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DERECHO ADMINISTRATIVO
PROFESOR: HENRY J. CASTRO SANCHEZ

C.U.A.M.
GUIA DE DERECHO ADMINISTRATIVO
EL ACTO ADMINISTRATIVO.

EXAMEN PARCIAL 20 DE MAYO DE 2011,


UNICA OPORTUNIDAD

Concepto.

1.- Es una facultad o potestad que confiere la ley al Estado para la consecución de
sus fines colectivos.

2.- Artículo 7 LOPA “Se entiende por acto administrativo, a los fines de esta ley,
toda declaración de carácter general o particular emitida de acuerdo con las
formalidades y requisitos establecidos en la ley, por los órganos de la
administración pública.

3.- Es la declaración de voluntad, de juicio de conocimiento o de deseo realizada


por la Administración en ejercicio de su potestad administrativa distinta de la
potestad reglamentaria (García Enterría).

Elementos de los Actos Administrativos.

1.- Subjetivos.

a) Administración: es una persona jurídica, que se compone de órganos a


través de los cuales se manifiesta y obra.

b) Órganos: son aquellos mediante los cuales se manifiesta la administración.

c) Competencia: es la medida de la potestad que corresponde a cada órgano,


siendo siempre una determinación normativa. A través de la cual se determina en
que medida la actividad de un órgano ha de ser considerada como actividad del
ente administrativo.
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d) Investidura legítima del titular del órgano: es necesario que las personas
que actúen en la correspondiente declaración como titular de ése órgano
ostenten la investidura legítima de tales (nombramiento legal, toma de posesión,
situación de actividad o de ejercicio, suplencia legal en su caso), no tengan
relación directa o inmediata con el fondo del asunto que se trate, es decir, tener
imparcialidad, y no estar incursos en los deberes legales de abstención y
recusación.

2.- Objetivos.

a) Presupuesto de hecho: es un elemento reglado en la norma, donde la


administración puede dictar un acto en función legal del presupuesto de hecho
tipificado por la norma, y por tanto controlable por el juez. Si el presupuesto
legalmente tipificado no se cumple en la realidad, la potestad legalmente
configurada en función de dicho presupuesto no ha podido ser utilizada
correctamente; ejemplo: en situación material (requisito de titulación, edad, etc.)
o una situación más compleja o ambigua, en la que se tenga que utilizar
conceptos de valor o de experiencia, ejemplo: alteración del orden público. Es un
elemento reglado del acto y perfectamente controlable por le juez.

b) Fin: la norma creadora de la potestad asigna ésta como objetivo a perseguir.


Al configurar la potestad, la norma de manera explícita o implícita, le asigna un
fin específico, que siempre es un fin público. El acto administrativo, en cuanto es
ejercicio de una potestad debe servir necesariamente a ese fin típico, o
específico, tales como la potestad de la policía, la seguridad, etc., es decir, el fin
debe corresponder al interés general.

c) Causa: es la adecuación o congruencia efectiva a los fines propios de la


potestad.

d) Motivo: motivar los actos quiere decir hacer públicos mediante una
declaración formal, los motivos de hecho y de derecho en función de los cuales ha
determinado sus actos.

e) La Declaración: lo declarado puede ser tanto una voluntad (decisión) como


otros estados psicológicos (juicio, consentimiento, deseo).

f) El Contenido: de la declaración debe acomodarse, a lo dispuesto en el


ordenamiento.

g) El objeto: es la declaración de la Administración, puede ser un


comportamiento, un hecho, un bien, una situación jurídica, o bien mixtura de esos
objetos típicos, en cuanto sean propuestos por el ordenamiento jurídico como
término final en la actividad jurídica de la Administración.
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3.- Elementos Formales.

a) Procedimiento administrativo: es el modo de producción de un acto; el


acto administrativo no puede ser producido de cualquier manera, a voluntad del
titular del órgano a quien compete tal producción, sino que ha de seguir para
llegar al mismo un procedimiento determinado en el cual los distintos actos deber
ser cumplidos hasta concluir en la resolución final. Tal proceso se regula
simultáneamente:
“Una actividad administrativa determinada para llegar a la fijación del supuesto
de hecho del que hay que partir”.
“La participación de una pluralidad de sujetos o de órganos (propuestas,
dictámenes obligatorios o facultativo, informaciones públicas, etc.).
“La necesidad de adoptar unas ciertas formas de actuación (reglas de licitación
pública en la contratación o de las pruebas públicas competitivas para la
selección personal).
“Con relevancia jurídica especial, la participación de las personas que tienen la
condición formal de partes distintas a la administración actuante.

b) La forma de manifestación: la forma del Acto Administrativo es


normalmente escrita, porque en el caso normal de los actos escritos, deben
notificarse o publicarse en forma escrita con determinados requisitos formales,
porque en la medida de que el acto expresa una declaración con autotutela
ejecutoria, y más aún cuando expresa una innovación en el mundo jurídico
(modificación o extinción) se exige una constancia de tales efectos declarativos y
constitutivos.

