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CON LA SEMANA SANTA PROCLAMAMOS QUE CRISTO ES NUESTRO FUTURO
En la Semana Santa se celebran los misterios de salvación realizados por Cristo en los últimos días
de su existencia terrena, es decir, los días que van desde su entrada mesiánica y triunfal en la ciudad de
Jerusalén (a lomos de una burrita) hasta su resurrección en la misma ciudad, después de haber pasado
por la pasión, muerte y sepultura.
Decimos que "se celebran los misterios de la salvación", y no simplemente que se recuerdan y
representan los hechos históricos que tuvieron lugar aquellos últimos días de la vida de Jesús, hace casi
dos mil años. Recordamos, sí. Pero, para un cristiano, la Semana Santa es mucho más que el recuerdo de
algo que pasó, pues en las celebraciones de estos días se actualiza y realiza la salvación de Cristo para
todos y cada uno de nosotros. Representamos, sí. Pero, para los cristianos, más que la representación
teatral o artística de unos hechos pasados, se trata de "re-presentar", es decir, "volver a presentar" o
"hacer de nuevo presente", en la mente y el corazón, los últimos acontecimientos de la vida del Señor
para que "por la celebración de los misterios que nos dieron nueva vida, lleguemos a ser con plenitud
hijos de Dios" (Prefacio I de Cuaresma).
Decir que "celebramos los misterios de la salvación" es reconocer que, en la celebración de la
Semana Santa, al acercamos a Cristo, fuente de salvación, somos realmente purificados de nuestros
pecados y renovados en nuestra condición de hijos de Dios. Esto es posible y real, porque lo que Cristo
anunció con su palabra: "El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido" (Lc. 19,10); "yo
soy el buen pastor que da la vida por la ovejas" (cf. Jn. 11,15) y, también "el Hijo del Hombre no vino a ser servido,
sino a servir y a dar su vida en rescate por todos" (Mc. 10,45), lo cumplió de una vez para siempre, con su
pasión, muerte y resurrección. Y, asimismo, para que la redención por El realizada consiga su efecto en
los hombres y mujeres de todos los tiempos y lugares, envió Cristo al Espíritu Santo de parte del Padre,
para que realizara interiormente en cada uno su obra salvífica.
Cristo es nuestro salvador. ¿Sentimos la necesidad ser salvados? ¿De qué? Todos somos
conscientes de que las cosas en este mundo no van bien. Hablamos de una fuerte crisis en todos los
ámbitos de la vida humana y existe una gran preocupación por cómo serán las cosas en el futuro. Lejos
de disminuir, la violencia marca cada vez más las relaciones entre las personas y entre los pueblos; la
crisis económica y la pobreza oprimen a millones de habitantes; las discriminaciones e incluso las
persecuciones por motivos raciales, culturales, religiosos y de cualquier otro tipo, obligan a muchas
personas a vivir marginadas o a huir de sus países para buscar refugio y protección en otros lugares. Y lo
peor es que, ante las dificultades para salir adelante, aumenta el pesimismo y la desesperanza,
especialmente en los jóvenes, de los que depende en gran medida que las cosas se arreglen.

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Ahora bien, ¿se podrán arreglar las cosas si no se arreglan también las personas? Dice San Pablo, y
los hechos le dan la razón, que "el amor al dinero es la raíz de todos los males; algunos por codiciarlo, se han
apartado de la fe y se han acarreado a sí mismos muchos sinsabores" (1Tim. 6,10). ¿Qué les hace falta a los
hombres y mujeres de hoy para salir adelante? ¿Más recursos o mejor distribución de los que hay? ¿Más
consumo y producción o cambiar la forma de vivir para no agotar los recursos del planeta? La solución
de los problemas del mundo no está en las cosas, sino en las personas que usan (o abusan) de las cosas.
Como dice el poeta Emilio Prados: "No es lo que está roto, no, el agua que el vaso tiene: lo que está roto es
el vaso y, el agua, al suelo se vierte". Cuando "el hombre está roto" todo lo que toca se desordena y
desparrama.
Por eso, en palabras del Papa Benedicto XVI, «la humanidad necesita ser liberada y redimida. La
creación misma -dice san Pablo- sufre y alberga la esperanza de entrar en la libertad de los hijos de Dios
(cf. Rm. 8, 19-22). Estas palabras son verdaderas también en el mundo de hoy. La creación sufre. La
humanidad sufre y espera la verdadera libertad, espera un mundo diferente, mejor; espera la
"redención". Y, en el fondo, sabe que este mundo nuevo esperado supone un hombre nuevo, supone
"hijos de Dios". ¿Qué será de la humanidad? ¿Hay un futuro para la humanidad? ¿Y cómo será este
futuro? A los creyentes la respuesta a estos interrogantes nos viene del Evangelio. Cristo es nuestro
futuro y su Evangelio es comunicación que "cambia la vida", da la esperanza, abre de par en par la puerta
oscura del tiempo e ilumina el futuro de la humanidad y del universo"» (Mensaje Domund 2008).
Jesucristo, por así decir, ha cumplido su parte, su promesa. Como el mismo dice en el Apocalipsis :
«Hecho está: yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin; al que tenga sed, yo le daré del manantial del agua de la
vida gratis. Esta será la herencia del vencedor: yo seré Dios para él, y él será hijo para mi» (Apoc. 21, 6-7). Ahora
bien, los hombres y mujeres de hoy, nosotros, ¿sentimos necesidad de ser salvados del poder del mal y el
pecado que nos domina? o, por el contrario, ¿se ha "endurecido nuestro corazón" y estamos tan
alienados que ni siquiera somos conscientes de nuestra miseria? Dios quiera que no sea así y que
tengamos la valentía de entrar en nosotros mismos y recapacitar, para que podamos vivir aquella
situación que nos describe el Salmo 118: "Me he descarriado como oveja perdida: Señor ven en busca de tu
siervo. No, no me olvido de tus mandamientos" (v. 176).
Semana Santa, es la gran oportunidad para detenernos un poco. Para pensar en serio. Para
preguntarse en qué se está gastando nuestra vida. Para darle un sentido nuevo al trabajo y a la vida de
cada día. Para abrirle el corazón a Dios, que sigue esperando. Para abrir nuestro corazón a los hermanos,
especialmente a los más necesitados, aceptando decididamente que Jesús está presente en cada ser
humano que convive y se cruza con nosotros.
Llega la Semana Santa. En nuestras iglesias y en nuestras calles, veremos en los pasos
procesionales la imagen de Nuestro Señor Jesucristo: en la Cena con los Apóstoles, orando en Getsemaní,
azotado y coronado de espinas, "ecce homo", cautivo, nazareno cargando con la cruz, crucificado,
resucitado… Su rostro nos entra por los ojos, pero no basta con verlo, es necesario contemplarlo para
"ver lo que no se ve", es decir, para ver con el corazón lo que no se ve con los ojos. La misma imagen de la
Virgen María, Ntra. Señora Dolorosa, de la Soledad, de la Angustia ante el sufrimiento de su Hijo. La
imagen de Aquella que "ruega por nosotros pecadores", nos enseña a ver con el corazón, para que
podamos contemplar y comprender que Cristo "me amó y se entregó por mí". Para que nos demos
cuenta de que El es el Buen Pastor que, también en esta Semana Santa, ha salido a buscar "la oveja
perdida" que somos cada uno de nosotros. Sí. Cristo nos busca porque nos ama, nos busca siempre sin
cansarse, hasta que nos encuentra, hasta dar la vida, porque no quiere que ninguno se pierda.

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Cristo entregó su vida por nosotros y por nuestra salvación. De nosotros depende que gustemos y
disfrutemos de "los frutos de su redención", aquellos frutos que durante la cuaresma hemos pedido
reiteradamente al rezar el Salmo 50: «Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu
firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso» (Sal 50, 12-14). Por eso, para vivir bien la semana Santa es necesario
descubrir y reconocer qué pecados hay en mi vida y, arrepentidos, buscar el perdón generoso de Dios en
el Sacramento de la Penitencia. Así, podremos acercarnos a recibir a Cristo en la comunión con un
corazón puro y renovado por El mismo Señor.
La Semana Santa es la Pascua del Señor, su paso de la muerte a la vida. La Semana Santa es,
también, nuestra pascua ya que, gracias a nuestra fe en El, tenemos la gran oportunidad de morir con
Cristo y de resucitar con Cristo, de morir a nuestro egoísmo y de resucitar al amor. Así, la Semana Santa,
vivida en su sentido más profundo, fortalece nuestra vida cristiana y nos alienta a seguir junto a Jesús
todos los días del año, como "cristianos practicantes" que en todo mantienen la coherencia entre la fe y
la vida.
† Bernardo Álvarez Afonso
Obispo Nivariense

AMOR CRUCIFICADO. EL RESUCITADO EN MI VIDA

Queridos hermanos en Cristo:

LA SEMANA MAYOR DEL AÑO, así llama la Liturgia de la Iglesia a la Semana Santa, la más cargada
de contenidos significativos a través del apasionante Año Litúrgico. Es la que transcurre entre el
Domingo de Ramos y el Domingo de Pascua.

