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Huizache

(Acacia farnesiana L.)


Ficha escrita y recolectada por: Francisco Méndez, julio 2009.

• Nombre común:
Huizache, Mimosa, Aromo, Espinillo, Acacia de las indias, Carambuco, Acacia farnesiana aromito,
Bayahonda, Cambrón, Carambomba, Carambuco, Cascalote, Cují Cují cimarrón, Churqui negro, Espino
blanco, Flor de aroma, Flor de niño, Subín tataré, Uña de cabra, Vinorama, Zumbín, Zubinché.

• Nombre botánico:
Acacia farnesiana L.

• Género:
Acacia

• Familia:
Fabaceae-Mimosaceae (Leguminosae).

• Etimología:
Acacia, del griego akis =punta, aludiendo a las espinas de las especies de acacias africanas, ya que las
australianas normalmente carecen de ellas. Farnesiana, alude a los jardines de Farnesio de Roma, de
donde fue descrita.

• Origen:
México, aún que algunas fichas la hubican con origen incierto, por haber sido registrada en Europa, pero
aparece descrita en códices prehispánicos, sincierto. Y hoy día difundida por todos los continentes.

• Características generales:
La Acacia farnesiana o huizache es un árbol mexicano de gran valor, que tiene una importante capacidad
de adaptación en distintos territorios y que cuenta con bellas flores de aroma excepcional.

Cuentan con una altura de 2-6 m. No se eleva más allá de los seis metros, pero su copa es muy extendida,
hasta el extremo de alcanzar igual ancho que altura. Es una especie de acacia de porte arbustivo provista
de espinas y con cabezuelas florales amarillas muy olorosas.

Sus hoja son perenne. Compuestas por 4-8 pares de pedúnculos con 10-20 pares de folíolos con espinas de
2 cm. Se distingue de las demás especies citadas por su follaje, pues en lugar de las típicas hojas
compuestas de las acacias, presenta estrechos filodios de color verde oscuro.

• Riego:
La todas las acacias, resiste la sequía, por lo que el riego debe ser moderado, dejando secar ligeramente
entre riego y riego.

• Abonado:
Cada 15 ó 20 días durante el periodo de crecimiento (haciendo una pausa en pleno verano), utilizando
dosis de fertilizante que sean la mitad de las aconsejadas por los fabricantes.

• Poda:
La poda se puede hacer después de la floración: podas de mantenimiento y de modelación de la parte
aérea. Si lo realizamos antes perderemos la floración o la mayoria de ésta en esa temporada.

Podar la copa en proporción a la cantidad de raíces podadas. Es esencial pinzar (cortar las puntas) de
forma constante. No se debe defoliar (quitar las hojas). Las sujeciones se efectúan de primavera a otoño.

• Trasplante:
Cada 2 ó 3 años, dependiendo de la edad y el vigor del árbol. En primavera, o hasta principios de verano si
se cuenta con invernadero. Es preferible realizar el trasplantado antes de la llegada del tiempo más cálido,
ya que las alteración de las raíces en vegetación la acusarían mucho.

• Resistencia:
En general, las acacias son especies de climas o zonas cálidos, si bien muchas de ellas tienen una probada
resistencia al frío intenso; el problema principal en lugares fríos es la nieve, que causa nefastas roturas en
las ramas por estar cubiertas de hojas en invierno.

Gusta de lugares muy luminosos, sol, por lo que deben permanecer en el exterior si no hay heladas. Acacia
es un género de clima cálido a templado. Procurar que la temperatura siempre esté por encima de 10ºC.
Ubicar en invernaderos o interiores frescos en invierno si hay heladas. La mezcla debe tener un buen
drenaje y bajo contenido en materia orgánica. Se recomienda añadir un 30% de arena gruesa o material
equivalente.

• Alambrado:
Puede realizarse cada año desde la primavera hasta el otoño. Las ramas endurecidas de Acacia son
frágiles, por lo que hay que tener mucho cuidado.

• Reproducción:
Por esquejes cortados en verano e impregnados con hormonas de enraizamiento. Por semillas es más fácil.
La corteza de las semillas de acacias es muy dura por lo que, antes de su plantado, es recomendable
rasgar ligeramente su parte inferior con un cuchillo e introducirlas en un baño de agua caliente (no
hirviendo). Después de mantenerlas durante 2 días en agua se siembran con mayor probabilidad de éxito.

• Estilos:
Vertical informal. También admite el Vertical formal. se presta para intentar cualquier estilo.

• Enfermedades y parásitos:
Pueden aparecer Pulgones, moscas blancas, ácaros, thrips, cochinilla algodonosa, etc.