Características del Acto Administrativo.

1.- Ejecutividad: es la cualidad del ejecutivo, esto es, la cualidad de lo Actos


Administrativos que pueden ser ejecutados, que tienen que ser perfectos y
eficaces, es decir, provistos de la fuerza necesaria para producir sus efectos
naturales.

2.- Ejecutoriedad: es la cualidad que le es inherente en virtud de la cual las


autoridades administrativas, para hacer efectivas sus decisiones, no están
obligadas a solicitar la intervención de las autoridades judiciales, sino que pueden
alcanzar ese fin por medio de la actuación de los propios agentes de la
administración, es decir, imponen deberes y restricciones a los particulares, y
debe cumplirse aún en contra de la voluntad de los particulares, porque se
presume que estas se fundamenten en el principio de la presunción de
legitimidad de los actos administrativos.

Nulidad Absoluta.

Se dice que un acto tiene nulidad absoluta, cuando su ineficiencia es intrínseca y


carece de efectos jurídicos, sin necesidad de una previa impugnación, es decir,
supone que el acto es ineficaz por sí mismo, sin necesidad de intervención del
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juez y supone la anulación de los actos posteriores que traigan causa del acto
nulo, sin otra limitación que la relativa a los terceros de buena fe que hayan
podido confiar en la validez del acto.

La nulidad absoluta o de pleno derecho es opuesta erga omnes, es decir, ante


cualquier persona. Puede cualquier interesado pedir la declaración de su nulidad
(a instancia de parte), y la autoridad judicial puede desaplicar el acto
absolutamente nulo, sin que ningún sujeto de derecho haya alegado la invalidez
(de oficio) (Art. 83 LOPA). El recurso para pedir la nulidad no se extingue por el
transcurso del tiempo, es decir, no pueden series opuestas ni la prescripción, ni la
caducidad.

Anulabilidad o Nulidad Relativa.

Su régimen propio viene delimitada por dos coordenadas: el libre arbitrio del
afectado, y la seguridad jurídica, de acuerdo con estos prepuestos, él o los
afectados por un acto anulable, y sólo ellos pueden pedir la declaración de
nulidad dentro de un cierto plazo, transcurrido el cual, si no se produce reacción
el acto sana y el vicio de nulidad queda purgado.

Diferencias entre Nulidad Absoluta y Nulidad Relativa.

Nulidad Absoluta Nulidad Relativa


1.- Es de orden público: 1.- No es de orden público:
trasciende de esfera privada del afecta únicamente a la relación
particular afectado por el acto y jurídica específica, entre la
vulnera el orden jurídico. administración y el particular.
2.-Es indisponible: tanto por la 2.- Es disponible: lo cual
administración autora del acto implica la posibilidad de
como por el particular, en convalidación en cualquier
consecuencia, no es convalidable tiempo, salvo cuando haya sido
por la administración (Art. 81 actuando el recuso contencioso
LOPA) ni puede se consentida por administrativo de anulación cuyo
el particular. caso compete al juez determinar
3.- El acto viciado no si procede o no la anulación. El
adquiere firmeza: el no particular puede consentir en el
ejercicio en tiempo oportuno de vicio con su aquietamiento.
los recursos ordinarios o del 3.- El acto viciado adquiere
contencioso de anulación no firmeza: el no ejercicio de los
determina la firmeza del acto, por recursos en tiempo oportuno,
ser la nulidad absoluta de orden determina la firmeza del acto.
público e indisponible por el 4.- Sólo puede solicitarse por
particular. vía de los recursos ordinarios:
4.- Puede ser reconocida y el particular tiene la carga por vía
declarada en cualquier de los recursos ordinarios, en los
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tiempo: de oficio por la plazos de ley.
administración autora del acto, o 5.-La teoría del derecho
a solicitud de parte interesada, adquirido funcionaliza: la
implica potestad revocatoria administración no puede
ejecutable en cualquier tiempo y desconocer la existencia de
una acción de nulidad de carácter derechos declarados o creados
imprescriptible. por actos anulables.
5.-La teoría del derecho 6.- Es convalidable: y esto por
adquirido no se funcionaliza: dos razones: a) por convalidación
nadie puede pretender la expresa de la administración y b)
adquisición de un derecho de por el aquietamiento o
acto nulo de plenos derecho. consentimiento del particular
6.- El acto no es convalidable: afectado.
la administración no puede 7.- La nulidad es parcial:
subsanar los vicios de nulidad afecta usualmente a una parte
absoluta. del acto, permaneciendo el resto
7.-La nulidad es total: afecta la válido.
totalidad del acto, y no sólo al 8.-En principio la anulabilidad
elemento o elementos viciados. no es causal de suspensión
8.- Es causal para la de los actos recurridos: a
suspensión de los efectos del menos que se pruebe que los
acto recurrido: en vía efectos pueden ocasionar un
administrativa la nulidad absoluta daño irreparable o de difícil
es causal para solicitar la reparación por la definitiva.
suspensión temporal de los 9.- No puede ser declarada de
efectos del acto impugnado. oficio por el juez de lo
9.- Puede ser declarada de contencioso administrativo.
oficio por el juez de lo 10.- La sentencia que declara
contencioso administrativo: con lugar tiene valor constitutivo.
siempre que haya interpuesto el
correspondiente recurso.
10.- Su reconocimiento por la
administración o por el juez,
implica una mera declaratoria de
una situación jurídica anterior.
11.- Sólo el juez puede hacer que
los efectos ya producidos sean
válidos en tanto no sean ilegales,
fijando libremente en el tiempo
los efectos de su decisión, con el
fin de preservar la seguridad
jurídica al eliminar un acto que
ha servido de fundamento a otros
creadores de derecho y
situaciones jurídicas (principio de
buena fe.