Una parte pertenece a la Cuaresma. Otra es el corazón del Año Litúrgico: el Triduo Pascual, que
desemboca en el momento más emocionante de la historia: La Resurrección gloriosa de Jesús con su
propio cuerpo glorificado, festejado luminosamente a través de los 50 días del Tiempo Pascual, cargado
de Aleluyas, incienso, cantos, procesiones, actos de piedad y cirios conmemorativos, reafirmando la fe
cristiana de que nuestros cuerpos también resucitarán gloriosos de las cenizas, y que con nuestros
propios ojos y oídos glorificados veremos y escucharemos a Jesús.

En esta primera Cuaresma y Semana Santa que vamos a vivir, celebrar, gozar y participar juntos,
les invito a meditar sobre dos aspectos importantes: Amor Crucificado y El Resucitado en mi vida.

AMOR CRUCIFICADO

El amor de Dios hacia nosotros. Donde más se hace visible este amor de Dios es en la cruz de su
Hijo. Es un amor crucificado. En la cruz, Jesús extiende sus brazos. Abrazar es una expresión esencial de

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amor, pero en el abrazo también puede retener al otro. En la cruz se expresa otro amor, un amor que no
retiene, sino que suelta y deja libre. Al extender Jesús sus brazos me muestra la esencia de su amor. Es un
amor que se entrega para que el otro tenga vida, que aplica todos sus recursos por el otro, que se pone
en juego por él a fin de que la vida se logre. Los brazos extendidos muestran que Jesús se abre por
nosotros total y completamente. Nada se reserva para sí. Nos permite acercarnos a Él completamente.
Con sus manos clavadas expresa que no va a defenderse de nuestras palabras hirientes y que no se
protege, sino que se expone de manera inclemente a la maldad del mundo. Pero confía en que en medio
de esa desprotección, de esa impotencia, podrá superar la maldad del mundo a través de su amor.

La imagen más impresionante del amor de Cristo que se entrega por nosotros es para mí el
corazón de Jesús traspasado. Durante su vida, el amor de Jesús alcanzó sólo a las personas con las que
tuvo contacto directo. Ahora, este amor se despoja de sus límites y fluye al mundo entero. Vamos a
contemplar este corazón y dentro de él a Jesucristo y a ver cómo entrega su espíritu a través de la sangre
de su amante corazón, sana nuestras heridas y nos capacita para el amor. El corazón traspasado nos
muestra que no existe amor sin dolor. Yo me puedo cerrar a las personas que no son importantes para
mí. El corazón de Jesús está abierto para que encontremos en él nuestro hogar.

Vamos a sentarnos ante una cruz que nos resulte motivadora. Vamos a mirar los brazos de Jesús
generosamente extendidos, signo de un amor que no ata, sino que deja libre y que se entrega
personalmente por cada uno de nosotros. Nos dejaremos abrazar y envolver por ese amor crucificado de
Cristo; luego miraremos el corazón traspasado por el que se derrama a torrentes, especialmente para
cada uno de nosotros, el amor de Cristo. Dejemos que este amor actúe sobre nosotros. Quizás entonces
crezca también en nosotros un fuerte amor de correspondencia; sólo entonces podremos responder
agradecidos amando con el corazón roto, desconfiado, impredecible, a Jesucristo crucificado y
resucitado. Crezca en nosotros un amor que nos libere en vez de atarnos, que se entregue en vez de
exigir, que fluya como el torrente de sangre y agua que brota del corazón de Jesús. Ojala que el amor
crucificado de Cristo nos llene de profunda paz y de una alegre gratitud.

EL RESUCITADO EN MI VIDA

Para mí la frase ‹‹Es el Señor›› me parece un buen camino para encontrar al Resucitado en medio
de mi vida diaria. El Señor está conmigo cuando estoy sentado, escribiendo en el ordenador del despacho
parroquial, ‹‹Es el Señor››, cuando tengo que asistir a una reunión.‹‹Es el Señor››, cuando voy a la
oración. Y ‹‹Es el Señor››cuando camino por la ciudad de Güímar. Si recuerdo esta frase en todas las
situaciones de mi vida, todo tendrá un nuevo aspecto. Entonces me daré cuenta de que la resurrección
acontece en medio de la vida diaria y de que es posible en medio de los trabajos más insignificantes. Así,
de repente, se aclaran las mañanas grises y surge una relación personal con Jesucristo, el Resucitado, que
refleja una nueva luz sobre todo. De esta manera, realizo mis actos ante los amorosos ojos de Dios y en
unión con el Resucitado que transforma la atmósfera. No estoy solo; el Resucitado está a mi lado y llena
mi vida con el calor de su amor y con la luz de su resurrección.

La resurrección tiene como finalidad enseñarnos una nueva manera de ver que nos haga salir
airosos en nuestra cotidianeidad. Hemos de pedir a Dios “unos ojos nuevos” para que, en todo lo que
hacemos, podamos descubrir a Jesús que entra en nuestra vida y convierte nuestras grises mañanas con
la suave calidez de su presencia y que, además, nos espera en la orilla de la eternidad, en esa mañana que

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no conoce el ocaso. Si hacemos todo con cuidado y somos conscientes de la presencia de Jesús, nuestras
vidas se transformarán y podremos experimentar con frecuencia cómo dentro de nosotros se reconcilian
los contrarios, se reorganizan las cosas, se desvanecen las situaciones encontradas aparentemente
irreconciliables, cómo nuestras vidas encuentran un nuevo rumbo de éxito. Esto no será gracias a
nuestro mérito, sino a la experiencia de la resurrección en nuestras vidas.

La resurrección no es algo ajeno e incomprensible. Cada uno de nosotros la puede experimentar


en su vida. La experiencia de la resurrección no consiste en discutir sobre si la tumba estaba vacía o no,
sino en creer que el Resucitado me quiere levantar hoy, que la resurrección se convierte en realidad para
mí cuando me levanto y me sobrepongo a mi miedo, cuando me atrevo a iniciar un diálogo pospuesto
durante mucho tiempo, cuando me libero de la estrechez de una relación que ya no funciona, cuando me
levanto de la tumba de mi autocompasión, cuando doy una respuesta personal a Jesús Resucitado que
está esperando junto a mí.

Pedro José Pérez Rodríguez


Párroco de San Pedro Apóstol y Santo Domingo de Guzmán.

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ACTOS RELIGIOSOS SEMANA SANTA 2011-GÜÍMAR

Martes, 1 de marzo
20:00 h. Local de la Asociación de Vecinos de San Pedro Arriba: Reunión con la Cofradía del Señor
Atado a la Columna y Nuestra Señora de Las Aguas.

Miércoles, 2 de marzo
21:00 h. Salón parroquial de Santo Domingo de Guzmán: Reunión con la Hermandad del
Santísimo.

Jueves, 3 de marzo
20:00 h. Ermita de Ntra. Sra. de El Pilar: Reunión con la Cofradía de la Santa Cena.

Viernes, 4 de marzo
19:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Solemne Eucaristía en honor del Señor de
Medinaceli. Al finalizar la celebración, besapié de la imagen.
20:00 h. Salón parroquial de Santo Domingo de Guzmán: Reunión con la Cofradía de Nuestra
Señora de Los Dolores.

Miércoles, 9 de marzo
7:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Santa Misa e imposición de la ceniza.
19:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Santa Misa e imposición de la ceniza.

Durante la Cuaresma se rezarán las Vísperas todos los días. Asimismo, se hará el santo ejercicio del Vía
Crucis todos los viernes y se expondrá el Santísimo los jueves en la parroquia de Santo Domingo de
Guzmán.

Jueves, 10 de marzo
10:00 h. Visita de enfermos en San Pedro Abajo.

Viernes, 11 de marzo
20:00 h. Capilla de Chacona: Reunión con la Cofradía de La Verónica.

Sábado, 12 de marzo
17:30 h. Capilla del Cementerio: Procesión del Cristo de la Buena Muerte hasta la parroquia de
Santo Domingo de Guzmán, acompañado por la banda de tambores y cornetas Cristo de la
Columna.
19:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Solemne Eucaristía en honor del Cristo de la
Buena Muerte. Esta imagen presidirá durante toda la Cuaresma.

Lunes, 14 de marzo
20:00 h. Salón parroquial de Santo Domingo de Guzmán: Reunión con la Cofradía de los Romanos.

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Martes, 15 de marzo
20:30 h. Salón parroquial de Santo Domingo de Guzmán: Reunión con la Cofradía de La Amargura.

Miércoles, 16 de marzo
20:00 h. Salón parroquial de Santo Domingo de Guzmán: Reunión con la Cofradía de La Piedad.

Jueves, 17 de marzo
10:00 h. Visita de enfermos en el casco (parroquias de San Pedro Apóstol y Sto. Domingo de
Guzmán).
20:00 h. Salón parroquial de Santo Domingo de Guzmán: Reunión con la Cofradía de El Nazareno.

Sábado, 19 de marzo
18:30 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Solemnidad de San José.
20:00 h. Capilla de San Pedro Arriba: Eucaristía en honor al Señor Atado a la Columna.

Jueves, 24 de marzo
10:00 h. Visita de enfermos en San Pedro Arriba y Chacona.

Sábado, 26 de marzo
20:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Lectura del Pregón de Semana Santa por el
Ecxmo. y Rvdmo. D. Bernardo Álvarez Afonso, Obispo de la Diócesis Nivariense. Presentación del
cartel de la Semana Santa de Güímar e interpretación de motetes por el Coro Miguel Castillo.

Martes, 29 de marzo
11:00 h. Visita de enfermos en El Socorro.

Jueves, 31 de marzo
10:00 h. Visita de enfermos en La Hoya.

