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PREGÓN OFICIAL 2011

BAZA

ANTONIO VALLEJO CAPARRÓS

Jesús de la Paz, Rescate, Santa Cruz, Misericordia y Soledad, Nazareno


y Victoria, Amor y Esperanza, Méndez, Descendimiento y Dolores, Santo
Entierro y Caridad, Silencio, Resucitado y Sra. de la Piedad, estáis junto a mi
en estos momentos acompañándome, dándome protección y ayudándome en
la encomienda de este pregón que ahora inicio.
Sean mis primera palabras de recuerdo para la memoria de nuestro
Obispo Enerito, D. Juan García Santa Cruz, tristemente fallecido el pasado día
12 de marzo. Hace algo más de un año que D. Juan dejó sus competencias al
frente de nuestra Diócesis y su jubilación ha sido efímera ya que ha tenido
poco tiempo para poder tener la tranquilidad de disfrutar el descanso merecido
tras haber realizado muchos años de apostolado.
Descanse en Paz D. Juan García Santa Cruz, Obispo Enerito de la
Diócesis de Guadix-Baza.
Quiero que me concedáis en la mañana de hoy una licencia, teniendo
seguridad de que vuestra generosidad me lo permitirá., me gustaría dedicar
este pregón a dos personas que para mi han significado, significan y
significaran mucho y que han marcado mi vida en todos los sentidos.
Lo haré a mis dos mejores capataces que desde el cielo están pendiente
de mi, que guían mis pasos como lo hicieron en su momento con su Virgen de
la Soledad a la que tanto amaron, ahora estarán diciendo, “este hijo nuestro no
tiene vergüenza con subirse al estrado y hablar de la Semana Santa, ojala lo
haga bien”, si, estoy hablando de mi padre Antonio Vallejo y de mi padre José
Mª Magdaleno, gracias, y junto a Dios, en el cielo os pido ayuda y protección.
Va por vosotros.
Sr. Alcalde, Presidente de la Federación de Cofradías, Consiliario,
Hermanos y Hermanas Mayores, Hermano Mayor de Ntra. Sra. de la Piedad

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Sres. y Sras. Concejales, familiares, cofrades, amigos todos, un año mas en
este penúltimo domingo de la cuaresma, domingo de pasión nos damos cita en
este espacio escénico para la realización del acto mas importante organizado
por la Federación de Cofradías, el Pregón Oficial.
En esta ocasión ha recaído en mi el gran honor de ser quien tenga la
responsabilidad y como no, el orgullo de ser vuestro pregonero, el de la
Semana Santa de nuestra ciudad en este año 2011. En primer lugar recibí la
llamada de Luismi, hermano mayor de la Sta. Cruz, para decirme que estaban
reunidos los hermanos mayores y que habían pensado en mi para que
pregonara en este año 2011, me dio una serie de razones, que me recordaron
conversaciones mías en años anteriores con Domingo, Manolo Vico o Javier,
pregoneros en años anteriores, en los que les daba las razones, por los que
habían sido elegido para estar en este atril y pensé que sería difícil poner
alguna excusa para negarme. Después Ángel me lo confirmo y acepte.
Os prometo que lo primero que pensé a la hora de preparar este pregón
fue la de no complicarme y venir aquí, darle a Marcelo el cd de la conferencia
de fray Carlos Amigo Vallejo, sentarme y cuando terminará pues decir he
dicho, por que, amigos míos, que se puede decir mas, que se puede decir
mejor, con menos palabras, las justas, sencillas y llenas de profundidad y lo
mas importante que todos entendimos, pero que, para no faltar a la verdad nos
cuesta trabajo hacerlas realidad.
¿Como llegamos a la Semana Santa?
Llegamos a través de las cofradías, asociaciones publicas de la Iglesia,
de nuestra cofradía, normalmente por tradición familiar nuestros padres
pertenecen a una cofradía y ya desde niños nos llevan. Posteriormente
conforme vamos desarrollándonos, vamos tomando decisiones, seguimos en
esa cofradía, o no, abandonamos por que no nos interesa o también tomamos
la decisión de ir a otra, por que allí van nuestros amigos o incluso es la de
nuestra novia o novio etc. También es cierto que muchas personas llegan al
mundo cofrade por un camino diferente, no se incorporan desde pequeños,
sino que lo hacen en función de un interés que se genera alrededor de una
imagen que es titular de una cofradía.
De esta manera se va conformando nuestra vida cofrade en la institución
que hemos elegido junto a nuestros hermanos y amigos, se va desarrollando

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en función de las inquietudes que cada uno de nosotros tengamos, podemos
ser un hermano que solo asiste actos y desfile o podemos participar en los
órganos de gobierno o en las diferentes vocalías de trabajo. Pero yo he
hablado de cofradías, en plural y es así, llegamos a través de una pero luego
tenemos que beber la vida de todas las demás, por que desde la individualidad
no hay ni desarrollo ni progreso.
Nunca he imaginado que la Semana Santa comienza cuando sale mi
cofradía y termina cuando se encierra, por que la vida del cofrade y de la
cofradía es todo el año, año y desgraciadamente no lo hacemos.
Cuando iniciamos nuestra vida como cofrade, comienza también una
serie de compromisos que adquirimos con nosotros y con los demás, con
nuestra cofradía y con las demás. Como podemos considerarnos cofrades si no
aparecemos por nuestra casa de hermandad en todo el año, solo tres días
antes de Semana Santa, como podemos considerarnos cofrades si a nuestros
titulares los vemos de año en año, como podemos considerarnos cofrades si no
asistimos a los actos que organiza nuestra cofradía o el resto de cofradías de
nuestra ciudad, insisto, Semana Santa son todos los días.
Yo como muchos de vosotros he desarrollado mi vida cofrade a través
de mi cofradía, la Soledad, pero quiero poner de manifiesto que los años mas
intensos vividos como cofrade han sido los seis años que he pertenecido a la
Federación de Cofradías por que, en primer lugar, llegué en unos momentos
difíciles y complicados para mí, por que no fue sencillo conformar una junta
permanente entre personas, que, aunque nos conociéramos, no éramos
habituales en nuestras relaciones diarias. Pero como nuestro trabajo iba a ser
por y para nuestra Semana Santa, nuestra gran pasión, pronto comenzamos a
conectar, pronto la ilusión fue nuestro estandarte y gracias a Jose Ramón,
Blas, Masu, Marcelo, Luismi, Simón, Jose Cañadas, Rosario, Cesar, Ángel,
Paco Moreno, Antonio Ruiz y a la coordinación de nuestros consiliarios
Salvador y Juan José, lo que al principio parecía una quimera, se convirtió en
una realidad y junto a nuestras familias este proyecto permitió que ayudáramos
a mejorar nuestra Semana Mayor y que un grupo de personas que se
conocían forjara una gran amistad.
Pero para mi lo mas importante, es que pudimos entrar en el corazón
vuestro, de las cofradías bastetanas, nos brindasteis con generosidad vuestras

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inquietudes y sobre todo, vuestro espíritu cofrade. Colaborasteis con nosotros
en todas las ocasiones que lo solicitamos. Conseguimos entre todos
ilusionarnos un poco mas si cabe, nos quitamos el san benito de pertenecer a
una única cofradía y participamos de todas, en definitiva de hacer Semana
Santa.

Si yo tuviera que hablarle a alguien que no fuese de aquí de nuestra


Semana Mayor, le diría, vas a poder observar la Semana Santa mas grande
que existe, por que es la nuestra, la de nuestros corazones, no voy a
compararla con ninguna otra por que no tiene comparación que valga, como
podríamos comparar algo que se hace con el corazón de los bastetanos y
bastetanas, pues no, no hay comparación que valga, pero si te diré y te
hablare de cómo es la SEMANA SANTA DE BAZA.
Desde muy temprano podemos observar y vivir en el arrabal de santiago
como se ultima todo para que disfrutemos de nuestro primer desfile
procesional, en la mañana soleada del lunes, Santo, por mas señas, ya se
huele el olor a Rescate, en los balcones de la plaza las colgaduras engalanan
el entorno y lo preparan para la gala que se vivirá en la noche. En el interior del
templo ya todo ultimado.
Sobre las ocho de la tarde se observa en la parte posterior de la Iglesia a
las costaleras, empezando a fajarse, pantalón negro, camiseta blanca con el
escudo de la cofradía y fajín rojo, rojo, del corazón que tenéis y demostráis al
portar sobre vuestros hombros a vuestro Rescate. En el interior, se reza por
que todo salga bien y por los hermanos de la cofradía, bajo el paso ya esta
dispuesta la cuadrilla de mujeres que tendrá el honor de sacar a Ntro. Padre a
la calle. A la hora en punto se abren las puertas y los penitentes con túnica,
capuchón negro y capa blanca inician la estación de penitencia anhelada. En el
silencio del templo se oye la voz del capataz, que acompañada de los sones
del llamador hacen que se produzca la primera leventá a pulso, el deslizar de
las zapatillas con paso delicado pero firme, llevan hasta el umbral de la puerta
a Ntro Sr. Avanza y se detiene, ahí quedo. Se produce un año mas el milagro
de la primera levantá al cielo y se escucha la primera ovación entusiasta de las
personas que abarrotan la plaza. Ntro Padre Jesús del Rescate ya está en la
calle.

