You are on page 1of 7

140 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.

cl

Infección por Mycoplasma pneumoniae


María de los Angeles Paul(1), Cristián García B(2,3), Luis Vega-Briceño(2)
Interna, Escuela de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile.
(1)

Departamento de Pediatría(2) y Radiología(3). Escuela de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile.

Resumen
La infección por Mycoplasma pneumoniae es causa frecuente de infecciones respiratorias agudas en
niños, siendo responsable de hasta 40% de las neumonías adquiridas en la comunidad (NAC). El
grupo de mayor riesgo son los escolares, sin embargo también lo constituyen los menores de 5
años. Si bien las manifestaciones clínicas son inespecíficas, los síntomas más frecuentes son fiebre,
tos, compromiso del estado general y cefalea. El diagnóstico se puede establecer determinando
niveles de IgM en fase aguda, aunque recientemente se ha sugerido el rol de la reacción de polimerasa
en cadena para efectos clínicos, permitiendo aumentar la sensibilidad diagnóstica. Las alteraciones
de laboratorio son inespecíficas y no permiten distinguir la infección por M. pneumoniae de la producida
por otros microorganismos. Los hallazgos radiológicos pueden sugerir el diagnóstico, destacando la
presencia de infiltrados pulmonares focales, de predominio intersticial. El cuadro clínico tiende a ser
benigno y autolimitado, aunque en ocasiones puede producir neumonía fulminante o manifestaciones
extrapulmonares con compromiso neurológico, dermatológico, hematológico, cardiaco, renal y
osteoarticular. El tratamiento antibiótico ha demostrado que disminuye la morbilidad asociada a NAC,
acorta la duración de síntomas y disminuye la frecuencia de episodios de sibilancias recurrentes; sin
embargo no ha demostrado disminuir el riesgo de contagio o transmisión a otras personas.

Palabras Claves: Mycoplasma pneumoniae, infección, epidemiología, niños.

INTRODUCCIÓN Actualmente, la infección por M. pneumoniae es causa


frecuente de infecciones respiratorias en niños(7); sin embargo,
Las infecciones respiratorias son una causa importante de
en nuestro medio existe poca información en relación a esta
morbimortalidad en población pediátrica; se estima que en
infección. El objetivo de esta revisión es brindar algunos
el mundo mueren alrededor de 2 millones de niños al año
conceptos generales de la epidemiología, microbiología,
por esta causa(1). En nuestro país, la neumonía adquirida en
cuadro clínico, diagnóstico, complicaciones y tratamiento de
la comunidad (NAC) representa la segunda causa de hospi-
la infección por M. pneumoniae en niños.
talización en niños, y se estima que la mortalidad varía entre
0,5 y 4 x 1000 recién nacidos vivos(2). Si bien los virus son
la etiología más frecuente de NAC en niños, algunas bacterias EPIDEMIOLOGÍA
como Streptococcus pneumoniae(3) son agentes muy frecuentes
en algunos grupos etarios. La infección por M. pneumoniae afecta tanto a niños como
adultos en forma endémica sin grandes variaciones estacio-
Desde principios del siglo XX se han descrito cuadros de nales. Sin embargo, la proporción de casos aumenta signifi-
NAC denominadas “neumonías atípicas”, donde el cuadro cativamente durante el verano en países con clima templado,
clínico se diferencia significativamente del producido por debido a una menor incidencia de otros patógenos respira-
bacterias como S. pneumoniae(4). En 1944, se describió por torios y este ha sido denominado periodo ventana(8). Diversos
primera vez la existencia de un microorganismo, conocido investigadores han descrito brotes epidémicos aproximada-
durante años con el nombre de “agente Eaton” (en honor mente cada cuatro años(9) preferentemente en verano e
quien lo aisló por primera vez), que era capaz de producir inicios de otoño(10-12). En Estados Unidos y Europa, M.
cuadros de neumonias atípicas en humanos(5). Casi dos pneumoniae fue responsable de hasta el 40% de las NAC
décadas después, se determinó que este agente correspondía en niños (13-15) y del 18% de las NAC que requirieron
a una bacteria de la familia de los Mycoplasmas siendo hospitalización(7,16). En otras regiones del mundo, las cifras
denominado posteriormente como Mycoplasma pneumo- parecen ser similares: En Asia se han reportado hasta 44%
niae(6). de NA C causadas por M. pneumoniae en niños japone-
ses(17,18), mientras que en África las cifras alcanzan hasta
34% de las NAC en niños(19,20).
Correspondencia: Luis E. Vega-Briceño. Pediatra Broncopulmonar.
Departamento de Pediatría. Pontificia Universidad Católica de Chile. Teléfono: Estudios latinoamericanos revelaron una prevalencia de
354 37 67 Email: levega@puc.cl infección por M. pneumoniae de 15% en niños argentinos

ISSN 0718-3321 NEUMOLOGIA PEDIATRICA


Infección por Mycoplasma pneumoniae 141

Tabla 1.- Síntomas asociados a infección por M. pneumoniae


Porcentaje de pacientes
Síntomas Stevens Principi Principi John Esposito Othman Shenoy
et al (32) et al * (33) et al ** (33) et al (34) et al (35) et al (36) et al (37)
Tos 98 60.4 44.4 90 64.7 100
Rinorrea 59 *** 14.5 7.4 34.2 22.7
Fiebre 59 86.2 81.4 31 85.2 90.1
CEG/ Letargia 86 43.4
Vómitos 39 42.1
Dolor
abdominal o 34 4.5
torácico
Cefalea 32
Rash cutáneo 20 4.5
Disnea 36.8
Diarrea 15.8 4.5
Odinofagia 13.6
*pacientes con NAC; **pacientes con bronquitis; ***rinorrea y/o odinofagia; CEG: compromiso del estado general.