Clasificación de los Actos Administrativos.


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a) Según los sujetos: de acuerdo al número de órganos que participan en el


acto, este puede ser simple o complejo.

• Actos Simples: son aquellos formados mediante la declaración de un solo


órgano del Estado, que puede ser unipersonal o colegiado; ejemplo: la
multa impuesta a contribuyente es un acto simple, cuan es única y
exclusivamente de la decisión del administrador de rentas, órgano
unipersonal.

• Actos Complejos: son aquellas declaraciones para cuya elaboración es


necesaria la intervención de dos o más órganos de la Administración;
ejemplo: una resolución conjunta firmada por dos o más ministros, es un
acto complejo.

b) Según el procedimiento: según los procedimientos los actos pueden ser:

• Preparatorios o de trámites: es cuando para la elaboración de un acto


administrativo, se toma en cuenta previamente numerosos trámites,
decisiones de carácter previos antes de que se den definitivamente;
ejemplo: la obtención de concesiones de minas metálicas y de
hidrocarburos, es necesario un acto preparatorio de publicar las solicitudes
respectivas para que tengan oportunidad de oponerse a ellas, quienes
pudieren resultar agraviados en caso de ser aquellos favorables.

• Principales o definitivos: Es la decisión emitida por el órgano


competente, como culminación del procedimiento administrativo, y debe
contener la voluntad esencial del mismo órgano sobre el asunto planteado,
esto es, la concesión negativa de los pedidos, el mandato, permiso o
prohibición. Un acto administrativo es definitivo, cuando implica la
resolución con los plenos efectos jurídicos de una cuestión sometida al
conocimiento de la Administración Pública en algunos de sus niveles
(Garrido Falla).

• Actos firmes o que han causado estado: es aquel que agota la vía
administrativa; constituye la palabra final de la Administración sobre un
problema determinado, razón por la cual se dice que es un acto firme en vía
administrativa, es decir, que por esta vía y a se considera agotado, cerrado,
por considerarse la última palabra de la administración. Se consideran que
causan estado, aquellos actos que no sean susceptibles de apelación, por
haberse agotado la vía gubernativa o jerárquica, ya sea de ellos definitivos
o de trámites, siempre que estos últimos decidan, directa o indirectamente
el fondo del asunto, de tal modo que pongan fin al juicio o hagan imposible
su continuación (Juan F. Linares.)

• Actos de ejecución: son los actos dictados para dar cumplimiento a un


acto principal o definitivo.
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c) Según el alcance de sus efectos: por el alcance de sus efectos los actos
pueden ser:

• Generales: son los actos de efectos generales destinados a un número


indeterminado de personas y en Venezuela se de esta división y se apoya
en el Art. 259 de la Constitución, y esotro a su vez pueden subdividirse:

- Actos administrativos generales de contenido normativos, o sea
los que se encuentran en los reglamentos.

- Actos Administrativos generales no normativos, entre los cuales se


encuentran la fijación de fecha para la apertura de un concurso, la orden
de vacunación masiva de la población, dirigidas a un gran número de
personas; pero que no crea reglas abstractas.