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Inicia su estación de penitencia por las calles del barrio primero y
después por el resto de la ciudad, que imágenes, que carteles se pueden
componer con el paso del Rescate por las calles de su barrio, entretanto, los
penitentes bien formados con sus trajes impecables dan escolta a su Padre, en
el interior del paso el esfuerzo de las costaleras se mitiga con la oración o con
la promesa por algo o por alguien querido, al son de las marchas de la
agrupación musical que acompaña. Expectantes esperamos en la subida de
la rampa, lugar de examen para capataces y costaleros, suben muy despacito,
una eternidad es lo que dura esa subida perfecta que culmina con el paso al
pie de la tribuna, donde se detiene para escuchar la plegaria de todos los
presentes. Levanto mis ojos y los clavo en los de Jesús del Rescate y recuerdo
amigos que ya no están, momentos intensos vividos al amparo de El, recuerdo
los años que procesionaste el Viernes Santo Junto a la Virgen de los Dolores,
el inicio de tus costaleras, como fueron creciendo y renovando, tu paso por el
convento de San Jerónimo y los encuentros con el Nazareno al son del Cristo
de las Aguas, en definitiva Sr. Mío quiero ver en ti el pasado, el presente y el
futuro. Sales de la plaza mayor para abandonar la carrera oficial y dirigirte de
nuevo para tu barrio donde te espera un recibimiento apoteósico. Las luces de
las calles se apagan y tan solo al fondo la luz de tus velones iluminan la noche,
el Rescate viene andando por Manuel de Góngora, si, andando ,por que parece
que anda y camina, la emoción se eleva en el corazón de los presentes, no
cabe un alfiler y al llegar frente a la puerta comienza a realizar el ultimo giro en
la calle, derecha alante, izquierda atrás y muy despacio, queda mirando hacia
la multitud que aguarda su vuelta al templo. Ntro. Padre no da la espalda a sus
fieles y entra despacio de nuevo hasta su casa, en el interior, se aplaude con
fervor al Cristo del Rescate se le pide salud para de nuevo, el año próximo
acompañarle en su estación de penitencia

Padre Mío y Redentor,


Dulce Jesús del Rescate,
yo te pido, por tu Amor,
que ése Amor tuyo me mate
antes que serte traidor.

Que si en mí traición cupiera


para quien murió por mí,
mil veces más me valiera

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morir donde y como quiera
que separarme de Ti.

¿Vivir sin Ti? ¡Qué locura!


¿Morir sin ti? ¡Qué tormento!
Ofenderte en un momento
sería eterna amargura
y un eterno sufrimiento.
Quiero conocerte más
para mucho más amarte.
Quiero servirte y honrarte
con todo lo que me das
hasta en el Cielo gozarte.

Padre Mío y Redentor,


Dulce Jesús del Rescate,
yo te pido, por tu Amor,
que ése Amor tuyo me mate
antes que serte traidor.

Suenan las campanas de la Iglesia Mayor, anuncian que la Virgen más


valiente de nuestra Semana Santa va a salir a la calle. Marco incomparable,
plaza mayor bastetana, ya te encuentras engalanada, la carrera oficial
dispuesta para recibirte y ya próximas las nueve de la noche se aglutinan las
gentes ante la maravillosa estampa de la fachada de nuestra colegiata para
verte salir. La hermandad mas joven ya está dispuesta, la cruz guía a la hora
convenida hace su aparición en la puerta principal de la Iglesia Mayor,
flanqueada por los faroles guías, tras ellos los primeros tramos de penitentes,
en primer lugar los mas pequeños, descubiertos pero en sus filas,
correctamente dispuestos con su pequeña cruz de madera, símbolo de la
Hermandad. Hábito y capuchón blanco con cruz sobre el lado izquierdo en la
zona del corazón, capa azul, el resto. Al fondo ya se ve aparecer la Señora al
pie de la Cruz, al paso lento de sus costalero, inicia el complicado proceso de
su salida, en estos momentos el silencio se hace espeso, solo la voz de Javier
y de Juan Miguel, sus capataces, se escuchan en la noche abrileña, no sin
dificultad pero con la experiencia de los muchos años realizando este proceso
Ntra. Madre ya sale a la calle. Con los sones de Salve Baratillera, Macarena,
inicia el descenso hacia la plaza donde emocionados, la recibimos.
Paso recomendable por su infinita belleza y plasticidad es el discurrir de
la Hermandad por la C/ ancha, calle por excelencia cofrade, donde la estrechez

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de la misma hace que el paso de Ntra. Sra. pase única y exclusivamente por
que es ella.
Tras pasar por Monjas la marea blanca y azul que acompaña a la Virgen
inicia su discurrir hacia la carrera oficial. Tras pedir la venia su hermano mayor,
la cruz de guía inicia su discurrir por tribuna, el orden, es una señal de
identidad de la misma, las mujeres ataviadas con mantilla acompañan a la
Virgen, como dicen los cánones de la cofradía, junto a su Madre. Ya se
aproxima el paso de Ntra. Sra., sus costaleros y costaleras la acercan hasta la
rampa, paso obligado para el regreso a su templo y acceso a la tribuna para
llevar a cabos su estación de penitencia. Suavidad, elegancia y al compás de
aires de Triana acceden majestuosamente a la plaza mayor, que bella
estampa, todas las velas encendidas, el rostro de María iluminado con la
mirada hacia abajo implorando por su Hijo. Cuando pasas junto a mi, un año
mas puedo admirar el manto celestial que tu camarera de honor, Mª Carmen,
bordo con el arte que ella tenía y que ofreció como regalo a la Virgen que tanto
quería, para que lo luciera con orgullo en la noche del Martes Santo en su
discurrir por las calles bastetanas. Se oye la voz del sacerdote que ofrece su
oración ante el silencio de la noche, escuchamos con devoción,
preparándonos para iniciar de nuevo el camino de retorno hasta su casa,
estampa maravillosa e inigualable, que arte ver a María , retornar a su templo,
ascender la montaña majestuosa de nuestra Iglesia Mayor, en la misma puerta
se detiene y muy despacio ingresa en el interior del templo colegial donde en
su lugar habitual descansará radiante hasta que los hermanos de la cofradía la
trasladen definitivamente hasta su capilla. Un año mas la hermandad de la
santa Cruz ha realizad su estación de penitencia. Solo falta el habitual bocadillo
que la cofradía obsequia a todos los hermanos que han participado en el
cortejo en el no menos tradicional restaurante Siglo XX. Esta tradición me
gusta y os pido que no dejéis de hacerla. Os planteo al resto de las cofradías
la posibilidad de hacer lo mismo. Esto es hacer hermandad.

Tiembla la tierra y llora,


ha muerto el Redentor,
junto a la cruz, Señora,
mueres en tu dolor.

Hondo penar fecundo,

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grande como el amor,
todo el dolor del mundo
llora en tu corazón.

Sobre tu alma herida


brota la flor mejor,
muerte que da la vida,
en la resurrección.

Ya no te quedas sola,
Sola junto a la cruz,
Somos también ahora
Hijos como Jesús.

Ya no te quedas sola,
Sola junto a la cruz,
Madre corredentora,
Hoy nos has dado a luz.

Templo Franciscano, Misericordia en la Cruz y la Soledad de Maria, su


madre, solos en la intimidad aguardan la llegada de los fieles que a sus pies
oraran en silencio con la vista clavada en ellos.
Son las ocho de la tarde, los horquilleros, están junto a Él, 44 hombres
están dispuestos a portar sobre sus hombros al Hijo de Dios, tal es su amor
que no permiten que nadie mas tengan ese privilegio. Seriedad, túnica negra,
su vestimenta, y al toque de campana inician el caminar de su Cristo, ya en la
calle y ante la presencia de todos los fieles es izado al cielo y en ese mismo
momento se manifiesta la euforia por el Cristo de la Misericordia que un año
mas caminara por nuestra Baza.
Al oír la voz de Manolo, su capataz, que dice, ponerse que voy a llamar,
vámonos a pulso con la Virgen, a esta es, podemos distinguir en el interior de
la Merced, que la Soledad muy despacio inicia su primera levantá de la noche,
tus costaleros realizan con orgullo la privilegiada responsabilidad de la salida
de Nuestra Señora. Permitidme que reconozca que aunque haya realizado
muchas salidas emotivas como costalero, la mas importante, la que mayor
ilusión me hizo, la que había soñado en mil ocasiones fue cuando el año
pasado, tras veinticuatro años de existencia de los costaleros en la cofradía,
por primera vez, ese privilegio lo tuvieron las mujeres que componen la
cuadrilla de costaleras de la Virgen de la Soledad, si, en ese instante la obra
ya se había completado.

