You are on page 1of 1

«Emergencia hombre»: la respuesta es un hecho.

Extractos de la prefación de Julián Carrón al libro de Luigi Giussani, “Ciò che abbiamo di più caro”, Milán 2011
L’Avvenire, 27 de abril de 2011

«El emperador se dirigió a los cristianos diciendo: sea la apariencia, de manera que la relación con la
“Hombres extraños … díganme ustedes mismos, realidad, el gesto que expresa la relación con la
cristianos, abandonados por la mayoría de sus hermanos realidad, no da testimonio de Cristo, o sea no vehicula a
y jefes: ¿qué es lo que más aman en el cristianismo?» Cristo como su significado (gesto, de gerere, significa
(Solov’ev, El relato del Anticristo). “portar el significado”)».

Sentirnos dirigir esta pregunta nos sacude, ahora como Esto nos hace experimentar en carne nuestra hasta que
cuando muchos de nosotros la escucharon pronunciar punto definir como «emergencia hombre» la situación
por primera vez por don Giussani. Más bien, aún más, dramática en que se encontraba, y se encuentra, el yo
en la medida en que ha crecido en nosotros la de cada uno, nos es exagerado absolutamente. Don
conciencia de su alcance. Ella nos pone al descubierto Giussani está tan cierto de eso que la describe como
delante de nosotros mismos. Tal vez es la única «anorexia del humano».
pregunta que de verdad nos pone al descubierto.
Probablemente porque cada uno sabe que delante de En esta situación, ¿de qué manera la respuesta del
ella no se puede hacer trampa. Y fingir es inútil: no es stárets puede volverse de verdad mía, nuestra? Sólo si
posible esconderse atrás de las cosas que de costumbre existe una presencia en la historia capaz de inquietar,
utilizamos como escusa para no mirarla a la cara. provocar la presencia devastadora del poder. En efecto
Mientras que nos pone entre la espalda y la pared – dice don Giussani: «La presencia de la mentalidad
desafiando nuestra ambigüedad, perturbando nuestra común producida por el poder devasta en nosotros la
tranquilidad, nuestros arreglos – como la respuesta del personalidad y la riqueza de la propuesta cristiana. Es
stárets Juan, «¡Gran soberano! Lo que más amamos en el como una barbarie que se pone en contra, que se
cristianismo es a Cristo mismo. El mismo y todo cuanto abalanza sobre la realidad nueva constituida por el
proviene de él, porque sabemos que en Él habita cristianismo. Devasta el contenido, la sustancia, la
corporalmente la plenitud de la Divinidad». No los estructura misma del hecho cristiano. Es éste el desafío
valores, no la ética, no las obras, sino Cristo mismo. histórico que el cristianismo tiene por delante. Del
desenlace de esta lucha depende nuestro éxito: la
Las consecuencias sobre la personalidad del poder persona y el cristianismo, desde este punto de vista,
devastador que nos rodea se pueden ver con claridad. corren el riesgo de tener la misma suerte.
Don Giussani señala sobre todo dos de ellas. La
primera es una dificultad para comprender por culpa La caridad de don Giussani para con nosotros llega
de una razón frágil: «Esta mañana se utilizó una frase hasta el punto de ponernos en alerta sobre un peligro:
bellísima, cuando se dijo que “somos protagonistas de «Andrés Emo, indicado por la Repubblica como un
una razón frágil”. No quiero decir que hayamos sido pensador desconocido pero entre los más grandes, dice
impostores o mentirosos, que hayamos repartido el en un pensamiento suyo: “La Iglesia durante siglos fue
manifiesto de Pascua sin adherirnos a ello. Nos hemos la protagonista de la historia, más tarde asumió el
adherido a él, pero no lo hemos entendido, no nos ha papel de antagonista de la historia; en la actualidad es
provocado, no lo hemos entendido. ¡Una razón frágil! Si solamente la cortesana de la historia”». Y nos indica
nos hubiesen preguntado a propósito de eso, también el camino para no acabar de esta manera:
habríamos dicho: “¡Sí, sí, creo que es así, yo también «¡Nosotros no queremos una Iglesia así! Pero si no la
digo lo mismo!”, pero abstractamente. Una razón queremos debemos de ser nosotros protagonistas,
frágil». La segunda consecuencia es «la división entre porque la Iglesia está hecha por nosotros. La relación
el reconocimiento y la afectividad, entre el con lo que no pertenece al desierto es el único término
reconocimiento y el adherirse al reconocimiento. El yo constitutivo de una personalidad que sea protagonista
queda dividido entre el reconocimiento, que queda y no cortesana de lo que la rodea. Hace falta pues un
abstracto y la afectividad que fluctúa. Como en el inicio trabajo, ponerse manos a la obra, para ser
de la época moderna: Petrarca admitía todo el conjunto protagonistas de una historia».
doctrinal cristiano, y de qué manera, lo percibía hasta
mejor que nosotros, pero su sensibilidad o afectividad Este trabajo – el único digno de un hombre que no
fluctuaba autónoma, y estaba dividido. Por eso dice: quiera volverse «cortesano de la historia» - es el
“¿Quién me dará alas como de paloma, así que me camino que don Giussani nos ha transmitido, después
levante, me eleve de la tierra, y pueda ser unificado?”». de recorrerlo antes que nosotros, para poder desafiar
al mundo – que está dentro y fuera de nosotros – con la
Don Giussani insiste observando que existe una fuerza de lo que amamos más. Y para comprobar que la
«división entre el objeto del deseo y la realidad que fe constituye un flujo continuo de novedad que torna la
tengo delante de mí» porque «lo que polariza mi vida mas plena, más grande y más feliz. Así que
afectividad es la realidad que tengo delante de mí, o podamos decir como nuestra la frase del stárets Juan.

You might also like