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Un nuevo espacio
de aprendizaje de las organizaciones y personas”
Eduardo Bueno1
1. INTRODUCCIÓN
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Catedrático de Economía de la Empresa de la UAM, Director del Centro de Investigación sobre la Sociedad
del Conocimiento (CIC) – Parque Científico de Madrid, Consejero del Banco de España.
arco que ha construido la bóveda de los avances científicos y técnicos del
siglo.
Un tiempo que, entre las muchas aportaciones habidas, brilla con luz
intensa la física, sin que se pueda olvidar lo alcanzado también por la
química y la biología. Pero, ha sido aquélla la gran protagonista y la que con
su evolución ha creado las bases que han edificado la época denominada
como “era de la información” o caracterizando la llamada “sociedad de la
información”. En este sentido Castells (2000) indica que el impacto en las
sociedades de las tecnologías de la información y de las comunicaciones
han definido la “era digital” o la “sociedad red”, cuestiones que desde un
plano económico configuran la “economía digital” o la “economía red”.
(Tapscott, 1997;Terceiro y Matías, 2001 y Ontiveros, 2001).
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del avance tecnológico y en donde la investigación encuentre su ámbito
natural de desarrollo. Cuestiones que son caracteres definidores de los
ámbitos científicos de excelencia, formas reales y virtuales que deben
servir para integrar en su seno las capacidades científicas, técnicas y
sociales que faciliten la creación, transmisión, difusión, medición y gestión
del conocimiento, según la estrategia que la sociedad elija en el reto que
representa la nueva singladura a seguir por el siglo XXI, bien a través tanto
de agentes de conocimiento como de las comunidades o plataformas que
dentro de la “red” pueden facilitar dichos objetivos.
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integrador de muchas corrientes pasadas y actuales, que crea la
plataforma adecuada para que las convergencias citadas encuentren la
estructura cognitivo-activa y efectiva para la evolución social del siglo
XX al siglo XXI (Bueno, 2001a). En los momentos presentes de recesión
económica, la llamada nueva economía atraviesa una crisis de
adaptación y de ajuste de su verdadero futuro, el cual se hará más claro
en los próximos meses de 2002.
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la microelectrónica, tanto desde la perspectiva material como
metodológica» (Castells, 2000);
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EL SISTEMA DE CONOCIMIENTO (I + D + i)
SISTEMA CIENTÍFICO
Universidades
OPI´s
OTRIs
SISTEMA
SISTEMA PÚBLICO – SISTEMA TECNOLÓGICO
INSTITUCIONAL – DE
CONOCIMIENTO *Parques científicos y
-Organismos Públicos (I + D + i) Tecnológicos (PCyT)
-Instituciones y *Centros-Institutos
organizaciones no Tecnológicos (CITs)
gubernamentales *Centros de Empresas
e Innovación (CIEs)
SISTEMA PRODUCTIVO
EMPRESAS
Figura 1.
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En cuanto a los agentes sociales del conocimiento se pueden destacar
estas clases:
• Personas y Grupos:
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o Ciudades y barrios.
o Empresas y organizaciones.
o Unidades organizativas y grupos sociales o de trabajo.
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El “ba dialogante” es el espacio donde se mantienen conversaciones en
grupo para formar conceptos. Corresponde a la fase de conversión de
conocimiento tácito a explícito o de externalización del modelo SECI.
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Siguiendo a Bueno, Byosiére, Salmador y Senoo (2000) podemos
afirmar que los agentes con conocimiento son individuos, grupos y
organizaciones, y para observar cómo aprenden entre ellos hay que
utilizar un enfoque “constructivo” de creación de conocimiento (Von
Krogh, Roos y Slocum, 1994 y Von Krogh y Roos, 1995), Enfoque que
parte de una perspectiva cognitiva y está basado en nuevos
descubrimientos en los campos de la neurobiología, las ciencias
cognitivas y la filosofía. La principal implicación es que un sistema
cognitivo es un sistema generador de conocimiento, abierto con relación
a datos exteriores, pero cerrado con relación al conocimiento. A escala
individual, esto quiere decir que la persona está abierta a los datos del
entorno, como libros, artículos, ponencias, memorándums, programas
informáticos, películas, vídeos, etc. Es más, el gestor está a abierto a
datos con distintos grados de latencia. Un alto grado de latencia
significa que los datos son poco claros, ambiguos, y que no se presentan
al gestor como información. Los datos más manifiestos se pueden
convertir en información más fácilmente.
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y que se aplica a la epistemología en sistemas sociales (Maturana y
Varela, 1987), emerge en el campo de las organizaciones para arrojar
luz sobre el conocimiento organizativo, como hemos mencionado
anteriormente.
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De todo lo comentado precedentemente se deduce que los procesos
organizativos y transorganizativos citados se deben orientar hacia el
logro de organizaciones inteligentes, es decir, con “capacidad de
respuesta y adaptación” (Bueno, 1997). En este sentido hay que
entender la organización como un ser vivo con facultades de
“emergencia”, de “co-evolución” y de “memorización” o con capacidad
de incorporar rutinas o pautas espacio-temporales en un proceso
evolutivo, tal y como enseña la neurobiología y sus procesos
autopoiéticos.
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que pertenecen. Una organización que tiene un papel importante en la
nueva economía y que se puede denominar en el seno de la sociedad del
conocimiento y de una manera metafórica o con un toque de humor, con la
palabra inglesa y el acrónimo “click”, compuesto por los conceptos básicos
de referencia en su versión inglesa, tal y como muestra el cuadro 2.