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Discurre el cortejo por sus calles del barrio de San Juan, delante el Hijo
tras Él, su Madre, arropados ambos por sus hermanos cofrades, hombres y
mujeres que no quieren dejarlos solos en el instante de mostrarse ante su
pueblo, Jesús crucificado en la Cruz, el de la Misericordia, el que cuando te
sentimos junto a nosotros, percibimos tu actitud bondadosa de compasión
hacia tus hijos, a pesar de haberte ofendido una y otra vez y tu mirada nos
perdona, por eso te acompañaremos y a pesar de todo, final de la copa del rey,
Real Madrid, Barcelona u otros acontecimientos nosotros tus hijos os estamos
acompañando por que no hay nada mas importante hoy en Baza. Es Miércoles
Santo y la Soledad y el Cristo de la Misericordia están en la calle.
El Cristo está en la rampa rosas rojas a sus pies, cuatro velones dan luz
a su sacrificio y el andar firme de sus horquilleros lo llevan hasta tribuna que
con la colegiata del Sagrario como testigo recibe la plegaria de los hijos hacia
el padre. La emoción se refleja en esos hombres de trono que a pesar del
esfuerzo siguen caminando dirigiéndose hacia alhóndiga para culminar su
estación de penitencia.
Señor, Cristo de la Misericordia nacido,
que después de humillado y azotado,
y con tu rostro dolorido,
hoy en la cruz te han clavado.

Cuanto dolor en tus ojos abatidos


cuanto pesar en tu costado
¿por que? si eres Tú mi Dios
¿por que? te han crucificado.

Con esa sensación de concordia,


que de tu ser brota con calma,
con la luz de tu misericordia,
ni llorando, se me aplaca el alma.
Que razón tienes mi Dios,
pues de tu misión casi me olvido,
que para odiarnos bastan dos,
y para amarnos Tú has nacido.

Con la media noche la plaza mayor se ilumina con la presencia de la


Soledad, su mirada al cielo, manifiesta el amor de la madre a sus hijos, y tus
costaleros te llevaran hasta sus pies, con la oración hecha música en las notas
de la madrugá, callejuela de la O, en una chicotá interminable, donde los mas

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veteranos recordamos a nuestros compañeros que ya no están y los que lo
hacen por primavera reflejan en su rostro la emoción de portar a su Virgen por
la carrera oficial. Una levantá a pulso muy lenta tras la plegaria, al son de sale
la Virgen de las Maravillas inicia el retorno hasta su casa.
Os pido padre que permitáis durante muchos años que pueda seguir
acudiendo a mi tribuna soñada bajo los balcones de palo para ver vuestro
retorno al templo de la Merced. Lugar incomparable por su belleza y por su
emotividad, ya se acercan, empiezan a pasar delante mía la cruz guía, los
primeros penitentes, ya siento como mi corazón se altera y aumentan mis
pulsaciones, la estampa deseada se va a producir, los primeros horquilleros se
dejan ver por la esquina de Mesto con San Juan y en el impresionante lienzo
de la fachada de la Iglesia de su nombre se refleja la sombra del Cristo de la
Misericordia , bendito seas Dios mió por permitir que mis ojos te acompañen en
esos instantes, primero en la pared y poco a poco iniciando la revirá, tu figura
emergente va apareciendo y ya caminas lentamente, hasta tu descanso. Al
llegar a mi altura cruzamos nuestras miradas, y si, eres Misericordia.
La siguiente escena es aún mas emotiva para mi si cabe, mi Madre, la
Soledad esta próxima y ya llega reflejándose en la fachada de la iglesia, tus
velas, todas encendidas, anuncian que estas ahí y Madre mía tu imagen
impresionante comienza aparecer radiante, con la voz de tu capataz, derecha
adelante, izquierda atrás, muy suave, vámonos andando, no puedo evitar que
año tras año me sorprenda y emocione en esos momentos, Señora ve a tu
casa y acompaña a tu hijo y recibe la bienvenida de los que tanto te quieren.
Ya en el interior y antes de que llegue el silencio de la noche la oración
se hace copla y las saetas de Ramón, Emilia y Piedad culminan vuestra
estación de penitencia.
Que no me llamen María;
que me llamen Soledad.

Iba diciendo la Virgen


cuando comenzaban ya
a separarla de su hijo
porque lo iban a enterrar.

Si duro fué verlo azotar;


verlo, con la cruz cargar;
verlo cubierto de espinas;

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verlo desnudo, sin mas;
en el madero, clavado,
para luego agonizar.

una vez ya hubo muerto,


fué mas duro contemplar;
su cabeza, ya sin vida,
sobre el pecho descansar
mientras brotaba su herida
agua y sangre, sin cesar.
.
Si ya no tengo el consuelo
de poderlo acariciar;
de tenerlo entre mis brazos
y de sus manos besar...
esa...esa será mi agonía.

!Qué no me llamen María!


!que me llamen Soledad!.

Jueves Santo, día grande de nuestra Semana Mayor, comienza desde


bien temprano se observa el quehacer en las sedes de las cofradías que
realizan sus estaciones de penitencia en esta jornada.
Faltan ya pocos minutos para las siete de la tarde, la plaza de las Eras
es un hervidero de gente expectante ante la salida del Nazareno, la puerta de
la casa de hermandad cerrada a cal y canto. En la Aduana la corporación
Nazarena, comienza a componerse, tus costaleros ya fajados, dentro de unos
minutos te levantaran sobre sus hombros. Tres golpes en la puerta y esta se
abre de par en par, la cruz guía da inicio al cortejo, en el, los penitentes,
túnica y capuchón morado, capa burdeos, velones color morado, dan luz
como hermanos de filas. Por fin a los primeros sones de saeta inicia su salida,
majestuoso el Nazareno, da la sensación de no avanzar cuando su gran deseo
es estar junto a su pueblo, que chicota, los rayos de sol de la tarde iluminan
directamente su cara y por fin ya esta en la cava alta. Mientras, su madre, la
Virgen de la Victoria en su Pena y Dolor aguardará en el interior de su casa el
regreso de su hijo del vía crucis por las calles de Baza. Virgen de la Victoria,
cuando te veremos en la calle procesionar junto al Nazareno, se nos hará raro,
pero puedo asegurarte que lo estamos deseando, y pedimos a la hermandad,
que no cejen en su empeño y que haga lo mas pronto posible el sueño de

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muchos cofrades que ansiamos verte en la estación de penitencia del Jueves
Santo bastetano.
Yo nunca te he olvidado,
Yo, olvidarte no puedo,
Sólo con decir tu nombre
Me trae gratos recuerdos,
Y arrodillarme ante Ti,
Madre mía de los Cielos;

¡Mi Virgen de la Victoria,


Qué emoción siento
Cuando de frente te veo!
Tus ojos son
Como las praderas,
Como el carbón es tu pelo,
Qué te puedo yo decir,

Pon en medio de los cielos


Tu dolorida belleza.
Dale al mundo tu Victoria;
Una Victoria que tenga
Un contraluz de esperanza,
Manto de estrellas,
Silencio de Jueves Santo
Cuando pasas por tu Iglesia
Un palio de terciopelo,
Manto y corona de Reina
Que sea Señora del mundo,
Dueña de cielos y tierra
Madre, Virgen, y Nazarena.

Ya el cortejo avanza hacia la plaza de la eras, desde mi posición lo veo


partir y tras él, recuerdo años pasados donde la cofradía no era tan venturosa,
me viene al pensamiento la figura de mi tío Juan Vallejo, que fue hermano
mayor en momentos muy difíciles. También la figura de tres cofrades con
mayúscula de esta insigne cofradía que en esos momentos complicados no
dejaron a su Nazareno nunca de lado y tuvieron la valentía y el coraje
necesario de no permitir que en Jueves Santo Nuestro Padre Jesús se
quedara encerrado en su templo y que pudiera realizar su visita anual por las
calles de Baza. Recuerdo ver a Ignacio Espín, Francisco Gallardo e Ignacio
Alcantud procesionar junto a dos hermanos de fila, con Ntro. Padre Jesús
Nazareno en el trono de San Juan, gracias por no habernos privado de