hospitalizados por NAC(21) y 7% en niños panameños con síntomas de la vía aérea superior, como odinofagia y/o disfonía,
NAC ambulatoria(22) . En Chile, no se conoce la prevalencia que luego progresan a la vía aérea inferior, agregándose tos(9).
de esta infección; sin embargo, un estudio realizado en nuestro El cuadro clínico se acompaña de cefalea, malestar general
medio(23), que investigó la presencia de M. pneumoniae en y fiebre, manifestándose más frecuentemente como cuadros
secreción faríngea de 185 niños asintomáticos, reveló un 2% tipo faringitis y/o bronquitis(29,30). En menos del 10% de los
de portación faríngea. casos el cuadro evoluciona a una NAC(26). En general, las
manifestaciones clínicas son inespecíficas y no permiten
distinguir la infección por M. pneumoniae de la producida por
MICROBIOLOGÍA otros agentes etiológicos, incluso virales(31). L a sintomatología
Los Mycoplasmas son los organismos autoreplicativos más puede persistir por semanas o meses(7,9). La tabla 1 resume
pequeños descritos por el hombre(24). Existen 16 especies los síntomas más frecuentes en varios estudios.
de Mycoplasma reconocidas como patógenos humanos, John y colaboradores(34) describió como cuadro sospechoso
siendo M. pneumoniae el más estudiado(7). El M. pneumoniae de infección por M. pneumoniae aquella con más de una
carece de pared celular por lo que no tiñe con la tinción de semana caracterizada por tos seca persistente, fiebre baja
Gram, y no responde a tratamiento con ß-lactámicos(25). Se (menor a 38,5° C) o ausencia de fiebre, asociado a cefalea
transmite a través de gotitas de aerosol, y tiene un periodo o mialgias, siendo la rinorrea y/o congestión nasal infrecuentes.
de incubación aproximado de 2 a 3 semanas(8). Una vez Según Waites y colaboradores(7) , los síntomas más frecuentes
inoculado, causa deterioro estructural y funcional de cilios y en la infección por M. pneumoniae son fiebre, tos, compromiso
del epitelio respiratorio, lo que se traduce en sus manifesta- del estado general, cefalea y odinofagia. A su vez, pero con
ciones clínicas(24). menor frecuencia: presencia de calofríos, disfonía, otalgia,
coriza, diarrea, nauseas, vómitos, dolor torácico, rash cutáneo
y conjuntivitis. La tos se describe como inicialmente seca que
CUADRO CLÍNICO luego presenta expectoración escasa(9) . Braun y colaborado-
La infección por M. pneumoniae afecta de manera similar a res(38) describieron la infección por M. pneumoniae como
hombres y mujeres(8) y clásicamente se ha descrito como “influenza-like”, y sugirieron sospecharla en pacientes con tos
infrecuente en menores de 5 años, siendo el grupo de mayor con expectoración, fiebre, cefalea y mialgias.
riesgo los niños escolares entre 5 y 15 años(2,26,27) y disminuye
Con respecto al examen físico, se han descrito la presencia
considerablemente en la adolescencia y edad adulta(8). En
de crépitos, roncus y/o sibilancias espiratorias(7). En la tabla
años recientes se ha reportado un aumento de la infección
2 se observa lo descrito en varios estudios. Las manifestaciones
en niños menores de 5 años(13,14,17,28), lo que podría deberse
clínicas varían según la edad del paciente(8). Se ha descrito
a una mayor asistencia a salas cuna y jardines infantiles en
que en menores de 5 años habitualmente predominan
este grupo etario con respecto a años anteriores(7).
síntomas respiratorios altos y sibilancias, aumentando la
La infección por M. pneumoniae puede ser asintomática en prevalencia de NAC en el grupo entre 5 y 15 años(9,28,32).
hasta 20% de los casos, o puede afectar la vía aérea superior Por ultimo, es importante mencionar que M. pneumoniae
y/o inferior(7). L as manifestaciones clínicas se desarrollan tiene un conocido rol como gatillante de exacerbaciones
gradualmente, en un período de varios días, inicialmente con de asma tanto en niños como adultos(39,40).
142 Paul MA et al.

Tabla 2.- Signos al examen físico asociados a infección por M. pneumoniae


Porcentaje de pacientes
Signos Stevens Principi Principi John Esposito Othman Shenoy
et al (32) et al * (33) et al ** (33) et al (34) et al (35) et al (36) et al (37)
Taquipnea 14.5 18.5 11.7 55.3 18
Crépitos 59 84.6 77.7 62 88.2 72.4 40.9
Sibilancia 12.9 11.1 19 14.7 35.5 9
Roncus 32 11.2 66.6 17 27.3
*pacientes con NAC; **pacientes con bronquitis.