Sábado, 2 de abril

09:00 h. Monasterio de Nuestra Señora de El Socorro: Retiro de Cuaresma impartido por el Rvdo.
D. Ramón Padilla Brito.
20:30 h. Club Naútico: Cena benéfica para recaudar fondos destinados a la Semana Santa.

Lunes, 4 de abril
11:00 h. Eucaristía en la Residencia de ancianos del Sagrado Corazón.
19:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Eucaristía.
19:30 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Charla cuaresmal por D. Ramón Padilla Brito,
capellán del Hogar de Ancianos “Ntra. Sra. de Candelaria”, regentado por las Hermanitas de los
Ancianos Desamparados.

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Martes, 5 de abril
11:00 h. Eucaristía en la Residencia de Sor María de Jesús
19:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Eucaristía.
19:30 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Charla cuaresmal por D. Ramón Padilla Brito.

Miércoles, 6 de abril
10:00 h. Eucaristía en la Casa de la Solidaridad.
16:30 h. Visita de enfermos en San Juan.
19:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Eucaristía.
19:30 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Charla cuaresmal por D. Ramón Padilla Brito. Capellán
del Hogar de Ancianos “Ntra. Sra. de Candelaria”, regentado por las Hermanitas de los Ancianos
Desamparados.

Jueves, 7 de abril
10:00 h. Visita de enfermos en Guaza.
19:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Eucaristía.
19:30 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Charla cuaresmal por D. Ramón Padilla Brito.

Viernes, 8 de Abril
19:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Eucaristía.
19:30 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Charla cuaresmal por D. Ramón Padilla Brito.

Martes, 12 de abril
10:00 h. Visita de enfermos de la Calle El Puertito.

Miércoles, 13 de abril
20:30 h. Vía Crucis desde la capilla de San Pedro Arriba a la ermita de El Calvario.

Jueves 14 de abril
19:00 h. Parroquia de Sto. Domingo de Guzmán: Solemne Eucaristía en honor a Nuestra Señora de
La Amargura. Canta el Coro Parroquial.

Viernes, 15 de abril, Viernes de Dolores


20:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Solemne Eucaristía de Viernes de Dolores, preparada por
su cofradía de Damas con Mantillas y cantada por el Coro Parroquial. A continuación, Procesión
del Silencio con la sagrada imagen de Nuestra Señora de los Dolores en torno a la Iglesia
Parroquial.

Sábado, 16 de abril
17:00 h. Ermita de La Hoya: Celebración del Domingo de Ramos.
18:30 h. Parroquia de Sto. Domingo de Guzmán: Eucaristía.

21:00 h. Pórtico de la Iglesia Matriz de San Pedro Apóstol: Representación de la Pasión de Jesús de
Nazaret bajo la dirección de Dña. Juana María González Santana y Dña. Nayra Gómez Rodríguez.

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17 de abril. Domingo de Ramos
11:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Bendición de los ramos y, a continuación,
procesión de la Entrada de Jesús en Jerusalén, con su grupo de Niños Hebreos. A su llegada,
Solemne Eucaristía cantada por el Coro Parroquial.
17:00 h. Ermita de El Socorro: Celebración del Domingo de Ramos.
19:00 h. Ermita de El Pilar de Guaza: Solemne Eucaristía en honor a la Santa Cena. A continuación,
procesión del paso de la Santa Cena con su Cofradía, acompañados por la banda de cornetas y
tambores Juvenil de Güímar hacia la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, donde se les unirá
el paso del Señor de la Oración en el Huerto, y la banda del Patronato Amigos del Arte . Ambos,
seguirán hacia la Parroquia de San Pedro Apóstol donde se encontrarán con el paso de Las
Lágrimas de San Pedro.
20:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Solemne Eucaristía, cantada por Elizabeth de la Rosa
Pérez. A continuación, procesión de la imagen de Las Lágrimas de San Pedro, que se unirá a La
Santa Cena y al Señor de la Oración en el Huerto. Serán acompañados por la banda de tambores y
cornetas Cristo de la Columna.

18 de abril, Lunes Santo


18:30 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Confesiones.
19:30 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Solemne Eucaristía en honor del Señor de la
Oración en el Huerto, cantada por el Coro Parroquial.
20:00 h. Capilla de San Pedro Arriba: Rezo del Santo Rosario.
21:00 h. Plaza de San Pedro Arriba: Solemne Eucaristía en honor al Señor Atado a la Columna y a
Nuestra Señora de Las Aguas, cantada por la Agrupación Músico Vocal Amigos del Arte. A
continuación, procesión de las imágenes del Cristo Atado a la Columna y de Nuestra Señora de Las
Aguas hacia la parroquia de San Pedro Apóstol, acompañados por la banda de tambores y
cornetas Cristo de la Columna y la banda del Patronato Amigos del Arte. En un punto del
recorrido el Coro Miguel Castillo cantará algunos motetes.

19 de abril, Martes Santo


11:00 h. Santa Iglesia Catedral (parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de la Laguna):
Solemne Eucaristía presidida por el Sr. Obispo, y concelebrada por los sacerdotes de la Diócesis
Nivariense. En ella, se bendecirán los Sagrados Óleos, se consagrará el Crisma y se renovarán las
promesas sacerdotales.
18:30 h. Parroquia Matriz de San Pedro Apóstol: Confesiones.
19:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Confesiones.
19:30 h. Parroquia Matriz de San Pedro Apóstol: Solemne Eucaristía en honor al Señor de las
Tribulaciones, cantada por la Agrupación Músico Vocal Amigos del Arte. A continuación,
procesión de la sagrada imagen del Señor de las Tribulaciones, con su Cofradía de Romanos,
acompañados por la banda de tambores y cornetas Cristo de la Columna y la banda del Patronato
Amigos del Arte. A su paso por la parroquia de Santo Domingo de Guzmán se le unirán los pasos
del Señor de Medinaceli y Nuestra Señora de La Amargura, acompañada de su Cofradía de
Penitentes.
20:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Solemne Eucaristía en honor al Señor de
Medinaceli y Nuestra Señora de La Amargura con la participación de su Cofradía de Penitentes y
cantada por el Coro Parroquial. A continuación, procesión.

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20 de abril, Miércoles Santo
19:00 h. Parroquia de Santo. Domingo de Guzmán: Confesiones.
20:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Solemne Eucaristía en honor a Jesús Nazareno,
con la participación de su Cofradía de Capuchinos Penitentes, cantada por la Agrupación Músico
Vocal Amigos del Arte. A continuación, procesión de Jesús Nazareno, acompañada por la Banda de
Música del Patronato Amigos del Arte. A los pies de la Plaza de San Pedro, ceremonia de El
Encuentro, entre las imágenes de Jesús Nazareno, María Magdalena, San Juan Evangelista y
Nuestra Señora de Los Dolores. Durante la misma, tendrá lugar el sermón de El Encuentro.
20:00 h. Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Fátima: Confesiones.
21:00 h. Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Fátima: Solemne Eucaristía en honor al Cristo
de las Caídas. A continuación, procesión de la imagen hasta la parroquia de San Pedro Apóstol
acompañada por su Cofradía de Capuchinos Penitentes y con la participación de la banda de
cornetas y tambores Nuestra Señora del Rosario de Fátima y la Paz.
21:00 h. Capilla de Nuestra Señora de la Paz en Chacona: Solemne Eucaristía en honor a La
Verónica. A continuación, procesión de La Verónica, acompañada de su Cofradía. Ceremonia de El
Encuentro con el Cristo de las Caídas en la intersección de las calles Chacona y Arafo.

21 de abril, Jueves Santo. Día del Amor Fraterno y Día de Cáritas


9:30 a 13:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Confesiones.
18:30 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Solemne Eucaristía de la Cena del Señor
(Institución de los Sacramentos de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal), cantada por el Coro
Parroquial. Preparará la liturgia del día la Cofradía de La Santa Cena. A su término, solemne
procesión con Jesucristo Sacramentado al Monumento.

Horas Santas ante el Monumento (parroquia de Santo Domingo de Guzmán)


De 21:00 a 22:00 h: Grupo de las Marías de los Sagrarios.
De 22:00 a 23:00 h: Cofradía de la Santa Cena.
De 23:00 a 24:00 h: Cofradía de La Amargura.

La parroquia de Sto. Domingo de Guzmán permanecerá abierta hasta la 24:00h.


momento en el que se cerrará hasta las 7:00h del Viernes Santo.

19:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Solemne Eucaristía de la Cena del Señor (Institución de
los Sacramentos de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal), cantada por el Coro Miguel Castillo, que
interpretará la Misa de Coronación de Mozart. Participan en la celebración la hermandad de El
Santísimo, la Cofradía de Nuestra Señora de Los Dolores, Cáritas Interparroquial, Visitadores de
Enfermos y Ministros Extraordinarios de la Eucaristía. Estos, después de recibir la Sagrada
Comunión, la llevarán al domicilio de ancianos y enfermos, indicando de este modo su unión con
la Iglesia que celebra. Finalizada la celebración, solemne procesión con Jesucristo Sacramentado
al Monumento.
20:30 h. En torno a la Plaza de San Pedro: Procesión con los pasos de San Juan Evangelista, Santa
María Magdalena, Cristo de la Agonía, portado por los cargadores de la Hoya, y Nuestra Señora de
Los Dolores, acompañada por su Cofradía, así como los Consejos Parroquiales de Pastoral y
Economía y la Corporación Municipal. Participa la banda del Patronato Amigos del Arte.