• Individuales: son aquellos de efectos individuales o particulares que


pueden referirse a una o varias personas, pero todas ellas determinadas;
ejemplo: la liquidación de los impuestos sucesoral, en el cual se establece el
impuesto que deben pagar los diferentes herederos del de cujus.

d) Por la amplitud de los poderes de la Administración: estos se han


divididos en:

• Actos discrecionales: son aquellos actos donde la ley le da cierta libertad


a la Administración, para elegir una solución concreta entre varias
legalmente posibles, más no se deja al capricho de la administración, pues
ella se encuentra sometida al derecho y a lo límites que éste le impone, por
lo que podemos concluir que no existen actos administrativos
completamente discrecionales, es decir, hay ciertos actos donde las
autoridades actúan con amplio margen de libertad pudiendo elegir, entre
varias soluciones posibles, la que a juicio de aquellas apareciera más
favorables para la colectividad y otros actos donde la conducta de la
autoridad la ha sido trazada muy rigurosamente por el legislador.

En el Estado de Derecho contemporáneo esa libertad de apreciación de la


administración en ejercicio del poder discrecional ya no es absoluta, sino
limitada en protección de los derechos de los administrados y en aras de
evitar la arbitrariedad de la administración, todo ellos bajo la presunción y
con estricta sujeción al principio de legalidad.

Las atribuciones discrecionales no es una materia ajena a la legalidad, sino


se trata por el contrario, de una forma particular de apoderamiento
competencial, originada desde la misma legalidad, en virtud de lo cual, el
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ejercicio de estas potestades, no puede escapar absolutamente el control
de la legalidad.

• Actos reglados: son aquellos actos decisorios donde la administración se


ciñe al emitir dichos actos en normas precisas del ordenamiento jurídico,
que controlan la regularidad jurídica de las resoluciones de los problemas,
pero esto nos dice que en todos los actos por muy reglados que sean existe
un cierto poder discrecional menor o mayor, para evitar la inequívoca
conceptualización de confundirlos como conceptos antagónicos.

e) Según su contenido: se clasifican en:

• Admisiones: son las decisiones de la autoridad que tiene por efecto


permitir el ingreso de un sujeto en un servicio público, institución u
organización determinados, o simplemente enana determinada categoría de
personas con el fin de hacerlo partícipe de algunos derechos o ventajas, o
del goce de algunos servicios administrativos.

• Concesiones: son los derechos que la administración le da al


concesionario, quien en virtud de ella adquiere un derecho que antes
carecía. Y pueden ser:

1.- Traslativas: son aquellas mediante las cuales el estado transfiere al


concesionario, poderes de la Administración, o sea, las facultades de
administración y disfrute que pertenecen a la administración en relación
con el servicio público y los bienes domínales, tales como las concesiones
de teléfonos, transporte colectivo urbano, de alumbrado y acueducto, etc.

2.- Constitutivas: son aquellas fundadas en poderes conferidos por las


leyes a la administración, ésta constituye en otras personas, nuevas
facultades o nuevos derechos, como ocurre con la naturalización concebida
a un extranjero y el conferimiento de condecoraciones.

3.- Autorizaciones: es aquella que hacen posible que una persona ejerza
un derecho o un poder que de antemano le pertenecía, pero para cuyo
ejercicio existía un obstáculo legal. Todo lo contrario a las concesiones
donde el concesionario adquiere un derecho que antes no tenía; ejemplo:
portar armas de fuego, construir edificios, talar y rozar en terrenos propios.
Nota: frecuentemente el legislador advierte que el libre ejercicio de ciertos
derechos pueden causar daños a la colectividad, por lo cual este
conveniente, sin negar la existencia de tales derechos, subordinar su
ejercicio a la autorización dada por las respectivas autoridades
administrativas.

4.- La Aprobación: es la manifestación de la voluntad mediante la cual


órgano del estado declara su conformidad con un acto ya formado por otros
órganos estatales. Es posterior al acto aprobado, en tanto que la
autorización deber se anterior; ejemplo: los nombramiento del personal
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docente, hecho por un rectos de una universidad nacional, deben ser
sometidos a la aprobación del consejo universitario.

5.- Actos de Renuncia: son aquellas manifestaciones de voluntad de la


autoridad administrativa mediante los cuales se declaran extinguidos,
graciosamente créditos o derechos pertenecientes al fisco. En tesis general,
la Administración pública no puede renunciar a los derechos del fisco, sólo
puede hacerlo en los casos particulares señalados por la ley; ejemplo: el
ejecutivo, puede conceder remisión o rebaja de las deudas atrasadas para
con el fisco nacional, en las circunstancias señaladas en la ley y mediante el
cumplimiento de los requisitos establecidos en ella.