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aquellas imágenes y sobretodo por sembrar las simientes de esta gran cosecha
que es hoy la cofradía del Nazareno, gracias de corazón.
En la plaza de San Juan, son, las siete y cuarto, la majestuosa cruz de
guía avanza, con el primer tramo de penitentes de túnica blanca y capuchón
verde. En el interior se oye la voz de ese gran capataz pero mejor persona
decir “Cesar puedo llamar” a lo que se responde, “manda cuando quieras
maestro”, el paso se levanta en medio de un silencio sepulcral, avanza muy
despacio y cuando llega justo al quicio de la puerta se oye de nuevo a Fran
decir y como lo dice, “pararse”, “los dos costeros por igual a tierra” “vamos
avanzando poquito a poco”, los pelos se ponen de punta y los costaleros en un
esfuerzo extraordinario van llevando a su Cristo hacia la calle, en ese mismo
momento, suena Pasión, plegaria musical que lleva a nuestro Cristo del Amor a
postrarse ante sus hijos bastetanos, el Amor ya está en la calle.
Al mismo tiempo el segundo tramo de la cofradía comienza a salir,
hermanos de filas con su velones blancos, camareras de la Virgen con su
habitual traje de mantilla y ya podemos ver a nuestra Madre en su trono, flor de
cera, candelería encendida y la voz de Antonio, su capataz que un año mas
antes del inicio de la estación de penitencia se dirige a su cuadrilla para
decirles “esta primera levanta es para Paquito, que desde el cielo nos esta
contemplando y ofreciéndonos su incienso celestial, vámonos por Paquito con
la Esperanza al cielo, a esta es. Y la Virgen se levanta llegando hasta el mismo
cielo para que su hijo la observe, por muchos años que lo vea, la emoción
sigue embargándome. Con ese andar característico, con ese paso racheado la
Esperanza se dirige hacia la multitud. Tu rostro iluminado por la luz de la cera,
nos muestra tu gran belleza, tu ternura y el amor tan inmenso que nos tienes,
Esperanza que guapa esta.
Antes del paso por la alameda, magnifica estampa en ese espacio
recientemente remozado, se arriará el paso en la misma puerta del Asilo y
nuestra Madre transmitirá Esperanza a los ancianos que allí habitan bajo el
cuidado de las monjas que en ese mismo instante ofrecen su plegaria a nuestra
Madre.
El Nazareno continúa su estación de penitencia, llega a los solares, el
paso por este barrio es emocionante y contemplar como discurre por la
estrechez de las calles, un verdadero privilegio. Está por llegar unos de los

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momentos más impresionantes de nuestras Semana Santa, ver como el
Nazareno entra en la plaza mayor a través de ese pórtico inclinado. Al cielo
con el Nazareno, dice Jesús y al cielo va con una levantá imponente que
arranca la ovación fervorosa de los espectadores que se encuentran junto a Él,
la música suena, Caridad de Guadalquivir, con el porte único de una cuadrilla
bien trabaja comienzan andar, no tienen prisa, quieren detener el tiempo y es
interminable esa rampa de diez metros, que parece tener tres kilómetros, por
lo despacio que lo están haciendo, no se detienen, ya en la cumbre, siguen
caminando con paso firme, no quieren pararse, no quieren que ese momento
termine y siguen meciendo a su Cristo con una suavidad y templaza
inigualable, al mismo tiempo, perfectamente sincronizados llegan al pie de
tribuna, se arría el paso y finaliza la música, sencillamente impresionante.
Nuestro obispo Monseñor García Beltran es el encargado de ofrecer la plegaria
a Ntro. Nazareno. Que bonito detalle, ofrecerle a D. Gines, la levantá tras la
oración, el Nazareno agradecido, con su mirada dulce, tierna e intensa la dirige
a todos sus hijos postrados ante Él en la plaza y nos inunda de su tranquilidad,
OH Nazareno cuanta paz trasmites, perdónanos y danos fuerzas para no
fallarte nosotros a ti.
Prácticamente sin respiro alguno la cruz guía de la cofradía de la
Esperanza se encuentra al inicio de la carrera oficial a la espera de recibir la
venia de paso, una vez concedida esta, se inicia el discurrir de la hermandad
por la misma y ya podemos otear en la cercanía la figura imponente del Cristo
del Amor, observar su cara, su gesto, su rostro, su sufrimiento, sus ojos
languidecen, esta a punto de morir por nosotros, a sus pies, San Juan quiere
arroparle en su últimos momentos. Marcando el paso, fijando el izquierdo de
costero a costero, con un suave movimiento de su cruz, llega hasta la voz del
oficiante, nuestro obispo y después de escuchar su oración se oye con voz
uniforme y unísona de cada uno de nosotros “perdona a tu pueblo señor”, con
la sencillez que entro en la plaza mayor la abandona, es hora del regreso.
Estás así, Señor, por nuestras culpas,
por tantos signos de egoísmo en nuestras vidas,
por las muchas faltas de caridad que cometemos,
porque no te amamos tanto como debemos.

Estás así, Señor, por nuestra indiferencia,


porque no nos conmueve el sufrimiento ajeno,

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ni el de las viudas, los huérfanos y los desplazados,
ni el dolor y la angustia de una madre que llora,
ni la desesperanza de las gentes sin techo.

Estás así, Señor, por nuestra salvación


porque desde siempre nos amaste
y por nosotros te vejaron, te maltrataron,
se burlaron de Ti y te crucificaron...
por eso estás así, mi Cristo del Amor

En el mismo instante que la Esperanza comienza su paso por la rampa,


la plaza mayor se oscurece, tan solo la luz de los cirios de los penitentes que
acompañan a la Virgen y la candelería que ilumina, la ya de por si radiante
Madre Dios, toda encendida, obra y gracias del maestro de la caña Miguel
Ángel. El palio se mece lo justo, sin estridencias, los hombres y mujeres
trabajan en sus palos, racheado, poquito a poco, llevan a la Esperanza a rezar,
por todos nosotros en honor de su hijo, el crucificado, “Señor no soy digno de
que entres en mi casa”.
Finalizando la oración el paso realiza una levanta a pulso, en ese mismo
instante la puerta principal de la Iglesia Mayor se abre de par en par y
comienza a salir el cortejo del Stmo. Cristo de los Méndez, al fondo se ve la
imagen del Cristo crucificado a hombros de sus horquilleros, mientras la
Esperanza muy despacio en una chicota que no quieren que acabe nunca, se
dirige hasta el muro del atrio de la Iglesia, perfectamente coordinados, se
aproximan, el Cristo llega ya hasta la misma verja y allí realizan una levanta al
cielo para recibir a la madre. La Esperanza toda elegancia, llega hasta su pies
y realiza un sencillo pero inigualable saluda y retorna tras sus pasos. Que
momento mas intenso, la emoción aflora de los corazones de todas la personas
presentes que abarrotan la Jerusalén Bastetana que es la plaza mayor y la
ovación se hace plegaria popular por la Madre y su Hijo, por el Cristo de los
Méndez y la Esperanza.
Impregnado en la oscuridad de la noche, la cruz de guía y el estandarte
de la cofradía ya se encuentra en la plaza, tan solo se escucha los sones
musicales de la Camerata Bastitania Clásica, el respeto impresiona y los
penitentes del cortejo, túnica morada, capuchón y capa grana, el cíngulo
amarillo-oro y morado ofrecen acompañamiento a su Cristo.

º 15
Lentamente se va acercando al lugar donde su fieles esperan recibirle y
solo la luz de sus cuatro hachones lo iluminan, no necesita mas, su belleza es
imponente y trasmite paz, y le miramos su cara, ligeramente ladeada hacia la
derecha intentando descansar sobre su pecho, sus ojos ya cerrados nos
manifiestan que esta a punto de cumplir su misión en la tierra, nuestra
redención, y con esa luz tan suave y delicada que produce la cera y con la voz
de su capataz, Jose Luis, el cuerpo de horquilleros desliza a su Señor como si
andara entre nuestras cabezas, si bella es la vista, de la imagen de frente del
Cristo de Martinez Olalla, lo que ven mis ojos una vez que ha pasado ante mi
desde atrás es inigualable, es Cristo en la Cruz.
Ya llega hasta su barrio y cuan acertada estuvo la junta de gobierno al
tomar la decisión de modificar el camino de regreso del Nazareno a su casa,
me sitúo en la esquina de la casa de hermandad de la Esperanza, ya está en
la plaza, el Nazareno empieza la primera de las impresionantes reviras que va
a realizar por su arrabal, poco a poco llega hasta la puerta de su Iglesia y en
ella se para, tiene que rezar ante el altísimo, que impresionante. Nazareno te
he visto llegar hacia mi de frente, pasas junto a mi muy cerca y te toco, de
espaldas te veo como marchas al inicio de las rampas que te llevaran al
calvario, tiempo me da por las callejuelas moriscas para situarme de nuevo al
final de la plaza en la zona donde realiza una chicota impresionante que lo
llevará desde los moriscos al humilladero a través de Sta. Teresa de Jornet.
Expectación, el paso se perfila, es portado por sus costaleras, perfecto, casi no
cabe, el esfuerzo se multiplica, las llamas son muy cortas, no se pierde ni un
segundo el compás, vamos que ya es nuestro, vamos que ya ha pasado, como
ha sido posible si no se cabe. Andando ultiman la chicota y al final de la cuesta,
el descanso merecido y la admiración de todos se manifiesta con gritos de,
viva el Nazareno.
Sí, ya llega a su casa abarrotada de gente, de personas que no quieren
perderse el momento sublime del encierro de su señor, no cabe un alma.
Padre Nuestro, Nazareno siempre, Jesús Nazareno,
que siempre estás en el Cielo y, con tu paz y perdón,
y, esta noche, junto a mí, llegue a nosotros tu Reino.
bajo el peso de la Cruz
y el brillo de los luceros. Hágase, por todo tiempo,
en la Tierra y en el Cielo,
Santificado sea tu nombre, tu Divina Voluntad,

º 16
Jesús Sufriente y Sereno. y lloran con tu recuerdo.