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22:30 h. Desde la Capilla de la Santa Cruz de Los Majuelos: Procesión del paso de El Calvario,
acompañado por la banda de tambores y cornetas Cristo de la Columna. Al paso por la capilla de
San Pedro Abajo se incorporará el paso de La Piedad con su Cofradía de Capuchinos Penitentes.

Horas Santas ante el Monumento. (parroquia de San Pedro Apóstol)


23:00 a 24:00h: Cofradía de Los Dolores.
00:00 a 01:00 h: Cofradía de La Piedad.
01:00 a 02:00 h: Grupo de Matrimonios.
02:00 a 03:00 h: Cofradía del Señor Atado a La Columna y Ntra. Sra. de Las Aguas.
03:00 a 04:00 h: Hermandad del Santísimo.
04:00 a 05:00 h: Cofradía de La Verónica.
05:00 a 06:00 h: Catequistas.
06:00 a 07:00 h: Grupo de Cáritas.

22 de abril, Viernes Santo. Ayuno y Abstinencia


7:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Apertura del templo.
7:00 h. Desde la ermita de San Juan Bautista: Vía-Crucis hasta la parroquia de Santo Domingo de
Guzmán con la imagen del Cristo de la Expiración. A la llegada al casco de la ciudad, el Coro
Miguel Castillo cantará algunos motetes religiosos.
10:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Confesiones.
12:30 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Rezo de Hora de Nona.
13:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Rezo de Hora de Nona.
16:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Liturgia del Viernes Santo, cantada por el Coro
Parroquial.
16:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Cultos litúrgicos propios del día, adoración de la Santa
Cruz y ceremonia del Descendimiento. Canta Elizabeth de la Rosa Pérez.

17:30 h. Procesión Magna con el siguiente orden:

1. Banda de cornetas y tambores Nuestra Señora del Rosario de Fátima y la Paz.


2. Cruces Alzadas Parroquiales.
3. Insignias de la Pasión. Camarera: Dña. Dolores Bethencourt Peña.
4. Entrada de Jesús en Jerusalén, acompañada de su grupo de Niños Hebreos. Mayordomo: D. Carlos
Pedro Acosta Bethencourt.
5. Santa Cena con su Cofradía. Hermana Mayor y Camarera:Dña. Juana María Jorge Reyes
6. Señor de la Oración en el Huerto. Mayordomo: D. José Miguel Reyes González.
7. Lágrimas de San Pedro. Camarera: Dña. Antonia Romero Hernández.
8. Banda de tambores y cornetas Cristo de la Columna.
9. Señor Atado a la Columna con su Cofradía de Capuchinos Penitentes. Mayordomo: D. Ramón Fariña
Fariña. Camarera: Dña. María Teresa Delgado Galdona. Hermano Mayor: D. Miguel Gómez Gómez.
10. Nuestra Señora de Las Aguas, acompañada de las Señoras con Mantilla. Camarera: Dña. María
Victoria Pérez Jorge.

13
11. Señor de Las Tribulaciones, acompañado de su Cofradía de Romanos. Mayordomo: D. Nicolás
Barrera Díaz.
12. Señor de Medinaceli. Mayordomo: D. José Luis Díaz Cruz.
13. Jesús Nazareno, acompañado de la Cofradía de Capuchinos Penitentes. Camarera: Dña. Rosario
González Delgado. Hermano Mayor: D. Jorge Enrique Bello Rodríguez.
14. Nuestra Señora de La Amargura, acompañada por su Cofradía de Penitentes. Mayordomo: D.
Elpidio Armas Castro. Camarera: Dña. Juana María González Santana. Cofrade Mayor: D. Adrián Benítez
Pérez.
15. Cristo de las Caídas, acompañado de su Cofradía de Penitentes. Mayordomo: D. Ceferino
Gómez García. Hermano Mayor: D. Santiago Campos Gutiérrez.
16. La Verónica, acompañada por su Cofradía. Camarera: Dña. Josefa Cerdeña Robayna. Hermano
Mayor: D. José Luis Bethencourt Rodríguez
17. Banda Juvenil de Güímar
18. Cristo de la Agonía. Mayordomo: D. Pablo Nicasio Hernández Leandro. Camareras: Dña. Emelina
Carmen y Dña. Ángeles María Hernández Leandro. Acompañan, miembros de la Guardia Civil.
19. San Juan Evangelista. Camarera: Dña. María del Carmen Hernández Llarena
20. Cristo de la Expiración. Camarera: Dña. Cristina Leandro González.
21. Santa María Magdalena. Mayordomo: D. Pedro Fermín Pérez Sosa.
22. Cristo de la Buena Muerte. Mayordomos: D. Domingo Pérez Pérez y Dña. María del Carmen Pérez
Hernández.
23. El Calvario. Mayordomo: D. Isidro Ramos Bethencourt.
24. Nuestra Señora de La Piedad, acompañada de su Cofradía de Capuchinos Penitentes. Mayordomo y
Hermano Mayor: D. Francisco Javier Delgado González.
25. El Señor Difunto, acompañado por la Hermandad del Santísimo y Policía Municipal. Mayordomo:
D. Pablo Nicasio Hernández Leandro.
Camareras: Dña. Emelina Carmen y Dña. Ángeles María Hernández Leandro.
26. Nuestra Señora de Los Dolores, acompañada por su Cofradía de Damas con Mantillas. Mayordomo:
D. José Hipólito Delgado González.
Hermana Mayor: Dña. Lorena López de Vera.
27. Párrocos de Güímar, Hermanos y Cofrades Mayores, Autoridades Locales.
28. Banda del Patronato Amigos del Arte de Güímar

El recorrido de la Procesión Magna será: calle San Pedro Arriba, calle Amigos del Arte, calle La Amistad,
calle Santo Domingo y plaza de San Pedro.
A la entrada de la Procesión Magna se realizará la ceremonia del Santo Entierro y besapié del Señor
Difunto. Habrá una alocución a Nuestra Señora de Los Dolores.

Retorno de los pasos: El Señor Atado a la Columna y Nuestra Señora de las Aguas, a la Capilla de San
Pedro Arriba; el Cristo de las Caídas, a Fátima; la Verónica, a la Capilla de la Paz en Chacona; la Santa
Cena, a la Ermita de El Pilar en Guaza; la Piedad, a San Pedro Abajo; El Calvario a la Capilla de la Santa
Cruz y el Cristo de la Buena Muerte, a la Ermita del Cementerio. Todos estos retornos se harán
inmediatamente después de que concluya la Procesión Magna.

14
23 de abril, Sábado Santo. Vigilia Pascual.
10:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Rezo de las Laudes y entronización de los Santos Óleos.
12:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Rezo de la hora Intermedia de Sexta y
entronización de los Santos Óleos.
22:45 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Procesión de miembros de la citada Parroquia,
portando Cruz Alzada, Bandera Parroquial y Cirio Pascual hasta la parroquia de San Pedro, para
celebrar conjuntamente la Vigilia Pascual.
23:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Solemne Vigilia Pascual de la Resurrección del Señor.
Canta el Coro Parroquial, acompañado de músicos de la banda del Patronato Amigos del Arte y de
la Escuela Municipal de Música. El orden de la liturgia es el siguiente:

1.Bendición del Fuego en el atrio de la Parroquia.


2.Solemne Pregón Pascual.
3.Consagración de los Cirios Pascuales.
4.Liturgia de la Palabra.
5.Canto del Gloria con repiques de campanas.
6.Profesión solemne del Credo.
7.Letanías.
8.Bendición del Agua y renovación de las promesas bautismales.
9.Liturgia de la Eucaristía.
10.Te Deum.

00:15 h. Desde la Parroquia de San Pedro Apóstol: Procesión del Santísimo Sacramento y traslado
del Cirio Pascual hacia la parroquia de Santo Domingo de Guzmán acompañada de la Hermandad
del Santísimo y de la Banda Juvenil de Güímar. A su término, ágape compartido en la plaza del
Ayuntamiento.

Nota: Después de la celebración de la Vigilia Pascual podrá recogerse agua bendita.

24 de abril, Domingo de Resurrección. ¡Aleluya: Resucitó!


11:00 h. Parroquia de Santo Domingo: Solemne Eucaristía de la Resurrección del Señor. A
continuación Bautismos.
12:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Bautismos.
17:00 h. Ermita de El Socorro: Eucaristía de la Resurrección del Señor.
17:00 h. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán: Procesión del Cristo de la Expiración a la ermita
de San Juan Bautista. A su llegada, solemne Eucaristía de la Resurrección. Canta el Coro de San
Juan. Acompaña la banda de Tambores y Cornetas Cristo de la Columna.
20:00 h. Parroquia de San Pedro Apóstol: Solemne Eucaristía de la Resurrección y de Acción de
Gracias, con la participación de todas las Cofradías y Hermandad del Santísimo Sacramento. Canta
el Coro Parroquial.

Martes 26 de abril
20:00 h. Salón Parroquial de Santo Domingo de Guzmán: Revisión de la Semana Santa de 2011,
por los Camareros, Mayordomos, Hermanos y Hermanas Mayores.

15
PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE FÁTIMA

16 de abril, sábado.
17:00 h. En la capilla de San Francisco Javier: Confesiones y Eucaristía.
Nota: No hay celebración de la Eucaristía ni en Fátima ni en El Puertito.