• Uso humano:
Como especie íntimamente vinculada a un pueblo amante de la naturaleza, el huizache fue adorado por los
pueblos de Aztlán: con él se identifica uno de los puntos cardinales protectores del universo prehispánico;
representa el lugar ceremonial del "fuego nuevo"; y además, encarna a la madre diosa del sustento,
Xochiquetzal, que según la leyenda, está encargada de amamantar a los bebés muertos en la cuna.

Se emplea troncos y ramas en construcciones rurales. Como alimento de cabras, vacas y otro tipo de
ganado. Antiguamente se cultivaba para producir perfume. Ideal para formar setos vivos impenetrables por
sus espinas. Suele cultivarse como seto vivo en zonas de campo.
GLOSARIO:

- FILODIOS: Pequeños tallos modificados que tienen aspecto de hojas y cumplen las funciones de éstas.

Última edición por SEKIJOJU el Jue 28 Ene 2010, 2:28 am, editado 2 veces

DATOS, HISTORIAS Y DESCRIPCIONES DEL HUIZACHE


COMPLEMENTARIOS PARA COMPRENDER ÉSTA ESPECIE.

La Acacia farnesiana o huizache es un árbol mexicano de gran valor, que tiene una importante capacidad
de adaptación en distintos territorios y que cuenta con bellas flores de aroma excepcional.

Como especie íntimamente vinculada a un pueblo amante de la naturaleza, el huizache fue adorado por los
pueblos de Aztlán: con él se identifica uno de los puntos cardinales protectores del universo prehispánico;
representa el lugar ceremonial del "fuego nuevo"; y además, encarna a la madre diosa del sustento,
Xochiquetzal, que según la leyenda, está encargada de amamantar a los bebés muertos en la cuna.

El árbol es muy común en el paisaje mexicano por lo que muchos escritores nacionales lo han descrito y
utilizado en sus obras, entre ellos, Mariano Azuela, Victoriano Salado y Rafael Delgado. Huizache es
también el nombre de muchos sitios o poblados de la república y es tan frecuente encontrarlo y tan
popular, que algunos compositores han usado su nombre para titular sus canciones o nombrarlo en sus
coplas.

No obstante la legendaria dignidad y aprecio que nuestro pueblo le ha otorgado a esta especie, sobre todo
en el pasado, actualmente se le considera como flora nociva en muchos sitios en donde, a menudo,
ganaderos y agricultores la desprecian, rechazan y agreden. A pesar de ello, en el extranjero este árbol es
muy valorado y bien explotado.

Quetzalmízquitl
En su libro Talokan Tata, Talokan Nana, Editado por Conaculta, María Elena Aramori señala, que según el
Códice Tudela --Códice del Museo de América-- el Quetzalmízquitl (especie cuyo nombre podría confundirse
con el mezquite) es uno de los cuatro árboles sagrados que integran el calendario ritual náhuatl, llamado
Tonalamatl y el cual contiene 260 días y cuatro "cocijos" o rumbos del universo.
A pesar de la posible confusión que pudiera existir respecto a la especie de árbol mencionado en ese
manuscrito, por el nombre que se le da en él, María Elena Aramori precisa que dicho árbol, situado al Este
del cosmos (según indica el códice), ha sido identificado, no obstante, como acacia o huizache por el
destacado investigador Angel María Garibay.

Asimismo, estudios contemporáneos refuerzan la versión de que el árbol del Este es realmente el huizache
o Acacia farnesiana (el cual, por cierto sí está emparentado con el Prosopis laevigara o mezquite); además,
las características del Quetzalmízquitl descritas en el Códice Tudela y otros documentos, se acercan más a
las del huizache, sobre todo en lo que corresponde a su follaje --hirsuto y plumáceo- diferente al del
mezquite, que posee hojas angostas, casi lineales y una copa irregular.

Federico Gómez Lorence comenta en su libro “De mezquites y huizaches” lo siguiente:


"Respecto al aprovechamiento del huizache en México, sabemos que ha sido utilizado desde épocas muy
remotas, pues ya en el siglo XVI, Francisco Hernández, en el estudio que hizo sobre la vegetación y la
fauna de nuestro país, menciona algunos ejemplares que tal vez pudieron ser verdaderos huizaches,
llamando a uno de ellos "Qutzlmizquitl" o "mizquitl, semejante a plumas" (probablemente las del quetzal).
Además -puntualiza el autor- el cronista describe al árbol como "espinoso, semejante al mezquite, y con
una corteza astringente que aclara y que parece pertenecer al género de las acacias".
Gómez Lorence subraya que tiempo después, en 1770, el mismo Francisco Javier Clavijero, describe al
huizache de Baja California, al decir que sus vainas eran usadas para hacer tinta y que el ganado era muy
afecto a comer su follaje. Además -agrega Lorence-, el historiador se refiere que la "acacia verdadera"
posee una "madera sumamante dura y resistente, razón por la cual los indígenas hacían con ella algunas
esculturas de sus deidades".

