de su Palabra, la participación como
miembros de un mismo cuerpo Místico, y compartir con nuestros
alumnos las diversas riquezas y dones que cada uno posee.
También este será un espacio en que los alumnos en que Egresan del
nivel secundario podrán colaborar en la organización de las diversas
actividades guiados por los profesores que estarán a cargo del
encuentro.

i. Convivencias

Desde el año 2010, con cada curso del nivel secundario, se realizaron
convivencias durante una jornada de clase. Todo el grupo de alumno,
junto con su profesor de Formación Religiosa y acompañados por
profesores de otras materias, se retiraban de las actividades de clase
para compartir de manera grupal buscando hacer propósitos concretos
de manera personal y grupal, mediante la meditación de la Sagrada
Escritura, reflexión sobre los valores y virtudes, e inquietudes que
surgían de mismo grupo de alumnos. Estas convivencias dieron enormes
frutos pues los alumnos lograban experimentar una realidad espiritual
grupal que los animaba a mejorar día a día como alumnos.

j. Fiestas Patronales

Nuestro Instituto pertenece a la Parroquia Santa Rosa de Lima, patrona


de las familias de Manuel Alberti, protectora de la comunidad educativa
de la cual formamos parte. En nuestras fiestas patronales se desarrollan
diversos actos religiosos, culturales y educativos en honor a Santa Rosa,
a quien, por medio de estas manifestaciones, le agradecemos los
beneficios diarios que concede a nuestra comunidad y le rogamos, a su
vez, por nuestras necesidades. Durante este tiempo se destacan la
procesión con los alumnos desde el templo parroquial hasta las
instalaciones del Instituto María Madre Nuestra, y permanece durante un
día junto a cada uno de nosotros, para que la honremos como patrona, e
invoquemos para que por medio de su intercesión Dios nos colme con
abundantes gracias.

El día previo a su fiesta, se hace la tradicional fiesta de la Paz, realizada


por los alumnos y docentes del nivel primario.

Cada año, las familias de Manuel Alberti se acercan para expresar su


devoción a la santa y pedir su intercesión. Santa Rosa de Lima, desde
niña, se dedicó a una vida de oración y servicio sacrificado al prójimo, en
especial a los más pobres y a los enfermos. Es por eso que será siempre
un ejemplo de virtud heroica para nuestros alumnos y docentes.

k. Boletín informativo

Es nuestro propósito durante este año, poder lanzar un “Boletín


Informativo” pastoral de nuestro Instituto. Lograr plasmar las
actividades de nuestro instituto tanto en la publicación de papel como
en la web significaría lograr una mayor y mejor comunicación con todos
los miembros de nuestra familia educativa: alumnos, padres y docentes.
Con este proyecto en marcha buscamos que la “Palabra” divina se
constituya en el centro y culmen de cada cristiano, de cada miembro del
Instituto María Madre Nuestra. “Quien conoce la Palabra divina conoce
también plenamente el sentido de cada criatura… La Palabra de Dios
nos impulsa a cambiar nuestro concepto de realismo: realista es quien
reconoce en el Verbo de Dios el fundamento de todo”2.

l. Catequesis Familiar

Recitamos en nuestra profesión de fe, el Credo3, que Dios "quiere que


todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" ( 1
2
Verbum Domini, I.P., 10.
3
CIC n74.
Tim 2,4), es decir, al conocimiento de Cristo Jesús (cf. Jn 14,6). Es
preciso, pues, que Cristo sea anunciado a todos los pueblos y a todos los
hombres y que así la Revelación llegue hasta los confines del mundo.

En la exhortación Apostólica “Catechesi tradendae”, Juan Pablo II nos


enseña que la catequesis ha sido siempre considerada por la Iglesia
como una de sus tareas primordiales, ya que Cristo resucitado, antes de
volver al Padre, dio a los Apóstoles esta última consigna: hacer
discípulos a todas las gentes, enseñándoles a observar todo lo que Él
había mandado4. Él les confiaba de este modo la misión y el poder de
anunciar a los hombres lo que ellos mismos habían oído, visto con sus
ojos, contemplado y palpado con sus manos, acerca del Verbo de vida5.
Al mismo tiempo les confiaba la misión y el poder de explicar con
autoridad lo que Él les había enseñado, sus palabras y sus actos, sus
signos y sus mandamientos. Y les daba el Espíritu para cumplir esta
misión.

Continuando con el “sentir” de la Iglesia, parte de nuestro pastoral tiene


mucho que ver con la educación de la fe de los niños y jóvenes, y
también con los adultos, buscando así llegar a dar una enseñanza de la
doctrina cristiana, organizada de acuerdo al lugar que ocupa cada uno, y
con miras a la Plenitud en Jesús. Es por eso que ponemos especialmente
énfasis en la catequesis de los adultos, ya que son ellos quienes tienen
las mayores responsabilidades, sin los adultos la comunidad cristiana no
podría hacer una catequesis permanente en la participación directa. El
mundo donde nuestros jóvenes están llamados a vivir está gobernada
por adultos: la fe de éstos debería igualmente ser iluminada, estimulada
o renovada sin cesar con el fin de penetrar las realidades temporales de
las que ellos son responsables.

4
Mt 28, 19.
5
1 Jn. 1,1.
En nuestro Instituto se organizaran catequesis de adultos de manera
sistemática, sobre todo para aquellos que son padres de nuestros
alumnos.

CONCLUSION

“Educar es sembrar y se siembra porque se espera la cosecha”6.

Sabiendo que la educación cristiana “no persigue solamente la madurez


de la persona humana, sino que busca, sobre todo, que los bautizados
se hagan más conscientes cada día del don recibido de la fe...”7, es
nuestro propósito a través de este Plan Pastoral Institucional ayudar a
nuestros alumnos, principalmente, a que perfeccionen el sentido de
responsabilidad, que aprendan el recto uso de la libertad y participen
activamente en la vida social; y logren así una intima relación e
identificación personal con Dios, bajo el manto protector de María Madre
Nuestra.

Prof. Aldo Horacio Luna

6
Hno. E. Magdaleno Marista.
7
Gravissimum educationis, 5°.P., 98.

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