17 de abril, Domingo de Ramos.


9:30 h. Capilla de San Nicolás de Bari, Urbanización 6 de Diciembre: Bendición de los Ramos, y, a
continuación, procesión hasta la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Fátima donde se
celebrará la Eucaristía. Participan los niños de catequesis.

18 de abril, Lunes Santo.


17:00 h. En la Capilla de San Nicolás de Bari: Confesiones.
18:00 h. En la Capilla de San Nicolás de Bari: Eucaristía.

19 de abril, Martes Santo.


17:00 h. Parroquia de Fátima: Confesiones.
18:00 h. Parroquia de Fátima: Celebración de la Eucaristía.

20 de abril, Miércoles Santo.


20:00 h. Parroquia de Fátima: Confesiones.
21:00 h. Parroquia de Fátima: Celebración de la Eucaristía en honor al Cristo de las Caídas. A
continuación, procesión de la imagen hasta la Parroquia de San Pedro Apóstol acompañada por su
Cofradía de Capuchinos Penitentes y banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario
de Fátima y La Paz.

21 de abril, Jueves Santo.


18:30 h. Celebración de la Cena del Señor en la Parroquia y traslado del Santísimo Sacramento al
Monumento.
23:00 h. Hora Santa.

22 de abril, Viernes Santo.


Día de ayuno y abstinencia
16:30 h. Parroquia de Fátima: Celebración de la Muerte del Señor.

23 de abril, Sábado Santo.


23:00 h. Parroquia de Fátima: Solemne Vigilia Pascual.
Al finalizar, procesión con el Santísimo Sacramento.

24 de abril, Domingo de Resurrección.


10:00 h. Parroquia de Fátima: Celebración de la Eucaristía dentro de la cual se administrará el
Sacramento del Bautismo.

16
PARROQUIA DE SANTIAGO APÓSTOL

17 de abril, Domingo de Ramos.


12:00 h. Bendición de los Ramos y celebración de la Eucaristía con la participación de los niños de
catequesis.

18 de abril, Lunes Santo.


18:30 h. Confesiones.
19:30 h. Eucaristía.

19 de abril, Martes Santo.


18:30 h. Confesiones.
19:30 h. Celebración de la Eucaristía.

20 de abril, Miércoles Santo.


18:30 h. Confesiones.
19:30 h. Celebración de la Eucaristía.

21 de abril, Jueves Santo.


19:30 h. Celebración de la Cena del Señor en la Parroquia y traslado del Santísimo Sacramento al
monumento.
22:00 h. Hora Santa.

22 de abril, Viernes Santo.


6:00 h. Vía Crucis preparado por los jóvenes de la Parroquia.
18:00 h. Celebración de la Muerte del Señor.

23 de abril, Sábado Santo.


21:00 h. Solemne Vigilia Pascual.

24 de abril, Domingo de Resurrección.


12:00 h. Celebración de la Eucaristía con la administración del Sacramento del Bautismo.

17
PARROQUIAS DE AGACHE

16 de abril, sábado.
17:00 h. La Medida. Parroquia de San Antonio de Padua: Bendición de Ramos y celebración de la
Eucaristía.
18:00 h. Lomo de Mena. Parroquia de la Santa Cruz: Bendición de Ramos y celebración de la
Eucaristía.

17 de abril, Domingo de Ramos.


9:30 h. El Tablado. Nuestra Señora de Agache y San Carlos Borromeo: Bendición de Ramos y
celebración de la Eucaristía.
11:00 h. El Escobonal. Parroquia de San José: Bendición de Ramos y celebración de la Eucaristía.

18 de abril, Lunes Santo.


A lo largo de el día, visita de enfermos.
18:00 h. La Medida. Parroquia de San Antonio de Padua: Confesiones y Eucaristía.

19 de abril, Martes Santo.


A lo largo de todo el día, visita de enfermos.
18:00 h. Lomo de Mena. Parroquia de la Santa Cruz: Confesiones y Eucaristía.

20 de abril, Miércoles Santo.


A lo largo de todo el día, visita de enfermos.
17:30 h. El Tablado. Parroquia de Nuestra Señora de Agache y San Carlos Borromeo: Vía Crucis.del
Santísimo al Monumento. A continuación, Adoración Eucarística Nocturna.

21 de abril, Jueves Santo.


17:00 h. La Medida. Parroquia de San Antonio de Padua: Celebración de la Cena del Señor.
18:00 h. Lomo de Mena. Parroquia de la Santa Cruz: Celebración de la Cena del eñor.
19:30 h. El Escobonal. Parroquia de San José. Celebración de la Cena del Señor.
22:00 h. La Medida. Parroquia de San Antonio. Hora Santa.

22 de abril, Viernes Santo.


8:30 h. Lomo de Mena. Parroquia de La Santa Cruz: Vía Crucis.
18:00 h. El Escobonal. Parroquia de San José: Celebración de la Pasión del Señor.

23 de abril, Sábado Santo.


20:15 h. La Medida. Parroquia de San Antonio de Padua: Vigilia Pascual.
22:00 h. Lomo de Mena. Parroquia de la Santa Cruz: Vigilia Pascual.
24:00 h. El Escobonal. Parroquia de San José: Vigilia Pascual.

24 de abril, Domingo de Resurrección.


9:30 h. El Tablado. Parroquia de Nuestra Señora de Agache y San Carlos Borromeo: Eucaristía.
11:00 h. El Escobonal. Parroquia de San José: Eucaristía.

18
MONASTERIO NTRA SEÑORA DE EL SOCORRO DEL INSTITUTO DEL VERBO ENCARNADO

17 de abril, Domingo de Ramos. 22 de abril, Viernes Santo.


00:45 h. Exposición del Santísimo. Canto 00:45 h. Canto de Oficio de Lectura.
de Oficio de lectura. 7:30 h. Adoración comunitaria ante el
7:00 h. Adoración comunitaria. Monumento.
7:30 h. Canto de Laudes. 8:00 h. Canto de Laudes.
8:00 h. Santa Misa. 9:30 h. Canto de Hora Tercia. Se traslada el
9:30 h. Canto de Hora Tercia. Santísimo a la capilla privada.
12:15 h. Canto de Hora Sexta. 12:15 h. Canto de Hora Sexta.
15:00 h. Canto de Hora Nona. 14:45 h. Canto de Hora Nona.
18:00 h. Adoración Eucarística. y canto de 15:00 h. Vía Crucis. Celebración de la
Vísperas. Pasión del Señor y Adoración de la Santa
19:00 h. Procesión y Santa Misa. Cruz.
18:30 h. Sermón de la Soledad de la Virgen
18, 19 y 20 de abril, Lunes, Martes y María. Canto del Stabat Mater y Santo
Miércoles Santo. Rosario.
00:45 h. Exposición del Santísimo. Canto 19:30 h. Continúa la adoración de la Cruz.
de Oficio de lectura. 20:30 h. Canto de Completas.
7:00 h. Adoración comunitaria.
7:30 h. Canto de Laudes. 23 de abril, Sábado Santo.
8:00 h. Santa Misa. 00:45 h. Canto de Oficio de lectura.
9:15 h. Canto de Hora Tercia. 7:30 h. Canto de Laudes.
12:15 h. Canto de Hora Sexta. 8:00 h. Turnos de Rosario continuado.
15:00 h. Canto de Hora Nona. 9:30 h. Canto de Hora Tercia.
19:00 h. Adoración Eucarística y canto de 12:15 h. Canto de Hora Sexta.
Vísperas 12:30 h. Rosario comunitario meditado.
20:00 h. Completas. 14:45 h. Canto de Hora Nona.
21:00 h. Canto de Vísperas.
21 de abril, Jueves Santo 22:00 h. Solemne Vigilia Pascual.
00:45 h. Exposición del Santísimo y canto
de Oficio de Lectura. 24 de abril, Domingo de Resurrección.
7:00 h. Adoración comunitaria. 8:30 h. Canto de Laudes
7:30 h. Canto de Laudes. 10:30 h. Santa Misa.
9:15 h. Canto de Hora Tercia. 18:00 h. Adoración Eucarística y canto de
12:15 h. Canto de Hora Sexta. Vísperas.
15:00 h. Canto de Hora Nona. 19:00 h. Santa Misa.
20:00 h. Celebración de la Cena del Señor,
lavatorio de los pies y traslado del
Santísimo al Monumento. A continuación,
Adoración Eucarística Nocturna.

19
LA PARROQUIA DE SANTO DOMINGO DE GUZMÁN, EL CRISTO DE LA BUENA
MUERTE DEL CEMENTERIO Y EL OBISPO DON DOMINGO PÉREZ CÁCERES

El año 2011 está inmerso en la celebración de una serie de aniversarios, varios de ellos vinculados
a las parroquias de Güímar: 250 del nacimiento del güimarero Florentín Núñez y Torres (1761-1821),
beneficiado propio de Güímar y canónigo fundador de la Catedral de La Laguna; 150 de la muerte del
güimarero Juan Díaz Núñez (1807-1861), abogado y secretario de Cámara y Gobierno del Obispado; y 50 de
la creación, en 1961, de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán de Güímar, de la bendición de la
nueva capilla de San Pedro de Abajo y del fallecimiento del sacerdote güimarero D. Domingo Pérez Cáceres
(1892-1961), VIII obispo de la Diócesis Nivariense. En este trabajo vamos a recordar algunos de ellos.