Árbol-nodriza.
Los mitos y leyendas prehispánicas consideran que la Acacia farnesiana, Quetzalmízquitl o huizache, no es
sólo un árbol protector que cuida y bendice al ser humano de la furia climática proveniente del Este, como
lo presentan los códices, sino que es, de la misma manera, un árbol proveedor.

Doris Heyden señala en su libro “Mitología y simbolismo de la flora en el México” prehispánico (Ed. Unam
1983, Antropológica no. 44. p. 85) que la mitología náhuatl considera que en el punto cardinal Este, hay un
"árbol enhiesto con tetas" del cual se alimentan los niños que mueren en la cuna y quienes no van al reino
de los muertos sino a la tierra del "agua con flores", Xochiatlalpan y a donde se encuentra este árbol,
"paraíso de la vegetación".

La antropóloga precisa además que el árbol con senos es identificado también en el Códice Vaticano Ríos,
con la diosa del sustento Xochiquetzal o Tlazoltéotl (otra advocación de la diosa madre): "es el árbol de
leche en la Xochiatlalpan, tierra florida a donde van los niños que mueren muy pequeños".
La ilustración que incluye Doris Heyden en su libro, muestra al árbol de cuyas ramas nacen frutos en forma
de pechos femeninos y de los cuales están prendidos bebés amamantándose.

Sobre los frutos del huizache, T.D. Pennington y J. Sarukhán mencionan en su libro “Árboles Tropicales de
México”, que éstos producen un exudado lechoso, que las vainas del árbol son casi cilíndricas, solitarias,
lampiñas, terminadas en un apunta aguda, de olor y sabor dulzones y que permanecen en la planta mucho
tiempo antes de madurar. Por esta razón se puede pensar también que la Acacia farnesiana es el árbol con
senos que producen leche para los bebés muertos, que imaginaron los aztecas.

Cerro de la Estrella
En el Parque Nacional y reserva ecológica, de Iztapalapa, ubicado en la Ciudad de México, se encuentra el
Cerro de la Estrella, cuyo nombre Huizachtépetl, está asociado a los huizaches.

El Huizachtépetl o "Cerro de los huizaches" fue uno de los montes rituales más significativos durante la
ocupación azteca del siglo XIV al XVI. Sobre el monte se construyó un templo y ahí se celebró la ceremonia
del "Fuego Nuevo" en 1507, durante la cual los sacerdotes recibieron señales de sus dioses escritas en el
cielo a través de la constelación de Orión y las Pléyades.

En el Códice Tellerano-Remensis se encuentra una imagen que describe la ceremonia del Huizachtepetl, en
la que aparece un glifo simbolizando a un huizache, a la izquierda del templo.
(http://montero.planet.com.mx/izl.htm). El Proyecto de Investigación, Protección y Adecuación de la Zona
Arqueológica del Cerro de la Estrella, informa que en este monte hay una gran cantidad de cuevas
consagradas, pues éstas fueron receptoras de las deidades aztecas en múltiples formas y en ellas se
realizaron ritos y sacrificios durante la época prehispánica.

Al respecto, un antiguo poema, ilustra lo que la Acacia farnesiana representaba para nuestros antepasados.
Con ella se identificaba el lugar de las siete cuevas, el honorable sitio a donde moran los muertos:

...allí yace abandonado Tlacahuepantzin.


Con amarillas flores derrama su fragancia en el lugar del Misterio.
Solo has quedado escondido
en el lugar de las Siete Cuevas:
donde la Acacia se yergue...
(Cantares Mexicanos, Tomo II)

María Elena Aramori explica en su libro “Talokan Tata y Talokan nana” publicado por el Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes (CONACULTA) en 1990, que en medio de su sincretismo religioso, los grupos
nahuas que habitan hoy la República Mexicana, conservan la visión prehispánica de este "árbol florido", que
crece en "el lugar del misterio".

Fragancia excepcional.
El huizache tiene una gran cantidad de usos y cuenta con un potencial enorme que aún no ha sido
explotado en México. Por mencionar sólo algunos diremos que la corteza contiene taninos y se utiliza en
curtiduría y en fabricación de tinta; la goma que emana del tronco se utiliza como sustituto de la goma
arábiga; el jugo de las vainas, con leche y yema de huevo, se usa para pegar porcelana.

También tiene propiedades medicinales. El exudado se usa como antiséptico oftálmico y como remedio
para las hemorragias vaginales; la infusión elaborada con su flor se utiliza para la dispepsia, disentería,
inflamaciones de la piel y de la membrana mucosa. Otros usos que se le atribuyen a esta especie son: en el
alivio de problemas digestivos, genitourinarios, infecciones, inflamaciones, heridas, del sistema músculo-
esquelético, envenenamientos, problemas de la piel y para dolores en general.