Y que no nos falte el pan, Y quieren salvar sus almas


el trabajo y el ejemplo. para, al final de los tiempos,
presentarse ante el Creador
Líbranos de todo mal, y escuchar que el Padre Eterno,
Padre Jesús Nazareno. con mirada bondadosa,
uno a uno, va diciendo:
Aleja la tentación
de estos tus humildes siervos "Tú sí seguiste a Jesús:
que, cada año, ¡con Él fuiste NAZARENO!"
siguen tus huellas sangrantes

El Cristo del Amor roza con sus candelabros en los balcones de


Mesto, fija la delantera, derecha atrás, no quieren entrar, la pena les embarga,
por que no podrán portar de nuevo a su Cristo hasta dentro de un año, no
correr, se oye en su interior y los costaleros con paso lento pero firme se
dirigen hacia la casa, el paso se detiene. Descanso merecido pero corto por
que se van a disponer de nuevo a levantar a al Hijo hasta su padre, vámonos al
cielo con el Cristo del Amor y a esta es, de manera sobrecogedora se alza.
Poco a poco dando la cara una vez mas por sus hijos, entra en la casa de
Hermandad, Dios mió dame fuerzas para que el año que viene pueda volver a
ser tu costalero.
Con ese andar que os ha hecho únicos de nuestra Semana Santa, la
cuadrilla mas veterana de Baza se presta a encerrar con mimo a su madre.
Detenidos están en la puerta e inician el emotivo instante de recogerse,
amargura, es la marcha elegida, despacio, no hay prisa, poco a poco se inicia
el retorno, impresionante, no se oye un alma tan solo la respiración de los que
van en el interior del paso y el rachear de las zapatilla, ya se inicia el paso por
la puerta, pero no, no es la definitiva, de nuevo con paso firme vuelve a salir,
y es recibida con una ovación clamorosa. Ya si, poco a poco Ntra. Sra. de la
Esperanza se recoge en su casa de hermandad junto a su hijo.
Para ti, Madre de Dios,
mi Virgen de la Esperanza,
yo te regalo estas letras
este canto de alabanza.

Porque tú, siempre valiente,


viste a tu Hijo en su dolor
y ante tanto sufrimiento
más grande aún fue tu amor.

º 17
Siete espadas en tu pecho,
tanta tristeza te alcanza
mar de lágrimas que lloras
mi Virgen de la Esperanza.

Yo querría ser pañuelo


que tu carita secara
de esas lágrimas amargas
y tu rostro yo limpiara.

Querría poder romper


aquella afilada lanza
que a ti te hizo sufrir.
¡Mi Virgen de la Esperanza
!

Ya el Cristo de los Méndez, en c/ ancha, su paso, quita el sentido, se


entreve entre los cristales de los balcones aquellas personas mayores que
esperan con ansiedad el paso de Jesús para rozarlo con sus dedos, con que
recogimiento a esas horas de la noche pasas por allí, es sobrecogedor, es un
privilegio acompañar al de los Méndez en medio de una sinfonía de música de
capilla, contigo como protagonista, Dios mío.
Se acerca al callejón que lleva su nombre y en ese mismo lugar, todos
los años la estación de penitencia se detiene, y rememoran la leyenda del
Cristo de los Méndez, “VENIMOS POR EL MADERO”, “TRAEMOS EL
MADERO”, pero ya no era el mismo madero era la talla del Cristo Crucificado,
instante emocionantes, intensos, llenos de amor por Él, que leyenda mas
bonita, “VENIMOS POR EL MADERO”, “TRAEMOS EL MADERO”.
Con la cadencia del paso perfecto, te diriges hasta el pulpito oratorio, la
campana indica que estas próximo y en el lugar de encuentro convenido te
detienes. En la quietud de la noche resuenan las palabras que en tu nombre
se recitan, que en tu nombre se promulgan, que en tu nombre se dicen a los
cuatro vientos, Padre nuestro que estas en los cielos.
De nuevo tus buenos hombres te cargan sobre sus hombros y prestos
vamos a poder contemplar el lienzo viviente del regreso, el pintor, nuestros
ojos, los materiales, Tú y el impresionante entorno que nos envuelve, comienza
la subida, al pie de la rampa, se produce un giro espectacular, todo ello con un
fondo majestuoso la puerta de las angustias, que belleza, cada vez que la veo,

º 18
no puedo evitar pensar que tan solo por estos instantes merece la pena estar el
Jueves Santo en Baza. Desde la plaza la observamos, conforme va
avanzando, sobre la fachada de sillares de la Mayor se va reflejando la figura
del Hijo de Dios que se va haciendo alargada, cada vez mas, quiere mostrar
que con su sacrificio quiere llegar hasta todos nosotros, cobijarnos sobre su
Pasión voluntariamente aceptada.
Llega a la puerta de la Encarnación el paso inicia su última revirá en la
calle, finalizada esta, el Cristo se acerca hasta la verja, inicia el caminar hacia
el interior del templo, la luz de la noche acompañan la escena, poco a poco se
dirigen al interior y en el mismo instante de su paso por el umbral de la puerta
se produce la fotografía perfecta, el momento sublime inmortalizado por
fotógrafos para después ser mostradas al resto de los mortales, pero no tengo
la menor duda, que la mejor fotografía que podremos observar , será la que
nuestros ojos vean cada Jueves Santo al encerrase el Cristo de los Méndez.
Esa corona de espinas,
Que un día incrustamos
En tu frente,
Con nuestras viles
Y malvadas manos,
Convirtieron tu dulce rostro
En un manto amortajado.

De tu boca no salió un gemido,


Solo las palabras sabias,
Para pedirle a tu padre,
Que fuéramos perdonados,
Por no saber lo que hacíamos,
Pero de igual forma,
nos lavábamos las manos.

Mi Cristo crucificado,
A ti recito hoy
Esta plegaria,
Por perdonar los pecados
De todo al que a ti,
Cada día clama.

Comprobamos que las 8,30 de la mañana se va acercando, las


cuadrillas van realizando su igualá, primero las mujeres, os veo fajarse, y se
percibe esa pasión, ese fervor de las costaleras, en la mañana del Viernes

º 19
Santo con el compromiso de ser vosotras mujeres de Santiago las que llevéis
por Baza sobre vuestros hombros al Cristo muerto descendiendo de la Cruz.
Los hombres se preparan, este año es especial, la cuadrilla, cumple 25
años, un cuarto de siglo, sus bodas de plata, enhorabuena, felicidades, que
alegría, se observan costaleros que salieron ese primer día y que vuelven
hacerlo este año por que necesitan sentir sobre sus hombros el peso de su
Madre.
La puerta se abre, la cruz guía a la calle, el paso más imponente de la
Semana Santa de Baza, el Stmo. Cristo del Descendimiento recogido de la
Cruz por José de Arimatea y Nicodemus, en el suelo María Magdalena, y
portado por sesenta y cuatro mujeres, sus costaleras. En el mismo quicio de la
puerta el paso se detiene y se escucha la orden del capataz, a tierra con Él,
muy despacio va bajando hasta apoyar sus zancos en el suelo, dentro, sus
mujeres de rodillas y al toque de llamador inician su caminar, firme, no
mecerse, poquito a poco y ya lo tenemos en la calle, pararse, de nuevo se
detiene el paso, se preparan para ponerse de pie, que instantes tan
sobrecogedores, maniobra complicada y sincronizada, todos con nuestra
mirada y nuestro aliento queremos ayudar, pero no hace falta, todas a una y a
la arenga del capataz, a esta es y esa cuadrilla de costaleras levanta con
prestancia y elegancia a su Cristo, arrancando del corazón de los presente un
aplauso caluroso y emotivo.
La Virgen de los Dolores está en la puerta guapa ella, sus velas
iluminándola, el paso perfectamente engalanado, su palio roza los laterales de
la puerta, igual maniobra que con el paso de misterio, en el dintel, parados, a
tierra y los costaleros de rodillas esperando expectantes las voces de sus
capataces para iniciar la salida del 25 aniversario. Vámonos avanzando, poco a
poco, ya esta el primer varal en la calle, siguen los costaleros con su esfuerzo y
ya aparece el segundo, el tercero, el cuarto, el quinto y el ultimo aparece ya en
la puerta de la iglesia y la Virgen de lo Dolores ya está en la calle. Quietos,
atentos, en tensión pierna derecha unos, pierna izquierda otros dispuesto para
llevar a la Madre de Dios al cielo al toque del llamador, este se produce y los
costaleros se ponen de pie, surgen de nuevo los aplausos entusiastas de tus
hijos, La Venerable cofradía del Stmo. Cristo del Descendimiento y la Virgen de
los Dolores ya está en la calle para realizar su estación de penitencia.