LA PARROQUIA DE SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

El 8 de julio de 1649, el obispo Sánchez de Villanueva concedió licencia para construir un


convento dominico en Güímar, que sirviese de pronto y decente asilo a la Virgen de Candelaria en caso
de ataque de moros a su Santuario. Edificado por el vecindario, llevó el nombre de “Santo Domingo en
Soriano” y fue inicialmente una Vicaría del de Candelaria. En 1729 se concedió licencia para instituir por
patrona de su capilla mayor a la Hermandad del Rosario, que existía desde la fundación del Convento. El
1 de septiembre de 1731 fue confirmado definitivamente como Priorato, adquiriendo su total
independencia. Y en 1739 se construyó la plaza colindante.

El Convento fue destruido por un incendio en 1775, aunque en 1777 ya estaba reedificada la iglesia
y parte del claustro. Luego, fue suprimido en 1821, restablecido 1826 y suprimido definitivamente en
1835. Al año siguiente, el obispo Folgueras dio licencia para que su capilla continuase abierta al culto
público como Ermita de Ntra. Sra. del Rosario, bajo la dirección del beneficiado, con la condición de que
la Hermandad del Rosario costease en ella la festividad anual de la Virgen. En 1844 fue utilizada también
como tanatorio o capilla mortuoria; en 1880 tuvo que ser restaurada, a causa de un temporal; en 1904 y en
1916 sirvió como cuartel, tras lo cual, en 1917 volvió a ser restaurada y abierta al culto, aunque luego
volvería a permanecer cerrada.

Después de un largo período de ostracismo religioso, esta iglesia fue recuperada definitivamente
para el culto por decreto del recordado obispo güimarero don Domingo Pérez Cáceres, dado en San
Cristóbal de La Laguna a 15 de marzo de 1952, al proceder a la erección en ella de una Coadjutoría Filial
de la Parroquia de San Pedro Apóstol, “Teniendo en cuenta de una parte el aumento de población que en estos
últimos años ha tenido la parroquia de San Pedro Apóstol de la Villa de Güímar, y de otra la conveniencia de atender
al culto de la Iglesia del exconvento de Santo Domingo de Guzmán de la misma Villa, donde con manifiesto provecho
de los fieles sería muy conveniente la celebración de la santa Misa en los Domingos y fiestas de precepto”. Y en el
mismo decreto añadía: “El que fuere nombrado para dicha Coadjutoría Filial ejercerá el cargo de Vicario
cooperador de la parroquia de San Pedro, pero con la obligación de celebrar la Santa Misa, a lo menos en los
Domingos y fiestas de precepto, en la repetida Iglesia del exconvento de Santo Domingo de Guzmán. Organizará y
celebrará en ella los cultos tradicionales. Y cuidará de la conservación y ornato del templo y de los enseres del culto
pertenecientes al mismo”. No obstante, a partir de entonces, en esta iglesia sólo se celebrarían cultos por
las festividades del Rosario y Santo Domingo, así como el Miércoles de Cuaresma y la Semana Santa.

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Pocos años más tarde, por otro decreto del mismo obispo, fechado a 22 de febrero de 1961, se creó la
nueva parroquia de Santo Domingo de Guzmán de la entonces Villa de Güímar, con la categoría “de ascenso”,
que quedaba desmembrada en su totalidad de la parroquia matriz de San Pedro Apóstol y se extendía desde
el límite con la de San José de El Escobonal hasta la línea imaginaria que pasaba por el Barranco de Chiñico,
calle de La Amistad, calle José Antonio (actual calle Canarias) y carretera de El Puertito (actual Avenida
Tomás Cruz García); por lo tanto, comprendía los núcleos de La Medida, Pájara y El Puertito, así como los
barrios de Guaza, San Juan, La Hoya y parte del casco, que sumaban por entonces un total de 4.261
habitantes. Comenzó a regir el 1 de abril inmediato y, a pesar de que debía ser atendida por un párroco y un
coadjutor, quedó encargado de la misma D. Prudencio Redondo Camarero, por entonces párroco-arcipreste
de la localidad. No obstante, en los primeros años careció de vida propia y las partidas sacramentales no
comenzaron a asentarse en los correspondientes libros hasta el 1 de enero de 1963. De esta parroquia se
segregaron en 1966 las de San Antonio de Padua de La Medida y Santiago Apóstol de El Puertito.

La iglesia parroquial de Santo Domingo de Guzmán y su imagen titular.

Entre 1964 y 1969, tras la toma de posesión del párroco D. Salvador Miralles Pérez, se llevó a cabo
una profunda restauración y dotación de la iglesia parroquial, a iniciativas de dicho párroco y con la
generosa ayuda de los vecinos, por lo que estuvo cerrado al público durante varios meses de 1965. Se
acondicionaron la sacristía, el camarín y el despacho parroquial; se colocó nuevo pavimento de granito de
mármol pulimentado y gradas de mármol; y se restauró el Altar mayor y los altares laterales, así como
techos, coro y paredes; se adquirieron nuevas imágenes, ornamentos, etc. Posteriormente, entre 1969 y
1970 se construyó cerca del templo el edificio parroquial, con casa, salones y garaje. Volvió a sufrir una
profunda restauración en 2002, por lo que estuvo cerrada durante más de cinco meses. En ese mismo año
se incoó el expediente para declarar a esta iglesia como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de
Monumento, lo que se hizo realidad en 2008.

Entre las imágenes que se veneran en el templo destaca la de la Virgen del Rosario (siglo XVII), una de
las más antiguas del municipio, que fue restaurada profundamente por José Rodríguez de la Oliva tras el
incendio de 1775. De su culto se encargaba la antigua Hermandad del Rosario, desde 1649 hasta 1850, y luego
la “Confraternidad o Hermandad de Ntra. Sra. del Rosario y del Carmen”, desde 1859 hasta 1965.
Afortunadamente, por iniciativa del párroco D. Rubén José Fagundo García y del mayordomo de esta
imagen, D. Javier Eloy Campos Torres, el pasado año 2010 se ha vuelto a refundar la Cofradía del Rosario.

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También es importante el papel de esta Parroquia en la Semana Santa güimarera, dado el número
de pasos que existen tanto en la iglesia como en las capillas y ermitas de su jurisdicción, algunos de ellos
bastante antiguos. En el templo parroquial se venera a Jesús Nazareno o Señor con la Cruz a cuestas (finales del
siglo XVII o comienzos del XVIII), que procesiona el Miércoles Santo, para participar en la ceremonia del
Encuentro; también lo hace en la procesión magna del Viernes Santo, acompañada inicialmente por la
Archicofradía del Carmen (1963) y luego por la Cofradía de Capuchinos Penitentes de Hermanos Nazarenos
(1965-); el Cristo de la Oración en el Huerto, conocido como “Señor del Huerto” (segunda mitad del siglo XIX), que
procesiona el Domingo de Ramos y el Viernes Santo, inicialmente acompañada por la las Asociaciones de
Hijas de María y Medalla Milagrosa (1963) y luego por la Asociación Apostolado de la Oración (1966-1970); la
Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén (1951), que procesiona el Domingo de Ramos y el Viernes Santo,
acompañada por la Cofradía de Niños Hebreos (1952-); el Cristo de Medinaceli (1965), que procesiona el
Martes y el Viernes Santo, acompañado en sus inicios por la Archicofradía del Carmen y La Milagrosa
(1965-1967) y luego por su Cofradía con traje negro y escapulario (1968); y la Virgen de La Amargura (1965),
tallada por el imaginero Ezequiel de León, que procesiona el Martes y el Viernes Santo, acompañada
inicialmente por la Asociación Hijas de María (1965-1966), luego por su Cofradía de Señoras con mantilla
blanca (1967-1984) y en la actualidad por su Cofradía de Penitentes (1995-). Además de estas imágenes, a
la Semana Santa se han incorporado dos crucificados del siglo XIX: el Cristo Negro o de la Expiración, de
bronce, que baja cada año desde el barrio de San Juan hasta la iglesia de Santo Domingo, donde permanece
hasta el Domingo de Resurrección; y el Cristo de la Buena Muerte, que se venera en la Capilla del Cementerio y
que preside la iglesia de Santo Domingo desde el primer sábado de Cuaresma hasta el Viernes Santo; a ellas
se une el paso de la Santa Cena (concluido en 2001), elaborado por el escultor güimarero D. Javier Eloy
Campos, que se custodia en la ermita del Pilar de Guaza, de donde procesiona el Domingo de Ramos hasta la
iglesia de Santo Domingo, para participar en la procesión del Viernes Santo, acompañado por su Cofradía.

En la misma iglesia destacan otras imágenes: Santo Domingo de Guzmán (siglo XVIII), atribuida a Luján
Pérez, cuya festividad se reduce a los actos religiosos, aunque de notable solemnidad; San Antonio Abad
(siglo XVIII), atribuida de José Rodríguez de la Oliva, en cuyo honor se celebra una popular romería el
último fin de semana de enero o el primero de febrero, con exposición de ganado; San José (siglo XVII),
atribuida a Lázaro González de Ocampo; Santo Tomás de Aquino (1940); Niño Jesús (1958), cuya fiesta se
celebra el 1 de Enero; Santa Lucía (1958); y una pequeña imagen de la Virgen del Carmen. También posee 10
cuadros al óleo, entre los que destacan por su valor y antigüedad los de Santo Tomás de Aquino y San Pedro de
Verona.