6.- Actos administrativos Punitivos: son las decisiones de la autoridad


administrativa que imponen sanciones a las personas que infrinjan las leyes
o reglamentos o los contratos celebrados con la administración, y estas
pueden considerarse con multas, sanciones pecuniarias, etc., dentro de los
límites fijados por ella misma.

7.- Actos de expropiación: son todas las medidas dictadas por las
autoridades de la administración que establecen limitaciones a la propiedad
privada, con miras de atender fines de utilidad pública y social; ejemplo: el
decreto de expropiación propiamente dicho y el de ejecución que designa la
finca que ha de ser adquirida forzosamente para la ejecución de una obra
de utilidad pública y social.

9) Vicios de los actos administrativos.

a) Incompetencia;
b) Ilegalidad.
c) Falso supuesto;
d) Vicio de forma: es cuando el acto carece de los requisitos indispensables
para alcanzar su fin, de dicte fuera del plazo previsto, cuando éste tenga
carácter esencial, o se produzca una situación de indefensión.
e) desviación de poder: es el primer gran hito de control jurisdiccional de la
discrecionalidad propiamente dicha. En nuestro país la jurisprudencia
reconoció en la desviación del poder una forma de control de la
discrecionalidad.

REQUISITOS DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.

Todo acto administrativo deberá contener:

 Nombre del Ministerio u organismo a que pertenece el órgano que emite el


acto.
 Nombre del órgano que emite el acto.
 Lugar y fecha donde el acto es dictado.
 Nombre de la persona u órgano a quien va dirigido.
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 Expresión sucinta de los hechos, de las razones que hubieren sido alegadas
y de los fundamentos legales pertinentes.
 La decisión respectiva, si fuere el caso.
 Nombre del funcionario o funcionarios que los suscriben, con indicación de
la titularidad con que actúen, e indicación expresa, en caso de actuar por
delegación, del número y fecha del acto de delegación que confirió la
competencia.
 El sello de la oficina.

El original del respectivo instrumento contendrá la firma autógrafa del o de los


funcionarios que lo suscriban. En el caso de aquellos actos cuya frecuencia lo
justifique, se podrá disponer mediante decreto, que la firma de los funcionarios
sea estampada por medios mecánicos que ofrezcan garantías de seguridad.

CONCLUSIÓN

El acto administrativo solo puede ser dictado por la Administración Pública, pero
además debe ser el órgano competente. Esta competencia puede ser:

Por razón del territorio, en virtud de la cual cada órgano administrativo tiene
competencia frente a sus iguales en el territorio que se le asigne. El acto
administrativo dictado por órgano incompetente territorialmente es nulo de pleno
derecho.

Por razón de la materia, en virtud de la cual a cada órgano de la Administración


se le atribuyen competencias en una o más materias. El acto administrativo
dictado por órgano incompetente por razón de la materia es nulo de pleno
derecho.

Por razón de la jerarquía, en virtud del cual se atribuye la competencia a unos


órganos preferentemente respecto de sus superiores o inferiores. El acto
administrativo dictado por órgano incompetente por razón de la jerarquía es
anulable.

Si actúa un órgano incompetente, existiría un vicio en este elemento y se


produciría lo que se conoce como "exceso de poder". También se requiere que los
titulares del órgano no estén incursos en las causas de abstención y recusación
previstas en la Ley para garantizar la objetividad de su actuación.

El destinatario del acto, los hay de carácter general, que el destinatario es una
colectividad y los individuales.

El Silencio administrativo
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Principios generales.

A) La obligación de la Administración de decidir y sus regulaciones.

En nuestro país, a la base del procedimiento administrativo, está, no sólo el


derecho de petición sino el derecho de los particulares a obtener oportuna
respuesta, regulado en el Artículo 67 de la Constitución y en los Artículo 2 y 4 de
la LOPA. Este derecho a obtener oportuna respuesta de los particulares, conlleva
a una obligación para la Administración, que es la obligación de decidir los
asuntos que se sometan a su conocimiento.

Artículo 2 LOPA “Toda persona interesada podrá, por sí o por medio de su


representante, dirigir instancias o peticiones a cualquier organismo, entidad o
autoridad administrativa. Estos deberán resolver las instancias o peticiones que
se les dirijan o bien declarar, en su caso, los motivos que tuvieren para no
hacerlo”.

Artículo 4 LOPA “En los casos en que un órgano de la administración pública no


resolviere un asunto o recurso dentro de los correspondientes lapsos, se
considerara que ha resuelto negativamente y el interesado podrá intentar el
recurso inmediato siguiente, salvo disposición expresa en contrario. Esta
disposición no releva a los órganos administrativos, ni a sus personeros, de las
responsabilidades que le sean imputadas por la omisión o la demora”.