º 20
Baza, despierta, sal a la calle para acompañar a la Madre en su dolor
por la muerte de su Hijo. Ntra. Señora de los Dolores derrama lágrimas cuando
observa como a su hijo lo descienden de la Cruz, inicia su acceso a la plaza
mayor, elegante, anda el Descendimiento, no se detiene, sus costaleras le
brindan una oración intensa en forma de chicotá , que lo deja al pie de la Cruz
para escuchar nuestras peticiones por Él. Con la misma elegancia que inició su
paso por la carrera oficial, la abandona, para discurrir, por la alameda, se
produce el relevo, y sus hijas siguen con Él, no lo abandonéis jamás no le
dejéis solo, nunca, por que es el Hijo de Dios, vuestro Cristo, no lo abandonéis
jamás, sois sus costaleras, sus hijas.
Ocho de la mañana
Primavera, Viernes Santo
Se abren las puertas del templo
Que ésta saliendo a la calle
El Cristo de nuestro barrio,
Cristo del Descendimiento.

¡Que no se mueva ni el viento


Que ya va cruzando el pueblo
Cristo del Descendimiento!
A hombros de sus costaleras.
La torre de Santiago
Queda muda y en silencio
Diciéndole a las campanas
Que cesen en su lamento.

El Campo de la Verdad te espera a tu regreso


Con paso cansado y lento.
Ya hiciste tu recorrido
Y regresas a tu templo.
Te acompañan penitentes,
Nazarenos, costaleras,
Y saetas que se pierden, en la tarde y en el viento.

Vuelve, Señor, que yo espero,


Que llegue otro Viernes Santo,
Y verte salir de nuevo,
Por las calles de mi barrio,
¡Cristo del Descendimiento!

Llega la Virgen de los Dolores, con su manto celestial que nos


deslumbra en esta mañana radiante, que según la tradición del lugar coincide
con la mañana del día de navidad, y en el púlpito de la plaza hará efectiva su
advocación, sobre su pecho siete puñales, los siete Dolores de la Virgen.
Nuestra Señora prometió que concedería siete gracias a aquellas almas que la

º 21
honren y acompañen diariamente, rezando siete Ave Marías mientras meditan
en sus lágrimas y dolores.

Ya están en la alameda, se oye, si, el Descendimiento por la carrera palacio,


esta entrando en el parque, y la Virgen tras Él, la imagen perfecta, el cortejo a
lo largo del paseo central, abarrotado de gentes ansiosas por ver a la Madre y
a su Hijo, entre la flor de primavera y el movimiento de las ramas de los
árboles, impresiona ver a la cofradía que se prepara una vez realizado este
recorrido para volver ya hacia su barrio, parada en el cine ideal, después en el
agua y por fin, después de mas de cinco horas en la calle, la plaza de Santiago
abarrotada de público, el Cristo del Descendimiento, va acercándose poco a
poco, las puertas del templo se abren para recibirlos y ya en la misma, sin
detenerse, inician la revirá definitiva, izquierda adelante, derecha atrás y el
paso comienza la maniobra, muy lenta, parece que hace cinco minutos que han
salido, que fortaleza, finalizada esta, ahí quedo,. Espera la llegada de la Sra. de
los Dolores , quieren recibir a su madre de frente, no quieren encerrase sin
verla, sin tenerla allí, poco a poco la Virgen se acerca, momentos finales de
una estación de penitencia memorable, el balanceo elegante del palio hace que
si cabe, la emoción aumenta entre los que van dentro y los que la vemos
llegar, lagrimas en los ojos, ya esta junto a su Hijo, levanta la mirada y lo
despide, quiere estar presente en el mismo instante que inicie su entrada en la
Iglesia.

Estampa magistral, el barrio de santiago postrado a vuestros pies, las


costaleras inician la difícil entrada, el silencio se adueña del espació, van
realizando su trabajo y ya esta el Cristo dentro, los aplausos del gentío no
dejan oir la música y las lagrimas de las costaleras brotan un año mas y
humedecen sus mejillas, la misión está cumplida, un año mas el Cristo del
descendimiento ha realizado su estación de penitencia, a hombros de sus
mujeres, de sus hijas.

Se aproxima el momento, la tensión de nuevo aflora, la cuadrilla se


apresta de rodillas a entrar a su Madre a la Iglesia, a su capilla, para
acompañar como lo ha hecho durante todas estas horas a su hijo muerto, a
seguir llorando por el y por todos nosotros, a transmitir paz y amor a sus hijos,

º 22
impresiona el hacer de los costaleros, como es posible que por la estrechez de
esa puerta pueda entrar el paso, que elegancia, un poco mas, no mecer,
vámonos con la Virgen valientes, y ya al son de la marcha real está e su casa,
los costaleros se ha levantado y en el interior se desata el fervor, la pasión y el
amor por los titulares de la cofradía, se reza por todos y cada uno de nosotros y
se pide por la paz y por los problemas cotidianos que nos acontecen
diariamente.

Te han taladrado siete espadas,


Sus dobles filos te han herido,
Fueron las penas anunciadas
Que en un principio has asumido.

La primera, de Simeón,
Al noticiarte los dolores,
Cuando exultabas de emoción
Ciega en asombro de esplendores.

La segunda al dejar Belén


Para salvar la nueva Vida.
La tercera en Jerusalén,
Sin el Niño, desfallecida.
La cuarta en el mortal Calvario
Compartiendo el dolor con tu hijo.
La quinta en tu íntimo sagrario
Ante el lóbrego crucifijo.

La sexta en el descendimiento
Del cadáver del Ser amado.
La séptima en tu abatimiento cuando el sepulcro fue cerrado.

Ante la fría sepultura,


Con Juan y las demás mujeres,
Sumida en triste noche oscura
Mueres porque de amor no mueres.

Pides clemencia, arrepentida


Por no esperar en paz la gloria,
Tú eres la esclava, la elegida,
Y en Él reside la victoria.

Tarde del Viernes Santo, estación de penitencia del Santo Entierro, la


procesión oficial de la Semana Santa bastetana, asisten las autoridades civiles,
religiosas y una representación de cada cofradía en señal de respeto por el

º 23
Cristo muerto en su último caminar por las calles de Baza, antes de ser
depositado en el Santo Sepulcro.Todos los sacerdotes de la ciudad acompañan
el cuerpo del Cristo Yacente. Junto a Él, su madre, hasta hace dos años la
Soledad acompañaba a su hijo en sus fúnebres momentos, desde el año
pasado, la Virgen de la Caridad. Precediéndola, sus nazarenos, habito, negro,
capillo negro y cíngulo de esparto, el primer tramo con cruces sobre sus
hombros, el resto con velones color tiniebla, los dos pasos portados por
costaleros.

Ya están en la calle y su andar impresiona, las reglas de la agrupación,


rigurosas, silencio por doquier, acompañamiento musical, de capilla, imagen
de dolor en el acompañamiento, trasmiten ese duelo por el ser querido que nos
abandona. Andan, no cejan en su empeño, caminan, un paso propio y el Santo
Entierro llega al corazón bastetano subiendo hasta la plaza mas grande de
nuestra ciudad, la mayor, punto de encuentro y en donde procederemos a
despedir a nuestro padre, lo vemos llegar y nos disponemos en la quietud de la
tarde a ofrecerle la oración de pesame para el que yace sin vida delante de
nuestros ojos.

Sales de tarde y eres tú la noche


y tu rostro condensa las miradas,
nadie puede imaginar el sufrimiento
que llevas escondido en tus entrañas.

Es la tristeza oscura del yacente


acompañado de las tres Marías,
el tiempo se diluye lentamente
lleva el gesto absorto en la agonía.

Cristo del Santo Entierro,


¡quién pudiera secar tus lágrimas!
se sobrecogen los cielos
cuando sales por Semana Santa.

¡Cuánta sed la mía, al verte inerte!


veo en tus ojos resplandecer el dolor
deshazte de mis labios verso triste
consuélate con el pueblo y su fervor.