Actualmente, en la jurisdicción parroquial de Santo Domingo se encuentran abiertos al culto otros


templos: la antigua ermita de San Juan Bautista (1534) y la capilla del Calvario (con el Cristo Negro o de La
Expiración), en el barrio de San Juan; una capilla (1905) y una ermita (1972) dedicadas a Ntra. Sra. de la Peña,
en el barrio de La Hoya; y una ermita de Ntra. Sra. del Pilar (1985), en el barrio de Guaza. En las fiestas de
estos barrios, destacan las festividades de San Juan Bautista (el 24 de junio) y San Sebastián (en el mes de
enero), ambas en San Juan; de la Virgen del Pilar en Guaza (el 12 de octubre); y de Ntra. Sra. de la Peña en La
Hoya (el último domingo de octubre), todas ellas en sus respectivas ermitas.

Aunque la parroquia fue creada y comenzó a regir en 1961, las partidas sacramentales no
comenzaron a asentarse en los correspondientes libros hasta el 1 de enero de 1963. Desde entonces y hasta
ahora, según figuran en los correspondientes libros, se han celebrado en el templo parroquial más de 2.100
bautismos, casi 1.300 entierros, unos 800 matrimonios y más de 950 confirmaciones. Asimismo, los obispos

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de la Diócesis han efectuado, hasta el momento, 14 visitas pastorales a esta parroquia con el fin de
impartir la Confirmación: cinco D. Luis Franco Cascón (1965, 1968, 1972, 1977 y 1983); una D. Damián
Iguacen Borau (1991); siete D. Felipe Fernández García (1993, 1994, 1995, 1998, 2000, 2003 y 2004) y una el
actual prelado D. Bernardo Álvarez Afonso (2006).

En estos 50 años de existencia de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, han estado al frente
de ella sólo seis párrocos titulares, cuatro de los cuales lo han sido a su vez de San Pedro Apóstol: D.
Prudencio Redondo Camarero (1963-1964); D. Salvador Miralles Pérez (1964-1992); D. Domingo Guerra
Pérez (1992-2004), con la colaboración de los párrocos in solidum D. Manuel González Marrero (1992-1993)
y D. Antonio Jesús León Cáceres (1993-1996); D. Rubén José Fagundo García (2004-2010); y D. Pedro José
Pérez Rodríguez (desde 2010 hasta el presente). El récord de permanencia al frente de esta parroquia lo
ostenta D. Salvador Miralles (28 años y medio), el único nombrado en exclusividad para ella. Ninguno de
ellos ha nacido en el municipio de Güímar.

LA CAPILLA DEL CEMENTERIO DE GÜÍMAR Y EL CRISTO DE LA BUENA MUERTE

Hasta bien entrado el siglo XIX, los güimareros recibían sepultura en la iglesia de San Pedro
Apóstol y en el convento de Santo Domingo en Soriano. Pero a consecuencia del elevado número de
fallecidos con motivo de una epidemia de viruelas, la parroquia tuvo que habilitar un cementerio, el
primero de Güímar, que el 18 de marzo de 1828 entró en funcionamiento; pero por la urgencia no se
esperó a construirle los correspondientes muros ni a proporcionarle el aseo debido, lo que se vino a
culminar en 1830. A partir de entonces serían enterrados en él todos los fallecidos en la jurisdicción
parroquial, siendo el único cementerio del municipio hasta 1919, en que se inauguró el de El Escobonal.

En 1875 se aprobó el proyecto de reparación y ensanche del cementerio civil de Güímar. Dos años
más tarde, en 1877, el Ayuntamiento nombró una comisión que habría de ocuparse de la dirección de
dichas obras, de la que formó parte el cura párroco; se inició la expropiación forzosa de los terrenos
situados delante del antiguo cementerio, propiedad de D. Jerónimo Quintero; y se procedió a la subasta
de los terrenos que se habían comprado y desmontado para un fallido cementerio que se pensaba
construir en la calle Tafetana, con el fin de invertir su importe en las obras a realizar. Éstas comenzaron a
mediados de 1879 y el 19 de octubre de 1880 se le concedió licencia al párroco D. Fidel Farré Pujol para
bendecir el cementerio, el cual se había ampliado en una tercera parte, construido sus muros casi en su
totalidad y fabricado su primera capilla. En ésta se colocó la imagen del Cristo de la Buena Muerte, una talla
del siglo XIX que bien pudo ser elaborada por el imaginero palmero Arsenio de las Casas Martín,
discípulo de la escuela de Luján Pérez, que en 1882 talló la actual imagen de Jesús Crucificado del altar
mayor de la iglesia parroquial de Fasnia.

En 1892 se efectuaron obras de mejora en el cementerio municipal. Y en 1911 éste volvió a ser
ampliado, por lo que el 13 de marzo de 1912 se concedió la oportuna licencia para bendecir la parte
nueva o ensanche del mismo, así como la nueva capilla que se proyectaba construir en él, una vez que
estuviese terminada, así como para el derribo de la antigua. Entre 1948 y 1949 se efectuó un nuevo
ensanche del cementerio, con proyecto de D. Tomás Machado y Méndez Fernández de Lugo, que también
incluyó la ampliación de la capilla hacia atrás. En 1952, con proyecto del mismo arquitecto, se construyó
el nuevo cementerio civil, anejo y en la parte posterior del municipal existente, así como un nuevo

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frontón, una sala de autopsias y un depósito de cadáveres.
La Mayordomía de la Capilla del Cementerio la asumió inicialmente la familia Campos de Los
Majuelos (Dña. Prudencia Campos, D. Pedro Armas Campos y D. Laureano Campos). En 1912 entró como
camarera Dña. Imelda García Campos, viuda de Pérez, que estuvo encargada de dicha Capilla durante casi
40 años, en los que se adquirieron: 4 candelabros pequeños, niquelados; una palmatoria de metal; una
lámpara de aceite, plateada; una piedra de ara; una alfombra de 2 x 1,50 metros y otra estrecha; dos
bancos, no aparentes para la Capilla; un frontal negro, de terciopelo; y dos manteles para el altar.

A la izquierda, el cementerio de Güímar.


A la derecha, el Cristo de la Buena Muerte en la procesión del Viernes Santo.

En 1951 asumió el cargo de camarero de la Capilla D. Elpidio Pedro Armas Castro, que permaneció
en él durante 42 años. Durante esta Mayordomía se produjo el “Retocamiento del Cristo Crucificado”, que fue
llevado a cabo por el escultor orotavense Ezequiel de León Domínguez; hacia 1955 se hizo un altar nuevo,
que fue costeado por el Ayuntamiento; y en 1962 se adquirieron tres remates para la Cruz del Cristo de la
Buena Muerte, obra de Agustín Guerra Molina. Además, se adquirieron diversos objetos: un banco para la
sacristía (donado por la familia Gómez Ramos), mesa, sillas, pilastras, vitrina para la sacristía, cornisas y
cortinas, atril, campanilla, vinajeras, jarras de distintos tamaños, lámpara eléctrica, candeleros, vestuario
de Misa, manteles, colgaduras, un crucifijo de sacristía, paños para las seis pilastras, escalones de altar,
fanales, tulipas, una baza de tres varales, etc. El 21 de enero de 1992, los técnicos municipales
confeccionaron un presupuesto de reparación de esta Capilla, que se elevaba a 1.174.656 ptas, el cual
incluía la demolición del tejado existente en mal estado y la colocación de nueva cubierta de teja, la
demolición del piso y colocación de nuevo pavimento de mármol, el picado y nuevo revestido de las
paredes, colocación de electricidad y pintura.

En 1993, los párrocos de Güímar se hicieron responsables directos de la Capilla del cementerio. Y
en 2006 fueron nombrados mayordomos de ella y del Cristo de la Buena Muerte D. Domingo Pérez Pérez
y Dña. María del Carmen Pérez Hernández.

En los años cincuenta, el Cristo de la Buena Muerte subió a la parroquia de San Pedro, donde
permaneció del Domingo de Pasión al Viernes de Dolores. Años más tarde, en 1967, 1968 y 1969, participó
en las procesiones de Semana Santa; subía el Jueves Santo, con la Piedad de San Pedro Abajo, y bajaba el

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Viernes, después de la procesión magna; en ésta era acompañado por las Señoras de Acción Católica de
Santo Domingo. Y desde el año 2007 sube el primer sábado de Cuaresma a la iglesia parroquial de Santo
Domingo de Guzmán, que preside hasta el Viernes Santo, en que regresa a su capilla después de
participar en la procesión magna. Como curiosidad, hacia 1965, con motivo de la restauración de la
iglesia de Santo Domingo, la Virgen de la Amargura se llevó a la Capilla del cementerio, donde
permaneció hasta finalizar las obras del templo parroquial.

DON DOMINGO PÉREZ CÁCERES (1892-1961), VIII OBISPO DE TENERIFE

El 1 de agosto de 2011 se conmemora el 50 aniversario del fallecimiento del recordado sacerdote


D. Domingo Pérez Cáceres, considerado el güimarero más ilustre de todos los tiempos, que fue XI deán, X
vicario general y VIII obispo de la Diócesis Nivariense, promotor del actual Santuario-Basílica de la
Virgen de Candelaria y hombre de un corazón extraordinario.