DIAGNÓSTICO aguda de una reciente(8). Debido a esto, la utilización de PCR


esta cobrando cada vez más importancia, por ser rápida,
Para la detección de M. pneumoniae existen múltiples métodos.
sensible y específica para la detección de M. pneumo-
El cultivo se puede realizar a partir de muestras de secreción
niae(29,44,45) . En un estudio reciente de Souliou y colaborado-
faríngea, pero es difícil de realizar debido a los altos requeri-
res(43) se comparó el uso de PCR con serología y cultivo en
mientos nutritivos del M. pneumoniae(41) . Su sensibilidad no
muestras de secreción faríngea de 75 niños con infecciones
supera el 60%, pero tiene la ventaja de ser 100% específico(8).
respiratorias; la sensibilidad de la PCR para detectar M.
El tiempo de incubación depende en gran parte del inóculo
pneumoniae fue de 75% con una especificidad de 96,8%. Es
inicial y varía entre 4 días a varias semanas(41). El valor del
importante recordar que se ha descrito la presencia de M.
cultivo radica en su utilidad para estudiar las características
pneumoniae en secreción faríngea de individuos sanos asin-
biológicas del M. pneumoniae y para determinar la suscepti-
tomáticos (tanto niños como adultos), lo que resta valor
bilidad antimicrobiana(25), pero desde un punto de vista clínico,
desde un punto de vista clínico al uso de PCR(23,46). Al
el cultivo es de poco valor, por lo que no se recomienda
combinar el uso de PCR con detección de IgM en fase aguda
como método diagnóstico de rutina(9).
la sensibilidad aumentó a 100%, por lo que cuando ambos
El método más utilizado actualmente para el diagnóstico exámenes son positivos el diagnóstico de infección por M.
de infección por M. pneumoniae en pediatría es la serología(23). pneumoniae es definitivo(43). Souliou sugiere que cuando sólo
La aparición de aglutininas frías es la primera respuesta humoral uno de estos exámenes es positivo, estaría indicado iniciar
al M. pneumoniae; tienen la ventaja de ser fáciles de detectar, tratamiento antibiótico que cubra M. pneumoniae; en este
pero el inconveniente de elevarse sólo en 50-60% de los caso, el diagnóstico definitivo estará dado finalmente por la
pacientes con una infección aguda(41). Por otro lado, las detección de IgM en fase de convalecencia.
aglutininas frías pueden elevarse en otras condiciones, tanto
infecciosas como no infecciosas, por lo que no se considera
confiable para el diagnóstico de infección por M. pneumoniae(7). LABORATORIO Y RADIOGRAFÍA
Durante años se consideró la detección de anticuerpos
mediante técnica de fijación de complemento como el gold Las alteraciones de laboratorio en la infección por M. pneu-
standard para la detección de M. pneumoniae, pero actual- moniae son inespecíficas, y no permiten distinguirla de la
mente se privilegia el uso de fluorescencia indirecta o inmu- producida por otros microorganismos(47). Hasta un tercio de
noanálisis ligado a enzima debido a su mayor sensibilidad y los casos pueden presentar leucocitosis(26,32) , generalmente
especificidad(8). asociado a elevación de la VHS(29). Se ha descrito un aumento
leve de transaminasas hepáticas en adultos(48), pero lo habitual
La IgM aparece a los 7-9 días de iniciada la infección, es que los exámenes de laboratorio generales no presenten
presentando un peak a la 4-6 semanas y luego inicia su alteraciones(7). En el Gram de expectoración puede haber
descenso a partir de los 4-6 meses(26) . Clásicamente se ha mononucleares o neutrófilos y flora habitual(27,34).
considerado diagnóstico un aumento de cuatro veces del
título de IgM entre muestras de suero en fase aguda y en En relación a la radiografía de tórax, algunos investigadores
fase de convalecencia(9), pero se ha visto que en población sostienen que los hallazgos pueden ser muy variados(25,27) y
pediátrica basta un único título positivo en etapa aguda para no permiten distinguirla de NAC por otras etiologías(32,49).
hacer el diagnóstico(42). La sensibilidad de la detección de Clásicamente se describió la presencia de infiltrados reticulares
IgM varía entre 42-67% para la muestra en fase aguda y entre difusos, siendo infrecuentes los focos de condensación(9,27)
75-100% para las muestras de fase aguda y crónica combi- y los derrames pleurales significativos(26,29). Predomina el
nadas; la especificidad varía entre 92-98% y 89-98%, respec- compromiso de lóbulos inferiores(29,50), y hasta 20% de los
tivamente(43). casos pueden mostrar compromiso bilateral(8,9). En la Tabla
3 se observa la descripción de la radiografía de tórax de varias
La gran desventaja de la serología en el diagnóstico de M. series; en algunas destaca una alta frecuencia de condensación
pneumoniae radica en que depende de la indemnidad del y derrame pleural, contrario a lo recientemente expuesto.
sistema inmune para la producción de anticuerpos detectables, No es infrecuente que exista discordancia entre los hallazgos
y además debido a que una vez producidos, éstos demoran radiológicos y la clínica(7,27). Las alteraciones en la radiografía
en desaparecer, a veces no permite distinguir una infección de tórax pueden persistir por semanas(9).
Infección por Mycoplasma pneumoniae 143

Tabla 3.- Radiografía de tórax en pacientes con NAC asociada a M. pneumoniae


Porcentaje de pacientes
Alteraciones John Esposito Othman Shenoy Reittner
radiológicas et al (34) et al (35) et al (36) et al (37) et al ***(50)
Normal 5 2.8 31.8 11
Patrón reticular focal 52*/10**
Patrón intersticial difuso 7 30.5
Condensación 33 27.9*/7.4** 16.7 4.5 86
Engrosamiento broncovascular 12 4.4 18
Derrame pleural 17 5.9 8.3 4.5 7
Adenopatías 7 1.4 10
Atelectasias 29
Hiperrinsuflación 14.7 16.7
Infiltrado retículo-nodular 39.7
Opqacidades lineales 60.3 10
Nódulos 50
Opacidades bilaterales 22.9 18.2
Opacidades perihiliares 4.5

*compromiso unilateral; **compromiso bilateral; ***incluye pacientes pediátricos y adultos.