Están llorando los cielos


es primavera de Abril...
con mi saeta yo te rezo

º 24
mi canto es para ti...
La Virgen de la Caridad se hace presente en la carrera oficial, de
rodillas la Madre de dios ofrece su oración por su hijo, tras ella la cruz. Su
discurrir sobrio nos manifiesta la pena que siente por su hijo y nos pide a todos
que imploremos ante Dios, por el descanso de Jesús, por primera vez pasa
ante la tribuna oficial y con la misma sencillez, que llega, marcha hacia
alhóndiga para continuar acompañando el cortejo fúnebre de su hijo.
No cejan en su empeño de acompañarle, no quieren dejarlo solo,
quieren estar próximos en el momento definitivo. Metro a metro, paso a paso
van recorriendo el espacio que se interpone hasta el tempo de la Merced, han
pasado ante la Iglesia mayor donde Santa Cruz, Méndez y Silencio han
mostrado su respeto y pesar, mas tarde lo hará el Nazareno, Esperanza y ya
en su misma casa lo hará la Soledad, aunque no pasan físicamente también
desde Santiago llega el pésame por el hijo muerto.
El santo Entierro se deja ver ya en la plaza de la Merced, realiza sus
últimas chicotas, no han decaído ni un segundo, ya en la puerta de la Iglesia, el
templo en su interior, abarrotado, todos queremos decir el último adiós a
Jesús, a nuestro padre, a nuestro amigo al que ha muerto por todos nosotros,
en medio de una nube de incienso los costaleros dejan al Cristo en su capilla,
el dolor se mitiga, pronto hará entrada para velarlo, su madre, la Caridad, los
nazarenos forman un pasillo por el que discurres Madre, pasa junto a Él y una
vez mas le diriges la mirada piadosa y llena de amor que una madre dirige a
sus hijos, Se hace pública una oración desde el altar y los nazarenos se
descubren; bendita seas entre todas las mujeres, rezan a su madre como señal
de acompañamiento de duelo. Ha finalizado la primera estación de penitencia
de la que mas pronto que tarde se formalizará como la cofradía de Ntra. Sra.
de la Merced, Santo Sepulcro y María Stma. de la Caridad.
¡Perla de Luz! ¡Diamante hecho de aurora!
Tú que, en el gran dolor de la amargura,
-por tu enorme pesar, por tu tortura-
eres consuelo del que pena y llora.

¡Oh, Madre Celestial, Dulce Señora...!


Tú, que riegas cascadas de dulzura;
que eres Oasis en nuestra desventura,
escucha a quien con lágrimas te implora;

º 25
Tú, que eres Caridad, que eres Consuelo;
Dulce auxilio del que te necesita,
y alivio de afligidos corazones...

No olvides la aflicción de nuestro anhelo;


danos Paz, y mitiga nuestra cuita
¡CON LA DIVINA LLUVIA DE TUS DONES!

El Santo Entierro yace ya en su capilla de la Merced, pronto se hará el


Silencio en Baza. Es curioso comprobar, con que antelación se está
disponiendo todo en la Iglesia Mayor, varios hermanos, los de siempre, bueno
a buena verdad, los de siempre no por que ya hay alguno que falta. Un año,
subí y allí me sorprendí al ver a los tres únicos hermanos que habían, realice
unas instantáneas del momento, Nicolás, Cesar y Juan de Dios, quien me iba a
decir a mí, que meses después Juande nos dejaría, para mi esas fotos han
sido y serán muy entrañables. Cuando falta media hora para su inicio se
observa por la plaza mayor el cortejo formado pero informal que llega para
recoger a su Virgen y salir a las calles de Baza desde la Iglesia de los Dolores,
donde han sido convocados para este menester, como se hacía en la
antigüedad. Ya en el interior de la Iglesia, el cortejo esta compuesto, no lo abre
la cruz guía, lo hace, como cariñosamente le llamamos, la banda del silencio,
dos tamborileros, que acompañaran a la hermandad. Tras ellos, ahora si, la
cruz guía, el estandarte, los penitentes, túnica negra con capillo y capa del
mismo color y fajín amarillo color oro, y en sus mano un farolillo que dará luz a
la noche del Viernes. El paso de la Virgen del Silencio es portado por
costaleros, tienen un paso muy especial, andando, pero andando, no creáis
que es sencillo, y no lo han conseguido a base de ensayos, pues, aquí no hay
ensayos, el día de la procesión y va bien. Pues con todo preparado a las doce
en punto de la noche, la puerta de la Encarnación se abre y se comienzan a
escuchar los toques de tambor que indican que la procesión del silencio está
saliendo a la calle, pero la salida es compleja, se realiza con mucho cuidado,
ya esta en el umbral de la puerta, desde la plaza mayor se ve como llega y se
oye perfectamente las ordenes del capataz en el silencio de la noche, lleva
toda la candelería encendida, con dificultad pasa por el estrecho quicio de la
puerta, su corona casi roza, pero la destreza de sus costaleros lo consiguen.
Ya esta en la calle, la Virgen, a su hora e punto, como debe ser. Este año se

º 26
celebra los 275 años de existencia de la cofradía más antigua de nuestra
ciudad, cofradía que ha vivido mil avatares y que ha sorteado no pocas
dificultades y que como digo esta de aniversario, mi reconocimiento y apoyo
mas sincero.
Cuando llega a la plaza se detiene, en ese mismo instante, los
penitentes se giran y miran a su madre, el tambor ha dejado de sonar, así lo
harán en todas y cada una de las paradas que la Virgen realizará durante toda
la noche.
Se produce otro hecho curioso. Cuando la Virgen llega a la plaza el
gentío empieza a colocarse tras la trasera del paso y se disponen a
acompañarla en todo su trayecto, rezando en silencio, la estampa es
impresionante, El discurrir de la estación de penitencia se llevará a cabo con
toda normalidad, a no ser que anuncie lluvia, o que el número de costaleros
ese año haya andado justito, alrededor de 32 y si es así, la procesión acortará
por el carril, en previsión de males mayores.
El silencio de la noche solo se rompe con los toques de tambor, con el
llamador del paso o con el andar de los costaleros, el acompañamiento,
numeroso recorre alhóndiga, alamillos, agua, ancha, monjas, dolores, y a la
plaza mayor a través de la carrera oficial, no cejan en su empeño, y cuando el
paso se arría, justo delante de la tribuna, la Virgen de los Dolores del Silencio
dirige una mirada a sus hijos y nosotros se la devolvemos, observamos sus
siete puñales en el pecho, cuatro de ellos en el lado del corazón, demostrando
su inmenso amor hacia nosotros, tras la oración, el toque de llamador y los
costaleros reinician el caminar hacia su casa, su pueblo no la dejará sola y
seguirá acompañándola a través de la rampa de la maravillosa fachada de la
Iglesia Mayor, hasta el interior mismo del templo, ya una vez depositado el
paso tras la estación de penitencia, los hermanos de la cofradía proceden a
repartir las flores bendecidas que la Virgen ha llevado como adornos florales en
esta noche. Muchas de estas flores benditas irán el Sábado Santo a
acompañar la tumba de algún hermano de la cofradía que ya no esta entre
nosotros, no dejéis de hacer esta sana y emotiva costumbre. El Viernes Santo
ya ha finalizado, un año mas a eso de las dos de la madrugada, la Virgen de
los Dolores, la Virgen del Silencio esta ya en su casa, junto a su hijo con la
satisfacción del deber cumplido, así sea.

º 27
Lágrimas derrama el cielo,
la noche del Viernes Santo.
Y tú Madre mía de los Dolores
las escondes bajo tu manto.
Que tristeza y dolor
muestras en tu pálida cara,
lacerada de dolor
llevas tu alma encerrada.
Lágrimas derrama el cielo,
la noche del Viernes Santo.
Y tú Madre mía de los Dolores
las escondes bajo tu manto.

Dónde vas Paloma Blanca


tan oscuro y chispeando.
“Voy en busca de mi hijo
que lo están crucificando.”

Mirar para arriba


y veréis una fuente
llena de flores donde
se lavaba la Virgen,
la Virgen de los Dolores.

Dos cosas hay en el mundo


que no se pueden contar
las lágrimas de la Virgen
y la arena del mar.