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consecuencia, en muchas ocasiones se viene utilizando la expresión
siguiente: “estamos creando valor en la economía gracias al
“conocimiento” o basados en el “intelecto” o que “estamos actuando en
una economía o en una era basada en intangibles”. Estos intangibles
son los resultados o los productos de actividades que se basan y se
derivan del “conocimiento puesto en acción”. Estas actividades
intangibles representan los procesos, las funciones principales que
cualquier organización grande, mediana o pequeña; pública o privada;
gubernamental o no gubernamental, está llevando a cabo a través de la
“puesta en acción” de la inteligencia humana y artificial o gracias a un
determinado desarrollo intelectual de los procesos productivos. Nos
estamos refiriendo a las actividades intangibles caso, entre otras, de
I+D, de procesos de innovacón, de programas de formación o
capacitación, de programas de calidad, de laboratorios de desarrollo de
la imaginación, etc... El último fin de las actividades intangibles, como es
lógico, es generar activos intangibles, es crear bienes y servicios que
materializan aquéllas, es decir, bienes que los mercados, las
organizaciones o instituciones puedan valorar y de hecho valorizan de
forma relevante respecto a los procesos tradicionales basados,
fundamentalmente, en la transformación de los tangibles. En definitiva,
la finalidad última es crear nuevo conocimiento que sea apreciado por el
mercado o por la sociedad, es decir, por el ciudadano como cliente de
los productos de la llamada nueva economía.
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conocimiento y aprendizaje? La respuesta es claramente negativa.
Desde que las personas tenemos memoria, especialmente memoria
escrita, sabemos y tenemos presencia consciente en nuestra mente de
lo que es una determinada clase de conocimiento. Desde que la
humanidad se ha comunicado o ha intercambiado por medio de un
lenguaje, del tipo que sea, algún dato, algún hecho, algún suceso o idea,
hemos estado creando información. Y por último, desde que la
humanidad o desde que cualquier persona, bien por esa información,
tangibilizada en un determinado soporte, sea cual sea el mismo, y en
donde haya grabada alguna idea, puede haber aprendido, aprendido de
los demás, aprendido por uno mismo, en definitiva puede que haya
incorporado a la mente, a la memoria, una idea nueva, una experiencia
nueva que mejorará o completará su capacidad cognoscitiva y su nivel
de conocimiento acumulado, saber consciente que facilitará el desarrollo
intelectual del sujeto considerado. En el caso de la economía y de los
trabajadores del conocimiento hay que señalar que ya fueron expuestas
en los años sesenta por Machlup (1980) y Drucker (2001).
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aprendizaje. Sólo poseemos la información que hemos incorporado a
nuestra memoria, y que nos va a permitir comprender lo que pasa,
someternos o rebelarnos, aceptar o criticar”. Estos son los grandes
desafíos de la sociedad del futuro, los del conocimiento, el talento y el
aprendizaje.
En poco menos de dos décadas, las últimas del siglo XX, hemos sido
testigos de excepción y espectadores, a la vez que actores, de una
interesante espiral de conocimiento nuevo, de términos y semas o signos,
más o menos claros y evidentes. Este fenómeno se ha integrado en las
hélices de la nueva economía propiciando más y más complejidad,
confusión y moda tanto profesional como intelectual; suceso que ha
coincidido con los momentos de decadencia del postmodernismo y del
surgimiento de nuevos aires renovadores del pensamiento y de la cultura
apoyados en los postulados de la ultramodernidad o de la recuperación
del humanismo, de la ética y de una nueva estética en los ámbitos
científicos, técnicos y culturales (Bueno, 2001a y Marina, 2000).
Situación que caracteriza la actual sociedad del conocimiento,
acumulando de forma acelerada un cierto desorden cognitivo y semántico,
que la sociedad del aprendizaje debería poner coto, para incorporar a la
memoria humana y organizativa el saber adecuado y facilitar el desarrollo
de la inteligencia2
2
N al T: En inglés existe el problema con el verbo to know, ya que sirve tanto para conocer
como para saber, en otras lenguas de raíz indoeuropea no se distinguen estos significados con
verbos diferentes (caso del alemán, dutch. Francés, español, portugués. Japonés, catalán,
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de consciencia del individuo, entendida como aspecto consciente, estado
vigil, capaz de dirigir la atención, despierto, sensible o enterado (Calvin,
1996 y Churchland, 1995).
INTELIGENCIA CAPACIDAD
MAÑA (SABER SER, DE
CREATIVA SABER CÓMO, APRENDIZAJE
SABER QUÉ)
SABIDURÍA PAUTA
EXPERIENCIA ESPACIO-TEMPORAL
(SABER ESTAR) (REFLEXIÓN)
GENIO
IMAGINACIÓN CARÁCTER
(SABER CREAR)
COMPETENCIA
TALENTO
MOTIVACIÓN /
(SABER HACER) ACCIÓN
INFORMACIÓN PERCEPCIÓN
CONSCIENCIA
(ENTENDER – CONOCER) CATEGÓRICA
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Figura 3
funcional de los hemisferios cerebrales o lateralización de funciones
(Purves et al., 1997 y Rubia, 2000).
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5. CONCLUSIÓN:
El arranque del siglo XXI, heredero del “siglo de la ciencia”, es decir, del
siglo XX, ha protagonizado el proceso que en el pasado se ha
denominado como inicio de la “era de los intangibles”, tránsito de la
sociedad de la información a la del conocimiento. Esta herencia
científica, técnica y social ha caracterizado una nueva economía basada
en el conocimiento, o, en otras palabras, una creación de valor basada
en el “conocimiento en acción”. Forma de entender los procesos de
creación, distribución, medición y gestión de los conocimientos que
existen y se comparten en la organización.
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6. BIBLIOGRAFÍA
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