En la experiencia personal -no tabulada- de uno de los simétrica y de predominio central, debe considerarse el
autores (CG), la gran mayoría de los pacientes presenta diagnóstico de una infección viral. Es frecuente que la
sombras focales de predominio intersticial, con compromiso neumopatía por Mycoplasma se acompañe de un componente
variable del espacio alveolar (Figuras 1, 2 y 3). Estas sombras atelectásico, pero nunca como un factor predominante (Figura
comprometen en orden de frecuencia una o ambas bases 1). También puede existir derrame pleural, pero este derrame
pulmonares (lóbulos inferiores, lóbulo medio derecho, es siempre de muy pequeña cuantía. Toda vez que se observe
segmento lingular del lóbulo superior izquierdo) o un lóbulo un derrame pleural de moderada o mayor cuantía, no debería
superior y pueden presentar más de un foco. Si bien pueden considerarse la posibilidad de infección por Mycoplasma
contener áreas de compromiso alveolar, nunca tienden a pneumoniae y debe plantearse el diagnóstico de una infección
confluir de la manera que lo hacen las neumonías bacterianas. bacteriana.
De la misma manera, en una neumopatía focal sin un com- Creemos que la radiografía de tórax y el cuadro clínico son
ponente intersticial es baja la posibilidad de una infección por muchas veces suficientes para sospechar el diagnóstico de
Mycoplasma pneumoniae. En este mismo sentido, si la neu- infección por Mycoplasma pneumoniae e instaurar tratamiento
mopatía es intersticial, pero no focal, sino más bien bilateral, antibiótico específico. Otras formas de presentación radiológica

A B

Figura 1.- Radiografía de tórax AP (a) y lateral (b), muestran sombras parcialmente confluentes en los lóbulos superior y medio derechos (flechas),
con un componente atelectásico.
144 Paul MA et al.

A B

Figura 2.- Radiografía de tórax AP (a) y lateral (b), muestran sombras de predominio intersticial, con algunas áreas de compromiso alveolar, en ambos
lóbulos inferiores y en el lóbulo medio derecho (flechas).

son mucho menos frecuentes. En pacientes inmunodeprimidos pulmonar , atrapamiento aéreo y bronquiectasias. Por otro
pueden verse formas más agresivas, con compromiso lado, se han descrito alteraciones en la capacidad de difusión
pulmonar bilateral y a veces difuso. pulmonar en niños 6 meses después de una NAC por M.
pneumoniae(56) . En adultos, se describe hasta 11% de necesidad
de ventilación mecánica convencional asociado a neumonía
COMPLICACIONES graves por M. pneumoniae(8) con una mortalidad asociada de
3-5%(53). No existen datos respecto a la mortalidad en niños
El cuadro clínico de la infección por M. pneumoniae tiende con NAC por M. pneumoniae, pero ha habido reportes de
a ser benigna y autolimitada(25,51). En la mayoría de los casos muertes en pacientes con encefalitis secundaria a M. pneu-
sólo requiere manejo ambulatorio(8); se estima, que del total moniae(57) . En niños, el riesgo de presentar una enfermedad
de NAC causadas por M. pneumoniae el 2-4% requerirá severa aumenta en casos de infecciones concomitantes,
hospitalización(52). A pesar de esto, en algunas ocasiones inmunosupresión, anemia de células falciformes, sindrome
puede producir una neumonia fulminante con compromiso de Down y disfunción cardiopulmonar(7,9).
pulmonar severo(53,54) . Se han descrito casos de neumatocele,
absceso pulmonar, bronquiectasias, fibrosis intersticial crónica Por otro lado, M. pneumoniae puede producir manifesta-
y sindrome de distress respiratorio(25). En niños, se han ciones extrapulmonares hasta en un cuarto de los casos, con
descrito hasta 37% de alteraciones en tomografía computada complicaciones neurológicas, dermatológicas, hematológicas,
luego de 1-2,2 años de haber presentado una NAC por M. cardiacas, renales y osteoarticulares(26,58); pueden estar
pneumoniae(55), destacando alteraciones de la perfusión precedidas por una infección respiratoria o pueden coexistir

A B

Figura 3.- Radiografía de tórax AP (a) y lateral (b), muestran sombras parcialmente confluentes en los lóbulos superior y medio derechos (flechas),
con un componente atelectásico.
Infección por Mycoplasma pneumoniae 145