Ya ha resucitado, tras la vigilia pascual del Sábado Santo por la noche,


el domingo amanece lleno de luz, de gloria y de alegría por que es el día mas
grande, el de la Resurrección de Jesús, y ya a hora temprana se ven a niños y
niñas por la calle, pantalón vaquero, sudadera blanca y zapatillas blancas, se
dirigen hacia la Merced, por que hoy ellos serán los que tendrán el honor de
llevar sobre sus hombros al Cristo Resucitado, cuando se acercan las once de
la mañana, la chiquillería inunda el templo, la gran cantera de la Semana Santa
de Baza, se hace patente, niños y niñas ataviados con el hábito de su cofradía
o bien con el hábito del Resucitado, túnica blanca con ribetes amarillo oro, en
las mangas y túnica. Las campanas anuncian la buena nueva e indican la
salida del desfile procesional, la cruz guía y el estandarte dan paso a todos los
niños que acompañan al Cristo, todo ellos en las filas unidos unos a otros
mediante una sencilla y modesta cruz de madera, que manera mas entrañable
de demostrar la alegría por la resurrección de Jesús, los niños, de todas las

º 28
cofradías y unidos. Que grandeza. Ya se ha producido la primera levantá y
cuando el trono se encuentra en la calle se produce el ofrecimiento hasta el
cielo, sus horquilleros elevan sus manos como señal de acercamiento hasta su
padre, la algarabía se hace manifiesta, ya el Resucitado se dispone a realizar
su recorrido triunfal por las calles bastetanas.
Acercándose a la alameda, donde la procesión adquiere un color
especial, los horquilleros y horquilleras van turnándose en su ilusión de portar
a Jesús, los niños en las filas transmiten la alegría de la resurrección
repartiendo caramelos por aquí y por allí, sujetos con firmeza a la cruz de
Cristo,
Abandonada la Alameda, por alamillos se dirigen a la carrera oficial, la
Mayor los recibe con una sinfonía de campanas que quieren anunciar la buena
nueva, los niños acceden a la plaza mayor y ya comienzan a tener los nervios
típicos de cuando el desfile discurre por allí, por que todos saben lo que viene
ahora. Ya el Cristo en la rampa, los horquilleros/as se aplican en realizar unas
buenas chicotas, comienzan la subida, parece que no avanzan, no, van hacia
atrás, poco a poco van subiendo, ole que elegancia, cambian el paso una y otra
vez y salen andando al son de la música, los aplausos no se hacen esperar y
las lágrimas afloran en los ojos de muchos de los asistentes en recuerdo de
seres queridos que ya no pueden ver estos maravillosos instantes. Sin
detenerse llegan a tribuna, se paran los que portan a su Cristo de pie junto al
varal, el resto detrás en señal de respeto. El sacerdote recita la plegaria más
hermosa de la Semana Santa que nos anuncia a todos en voz alta que Cristo
resucita en cada uno de nosotros todos los días.
El toque de campana llama a los horquilleros a levantar sobre sus
hombros al Resucitado, un nuevo toque de campana y al cielo, pasan por
tribuna con el cristo alzado hacia su Padre, un nuevo toque y a sus hombros,
se dirigen hacia su salida de carrera oficial y a recibir el tan ansiado polo, si por
que entre otros calificativos cariñosos, se le denomina la cofradía del polo, ya
que es tradición que Javier y su familia regalen unos cuantos polos a todos los
que componen el cortejo a todos. Ya se va terminando la estación de
penitencia, mejor dicho yo diría de alegría por que todo es alegría en este día.
Llegan ya a la puerta del templo, los chavalillos van entrando y por fin hace su
aparición el Resucitado, con paso firme se dirigen hasta la entrada, donde

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inician su último giro por que tiene que entrar mirando a sus hijos, es
emocionante, realizan la ultima levanta al cielo, entre aplausos y vítores
comienzan su entrada, pero no, los horquilleros vuelven a sacar su Cristo a la
calle por que no desean encerrarlo tan pronto, vuelven a recibir la ovación
unánime de todos, y se disponen a dejarlo en su capilla, sus portadores se
abalanzan sobre Él para coger sus flores, todos quieren tener un recuerdo de
su estación de penitencia.
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Lucharon vida y muerte


en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

«¿Qué has visto de camino,


María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.

¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.»

Primicia de los muertos,


sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda
Mientras en la puerta, el Hermano mayor de la cofradía recibe las llaves
de la Semana Santa, que hace ya una semana transmitió para el inicio de la
misma, recibida de nuevo por la cofradía se cierra la puerta del Templo y un
año mas la Semana Santa de Baza ha concluido con la entrada del Cristo
Resucitado a su casa, a la Iglesia de la Merced, al Santuario de la Piedad.
No he tenido ningún olvido, por que he hablado de la Semana Santa,
que hemos tenido hasta el año pasado, por que ya en este año 2011, por fin
Baza completará su Semana Mayor, con el desfile que faltaba, la entrada ni

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mas ni menos, de Jesús en la Jerusalén Bastetana, si, este año la Borriquita
es una realidad. Una vez mas la Cofradía de la Esperanza da un paso hacia
delante y toma la decisión valiente de añadir a la nómina de sus titulares la de
Jesús de la Paz, que nombre tan bonito, Paz unido al de Jesús, Paz a los
hombres de buena voluntad, que acierto a nominarlo así. Muchos esfuerzos
habéis realizado, trabajo a tope, pero ilusión, mucha más. Por fin vuestro
proyecto vera la luz, mi más sincera enhorabuena. Este año de 2011, día
diecisiete de abril a las cuatro y media de la tarde, el hermano mayor del Cristo
Resucitado llamara a la puerta de la Casa de Hermandad de la Esperanza, y
esperara la pregunta ¿Quien Llama? Y responderá “La cofradía del Resucitado
que trae las llaves de la apertura de la Semana Santa de Baza para
entregársela a la Cofradía de la Esperanza para que pueda dar comienzo
nuestra Semana Mayor, con la entrada de Ntro. Padre Jesús de la Paz. En ese
mismo instante el sueño se hará realidad, tendréis el honor de procesionar la
Borriquita por nuestra ciudad. Antonio Jesús Dubé Verdugo, ha sido el escultor
que con sus manos ha modelado la imagen del Jesús de la Paz, creo y no me
equivoco al decir que ha acertado de pleno, con sus brazos abiertos nos invita
a que vayamos hacia el, su mirada tierna nos inunda de tranquilidad, nos da
ilusión y nos trasmite sobre todo mucha Paz. A lomos de una pollina egipcia,
como dice su hermano mayor y denominada “Morisca”, no podía llamarse de
otra manera, procesionará a hombros de sus costaleros y costaleras, tendréis
el privilegio de portar sobre vosotros la primera entrada triunfal de Jesús en
nuestra ciudad, seguro que seréis merecedores de ese honor, recorreréis toda
Baza, desde san Juan a la Ancha, paso por Carrera Oficial, y el regreso por la
plaza de los Moriscos. Tengo la completa seguridad de que será una estación
de penitencia inolvidable
Son las cuatro y media de la tarde:
sale de la Parroquia
el Divino Redentor,
montado en un pollino,
y dando la bendición.

Entre olivos y palmas,


a lomos de un borriquillo,
entra en Baza
Nuestro Señor Jesucristo.

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El gentío te aplaudía,
y, entre palmas, te aclamaban
al entrar en Baza
en un pollino subido,
sabiendo lo que te esperaba.

Jerusalén lo aclamaba,
y Jesús les bendecía,
y cánticos y oraciones
por todas partes se oían.

Enhorabuena a la cofradía, por tener ya a vuestra Borriquita, y


enhorabuena Baza por que ya tenemos la estación de penitencia que nos
faltaba, La Borriquita.
Esta es la Semana Santa que yo siento, es la que desde pequeño llevo
conmigo y quiero aprovechar este instante para agradeceros a todos el trabajo
y el esfuerzo que día a día realizáis y a lo largo de los años con la loable
intención de que cada vez nuestra Semana Santa sea mejor y que la llenemos
de contenido, esta es la que yo explicaría, por que es mi pasión.
En estos momentos me dispongo a llevar a cabo el mandato que me
disteis al nominarme pregonero y por tanto ahora, desde ya, promulgo en voz
alta un asunto de interés publico, la Semana Santa de Baza del año 2011 e
indicaros que con este acto del pregón se iniciara la celebración de la misma,
si, el próximo domingo, no es un domingo cualquiera, es Domingo de Ramos y
con el se inician los días mas grandes del año. Es Semana Santa.
Esta sonando de fondo la marcha “Saeta”, marcha por excelencia en el
mundo cofrade, sacerdotes, penitentes, mantillas, costaleros, costaleras,
horquilleros, horquilleras, cofrades todos, disponeros a realizar vuestra estación
de penitencia, rezar en silencio, sujetar vuestro cirio o trabajadera con fuerza,
acompañar a vuestros titulares, no los dejéis solos, disponer vuestros enseres,
vuestros pasos, salir a la calle para anunciar públicamente la pasión, muerte
y resurrección de Cristo.
Escuchando esta marcha, cuentas veces hemos pedido desde el interior
de nuestro capuchón de penitencia, o dentro de un paso, por nuestros seres
queridos, padres, hijos, hermanos o amigos con algún problema, cuantos
recuerdos al pisar con el pie izquierdo, cuantas lagrimas derramadas, cuantas
penas redimidas, cuantas alegrías al llevar a nuestro Padre o Madre sobre

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nuestros hombros, que ilusión de ser tu costalero y cuando oigo esta marcha
recuerdo las palabras del capataz que dicen
“ EL QUE NO VENGA A LA IGLESIA, QUE APRENDA A REZAR POR LAS
CALLES”.
He dicho
Muchas gracias.

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