Tradicionalmente, se había planteado el problema en el procedimiento


administrativo venezolano, de que la Administración Pública, simplemente, no
daba respuesta a las peticiones, ni resolvía los recurso, y la oportuna respuesta
que exige la Constitución no se obtenía jamás, colocándose así, al particular, en
una situación de indefensión, ya que no podía reclamar con la inacción de la
Administración.

La Ley Orgánica de la Tribunal Supremo de Justicia de 1976, comenzó a corregir,


con carácter general el problema del silencio administrativo al prever la
posibilidad de ejercer el recurso contencioso administrativo de anulación ante la
ausencia de decisión, por la Administración, de un recurso administrativo. Con
anterioridad, algunas normas aisladas habían regulado en nuestro país, efectos
concretos de la inacción de la Administración. Así, por ejemplo, es clásica la
regulación de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, que
establece, en el denominado procedimiento administrativo previos a las
demandas contra la República, que transcurridos 60 días, sin que la
Administración hubiera resuelto la petición o reclamo, se estima que ha negado la
reclamación y queda así abierta la vía judicial para el particular.

Aparte de esta norma, también podían distinguirse regulaciones respecto del


silencio administrativo en normas aisladas de carácter reglamentario, por ejemplo
el Reglamento de la Ley de Regulación de Alquileres estableció, desde 1960, el
silencio negativo en algún caso de falta de decisión del Director de Inquilinato de
recursos interpuestos contra sus decisiones.
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Sin embargo, a pesar de estas normas aisladas, debe insistirse en que no existía
un Ley general que le diera efectos concretos al silencio ni posibilidades de
ejercer acciones de protección de derechos, con motivo de la inacción de la
Administración. Fue la Ley Orgánica de la Tribunal Supremo de Justicia la que le
estableció en su Artículo 134 un efecto inmediato al silencio de la Administración
en la resolución de recursos administrativos, al permitir el ejercicio del recurso
contencioso-administrativo de anulación, para aquellos casos en que, intentado
un recurso administrativo, particularmente el jerárquico, si no era decidido en un
lapso de 90 días consecutivos por el Ministro, se le abren al particular dos
posibilidades: la de esperar la decisión o la de acudir a la vía judicial en el lapso
de seis meses, contados a partir del momento en que se vence ese lapso de 90
días, durante el cual se impone al Ministro la obligación de decidir.

El silencio administrativo regulado en la Ley Orgánica de la Tribunal Supremo de


Justicia, en esta forma permitía ejercer el recurso contencioso-administrativo de
anulación contra un acto administrativo que no causaba estado, pero que había
sido recurrido en vía administrativa y cuyo recurso no había sido decidido por la
autoridad administrativa. Esta Ley Orgánica, en realidad, no asigna al silencio
alguno, ni positivo ni negativo y por tanto, es ese supuesto no puede decirse que
hay un acto administrativo tácito que se recurra, sino que lo que la Ley planteaba,
era garantizarle al particular y una vía de recurso y protección para el caso de la
inacción de la Administración. El recurso debía ejercerse, no contra un supuesto
acto administrativo tácito denegatorio de lo pedido, que no era el caso, sino que
ejercía contra el acto administrativo del inferior que se había recurrido y cuyo
recurso no había sido decidido. Es decir, se trataba de una excepción a la
condición de recurribilidad del acto administrativo que exige que cause estado, o
sea, que agote la vía administrativa.

La LOPA ha cambiado ahora todo este panorama. Recoge, por supuesto, como se
ha analizado, en sus Artículo 2 y 4, el derecho del particular a obtener oportuna
respuesta y recoge la obligación y recoge la obligación de la Administración de
decidir. Además, establece la responsabilidad administrativa de los funcionarios
públicos en la resolución de los asuntos, de manera qué estos, de acuerdo al
Artículo 3, están en la obligación de tramitar los asuntos cuyo conocimiento le
corresponda, y son responsables por las faltas en que incurran. La tramitación
implica, por supuesto, la decisión del asunto, y ella además, debe pronunciarse en
un lapso determinado.

B) La decisión tácita denegatoria.