con ella(8) o incluso pueden ocurrir en ausencia de enfermedad descrito resistencia in vitro del M. pneumoniae a macróli-
respiratoria(59,60). L as complicaciones varían ampliamente en dos(64,65). Un estudio reciente evaluó la relevancia clínica de
su severidad; en pacientes ambulatorios las manifestaciones esta resistencia(66), y demostró que pacientes con M. pneu-
más comunes son rash cutáneo y artralgias (estas últimas moniae resistente tratados con macrólidos presentaban tres
hasta 40% de los casos(26) ); en cambio, manifestaciones más días más de fiebre en comparación con aquellos tratados con
severas en pacientes hospitalizados incluyen meningoencefalitis, otros antibióticos, a pesar de esto, la severidad de la infección
anemia hemolítica y carditis(27). Las manifestaciones derma- fue similar en ambos grupos; no se evaluaron otros parámetros
tológicas pueden presentarse en hasta 25% de los casos(7) clínicos. En la actualidad no se recomienda el estudio de
y generalmente aparecen luego de 1-2 semanas de iniciados susceptibilidad antimicrobiana en la práctica clínica(8). En una
los síntomas respiratorios(26). revisión reciente de la Colaboración Cochrane, los autores
concluyen que por el momento existe evidencia insuficiente
Estas comprenden diversos exantemas, eritema multiforme respecto al tratamiento antibiótico de elección en infecciones
y síndrome de Stevens-Johnson(29,59,61), éste último se asocia respiratorias bajas por M. pneumoniae en niños; sugieren que
a infección por M. pneumoniae en hasta 1-5% de los casos(9). el tratamiento debe ser individualizado según el contexto
L as manifestaciones neurológicas se pueden observar hasta clínico del paciente y según los efectos adversos asociados
en 6-7% de los casos(7) ; estas comprenden meningoencefalitis, al uso de antibióticos(67). L a recomendación actual de la
mielitis transversa, meningitis aséptica, ataxia cerebelosa, Academia Americana de Pediatría(30) es el uso de macrólidos
parálisis de Bell, sordera, síndrome troncoencefálico, encefalitis como tratamiento de primera línea en la NAC por M.
desmielinizante aguda y síndrome de Guillain-Barré(29,60,62). pneumoniae en niños menores de 8 años, se puede utilizar
L as complicaciones neurológicas habitualmente aparecen a eritromicina (20-50 mg/kg/día por 10-14 días), claritromicina
los 14 días de iniciados los síntomas respiratorios, pero en (15 mg/kg/día por 7 días) o azitromicina (10 mg/kg por un
hasta 20% de los casos no hay compromiso pulmonar día, seguido de 5 mg/kg/día completando un total de 5 días)(7).
previo(26,60) . En general las complicaciones hematológicas, En niños mayores de 8 años, podrían utilizarse además
tetraciclina o doxiciclina(30).
gastrointestinales y cardíacas son poco frecuentes; se han
descrito casos de hemólisis, trombocitopenia, hepatitis leve, Con respecto al uso de tratamiento antibiótico profiláctico
pancreatitis, gastropatía hipertrófica perdedora de proteínas, en casos de epidemias por M. pneumoniae en ambientes
miocarditis, pericarditis y arritmias(29). cerrados, existen estudios que demuestran que el uso de
azitromicina profiláctica disminuye la tasa de transmisión y la
aparición de síntomas(68,69). A pesar de esto, el autor de uno
TRATAMIENTO de ellos, sugiere que al decidir el uso de tratamiento profiláctico
deben considerarse también otros factores, como el costo
La infección por M. pneumoniae es muchas veces autolimita-
involucrado, los posibles efectos adversos al tratamiento, la
da(25,51); sin tratamiento la fiebre, cefalea y compromiso del
severidad de la enfermedad en la población en cuestión y el
estado general se resuelven en aproximadamente 10 días,
riesgo de desarrollo de resistencia antimicrobiana(69).
con persistencia de tos, que se resuelve más lentamente(9).
A pesar de esto, un tratamiento adecuado disminuye la
morbilidad por NAC, acorta la duración de los síntomas y
CONCLUSIONES
disminuye la frecuencia de episodios de sibilancias recurren-
tes(25) . Además, el inicio temprano del tratamiento disminuye En conclusión, la infección por M. pneumoniae produce
el riesgo de alteraciones posteriores de la capacidad de manifestaciones inespecíficas y variables de un caso a otro,
difusión pulmonar(56). A pesar de esto, el tratamiento antibiótico a veces difíciles de distinguir de otras infecciones respiratorias,
no disminuye el riesgo de contagio a otras personas ya que incluso virales. La epidemiología y el cuadro clínico observada
se ha documentado persistencia de transmisión a contactos en años recientes presenta cambios con respecto a lo descrito
familiares de pacientes con infección por M. pneumoniae a clásicamente. Una descripción adecuada del cuadro clínico
pesar de haber recibido un tratamiento antibiótico adecuado(52). permite conocer los signos y síntomas más frecuentes de
Debido a que no posee pared celular, el M. pneumoniae no presentación, lo que lleva a un mayor índice de sospecha,
responde a tratamiento con ß-lactámicos(29,31); tampoco son permitiendo un inicio precoz del tratamiento antibiótico
efectivas las sulfonamidas, el trimetoprim o la rifampicina(8). específico, acortando así la duración de la enfermedad y
El M. pneumoniae es susceptible a antibióticos que interfieren disminuyendo el riesgo de sus complicaciones. Ante la sospecha
con la síntesis de proteínas o ADN, como tetraciclinas, clínica, la radiografía de tórax puede ser de mucha utilidad
macrólidos y quinolonas(7,29). De estos últimos, sólo pueden diagnóstica.
utilizarse macrólidos en forma segura en niños, debido a los
posibles efectos adversos asociados al uso de tetraciclinas y
quinolonas en niños pequeños(25,31).
Los macrólidos producen mejoría clínica, radiológica y REFERENCIAS
erradicación microbiológica del M .pneumoniae(14,33,63); se
1. WILLIAMS B, GOUWS E, BOSCHI-PINTO C, BRYCE J, DYE C. Estimates of world wide
prefiere el uso de macrólidos nuevos, como claritromicina distribution of child deaths from acute respiratory infections. Lancet Infect Dis 2002; 2:
y azitromicina, por sobre la eritromicina, debido a que son 2.
25–32.
Consenso nacional pediátrico en neumonias adquiridas en la comunidad. Rev Chil Enf
más fáciles de administrar y a su mejor tolerancia(7,9). Se ha Respir 1999; 15:107-36
146 Paul MA et al.