Nació en Güímar el 10 de noviembre de 1892, hijo de Domingo Pérez Fariña y Juana Cáceres Romero.
En 1906 ingresó en el Seminario Conciliar de La Laguna, donde cursó los estudios eclesiásticos. Obtuvo el
grado de Bachiller en Sagrada Teología y en 1916 fue ordenado de Presbítero por el obispo Nicolás Rey
Redondo. Su primer destino fue el de coadjutor de la parroquia de San Pedro de su villa natal, cargo que
ejerció durante tres años (1916-1919), para pasar luego a cura ecónomo de la misma (1919-1920). En esa
época, con motivo de la grave epidemia de gripe que asoló la isla, repartió su cuantioso patrimonio
familiar entre los pobres y enfermos de su parroquia.

Tras ejercer como cura regente de la parroquia de San Salvador de La Matanza (1920-1925) y
como coadjutor de la parroquia matriz de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife (1925-1926), D.
Domingo regresó a Güímar en 1926 como cura ecónomo de San Pedro Apóstol, parroquia que ganó al año
siguiente por oposición. A comienzos de 1928 tomó posesión como cura propio y arcipreste, cargos en los
que continuó durante siete años, en los que recibió los nombramientos de párroco consultor, vocal de la
Junta Provincial de Beneficencia y examinador prosinodal. En 1935, mientras ejercía en la parroquia de
Güímar, fue nombrado deán de la Santa Iglesia Catedral de Tenerife, a propuesta del prelado Fray Albino
González, y al año siguiente se le designó vicario general de la Diócesis. A pesar de sus responsabilidades,
hasta finales de 1939 continuó como cura encargado de San Pedro de Güímar, a cuyo frente había
permanecido durante más de 13 años, simultaneándola los nueve últimos con la parroquia de San José de
El Escobonal. En ese período construyó la casa parroquial de Güímar, realizó obras de mejora en la iglesia
de El Escobonal y bendijo la nueva ermita de Lomo de Mena; también fue mayordomo de la imagen de
San Pedro, cargo que ostentó hasta su muerte. Además, en la vida civil fue presidente y uno de los
fundadores de la Sociedad Hidroeléctrica de la localidad, así como primer delegado inspector de la
sucursal comarcal de la Caja de Ahorros. En 1939, el Ayuntamiento de su villa natal premió su obra
nombrándole “Hijo Predilecto de Güímar” y dos años más tarde dio su nombre a la avenida más
importante de la localidad.

En 1946, al quedar vacante la sede episcopal nivariense por traslado a Córdoba de Fray Albino, el
Cabildo Catedral lo eligió vicario capitular. Antes de cumplir un año en dicho cargo, en 1947, Pío XII lo
elevó a obispo de Tenerife, ocupando el puesto octavo en la lista de prelados, pero siendo el primero
nacido en la Diócesis. Los actos de su solemne consagración revistieron carácter apoteósico y pusieron de

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manifiesto el cariño universal de los tinerfeños por su nuevo prelado. En ese mismo año, todos los
ayuntamientos de la Diócesis lo nombraron Hijo Adoptivo y dieron su nombre a las calles más céntricas;

El obispo D. Domingo Pérez Cáceres. A la izquierda con San Pedro, del que era mayordomo.

simultáneamente, la Mancomunidad Interinsular de Cabildos acordó su nombramiento como Hijo


Predilecto de la provincia. Su ardiente caridad, recogida como lema de su pontificado (“Parte tu pan con el
pobre”), fue premiada en 1953 por el Gobierno de la Nación con la Gran Cruz de Beneficencia con
distintivo Morado, y motivó que se le llamase el “Obispo de los Pobres”.

Durante su pontificado, el obispo Pérez Cáceres se preocupó del Seminario Diocesano, tanto de la
virtud e instrucción de los seminaristas como del profesorado, que reorganizó; también perfiló y puso en
marcha la construcción de un nuevo edificio para el mismo, que no llegó a ver culminado; y ordenó a 83
sacerdotes diocesanos, entre ellos a tres hermanos güimareros, sus parientes D. Hipólito, D. Vicente y D.
Juan Jorge Dorta. Asimismo, durante su episcopado se hizo un arreglo de las parroquias, en el que se
crearon varias nuevas, como la de Santo Domingo de Guzmán (1961) en su Güímar natal; se reorganizó el
Cabildo Catedral lagunero, aumentando el número de prebendados; se bendijeron nuevas iglesias
parroquiales y se construyeron numerosas capillas o ermitas, además de efectuarse reparaciones y obras
de mejora en otros muchos templos, incluida la Catedral; realizó tres visitas pastorales completas, hasta
los últimos rincones de su Diócesis; publicó numerosas cartas pastorales y otras exhortaciones, etc. etc.
Pero uno de los principales frutos de su Pontificado, por el que todo el mundo recuerda a este obispo, fue el
impulso definitivo que dio a la construcción del Santuario-Basílica de Nuestra Señora de Candelaria,
terminada y consagrada gracias a su entusiasmo y desvelo.

El obispo D. Domingo Pérez Cáceres falleció en el palacio episcopal de La Laguna el 1 de agosto de


1961 y recibió sepultura en la Basílica de Candelaria, terminada dos años antes. En su recuerdo se
colocaron varios bustos en La Laguna y la Villa de La Orotava, así como toda una plaza, presidida por una
estatua de cuerpo completo, en la ciudad de Güímar (1972). Su nombre es aún sinónimo de bondad y
motivo justificado de máximo orgullo para sus paisanos.

Octavio Rodríguez Delgado. Cronista Oficial de Güímar

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AGRADECIMIENTOS

D. Isidoro Hernández Correa, D. Antonio Damián Herrera, el Prior del Monasterio de El Socorro y
D. Pedro José Pérez Rodríguez, párrocos agradecemos a nuestro hermano sacerdote: Rvdo. Allan
Rodríguez Tusoy.

Asimismo, también agradecemos la meritoria labor a:

:: Junta de Hermandad y Cofradías de Semana Santa


:: Camareras, Mayordomos, Cofrades y Hermanos Mayores
:: Cargadores y portadores de tronos
:: Grupo de Liturgia
:: Ministros Extraordinarios de la Eucaristía
:: Voluntariado de Cáritas
:: Grupo de Matrimonios
:: Seminaristas: Airán Expósito Hernández y Sergio Pérez Pérez
:: Sacristanas: Dña. Marta Díaz Martín y Nayra Delgado García
:: Monaguillos
:: Al grupo de La Pasión.
:: José Carlos Mesa Acosta, diseñador del cartel y del programa.
:: Excelentísimo Ayuntamiento de Güímar: concejalía de Cultura, concejalía de Obras y Servicios.
:: Policía Local.
:: Guardia Civil.
:: Banda de Música del Patronato Amigos del Arte.
:: Bandas de tambores y cornetas.
:: Coro Miguel Castillo.
:: Coro Parroquial.
:: Asociación Vocal Amigos del Arte.
:: Músicos de la Escuela Municipal y de la Banda de Música Amigos del Arte

Por último agradecemos a toda la feligresía su testimonio creyente, su


respeto y generosidad en estos días en que hemos celebrado el Misterio de la
Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor JESUCRISTO.

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Cristo de La Buena Muerte

En el madero ya dormido,
yaces, en plácida tranquilidad,
haciendo honor a tu verdad,
por el sacrificio conseguido.

Trazado por el amor


cayó tu cuerpo herido,
injustos clavos metidos,
al costado fría lanzada,
rodillas, y espaldas maltratadas,
burlona corona de espinos
en tu cabeza engarzada,
llevando en tu boca el sabor
de una esponja avinagrada.

¿Quién puede turbar tu descanso, Jesús?


¡Tu victoria conseguida!
¡Gélida muerte vencida!
¡Cáliz celestial vertido!
¡Descansa Nazareno amigo,
descansa, ya todo es cumplido!.

En el madero erguido,
yace un amor inerte,
dormido cuerpo valiente,
tu cuerpo, Jesús,
Cristo de La Buena Muerte.

Fori Gómez

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AL FINAL QUEDÓ EL SILENCIO
Al Cristo de la Buena Muerte

Al final quedó el silencio.


La paz llegó con la muerte
y los miembros desgarrados
descansaron finalmente.

Ya no duelen las espinas,


ni los latigazos duelen.
No se sienten las heridas
de los cardos en tus sienes.

La brisa envuelve la Cruz


y la besa suavemente.
Hasta las turbas bramantes
se callaron de repente.

También a veces la vida


se ensaña así, cruelmente.
Nos enseña la agonía
que sufriste mansamente.

Mi Señor del Cementerio,


Cristo de la Buena Muerte,
en las mayores fatigas
ayúdanos a ser fuertes.

Javier Eloy Campos Torres. 2011

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PRECIO DE SANGRE
Al Cristo de la Agonía

Extraña ceremonia
la de la muerte y la agonía intensa.
Pasaron tus tres años
la cuerda de este arco ya está tensa.

Cordero al sacrificio.
Torturadores han calculado todo,
para el mayor dolor,
para hacer brotar la sangre de mil modos.

¡Oh mártir!, te contemplo.


Tu cuerpo es un despojo que repugna.
Han hecho su trabajo
sin ahorrar en sufrimiento y burla.

Pagaste caro el trato


de tenerme como hijo y como hermano.
Me compras con tu sangre.
Yo ignoraba que mi precio fuera tanto.

Javier Eloy Campos Torres. 2011

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