Ahora bien, el Artículo 4 de la LOPA, prevé con carácter general el efecto negativo
del silencio administrativo cuando no se resuelven los asuntos en los lapsos
prescritos en la Ley. Establece así que en los casos en los cuales un órgano de la
Administración Pública no resolviera un asunto o recurso dentro de los
correspondientes lapsos, se considerará que ha resuelto negativamente, y el
interesado podrá intentar el recurso de inmediato siguiente, salvo disposición
expresa en la Ley.
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En esta forma, la LOPA, le da un valor negativo al transcurso del tiempo sin que
haya decisión de la Administración; es decir, consagra el llamado silencio
administrativo negativo, porque la Ley presume que por el transcurso del lapso
sin que haya habido decisión, se ha producido una decisión tácita denegatoria de
lo solicitado, o del recurso interpuesto. La Ley consagra, por tanto, una gran
innovación en relación a la situación anterior.

En primer lugar, regula los efectos del silencio, no sólo en relación a la no


decisión, en los lapsos prescritos, de los recursos administrativos, como lo había
hecho la Ley Orgánica de la Tribunal Supremo de Justicia, sino que regula el
silencio también en materia de solicitudes o peticiones. Por tanto, so sólo existe,
ahora, una protección o garantía del particular de interponer un recurso
contencioso cuando no se decida oportunamente un recurso administrativo, sino
que también esa garantía existe cuando no se decida formalmente una petición o
solicitud, en los lapsos prescritos. En esta forma, la Ley extiende de los efectos
del silencio tanto respecto a la petición o solicitud de asuntos como a los casos de
recursos no decididos en los correspondientes casos.

Por otra parte, expresamente se consagra que el silencio administrativo en esos


casos, tiene un efecto negativo, es decir, el transcurso del lapso, sin que se
decida la solicitud o el recurso, produce una decisión tácita denegatoria o si se
quiere, produce la presunción que ha habido un acto administrativo negativo.

C) Los casos de silencio regulados en la Ley.

Ahora bien, el silencio administrativo, produce efectos negativos en tres casos


fundamentales: en primer lugar, en los casos de solicitudes o peticiones que no
sean resueltas en los lapsos prescritos; en segundo lugar, en los casos de
procedimientos que se han iniciado de oficio por la Administración sobre
determinados asuntos, que tampoco se resuelvan en los lapsos establecidos; y en
tercer lugar, también se produce el silencio en los casos de recursos
administrativos no decididos en los lapsos prescritos.

El Silencio Administrativo en las solicitudes.

A) El lapso de decisión.

En los casos de solicitudes o peticiones administrativos, a los efectos de


determinar el lapso para la decisión que impone que impone la Ley a los
funcionarios, deben distinguirse las solicitudes que no requieran sustanciación de
aquéllas que sí requieren sustanciarlos.
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En efecto, toda petición, representación o solicitud de naturaleza administrativa
dirigida por los particulares a los órganos de la Administración Pública y que no
requiera sustanciación, debe ser dentro del lapso de 20 días hábiles siguientes a
su presentación ante la autoridad administrativo, o a la fecha posterior en que el
interesado hubiera cumplido los requisitos legales exigidos, tal como lo prescribe
el Artículo 5 de la Ley. Por tanto, en los casos de solicitudes que no requieran
sustanciación, es decir, cuya decisión pueda adoptarse con la sola solicitud el
interesado sin el cumplimiento de trámites adicionales, la decisión debe ser
adoptada por la autoridad administrativa en un lapso de 20 días hábiles.

En cuanto a las solicitudes que sí requieren sustanciación, conforme a lo que


establece el Artículo 60 de la Ley, la tramitación y resolución de los expedientes
no podrá exceder de cuatro meses, salvo que medien causas excepcionales, de
cuya existencia deberá dejarse constancia en el expediente, con indicación de la
prórroga que se acuerde, y dicha prórrogaPOR NADA +M o prórrogas no pueden
exceder en su conjunto, es decir, en total de dos meses. Por tanto, de acuerdo a
esa norma, le decisión de los asuntos que sí requieren sustanciación tiene que ser
tomada en un lapso máximo de seis meses, en caso de que se acuerden
prórrogas.

B) Garantías contra la inacción.

Transcurridos estos lapsos sin que las peticiones o solicitudes hayan sido
decididas, de acuerdo al Artículo 4 de la Ley, se entiende que la autoridad
administrativa ha resuelto negativamente y el interesado puede intentar el
recurso inmediato siguiente. Por tanto, se prevén garantías frente al silencio, y las
mismas implican que se puede intentar el recurso inmediato siguiente, pero
dependiendo de la decisión negativa tácita que se presume dictada. En efecto, si
esa decisión negativa tácita no pone fin a la vía administrativa, se entiende que
de acuerdo con el Artículo 4, queda abierta la posibilidad de que se intente el
recurso administrativo correspondiente conforme a los Artículos 85 y siguientes
de la Ley.