Federico Gómez Lorences en su libro “Mezquites y huizaches” (p. 180), comenta sobre la Acacia
farnesiana: "Su principal utilidad radica en las propiedades aromáticas de las flores, de las cuales se extrae
una esencia base para la fabricación de una pomada olorosa". Otras especies de la acacia que producen un
exudado similar al de la farnesiana, han sido apreciadas por los árabes quienes le han dado el nombre de
"ben". También los sirios fabricaron pomadas aromáticas con dicha esencia.

Las características climáticas, edáficas y fisiográficas del "guizache" -como también se le conoce-- le
permiten tener una gran capacidad de adaptación, por lo que es un árbol de gran importancia ecológica.

En la actualidad la Acacia farnesiana, es cultivada con esmero en Argelia y en el Sur de Francia,


principalmente en las regiones de Grassé y de Var. En la India e Italia se aprovecha también la flor de este
árbol para la fabricación de aceites.

Gómez Lorences señala que en estos sitios se le conoce con el nombre de "cassié", y que son muy
apreciados sus cultivos por la calidad de la esencia y por sus rendimientos, ya que estas plantas tienen la
propiedad de florecer dos veces al año, lo cual las hace aún más valiosas.

Al respecto, el autor agrega: "En México Salcedo Olavarrieta (1947) intentó la extracción del aceite... con
buenos resultados pero, en forma experimental, ya que nunca se ha tratado de aprovechar en nuestro país
a nivel industrial".

Además de las flores, se pueden utilizar las vainas, cortezas, goma, madera (sumamente dura por lo que
podría usarse en la fabricación de parquet) y las hojas como forraje de cabras y otro tipo de ganado que
habita en las regiones áridas del país. El jugo de su vaina, sumamente tierna, sirve para pegar porcelana y
para hacer tinta.

Cajitas de Olinalá
En México las espinas de la Acacia farnesiana tienen una singular utilización. Tradicionalmente, estas púas
se usan para "rayar" o hacer los detallados dibujos de las famosas cajitas de Olinalá, artesanía fabricada
con la aromática madera de linaloe. Este trabajo se ha convertido en todo un arte y por su belleza, ha dado
vuelta por todo el mundo.

Además, en la antigüedad, el tinte negro extraído de la vaina y raíz del huizache se utilizó para escribir en
los códices mexicanos. Estos manuscritos tienen impregnados símbolos y caracteres en otros colores, pero
el negro, proviene del huizache.
Semejante a plumas.

La Acacia farnesiana es un árbol de hasta 8 o 9 metros de alto y con un tronco de 40 centímetros de


diámetro aproximadamente. Sus ramas se originan muy cerca de la base y se erigen ascendentes o a
veces horizontales o péndulas. Su copa es redondeada, aunque a veces aplanada. Quetzalmízquitl, como lo
llamaron los antiguos mexicanos, la fronda de esta especie era "semejante a plumas". Así, el huizache,
nombre que más se utiliza para designar a la especie (aunque también es frecuente llamarle aromo o
espino) es un árbol cubierto de espinas agudas, cilíndricas y blanquecinas de 3 a 5 cm. de longitud.

Se encuentra cubierto de flores amarillas que producen una sustancia aromática muy agradable, llamada
aceite de acacia o de cassia, el cual se usa para perfumar pomadas y polvos. Su fruto son vainas cilíndricas
que producen un exudado con olor y apariencia lechosa. Su corteza interna es de color crema amarillento,
fibrosa y con un marcado olor y sabor a ajo.

Nobleza de un árbol
El huizache tiene una importancia ecológica muy grande ya que es un árbol sumamente adaptable a una
variedad muy amplia de vegetación.
Es común en las zonas áridas o semiáridas de casi todo el país: desde Sonora y Chihuahua hasta
Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo y el Valle de México.

Prospera sin embargo, también en todas las zonas cálidas de México, formando vegetación secundaria de
selvas bajas caducifolias inermes o espinosas, en las que se pueden encontrar además, parientes de la
Acacia farnesiana en forma de matorrales espinosos. Se trata de una especie que puede presentarse en
gran variedad de suelos desde muy arcillosos hasta muy arenosos.

Indigenismos y caló.
La Acacia farnesiana recibe diferentes nombres comunes que se le dan alrededor de la República Mexicana,
según el grupo indígena, el estado o la connotación. Por ejemplo, el Diccionario Americano electrónico, que
recopila únicamente términos de caló, indigenismos, "jergas" y otras categorías, indica que "huizache" es
una palabra utilizada para designar al abogado en términos despectivos, lo que nos remite nuevamente al
desprecio que se hace de la especie como árbol de disturbio en una vegetación en la que no se quiere
tener. Cuando en otros países como lo comente en un inicio, es adorada, incluso es sorprendente, pero
Afganistán y aquellos países o incluso Francia se le usa para reforestar.

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