3. KLIG J. Current challenges in lower respiratory infections in children. Curr Opin Pediatr 39. ESPOSITO S, BLASI F, AROSIO C, FIORAVANTI L, FAGETTI L, DROGHETTI, TARSIA
2004; 16: 107–12. P, ALLEGRA L, PRINCIPI N. Importance of acute Mycoplasma pneumoniae and Chlamydia
4. SAROSI G. “Atypical pneumonia” Why this term may be better left unsaid. Postgrad Med pneumoniae infections in children with wheezing. Eur Respir J 2000; 16: 1142-6.
1999; 105: 131-2. 40. BISCARDI S, LORROT M, MARC E, MOULIN F, BOUTONNAT FAUCHER B,
5. MULSON M, BLOOM H, MANKO M, KINGSTON J, CHANOCK R. Acute respiratory HEILBRONNER C, INIGUEZ J, CHAUSSAIN M, NICAND E, RAYMOND J, GENDREL
diseases of viral etiology. V. Eaton agent: a review. 1962; 52: 925-32. D. Mycoplasma pneumoniae and Asthma in Children. Clin Infect Dis 2004; 38: 1341–6.
6. CHANOCK R, DIENES L, EATON M, EDWARD D, FREUNDT A, HAYFLICK L, HERS 41. DAXBOAEK F, KRAUSE R, WENISCH C. Laboratory diagnosis of Mycoplasma pneumoniae
J, JENSEN K, LIU C, MARMION B, MUFSON M, SMITH P, SOMERSON N, TAYLOR- infection. Clin Microbiol Infect 2003; 9: 263-73.
ROBINSON D. Mycoplasma pneumoniae: proposed nomenclature for atypical pneumonia 42. WARIS M, TOIKKA P, SAARINEN T, NIKKARI S, MEURMAN O, VAINIOPAA R, MERTSOLA
organism (Eaton agent). Science 1963; 140: 662. J, RUUSKANEN O. Diagnosis of Mycoplasma pneumoniae Pneumonia in Children. J Clin
7. WAITES K. New Concepts of Mycoplasma pneumoniae Infections in Children. Pediatr Microbiol 1998; 36: 3155-9.
Pulmonol 2003; 36: 267-78. 43. SOULIOU E, ALMASRI M, PAPA A, THEODORIDOU A, DIZA E. Laboratory diagnosis
8. WAITES K, TALKINGTON D. Mycoplasma pneumoniae and Its Role as a Human Pathogen. of Mycoplasma pneumoniae respiratory tract infections in children. Eur J Clin Microbiol
Clin Microbiol Rev 2004; 17: 697-728. Infect Dis 2007; 26: 513-5.
9. FERWERDA A, MOLL H, DE GROOT R. Respiratory tract infections by Mycoplasma 44. DORIGO-ZETSMA J, ZAAT S, WERTHEIM-VAN DILLEN P, SPANJAARD L, RIJNTJES
pneumoniae in children: a review of diagnostic and therapeutic measures. Eur J Pediatr J, VAN WAVEREN G, JENSEN J, ANGULO A, DANKERT J. Comparison of PCR, Culture,
2001; 160: 483-91. and Serological Tests for Diagnosis of Mycoplasma pneumoniae Respiratory Tract Infection
10. BROOME C, LAVENTURE M, KAYE H, DAVIS A, WHITE H, PLIKAYTIS B, FRASER D. in Children. J Clin Microbiol 1999; 37: 14-7.
An Explosive Outbreak of Mycoplasma pneumoniae Infection in a Summer Camp. Pediatrics 45. IEVEN M, URSI D, VAN BEVER H, QUINT W, NIESTERS H, GOOSSENS H. Detection
1980; 66; 884-8. of Mycoplasma pneumoniae by Two Polymerase Chain Reactions and Role of M. pneumoniae
11. DOMÍNGUEZ A, MINGUELL S, TORRES J, SERRANO A, VIDAL J, SALLERAS L. in Acute Respiratory Tract Infections in Pediatric Patients. J Infect Dis 1996; 173: 1445-
Community Outbreak of Acute Respiratory Infection by Mycoplasma pneumoniae. Eur J 52.
Epidemiol 1996; 12: 131-4. 46. GNARPE J, LUNDBACK A, SUNDELOF B, GNARPE H. Prevalence of Mycoplasma
12. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Outbreaks of Mycoplasma pneumoniae pneumoniae in subjectively healthy individuals. Scand J Infect Dis 1992; 24: 161-4 (Abstract).
respiratory infection: Ohio, Texas, and New York, 1993. MMWR Morb Mortal Wkly Rep 47. WUBBEL L, MUNIZ L, AHMED A, TRUJILLO M, CARUBELLI C, MCCOIG C, ABRAMO
1993; 42: 931, 937-9. T, LEINONEN M, MCCRACKEN G. Etiology and treatment of community-acquired
13. LAYANI-MILON M, GRAS I, VALETTE M, LUCIANI J, STAGNARA J, AYMARD M, LINA pneumonia in ambulatory children. Pediatr Infect Dis J 1999; 18: 98-104.
B. Incidence of Upper Respiratory Tract Mycoplasma pneumoniae Infections among 48. DAXBOECK F, GATTRINGER R, MUSTAFA S, BAUER C, ASSADIAN O. Elevated serum
Outpatients in Rhone-Alpes, France, during Five Successive Winter Periods. J Clin Microbiol alanine aminotransferase (ALT) levels in patients with serologically verified Mycoplasma
1999; 36: 1721-6. pneumoniae pneumonia. 2005; 11: 507-10.
14. HARRIS J, KOLOKATHIS A, CAMPBELL M, CASSELL G, HAMMERSCHLAG M. Safety 49. WAHLGREN H, MORTENSSON W, ERIKSSON M, FINKEL Y, FORSGREN M,