En consecuencia, en el caso de una solicitud o petición, que no sea resuelta en el


lapso prescrito y que dé origen a un acto administrativo tácito negativo, el
particular puede intentar el recurso de reconsideración previsto en el Artículo 94,
si el acto no pone fin a la vía administrativa. Pero si se trata de un acto que sí
pone fin a la vía administrativa, el que resulte del silencio administrativo negativo,
al particular se le abren dos vías de recurso: por supuesto, le queda abierta la vía
del recurso contencioso-administrativo de anulación por tratarse de un acto que
pone fin a la vía administrativa, pero también podrá intentar el recurso de
reconsideración contra la decisión, por ejemplo, de un Ministro, antes de acudir a
la vía contenciosa.

Ahora bien, en estos casos del silencio administrativo que produce un acto
administrativo tácito denegatorio de lo solicitado, la garantía que se le abre al
particular para ejercer los recursos de impugnación es realmente negativa. ¿Qué
motivos se van alegar el recurso de impugnación contra el acto tácito
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denegatorio, si precisamente no ha habido decisión motivada que pueda
impugnarse? Precisamente por ello, hemos señalado que en estos casos la
garantía del particular consiste realmente en obligar a la Administración a que
decida. Así, en realidad, el silencio administrativo en estos casos, lo que abre es la
posibilidad para el interesado, de acudir a los órganos de jurisdicción contencioso-
administrativa, conforme a lo prescrito en los Artículos 42, Ordinal 23 y Artículo
182, Ordinal1º de la Ley Orgánica de la Tribunal Supremo de Justicia, para
obtener una decisión judicial que obligue a los funcionarios públicos obligados, a
decidir los asuntos que se les planteen. Estas normas atribuyen a los tribunales
contenciosos-administrativos competencias para “conocer de la abstención o
negativa” de los funcionarios públicos “cumplir determinados actos a que están
obligados por las leyes, cuando sea procedente, en conformidad a los Artículos 2
y 4 de LOPA, el silencio en la resolución de las solicitudes abriría esta vía de
protección judicial a los interesados. De lo contrario, la garantía que pretende
establecer el Artículo 4 de la LOPA, podría, es estos casos, resultar negativa.

Inactividad administrativa.

Es aquella producida por el incumplimiento de las obligaciones públicas, no sólo


las concernientes al pago de sumas de dinero sino también aquellas otras que
entren en cualquier concepto obligacional, como la obligación de proceder, la
obligación a los servicios públicos y otras prestaciones, y el restablecimiento de
las situaciones jurídicas subjetivas perturbadas.

Silencio Positivo.

La Ley Orgánica de Ordenación Urbanística dispone en su artículo 119 que las


disposiciones que la misma contiene en las materias urbanísticas, tiene prelación
sobre las de la Ley Orgánica de Ordenación del Territorio, aplicándose ésta
supletoriamente en los asuntos no regulados en aquella. A su vez, la Ley Orgánica
de Ordenación Urbanística ordena en el Artículo 85, que en su plazo de noventa
(90) días, en el caso de las urbanizaciones, la Administración deberá constatar la
existencia de las Variables Urbanas Fundamentales y expedir la constancia
respectiva. Nada prevé para los casos en que la Administración, en violación del
antes mencionado artículo 85, no emita un pronunciamiento, sino que,
simplemente incurra en silencio. Ante tal situación es aplicable lo dispuesto en el
artículo 55 de la Ley Orgánica de Ordenación del Territorio, en virtud de lo
dispuesto en el artículo 119 de la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística.

Ha sido señalado en precedencia que contra la abstención o negativa de la


Administración puede ejercerse la acción de amparo constitucional y, así mismo,
el ampro puede ser planteado con la acción de carencia. Corresponde en
consecuencia determinar cuál era la vía adecuada en el caso presente para
obtener la constancia de la Administración.
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Tal como lo señala la jurisprudencia, la acción de carencia se ejerce para lograr de
la Administración el cumplimiento de una obligación legal que ella se niega a
satisfacer. Es en consecuencia, una demanda de condena a través de la cual es
administrado debe demostrar que la Administración tiene respecto al mismo una
obligación; que esta obligación está prevista en la Ley y, que ha sido incumplida.

Por medio del amparo se pretende el cese de una lesión que la Administración le
ha ocasionado al administrado al violar un derecho que la Constitución le
garantiza, o bien, impedir que la amenaza de tal lesión se materialice.

Diferencias entre la inactividad administrativa y el silencio


administrativo.

Con respeto a la inactividad, el los órganos competentes tienen la obligación de


actuar, tienen una obligación que cumplir, a diferencia del silencio administrativo
que esta presupone la respuesta a una solicitud y no el actuar.

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