and efficacy of azithromycin in the treatment of community-acquired pneumonia in children. LEINONEN M. Radiological Findings in Children with Acute Pneumonia: Age More
Pediatr Infect Dis J 1998; 17: 865-71. Important Than Infectious Agent. Acta Radiol 2005; 46: 431–436.
15. GENDREL D, RAYMOND J, MOULIN E, INIGUEZ J, RAVILLY S, HABIB E, LEBON R, 50. REITTNER P, MULLER N, HEYNEMAN L, JOHKOH T, PARK J, LEE K, HONDA O,
KALIFA G. Etiology and Response to Antibiotic Therapy of Community-Acquired Pneumonia TOMIYAMA N. Mycoplasma pneumoniae Pneumonia: Radiographic and High-Resolution
in French Children Eur J Clin Microbiol Infect Dis 1997; 16: 388-91. CT Features in 28 Patients. AJR 2000; 174: 37-41.
16. MICHELOW I, OLSEN K, LOZANO J, ROLLINS N, DUFFY L, ZIEGLER T, KAUPPILA 51. THIBODEAU K, VIERA A. Atypical Pathogens and Challenges in Community-Acquired
J, LEINONEN M, MCCRACKEN G. Epidemiology and Clinical Characteristics of Community- Pneumonia. Am Fam Physician 2004; 69: 1699-706.
Acquired Pneumonia in Hospitalized Children. Pediatrics 2004; 113: 701-7. 52. DORIGO-ZETSMA J, WILBRINK B, VAN DEL NAT H, BARTELDS A, HEIJNEN ML,
17. NAGAYAMA Y, SAKURAI N, YAMAMOTO K, HONDA A, MAKUTA M, SUZUKI R. DANKERT J. Results of Molecular Detection of Mycoplasma pneumoniae among Patients
Isolation of Mycoplasma pneumoniae from Children with Lower-Respiratory-Tract Infections. with Acute Respiratory Infection and in Their Household Contacts Reveals Children as
J Infect Dis 1988; 157: 911-7. Human Reservoirs. J Infect Dis 2001; 183: 675-8.
18. NUMAZAKI K, UMETSU M, ADACHI N. Mycoplasma pneumoniae infection and its 53. CHAN E, WELSH C. Fulminant Mycoplasma pneumoniae Pneumonia. West J Med 1995;
genotypical characterization in children of Hokkaido, Japan. In Vivo 2003; 17: 421-4 162: 133-42.
(Abstract). 54. KAUFMAN J, CUVELIER C, VAN DER STRAETEN M. Mycoplasma pneumonia with
19. BII C, YAMAGUCHI H, KAI M, NAGAI K, SUGIURA Y, TAGUCHI H, CHAKAYA J, fulminant evolution into diffuse interstitial fibrosis. Thorax 1980; 35: 140-4.
MBUGUA G, KAMIYA H. Mycoplasma pneumoniae in children with pneumonia at Mbagathi 55. KIM C, CHUNG C, KIM J, KIM W, PARK Y, KOH Y. Late Abnormal Findings on High-
Resolution Computed Tomography After Mycoplasma Pneumonia. Pediatrics 2000; 105:
District Hospital, Nairobi. East Afr Med J 2002; 79: 317-22 (Abstract).
372-8.
20. MIRZA F, AHMAD Z, IFERE O, YAKUBU A. Prevalence of Mycoplasma pneumoniae in
56. MARC E, CHAUSSAIN M, MOULIN F, INIGUEZ J, KALIFA G, RAYMOND J, GENDREL
children with pneumonia in Zaria, Nigeria. Ann Trop Paediatr 1991; 11: 51-5 (Abstract).
D. Reduced lung diffusion capacity after Mycoplasma pneumoniae pneumonia. Pediatr
21. FERRERO F, OSSORIO M, ERIKSSON P, DURAN A. Mycoplasma pneumoniae en niños
Infect Dis J 2000; 19: 706-10.
con neumonia. Arch Argent Pediatr 2000; 98: 12-7.
57. DAXBOECK F, BLACKY A, SEIDL R, KRAUSE R, ASSADIAN O. Diagnosis, treatment and
22. SAEZ-LLORENS X, CASTAÑO E, WUBBEL L, CASTREJON M, DE MORALES I,
prognosis of Mycoplasma pneumoniae childhood encephalitis: systematic review of 58
VALLARINO D, DE ATENCIO I, MUÑIZ L, OLSEN K, MCCRAKEN G. Importancia del
cases. J Child Neurol 2004; 19: 865-71 (Abstract).
Mycoplasma pneumoniae y la Chlamydia pneumoniae en niños con neumonia adquirida
58. FOY H, NOLAN C, ALLAN I. Epidemiologic Aspects of M. pneumoniae Disease
en la comunidad. Revista Médica de Panamá 1998; 23: 27-33.
Complications: A Review. Yale J Biol Med 1983; 56: 469-73.
23. PALMA C, MARTÍNEZ MA, SALINAS M, ROJAS P. Portación faríngea de Mycoplasma
59. DIONISIO D, VALASSINA M, UBERTI M, FABBRI C, PARRI F, SAFFI E. Mycoplasma
pneumoniae en niños chilenos. Rev Chil Infect 2005; 22: 247-50.
Pneumoniae Non-pulmonary Infection Presenting with Pharyngitis, Polyarthritis and Localized
24. BASEMAN J, TULLY J. Mycoplasmas: Sophisticated, Reemerging, and Burdened by Their
Exanthem. Scand J Infect Dis 2001; 33: 782-3.
Notoriety. Emerg Infect Dis 1997; 3: 21-32.
60. LERER R, KALAVSKY S. Central Nervous System Disease Associated With Mycoplasma
25. PRINCIPI N, ESPOSITO S. Emerging role of Mycoplasma pneumoniae and Chlamydia
Pneumoniae Infection: Report of Five Cases and Review of the Literature. Pediatrics 1973;
pneumoniae in paediatric respiratory-tract infections. Lancet Infect Dis 2001; 1: 334-44.
52: 658-68.
26. MURRAY H, TUAZON C. Atypical Pneumonias. Med Clin North Am 1980; 64: 507-27. 61. RAVIN K, RAPPAPORT L, ZUCKERBRAUN N, WADOWSKY R, WALD E, MICHEALS
27. CIMOLAI N. Mycoplasma pneumoniae Respiratory Infection. Pediatr Rev 1998; 19: 327- M. Mycoplasma pneumoniae and Atypical Stevens-Johnson Syndrome: A Case Series.
31. Pediatrics 2007; 119: e1002-5.
28. FERNALD G, COLLIER A, CLYDE W. Respiratory Infections Due to Mycoplasma 62. LEWIS P, GLASER C. Encephalitis. Pediatr Rev 2005; 26: 353-63.
pneumoniae in Infants and Children. Pediatrics 1975; 55: 327-35. 63. BLOCK S, HEDRICK J, HAMMERSCHLAG M, CASSELL G, CRAFT J. Mycoplasma
29. POWELL D. Mycoplasma pneumoniae. En: BEHRMAN R, KLIEGMAN R, JENSON H. pneumoniae and Chlamydia pneumoniae in pediatric community-acquired pneumonia:
Nelson: Tratado de Pediatría. Madrid, Editorial Elsevier, 2004. pp 990-2. comparative efficacy and safety of clarithromycin vs. erythromycin ethylsuccinate. Pediatr
30. PICKERING LK, BAKER CJ, LONG SS, MCMILLAN JA. Mycoplasma pneumoniae Infections. Infect Dis J 1995; 14: 471-7.
En su: Red Book: 2006 Report of the Committee on Infectious Diseases. 27a Edición. 64. MATSUOKA M, NARITA M, OKAZAKI N, OHYA H, YAMAZAKI T, OUCHI K, SUZUKI
American Academy of Pediatrics, 2006. pp 468-70. I, ANDOH T, KENRI T, SASAKI Y, HORINO A, SHINTANI M, ARAKAWA Y, SASAKI T.
31. PRINCIPI N, ESPOSITO S. Mycoplasma pneumoniae and Chlamydia pneumoniae cause Characterization and Molecular Analysis of Macrolide-Resistant Mycoplasma pneumoniae
respiratory tract disease in paediatric patients. Curr Opin Infect Dis 2002; 15: 295-300. Clinical Isolates Obtained in Japan. Antimicrob Agents Chemother 2004; 48; 4624–30.
32. STEVENS D, SWIFT P, JOHNSTON P, KEARNEY P, CORNER B, BURMAN D. Mycoplasma 65. LUCIER T, HEITZMAN K, LIU S, HU P. Transition Mutations in the 23S rRNA of
pneumoniae infections in children. Arch Dis Child 1978; 53: 38-42 Erythromycin- Resistant Isolates of Mycoplasma pneumoniae. Antimicrob Agents Chemother
33. PRINCIPI N, ESPOSITO S, BLASI F, ALLEGRA L. Role of Mycoplasma pneumoniae and 1995; 39; 2770–3.
Chlamydia pneumoniae in Children with Community-Acquired Lower Respiratory Tract 66. SUZUKI S, YAMAZAKI T, NARITA M, OKAZAKI N, SUZUKI I, ANDOH T, MATSUOKA
Infections. Clin Infect Dis 2001; 32:1281-9. M, KENRI T, ARAKAWA Y, SASAKI T. Clinical Evaluation of Macrolide-Resistant Mycoplasma
34. JOHN S, RAMANATHAN J, SWISCHUK L. Spectrum of Clinical and Radiographic Findings pneumoniae. Antimicrob Agents Chemother 2006; 50: 709–12.
in Pediatric Mycoplasma Pneumonia. R adiographics 2001; 21: 121-31. 67. GAVRANICH JB, CHANG AB. Antibiotics for community acquired lower respiratory tract
35. ESPOSITO S, BLASI F, BELLINI F, ALLEGRA L, PRINCIPI N. Mycoplasma pneumoniae infections secondary to Mycoplasma pneumoniae in children. Cochrane Database Syst
and Chlamydia pneumoniae infections in children with pneumonia. Eur Respir J 2001; Rev 2005, Issue 3. Art No: CD004875. pub2.
17:241-5. 68. KLAUSNER J, PASSARO D, ROSENBERG J, THACKER W, TALKINGTON D, WERNER
36. OTHMAN N, ISAACS D, KESSON A. Mycoplasma pneumoniae infections in Australian S, VUGIA D. Enhaced Control of an Outbreak of Mycoplasma pneumoniae Pneumonia
children. J Paediatr Child Health 2005; 41: 671–6. with Azithromycin Prophylaxis. J Infect Dis 1998; 177: 161-6.
37. SHENOY V, UPADHYAY S, RAO S, SHOBHA K. Mycoplasma pneumoniae Infection in 69. HYDE T, GILBERT M, SCHWARTZ S, ZELL E, WATT J, THACKER W, TALKINGTON
Children with Acute Respiratory Infection. J Trop Pediatr 2005; 51: 232-5. D, BESSER R. Azithromycin Prophylaxis during a Hospital Outbreak of Mycoplasma
38. BRAUN G, WAGNER K, HUTTNER B, SCHMID H. Mycoplasma pneumoniae: Usual pneumoniae Pneumonia. J Infect Dis 2001; 183: 907-12.
Suspect and Unsecured Diagnosis in the Acute Setting. J Emerg Med 2006; 30: 371-5.

You might also like